Todas las guerras y la ilusión imposible de la Paz.


Retenciones, Precios Cuidados y la relación con las empresas

Marcelo Di Bari, escribe sobre Economía en el diario cooperativo “Tiempo Argentino”

¿Qué cambia tras la renuncia de Feletti?

La salida de Roberto Feletti de la Secretaría de Comercio Interior y la llegada de Guillermo Hang es vista por el empresariado como un avance del ministro de Economía, Martín Guzmán. Este último ya había logrado que esa dependencia se integrara al organigrama de su cartera. Ahora pasará a ser el interlocutor de los hombres de negocios ya no en sus planes a largo plazo para el desarrollo del país (tema que ya venían tratando en encuentros reservados, en muchos de los cuales participó también el presidente Alberto Fernández), sino en el día a día de la fijación de precios, producción y abastecimiento al mercado interno.

Con un perfil mucho más técnico y larga carrera en los pasillos del Palacio de Hacienda, Hang (no casualmente egresado de la Universidad de La Plata por donde también pasó Guzmán) es hombre de confianza del ministro y tiene un perfil mucho más bajo que su antecesor. “Estoy preocupado como todos. Vamos a seguir trabajando en la línea que venimos trabajando”, fue lo único que se le escuchó decir al llegar al acto en el que el presidente Alberto Fernández anunció un nuevo régimen de acceso a las divisas para empresas del sector de hidrocarburos. Esa fue su primera aparición pública desde que fue designado en el cargo.

El alejamiento de Feletti, que venía cosechando un traspié tras otro en su intento de mantener la inflación bajo control, tuvo como detonante los diferentes puntos de vista sobre los derechos de exportación. En su carta de renuncia, dijo que “la situación actual exige el desarrollo de nuevos instrumentos, principalmente en relación con la necesidad de desacoplar el precio de los alimentos a nivel mundial de aquel que pagamos las argentinas y los argentinos”, en un inequívoco reclamo por subir las retenciones. El aumento viene siendo pedido casi a diario por el kirchnerismo hard, que incluso desempolvó las facultades que la Constitución le otorga al Presidente para disponerlo sin tener que pasar por el Congreso.

Sin embargo, ante cada micrófono que se le cruza, Guzmán niega de plano la posibilidad de nuevos incrementos. Más aún, insiste en la importancia de que la economía genere divisas para evitar trabas en el crecimiento. En esa línea de razonamiento, y aunque acepta que algunas empresas están obteniendo una “renta inesperada” gracias al alza de los commodities por la guerra en Ucrania (de hecho, anunció un tributo sobre ese diferencial del que luego no hubo novedades), difícilmente el ministro convalide nuevos tributos a la exportación.


 

Las retenciones aportan mucho dinero al Estado: nueve de cada 100 pesos que recaudó el fisco en 2021 vinieron por esa vía. Pero sobre todo se volvieron un tema político, que marca la manera en que el gobierno se relaciona con los sectores que generan divisas y viceversa. En ese sentido, los resquemores están a la orden del día. Gustavo Idígoras, titular de CEC y Ciara, las cámaras que agrupan a los agroexportadores, dijo que “la suba de retenciones ahora queda mucho más lejos de suceder porque Guzmán no comparte esa idea, dado que sabe que eso no bajará la inflación”. Pero el presidente de Coninagro y miembro de la Mesa de Enlace, Carlos Iannizzotto, se despachó en sus redes sociales contra Feletti, las retenciones y el gobierno: “Los productores ya no toleramos ideas confiscatorias y medidas fiscalistas. ¿Hasta cuándo tanta impericia y necedad? Desde Coninagro los invitamos a recorrer un campo, a palpar nuestras economías regionales y a codearse con los productores”. Más diplomático pero no menos contundente, el titular de la Unión Industrial Argentina, Daniel Funes de Rioja, atacó ese impuesto por los flancos: pidió “atacar las causas” de la inflación y abogó por acuerdos políticos y parlamentarios “que permitan estabilidad económica”.

Una idea de cómo se puede encauzar de ahora en más la relación entre el gobierno y los productores de alimentos se tendrá a partir del 7 de junio, cuando se realice la revisión del programa Precios Cuidados, que vence un mes después, y su proyección hacia adelante. Las alimenticias se venían quejando de que la pauta de actualización que admitía Feletti los dejaba muy retrasados con relación a la inflación. Quizás como reflejo de esa situación, en los supermercados se estaban viendo muchas góndolas vacías. En las reuniones sobre el tema se verá cuál es la posición de Hang al respecto. Y la de Guzmán.

(https://www.tiempoar.com.ar/economia/retenciones-precios-cuidados-y-la-relacion-con-las-empresas-que-cambia-tras-la-renuncia-de-feletti/)

Alberto Fernandez invita a discutir

Alberto Fernández volvió a referirse este martes a la discusión por las retenciones. "Propongo un debate público para ver lo que queremos ser. Si yo mando la iniciativa al Congreso, ya me anticiparon cómo van a votar", aclaró el mandatario sobre la negativa de la oposición, en una entrevista que brindó desde a sede del PJ porteño a C5N.

El presidente efectuó las declaraciones al recordar que los precios suben en el mercado internacional como producto de la guerra en Ucrania y que eso tiene efecto al "exportar" productos locales y advirtió que "no está bien que los precios internacionales se apliquen al mercado interno".

El mandatario asistió por la noche a un locro patrio en la sede del PJ porteño, desde donde afirmó que el peronismo está con "alegría, fuerza y ganas, en un tiempo difícil que nos ha tocado vivir pero donde mantenemos intactas las esperanzas".

En declaraciones al canal C5N, el Presidente analizó que se presenta una "gran oportunidad" para Argentina porque "los precios suban y de ese modo tenemos la posibilidad de poder exportar trigo, soja, carne y maíz".

"Está muy bien que los precios internacionales suban porque eso supone que redunda en ingresos de dólares que la Argentina necesita", dijo, pero advirtió que "no esta bien que los precios internacionales se apliquen al mercado interno".

"Esa es la discusión que vengo proponiendo", dijo y reafirmó que "esos problemas se resuelven con retenciones, que son un instrumento que la economía tiene para desacoplar los precios internos de los internacionales".

Guzman empoderado

Carlos Burgueño es un periodista, economista y escritor argentino. Escribe en Ambito Financiero.

Empoderado, y a días de cerrar las fiscalizaciones por la misión correspondiente a la revisión del primer trimestre del Fondo Monetario Internacional (FMI) dentro del acuerdo de Facilidades Extendidas, Martín Guzmán prepara el próximo paso para terminar de ordenar la deuda externa argentina. Una vez que culminen las series de reuniones virtuales, el ministro de Economía retomará el dialogo con el Club de París para cerrar el último capítulo de renegociaciones de la deuda externa aún abierto. Y que implica que el país termine de saldar, con una negociación a plazos, el pago de los aproximadamente u$s2.000 millones que se le deben a ese organismo.

Para esto, y tal como adelantó este diario, Guzmán cuenta con un apoyo fundamental: Alemania y Francia ya dijeron que le abrirán las puertas al ministro para llegar a un acuerdo conveniente para las dos partes, y que este sea ejecutado lo antes posible. Sólo se deberá esperar a que la primera misión del FMI se complete, dado que se le avisó ya al ministro que debe haber un “sello de calidad” en el manejo de la deuda futura de la Argentina, y que el aval de la primera misión del Fondo es la mejor garantía disponible.

La intención de Guzmán es llegar a un acuerdo durante junio, antes que el 30 de ese mes venza el plazo establecido en marzo entre las partes para cerrar un acuerdo. Mientras tanto, rige el plazo del Puente de Tiempo en el que el país debía cerrar el Facilidades Extendidas con el Fondo y comenzar a aplicarlo cumpliendo las metas establecidas.

La fecha del 30 de junio había sido negociada por Guzmán en París el 23 de marzo pasado, cuando el ministro se había encontrado en Francia con el presidente formal del Club de París, Emmanuel Moulin, extendiendo el “puente de tiempo” que vencía el 31 de marzo, y comprometiéndose Argentina a discutir un nuevo plan de pagos que cierre definitivamente el pasivo. O, en su defecto, un compromiso de pago al contado para cuando el gobierno disponga del dinero que surja de la aplicación del blanqueo que Diputados discutiría también durante junio, y que implica la disponibilidad de un dinero reconocido como evadido por residentes locales; proyecto que ya tiene media sanción del Senado; y que, según las proyecciones oficiales (algo optimistas) implican la posibilidad de blanquear unos u$s70.000 millones; lo que determinaría ingresos seguros a las arcas públicas por unos u$s15.000 millones. Dinero suficiente como para saldar la totalidad de la deuda con el Club de París y avanzar con los pagos al FMI en 2026.


 

Según lo comprometido por Guzmán en su encuentro con Moulin, debería haber un acuerdo con el Club de París antes del 30 de junio; con lo que seguramente no tendrá aprobado el blanqueo. Mucho menos el dinero recaudado. Si contara con la habilitación potencial para poder usar los beneficios del llamado para cumplir también con los compromisos ante el club de París, podría acelerar el llamado a liquidar la cuenta, mucho antes que termine el plan de pagos que se negocie en los próximos meses. Y, así, ahorrarse bastante dinero ante el interés de 9% anual que seguramente le cobrará la entidad a la Argentina.

Dentro del Club, el primer acreedor es Alemania con un 37,37%, dinero generado de manera mixta; con créditos directos para empresas privadas (en los 90), sumado a viejas líneas del gobierno alemán a la Argentina de décadas anteriores. En el listado luego aparece Holanda con un 7,98% de la deuda. Se trata de otro caso complicado, donde por cuestiones culturales no existe mucha flexibilidad para países que no cumplen con sus pagos. Los Países Bajos votan tradicionalmente en el board del FMI en contra de los acuerdos que propone Argentina. El cuarto acreedor del país es España, con un 6,68% de la deuda. Es el rezago generado por el crédito que en 2001 giró el gobierno de José María Aznar, para ayudar a sostener la convertibilidad y los giros de dividendos de las compañías españolas radicadas en el país. El total de ese crédito fue de unos u$s1.100 millones, Argentina los declaró en default en diciembre de 2001 con el resto de la deuda externa argentina y durante la primera etapa de gestión de Néstor Kirchner hubo un intento de negociarla por fuera del Club de París, en mejores condiciones que el resto de los acreedores. La presión del resto de los socios de la Unión Europea hizo que el pasivo se sume a la demanda general del Club de París.

(https://www.ambito.com/economia/club-paris/guzman-comenzara-negociar-junio-un-nuevo-acuerdo-el-n5447299)

Ellos mismos se reconocen

Daniel Yebra Carmona, Periodista económico en “elEconomista” y “ElDiarioes”, escribe para “elDiarioAr”

La suiza Pictet, una de las mayores gestoras de fondos de inversión del mundo, reconoce, en las perspectivas para la próxima década de su división de banca privada, los daños del capitalismo en la sanidad, la educación y su impacto en la aceleración del cambio climático o en una mayor desigualdad.

Pictet WM publicó este martes la décima edición de “Horizon”, un informe de previsión global a 10 años, en el que, entre otras tendencias, predice el regreso del “gran gobierno”, según lo denomina. Es decir, de una década de mayor intervención pública en la economía, favorecida por “las sucesivas crisis”.

Más intervención estatal tras la pandemia

La pandemia ha obligado a los gobiernos a intervenir, restringiendo las libertades económicas y sociales en interés de la salud pública”, explicó en la presentación del informe Christophe Donay, director de asignación de activos e investigación macro de Pictet WM, quien advirtió de que “la probabilidad de que los gobiernos continúen interviniendo es uno de los principales factores que consideramos en las previsiones a largo plazo”.

El sistema económico capitalista ha generado externalidades negativas: cambio climático, obstáculos para una atención sanitaria de primera clase, eficacia decreciente de los sistemas de educación públicos y desigualdades en el reparto de renta y riqueza”, recalca el informe de la gestora de fondos de inversión con sede en Ginebra.

Por estas razones, proyecta “el regreso del gran gobierno”. Y, según añade, “la necesidad de la transición ecológica y la confrontación geopolítica también favorecen la intervención estatal”.

Julien Holtz, economista de mercados emergentes de Pictet WM, incidió en la misma presentación en que este regreso del “gran gobierno” podría estar “en cierto modo relacionado con el populismo”, que “aumenta la deuda y la regulación y reduce las expectativas de rentabilidad [financiera] y crecimiento a largo plazo”.

Pictet aborda otros grandes temas de cara a los próximos años. Por una parte, una ola de gran de innovación. “La revolución tecnológica ha alcanzado madurez y una nueva ola de innovación puede estar a un par de años vista”, reflexiona.

Una mayor inflación estructural

Por otro lado, un periodo de “inversiones para hacer frente al cambio climático”, que “deben impulsar el crecimiento a largo plazo”. Por último, observa “una mayor inflación estructural”.

Tras cuatro décadas de inflación en constante declive, la aceleración de precios que comenzó a mediados de 2020 por desequilibrios temporales de oferta y demanda esconde una dinámica estructural”, detalla la gestora de fondos de inversión.

Nadia Gharbi, economista para Europa de Pictet WM, ha comentado —también en la presentación del informe— que, efectivamente, “hay factores cíclicos que favorecen una mayor inflación, incluyendo la normalización de los servicios tras la pandemia, aumento de los costes de la energía y materias primas y exceso de demanda con el apoyo gubernamental”.

Además, la guerra de Ucrania tiene efecto inflacionista, sobre todo en Europa. A corto plazo genera incertidumbre y a largo plazo puede afectar al crecimiento económico, con mayor gasto en defensa y energía, a nivel de países y de la Unión Europea, en su intento de ser independiente energéticamente, lo que se puede traducir en mayor deuda pública”, concluye el informe de Pictet.

(https://www.eldiarioar.com/economia/mayores-gestoras-fondos-inversion-admite-danos-capitalismo-sanidad-educacion-cambio-climatico_1_9021485.html)

La Guerra y las posiciones en la geopolítica mundial

Los políticos estadounidenses enfatizaron su unidad contra Rusia, incluso cuando se están formando grietas.  

En un panel bipartidista de miembros del Congreso , el senador Roger Wicker, republicano de Mississippi, señaló la rapidez con la que el Congreso había aprobado un paquete de $ 40 mil millones a Ucrania la semana pasada. Pero también indicó que los futuros paquetes pueden requerir más transparencia. Wicker dijo que el pueblo estadounidense necesita creer que "el dinero se está gastando de manera sabia y eficiente".

El presidente Biden es un orador famoso e impreciso. A veces hace declaraciones que transmiten sus emociones más que cualquier punto de vista político específico (como su declaración en marzo de que Vladimir Putin "no puede permanecer en el poder"). 

Biden pareció hacerlo de nuevo. En respuesta a la pregunta de un periodista, dijo que Estados Unidos tomaría una acción militar más fuerte para defender a Taiwán contra China de lo que ha tomado para ayudar a Ucrania a combatir a Rusia. Si eso sucediera, podría arriesgarse a una guerra más amplia con China.

Es posible que Biden haya estado cometiendo otro de sus errores. Los asesores de la Casa Blanca en la sala cuando lo dijo, durante una conferencia de prensa en Tokio, junto con el primer ministro de Japón, se sorprendieron, según mi colega Zolan Kanno-Youngs, que estaba allí. Después, la Casa Blanca emitió una declaración afirmando, de manera inverosímil, que Biden estaba reafirmando la política de Estados Unidos. Pero hay razones para sospechar que los comentarios de Biden tenían alguna intención estratégica, incluso si no quiso decir exactamente lo que dijo. Una señal es que Biden hizo comentarios igualmente agresivos sobre Taiwán dos veces el año pasado. "Esta es la tercera vez que Biden dice esto bien", escribió Matthew Kroenig, de la Universidad de Georgetown. "Washington está ayudando a Beijing a no calcular mal".

Un país

Taiwán a veces puede parecer simplemente una de las muchas tensiones entre Estados Unidos y China, junto con los aranceles, la propiedad intelectual, el cambio climático, los derechos humanos, Ucrania y más. 

Para los líderes de China, sin embargo, Taiwán es singular..

Cuando Zhou Enlai, el primer ministro de China, se reunió con Henry Kissinger en 1971 para restablecer las relaciones entre los dos países, Zhou solo tenía un enfoque. Estados Unidos y las Naciones Unidas deben dejar de reconocer al gobierno en Taipei y tratar a Beijing como el único representante legítimo de China, dijo Zhou. Taiwán, después de todo, era donde los perdedores de la guerra civil de China habían huido, después de que el Partido Comunista se hiciera cargo del continente en 1949.

Kissinger y su jefe, el presidente Richard Nixon, aceptaron las demandas de Zhou, y los sucesores de Nixon encontraron formas más sutiles de apoyar a Taiwán. Estados Unidos vendió armas al gobierno de Taiwán y advirtió a Beijing que no invadiera, sin detallar cómo podría responder Estados Unidos. La política se conoció como "ambigüedad estratégica", y ha perdurado. También lo ha logrado en gran medida. Taiwán sigue siendo una democracia próspera.

Pero algunos funcionarios estadounidenses creen que es poco probable que la ambigüedad estratégica funcione tan bien en el futuro como lo hizo en el pasado. Bajo Xi Jinping, China se ha vuelto más agresiva de múltiples maneras, y Xi ha dicho que la reunificación con Taiwán "debe cumplirse". (Mi colega Michael Crowley profundizó en el debate sobre la ambigüedad estratégica en este artículo el año pasado..)

El problema central para Estados Unidos es que podría no ser capaz de detener a Xi si decide atacar. El público estadounidense está cansado de guerras lejanas con conexiones inciertas con la seguridad nacional, una actitud que limita las opciones de cualquier presidente de los Estados Unidos. Los líderes de China, por otro lado, verían un conflicto en Taiwán como un asunto interno vital y dedicarían vastos recursos a la victoria.

Por estas razones, la forma más segura de proteger a Taiwán es hacer creer a los líderes de China que incluso si pudieran ganar una guerra, sería lo suficientemente costoso como para desestabilizar su régimen.

Advertencia de Ucrania

La serie de comentarios de Biden sobre Taiwán puede servir a este objetivo. Ha señalado que una invasión de Taiwán exigiría una respuesta importante de Estados Unidos, sin dejar de ser vago sobre qué sería exactamente.

"Biden no dijo nada sobre el envío de tropas estadounidenses al combate sobre Taiwán, y no debemos asumir que eso es lo que quiso decir", dijo mi colega Edward Wong, quien cubre el Departamento de Estado. Hay otras opciones, como proporcionar aviones fabricados en Estados Unidos, que también calificarían como más agresivas que la ayuda a Ucrania.

Como dice Michael Crowley, quien también cubre asuntos internacionales, "Estados Unidos conserva la política oficial de ambigüedad, pero los comentarios de Biden le dan una inclinación de línea dura".


Los problemas de Rusia en Ucrania hacen que este mensaje sea más creíble. Estados Unidos y sus aliados han respondido a la invasión de Putin imponiendo duras sanciones a Rusia y enviando armas a Ucrania. Y los líderes de Rusia han aprendido que una guerra a gran escala puede exponer las debilidades militares que antes estaban ocultas.

"No estoy en absoluto convencido de ningún ataque inminente de China", dijo mi colega Eric Schmitt, quien cubre temas de seguridad desde Washington. "Creo que la debacle de Rusia en Ucrania le ha dado a Xi una pausa".

China tendría algunas ventajas que Rusia no tiene: por un lado, Taiwán es una isla que sus aliados tendrían dificultades para reabastecerse. Pero China también tendría desafíos distintos: su ascenso ha dependido de su integración en la economía global, y una guerra en Taiwán amenazaría esa integración..

Por supuesto, el discurso duro de Biden, ya sea deliberado o descuidado, trae riesgos. La ambigüedad estratégica funcionó en parte porque evitó que Taiwán se convirtiera en una prueba de alto perfil de la fuerza de Beijing. Los comentarios de Biden tienen el potencial de hacer que Xi parezca débil si decide retirarse. "Es más probable que la confusión y las declaraciones erróneas socaven la disuasión que la fortalezcan", escribió Bonnie Glaser, experta en Asia del German Marshall Fund

En este punto, sin embargo, estados Unidos puede tener que elegir entre los riesgos de parecer demasiado agresivo y de parecer demasiado débil. (https://www.nytimes.com/?te=1&nl=the-morning&emc=edit_nn_20220525)

Cuarto Mes de Guerra

Rusia intensificó este martes su ofensiva contra los últimos focos de resistencia en la región ucraniana de Lugansk, en la cuenca esteña del Donbass, y se dijo determinada a alcanzar todos sus "objetivos" en una guerra que entró en su cuarto mes. Ucrania consiguió alejar a las fuerzas invasoras de Kiev y Jarkov, pero reconoce "dificultades" para contener la ofensiva en el Donbass, que incluye las regiones de Lugansk y Donetsk, ya parcialmente controladas desde 2014 por los separatistas prorrusos.

"No perseguimos ningún plazo. Todos los objetivos fijados por el presidente Vladimir Putin se cumplirán. No puede ser de otra manera porque la verdad, incluida la verdad histórica, está de nuestra parte", aseguró Nikolai Patrushev, secretario del Consejo de Seguridad rusa. Después de un primer mes de ofensiva relámpago, la "operación militar especial" rusa en Ucrania se ha caracterizado más por los repliegues rusos del norte de Kiev y las afueras de Jarkov que por victorias de renombre.

El ministro ruso de Defensa, Serguei Shoigu, expresó que Moscú "continuará con la operación militar especial hasta que se cumplan todos sus objetivos, poco importa la enorme ayuda occidental al régimen de Kiev ni la presión sin precedentes de las sanciones" aplicadas contra su país. El lunes el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, había advertido: "Las próximas semanas de guerra serán difíciles".

Las tropas rusas centran actualmente su ataque en Lugansk, un bastión de resistencia en el este, y tratan de rodear las ciudades vecinas de Severodonetsk y Lysychansk. El ministerio de Defensa ucraniano reportó combates encarnizados muy cerca de esas dos ciudades, a unos 100 kilómetros al noroeste de Lugansk, en las localidades de Popasna y Bajmut. En las últimas horas, fuertes bombardeos destruyeron escuelas y afectaron a refinerías y plantas químicas en la región que se considera el motor industrial de Ucrania.

Aunque los bombardeos son constantes, muchos habitantes se niegan a partir. "La gente no se quiere marchar", lamentó el vicealcalde de Bajmut, Maxim Sutkoviy, frente a un ómnibus medio vacío previsto para alejar a los civiles de los combates. La ciudad de Severodonetsk es bombardeada "las 24 horas del día" por los rusos, que "utilizan la táctica de tierra arrasada", afirmó el gobernador de Lugansk, Sergei Gaidai, al reportar cuatro muertos en un bombardeo.

Afianzar el control en el este

El alcalde de Mariupol, Vadim Boichenko, acusó a las "fuerzas de ocupación rusas" de comportarse como un "Estado terrorista", en una intervención virtual ante Foro Económico Mundial de Davos, Suiza. Después de la caída de Mariupol, Severodonetsk supondría un valioso trofeo de guerra para Moscú en el Donbass.

Rusia afianzaría de esa manera su control del este, luego de establecer el nexo terrestre entre el Donbass y la península de Crimea, anexionada en 2014. El primer paso para lograrlo, en los primeros días de la guerra, fue la captura de Jersón, en el sur de Ucrania y al norte de Crimea.

El frente meridional parece actualmente estable, aunque los ucranianos informaron de un "avance" de sus divisiones "en dirección a Jersón, a través de la región de Mikolaiv". En Jarkov el metro volvió a funcionar, después de servir durante semanas de refugio antiaéreo y donde todavía se siguen alojando numerosos desplazados.

En la madrugada del martes tres misiles rusos Iskander impactaron cerca de Jarkov, la segunda mayor del país, ocasionando importantes daños en una estación eléctrica aunque sin provocar víctimas. Los Iskander son misiles de crucero supersónicos con un alcance que según algunas fuentes puede llegar a los quinientos kilómetros, que tienen una alta precisión y pueden superar defensas antiaéreas.

En paralelo, los rusos aseguraron haber destruido con misiles lanzados desde el aire un gran almacén de proyectiles de 155 milímetros para obuses estadounidenses M-777, conocidos como Howitzer. En su parte bélico matutino, el vocero del ministerio de Defensa, Igor Konashenkov, señaló que el ataque ruso se produjo en Rozdolivka, en el Donbass.

En tres meses miles de personas, civiles y militares, murieron sin que haya un balance preciso de víctimas. Solo en Mariupol las autoridades calculan 20 mil muertos. El despacho de la fiscal general de Ucrania, Iryna Venediktova, denunció que 234 niños han muerto y que 433 sufrieron heridas heridos a lo largo del conflicto, mientras que el Kremlin admite "pérdidas importantes".

Ucrania sigue exigiendo más armamento

Mientras el combate en el terreno parece no tener fin, el gobierno ucraniano urge a los países occidentales a enviarle más armas. 

Entre el material entregado hasta el momento figura el sistema lanzamisiles antibuques Harpoon prometido por Dinamarca, que podría ayudar a Ucrania a romper el bloqueo frente a naval ruso frente al puerto de Odessa, en el mar Negro. Dicho bloqueo paraliza la exportación de millones de toneladas de trigo, con temores de que genere una crisis alimentaria mundial.

La guerra en Ucrania disparó los precios de la energía y está trazando nuevas fronteras en el mapa de seguridad en Europa, después de que Suecia y Finlandia, dos países tradicionalmente no alineados militarmente, presentaran sus candidaturas de adhesión a la OTAN.

(https://www.pagina12.com.ar/423932-rusia-busca-sofocar-la-resistencia-en-el-este-de-ucrania-en-)

Como en casi todo otro ámbito

Dr. Guido Leonardo CROXATTO, Abogado especialista en Derechos Humanos con posgrados en Derecho Público y Constitucional en el exterior (Chile, España y Alemania). Director del Tribunal Internacional en Derechos Humanos y Mediación Académica por la UNLA (20172020) Profesor de problemas especiales de Acceso a la Justicia y Sociología del Derecho en la Universidad Nacional de Lanús (UNLA) Director del Instituto Latinoaméricano de Criminología y Desarrollo Social (INCRIDES) con sede en Lima, Perú (2018-presente) Director de la Diplomatura en Derechos Humanos en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) (2019-Presente) Director Nacional de la Escuela del Cuerpo de Abogados del Estado (ECAE) de la Procuración del Tesoro de la Nación (Presente), escribe en Página 12 “Ya no hablamos como abogados”

Los abogados estamos, merced del avance de la economía y las finanzas sobre el derecho, cada vez menos comprometidos con un ideal de justicia o de equidad. Hay palabras que ya no forman parte de nuestro vocabulario. Las finanzas nos van deformando y alejando de la equidad, de la justicia y de los derechos sociales. Usamos un lenguaje cada vez más neutro. Hablamos cada vez más como contadores, como administradores de empresas y cada vez menos como abogados. Por eso es muy importante reconstruir la abogacía pública. La abogacía tiene que ser pública, como la educación.

Existen dos banderas que ya nadie discute en nuestro país: la educación pública y la salud pública. La educación pública universitaria es gratuita desde el des-arancelamiento de 1949, porque no siempre la educación pública universitaria, incluso después de la reforma, fue gratuita en nuestro país. No siempre fue un derecho.

Con la salud sucede algo semejante: la salud es pública por principio, como la educación. Todos tenemos derecho a la salud y al conocimiento. Es hora de situar al lado de estos dos pilares, otro, que no siempre se menciona, pero que tiene tanta importancia como los dos primeros y cuya jerarquización tal vez nos permita salir del laberinto donde hoy como país nos encontramos situados: la abogacía pública. Tenemos que reconstruir entre todos la abogacía pública, volver a levantar esa categoría tan maltratada, necesitamos abogadas y abogados que defiendan con uñas y dientes los intereses de la Nación. Que defiendan con pasión y determinación el interés colectivo.


La abogacía es pública por definición: sin embargo parecemos haber olvidado esto. La salud “privada”, como la universidad “privada”, presuponen una tensión: el conocimiento o la salud no pueden ser bienes no públicos. Todos tenemos derecho a la salud y al conocimiento. Tanto la salud como el conocimiento se construyen públicamente. Todos participan de esa construcción, de la que a su vez se benefician. En la privatización de parcelas del saber (universitario, concepto que viene de universo, de acceso universal, es imposible un “universo” no público y por ende, una “universidad” no pública, una universidad privada es en el fondo una contradicción de concepto, o un término mal empleado, universidades de “ciencias empresariales”, se río Mario Bunge al recibir un honoris causa en Argentina) o de la salud, anidan contradicciones profundas y teóricas no siempre resueltas, como con los barrios privados en medio de ciudades públicas, con calles (tierras, bosques, aguas) que se van privatizando (y extranjerizando, ni siquiera son argentinas, no son tierras nuestras aunque estén en “nuestro” país) poco a poco. La tensión entre lo público y lo privado está lejos de ser resuelta. Es una tensión dinámica, en constante movimiento, con marchas y contramarchas. El rol del Estado es fundamental en este proceso.

Muchos países de Centroamérica ven cómo se privatizan (y extranjerizan) bienes que históricamente han sido públicos. Hasta el acceso al mar se vuelve privado. Hasta las plazas se ven “privadas” de su antigua función: ser espacios públicos de encuentro. Hoy las plazas se enrejan y se gestionan como espacios privados. Se “administran” como patios de comida de empresas, como espacios recreativos para empleados “felices”. Y no siempre los pobres pueden estar en ellas. Los pobres ya no pueden ser “parte”. Sus derechos pesan cada vez menos que los de otros sectores a hacer deporte en esas mismas plazas. Sucede a diario. Lo público pierde lugar. Pierde espacio discursivo pero también material. Por eso necesita ser reivindicado.

Las estructuras para desmantelar todo lo público –y el pensamiento teórico (El problema del costo social, Coase, Law and Economics, Posner) que anida detrás y las sostiene- están creciendo. Todo se economiza. Todo es cuestión de “resultados”. El mandado (también para los abogados) es ser “eficiente”. No justo ni solidario. No defender el derecho. Hablamos todos como si fuéramos abogados de bancos. Nos forman (o deforman) para ser abogados corporativos de empresas. No para defender el interés público, general. El bien común.

El Derecho está perdiendo su mensaje. Ya no parece defender la justicia como un ideal. Se vuelve poco a poco un derecho “técnico”. Formal. Vacío. Un derecho privado. Empresario. Sin un mensaje “común” para todos, el derecho se queda poco a poco sin un mensaje “público”. Los sueldos millonarios de los jueces son una vergüenza: privatizan el derecho.

En la UBA, luego de la crisis del 2001, el CBC cambió su materia Teoría general del derecho por una materia más concreta y que apostaba al proceso de integración regional que se vivía entonces: Principios de derecho latinoamericano. Esa materia, desde el 2016, volvió a cambiar su nombre: ahora se llama Derecho Privado. La abogacía pública se ha ido privatizando. Los abogados, a medida que retrocede la filosofía (y avanza la economía financiera), ya no hablamos de equidad, de igualdad, o de “justicia”. Hablamos cada vez más de costos de transacción, de externalidades, de eficiencia en el uso de “recursos”.

Por eso es importante volver a poner, al lado de la educación pública y de la salud pública, un tercer pilar, que necesita volver a ser reivindicado: la abogacía pública. La abogacía de los intereses colectivos. La abogacía del Estado. La abogacía pública es tan importante como la salud pública y la educación pública, pero no lo vemos. Nos han formado para olvidar este pilar básico. Lo social se va perdiendo de vista. Es percibido como un “costo”. No como un derecho.

Hoy está de moda la abogacía privada. Los abogados hablamos cada vez más como empresarios. No como abogados. La justicia ya no forma parte de nuestro horizonte. Nos vamos quedando sin nuestro discurso. Hay una crisis de sentido profunda en el Derecho. Pero la tarea del abogado no es ser eficiente, es ser justo. La abogacía que realmente importa es la que defiende el interés público. No el interés de un sector en desmedro de otros. Hoy los abogados hablamos cada vez más como empresarios, como administradores de empresas, como contadores. Parecemos todos abogados de bancos. Nos enseñan a hablar así. Nos forman para eso. No para defender al Estado. No para defender el interés público. Para eso nadie nos prepara. Porque eso no es “negocio”. Eso –se nos dice- “cuesta” mucho. Es una “carga”. Un “costo social”, diría Coase.

Habría que reactivar el MeCIMAE, un mecanismo –que nació en Argentina- de cooperación entre las Escuelas de Abogados públicos de todo el Mercosur, que Bolsonaro dio de baja para impulsar las privatizaciones en Brasil. La victoria de Lula puede dejar esta página neoliberal atrás, devolviendo bríos a la abogacía pública. (https://www.pagina12.com.ar/423987-ya-no-hablamos-como-abogados)

El insulto al progresista

En las disputas de sentido, Jorge Aleman en Pagina 12, aporta al debate sobre los relatos en pugna para explicar la realidad mundial.

En las agendas Internacionales de las nuevas derechas ultraderechizadas se impone un recurso que se ha comprobado como teniendo una gran rentabilidad política.

Se hable de lo que se hable el político o política ultraderechista neoliberal se mofa del progre, de los feminismos, de lo nacional y popular, de los proyectos transformadores. Por instinto sabe que se ha instalado una fuerte incredulidad en vastos sectores de la población con respecto a todos estos temas.

Los otros días la alcaldesa Ayuso, ícono de la ultraderecha profirió con altanería: Somos el partido del pueblo, el de las pandillas, el de los bares, el de los estadios. Dando a entender que las izquierdas y los progres son gruñones, quejosos, que quieren arruinar el goce de la vida en su condición más inmediata. Más que rebeldes, las derechas actuales hacen semblante del buen vivir, de la sabiduría de las tradiciones y de su supuesta insolencia frente a las exigencias de la política y de la ética, que para las nuevas derechas son puras máscaras de intereses privados, disfrazados de amor popular.

¿Por qué tienen tanto éxito en el mundo entero estas figuras retóricas, que con distintas variaciones se repiten como un mantra?

Para muchos por culpa de las izquierdas o lo nacional y popular que no han sabido o, peor aún, no han querido satisfacer las demandas populares. Esta hipótesis, que se remonta a la tesis de Benjamin, la que señalaba de un modo pertinente que la interrupción de un proyecto revolucionario engendraba la emergencia del fascismo, no parece estar en juego ahora, entre otras cosas porque como es evidente los proyectos revolucionarios brillan por su ausencia. 

Además, las derechas parecen tener un tipo de crecimiento por contagio, al modo de las epidemias actuales, con una dinámica interna propia, al margen de los resultados concretos. Por ello la identificación con las mismas abarca a estamentos de la población donde todo les ha ido muy mal bajo sus gobiernos de las derechas neoliberales.

Toda la izquierda se burló de Fukuyama con su célebre tesis del Fin de la Historia. Y es verdad que a Fukuyama se le fue la mano con el triunfo de la democracia liberal y la economía de mercado, presentadas universalmente como las metas de la realización de la historia. La tesis procedía de una vulgarización de Hegel y de Kojeve. Pero la misma tenía su trasfondo problemático que Hegel supo ver, la historia siempre trabajada "por el arduo movimiento de lo negativo" iba a encontrar un punto de detención, el Saber Absoluto, donde lo negativo perdía su eficacia dialéctica.

Si hoy en día las derechas se burlan con impunidad descarada recogiendo los beneficios políticos de esos gestos es porque saben que el Capitalismo funciona por ahora como el Saber Absoluto de nuestro tiempo. Nadie, ni los pensadores marxistas radicales se atreven a indicar cómo podría ser una salida del Capitalismo o cómo se podría imaginar una sociedad poscapitalista. Se puede decir todo en contra del Neoliberalismo, pero todo se complica y mucho, si se admite que el Neoliberalismo no es otra cosa que la modulación actual del capitalismo, una variante del Capital cuando ya también logra que se produzca subjetividad como valor.

Por eso los insultos, que siempre son simbólicamente más eficaces que las declaraciones, ganan terreno exponencialmente. Es como si los mismos tradujeran lo siguiente: digas lo que digas, incluso si te defines como anticapitalista, sabemos que no ha llegado todavía el tiempo, para que sepas cómo salir de la jaula. (https://www.pagina12.com.ar/423757-el-insulto-al-progresista )


La Paz: Una ilusión imposible


Todas las guerras, diálecticas y conceptuales, militares y geopolíticas, económicas y financieras, pero en especial estas últimas, configuran una realidad compleja pero que no deja de ser accesible a la comprensión, en tanto y en cuanto, el dinero y el financierismo sostienen la centralidad en los intereses de toda decisión.

La realidad se expresa con claridad en los actores y en las acciones, en los gestos y las comunicaciones, en las lógicas y las formas de razonar los problemas.

Las pugnas por los relatos que dan sentido a esta realidad, en la medida que lo económico financiero sigue adquiriendo centralidad en detrimento de cualquier otra consideración mas humana, alimentaran una globalización que continuará su espiral decadente hasta su total autodestrucción.

Mientras todo dependa de acumular en forma de dinero o recursos financieros, cualquier posibilidad de paz no será mas que un mero slogan, una ilusión imposible.


Daniel Roberto Távora Mac Cormack


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