Las mentiras caerán

 

Esteban Rodríguez Alzueta es Docente e investigador de la Universidad Nacional de Quilmes. Director del LESyC y la revista Cuestiones Criminales. Autor entre otros libros de Vecinocracia: olfato social y linchamientos, Yuta: el verdugueo policial desde la perspectiva juvenil y Prudencialismo: el gobierno de la prevención. y Leandro de Martinelli, actual Editor de FIRPO CASA EDITORA, autor de Plagar, comparten la autoria del siguiente artículo publicado en “La Tecla Ñ”.

Los autores de este artículo sostienen que la cultura de la cancelación se organiza en función de cánones morales políticamente correctos. Cada uno de esos gestos cancelatorios son cristalizaciones apologéticas de lo “políticamente correcto” que constituye una forma sutil de ejercer la censura y evitar las querellas. Afirman que esa censura está basada en el correccionismo que es, también, una manera de balizar los debates ajustándolos a patrones morales que erosionan o debilitan los intercambios. La cultura de la cancelación, entonces, está hecha de exclusiones. Es una manera de anular al otro, descalificarlo hasta la neutralización, y deportarlo si es necesario. Las cancelaciones no están hechas de derecho de réplica. Una persona cancelada es una persona proscripta hasta que el olvido, si tiene suerte, haga su trabajo paciente o vengan otros vientos.

1.  Clausuras

Mucha gente no entiende lo que es una discusión, quiere siempre la verdad, busca coincidir, que le digamos lo que sabe de antemano. Por eso, cuando no le decimos lo que quiere escuchar y frustramos sus expectativas, se enoja y agrede. Se enoja y escribe rápido un posteo anónimo lleno de insultos que subirá a los comentarios de los lectores o a veces en su propio muro. Se sabe, las redes sociales se disponen también para ejercer la puntería y el escrache. Y cuando eso hacen, no se dan cuenta que están clausurando los debates, que vuelven a bajarle la persiana, arrojando agua, mucha agua sucia, a la arena pública hasta que el suelo donde estábamos queriendo hacer pie se vuelve fangoso y todos empezamos a resbalar y ensuciar lo que tocamos.

En segundo lugar, otra forma de cancelar la cultura es a través del archivo. El archivo te condena. Después de tanta TVR, tanto 678, tantos años entrenados frente al televisor, nos acostumbramos a mirar las cosas desde el archivo. No hay política sin archivo y tampoco hay periodismo. El archivo nos hace reír o nos indigna. Hay una tendencia a mirar el presente desde el pasado, a buscar en el Twitter o el posteo de Facebook que escribimos hace 10 años atrás, una clave para saldar las discusiones y clausurar el presente. Porque el pasado mirado desde el archivo es un pasado moralizado. Se trata de un modo de conocimiento tributario de las policías. Hacemos del archivo un prontuario que nos permita enfocar y deconstruir a una persona. En efecto, los usuarios de las redes se la pasan haciendo ciberpatrullaje, espiando a las personas a través de sus fotos, posteos y amistades. Tienen otras palabras para disimular esa conducta voyeurista y parapolicial: por ejemplo dicen que están stalkeando a una persona. Una gimnasia que encuentra en la cultura de la vigilancia y la delación un punto de apoyo para explayarse y ejercerse naturalizadamente, sin escandalizar a su entorno.

Estas formas de conocimiento, bastante ingenuas por cierto, olvidan otras dos cosas. Primero, pierden de vista que gran parte de lo que se escribe en las redes es literatura, muchas veces de la peor. Pero este es otro tema. Las opiniones son contingentes, solemos volcarlas al espacio público tomando una serie de riesgos porque nunca sabemos si estamos convencidos con lo que acabamos de decir. Pensamos en voz alta con el otro, al fragor de discusiones muchas veces apasionadas. Las opiniones que manifestamos son una manera de averiguar lo que pensamos y sentimos, una forma de ir componiendo nuestro punto de vista que no será inamovible. Segundo, presuponen que las personas son siempre las mismas personas, confundiendo de paso las opiniones con su identidad. Dime lo que dijiste y te diré quién eres. Se sospecha que las personas tienen que ser coherentes, y la verdad es que somos itinerantes, vamos mudando las opiniones, criterios y devociones. A veces porque las opiniones se nutren de una experiencia más compleja, otras porque las personas se van cerrando y tienden a simplificar sus puntos de vista hasta la banalidad. Las personas van corriéndose de lugar, algunas más rápido que otras, se desplazan en zigzag y, a veces, esas oscilaciones suelen ser más pronunciadas o evidentes que otras.

Les pasó hace unos meses a los jugadores de Los Pumas. Más allá de que estemos o no de acuerdo con las opiniones que vertieron los rugbiers hace ocho años, alguien decidió ir hacia atrás en busca de palabras que pudieran dejarlos en orsai y condenarlos moral y socialmente, sacarlos de la cancha y cancelarlos culturalmente. Pero lo que les pasó a estos jugadores no fue un caso aislado. Sucede todo el tiempo en la política, pero también en nuestra vida anónima, en el mundo de la música, las artes visuales, la literatura, la universidad.

En noviembre de 2017 el empresario Daniel Grinbank publicó un tuit donde se jactaba de declinar la oferta que le realizara a Morrissey para un recital en Argentina. ¿Los motivos? Las declaraciones que el cantante y compositor hizo acerca de las denuncias de pedofilia contra el actor Kevin Spacey. Morrissey había lanzado algunas preguntas contra los denunciantes. “No nos interesa producir este tipo de artistas con estos valores”, sentenció Grinbank. Por supuesto, muchos mordieron el anzuelo sin acusar recibo que se trataba de un empresario. Es más fácil pensar que no le interesaba el negocio y que, además, quería dinamitarlo para cualquier otro empresario que se atreviera a traerlo. Para la moral de Grinbank producir a Morrissey era lo mismo que  avalar sus dichos. Correccinonismo mata billetera. Grinbank sabe que se puede ganar algo allí donde no hay nada para ganar y de paso levantar su reputación moral. El debate en las redes no se hizo esperar. Ese año, recordemos, fue cuando el punitivismo desembarcó con toda su fuerza en el mundo académico. Hubo juicios sumarios y linchamientos simbólicos en los pasillos de las facultades y colegios secundarios más prestigiosos del país. Y muchas  agrupaciones estudiantiles abrazaron las herramientas de la derecha como si el contrato social no existiera. El derecho a legítima defensa y la presunción de inocencia quedaron sepultados por la agenda internacional que le marcaba el camino a la política universitaria y al empresariado nacional. Morrissey estaba cancelado, había quedado cancelado literal y metafóricamente hablando. 

La mecha se encendió otra vez en las redes sociales con Cacho Castaña. De Morrissey a Castaña hay dos segundos; ni el DJ más aturdido hubiera hecho semejante mezcla para que resonara en loop. Un periodista alarmado contra los que defendían a Castaña se preguntaba “¿cuántas muertes vale una canción?” Es la teoría del dominó aplicada a la cultura: se empieza con una canción, tarareando una canción, y se termina festejando la violencia o ejerciéndola por mano propia. La teoría parece refinada: no hace falta cancelar artistas sino algunas canciones que incitaban a la violencia. Ya sabemos que Marilyn Manson fue el culpable de la Masacre de Columbine, así que también se podía pensar que Cacho Castaña, o muchas cumbias y todo el reggaetón, bien podrían ser los partícipes necesarios de unos cuantos actos de violencia de género. Los canceladores no necesitan más pruebas que el testimonio de la víctima. La víctima siempre tiene razón y, además, mucha pasión. La víctima no tiene la verdad, está en la verdad. De pronto todo ese sector de la clase media ilustrada encontró una solución rápida a problemas centenarios: censurar artistas y renegar del debido proceso. Puritanismo y sociología falopa.

Les sucedió también a unas cuantas bandas indie en Argentina que fueron apuntadas como impostoras, detrás de su cancionero había mucha violencia disimulada. De hecho hace poco nos enteramos también que una vieja canción de Lou Reed, Walk on the wild side, hoy escrachado por machirulo, había sido censurada post morten en una fiesta universitaria en Ohio. O a Ariel Pink que por participar de una marcha pro Trump el sello discográfico canceló su contrato mientras era escrachado en las redes sociales por sus despechados seguidores. 

2. Comisariados

Mucha militancia se subió entusiasta al punitivismo sin darse cuenta que estaba reproduciendo prácticas que maduraron en la vereda de enfrente. La micropolítica hoy día se organiza en función de las afinidades: todos leen más o menos los mismos libros, escuchan más o menos las mismas bandas, van a los mismos lugares, las mismas librerías, las mismas fiestas, las mismas marchas y, por su puesto, tienen que tener los mismos valores, las mismas opiniones, las mismas estéticas, el mismo corte de pelo, y deben indignarlos las mismas cosas. Y el que se corra del circuito será amonestado, cancelado, expulsado. El que no está de acuerdo se va o lo expulsamos nosotros.

El nombre de esta solución tampoco tardó en llegar: cancel culture. Es un nombre importado que quiere presentar como novedoso algo viejo. Como cuando le dicen “colchón de hojas verdes” a una ensalada de lechuga. Que las puebladas y linchamientos se hagan por otros medios no quiere decir que sean otra cosa. Que a veces sean a golpe de billetera, o con Netflix como animal espiritual, tampoco cambia mucho. El mercado encontró una dirección nueva.

No es casual, entonces, que la difamación haya proliferado en los cenáculos universitarios y en el mundillo de las militancias de izquierda y progresistas. Cuando no se sabe cómo hacer política se hará justicia. Cuando las agrupaciones son impotentes en la política, encuentran en la justicia difamatoria una manera de llenar el tiempo, de completar su grilla de reuniones, de reemplazar la disputa electoral con la clausura cultural. A lo mejor no podrán ganar una elección pero se llevarán puesto a unos cuantos compañeres; saldrán a cazar al diferente, sea la persona que acosa a las compañeras, al profesor que armó una bibliografía sin cupo femenino, al machirulo, al que no usa lenguaje inclusivo, al facho. Una justicia banal, que borra las escalas, que está hecha, por otro lado, de la misma superioridad moral que siempre se arrogó. Porque de la misma manera que antes fue clasista y luego pobrerista, ahora es feminista. Hablamos de un purismo del yo militante: yo soy humanamente superior asique no necesito revisarme. Hablamos de militantes enclaustrados en un frasquito de formol, preservados de cualquier contaminación. Patrullas morales que se dedican a levantar la banderita de posición adelantada a todos aquellos que se corran de la línea correcta, del correccionismo moral de turno. Una militancia armonizada que confundió la indignación con el compromiso; una militancia iracunda que se dedica a hacer justicia por boca propia. Por supuesto que estamos generalizando pero solo lo hacemos para ser gráficos, de modo que antes que nos salten a la yugular y nos cancelen les decimos: al que no le calce el sayo que no se lo ponga. De más está decir que las militancias de izquierda no son un bloque unidimensional y mucho menos el movimiento de derechos humanos o el movimiento feminista. Las militancias son complejas y contradictorias, pero a veces esas apuestas simplistas y sensacionalistas, tributarias de televisión, son las que más prensa ganan, las que más chances tienen de viralizarse por las redes sociales, de cuestionar y extorsionar nuestras amistades. 

Hablamos de la imposibilidad de construir un escenario común. Al otro se lo anula. Esto es a matar o morir, simbólicamente hablando, claro está. No importan sus explicaciones, siempre serán entendidas como meras excusas, justificaciones fuera del tiempo. Nosotros sabemos quién es el otro, sabemos cómo piensa y sabemos lo que siente y qué tiene que decir y, sobre todo, cómo decirlo. Sabemos que el otro no es la patria, la patria es uno mismo y todes los que se parecen a uno. “La patria es el otro” funciona como slogan progre hasta que el otro se cae de la cornisa de la moral bienpensante y tachamos la letra “t” para que sea simplemente un paria. Acá lo importante es lanzar la frase más contundente para que la hinchada grite a favor y reclutar likes por todas las redes sociales. Y, en última instancia, interpelar al cardumen o la muta de zaca para que salga a picotear al otro, al paria.

3. Correccionismos

La cultura de la cancelación se organiza en función de cánones morales políticamente correctos. Cada uno de esos gestos cancelatorios son cristalizaciones apologéticas de lo “políticamente correcto” que, dicho sea de paso, constituye una forma sutil de ejercer la censura y evitar las querellas. Somos partidarios de que los debates en democracia tienen que ser abiertos, desinhibidos y vigorosos. Y no se nos escapa que a veces pueden volverse demasiados desinhibidos y demasiados vigorosos. Pero el correccionismo es también una manera de balizar los debates ajustándolos a patrones morales que erosionan o debilitan los intercambios. Se cree que el correccionismo es una manera de poner en caja al discurso del odio, pero lo único que se logra con ello, es continuar restringiendo el debate por otros medios, otra forma de cultivar la censura, de ejercer una presión para que nos adecuemos a determinados valores, creencias, o modos de pensar y actuar. Y el que se corra de la línea correcta corre riesgos de ser boicoteado, cancelado, excluido. Por su puesto que el odio es una forma de practicar la censura previa y con ello no estamos equiparando las experiencias, pero a juzgar por sus efectos tienden a ser experiencias parecidas: ambas buscan dejarte afuera, sacarte del juego, ponerte una mordaza.

No es fácil escribir en una época neopuritana como la que estamos viviendo hoy día, cuando la palabra perro muerde, cuando la literatura o la música se confunden con el periodismo y el periodismo debe practicarse según el correccionismo de turno. Porque hay que agregar que en la era de las correcciones las personas no pueden tener deseos oscuros ni abyectos, pero tampoco opiniones que se aparten del canon de la tribu por donde suelen moverse. El correccionismo ha puesto a la literatura, la música, las artes plásticas, las clases y a la política en general contra la pared. El correccionismo es una manera de policializar la vida cotidiana, de vigilar la conversación y las aulas, de implosionar las amistades, de reglamentar aún más los espacios de trabajo. Estamos cada vez más sitiados por comisarios morales que hicieron del arte o la militancia una cruzada moral.

La cultura de la cancelación, entonces, está hecha de exclusiones. Es una manera de anular al otro, descalificarlo hasta la neutralización, y deportarlo si en necesario. Las cancelaciones no están hechas de derecho de réplica. Las correlaciones de fuerza organizan las cancelaciones. Se lo cancela porque la corriente de opinión es tan fuerte que resulta imposible hacerle frente, contradecirles. Los influencer o periodistas estrellas reclutan adhesiones y se lanzan en manada a la caza del otro. La cancelación llega con el cardumen y forman mutas de acoso.

Ahora bien, como dijo hace poco Ileana Arduino: “No toda reacción crítica es cancelar. Dejemos de uniformar experiencias y situaciones. Cancelar es exactamente lo contrario a discutir una posición política, cancelar es impedirle a otrx hablar, reducirlx a una dimensión, expulsar y negar toda posibilidad de interacción con todxs. Discutir es lo contrario a cancelar.” La cancelación está hecha sustracciones y rupturas. Es una manera de evitar la discusión, de romper los vínculos y componer unanimatos, de certificar identidades cerradas: El que saque los pies del plato se los cortamos. Y la carnicería moral se hará en nombre de la libertad de expresión sin darse cuenta que están ejerciendo la censura. Porque una persona cancelada y, por añadidura, estigmatizada por lo que sea, será una persona que no existe más. No solo fue restringida o anulada de las redes sociales y denunciada a las autoridades del mercado, sino que quedará en el ostracismo. No existe más en las redes, en los diarios, en los bares, en los centros culturales, te cancelan. Se transforma en una persona non grata que tendrá prohibido el derecho de acceso so pena de ser escrachada a viva voz. Una persona cancelada es una persona ninguneada, tachada, proscripta hasta que el olvido, si tiene suerte, haga su trabajo paciente o vengan otros vientos.  

Ecos del Foro Social Mundial 2021 Evento mundial virtual a pesar de las barreras digitales 

Por Sergio Ferrari

La edición del Foro Social Mundial (FSM) 2021 acaba de terminar el último domingo de enero. Si los promotores lo consideran como un gran logro en el proceso de 20 años de su existencia, la mirada externa se interroga sobre el esquema tecnológico que lo cimentó. ¿Cómo se pudo lograr que casi 10 mil personas de 144 países de diferentes continentes hayan podido organizar y participar durante nueve días en casi 800 actividades, con paneles-ponencias-intercambios mayoritariamente traducidos a dos o tres idiomas?  Entrevista con François Soulard, especialista en comunicación, militante asociativo y animador de la plataforma Dunia, uno de los principales pilares que sustentaron la base técnica del FSM 2021. (https://dunia.cc/es/)

P: El primer Foro Social Mundial en 20 años, íntegramente digitalSu propia realización/existencia no deja de sorprender…

François Soulard (FS): Sí, hubo mucho entusiasmo y un gran deseo de salir del aislamiento y encontrarse alrededor de un gran imaginario común. Las cifras de participantes lo reflejan. No tuvimos casi ningún quiebre de los soportes comunicacionales, salvo un servidor propio de video Peertube, cuyo disco se amplió tanto que tuvimos que extenderlo. En África y otros lugares más distantes de las grandes infraestructuras, fue más difícil acceder a las redes dado el costo de la conectividad.

Sin duda, y lo comprobamos en este FSM una vez más, las barreras digitales constituyen una triste realidad mundial.

Base técnica para intercambio global 

P: ¿Cómo se aseguró la realización técnica de un FSM de esta naturaleza?

FS: El foro se articuló alrededor de un registro en línea de las propuestas, paneles y actividades, las que tenían como telón de fondo los espacios temáticos que iban estructurando los contenidos conceptuales.

Los participantes y organizaciones fueron así generando el propio Programa Final del FSM que se diseñaba a medida que se iba cargando cada actividad propuesta en una franja horaria, con su contenido enmarcado en uno o varios de los ejes temáticos.

¡Fue un foro muy participativo, hiper descentralizado, con otra modalidad y basado en el uso de computadoras! Un rápido balance: entre el 23 y el 31 de enero, contabilizamos 37000 visitas en el sitio de base join.wsf2021 y 152.000 búsquedas en el repertorio de las actividades. La participación de Brasil, con más de la mitad de los participantes, fue determinante.

Toda su realización fue asegurada y asistida, de hecho, por la infraestructura corporativa instalada en Internet (Zoom, Facebook, Google). Hicimos un gran esfuerzo para usar también otra infraestructura basada en herramientas libres y abiertas como drupal, civicrm, big blue button, peertube, jitsi, mobilizon.

Esta realidad dual y contradictoria llevó a politizar más el debate en el mismo foro sobre los temas y desafíos comunicacionales.

Balance tecnológico y político

P: ¿Los principales problemas que debieron confrontarse?

FS: Dada la polarización social propia en algunas regiones del planeta, hubo varias irrupciones agresivas en encuentros on line que tuvieron la finalidad de romper u obstaculizar ciertas actividades. Ocurrió esencialmente en Brasil. En India, algunas propuestas del programa fueron canceladas debido a los acontecimientos ligados a la enorme movilización campesina y la represión de Red Fort en Nueva Delhi. En Túnez, una discusión en línea que usaba Zoom y donde participaba una activista local muy conocida fue desactivada por la propia empresa.

Por otra parte, para algunos participantes, fue difícil el empleo de la computadora para participar en el FSM. Hubo que forzar un reflejo todavía no instalado. Hay mucha diversidad de abordajes, generaciones y culturas dentro de este gran espacio y hay que aceptarlo como una realidad de partida.

P: Y los aspectos positivos…

FS: ¡Que fue una realidad y lo pudimos realizar! La pandemia obligó a parir otra cosa que probablemente la propia organización del FSM no hubiese podido generar en un periodo normal. Hubo que poner la inteligencia en red al servicio del foro. En una palabra, diría que la potencia de Internet permitió construir a la vez más unidad y más diversidad: más visión de conjunto del programa y de un calendario común de acción; mayor agilidad para consultar y explorarlo; mayor diversidad de actividades; mayor descentralización y horizontalidad. Por otra parte, en tanto foro virtual, y considerando su amplitud y tamaño, se dispersó menos en eventos paralelos o por problemas logísticos presenciales. Hay que recordar que cada edición se confrontó -desde el 1er foro- a ese tipo de problemas con respectos a los lugares físicos, la amplitud del espacio donde se desarrollaba, los cambios de salas. Muchas veces, incluso, con la impresión del programa final de todo el evento.

Ahora, los encuentros en línea, impusieron la obligación de plantear un contenido disparador y movilizador para estructurar estas relaciones.La lógica de organización remota hizo que se resaltaran más el contenido y las temáticas.

Esta forma de organización que abrió puertas sobre el proceso continuo -más que la organización de un evento final-, es muy interesante.

Próximos pasos, retos abiertos

P: ¿Desafíos hacia el futuro?

FS: Pienso que va a ser imposible sintetizar todos los contenidos de este FSM dado que la superposición de actividades no condujo automáticamente a la construcción de propuestas comunes. Todavía hay un punto débil ahí:  la construcción de perspectivas comunes desde el contenido y las propuestas. A pesar que para esto se planificaron las asambleas y el último día, las convergencias en el Agora.

Y luego, rápidamente, el calendario que sigue hacia el próximo FSM de México. Obligará a mucha creatividad y a reforzar las convergencias para avanzar a partir de donde quedamos en esta edición virtual.

Adicionalmente, pienso que sin duda el foro es un actor global. Pero los desafíos geopolíticos y los de la izquierda internacional lo atraviesan como a cualquier otra organización: hay inercias ideológicas, dificultad para salir de los métodos de construcción y de pensamiento heredados. La superación es parte de su propio desafío.

En concreto, el gran desafío interno será asegurar el seguimiento de cara a ese futuro. Los discursos elevan ambiciones importantes, pero en la práctica la implementación y el seguimiento se puede diluir si los compromisos individuales no están a la altura… con 800 actividades incluyendo los paneles centrales y casi 10 mil participantes, se corre el riesgo de la dispersión. Coordinar algo en estas condiciones obligó a tener un lenguaje común y una confianza acumulada.

Elemento positivo: los equipos que se conocían de antes trabajaron muy bien. En todo caso, siento que hubo un cumplimiento relativamente alto e inédito en lo que se refiere a la organización.

Seguir soñando con los ojos abiertos”

P: Algunas reflexiones finales en tanto actor importante de ese equipo que logró asegurar la base técnica de este encuentro virtual 

FS: Creo que hay que seguir soñando con los ojos abiertos, es decir articular aspiración y percepción de las situaciones particulares y de la realidad, dejando un poco de lado la tendencia a ideologizar. Este ida y vuelta es hoy imprescindible y exige una nueva ética personal/colectiva.

El foro se organizó sin los abrazos que siempre son esenciales. Dialécticamente, hubo menos problemas logísticos propios de esos grandes eventos presenciales que sufren por su propia magnitud.

Por otra parte, y a no olvidar, este 2021 celebramos los 20 años del FSM nacido en 2001 en Porto Alegre. Y en ese marco histórico, el nivel de movilización permite confirmar que la sociedad civil requiere una agenda social global, procesos de convergencias y de lucha que van más allá de su ámbito habitual. Se podría ir más lejos -en este sentido- a la luz de las crisis que estamos viviendo. En este FSM 2021 se dio un paso adelante. + (PE)

https://ecupres.wordpress.com/2021/02/09/logro-alter-mundialista-milagro-tecnologico/

Un rápido recorrido por la noticias de estos días

El Ministerio de Seguridad bonaerense, a cargo de Sergio Berni, desafectó de servicio a más de 400 efectivos que participaron de la rebelión policial de septiembre pasado. En el texto, firmado por la auditora de Asuntos Internos, Lorena Rebuffo, se consigna que los efectivos cometieron gravísimas faltas administrativas al movilizarse, por ejemplo, hasta la Quinta Presidencial de Olivos, utilizando los móviles de la fuerza y durante el horario de prestación de servicio. Los efectivos deben declarar en sede administrativa ante Asuntos Internos, se les quita el arma, quedaron separados del servicio y enfrentan la posibilidad de ser dados de baja. Además, existe contra ellos una causa penal. La decisión tiene fecha del 8 de febrero y de alguna manera es una advertencia respecto de movidas pensadas para este jueves 11 y alentadas por efectivos exonerados y un par de referentes de Cambiemos que utilizan una página de Facebook.

El expediente en la Auditoría de Asuntos Internos no sólo abarca a los que marcharon a Olivos en una asombrosa rebelión indudablemente política, porque el Presidente era ajeno a a un conflicto que era provincial y que el gobernador Axel Kicillof resolvió equiparando los sueldos de la Policía Bonaerense con los sueldos de las fuerzas federales. Además hay efectivos desafectados por hechos similares en Puente 12, donde suele estar Berni, en La Plata y en otros puntos de la geografía bonaerense. Las notificaciones estaban llegando este martes.

Durante la semana pasada empezó a circular, a través de una página de Facebook, la convocatoria a repetir la rebelión 11 de febrero, con la consigna de que se equiparen los sueldos de la Bonaerense con los de la Policía de la Ciudad. Algunos sostienen que un efectivo recién ingresado puede sumar unos 61.000 pesos de sueldo en la Bonaerense mientras que en CABA la cifra trepa a 70.000. De inmediato, algunos de los referentes de Cambiemos replicaron la convocatoria, con Florencia Arietto --colaboradora de la exministra Patricia Bullrich-- a la cabeza. Este diario viene haciendo un chequeo entre los intendentes sobre la existencia o inexistencia de inquietud en las filas policiales. La respuesta es que se percibe poco eco ante la intentona. La desafectación dada a conocer este lunes también es un balde agua fría para los rebeldes.

https://www.pagina12.com.ar/322680-sergio-berni-desafecto-a-400-policias-que-participaron-de-la

Con la primera sesión extraordinaria en puerta, convocada para este jueves la Cámara de Diputados, comienza una semana atravesada por un debate que parece contar con el visto bueno de casi todos los bloques. Se trata de modificaciones al piso de quienes pagan el impuesto a las ganancias. Es una propuesta del Frente de Todos presentada por el titular del cuerpo legislativo, Sergio Massa. El proyecto de ley fue apoyado este martes por el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, quien aseguró desde Tucumán que la iniciativa “está reparando el desastre ocasionado por Mauricio Macri con su estafa al electorado”.

Si bien la iniciativa no se va discutir este jueves porque no está dentro del temario de extraordinarias que presentó por decreto el presidente Alberto Fernández, el oficialismo pretende tratarla lo más pronto posible. En el espacio de Juntos por el Cambio, pese a algunas observaciones en la letra chica del texto, consideraron que es “alentador” que se discuta una ley que alivie la carga de este impuesto quienes trabajan en relación de dependencia. Sin embargo cuestionan la omisión de los trabajadores autónomos.

“Tiene algunas discriminaciones muy groseras en contra de los autónomos para quienes no hay ningún beneficio, cuentapropista, profesionales. Hoy están pagando a partir de 42 mil pesos”, señaló en diálogo con Diputado TV, el diputado radical Luis Pastori. Luego agregó: “Nosotros queremos agregar que se equipare a este sector. Son unos 500 mil que están en el régimen general. Y además que la actualización del impuesto sea por el índice de precios y cada seis meses en este contexto altamente inflacionario”.

En una misma sintonía, el titular del interbloque Unidad Federal Para el Desarrollo, expresó que hay que mejorar la iniciativa presentada por el oficialismo. En su cuenta de twitter opinó: “Del mismo modo que proponen hacer con 8 haberes jubilatorios mínimos, la actualización debe producirse de manera automática porque hace 3 años que los salarios pierden frente a la inflación”.

En el Interbloque Federal, tanto los cuatro diputados que responden al gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, como los tres lavagnistas insistieron con el pedido al gobierno nacional de incorporación en el temario de sesiones extraordinarias de la prórroga a la Ley de Biocombustibles. Como Juntos por el Cambio, observaron la falta de la incorporación de los autónomos en los beneficios impositivos. 

"Se olvidan de crear trabajo. Ese es el clamor popular. No enfocarse sólo en los empelados en relación de dependencia con buenos sueldos", le dijo a Tiempo el diputado Alejandro "Topo" Rodríguez, jeje de bloque de Consenso Federal (lavagnismo). 

Dentro del Frente de Izquierda alertaron que “con el proyecto del oficialismo seguirán pagando este impuesto cientos de miles de trabajadores y jubilados y muchos otros volverán a pagarlo en poco tiempo. La propuesta de Sergio Massa eleva el piso pero no contempla una actualización automática en función de la inflación”.

En ese sentido, el diputado Nicolás del Caño junto con la dirigente del espacio Myriam Bregman, propusieron un proyecto de emergencia en el Congreso para elevar el salario mínimo vital y móvil a 50 mil pesos. Insistieron con el tratamiento de los proyectos del FIT para que se otorgue un IFE de 40 mil pesos para todos aquellos que se quedaron sin ingresos durante la pandemia, así como para terminar con el “impuesto a las ganancias”.

Lo cierto no hay fecha de tratamiento del proyecto, pero se espera que el debate oficial comience en la Comisión de Presupuesto y Hacienda que preside Carlos Heller. Allí  expondrán la propuesta de una manera más detallada representantes del Ministerio de Economía y de la AFIP. Seguramente despejarán algunas dudas que surgen respecto a cómo impactará esta modificación en la liquidación del aguinaldo, si el monto será en bruto o neto y qué pasara con aquellos que cobren algún mes una gratificación extra por trabajar más o presentismo.

Reforma tributaria

El proyecto del oficialismo pone en el centro otra discusión que es la reforma tributaria que el gobierno de Alberto Fernández había prometido enviar el año pasado al Congreso.

El texto no fue presentado por la Casa Rosada y en la oposición reclamaron que se debe dar una discusión global y no una “sucesión de parches” en las leyes tributarias. En ese sentido, el debate en la oposición gira en establecer una menor alícuota en el impuesto IVA y en eliminar impuestos que consideran “distorsivos” como el denominado al cheque y el impuesto país. El texto no fue presentado por la Casa Rosada y en la oposición reclamaron que se debe dar una discusión global y no una “sucesión de parches” en las leyes tributarias. En ese sentido, el debate en la oposición gira en establecer una menor alícuota en el impuesto IVA y en eliminar impuestos que consideran “distorsivos” como el denominado al cheque y el impuesto país.

https://www.tiempoar.com.ar/nota/con-matices-el-proyecto-para-modificar-el-piso-de-ganancias-tiene-respaldo-casi-unanime-en-diputados

El Partido Justicialista le pidió al presidente de los Estados Unidos Joe Biden, para que deje sin efecto a "la mayor brevedad" la decisión tomada por su antecesor Donald Trump de incluir a Cuba dentro de la lista de “Estados que patrocinan el terrorismo”, ya que la medida "viola los principios del derecho internacional y de las normas establecidas por las Naciones Unidas", aseguraron. 

"La declaración de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo implica una evidente amenaza a la seguridad e integridad del pueblo cubano así como una serie de obstáculos comerciales y sanciones económicas que van en contra de un mundo en paz y con un sistema multilateral fortalecido", insistió el histórico partido político. Es por eso que le solicitó a Biden que "inicie el proceso para quitar de esta lista al Gobierno y al Pueblo de Cuba".

A su vez, desde el peronismo invitaron a que otras fuerzas políticas de América Latina se pronuncien por la anulación de esta medida y de esta forma poder avanzar "en el camino de la paz, el respeto y la cooperación internacional que permita tender puentes y no destruirlos".     

Por último, el PJ reiteró "su solidaridad y acompañamiento con el Gobierno cubano y rechaza todo tipo de medidas unilaterales tomadas fuera del marco de la ONU que impliquen un bloqueo económico, financiero o político hacia Cuba o hacia cualquier Pueblo del mundo".

https://www.agenciapacourondo.com.ar/patria-grande/el-partido-justicialista-le-pidio-biden-que-saque-cuba-de-la-lista-de-estados

Julio A. Muriente Pérez es Catedrático en la Universidad de Puerto Rico (UPR) y Geógrafo. Escribió “ Julian Assange y Ana Belén Montes tienen cosas importantes en común. Ambos han sido perseguidos implacablemente por el gobierno de Estados Unidos y sus agencias de seguridad y espionaje. Se les ha acusado de poner en riesgo la seguridad de Estados Unidos y la vida de sus soldados repartidos por el mundo, de trabajar al servicio de gobiernos enemigos de Washington, en fin, de pertenecer a la especie más peligrosa que se hubiera visto. A Ana Belén, por tratarse de una “ciudadana americana” que burló una de las más importantes agencias de conspiración y espionaje de ese país, se le ha acusado hasta de “alta traición”.

Assange es australiano. Ana Belén es puertorriqueña. Aunque en contextos diferentes, en ambos se fue dando un proceso de desarrollo de la conciencia social y del enjuiciamiento crítico de las acciones cometidas por grandes potencias, sobre todo Estados Unidos, para controlar el planeta a como diera lugar. El gran defecto de ambos ha sido su honestidad, su voluntad inquebrantable para denunciar las barbaridades cometidas por el gobierno de ese país y su disposición a quemarse las manos con tal de que se supieran tantas verdades ocultas por los grandes intereses políticos, económicos y militares.

Ambos descubrieron que tenían ante sí la posibilidad de exponer ante el mundo los escandalosos actos delictivos cometidos continuamente por gobiernos que se proclaman democráticos y defensores de la justicia y los derechos humanos.

Julian Assange, junto a Chelsea Mannig y otros, dio forma a la estremecedora voz de Wikileaks, a través de la cual se hicieron públicos cientos de miles de documentos confidenciales que delataban las atrocidades cometidas por las fuerzas armadas estadounidenses en Irak y Afganistán, entre otros tantos atropellos. Ello implicó, según el Departamento de Justicia estadounidense, una de las mayores filtraciones de información “clasificada” en la historia de ese país.

Ana Belén Montes logró penetrar la Agencia de Inteligencia del Departamento de Defensa (DIA) de Estados Unidos en 1985. Se convirtió en la Analista Superior sobre temas cubanos de dicha agencia. Pudo constatar desde adentro el terrorismo de Estado que se aplicaba—y se sigue aplicando--contra Cuba, su gobierno y su pueblo. No guardó silencio. Como una muestra de desprendimiento y justicia extraordinarias y aun a costa de su libertad personal, entregó esa información “clasificada” a los cubanos, para que pudieran defenderse de las agresiones que se maquinaban desde allí. Pura solidaridad. Pura conciencia social y política.

Ana Belén fue arrestada en 2001. Al año siguiente fue procesada y condenada a veinticinco años de prisión. Instantes antes de ser condenada, reafirmó ante el juez lo justo y correcto de sus acciones, e insistió en lo censurable del comportamiento de Estados Unidos contra Cuba. Se encuentra en la Prisión Centro Médico Federal Carswell en Fort Worth, Texas.

Assange ha logrado evitar hasta ahora la extradición a Estados Unidos que reclama el gobierno de ese país, luego de años de acoso y demonización. Recientemente un tribunal británico decidió en contra de esa demanda, aunque Washington anunció su intención de apelar la decisión. La sed de venganza es grande. Mientras tanto el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha expresado su intención de ofrecerle asilo político.

En esta historia de roles invertidos, los delincuentes verdaderos son gobiernos como el de Estados Unidos y otros, que pretenden tener impunidad para hacer lo que les plazca: violar la soberanía nacional de otros países, cometer actos de genocidio, estimular invasiones y golpes de Estado, asesinar funcionarios civiles y militares, desatar agresiones militares, mandar a matar jefes de Estado, sabotear economías… Se sienten con licencia para disponer del mundo. Y luego se cantan los más mansos; y ponen cara de víctimas.

De Julian Assange y Ana Belén Montes, en todo caso, debemos estar agradecidos y, en correspondencia, reclamar su pronta libertad. Son ejemplos de dignidad.

Gracias a su valentía hemos podido conocer mejor la naturaleza monstruosa de esos gobiernos totalitarios. Esos dos ciudadanos ejemplares han contribuido, por así decirlo, a destapar la caja de Pandora. Por su valeroso esfuerzo, hoy se les hace más difícil engañarnos a los embaucadores de siempre. Porque nos han ayudado a conocer la verdad.”

( https://www.agenciapacourondo.com.ar/)

El Gobierno nacional recibirá este miércoles en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada a los líderes sindicales y el jueves a los empresariales, en el marco de la mesa de diálogo que impulsa el presidente Alberto Fernández para generar acuerdos que permitan hacer converger las variables de precios y salarios, informaron fuentes oficiales.
Las convocatorias, con la que el Gobierno se propone alcanzar un acuerdo que logre una
recuperación del ingreso que impulse la reactivación económica, obedecen a "poner en común una metodología de articulación con los distintos sectores económicos para la coordinación de políticas de precios y salarios, que sean consistentes con los objetivos de política macroeconómica" de la actual administración, indicó un comunicado de Jefatura de Gabinete.
El esquema integral de política macroeconómica que lleva adelante el Gobierno, se "compone por la política fiscal, la monetaria y la cambiaria" y el objetivo "es
alinear políticas y expectativas con el presupuesto 2021 aprobado por el Congreso de la Nación", precisó la comunicación oficial.
En el marco de una
reunión ampliada del Gabinete Económico, el miércoles a las 11 horas quedará inaugurada con los representantes gremiales esta instancia de diálogo con la que se pretende alcanzar un Pacto Social que le permitan a los salarios superar la inflación.
Los miembros del Gabinete Económico se reunirán una hora antes del encuentro, como todas las semanas, en el Salón de las Mujeres de Casa de Gobierno, instancia que servirá para pulir los detalles antes de la convocatoria con los gremios.
Se dará en el mismo día en que
el Presidente recibirá por la tarde a los integrantes de la Mesa de Enlace de las Entidades Agropecuarias, según confiaron a Télam fuentes oficiales.
Los ruralistas solicitaron una audiencia para debatir propuestas sobre cómo estimular la producción y reducir costos que afectan su precio en la góndola y formalizar un posible aumento de retenciones o la aplicación de cupos a la exportación de productos primarios.
Dos medidas que el Presidente planteó como posibilidades para evitar un traslado al consumidor del aumento del precio internacional de productos como la carne, el maíz y el trigo, y "
garantizarle a los argentinos que tengan la comida que necesitan a precios razonables", como aseguró días a atrás en un reportaje.
Una vez concluidas estas dos reuniones desde el Gobierno tienen previsto organizar un nuevo encuentro para este mismo mes en la que participaran sectores empresarios y gremialistas.
Esa reunión tendrá al
Presidente de la Nación como asistente a una mesa de trabajo, confiaron a Télam fuentes gubernamentales en relación a tercer encuentro que hasta ahora tiene como fecha tentativa el martes 23 de febrero.
También podrían ser convocados para los próximos días otros actores del mundo del trabajo como los representantes de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), añadieron los voceros.
En ese contexto, todavía está pendiente de definiciones formales la creación del
Consejo Económico Social que encabezaría el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, y que algunos sindicalistas como Sergio Palazzo, de La Bancaria, plantean llevar como tema para tratar mañana, aunque en el Gobierno aseguran que ese ámbito se centrará en "una mirada más estratégica y de mediano plazo".
"
Buscamos un mecanismo con todos los jugadores de la economía real para armonizar precios y salarios en 2021. Este año no habrá tensión con el dólar sino con la puja distributiva", enfatizaron voceros oficiales, que remarcaron insistentemente que "no se busca una foto" sino "definir una hoja de ruta que valide" lo planteado en el Presupuesto, en sintonía con lo expresado por la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca Bocco.
El jefe de Gabinete de Ministros, Santiago Cafiero, planteará el "marco político", mientras que el ministro de Economía, Martín Guzmán expondrá sobre el "panorama económico" y luego serán escuchados "todos los representantes de los trabajadores", bajo el mismo formato que se volverá a repetir el jueves con los empresarios, apuntaron a Télam desde Casa de Gobierno.
Esta tarde, desde la provincia de Tucumán, Fernández pidió "unir esfuerzos entre los que producen, los que trabajan y el Estado" con el objetivo de
"cuidar al consumidor argentino" y habló sobre "garantizar que los precios internacionales no se vuelvan en desmedro de los argentinos" e instó a "producir más y cuidar el bolsillo de la gente".

Participantes
Por el gobierno, a ambos encuentros asistirán el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero; los ministros de Economía, Martín Guzmán; de Producción, Matías Kulfas; y de Trabajo, Claudio Moroni; el presidente del BCRA, Miguel Pesce; la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont y la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca Bocco, según se informó oficialmente.
En representación de los gremios, el miércoles acudirán Héctor Daer, de la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad de Argentina (Fatsa); Carlos Acuña, del Sindicato Obreros de Estaciones de Servicio, Garages y Playas de Estacionamiento (Soesgype); Andrés Rodríguez, de la Unión de Personal Civil de la Nación (UPCN); Gerardo Martínez, de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra) y Armando Cavalieri, de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (Faecys).
También fueron convocados Antonio Caló, de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM); José Luis Lingeri, del Sindicato Gran Buenos Aires de Trabajadores de Obras Sanitarias (Sgbatos); Rodolfo Daer, del Sindicato de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (STIA); Roberto Fernández, de la Unión Tranviarios Automotor (UTA); Víctor Santa María, del Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (Suterh); Sergio Romero, de la Unión Docentes Argentinos (UDA); Argentino Geneiro, de la La Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra).
También asistirán Sergio Palazzo, de la Asociación Bancaria; Hugo Moyano, del Sindicato de Choferes de Camiones; Ricardo Pignanelli, del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata); Edgardo Llano, de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA); Claudio Marín, de la Federación de Obreros y Empleados Telefónicos de la República Argentina (Foetra); Yamile Socolovsky, de la Federación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu); Hugo Yasky, secretario General de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) y Ricardo Peidro, titular de la CTA Autónoma.
En el segundo día de reuniones, anunciado para el jueves a las 11, será el turno de los empresarios, entre los que fueron invitados Luis Pagani, titular de Arcor; Luis Pérez Companc, de Molinos Río de la Plata; Jean Carlo Aubry, de Nestlé; Karla Schlieper, de Mondelez; Juan Garibaldi, de Danone; Miguel Acevedo, de Aceitera General Deheza; Teodoro Karagozian, de TN Platex; Mario Ravettino, de ABC; Joaquín de Grazia, de Granja Tres Arroyos; Claudio Drescher, de Jazmín Chebar; Alberto Álvarez Saavedra, de Gador; Hugo Sigman, de ELEA; Daniel Herrero, de Toyota y Laura Barnator, de Unilever.
También estarán Gabriela Bardín, de Procter & Gamble; Carlos Blaquier, de Ledesma; Martín Ticinese, de Cervecería Quilmes; Rubén Chernajowsky, de Newsan; Alfredo Coto, de COTO; Paolo Rocca, de Ternium; Everton Negresiolo, de Acindar; Javier Madanes Quintanilla, de Aluar; Sergio Faifman, de Loma Negra; Guillermo Mausel, de Solvay Indupa; Diego Ordoñez, de DOW Química / PBB Polisur; Humberto Cattorini, de Rigolleau; Javier Quel, de Tetrapak; Sergio Affronti, de YPF; Pablo Ruival, de Arauco; Christophe Dumont, de Monsanto / Bayer; Diego Pino, de Transclor; Martín Castro, de Bridgestone e Iván Szczech, de Camarco.
(Telam)

Otras 168 personas murieron por coronavirus y se sumaron 7.794 nuevos casos en las últimas 24 horas en la Argentina, mientras el presidente Alberto Fernández ironizó sobre las críticas de sectores de la oposición a la compra de la vacuna Sputnik V, al afirmar que antes lo habían acusado de "envenenar a la gente" y ahora, que se difundió su eficacia superior al 91%, le piden "veneno para todos los argentinos".
Con la cifra de fallecidos e infectados reportada hoy, son
49.566 las muertes y 1.993.295 los contagiados desde el inicio de la pandemia, en marzo pasado, informó el Ministerio de Salud.
Del total de casos positivos, 1.792.321 son pacientes recuperados y 151.408 son casos confirmados activos.
Fueron realizados 49.781 testeos y desde el inicio del brote se realizaron 6.588.646 pruebas diagnósticas para esta enfermedad, lo que equivale a 145.198 muestras por millón de habitantes.
Del total de fallecidos reportados hoy, 98 son hombres, 66 son mujeres y otras 4 personas sobre las que no se precisaron datos de sexo, de las cuales 2 eran residentes en la provincia de Buenos Aires, 1 en San Juan y 1 en Santa Fe.

(Telam)

Desde sueños sin barbijo a la fundación de una nueva Sociedad de Naciones justiciera. Imágenes, derivas, recuerdos, distopías y utopías de un caminante más del mundo en COVID. Algún que otro dato lúgubre de lo que está sucediendo en el mundo.

Como el ¿70, 80, 90 por ciento? de la humanidad, o mucho menos si desconsideramos al sudeste asiático y China, me han sucedido cantidad de cosas a medida que la pandemia se extendió en el tiempo. He tenido sueños preocupados por ausencia de barbijo en espacios públicos atestados o no. He sufrido la ausencia de barbijo en películas o series de Netflix y Amazon cuando los actores se aproximan demasiado. Ver el barbijo ajeno, el barbijo semicaído, o la ausencia de barbijo, me produce pequeñas dosis de agobio. Se potenció moderadamente mi fobia social y mi modo de detestar la ciudad de Buenos Aires (vivo en un barrio arbolado cercano al río). Se fortaleció mi tristeza y distanciamiento social con “la gente” o el género homo sapiens. Me hice más pesimista.  Se potenciaron también mis sensaciones, razonamientos o vanos augurios (imágenes) acerca del fin del mundo. La remanida idea de que ya llegarán nuevas pandemias o nuevas y peores cepas de la COVID. Rumio: el mundo será otro, no digo sin humanidad, pero con la humanidad un poco arruinadita. Mi imaginación se desata fácil, aunque muy a menudo en un sentido positivo, creativo, ligado a la escritura, pero lamentablemente no a la periodística, un poco porque el presente me tiene impotente y lejano.

Hace dos días pensé de un saque en una novela (otra “apocalíptica”) en la que una pareja de enamorados de mediana edad o más, sabedora de la cercanía fin del mundo, hace sus últimos viajes por paisajes, geografías y ciudades que siempre quiso conocer: la Antártida, Croacia, Egipto y sus áreas de valor arqueológico, otros puntos mesopotámicos en los que nacieron los primeros asentamientos humanos y con ellos la civilización. Croacia, los fiordos chilenos, quién te dice Bulgaria o Indonesia, pasar los últimos días en las sierras de Córdoba o los lagos del sur. Por cada viaje que realiza, por cada paso que da, ciudad o geografía, la pareja de enamorados asiste a la muerte lenta de la humanidad, con un toque de adagio tristísimo y otro poco de El sacrificio de Tarkovski, concebida y realizada en un momento muy feo de la Guerra Fría.

Pero qué bella novela, pum para arriba.

De manera igualmente recurrente, en la medida en que crece mi tristeza y mi rabia ante la decadencia de Occidente reflejada en la impotencia, la pusilanimidad y la necedad de los Estados y las sociedades a la hora de enfrentar la pandemia, se me vienen a la cabeza ideas fundacionales. Quiero decir: todavía me cuesta asumir la inutilidad de los Estados y el mundo occidental a la hora de dar pelea contra el poder extorsivo de los laboratorios y de dar batalla contra la estupidez de (buena parte de) las sociedades. Repetidamente pienso en la ONU de mi infancia y adolescencia, aquella de U-Thant (al chequear la escritura de su nombre en Google veo que estuvo diez años como Secretario General) que mencionaba seguido Mafalda. Mafalda se quejaba tácitamente o no de aquella ONU. Pero en mi casa mis viejos recibían la revista El Correo de la Unesco y había un aura optimista y progre en el trabajo de aquella ONU no esclerosada ni burocratizada ni sometida a los chantajes políticos y financieros de EE.UU. Eso percibía yo. O eso me digo que creía percibir desde mis 63 años, dado que por entonces yo era un pendejo. Tengo una tesis opinable y es que el humanismo progre de la primera serie Star Trek, de la que sigo siendo fan, tenía un sesgo ONU optimista, humanista, antirracista, justiciero, casi que rozando el anticapitalismo.

Una nueva Sociedad de Naciones

Puede que esto sea una pavada. O que el optimismo y la idea de una humanidad en progreso y osada (carrera espacial) perteneciera a los 60 o al cuarto de siglo de oro de la posguerra, por más que hubiera Vietnam, golpes de Estado en América Latina auspiciados por EE.UU., Guerra Fría y hambrunas de Bangladesh (un millón y medio de muertes hacia 1974).

De aquel falso o estúpido recuerdo de una ONU/OMS buena, progre y hacedora es que en pandemia me viene aquello de las fantasías fundacionales. Mi imaginación vaga e imagino que se funda una nueva Sociedad de Naciones (28 de junio de 1919, al cabo de la Primera Guerra) o una nueva ONU machaza. Mi fantasía infantil es que nace una nueva ONU como consecuencia de la pandemia y los Estados se hacen otros, el opuesto exacto de Trump y de Macri. Son nuevos Estados de Bienestar de perfil socialdemócrata (peronista progre si lo prefieren), audaces, emprendedores, que hacen frente a los mercados, la financiarización global, el poder de los laboratorios. A los laboratorios se los estatiza y se los articula en un sistema global puesto al servicio de todos, comenzando por “los que menos tienen”. Comenzamos a darle una nueva vida al planeta cuidando y recreando el medio ambiente. Renacen las selvas, los bosques, los prados y los animalitos.

Antes y durante la pandemia, otra idea recurrente, es el de un modelo de sociedad anticonsumo (cosa que por supuesto las sociedades no quieren). Un modelo que combina el del Uruguay de hace unos cuantos años con sus autos viejos y una vida modesta en la que se comparte el mate, con el de Cuba con sus autos aún más viejos, un socialismo alegre en cuyas calles se canta, se baila y se hace el amor. Un modelo lo atamos con alambre porque todo lo demás es superfluo (incluye el fin del celular). En ese modelo de mundo bien podría suceder que volviera a pasar el carro del lechero por las calles y que la leche se bajara en gastados tambos de lata con dos manijas y que la leche viniera espumosa y muy fuerte. Habría que colarla antes de consumirla.

La impaciencia, el hombre aturdido

Hace unos días salió un lindo en el blog Branco Milanovic. Al bueno de Branco, economista interesantísimo serbio-estadounidense, lo tenía por una muy buena entrevista de Ale Bercovich en la tele. Tipo simpático, sonriente y lúcido. Lo primero que menciona Branco es una pifia extraordinaria nada menos que de la Universidad Johns Hopkins que es (nada menos) que la honorable institución con la que muchos hacemos el seguimiento de la pandemia en el mundo. En octubre de 2019 esa institución, junto al think tank The Economist Intelligence Unit, aseguró que ante la pandemia los tres países mejor preparados serían Estados Unidos, el Reino Unido y los Países Bajos. Que Vietnam ocuparía el ominoso puesto 50 en el ranking y China el 51.

Semejante y horripilante fracaso en el pronóstico “científico” de ambas instituciones (todo resultó exactamente al revés), ¿a qué puede deberse? ¿A que son vendedores de humo? ¿A que son mucho menos rigurosos de lo que uno puede suponer, aun sospechando? ¿A una mirada occidental soberbia y racista del mundo? Más nafta para alimentar la angustia, la rabia, la impotencia ante la incompetencia occidental a la hora de pelearle a la pandemia. Incompetencia devenida también del egoísmo y del neoliberalismo.

Como lo han hecho tantos, Branco Milanovic juega con la idea de que los éxitos y fracasos de Occidente versus China y el sudeste asiático (añado: Cuba) pueden deberse a las culturas colectivistas versus las individualistas. Con toda modestia Milanovic añade otra causa probable de la debacle occidental. Tan modesta que él mismo habla de “una especulación” que “no puede comprobarse empíricamente”. Esa explicación, dice, “es la impaciencia”. Restricciones y cuarentenas levantadas antes de tiempo, percepciones sociales falsas sobre el fin de la pandemia, nuevas flexibilizaciones en verano y perdiste.

Escribe Branco Milanovic: “El público (¿la traducción será “los pueblos”?), y por lo tanto los gobiernos, no estaban dispuestos a adoptar la estrategia asiática contra la pandemia por culpa de su cultura de la impaciencia, sus ganas de resolver todos los problemas rápidamente, asumiendo muy pocos costes. Esta ilusión no funcionó contra la covid”.

La impaciencia de la que habla el serbio obviamente se relaciona con una cultura, con ideología, con la adicción al éxito económico o personal rápido, con los vértigos de la cultura financiera y sus ganancias inmediatas y fáciles.

Me gusta el concepto de “impaciencia” al que acude Milanovic. Pero lo ayudaría y complementaría y sucedería con otros: aturdimiento, embrutecimiento, irresponsabilidad por individualismo, resentimiento por vía del empobrecimiento (nuevos blancos pobres de EE.UU.), infantilización, cuadros acaso patológicos de ansiedad personal y colectiva devenidos de la cultura del capitalismo salvaje y el vértigo y polarización en las redes. Sumemos ceguera, violencia, ignorancia, fanatismo.

Distopías

Sin saberlo, acaso por intuición poética inconsciente, antes de la pandemia escribí una novela algo oscura que está en circulación hace algunos meses: El eterno silencio. Allí no hay pandemia, pero sí locura, soledad, agonía, angustia y un cierto fin del mundo encapsulado en una pobre escala pampeana en relativo blanco y negro. Vista desde el actual COVID, la pandemia, en la novela, adopta la forma de una niebla inusual, un mal fantasmático que se expande. Ya en pandemia, a los pedos, escribí otra novela que se venga de la anterior. Es medio pop y con una historia de amor que la atraviesa. Aparecen los Beatles como personajes (me di el gusto de mi vida), diez mil argentinos dopados atraviesan el cosmos profundo medio que salvados en una inmensa nave espacial china que se llama Mao, camino al legendario reino de Fu-Sang. Hay también un apocalipsis en la novela, pero es de joda, grotesco, casi de guiñol. “Ni un apocalipsis decente se dieron en Occidente”, dicen los chinos (cito de memoria). Me encantó escribirla. Dije al principio que la imaginación se me desató en pandemia. Pero en esa novela me quedé corto. Hay una descripción en cuenta gotas de la decadencia de los EE.UU. entendida no del todo irónicamente como decadencia de origen psiquiátrico. Acá sí cito, aunque al azar:

Mientras tanto, en Estados Unidos, moría el sueño americano. Con cada vez más gobernadores que habían sido hombres de negocios y niños gruesos que querían serlo haciendo berrinches, presos de estallidos de ira, llenos de una idiotez sobreexcitada, ilusionados con ver cientos de misiles surcando los cielos hermosos del planeta. Volando decían- like Lucy in the sky”.

Cuando escribía esto faltaba mucho todavía para que Trump hiciera todas las pelotudeces que hizo y faltaba la bella escena final de la toma del Capitolio por Hombres Búfalo, blancos supremacistas fanáticos de las armas y gente grande disfrazada de Batman.

Según una encuesta muy reciente de Ricardo Rouvier, en Argentina, por lo menos antes de la “oficialización” de las virtudes de la Sputnik V, solo un 45,8 por ciento de los entrevistados decían confiar en “todas las vacunas contra el COVID”, un 15,2 por ciento “en algunas” y un 23,7 decía no confiar en ninguna. Cuando se preguntó específicamente por “la vacuna rusa” (quizá un error metodológico dado el uso que se le dio a la expresión “vacuna rusa”, única vacuna adjetivada), la confianza disminuía al 40,9 por ciento, con un 21,9 de “más desconfianza aún”.

En su Carta a la Junta, Rodolfo Walsh acuñó la brillante y estremecedora expresión “miseria planificada”. En relación al fenómeno de los antivacuna o los prejuicios construidos contra la “vacuna rusa” podría hablarse hasta cierto punto de imbecilidad humana planificada.

De estas cosas pienso en pandemia y supongo piensan muchos. Mientras tanto, los laboratorios de la Big Pharma, apenas con sus meras falsas promesas legitimadas en los medios (incluyendo los tan serios especializados en business), hicieron pingües ganancias a puro anuncio marketinero. Todos están remotamente lejos de producir lo que prometieron y algunos de sus productos no tienen la excelencia prometida.

Mientras tanto, en plena pandemia, allí donde debería discutirse otro orden mundial y más Estado, o capitalismo es barbarie, el puñado de mega ricos se hizo mucho más mega rico y las vaquitas son ajenas. Alcanza con citar una notita publicada por la BBC el 26 de enero pasado:

Las ganancias combinadas de las 10 personas más ricas del mundo durante la pandemia del coronavirus alcanzaron los US$540.000 millones, según un reciente estudio de la organización Oxfam. Esta cantidad sería suficiente para evitar que los habitantes del mundo caigan en la pobreza a causa del virus y pagar una vacuna para todos, aseguró la ONG. Su informe encontró que la riqueza total de los multimillonarios era equivalente al gasto total de todos los gobiernos del G20 para recuperarse del virus”. 

En pandemia se potencia la mufa: qué mundo del orto, a resistir.http://socompa.info/social/la-imbecilidad-planificada/

Cada intento o esfuerzo por comprender y entender el mundo en el cual vivimos nos devuelve la insoportable idea de una imposibilidad, en tanto a los hechos, las interpretaciones diferentes y la defensa de esas interpretaciones como si fuesen “verdades absolutas” y no simplemente eso, intentos, impiden acciones sin oposiciones, ideas sin contra-ideas, y producen mas conflictos y disputas que la que surgen como problemas, de la lectura y el conocimiento de esos hechos. En el fondo de todo discurso, o se haya una certeza o se haya un desconocimiento. Frente a lo imposible, eso que nos advierte de nuestras humanas limitaciones, nuestras fragilidades y debilidades, optamos por el absurdo … la ilusión del poder. Imponer contenido a esos vacíos y a esa falta. Contenidos que nos aseguren privilegios y posiciones dominantes respecto de otros que pierden así su posibilidad y producen una realidad desequilibrada, donde unos pueden y otros son impedidos. Así, las desigualdades se imponen a la imposibilidad. De tan desiguales, las elites creen poder aún en aquello que desconocen, su imposibilidad misma … Algo o algunos los harán caer porque ninguna mentira dura eternamente.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack



Imágenes:

El mundo no solo se describe, comprende y entiende a través de la razón humana, el conocimiento, las palabras que nombran y las ideas que describen y lo piensan en la inteligencia. El mundo tambien se descubre sensible y sensorial. La pintura es una de sus entradas a un conocimiento no tan racional pero igualmente capaz de humanizar o de convertirse en retratos caóticos de la imposibilidad.

El jardín de las delicias forma de la exposición permanente del Museo del Prado, donde llegó en el año 1939.

Se considera una obra fascinante, única y con decenas de significados posibles, por eso es una de las pinturas más atrayentes de la historia. Su autor, el neerlandés Jheronimus Bosh, conocido como El Bosco, se anticipó con su obra a los surrealistas con un cuadro onírico sobre el tercer día de creación del mundo.

El jardín de las delicias es un tríptico compuesto por una tabla central y dos laterales con unas dimensiones de 220 cm x 389 cm.

El Guernica de Pablo Picasso y el retrato que juega con los tiempos de la guerra. La libertad Guiando al pueblo de Delocroix, exhibido actualmente en el museo de Paris, manifiesta el ideal de las democracias, y las luchas populares por su liberación de las monorías opresoras

Las Meninas de Velazquez, realizada en el año 1656 y representa el taller del propio autor en el antiguo Alcázar de Madrid. En el cuadro encontramos a la infanta Margarita de Austria, sus damas de compañía (Las Meninas), el propio Velázquez trabajando a la izquierda, pintando a los reyes Felipe IV y Mariana de Austria, que se reflejan en el espejo del fondo. La expresión con sutileza de la ilusión del poder y la ostentación de los privilegios de las familias reales, reflejadas en el espejo del pintor.
 

Leonardo da Vinci creó uno de los cuadros más famosos de la historia y más representativos del mundo del arte. Un óleo de 77 x 53 que representa a la esposa de Francesco di Bartolomeo di Zanobi del Giocondo, también conocida como Mona Lisa. La belleza femenina en el rostro iluminado de la mujer.
La mirada del varón, en un mundo de varones.
 

"El Grito" se trata de cuatro cuadros famosos realizados por el noruego Edvard Munch entre los años 1863 y 1944. La versión más famosa de este cuadro se encuentra en la Galería Nacional de Noruega, en Oslo. Plasma en tela la realidad del miedo y la locura humana, otros de los atributos con los que solemos pensarnos y mirar el mundo loco en el que vivimos.

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