De fe, religiones, hambre y privilegios ... La comunicación y la fe como herramientas de poder

 

Al parecer Joe Biden vino a poner blanco sobre negro en la racista Union de Estados Americanos, en cuanto a polarización política se refiere y a los intereses en disputa entre conservadores y globalizadores en el Imperio en decadencia del Norte.
Joe Biden, Comendador de los ‎‎“verdaderos creyentes”‎
Mientras que Estados Unidos se dirige inexorablemente hacia la guerra civil, ‎el presidente Joe Biden se apoya en los creyentes de izquierda de diferentes ‎confesiones. Biden ve a los electores de Trump como pobres gentes que ‎han perdido la fe y a quienes él tiene que volver a meter en el “buen camino”. A fuerza ‎de manipular las religiones, el Partido Demócrata está dividiendo el país, pero no entre ‎confesiones diferentes sino en función de una particular concepción de la fe. ‎El presidente Joe Biden pretende guiar a todos los estadounidenses por el sendero ‎trazado por Barack Obama. Pero en vez de ser un factor de apaciguamiento, está ‎radicalizando el debate político. ‎
El autor del siguiente artículo es escrito
por Thierry Meyssan Intelectual francés, presidente-fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Sus análisis sobre política exterior se publican en la prensa árabe, latinoamericana y rusa. Última obra publicada en español: De la impostura del 11 de septiembre a Donald Trump. Ante nuestros ojos la gran farsa de las "primaveras árabes" (2017).
Inmediatamente después de la polémica elección presidencial de 2020, Joe Biden se comunicó ‎por teléfono con el papa Francisco para obtener su bendición y ya entonces, sin esperar por ‎la reunión del Colegio de grandes electores designados por los gobernadores de los Estados, ‎se presentó como el “presidente elegido”.‎
Ya he presentado antes aquí ‎a los partidarios de la cultura «woke» estadounidense como «puritanos sin Dios». Con eso ‎he querido hacer notar que muchos de ellos no creen en Dios. ‎
Hoy quisiera rectificar esa descripción abordando aquí la impronta que han dejado los creyentes en la ‎izquierda estadounidense. Es este un tema que no se ha tratado mucho en Estados Unidos y que ha sido totalmente ignorado en Europa, ‎donde siempre se silencian los aspectos más chocantes de las creencias religiosas del amo ‎estadounidense. ‎
En primer lugar, es importante precisar el contexto:‎
 Estados Unidos, según su mitología nacional, fue fundado por una secta puritana –los llamados ‎‎«Padres Peregrinos», que llegaron a América en el buque Mayflower. Los miembros de esa ‎secta abandonaron Inglaterra, cruzaron el Atlántico, llegaron a un continente casi vacío trayendo ‎su propia exigencia de pureza y construyeron en ese continente una «ciudad sobre la colina» para ‎que iluminara el mundo. Hoy en día Estados Unidos es el campeón de la libertad religiosa en ‎todo el mundo… pero no de la libertad de conciencia –el testimonio de un renegado contra ‎su antigua iglesia no tiene valor ante un tribunal.
 Durante la guerra fría, el presidente Eisenhower posicionó a Estados Unidos como el campeón ‎de la Fe ante el «comunismo sin Dios» de los soviéticos. Eisenhower hizo que se distribuyera ‎propaganda «cristiana» entre los soldados estadounidenses, instaló en el Pentágono el grupo de ‎oración ecuménica que hoy se conoce como «The Family» (La Familia) y extendió esa práctica ‎al resto del mundo occidental. Todos los jefes del Estado Mayor conjunto estadounidense han ‎sido miembros de «The Family» y siguen siéndolo actualmente, al igual que numerosos jefes ‎de Estado y jefes de gobierno extranjeros.
 Finalmente, después de la disolución de la Unión Soviética, los estadounidenses comenzaron a ‎alejarse de sus iglesias y hoy un 17% de la población de Estados Unidos se identifica como ‎agnóstica o incluso como atea. Al mismo tiempo, en ese país está en constante aumento ‎el número de creyentes que no se identifican con ninguna iglesia en particular. El discurso ‎político ya no se dirige sólo a los creyentes de todas las denominaciones religiosas sino a los ‎creyentes de todas las religiones, al igual que a los no creyentes. ‎
Esta evolución pudo comprobarse por primera vez en 2012, durante la convención del Partido ‎Demócrata. La organización de numerosos talleres de trabajo estuvo entonces en manos de los ‎grupos religiosos, sin que los textos presentados y aprobados mencionaran a Dios. Lo que ‎sucede es que el Partido Demócrata –consciente de que la población estadounidense ya no es ‎la misma– trata de adaptar su mensaje, aunque sigue contando en sus filas una aplastante ‎mayoría de creyentes. ‎
Durante la campaña electoral previa a la elección presidencial estadounidense de 2004, ‎el candidato demócrata fue John Kerry, un católico que había estado a punto de optar por la ‎sotana. De hecho, Kerry creyó que podía contar con los electores de su comunidad religiosa, pero ‎no fue así –los católicos de izquierda aún no estaban organizados. La retórica de Kerry sobre ‎el aborto fue considerada chocante por el hoy arzobispo de San Luis, monseñor Raymond Leo ‎Burke, quien solicitó a la conferencia episcopal que negara a Kerry la eucaristía. Finalmente, ‎en 2007, después de la derrota de Kerry ante George Bush hijo (que fue reelecto), el papa ‎Benedicto XVI declaró que políticos como Kerry –partidarios del aborto– de hecho se ponían a ‎sí mismos al margen de la Iglesia. ‎
En 2008, la elección del candidato demócrata –presentada como una victoria de las ‎organizaciones negras– fue sobre todo una victoria aún mayor de los cristianos de izquierda, ‎mayoritariamente blancos. El director del equipo de trabajo de Obama, John Podesta –activo ‎militante católico–, había reunido alrededor del candidato negro a los cristianos de izquierda de ‎todas las denominaciones –tanto protestantes como católicos– para garantizar la llegada de Obama a ‎la Casa Blanca. ‎
De la misma manera, la adopción de la ley que obliga los trabajadores a tener un seguro de salud –‎recurriendo a firmas privadas– fue ante todo una victoria de los cristianos de izquierda sobre ‎los de derecha –los cristianos de izquierda llamaban a seguir los preceptos de su religión ‎mientras que los cristianos de derecha clamaban por salvar los valores de esta. Es importante ‎recordar que Jesús siempre rechazó pronunciarse al respecto… pero predicó con el ejemplo. ‎Tampoco está demás observar que la opción legislativa de Barack Obama no tenía nada de ‎político y que nunca trató de saber qué querían sus conciudadanos. ‎
Barack Obama es poseedor de una extensa cultura religiosa, no sólo cristiana sino también ‎musulmana. No se sabe gran cosa sobre sus creencias religiosas u opiniones sobre la fe, pero ‎siempre trató de proyectar una imagen de hombre respetuoso de todas las religiones, lo cual ‎le permitió posicionarse como una especie de sabio capaz de dirigirse a los creyentes de todas las ‎denominaciones y reunirlos a su alrededor. ‎

Siendo presidente, Barack Obama reformó la oficina de la Casa Blanca a cargo de las iniciativas ‎basadas en la fe ‎(la White House Office of Faith-Based and Community Initiatives, también identificada con las siglas ‎OFBCI), oficina que había sido creada por su predecesor, el republicano Bush hijo. ‎Obama aseguró que las subvenciones no se utilizarían para favorecer ninguna religión ‎en particular y puso en esa oficina al joven Joshua DuBois, para coordinar a los creyentes de ‎izquierda, a la cabeza de un consejo que se componía de las principales figuras de esa tendencia:
 la reverendo Traci Blackmon, para las cuestiones de salud para todos;‎
 la reverendo Jennifer Butler, fundadora de Faith in Public Life;
 el reverendo Jim Wllis, editor de la revista Sojourners y consejero espiritual del propio Obama;
 el pastor Michael McBride, comprometido con la lucha contra las armas y la violencia policial ‎contra los negros;
 la exitosa escritora Rachel Held Evans, autora de Una noche de feminidad bíblica: cómo una ‎mujer liberada llegó a verse sentada en el techo de su casa, cubriéndose la cabeza y llamando a ‎su marido “amo”;‎
 el rabino David Saperstein, director del Religious Action Center of Reform Judaism, quien también ‎fue designado embajador de Estados Unidos para la libertad de la religión en el mundo;
 Harry Knox, líder de Human Rights Campaign’s Religion and Faith Program y posteriormente ‎director de la Religious Coalition for Reproductive Choice, también líder de los derechos de los ‎gays y de la lucha por el derecho al aborto;
 Rami Nashashibi, director de Inner-City Muslim Action Network, quien había militado por que ‎se distinguiera a los musulmanes de los terroristas después de los atentados del 11 de septiembre ‎de 2001. ‎
Todas esas personalidades participaron intensamente en el debate surgido el año pasado sobre ‎los monumentos que tendrían que ser eliminados y en las manifestaciones de Black Lives Matter.‎
Durante su campaña para la elección presidencial que perdió frente a Donald Trump, Hillary ‎Clinton habló lo menos posible de su creencia religiosa personal. Sin embargo, se dirigió muy ‎a menudo a los creyentes, sobre todo a los evangélicos. Con un discurso sobre los preceptos ‎del cristianismo, que supuestamente obligan a confesar el pecado original del esclavismo y a ‎recibir a todos los migrantes, Hillary Clinton no logró convencer a los electores. Sólo después de ‎su derrota en la elección presidencial anunció que planeaba convertirse en pastora metodista.

Por el contrario, su rival, Donald Trump, que no parece albergar preocupaciones de orden ‎religioso, logró atraer a la mayoría de los cristianos de derecha y particularmente a los ‎evangélicos blancos. Trump no se presentó a ellos como un creyente sino sólo como «un tipo ‎que hará el trabajo» y que salvaría los valores que los cristianos de izquierda no tienen ‎en cuenta. Su sinceridad fue del agrado de los cristianos de derecha, que vieron en él a una ‎especie de “infiel” enviado por Dios para salvar el país.‎
Durante el mandato de Obama, los creyentes de izquierda estadounidenses tuvieron la impresión –‎erróneamente o no– de que el papa Francisco les hablaba a ellos en particular. En 2013, ‎interpretaron su primera carta apostólica, Evangelii gaudium, donde Francisco I invita los fieles ‎a evangelizar el mundo, como una justificación para su propio compromiso político ya que ‎se menciona en ella «la opción preferencial por los pobres». Sin embargo, contrariamente a ‎lo que creen los creyentes de izquierda estadounidenses, la iglesia católica nunca predicó que ‎hubiera que preferir ciertas personas a otras. Después, en 2015, los creyentes de izquierda ‎estadounidenses vieron en la encíclica Laudato si’ –dedicada a la cuestión del mediambiente– un ‎respaldo a su propio militantismo ecologista. En conjunto, los creyentes de todas las confesiones ‎consideran que el papa Francisco es el líder religioso más legítimo. ‎
Joe Biden es el segundo presidente católico de Estados Unidos –el primero fue John Kennedy. ‎Pero, mientras que Kennedy tenía que demostrar que actuaba de manera independiente y que ‎no recibía órdenes del papa, Biden trata por todos los medios de hacer ver que cuenta con la ‎aprobación de un papa que sus electores adoran. Por ejemplo, durante su reciente campaña ‎electoral, Biden difundió un video donde resaltaba lo que le ha aportado su fe, explicando que ‎cuando perdió a su primera esposa y su hija en un accidente, y después un hijo fallecido de ‎cáncer, su religión le permitió sobreponerse al dolor y conservar la esperanza. ‎
Al principio de este artículo, mencioné «The Family», el grupo de oración del Pentágono. Desde ‎que fue creado por el general Eisenhower, «The Family» organiza anualmente, a principios de ‎febrero, un almuerzo de plegaria con el presidente de Estados Unidos. Este año, todos estaban a ‎la espera del discurso de Joe Biden, que finalmente duró 4 minutos, por videoconferencia. ‎El flamante presidente utilizó esa intervención para condenar «el extremismo político» –alusión a ‎su predecesor– y celebró la fraternidad entre «americanos», léase “entre estadounidenses”. ‎
Para el nuevo presidente, los estadounidenses son «buenos», como ya proclamó en la ceremonia ‎de su investidura. Para él, el Partido Demócrata busca la justicia social según la tradición del ‎‎«Social Gospel» de los años 1920. Por ende, todos los estadounidenses deberían seguirlo ‎espontáneamente, pero Donald Trump –hombre sin religión– cegó a los creyentes de derecha, ‎que votaron por ese multimillonario sin darse cuenta de que estaban traicionando su religión. ‎Así que, ahora que ha logrado llegar a la Casa Blanca, Joe Biden considera que es su deber hacer ‎que los creyentes de derecha “abran los ojos”… y obligarlos a ser felices. ‎
El presidente Biden no ha tratado nunca de entender por qué los creyentes de derecha votaron ‎por Donald Trump. Simplemente ha considerado ese hecho como una anomalía intelectual, ‎así que ahora trata de presentar el grupo QAnon como una secta delirante que ve a Satanás por ‎todas partes en Washington. En cada una de sus declaraciones, el presidente Joe Biden ‎se empeña en presentar la presidencia de Donald Trump como un error o un siniestro paréntesis ‎sin futuro. ‎
Mientras tanto, los creyentes de izquierda creen que lo único que cuenta son las decisiones ‎tomadas desde el 20 de enero de 2021 a favor de los inmigrantes, de las mujeres, de las minorías ‎sexuales y contra la violación de los espacios sagrados de las minorías indígenas estadounidenses. ‎
Lo que estamos viendo es un error de proporciones colosales. Los creyentes de izquierda ‎estadounidenses se creen obligados a imponer sus convicciones políticas en nombre de Dios, ‎mientras que el Partido Demócrata cree que no debe reflexionar en términos políticos sino sólo ‎seducir a los electores. La separación entre las iglesias y el Estado sigue existiendo, pero sólo ‎desde un punto de vista institucional, aunque ya no existe en la práctica cotidiana. El problema ‎se ha desplazado: ya no es una diferencia entre las religiones sino entre concepciones diferentes ‎de la fe. ‎
San Bernardo de Claraval, quien predicó a favor de la Segunda Cruzada, reconocía que ‎‎«el infierno está lleno de buenas intenciones». Eso es lo que está sucediendo en ‎Estados Unidos. Los creyentes de izquierda se comportan como fanáticos, hablan de unidad ‎nacional… pero han iniciado una cacería de brujas de proporciones tales que la del senador ‎Joseph McCarthy ahora parece un juego de niños. Están despidiendo a cientos de consejeros del ‎Pentágono, han tratado de revocar el mandato de una congresista enviada por los electores a la ‎Cámara de Representantes acusándola de haber dudado de la versión oficial de los atentados del ‎‎11 de septiembre de 2001 y quieren arrestar a todos los miembros del movimiento QAnon. En vez ‎de pacificar Estados Unidos después de la irrupción de manifestantes en el Capitolio, lo que ‎están haciendo es empujarlo hacia la guerra civil. ‎
https://www.voltairenet.org/article212245.html

Mientras tanto, en nuestro país, entre la pandemia y las disputas por la distribución de las perdidas y  la puja distributiva, los precios se van a la nubes y el gobierno endurece posiciones.

Canasta básica alimentaria

Aumentó un 4,6% en enero, según datos del INDEC, mientras la canasta básica total (alimentos + transporte + indumentaria) aumentó un 4,2% en el mismo período. Una familia tipo necesitó $56.459 para no caer bajo la línea de la pobreza y $23.722 para no caer bajo la línea de indigencia.
La Secretaría de Comercio imputó a un grupo de empresas por desabastecimiento de productos de consumo masivo. Se trata de Mastellone, Fargo, AGD, Danone, Molinos Cañuelas, Bunge, Molinos Río de la Plata, Unilever, P&G, Paladini y Potigian. La Secretaría informó que pudo verificar faltantes en góndolas de productos masivos y, tras requerir información a las oficinas administrativas de las empresas, se comprobó una significativa caída de la producción y/0 distribución de diversas gamas de productos.

Un peronista en vaca viva

Iba a ser Ministro de Agricultura pero terminó dirigiendo un organismo internacional con sede en Brasilia, luego del fracaso de la intervención en Vicentin y la demora en empoderar a YPF Agro. Antes de irse del país, Gabriel Delgado nos dejó un balance de los conflictos y desafíos que enfrenta el campo argentino en el planeta de la pandemia interminable.
Gabriel Delgado es un personaje difícil de encasillar. Cuestionado tanto por el ruralismo clásico de la Mesa de Enlace como por las corrientes ambientalistas, se la pasa tirando diagonales para salir por arriba del laberinto agrario argentino. Formado entre el INTA y el CEMA –usina académica del liberalismo autóctono–, fue la mano derecha del último ministro de Agricultura de Cristina Fernández, Carlos Casamiquela, fallecido hace poco a causa del COVID-19. Los baqueanos del conflicto campestre lo recuerdan por su habilidad para mantener a raya, entre 2013 y 2015, a los grandes jugadores del agronegocio, mientras pulseaba con la mismísima ex presidenta para impedir un acuerdo con Monsanto que hubiera favorecido a la trasnacional estadounidense en el estratégico mercado de las semillas.

Sin embargo, fuera de los círculos palaciegos del mundillo agropecuario, Delgado saltó a la fama cuando apareció sentado a la derecha de Alberto Fernández en aquella famosa conferencia de prensa donde se anunció la expropiación de Vicentín. La agresiva reacción de las huestes propietarias motivó el recule del gobierno nacional, que no supo ni quiso dar pelea. El flamante interventor intuyó temprano que, tal y como fue planteada, la batalla estaba perdida desde el arranque.
¿Por qué salió tan mal la intervención a Vicentin?
—"Error de cálculo". Creo que Alberto lo reconoció en las últimas declaraciones. De hecho, salió por decreto la intervención. Después que una empresa afectara a tanta gente con un default tan grande, a nadie se le ocurrió pensar que la sociedad iba a interpretar esto como un ataque a los derechos de propiedad en general. O que la política pudiera construir ese mensaje. Acá lo que se quería era garparle a la gente que estaba empernada, en particular a los más chicos que ahora difícilmente zafen de un arreglo muy hostil. Alberto no quería ayudar a la empresa y que los beneficiarios sean los accionistas. Él dijo: "vamos a salvar a la empresa, no a los accionistas". Parece lo mismo, pero no es lo mismo. Nosotros creíamos que la forma de salvar a la empresa era cuidar a los acreedores también. Primero, porque un tercio de las acreencias son del Estado nacional, que es quien iba a ayudar. Otro tercio son las deudas comerciales, que son de las que te van a traer la materia prima para volver a producir. Y los bancos internacionales, que después de Vicentin han cambiado un poco la mirada sobre la Argentina.
¿Había un plan o fueron a ver con qué se encontraban?
—Hicimos un plan de negocios junto al gobierno de Santa Fe. Lo presentamos ante el Juez. Vicentin tiene varios problemas, pero el principal es la materia prima para darle de comer: sin los granos, ese bicho es un depósito de fierros viejos. Vicentin necesita moler ocho millones de toneladas de soja para maximizar su valor y a partir de ahí ofrecerle un buen arreglo a los acreedores. Ocho millones de toneladas de soja son el 20% de la producción Argentina. ¿Y quién te la va a entregar después de que la empresa no le garpó a los productores? La forma que tenés de convencerlos es comprar de contado. Pero Vicentin no tiene plata. No quedó nada de capital de trabajo. No tenés ni dinero ni reputación para hacerte de la molienda. Con un daño reputacional de ese calibre, no fue la mejor idea partir de una “expropiación”, porque necesitabas generar confianza.
¿Pero había alguna posibilidad de que el Estado pusiera plata sin anunciar la expropiación? Es decir, ¿cómo podías evitar que los mismos accionistas fraudulentos se quedaran con la empresa luego de ser saneada con fondos públicos?
—Es una buena pregunta. A lo largo del proceso presentamos tres propuesta distintas de intervención: la de Alberto a través del Decreto, la que proponen el Banco Nación y el Banco BICE como acreedores en el marco mismo del Concurso, y la tercera alternativa fue de la Inspección General Provincial de Justicia de Santa Fe, a través de un fideicomiso. Pero el Juez no le dio lugar a ninguna de las tres propuestas. Entonces el presidente Fernández dijo: "bueno, si el Juez no quiere ninguna intervención, yo no puedo llevar adelante una recuperación de la empresa con este directorio que es el que generó el default, ni hacer un beneficio para la empresa si la propiedad va a quedar en manos de los accionistas". Viendo ya que todos estos caminos eran imposibles, porque no hay ninguna otra forma de intervenir, bueno… game over.
Más allá de la urgencia financiera de esta empresa en particular, ¿no había una voluntad de dar un primer paso para la participación estratégica del Estado en la comercialización de granos?
—Para eso yo hablo de YPF Agro, no de Vicentin. YPF vende mucho gasoil históricamente, y ahora también agroquímicos y fertilizantes. Tiene un departamento dentro de la petrolera muy prolijito. No posee un puerto propio, pero sí cuenta con cien acopios de originación. Sería algo muy interesante que YPF Agro aparezca como una empresa de referencia para la política agraria, porque tiene un potencial muy grande. Por ejemplo, podría invertir en los proyectos que el Estado considere estratégicos, así como hoy YPF invierte en Vaca Muerta. Podríamos tener sucursales en Shanghái y en Rotterdam para vender nuestros propios alimentos en destino, como hacen las grandes traders. Y socializar un poco los beneficios de la producción de granos en el conjunto de la sociedad, como hacemos con el petróleo. YPF podría ser una empresa que implemente planes de promoción, por ejemplo del riego; o para el desarrollo de nuevas cuencas agrícolas que hoy no están disponibles por problemas de agua, flete u otros; orientar la inversión pública en materia de caminos, conectividad, un montón de cosas. Si COFCO está en Argentina, ¿por qué nosotros no podemos tener una sucursal de YPF en China? Yo digo por la reciprocidad. Es como que nos achicamos los argentinos, ¿viste?
¿Sería la función que en su momento cumplía la Junta Nacional de Granos?
—La Junta de Granos tenía poder de policía. Y facultades para imponer precios. Vos no te olvides que en la época en que existía la Junta no había precio futuro. Y había un mercado financiero alrededor del agro muy rudimentario. Yo no digo una Junta de Granos sino algo moderno, que esté acorde al desarrollo del mundo de hoy. La Junta era el brazo regulatorio del Ministerio de Agricultura en materia de comercio de granos. Pero en realidad lo que se deshace solamente es la facultad de comercializar, todas las otras funciones de regulación están en la ONCCA, fundada por Felipe Solá en 1992, que hoy se llama Dirección de Control Comercial Agropecuario. Distinto es que no haya decisión para regularlos... o criterios.

la reforma agraria sin tierra

Nacido y criado en Coronel Suárez, en el sur del territorio bonaerense, en los límites de la pampa húmeda, es uno de los intelectuales que mejor conoce las miserias y potencialidades del modelo agroexportador. Por eso habla de la Logia Primarizante Argentina (LOPA), un término irónico acuñado por él para referirse a esa compulsión por exportar materias sin valor agregado.
Delgado se exaspera porque visualiza la jugada de pizarrón con la que cree poder sacar a la Argentina de su escasez de dólares y a millones de personas de la pobreza. Pero la pelota no quiere entrar. Y la principal resistencia proviene de una suerte de “chip” transversal a todo el espectro político, que impide pensar más allá de la venta de commodities al mundo. Para Delgado, cortar ese nudo gordiano obliga a imaginar un cambio radical en la fisonomía del campo argentino del siglo XXI.
¿Cuáles creés que son las líneas principales de esa famosa “Vaca Viva” de la que habla el agro?
—Yo creo que tendríamos que centrarnos en una o dos políticas, mirando a la alimentación del mundo y a la química verde. Para eso es necesario derribar el mito de que Argentina produce alimento para 400 millones de personas, porque eso no es cierto: Argentina produce alimentos para engordar animales.
O sea, en vez de exportar productos primarios como maíz o soja, vos dirías de procesarlos acá. ¿El acuerdo con China por los cerdos se inscribe en ese horizonte?
—Creo que las carnes deberíamos aprovecharlas todas. No sólo la de cerdo. También la carne de vaca, de pollo, de pescado, hay muy pocos proyectos ictícolas acá. No puede ser que en Argentina, con todo el maíz que tenemos, importemos el salmón. Que Argentina recién ahora, después de 200 años de existencia, se esté autoabasteciendo en carne porcina es una obscenidad. Mientras tanto, tenemos el récord de exportación mundial de maíz. Hay cosas que están mal.
¿Y qué pasa con las críticas ambientalistas a ese modelo de producción de alimentos?—Hay que vincular el proyecto exportador del sector agroindustrial con la pobreza urbana. Porque una ventaja muy grande es que estos proyectos no compiten por la tierra. Es como una fábrica. Lo que sí tenemos que mirar es que la tendencia vegana es irreversible. Y que el 80% de los chicos de menos de veinte años no comen carnes o quieren dejar de comer carnes. Esto de los chanchos es para los próximos diez años, mientras podamos darles de comer a los chinos, pero ya tenemos que estar pensando en lo que viene. Hay una empresa que se llama Beyond Meat (“Más allá de la carne”), que ya está acá en Argentina comercializando hamburguesas vegetales con gusto a carne. Cuando salieron a cotizar en Wall Street, la primera semana la empresa llegó a valer lo mismo que el rodeo de vacas de cría de la Argentina. O sea, todas las vacas de cría de la Argentina valían lo mismo que la empresa que hacía carne vegetal con gusto a carne. El principal insumo de estas hamburguesas es la arveja amarilla, que no hay en Argentina o hay muy poquito. Y no podemos sembrarla acá, a pesar de que en el NOA sería fácil de hacer, porque no hay ningún semillero de arvejas amarillas en toda la Argentina. ¿Por qué? Porque no hay ley de semillas. Uno de nuestros principales rubros exportadores está siendo sustituido "in your face", porque hay una movida vegana imparable en el mundo y no tenemos este cultivo. Cuando rascás un poco por qué no tenemos ley de semillas, en realidad es porque Monsanto ya tiene una patente sobre la soja y no le importa el resto, bloquea lo que haya alrededor.
¿Pero no es Monsanto el que quiere imponer una ley de semillas y los productores quienes la resisten?
—Acá existe lo que yo llamo la “Logia Primarizante Argentina”, que controla la política agrícola desde hace muchos años y también domina la oposición a la política agrícola. El objetivo es mantener el statu quo, casi siempre es en voz baja, nunca salen en los diarios. Es gente muy poderosa, generaciones que se van pasando la posta, y una porosidad muy grande entre el sector público y el sector de estas traders, también integrantes de muchos partidos políticos, te diría de casi todos. En este tema las antípodas se tocan y tienen a veces intereses muy parecidos, porque también abarca a una parte del progresismo que termina avalando seguir vendiendo maíz. Hablo también de los que dicen que las políticas agrícolas tienen que ser para los pequeños agricultores, porque entonces dejamos a los grandes que sigan exportando granos. Hay mucha gente que, sin saber, participa de esta logia que concibe a la Argentina como un granero del mundo. Está en “el gen” de sectores que terminan estando a favor de aquello que putea. Es muy funcional esa convivencia entre el liberalismo del interior y el progresismo porteño, hay una complicidad subyacente, tácita, no estructurada, no hay una mano negra, no estoy hablando de eso. Pero pienso que la historia del país se ha ido estructurando en esas zonas de confort, de no disputa a lo largo del tiempo, y se ha ido sedimentando.
Cuando Alberto insertó la expropiación de Vicentin en un horizonte de soberanía alimentaria, masificó el debate sobre este concepto: ¿vos qué pensás?
—Es un concepto importado. No le veo mucha raigambre, pero son palabras que caen bien. Igual que la idea de la agricultura familiar.
Pero soberanía alimentaria implica pensar ante todo qué se come y cómo se produce lo que se come acá.
—Sí, está bien, pero yo digo: antes nosotros tenemos que pensar cómo salimos del 40% de pobreza. Me parece una agenda muy cómoda esa, muy cool, muy palermitana. Es un océano de dos centímetros de profundidad. El problema es cómo salimos de este atolladero que en los últimos 45 años multiplicó por diez la pobreza en Argentina. Te cambio el concepto: en lugar de soberanía alimentaria, hablemos de geopolítica de los alimentos. Porque si vamos a llegar a los nueve mil millones de personas en el mundo en 2050 y está tan complicado el tema ambiental, la cuestión de las proteínas va a ser uno de los temas geopolíticos más importantes. Y así como el petróleo dominó la geopolítica del siglo XX, las proteínas pueden dominar la agenda del siglo XXI. En ese marco, creemos una empresa nacional de alimentos. Y solucionemos el problema de la alimentación que tiene el 40% de los pobres de la Argentina, metiendo el tema del hambre dentro de la política agrícola. Yo creo que el Ministerio de Agricultura tendría que ser el Ministerio de Agricultura y Alimentación.

palos, zanahorias y ratones

Mucho antes que China nos comprara soja y propusiera producir millones de cerdos, el líder Deng Xiao-Ping ya había acuñado una de sus frases célebres que pavimentaron el después de Mao: “no importa el color del gato, lo importante es que cace ratones”. Es decir, da lo mismo si el modo de producción es socialista o capitalista, el objetivo consiste en desplegar al máximo las fuerzas productivas.
Algo de esto se respira en el desarrollismo nacional y popular de Gabriel Delgado, un horizonte de modernización en el que cabríamos todos, pero que se apoya en los grandes jugadores del agronegocio. El problema es que tales actores no parecen estar en sintonía con el cuentito de agregar valor, generar empleo y dejar de fugar capitales. Nada que no pueda resolverse apelando a dos herramientas milenarias: el palo y la zanahoria. El verdadero problema a resolver es quién tiene la “voluntad política”.

 
 
Si el problema es salir de la primarización, ¿nuestra esperanza sería el Consejo Agroindustrial Argentino?
—De las 53 organizaciones que forman el Consejo Agroindustrial hay solamente 3 o 4 que son del sector primario. Es una lógica mucho más industrial. Y no están los dos actores principales de la oposición al peronismo, que son la Sociedad Rural Argentina y CREA, que tuvieron el control de la política agrícola durante la gestión del PRO. Pero hay de todo: la pesca, las frutas finas, casi todas las economías regionales, las organizaciones de la leche, de la carne, algunas de frigoríficos. Es recontra heterogéneo y muy incipiente. Ojalá que dure mucho porque yo creo que es muy bueno para la Argentina.
En el Consejo Agroindustrial están los intereses más poderosos de ese sector, incluso más poderosos que la propia Sociedad Rural: ¿no es peor el remedio que la enfermedad?
—Entiendo el punto. CIARA-CEC (Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina y Centro Exportador de Cereales) tallan fuerte ahí adentro y traen los dólares, pero la verdad es que el Consejo Agroindustrial reúne a 53 cámaras. Menos CIARA-CEC y algunas químicas, son todas representaciones nacionales. Me parece que eso es lo valioso del armado.
El Consejo Agroindustrial le pide una serie de garantías al Estado para invertir y exportar más: ¿cuál es la garantía que puede tener el Estado de que esos dólares que entran no se van a fugar como pasa hoy?
—Esto funciona así: los productores retienen a los granos como reserva de valor. Ahora, esos 70 mil productores no pueden hacer una acción colectiva. Las grandes traders dependen de que ellos liquiden, es decir que se deshagan de la mercadería; por eso ellos tienen el botón de la aspiradora. Si dicen: "bueno, salgo a comprar soja porque voy a exportar", avisan a los 10 mil acopios que trabajan para ellos y toda esa maquinaria, toda esa aspiradora de la pampa húmeda, empieza a chupar soja porque cada uno de los compradores de los acopios empieza a llamar a los productores. El tema es que esa aspiradora tiene que prenderse. Porque si vos no prendés la aspiradora no te vas a hacer nunca de los granos.
¿Vos decís que esa aspiradora no se prendió en 2020 y por eso hubo que sentarse con las traders para que aprieten el “botón rojo”?
—Yo creo que no se prendió. Vos tenés que empujar un poquitito la pelota. Si encima están en un contexto de inflación y de expectativa de devaluación, siempre hay que empujar a los gauchos para que te liquiden.
¿Pero para obligarlos el Estado siempre tiene que ceder o hay alguna manera menos extorsiva de regular?
—Mil formas tenés. Primero, si querés podés sacarle la matrícula para que no exporten más. El Ministro de Agricultura tiene a tiro de firma impedir que cualquiera de las traders exporte en la Argentina. Claro, hay que pegarle al chancho para que aparezca el dueño. Yo creo que, en un marco de confianza, podés tener una posición negociadora dura. No tenés que ser un entreguista del país para generar respeto. Podés ser un tipo duro y generar credibilidad. ¡Mirá la Merkel!
Pero es evidente que el interés de los traders y las necesidades del país mucho no coinciden.
—Esos jugadores tienen vía libre para mover el valor de la moneda de un país, imaginate lo que eso significa. Y quizás no de un solo país, sino de muchos. Hay muchos especialistas en finanzas que generan martingalas con posiciones financieras y si le pasa algo a la moneda argentina se hacen millonarios. ¿Cómo haces para contrarrestar ese incentivo?
¿Cómo?
—Para mí la solución, lamentablemente, es arreglar en el corto plazo y tratar de salirte en el mediano y largo, si no te van a tener de rehén toda la vida. Nosotros tenemos problemas con el clima y ya sabemos que la moneda se devalúa al otro año, o tenemos alguna demora en la liquidación de dólares y hay que mover el valor de la moneda. Mientras sigamos así vamos a estar expuestos a que nos chupen la sangre de por vida. Por eso la única solución es salir de la exportación de materia prima pelada. Todo lo que nos permita subir en la cadena trófica, salirte del vegetal e ir a otros escalones, te ayuda a ir amesetando el riesgo climático, porque ya vas produciendo en base a lo que guardaste. Es diferente la lógica.
¿Qué hace falta para eso?
—Falta conducción desde hace años en la política agrícola. Porque lo que tenemos es una guerra de bandos, entonces el incentivo para las autoridades de la cartera agropecuaria es tomar partido y dar respuestas a uno de los sectores. Yo soy un convencido de que existe una diagonal para salir de ahí, que supere las soluciones extremas o contrapuestas. Necesitamos un político que conozca el sector y ponga en marcha un nuevo principio de industrialización en la Argentina. Si nosotros llegamos a tener vectores industrializantes de aviones en Córdoba, ¿cómo no vamos a industrializar el maíz?
¿O sea que todo depende de que tengamos al ministro de Agricultura indicado?
—No, de Economía. Ahí es donde se corta la pizza.
https://www.revistacrisis.com.ar/notas/un-peronista-en-vaca-viva

Poder Judicial

ANSES instó a jueces y fiscales que comenzaron sus procesos de jubilación a que continúen el trámite o lo retiren. Se trata de alrededor de 200 jueces y fiscales. Una gran cantidad habían presentado sus renuncias al cargo para no perder los beneficios jubilatorios del régimen anterior y mantienen el trámite en stand by. De esa manera, ante cualquier denuncia por mal desempeño pueden optar por la jubilación. La intimación se produce ante la entrada en vigencia de la nueva ley que reformó el régimen de jubilaciones del Poder Judicial.
La comunicación produce las operaciones de sentido por las cuales las características complejas que aparecen en torno a la potencialidad de lo diverso se transforman en las identidades que definen el alcance de las relaciones en un territorio determinado.
Cada elemento debe ser entendido como parte de un contexto que condiciona la naturaleza del sistema con el que se vincula.
Por esto, la operación por la cual la uniformidad periférica se transforma en diversidad activa es comunicacional. Sus mecanismos permiten transformar al entorno en contexto, a través de operaciones de sentido que transforman las funciones de los distintos elementos en relaciones de un sistema común.
En este proceso, el contexto pasa a ubicarse dentro del espacio común mediante las prácticas culturales y es constitutivo de él. La reflexión sobre su influencia debe surgir de su articulación con el sistema en el que opera y se inscribe. Complejizar la reflexión sobre su composición deriva en la caracterización de sus variantes territorial, poblacional o situacional.

El contexto territorial es aquel que, por las modelos de organización de una comunidad, expone formas de vinculación distintas del sistema con el que interactúa, condicionando las prácticas que se dan en este. Dentro de esta variante, las formas de relación suelen ser más informales, los medios de expresión exploran canales alternativos y las dinámicas de vinculación prescinden de los mecanismos institucionales.
El contexto poblacional ubica en las identidades de un conjunto los elementos de distinción respecto al sistema considerado centro. La diversidad de estas características puede ser pensada como un conjunto único, como varios subconjuntos o abordarse desde la entera complejidad. Este contexto poblacional no necesariamente
se ubica como circundante de lo central, sino que aparece integrado a él en múltiples nodos de intervención e interacción.
El contexto situacional está definido por acontecimientos que, por sus características anómalas y su relevancia extrema, provocan hechos que se distinguen de las prácticas habituales de una sociedad. Esta situación, que desborda el margen crítico, tiene consecuencias sobre el sistema e implica la necesidad de adoptar estrategias diferentes para la adaptación y la supervivencia de este.
Cuando lo territorial, lo poblacional y lo situacional son abordados bajo la inespecificidad de lo periférico, las consecuencias de esta generalización tienen impacto en las dinámicas de convivencia. La imposibilidad de definir los rasgos sobre los cuales se estructura esta diferenciación lleva a considerarlas como disfunciones, obligando al sistema a un nivel de abstracción, y de clausura, que limita las prácticas culturales que se desarrollan dentro de él.
La influencia del contexto como práctica comunicacional: el desafío de la integración en la sociedad de la información Santiago Aragón
Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Doctorando en Universidad Austral.
Austral Comunicación  Volumen 9, número 2 (Diciembre de 2020)
La vigésima edición del Simposio Mundial para Organismos Reguladores (GSR-20) tuvo lugar en un momento en que el papel del organismo regulador y responsable de la formulación de políticas de tecnologías de la información y la comunicación (TIC) ocupaba un lugar central en la respuesta y recuperación de la crisis de la COVID‐19. entre el sector de las TIC y otras industrias se ha vuelto cada vez más borrosa. La UIT ha experimentado esta transformación digital de primera mano, con nuevos actores activos en diferentes sectores de la economía que se incorporan a nuestra organización y forman parte de nuestras deliberaciones y discusiones.
Una respuesta inicial de la UIT a la crisis que se centró en el papel de los reguladores y formuladores de políticas fue la creación de la Plataforma de resiliencia de la red mundial (REG4COVID), una herramienta para ayudar a nuestros miembros a responder a la demanda sin precedentes a la que se enfrentan las redes de comunicación. Desde entonces, REG4COVID se ha convertido en un lugar donde los reguladores de las TIC, los responsables políticos y las partes interesadas de todo el mundo pueden compartir las prácticas óptimas y las enseñanzas aprendidas. En el GSR de este año se hizo incluso más evidente que los organismos reguladores y responsables políticos deben trabajar con inversores, incluidos los operadores, para crear las condiciones que alienten la inversión que responderá a las necesidades de quienes no están conectados, ofreciendo más conectividad, pero también más seguridad, mejores calificaciones digitales y una mayor asequibilidad de los servicios de TIC.
La reglamentación basada en la colaboración ha ido ganando impulso de manera constante, lo que refleja un mundo orientado a los datos donde la demarcación Lo que está en juego es el crecimiento económico, la creación de empleo, la innovación y un mundo más seguro y sostenible para todos.
https://www.itu.int/en/myitu/Publications/2021/02/05/14/37/The-impact-of-policies-and-regulation-on-ICT

Facebook versus Australia

La plataforma Facebook bloqueará la posibilidad de ver o compartir noticias de Australia para los usuarios de ese país. Es en respuesta a la aprobación de una ley que requiere que tanto Facebook como Google paguen a los editores por el contenido que se publica en sus plataformas.
Según el comunicado de la empresa, los usuarios australianos no podrán leer ni compartir contenido de noticias australianas e internacionales en la plataforma. Si entrás por ejemplo ahora a un sitio como The Australian en Facebook vas a ver que no tiene publicaciones. Facebook sostiene que su modelo de negocios es diferente al de Google, ya que este levanta automáticamente los contenidos de los medios mientras que en la plataforma de Mark Zuckerberg los contenidos son voluntariamente agregados por los propios medios digitales. Por eso, incluso, Google ha llegado a acuerdos en determinados países como Francia y el Reino Unido. En este último caso, Google firmó un acuerdo con News Corp, propiedad de ¡Rupert Murdoch!, para difundir y generar noticias en conjunto. En Argentina, dicho acuerdo se firmó entre Google, y los diarios La Nación, Clarín y Perfil para la iniciativa de Google News Showcase.
Australia aprobó esta ley que sostiene que, dado que empresas como Facebook y Google se benefician del contenido producido por los medios digitales, estos deberían pagar por ese contenido.

Ya que cerramos con temas de consumo, comunicación y política: si les interesa en especial la política española pueden leer esta crónica de la sesión de control al Gobierno. Y se pueden ver esta respuesta del vicepresidente de gobierno, Pablo Iglesias, sobre uno de los temas de la sesión: los medios de comunicación.
James Breiner es consultor en medios digitales con especialidad en periodismo emprendedor. Actualmente, es profesor visitante en la Facultad de Comunicación en la Universidad de Navarra. Imparte clases en Economics, Media Economics y Multimedia Communication.
Antes de entrar en el mundo académico, Breiner se especializó en periodismo económico. Fue director editorial de Business First of Columbus y director general de Baltimore Business Journal. Su trabajo periodístico ha sido galardonado por Associated Press y Society of Professional Journalists.
Como becario del Centro Internacional para Periodistas, en 2008 lanzó el primer centro de periodismo digital de América Latina, en la Universidad de Guadalajara, México. En los años siguientes, ha realizado consultoría para organizaciones como Poynter Institute, la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano y American City Business Journals. Fue co-director de la maestría en Periodismo Económico Global de la Universidad de Tsinghua, en China, y luego fue profesor invitado en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, México.
Breiner tiene una maestría en literatura inglesa de la Universidad de Connecticut y una licenciatura de la Universidad de Wooster, en Ohio.
Este artículo fue publicado originalmente en el blog de James Breiner, y es reproducido en IJNet con permiso.

Los riesgos y recompensas de la publicidad nativa

En un artículo reciente conté las razones por las que los medios independientes necesitan contratar a sus propios vendedores: así evitan ceder los ingresos publicitarios a las plataformas tecnológicas, y también ofrecen a sus anunciantes un entorno más seguro.
Aunque las publicaciones venden espacios publicitarios convencionales, muchos sitios de de calidad ofrecen algo diferente: publicidad nativa. A continuación te contaré en qué se distingue la publicidad nativa, cómo hacer que la misión y la monetización funcionen juntas, y cuáles son algunos de los riesgos que conlleva.

Noticias de otro tipo
La publicidad nativa — también conocida como contenido patrocinado o publirreportaje — combina elementos de contenido editorial y de publicidad, y se ha convertido en una importante fuente de ingresos para muchos sitios de noticias independientes. Como se describe en la Guía de publicidad nativa del Tow Center:
“Los anuncios nativos tienen la apariencia de noticias reales y son producidos dentro de las propias publicaciones de noticias que desean crear y difundir mensajes comerciales que no se parecen a los anuncios tradicionales que promueven abiertamente el producto (...)  Esta práctica toma prestada la credibilidad de la sala de redacción para mejorar el valor del anuncio diseñado para los clientes".
En algunos casos, el contenido publicitario nativo es similar al periodismo de alta calidad. Otras veces, en cambio, es burdamente comercial, lo que puede afectar la credibilidad de la publicación.
Netflix pagó al New York Times para publicar ese artículo sobre mujeres reclusas para promocionar una serie de ficción sobre la vida dentro de una prisión. El artículo se parece al tipo de reportaje en profundidad que se puede ver en el periódico, pero no fue elaborado por el staff del Times.
Un clic en la frase "publicación paga" le dice al lector que el contenido fue producido por la agencia de publicidad interna de la publicación, T Brand Studio. Las únicas otras pistas de que este artículo es realmente un mensaje publicitario son el pequeño anuncio de la serie de Netflix a la izquierda del título y un gran anuncio de visualización horizontal de la temporada 2 de la serie al final del artículo de 30 párrafos.
The Times eliminó a uno de los intermediarios del antiguo modelo publicitario creando el contenido para el cliente. Este era un trabajo que anteriormente realizaban las agencias de publicidad y supone una nueva fuente de ingresos para el medio.
The Skimm, un boletín de correo electrónico que llega siete millones de mujeres profesionales, empaqueta su publicidad nativa de manera diferente.
The Skimm no acepta publicidad programática a través de plataformas tecnológicas o intercambios de anuncios. De esa manera, puede asegurar a sus patrocinadores que su mensaje no aparecerá junto a contenido racista, sexista u otro material objetable. En otras palabras, garantizan la seguridad de la marca.
Al igual que el Times, The Skimm tiene una agencia de publicidad interna que crea contenido para los anunciantes. Tres de esos anunciantes patrocinaron una sección especial de artículos sobre la adopción de comportamientos más saludables y productivos en el nuevo año.

The Skimm también promueve el comercio electrónico que se alinea con los valores de sus lectores, como la venta de productos amigables con el medio ambiente con el fin de obtener una parte de los ingresos por las ventas. También venden ropa con lemas que abogan por la justicia social, prometiendo que todas las ganancias se destinarán al Fondo de Defensa Legal de la NAACP.

Anuncios nativos como prioridad 

Una de las ventajas de la publicidad nativa es que devuelve el control a la publicación, que vende los anuncios que aparecen en su sitio y se queda con todos los ingresos. Ya no depende de terceros como Google, Facebook, o de intercambios de anuncios basados en algoritmos.
Un estudio del Instituto Reuters encontró que 15 publicaciones de España, Francia y el Reino Unido tuvieron éxito con la publicidad nativa como fuente alternativa de ingresos.
Una encuesta de Reuters a 200 directivos de medios de 29 países encontró que el 75% incluyó la publicidad nativa como una de sus mayores prioridades de ingresos para 2019. Solo las suscripciones y la publicidad convencional obtuvieron mejores calificaciones.
Los sitios de noticias locales que ponen el foco sobre el servicio público de su trabajo están bien posicionados para beneficiarse de la venta de publicidad a las pequeñas empresas en su área geográfica. Este tipo de empresas se ven a sí mismas como parte del tejido social, y les gusta identificarse con la misión de servicio público de una publicación. 

Los riesgos de la publicidad nativa
La guía del Centro Tow detalla los riesgos asociados a esta práctica. Entre ellos: la ética cuestionable de hacer que el texto de un anuncio parezca una noticia; la ética cuestionable de que los periodistas escriban noticias y también textos publicitarios; la falta de personal calificado en los medios para llevar a cabo funciones que corresponden a una agencia de publicidad; el poder del cliente saltarse barreras ética, y la falta de regulación respecto de la veracidad en la publicidad.
El informe de 2015 del Instituto Reuters sobre noticias digitales encontró que el 33% de los usuarios de Internet de Reino Unido y el 43% de Estados Unidos se sintieron "decepcionados o engañados" después de leer un artículo cuando descubrieron que estaba patrocinado por una marca o empresa. Según el informe, esto puede socavar la credibilidad del medio.
Reconozco que los riesgos identificados por Centro Tow y el Instituto Reuters son reales y deben tomarse en serio. Sin embargo, el informe citado indica que los lectores suelen aceptar mejor el contenido patrocinado cuando está claramente etiquetado.
En otras palabras, los lectores quieren transparencia. Para esto, es preciso tener en cuenta algunos principios.
    • Los anunciantes deben cumplir reglas. Publicar un informe especial sobre bancos es aceptable, pero no publicar un informe especial sobre un banco si este compra un anuncio especial en nuestro informe sobre bancos.
    • Debes hacer cumplir reglas estrictas sobre la apariencia y la clasificación de la publicidad nativa o el contenido patrocinado.
    • La tipografía de los titulares y el cuerpo del texto deben ser notablemente diferentes del contenido editorial normal, lo que indicará al lector que ese contenido no es una noticia.
    • Las etiquetas "publicidad de pago" o "patrocinio de pago" o "patrocinado por" deben ocupar un lugar destacado.
    • Tienes que estar preparado para despedir a algunos anunciantes o patrocinadores. Algunos han sido condicionados por publicaciones poco éticas a creer que comprar un anuncio o un patrocinio les da derecho a dictar la cobertura de noticias. Nuestro periódico perdió anunciantes al hacer cumplir esa regla.
Para ser honesto, algunos de los lamentos éticos me parecen excesivos. Las noticias y la publicidad siempre se han mezclado en un mismo paquete. Durante décadas, las secciones de viajes de los medios tradicionales estuvieron respaldadas por anuncios de aerolíneas, complejos turísticos, cruceros y agencias de viajes, algunos de los cuales llegaban a mencionarse en los artículos. Lo mismo ocurre con los artículos culturales sobre exposiciones de arte, películas, teatro, ópera, libros, etc. Y también en las secciones de viviendas de lujo y de moda y de automóviles. La diferencia de esta práctica con la publicidad nativa es una cuestion de grado.
Lo que sí me preocupa
En un domingo memorable hace aproximadamente un año, toda la portada del diario más prestigioso de España estaba dedicada a artículos y fotos del automóvil Ford Focus. Parecía un anuncio. Y lo era. La aclaración de que se trataba de una publicidad estaba incluida — en letra pequeña.
¿El País tenía problemas financieros tan profundos que estaba dispuesto a prostituir su primera plana para Ford? Evidentemente, sí. Y no fue el único medio. Otros diarios de prestigio también sucumbieron
Nos toca estar constantemente en guardia. La credibilidad se gana con el tiempo, pero se puede perder en un minuto.
https://ijnet.org/es/story/los-riesgos-y-recompensas-de-la-publicidad-nativa 

El peligro de quedar enredados en la trampa de los que lucran con la información y la comunicación con la excusa del “cuidado” de las Fakes News y las noticias falsas que muchas veces ellos mismos originan con sus “usinas de rumores”, para alentar las controversias y los estados de ánimos afines a los consumos de sus contenidos y a los intereses de negocios de sus propios grupos y el de sus clientes anunciantes, alcanza en Argentina un nuevo “agujero negro”.
Google dio un paso clave en relación a los medios de comunicación ya que por primera vez pagará por acceder a sus contenidos y mostrarlo a sus usuarios. Lo hizo a través de Google News Showcase, que se lanzó en Argentina por la puerta grande con la firma de La Nación, Grupo Clarín y Editorial Perfil. Se trata de una vía de acceso a contenidos de calidad dando a los lectores información ampliada sobre los principales temas de actualidad.
El Grupo Clarín, La Nación y Editorial Perfil se unen a los más de 400 medios de noticias de varios países que han firmado acuerdos para que su contenido aparezca en Google News Showcase. En Argentina, la iniciativa cuenta hasta ahora con más de 40 publicaciones.
Con Google News Showcase, los editores seleccionarán el contenido que se muestra, brindándoles una forma adicional de resaltar sus historias más importantes. 

Testimonios sobre Google News Showcase

"Estamos muy entusiasmados con lo que esta alianza puede ofrecer a las audiencias argentinas", dijo Andrea Fornes, directora de asociaciones de productos de noticias y editoriales de Google en América Latina. "Showcase genera un valor adicional que ya aporta la búsqueda en canalizar tráfico a las propiedades de los medios en Argentina. Con Showcase, Google impulsará la curaduría editorial y permitirá el acceso gratuito a algunos contenidos de noticias pagas de alta calidad. Los editores tendrán la oportunidad de aumentar el tráfico a sus sitios y atraer a más suscriptores. Esta es nuestra iniciativa más importante para apoyar el periodismo profesional. Tener a Clarín, a La Nación y a Perfil como socios en este programa es una prueba de nuestro esfuerzo continuo para garantizar la sostenibilidad de un ecosistema de noticias próspero en Argentina".
Si bien ya tenía asociada una red de medios, la incorporación de tres de los productores de contenido más influyentes del mundo hispanohablante en una variedad de plataformas (como diarios, radios, estaciones de televisión, canal de TV de cable, revistas y sitios web), es una gran apuesta para Google News ya que traerá a los usuarios de Google News una variedad de noticias editoriales de alta calidad de sus conocidas marcas.
"Estamos satisfechos de poder seguir construyendo una relación madura y productiva con Google en Argentina", declaró Héctor Aranda, CEO de Clarín y clarin.com. “Como titular de varios de los sitios periodísticos más visitados del país, el Grupo Clarín aporta un valor importante al ecosistema y el consumo de contenidos digitales de la Argentina. La posibilidad de que dicho valor sea reconocido por una plataforma relevante como Google es un paso auspicioso”
"Los productos de Google son una fuente importante de tráfico para La Nación y estamos seguros de que Showcase nos permitirá mostrar algunos de nuestros artículos de manera atractiva para aquellos usuarios de Google News. Sin duda es un nuevo paso hacia adelante en la construcción del vínculo entre La Nación y Google en favor de nuestras audiencias", declaró Francisco Seghezzo, CEO de La Nación.


“La salud del ecosistema digital debería ser el principio fundamental detrás de cada paso que den los medios y las grandes plataformas tecnológicas, buscando reducir la desinformación y el fraude digital. Uno de los principales antídotos es el periodismo de calidad, con información chequeada, investigación y análisis crítico: el periodismo de siempre, que es pieza elemental de los sistemas democráticos. El periodismo en el que creemos en PERFIL. Celebramos que Google finalmente haya dado un paso muy importante apostando por el contenido periodístico y por la curación y edición humana", Agustino Fontevecchia, director digital y videpresidente de Editorial Perfil.

Qué es Google News Showcase 

Desde octubre de 2020 Google News Showcase funciona en Brasil y Alemania, con el objetivo de promover el acceso a periodismo de calidad, asociándose con medios confiables que producen contenido. Se puede acceder a este contenido de alta calidad a través de las aplicaciones Google News y Discover, disponibles para Android e iOS. La función pronto estará disponible también en la Búsqueda.
La empresa está invirtiendo mil millones de dólares durante un período de 3 años, con el objetivo de firmar alianzas similares con medios de todo el mundo, un compromiso ante la infodemia y la proliferación de las fake news.
https://www.perfil.com/noticias/medios/que-es-google-news-showcase-la-plataforma-a-la-que-se-suman-clarin-la-nacion-y-perfil.phtml

¡Cuán lejos del espíritu de la ley de medios que se basaba en el principio que considera a los Servicios de comunicación e información como “servicios públicos”!
Bajo consideraciones aparentemente justas, se atribuyen el poder de policía siendo ellos mismos los perpetradores de muchos de los crímenes que se suponen deben “reprimir”, “censurar” y “vigilar”.
La trama se cierra como un “agujero negro” que engulle todo a su paso … ¿Quedará lugar para eso que llamamos libre expresión y derecho a la información?


Daniel Roberto Távora Mac Cormack

Comentarios

Entradas populares de este blog