Disenso: alimento de la democracia del pueblo



Las demandas frente a la globalización transnacional neoliberal comienzan a encontrar espacios dónde definir alternativas.

Frente a la hegemónica posición del discurso financierista, bien vale los debates y el disenso a la hora de construir hegemonía popular.

Más certezas que dudas en un foro virtual exitoso

Revisión del Foro Social Mundial 2021  

Hacia un FSM en vivo y virtual en 2022 en México

Sergio Ferrari

Ginebra

El pasado domingo de enero finalizó un verdadero maratón de nueve días con casi 800 actividades propuestas por 1.300 organizaciones que animaron el Foro Social Mundial (FSM) virtual 2021. En esta edición participaron unas 10.000 personas de 144 países. El siguiente paso: el próximo FSM que se realizará, si la pandemia lo permite, en 2022, en México.

Lo que acabamos de experimentar es un eslabón en esta larga cadena de 20 años del Foro Social Mundial. Un paso de confirmación y fortalecimiento ”, explica Rita Freire, periodista y comunicadora, responsable de Ciranda.net -plataforma de información alter-globalista creada en 2001- y miembro del Grupo Facilitador que lanzó este foro virtual. Rita no oculta su sorpresa y entusiasmo por el tamaño de esta convocatoria que superó todos los cálculos, incluso los más optimistas.

Punto de partida y dilemas

Rita mira hacia atrás y busca un punto de partida que permita hacer balance: el Foro Social de las Resistencias de Porto Alegre, enero de 2020. “Allí enfrentamos grandes desafíos. Llegamos a un consenso de que para continuar teníamos que garantizar un FSM reactivado, vigoroso, con capacidad real de convocatoria, incidencia y compromiso constante con las luchas sociales ”, recuerda.

La pandemia obligó a cambiar la hoja de ruta, pero no los exigentes objetivos propuestos. La pregunta clave era si esta edición fortalecería el FSM, recuerda. Y hoy la respuesta es positiva: “Desde el primer día, 23 de enero, cuando tuvo lugar la marcha virtual de apertura, nos dimos cuenta de que lo que estábamos viviendo era realmente sorprendente. Con intercambios de experiencias, videos, reflexiones de personas de los rincones más lejanos del mundo, en idiomas que a veces no entendíamos, así como ricos aportes de movimientos y organizaciones sociales ”.

Se confirmó que “lo virtual puede ser un aliado de procesos vivos y reales. Aunque es necesario reconocer que lo digital no es un medio viable para muchas personas, especialmente en países que no tienen los medios para conectarse a Internet ”.

Por ahora, nos enfrentamos a una segunda contradicción que es difícil de resolver. “Para comunicarnos utilizamos teléfonos celulares cuyos componentes utilizan materias primas que provienen de países como la República Democrática del Congo, donde la apropiación de estos recursos naturales motiva guerras y enfrentamientos.

Otra contradicción adicional: todavía debemos confiar en medios que son monopolistas, como Facebook, Zoom o YouTube. No tenemos nuestras propias herramientas gratuitas que sean fuertes y soberanas ”.

Podemos utilizar lo virtual, sin olvidar que no es necesariamente maravilloso, ni justo y que, en muchos casos, refleja un privilegio derivado de un inaceptable sistema de explotación ”, reflexiona. Y recuerda que el mismo nacimiento del Foro, en 2001, en Porto Alegre, se logró gracias a la convocatoria lanzada al mundo a través de internet. Y luego, los medios de comunicación y las redes sociales esenciales para el movimiento alter-globalista comenzaron a crearse y fortalecerse.

Convergencias para disputar el poder

Rita Freire afirma que fue un éxito organizar el FSM actual en base a ejes temáticos precisos. Las actividades organizadas requirieron “diálogos previos entre organizaciones, consensos, convergencias que reforzaron un ejercicio importante para los actores sociales, sin desconocer las diferencias y posibles conflictos que deben resolverse internamente. Este foro ha sido un proceso participativo amplio durante meses ”.

Muchas de las discusiones del FSM actual reflexionaron sobre las alternativas para el planeta pospandémico, tanto en el ámbito ambiental, económico, informativo, de construcción y fortalecimiento de la democracia, luchas feministas, migratorias, de pueblos indígenas y minorías étnicas, destaca.

Se trata, con toda razón, de entender este diálogo constante entre actores sociales no solo como una simple retórica intelectual, sino en la perspectiva “de reforzar convergencias, imaginar acciones y movilizaciones futuras comunes; en definitiva, proyectar propuestas globales que permitan disputar el poder con quienes lo detentan ”, enfatiza.

Muchas de estas posibles propuestas discutidas en el FSM refuerzan esta esperanza futura, dice. Y enumera algunos ejemplos ilustrativos: saber que los trabajadores de Google están promoviendo la idea de construir un único sindicato global; que las comunidades indígenas de México desarrollen formas alternativas de Internet; que los medios libres buscan fortalecerse; que hay organizaciones que están proponiendo una gran campaña para ilegalizar la pobreza y anticipar propuestas concretas a nivel nacional para avanzar en esa dirección. Sin olvidar también los debates sobre el papel fundamental de los Estados en situaciones como la actual, la importancia de los servicios públicos, la carga asfixiante de la deuda para nuestros pueblos - y las opciones para combatirla -, las formas originales de lucha mediática y cultural. para combatir la cosmovisión y la sociedad impuestas por los monopolios.

Próximos pasos

El proceso continúa y el futuro del FSM señala un alto en México el próximo año si la pandemia lo permite. “Nada reemplaza a los abrazos. No podemos bailar juntos online ”, dice el comunicador brasileño, convencido de que el presencial y lo virtual deben combinarse. México podría ser como un centro, un corazón del evento conectado con el resto del mundo. Una fórmula multicéntrica y policéntrica.

Un Foro Social Mundial configurado como un tema global, donde la fuerza de los movimientos y organizaciones se expresa en un impacto real. En otras palabras, para Rita, quien también es parte del Consejo Internacional del FSM, “el FSM debe construir una metodología de toma de decisiones profundamente democrática y no hegemónica; que, en esencia, respeta las divergencias que existen en su seno, sin quedar paralizado por ellas. Hay que reconocer que el debate sobre la necesaria evolución del método de ser y hacer es la forma de construir convergencias en la diversidad ”.

Si la discusión interna es viva e intensa, uno de los temas que la motiva se refiere a la esencia misma del FSM, como espacio de encuentro-reflexión-debate o como actor social.

Y Rita Freire no tiene miedo a la respuesta, refiriéndose a la posición adoptada por el Colectivo de Organizaciones Brasileñas en el Consejo Internacional: “No vemos ninguna contradicción en que el FSM es un espacio de encuentro, debate y articulación de acciones y, en el Al mismo tiempo, actor en la escena internacional. Sentimos que el proceso abierto hace 20 años ha buscado cumplir este rol en estas dos décadas ”. Y ejemplifica: “son innumerables las redes y articulaciones que surgieron en los espacios del FSM e innumerables las propuestas elaboradas e implementadas desde su nacimiento, en 2001, muchas de ellas, incluso, contribuyendo a la elaboración de políticas públicas implementadas por gobiernos de varios continentes ".

El FSM ya ha actuado como actor global, enfatiza, “publicando declaraciones, liderando acciones globales, defendiendo ideas y valores, aunque hay controversias al respecto. Como afirman las organizaciones brasileñas en el Consejo Internacional, ha sido un proceso dinámico, que se ha multiplicado en foros temáticos, regionales y nacionales, asambleas sociales, mujeres y diferentes convergencias; un espacio de diversidad, riqueza y amplitud de movimientos sociales, como sucedió en el FSM 2018, en Salvador, Bahía; y en los diálogos que marcaron las distintas reuniones ampliadas de 2020…. Sin embargo, se puede hacer más ”, dijo el responsable de Ciranda.net.

En el horizonte, el sueño - no imposible - de una sociedad civil planetaria movilizada, cuestionando el sistema hegemónico y construyendo alternativas viables post-pandemia y post-sistémica, cimentando un mundo más justo y equitativo, concluye. + (PE) Las fases industrial y financiera del capitalismo coexisten en un mundo donde un puñado de monopolios tecnológicos controla la obtención, procesamiento, almacenamiento, disponibilidad y manejo de todo tipo de datos. Esto les permite imponer su lógica de acumulación a todo el planeta. Su control sobre la extracción ilimitada de información deriva en manipulación de comportamientos y formas de pensar. Su capacidad para monetizar esta información les permite realizar enormes ganancias y absorber ingresos, rentas y excedentes provenientes de otras formas de explotación social. Se abre así un horizonte ilimitado de acumulación de ganancias y control social con una lógica que subvierte todas las reglas del juego conocidas. Así, sobre las ruinas del capitalismo que conocemos se atisba un nuevo monstruo que pugna por trascender los territorios y los espacios y escalando hacia el control de la estratosfera genera nuevos conflictos en el mundo entero.

La pandemia ha creado una oportunidad única para potenciar el control sobre la vida social y acumular ganancias a escala mundial. Sin embargo, al mismo tiempo que abre el camino al desarrollo de nuevas tecnologías de punta, su impacto sobre la economía y las finanzas multiplica los desbarajustes preexistentes. El resultado es una mayor concentración económica y financiera en circunstancias que profundizan la fragilidad sistémica. En esta paradoja navegan los monopolios y su talón de Aquiles sale a la luz del día. En todos los tiempos, las grandes crisis económicas y financieras han alimentado estallidos de protesta social que, en mayor o menor grado, amenazaron a las estructuras de poder vigente. Ahora el poder de los monopolios enfrenta sus limites en la fuerza colectiva y organizada de quienes los padecen.

En tiempos recientes la utilización de las redes sociales ha contribuido a la irrupción de movimientos de protesta social, que con variado éxito han mostrado que la unión hace a la fuerza. Esto no es poca cosa. La percepción social de la fuerza colectiva ha sido un elemento decisivo para producir el cambio social en todas las épocas de la humanidad. En nuestros tiempos, la hegemonía social se ejerce aislando a los ciudadanos en compartimentos estancos que, regidos por los valores de la meritocracia, compiten eternamente entre sí. Desarrollar una fuerza colectiva que pugne por un interés común implica romper este aislamiento y avanzar hacia nuevas formas de organización social. Así, tanto en el centro como en la periferia del capitalismo global monopólico los límites al desarrollo de los monopolios quedan cada vez mas expuestos.

En estos días, el ámbito de las finanzas norteamericanas ha abierto una ventana extraordinaria por la que se vislumbra el modo en que las tecnologías de punta se insertan en la lucha entre los pocos que tienen mucho y los que son más y tienen poco o nada. Los avances en tecnologías aplicadas a la comunicación y al procesamiento de datos han abierto la posibilidad de democratizar al mercado financiero realizando transacciones a través de diversas app móviles, sin pagar comisión y apostando con pequeños montos de dinero. Al mismo tiempo, las redes sociales han hecho posible la discusión colectiva sobre los fenómenos financieros. La conjunción de ambos fenómenos ha permitido que muchos pequeños inversores se junten virtualmente y apuesten en una misma dirección provocando fenómenos inesperados que, repercutiendo en cascada, tienen un impacto impredecible sobre la economía y la política.

Como un rayo en cielo sereno, este fenómeno en pleno desarrollo contribuye a desnudar los mecanismos del sistema financiero que permiten a los peces grandes comerse a los pequeños y acaparar una proporción creciente del ingreso de la sociedad. La importancia de este movimiento trasciende a las vicisitudes de la política norteamericana que analizaremos en el futuro. Ahora queremos ver cómo este movimiento ilumina nuevos caminos para producir un cambio social en la periferia.

Peces pequeños vs. tiburones en Estados Unidos

La actividad especulativa derivó en la crisis financiera internacional de 2008. Ecos de este pasado resuenan ahora, con nuevos actores y con un riesgo sistémico que se ha potenciado enormemente. Grandes fondos de inversión acosan a empresas altamente endeudadas y jaqueadas por la pandemia apostando a la baja del valor de sus acciones. Gamestop, una empresa de videojuegos, ha ocupado en los últimos tiempos el segundo lugar en el ranking de empresas más jaqueadas por el shortselling en el mercado financiero norteamericano.

En esta estrategia, un inversor toma en préstamo acciones de una determinada empresa, y las vende enseguida. Cuando el precio cae las recompra, devuelve las acciones que tomó inicialmente en préstamo y se queda con una ganancia. Se espera que el valor de la acción caiga durante el tiempo que dura el contrato del préstamo con que se inicio la operación. Hay en todo momento lugar para las trampas. Una de ellas consiste en el naked shortselling, donde el que hace la operación no posee las acciones ni ha hecho arreglos para conseguirlas. O sea, vende acciones fantasma.

Desde fines de 2020 la cantidad de acciones involucradas en el shortselling de Gamestop , y de otras empresas, por parte de grandes fondos de inversión superaba ampliamente la cantidad de acciones existentes. Esto atrajo la atención de los lideres de un grupo de dos millones de usuarios del foro wallstreetbets (WSB) que opera en la red social Reddit integrada por seis millones de usuarios en diversos grupos, según sus intereses (subreddit). Los usuarios de WSB (es decir, apuestas en Wall Street) discutían cuestiones financieras y realizaban apuestas a través del broker online robinhood. El denominador común de (WSB) fue desde el inicio, la juventud de los usuarios, los ingresos bajos, el desempleo y el humor delirante y sarcástico. Muchas de las apuestas se hicieron con cheques provenientes de la ayuda financiera dada en el 2020 por Trump para capear la pandemia.

Liderados por un usuario con conocimientos financieros sofisticados, desde fines de 2020 los integrantes de (WSB) se lanzaron a jaquear a los grandes fondos apostando a la suba de las acciones de Gamestop y también de otras empresas asediadas por el shortselling. Pronto las apuestas colectivas de (WSB) se convirtieron en una ola imparable que llevó el valor de las acciones de Gamestop de 6 dólares cuatro meses atrás, a 18.3 el 6 de enero, a 43,03 dólares el 21 de enero, a 147,98 dólares el martes 26 y a 347,51 dólares al cierre del 27 de enero pasado. Por ese entonces (WSB) nucleaba a 7 millones de usuarios. Miles de posteos definían al movimiento como una cruzada de los pequeños inversores con el objeto de ganar dinero infligiendo daño a los grandes fondos de inversión por su manipulación constante de las finanzas en perjuicio de los que menos tienen. Exponían la ira por la manipulación de los mercados financieros en 2008 que salvó a los peces gordos culpables de la debacle haciendo caer el peso de la crisis sobre las propiedades, ahorros y trabajo de los pequeños inversores. Nada había cambiado desde ese entonces. Había llegado el momento de la venganza.

Impactos y mecanismos de “estabilización

Hacia la última semana de enero la apreciación de las acciones de Gamestop y otras empresas había infligido serios daños a los fondos de inversión. Uno de ellos, Melvin Capital, perdió el 55% de su capital hasta que fue rescatado por su socio Citadel Securities (finance.yahoo.com 30 1 2021 ) Al subir el valor de las acciones de Gamestop, los fondos de inversión salieron en manada a cubrir su posición en corto comprando más acciones de Gamestop en el mercado. Esto multiplicó la presión a la suba, convirtiendo al proceso en un short squeeze, es decir en un apriete drástico, de pérdida continua: para cubrirse, los fondos compraban acciones contribuyendo a la escasez creciente de las mismas y retroalimentando la suba de su valor.

Otros actores también fueron perjudicados por la ola desatada por (WSB), entre ellos bancos y entidades financieras que hacían transacciones con derivados, es decir con artefactos complejos que incluían acciones de Gamestop y otras empresas asediadas por el short selling. Así, la ola inicial golpeó también al mercado de opciones/derivados, aumentando su impacto sobre el sistema financiero por el volumen y tipo de activos y por los brokers involucrados. La posibilidad de multiplicación del impacto en cascada tuvo además efectos colaterales, muchos de los cuales están todavía en pleno desarrollo.

Robinhood se encontró en una situación comprometida por la falta de fondos disponibles para cubrir las transacciones de sus usuarios. Pidió fondos frescos a su principal financista privado: Citadel Securities. Este, siendo socio de Melvin —uno de los fondos de inversión heridos de muerte— le concedió rápidamente 2.000 millones de dólares presionándolo al mismo tiempo para que bloquease inmediatamente las cuentas de los usuarios de (WSB). Esto provocó una caída de las acciones en disputa, dañando a los usuarios de (WSB) y liberando a los grandes fondos de inversión encerrados en el shortselling (zerohedge.com 28 y 29 1 2021). La reacción de los usuarios de (WSB) contra robinhood fue inmediata. Acusándolo de manipulación, iniciaron una campana de descalificación de la plataforma con propuestas de abandono de la misma. Esto motivo la inmediata intervención de Google censurando las opiniones de los usuarios en las redes (zerohedge.com 29 1 2021)

Robinhood levantó el bloqueo de cuentas el 29 de enero, pero a partir de entonces instauró severas restricciones a las transacciones con las acciones en cuestión. El conflicto escaló en una demanda judicial contra robinhood, cuya explicación fue que la presión para desactivar al (WSB) venia de “arriba” (what happened this week blog.robinhood.com 29 1 2021). Ocurre que cada operación de compra venta de activos financieros se registra en una cámara de compensación o clearinghouse: la Depository Trust & Clearing Corporation (DTCC). Esta controla toda la operación: desde el registro hasta la transferencia de fondos al vendedor y al comprador (clearence and settlement), proceso que insume dos días. La DTTC es una corporación privada que monopoliza la supervisión de todas las transacciones financieras y de los servicios vinculados a las mismas. DTTC, a su vez, es monitoreada por la SEC (Security and Exchange Commission, organismo oficial que regula a los mercados) que por ese entonces manifestaba preocupación por lo que estaba pasando. La DTTC multiplicó súbitamente por diez los requisitos de depósitos de cobertura obligatoria exigidos a robinhood y otros brokers de pequeños inversores, logrando así la caída del valor de las acciones encerradas en el shortselling, salvando a los fondos que estaban en corto e infligiendo daños a los usuarios de (WSB).

Efecto en cadena y censura

Mientras tanto, los fondos de inversión afectados por el squeeze no se habían quedado quietos. Por un lado vendieron acciones de empresas tecnológicas para obtener el efectivo necesario para comprar las acciones que encestaban para cubrir su posición de corto en Gamestop y otras empresas. Esto provocó la caída del valor de las acciones más líquidas y populares: las tecnológicas (BOFA, zerohedge.com 31 1 2021). También redimieron las acciones de Gamestop que integraban el núcleo de algunos ETFs (Exchange traded funds, un tipo de activo que incluye agregados con múltiples activos financieros).

En la última semana de enero las transacciones de pequeños inversores representaban el 20% del volumen total el mercado norteamericano (zerohedge.com 29 1 2021) y Gamestop era la acción más intercambiada en el mundo entero, con un volumen diario de 20.000 millones de dólares.

Esto último permite pensar que dinero proveniente de grandes bancos (dar Nonell) y fondos rivales se había sumado al proceso para hacer rápidas ganancias (wallstreetonparade.com 2 2 2021). Hacia el fin de semana, los posteos de (WSB) amenazaban con atacar al mercado de la plata y el valor de este metal aumentaba súbitamente un 30 %. Esto detonó el clamor pidiendo la intervención oficial para regular la hecatombe generalizada. Mientras los medios despotricaban contra la “falta de ética” de una “insurrección” que tenía por objetivo cambiar las leyes del mercado, Google, Twitter y Facebook contribuían a censurar abiertamente las opiniones de los usuarios de (WSB) en las redes sociales.

Esta semana Janet Yellen, la nueva Secretaria del Tesoro, convocó a una reunión de todas las autoridades financieras a fin de investigar y sancionar “la colusión de los inversores para alterar el valor de las acciones” y se anuncio la intervención del Congreso para investigar el caos financiero. Las acciones de Gamestop caían en picada, los usuarios de WSB llegaban a los 10 millones, empezaban a acosar empresas con escasa liquidez y circulaba profusa información sobre el millón de dólares pagado a fines del 2021 a Yellen por Citadel como parte de los 10 millones recibidos ese año por la titular del Tesoro por conferencias y asesoramiento dado a los principales brokers financieros que ahora va a investigar (wallstreetonparade.com 4 2 2021, zerohedge.com 1 2 2021).

Argentina, monopolios vs gobierno

Esta semana el gobierno ha llamado a un Acuerdo de Precios y Salarios con participación de la CGT y organizaciones de grandes empresarios. También ha firmado un Acuerdo con los exportadores de carne para disminuir en un 30% el precio de ciertos cortes de consumo popular. El gobierno cree que la “dinámica” de las discusiones permitirá controlar la inflación. Sin embargo, la experiencia de muchas décadas muestra que los monopolios terminan bloqueándola, jaqueando a la “macroeconomía” y a la estabilidad política del país.

Según el ministro de Economía, en 2021 los salarios deberán aumentar más que la inflación y el aumento del consumo permitirá estimular la recuperación económica. Esta promesa contradice la agenda de los monopolios. Estos ignoran la pobreza, la indigencia y la pandemia y se rigen por los precios internacionales de los commodities vinculados a la producción de alimentos. Mas allá de factores coyunturales, estos precios son especialmente afectados por la especulación de grandes fondos de inversión con derivados que tienen como componente fundamental a la materia prima de los alimentos. Desde 2008 la especulación con estos derivados llegó para quedarse y ahora amenaza con desencadenar una hambruna en el mundo.

Cecilia Todesca Bocco, vicejefa del Gobierno, sostiene que “no puede ser que los precios de los alimentos se disparen por la suba del precio internacional y que todos nos quedemos mirando”, y advirtió que “no se descarta una suba de retenciones… No tenemos herramientas y tenemos que usar todo lo que tengamos. Nosotros apostamos al diálogo”. Los grandes empresarios, en cambio, apuestan a realizar ganancias extraordinarias. De ahí que rechazan la ley de Góndolas, y no conceden ni comparten nada. El Acuerdo para reducir los precios de la carne ha excluido a las organizaciones y federaciones que representan a los mayoristas, almaceneros y supermercadistas del interior del país. Más aún, el acuerdo sólo satisface una demanda que se estima es el 3% del total que se consume y se concentra en zonas urbanas bien alejadas de los barrios más carenciados (ámbito.com 27 1 2021). Asimismo, si bien el gobierno ha acordado con los exportadores de aceites (CIARA) llegar a un arreglo o fideicomiso para que los fabricantes de aceite comestible bajen sus precios internos, este aceite —junto con otros productos incluidos en precios máximos y cuidados— es ahora objeto de desabastecimiento (cronista.com 2 2 2021, lanación.com 1 2 2021).

En este contexto, y para que la “dinámica” del dialogo llegue a buen puerto, el gobierno haría bien en aplicar la ley de Desabastecimiento con el máximo rigor y transparencia pública y utilizar la experiencia de (WSB), analizada más arriba, para articular medidas que permitan vehiculizar la fuerza colectiva de los consumidores en un movimiento de control ciudadano de los precios en todas las instancias de las cadenas de valor en la producción de los principales alimentos que consume nuestra población.

https://www.elcohetealaluna.com/el-talon-de-aquiles-de-los-monopolios/

El crecimiento de la economía este año superará con comodidad la proyección oficial de 5,5 por ciento que figura en el presupuesto. La recuperación del PIB será del 6, el 7 y hay funcionarios en el gabinete económico que estiman que podría llegar al 8 por ciento con un poco de viento a favor y un buen acuerdo con el FMI. El optimismo parte de un dato que se conoce ahora y que era una incógnita cuando se elaboró el Presupuesto: cuánto cayó la economía el año pasado. La proyección era de una baja del 12,1 por ciento, pero finalmente la contracción se ubicará entre 9,6 y 9,8 por ciento, lo que sigue siendo una cifra impactante, aunque menor al 10,9 por ciento que retrocedió el PIB en 2002, año que conservará el record de ser el peor de la historia económica reciente.

La diferencia entre lo presupuestado y lo que finalmente será el resultado de 2020 deja un mejor arrastre estadístico para este año. Sin hacer nada, solo manteniendo el nivel de actividad de diciembre, la economía crecería 5,3 por ciento en 2021. La expectativa en el Palacio de Hacienda es que las cosas irán mejor que eso, como ya se observa en los primeros indicadores de enero, y por eso toma cuerpo la idea de que la economía se subirá a la escalera del 6, 7, 8.

El rebote es en forma de V sobre todo para la industria y la construcción. Eso tiene ventajas en materia de empleo y, en consecuencia, de suba de la masa salarial, lo que a su vez traccionará al consumo interno y el comercio, el otro gran generador de puestos de trabajo, prácticamente a la par de la actividad fabril. Esparcimiento, turismo y gastronomía siguen dependiendo de la evolución de la pandemia y la posibilidad de abrir actividades. La aguda crisis en esos rubros le agrega a la V una flecha hacia abajo, para transformarla en una K. De todos modos, el balance final del PIB seguirá siendo positivo en el rango mencionado anteriormente.

El mayor riesgo para ese cuadro de situación es que la segunda ola de contagios de coronavirus que se anticipa para abril sea muy superior a lo esperado y obligue al cierre masivo de actividades. No es la hipótesis principal en el Gobierno, sino que hay confianza en que los avances en la campaña de vacunación permitirán mantener en funcionamiento los sectores que ya están activos.

El otro elemento clave que marcará el resultado del año es la negociación con el FMI. Dentro del organismo hay miembros del staff y directores de países europeos que consideran que la Argentina debería reducir el desequilibrio fiscal de manera más acelerada de lo que está proponiendo el ministro de Economía, Martín Guzmán. Las conversaciones que viene manteniendo Alberto Fernández con presidentes de distintas naciones buscan vencer esas resistencias. El Presidente expone cuál es el plan del gobierno para rescatar la economía y generar condiciones de pago al organismo y a los acreedores internacionales dentro de cuatro años.

El desembarco de David Lipton como asesor de la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Yanet Yellen, generó cierta preocupación en los negociadores argentinos, dado que Lipton, como ex número dos del FMI, fue uno de los gestores del acuerdo del Fondo Monetario con el gobierno de Cambiemos y se lo considera un duro en materia fiscal. De todos modos, el gabinete económico ve posible concluir las negociaciones antes de mayo y supone que, con el acuerdo cerrado, se terminará de despejar el panorama financiero y cambiario para este año y se consolidará la reacción de la economía.

En ese escenario, el dólar empezará a utilizarse como ancla para contener la inflación. Hasta entonces el ritmo de aumento en la cotización de la divisa será el que se viene observando desde comienzos de año, con una suba hasta el momento del 3,7 por ciento y un alza de la inflación que sería levemente superior. El objetivo del gabinete económico es que el tipo de cambio acompañe la suba de precios en el balance anual, pero el ritmo será más intenso en el primer cuatrimestre y retomará impulso en los últimos meses del 2021, una vez que pasen las cruciales elecciones de octubre (o noviembre, como resta definir en las próximas semanas). En el período más intenso de la campaña y la disputa electoral, el billete verde se movería más lentamente y ayudaría a disminuir las presiones inflacionarias.

Igualmente, la meta de un alza del IPC de 29 por ciento en el año parece difícil de alcanzar, según admiten los propios funcionarios. Pero sí manifiestan confianza en que se logrará una baja respecto del 36,1 por ciento de 2020. En ese caso, será clave que las paritarias establezcan cláusulas de revisión a fin de lograr el promocionado objetivo de que los salarios le ganen a los precios. Es lo que ocurrió con el acuerdo de los trabajadores bancarios. Este viernes había satisfacción en el Gobierno por el gesto de confianza de ese gremio, que suele conseguir aumentos por arriba de la inflación. Aceptó cerrar en 29 por ciento, con cláusula de revisión, y le dio crédito a la estrategia oficial de acomodar la economía en torno a ese parámetro.

Una economía en crecimiento, con el dólar bajo control y el riesgo país debajo de los 1000 puntos –actualmente se ubica en 1445-, luego de haber cerrado con el FMI, mejoraría las posibilidades electorales del oficialismo.

Esta semana se pudo observar que la posibilidad de concretar transformaciones estructurales no solo depende de la voluntad política. La cautelar que concedió el juez federal de Córdoba Ricardo Bustos Fierro, un magistrado con antecedentes de fallos a favor de sectores concentrados, como el del famoso rebalanceo telefónico en 1997 o el que benefició a Fibertel en 2010 en otra pulseada clave con el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, ahora con una decisión contraria a la regulación de tarifas en telecomunicaciones por parte del Estado, puso en evidencia la necesidad del Frente de Todos de ampliar su fortaleza política con un triunfo claro en las próximas elecciones. La economía, se esperanzan en el Gobierno, esta vez jugaría a favor. 

https://www.pagina12.com.ar/322048-la-economia-de-2021-6-7-8-de-crecimiento


Este año será mejor que el 2020 pero, por eso mismo, más difícil”. Funcionarios y cuadros del oficialismo enuncian la paradoja aparente, descifrable cuando se explayan. El año pasado todo fue caída, sorpresa, incertidumbre. En el actual hay perspectivas mejores en términos relativos pero las metas son exigentes, no están garantizadas, Las sigue amenazando la pandemia cuyos rebrotes pueden ponerlas en jaque.

El PBI, por lo pronto, crecerá después de una caída brutal aunque menor a los pronósticos más pesimistas. El Presupuesto estima una suba del 5,5 por ciento. Más tacaño, el Fondo Monetario Internacional (FMI) vaticina un 4,5 por ciento, Como señala David Sufre en el artículo precedente, integrantes del Gobierno confían en una escalada del 6,7 o hasta 8 por ciento del PBI. El presidente Alberto Fernández está enrolado en el bando de los optimistas. La dificultad, en este aspecto, es sostener el crecimiento, No será igual 4,5 que 6 ni una suba que se sostenga desde el verano, que otra que remolonee unos meses.

 * Se volverá, con cuidado y escalonadamente, a las clases presenciales. Lo anhelan las familias, los docentes, las autoridades de la abrumadora mayoría de las provincias. La dificultad, simplificando, estriba en hacerlo de modo gradual, atendiendo a los riesgos y a las características de cada terruño y cada escuela. Minimizar la posibilidad de regresiones, que las habrá todo modo,

El Consejo Federal de Educación (CFE) se reúne el 12 de febrero, presidido por el ministro nacional Nicolás Trotta para acordar coordenadas, criterios, principios. Luego se irá resolviendo en cada provincia y hasta en cada escuela,

* El Consejo Federal de Educación es una institución arraigada con reglas e integrantes determinados por ley. En cambio el cónclave que tendrá como misión buscar un Acuerdo de precios y salarios (“el Acuerdo”, en adelante) hace su camino al andar. Falta determinar qué representaciones sindicales y empresarias lo integran, como será su funcionamiento, Incluso si participan las organizaciones populares (“lo estamos estudiando” comentan dos ministros, dejando final abierto). También el rol que jugará el Gobierno.

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Hay que tender la mesa; Los objetivos son en apariencia modestos (o sensatos, usted escoja) numéricamente pero muy difíciles de plasmar. El ministro de Economía Martín Guzmán y la vicejefa de Gabinete Cecilia Todesca Bocco los resumen en declaraciones periodísticas. Que se reduzca la inflación respecto de 2020 y que los salarios le ganen a los precios en la desigual pugna “aunque sea un punto porcentual”. O sea, seguir desacelerando la inflación heredada del gobierno de Mauricio Macri y mejorar la distribución del ingreso. Un, repetimos, cauto plan de estabilización combinado con una intervención virtuosa en la puja distributiva.

Cuesta remixar con éxito ambos propósitos, nuestra historia es pródiga en intentos fallidos o sesgados, Hoy en día, choca con las tendencias de época y las correlaciones de fuerzas. No es habitual puntualizarlo pero los aumentos de sueldos son más fáciles de controlar que los de precios. La tendencia reconoce excepciones en circunstancias de enorme poder gremial, de pleno empleo, de estados benefactores interviniendo fuertemente… nada que ver con la coyuntura.

La primera reunión se realizará el miércoles. El Gobierno cabildea arrancar solo con las representaciones de los trabajadores. Luego otra de empresarios. Mixtas, más adelante. En todo caso habrá más de una reunión, toma y daca.

El designio es llegar a un pacto que se sostenga durante meses que en la contingencia equivalen a una eternidad. De nuevo y por penúltima vez aunque vale para toda la columna: es tan necesario como difícil.

Los aumentos de precios al consumidor, en especial los de alimentos, vencieron a un ramillete de políticas públicas.

Se acumularon medidas de control. Al comienzo a cargo de la Dirección General Impositiva (DGI) con despliegue de inspectores y facultades para cierres. Se requirió apoyo de intendentes para vigilar si se cumplían los precios máximos. Se especuló con movilizar ciudadanos idea poco fecunda cuando primaba el Aislamiento social preventivo obligatorio (Aspo). Precios Cuidados agregó otro recurso al combo,

Economía confiaba, en simultáneo, en que “tranquilizar” variables induciría merma de la inflación. El acuerdo con los acreedores privados de deuda externa, la victoria (rotunda y provisoria) sobre los ataques devaluacionistas en la City, el congelamiento de tarifas (logros de la gestión Fernández), no bastaron para domar los precios. La Ley de Góndolas, interesante iniciativa para diversificar la oferta de productos al consumidor, demoró meses en reglamentarse. La resistencia de los formadores de precios hizo, a veces, sistema con fallas de gestión.

En suma, ni las medidas de control ni las estabilizadoras fueron suficientes. Por eso el Gobierno “vuelve” a la política. Una concertación transitoria, voluntarista, que empieza a rodar. Convocar a la responsabilidad colectiva, conseguir que las patronales bajen un cambio.

La paz social rayó alto en el año de la peste negando agorerías de la derecha. Mérito de las acciones oficiales, de los trabajadores estatales o privados, de la sociedad civil, de organizaciones populares, sindicales. La gobernanza económica se inscribe como objetivo. Para eso se tiende la mesa.

Comienzan a cerrarse las paritarias. “Sin techo” cantan en canon compañeros gremialistas y funcionarios, pero atendiendo a la idea de superar la inflación… un cachito. Guzmán se enchincha, pierde su tradicional flema, narran sus pares, si se cuantifica el techo que (ejem) no existe. Poner número excita las demandas, alega.

En despachos públicos se da por hecho que hay mejor disposición de las cúpulas sindicales que de las corporaciones patronales. Mala noticia, nula novedad.

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Quiénes son los que estarían: Los representantes de los trabajadores formales son un conjunto sencillo para describir. Un ministro bromea; “tres o cuatro tribus”, que se reseñan mejor en la nota de Felipe Yapur a la que remitimos. Sinopsis extrema de este cronista: la más poderosa la encabeza Héctor Daer, secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT), entornado por Gerardo Martínez (UOCRA), Andrés Rodríguez (UPCN), entre los más renombrados. El sector con mayor peso institucional, el más negociador acaso. Otros son más combativos. La entente entre SMATA y Camioneros, con un largo camino recorrido. Alberto Fernández les prodiga gestos simbólicos, en especial a Hugo Moyano, ya en el ocaso de su carrera.

El bancario Sergio Palazzo de la Corriente Federal recibió un espaldarazo visible del presidente tras un cierre dichoso de la paritaria.

La CTA, la cuarta pata, mantiene la demanda de un frente social a reconstruir, aquel que vertebró el FRENAPO durante la crisis de 2001. Protagonismo y ayuda a las Pymes, claman, y rezongan por lo bajo cuando Guzmán las alude poco o no las menciona. Las Pyme capacitan para aliarse al Gobierno, si sabe convocarlas y darles espacio

De todas maneras, CGT y CTA se autodefinen como aliadas del Gobierno, atadas a su suerte.

La Asociación Empresaria Argentina (AEA) y la Unión Industrial Argentina (UIA) en espejo, se acomodan en la vereda de enfrente. Fungen de opositores, cotidianamente. Gritaban “Venezuela” ante cada medida de control mientras con similar fervor remarcaban sin cesar. Ahora enfilan cual cruzados contra el Aporte Solidario a las Grandes Fortunas. Defienden a menos de 20.000 recontra millonarios, con desparpajo. Grandes estudios anuncian viaje a Tierra Santa, los tribunales corpo-friendly. Hay confiscatoriedad, rugen; deberán probarlo, visibilizar sus patrimonios, Suelen ser reacios a dejarse contar las costillas o los patrimonios,,,

Contarían con pocas chances ante jueces imparciales. Numerosos artículos difunden data de estudios jurídicos VIP, sus argumentos o tácticas, Algunos informan, varios parecen propaganda disfrazada, lo que en jerga se llama “publi notas”. Llegan a la mesa del Acuerdo con cara de perro y llorando miseria, aun los que acamalaron fortunas con esta crisis.

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Planes hubo siempre: Menos que un plan económico o una concertación cabal, el Acuerdo autoriza la mirada retrospectiva, a condición de entender que todo tiempo pasado (mejor o peor) es irrepetible,

Como sesgo, los planes de congelamiento de variables “tiran a derecha” en el mediano plazo. El Plan Austral del presidente Alfonsín le dio resuello los primeros años. Contó con apoyo ciudadano en el control de precios: recuperación democrática, ganas de movilizarse y apoyar las medidas. Conforme pasó el tiempo, la ecuación se diluyó, quedó patente el perjuicio para los trabajadores, La evolución contribuye a explicar el éxito de Alfonsín en las elecciones de medio término de 1985 y su debacle en las de 1987. También el ascenso sostenido del secretario cegetista Saúl Ubaldini como referencia de la clase trabajadora.

La Convertibilidad constituyó un ejemplo extremo. Valorada durante demasiado tiempo por haber bajado la hiperinflación con una sola bala. Estabilidad de precios, inflación cero durante años a costa de renunciar a la política monetaria, un suicidio en cuotas. La gente común acompañaba; la híper aterra, desquicia la vida cotidiana, promueve ruptura de todos los contratos. La flexibilización de hecho favoreció a las grandes patronales, funcionó como caldo de cultivo de la política laboral regresiva. La gente común acompañaba, aunque comenzaba a hundirse. No es sencillo explicar por qué. El italiano Leonardo Sciascia, refiriendo a otras comarcas, inquirió: “¿dejan acaso los hechos de serlo porque no se les ve una razón plausible?”. Los hechos ocurrieron: “la gente” acompañó hasta el despeñadero de 2001, una hecatombe exclusivamente argentina, fatta in casa. La reelección del expresidente Carlos Menem reconoce ese dato como referencia. La blandura de sus opositores más votados y la continuidad absoluta que decidió el presidente Fernando de la Rúa contribuyeron al desenlace.

El Pacto Social de 1973, en el último mandato del presidente Juan Domingo Perón, es útil solo para conversar, resaltar cambios tremendos.

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La clase trabajadora, antaño y ahorita: En 1974, cifras oficiales aproximativas, el 82 por ciento de los trabajadores del Gran Buenos Aires tenía empleo registrado. En la actualidad son alrededor de un tercio del total. El clivaje impresionante pinta otro país. Debe acotarse que el valor adquisitivo de los sueldos era muuuy superior al actual, filo incomparable, y que la participación en el PBI rayaba más arriba,

Movimiento obrero y clase trabajadora, sin ser lo mismo, abarcaban zonas comunes, En el siglo XXI se reconoce que son trabajadores los formales, los informales, los desocupados, los que mudan de categoría,

Volvamos al presente. La reconfiguración de la clase, empobrecimiento y diversificación mediante, fertiliza la necesidad de integrar organizaciones sociales a la mesa del virtual Acuerdo. Expresan a colectivos numerosos, tienen rodaje en la protesta, cooperaron bien en la crisis sanitaria. Pueden amortiguar el peso hegemónico de los formadores de precios. La economía social y nuevas formas de producción no capacitan para abastecer a todo el mercado aunque sí para compensar en algo la bulimia del capital concentrado. Asimismo para ir promoviendo un modelo de producción y de consumo menos alocado y destructivo que el imperante, coautor de la crisis sanitaria que azota al planeta,

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Una fruición de la derecha: Una regla de oro de cualquier negociación, incluso de la colectiva: si se pretende así fuera un punto de ventaja sobre la inflación, hay que arrancar pidiendo más. Para regatear y bajar hay tiempo. Los jefes sindicales lo saben, los docentes en especial. La Paritaria Nacional no dará espacio para revisiones en agosto o septiembre como la Bancaria. Además, primero y principal: el personal merece especialmente mejorar sus retribuciones, Porque los sueldos están deprimidos, porque trabajaron duro en la crisis y tendrán que seguir bancando en el nuevo escenario,

Vituperar a los sindicatos es deporte predilecto de la derecha. La exprimera ministra británica Margaret Thatcher decretó “la sociedad no existe” y embistió contra los gremios. Menem fue impiadoso con los trabajadores del Estado. Su ministro de Economía Roque Fernández llamaba “empleados públicos” a los maestros de la Carpa Blanca, para despreciarlos.

Las representaciones docentes protagonizaron protestas memorables desde la recuperación democrática. La Marcha Blanca en tiempos de Alfonsín, la citada Carpa Blanca, la Carpa itinerante bajo el mandato de Macri. Movidas pacíficas, creativas, atentas a la opinión pública,

Sus figuras destacaron por coraje cívico y coherencia: Alfredo Bravo, Marta Maffei, Hugo Yasky, Sonia Alesso entre muches. No extraña que la ministra de Educación porteña Soledad Acuña los elija como enemigo: los detesta por motivos ideológicos. Ni la gente de PRO puede acusar a esos referentes de ser empresarios, de haberse enriquecido, de comportarse como ricos. Baste ver cómo y dónde viven, cómo empilchan, cómo conservan adhesión de las bases.

El odio de las derechas enaltece a los líderes. También les genera una cantidad de deberes que vienen cumpliendo, alquimistas de sucesivas crisis. Ponerse firme en defensa del ingreso, de las condiciones laborales, de la mejora de la infraestructura (en muchos casos obsoleta en 2019, inviable en 2021) serán banderas y tareas. El reconocimiento social de las funciones de la escuela late en los deseos de las familias, en la nostalgia de pibes y pibas. Por algo será.

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Final abierto; La convocatoria temprana al Consejo del Salario Mínimo Vital y Móvil (para abril, quizá) impactará un cachito en los salarios reales. Funge como referencia, es piso para calcular ciertos mínimos de convenio,

No obstante, lo fundamental se juega en el incipiente marco del Acuerdo. El Gobierno lo promueve, estipula objetivos mínimos, redistributivos. Para concretarlos deberá vencer resistencias atávicas, intratables. Se discute con frecuencia, dentro del Frente de Todos (FdT) si Alberto Fernández ha sido demasiado consensualista o concesivo. Polémica válida a condición de evitar el rupturismo o el sectarismo funcional al adversario político.

Esta iniciativa, las metas que el Gobierno fijó, lo fuerzan a intervenir en la disputa. Es correcto imaginar incentivos para las partes pero la mitológica zanahoria no alcanza. Habrá que apelar a las herramientas democráticas de un gobierno popular, incluyendo la movilización ausente en 2020.

Si las tratativas avanzan luce peliagudo que las partes lleguen a un consenso con el Estado actuando apenas como testigo o haciendo de VAR. El Gobierno, coherente con lo que proyectó, debe conducir las negociaciones. Por ahí, imaginamos, tenga que diseñar una hoja de ruta o un eje de propuesta para encauzar a las partes.

La inflación de enero será elevada, un primer escollo. El resto queda sujeto a la construcción, la voluntad política. Si el oficialismo se empeña contará con apoyo popular como el que supo granjearse en las urnas.

https://www.pagina12.com.ar/322197-el-acuerdo-de-precios-y-salarios-desafios-y-escollos

"Nosotros tenemos que recuperar la herramienta de soberanía sobre eso y tenemos que propender a una mayor integración".

JORGE TAIANA / HIDROVIA / LA SOBERANIA EN EL PARANA-RIO DE LA PLATA

Desata todo esto, un pequeño detalle y es que en abril de este año termina la concesión dada a Jan de Nul y Emepa y muchas personas pensamos que es la oportunidad de que se haga una cosa que, abrevando la experiencia, sea mejor para el interés nacional para el desarrollo de los puertos y de las provincias y para el conjunto de la Argentina.

TAIANA: -Este es un tema en realidad que está muy vinculado al propio nacimiento del país, inclusive es bastante previo a eso.

Nosotros estamos en Buenos Aires frente al río de La Plata.

¿A quién se le ocurre ponerle río de La Plata al Río de La Plata que tiene aspecto de cualquier cosa menos de plata?

Se le ocurrió a los españoles que encontraban vía al río de La Plata y buscaban, a través del Paraná un camino hacia el Cerro de Plata del Potosí.

Es decir, lo que querían los que vinieron acá por primera vez de afuera, los colonizadores y conquistadores era encontrar el camino hacia el Cerro Rico de Potosí de allí era la plata.

Quiero decir con esto que el tema de la navegación, el tema del río, el tema de la salida de la producción y el vínculo entre este estuario o río, el océano y las comunicaciones fluviales y terrestres es un tema muy antiguo y viejo.

De hecho, ustedes saben que Buenos Aires que tuvo dos fundaciones, tuvo una primera fundación en 1536 que fracasó, -a Pedro de Mendoza le fue mal, pasaron hambre y fueron derrotados por los grupos originarios que estaban en la zona.

Después, en 1580 Garay hizo la segunda fundación de Buenos Aires.

Garay vino de Asunción, es un vasco que vino de Asunción para hacer su fundación.

Ese es el primer tema, pensar que esto siempre fue un lugar de comunicación, segundo, pensar que siempre ha habido dos grandes puertos en los dos costados del río que son el Puerto de Montevideo y el Puerto de Buenos Aires.

Más que el Puerto de Buenos Aires antes de eso lo que era Ensenada, lo que era la entrada de Ensenada.

El Puerto de Montevideo es un puerto muy importante, históricamente, y  es el de «Montevideo» por el mismo nombre de la ciudad porque es el Monte que se ve, es la altura que se ve a muchísima distancia -debe ser como a 50 millas porque no hay otra altura en el lado nuestro ni en el lado uruguayo, salvo el Pan de Azúcar en el lado de Piriápolis, que te permita ver por dónde entrar.

-«Monte vide eu…»

Montevideo está al lado del puerto, por eso la famosa frase del descubrimiento «Monte vide eu» que es en portugués la entrada.

Por eso el Puerto de Montevideo y la Ensenada de Barragán nuestro, que era el puerto original por donde entraban los barcos, de este lado, de acuerdo a los vientos.

Te ibas para Montevideo o te tenías que venir para acá de acuerdo a cómo entrara.

El tema es largo y viejo y ha sido motivo de muchas batallas, de muchos conflictos y muchos temas y, por supuesto, todos recuerdan la batalla por la Vuelta de Obligado el intento anglo-francés de romper, de pasar como pasaron y de  tratar de establecer la libre navegabilidad de los ríos con Corrientes, con Paraguay, etc.

Entonces ese es un tema que viene desde hace mucho tiempo.

A raíz del aumento de la producción y ya volviendo más adelante, viniendo más acá, comienzan los procesos de buscar mayor comunicación y mayor y mayor acceso y la salida de buena parte de la producción comienza a pensarse a través de esta red de agua fluvial que permite acceder al océano Atlántico.

Y ahí viene el nombre de un tratado, y quiero hacer esto para aclararlo bien, que es el Tratado de la Hidrovía que algunos dicen que es un nombre que no corresponde porque es un nombre que no existe en español, pero cuando se habla de la hidrovía se habla de un tratado internacional  que firmaron cinco países que son Argentina, Brasil, Bolivia, Paraguay y Uruguay, eso es la hidrovía.

La hidrovía es una serie de países que hicieron un tratado con distintos acuerdos, que de hecho tiene una sede secretaria técnica que funciona en Buenos Aires, pero ese tratado conecta a los cinco países y establece una serie de normas, pero en realidad no hay que confundirlo,( y eso es parte de la confusión), -confusión que tiene algunas consecuencias políticas y económicas- con lo que sería y habría que llamar en realidad la vía Troncal de comunicación entre el Paraná, el Río de La Plata y el Atlántico.

Por qué, porque lo que se llama Tratado de la Hidrovía comienza en el Canal Tamengo, que es un afluente del Paraguay que va a Bolivia, y termina en Uruguay en el Puerto del río Uruguay, o sea, eso es lo que se puede llamar hidrovía.

Nada tiene que ver eso con un tema que es, estrictamente, argentino y que es la navegación por el río Paraná y su salida.

Esa navegación es una navegación en una vía nacional, propia, o sea, no es una cuestión de los otros países.

Y de hecho, ahí ¿qué se hizo?

Ahí se hizo algo, en los años 90’ (se hicieron varias cosas), en ese marco, así como se firmó el Tratado de Hidrovía de los cinco países, también, además de privatizarse los puertos ‒y es conocido todo eso‒ se hizo una licitación para ocuparse del dragado y del balizamiento de toda esta salida por el río Paraná, pero el dragado y balizamiento no es desde Paraguay, no, es desde Confluencia.

Confluencia está en Corrientes y es el sitio donde, como su nombre lo indica, confluye el río Paraguay con el río Paraná.

De ahí, para debajo de Confluencia, es de donde comienza la licitación que se hizo para dragado y balizamiento.

Esa licitación fue realizada y se la concedió a una empresa, (es una asociación de empresas, básicamente), hay dos grandes empresas  muy conocidas, una se llama  Emepa y la otra es una empresa belga, muy importante en el mundo en dragado, que se llama Jan de Nul.

Esas dos empresas tienen o han tenido desde entonces ‒como desde el 94’ una cosa así‒ la concesión que se llama de hidrovía y que en realidad debería llamarse la concesión del Sistema Troncal del río Paraná y Río de La Plata.

¿Qué importancia tiene el dragado y balizamiento?

Bueno, la navegación del río, la seguridad del río y la efectividad.

Algunas de las características de esta licitación que se hizo en los años 90’, que todos sabemos que fueron años de gran liberalización económica y de privatización de recursos y de mecanismos, significó la creación de un mecanismo por el cual toda la responsabilidad sobre el mantenimiento de la navegación fue dado a estas dos empresas y fue dado también de una manera que los mecanismos de control que estaban planteados en la misma licitación y en el mismo marco regulatorio que estableció Menen, de su época, no se cumplieron.

Se cumplieron un poquito al principio y después no se cumplió en nada, es decir, durante 20 y tantos años se ha desarrollado la tarea, ‒que muchos sectores exportadores están muy contentos de cómo se llevó, (sino hay que preguntar en distintos sectores vinculados al sector exportador, a las grandes empresas)

Ellos están contentos con cómo se llevó esta tarea‒ pero lo cierto es que es una tarea que no ha tenido mecanismos de control, es decir, no sabemos en realidad cuánto se ha exportado, estrictamente, no sabemos.

No ha habido control sobre cuánto se ha cobrado y tampoco ha habido control sobre si ha habido subfacturación o no y lo que todo el mundo dice, que es un secreto a voces, es que, en realidad, en los puertos, y muchos de los puertos argentinos, se termina trabajando, haciendo harina o haciendo aceite, o preparando soja, es soja que viene  del Paraguay y que Paraguay trae más soja de Argentina de la que produce y lo mismo pasaría en Brasil.

Cuál es la explicación de eso, la explicación de eso es una vieja tradición porteña que se llama “contrabando”.

Uno saca la soja del país, la recibe por barcazas, la procesa como extranjera y entonces no paga retención.

Eso es una cosa que lo lee uno en los diarios diríamos «casi reconocida» por muchos de los actores de este proceso.

Entonces qué es lo que pasa, qué es lo que desata todo esto.

Desata todo esto, un pequeño detalle y es que en abril de este año termina la concesión dada a Jan de Nul y Emepa y muchas personas pensamos que es la oportunidad de que se haga una cosa que, abrevando la experiencia, sea mejor para el interés nacional para el desarrollo de los puertos y de las provincias y para el conjunto de la Argentina.

Ahora voy a pasar a una segunda parte que es que esta licitación tiene que ver con el río Paraná, pero tiene que ver, una parte con el Río de La Plata.

El Rio de La Plata es un río que está regido, regulado, por un tratado que es lo que se llama el Tratado del Río de La Plata y del Frente Marítimo, que es un tratado que hizo Perón en 1973.

Ese tratado fue muy importante, políticamente, porque solucionó una serie de diferencias históricas que había entre Montevideo y Buenos Aires y los dos puertos que competían, porque estableció un mecanismo.

Se hicieron dos tratados, este y el del río Uruguay.

El del río Uruguay fue conocido porque fue el que llevó al debate sobre las papeleras en su momento.

Argentina reclamó que Uruguay no había respetado el tratado al construir una planta sin la aprobación de la CARU que es la Comisión Administradora del Río Uruguay.

En el Río de La Plata hay otra comisión que es la Comisión Administradora del Río de La Plata y que tiene que ver con las modificaciones que hagan o no, en los canales, en la profundidad, en las distintas cuestiones que tienen que ver con el Río de La Plata.

Digo esto porque creo que acá hay muchas cosas, que es, un río sobre el que hay responsabilidades compartidas a partir de un tratado.

Por ejemplo, Argentina concedió la profundización a 36 pies de la parte que va hacia Uruguay del canal y nosotros estamos en 34 pies de este lado de lo que se llama el canal Emilio Mitre que es el canal que se hizo en el Gobierno militar, y que permite pasar del Paraná al Paraná de Las Palmas y del Paraná de Las Palmas -después sigue- al canal Emilio Mitre, ahí tenemos 34 pies.

Nosotros podemos hacer dos pies más sin pedir permiso a nadie porque ya está autorizado a todos los 36 pies.

¿Cuál es la importancia de la situación actual?

La importancia de la situación actual es que hay dos formas de salir del Paraná.

El Paraná en un punto se divide, ‒acá abajo digo‒ se divide entre el Paraná de Las Palmas que es el que viene del lado de Santa Fe y de Buenos Aires y un desvío que se abre en dos caminos que es el Paraná Bravo y más abajo, el más profundo, el Paraná Guazú.

El Paraná Guazú sale, directamente, al Río de La Plata para el lado de Martín García que es donde están los canales de acceso, uno que está funcionando y otro que podría funcionar.

La situación actual es que enfrentamos un comercio creciente, el total de los barcos y el volumen de los mismos crece, los barcos crecen porque cada vez los hacen más grandes porque, de hecho, el Canal de Panamá aumentó su capacidad para trabajar.

Hay una cosa que se llama Panamax que era el tamaño  que entraba en el Canal de Panamá y por eso el Canal de Panamá es más ancho y además lo han hecho doble con lo cual pueden circular más barcos y, por lo tanto, el tamaño de los barcos y la profundidad que puede alcanzar un canal tiene que ver con la carga.

¿Se entiende cuál es la cuestión?

Si vos, un barco no tenés más de tantos pies y tenés que cargarlo a la mitad, después tenés que recargarlo en otra parte porque de lo contrario no vas a llevarte el barco vacío, y hoy la profundidad del río Paraná hace que muchos barcos o barcos más grandes no puedan ir completos, repletos por una sencilla razón de profundidad.

Entonces uno de los debates que hay es cómo se licita o para qué se licita, ahora, esta vía troncal que es el Paraná y que tienen las ciudades por el Paraná.

Actualmente, se sale por el Paraná, esto es complicado, por el lado del Paraná de Las Palmas o por el lado del Paraná Guazú, pero lo cierto es que si salís de Buenos Aires, del Puerto de Buenos Aires por el río, venís ahí y salís por el canal Emilio Mitre luego tienes que tomar el canal Punta Indio y, prácticamente, llegas frente a Montevideo a una zona que es una zona de espera, es decir, el tránsito está colmado.

De hecho, el canal Punta Indio, que es un canal que atraviesa el río, es un canal bastante -contra natura-, porque es así, de este a oeste y todo el sedimento ‒es enorme el sedimento que baja por el Río de La Plata, por eso tiene el color que tiene y el 90% de sedimento que tiene viene del río Bermejo.

Todo eso tiene que ver con que haya mucho más trabajo de dragado porque el canal es transversal -a como vienen los sedimentos- y además es un canal angosto por donde puede pasar un solo barco, entonces te lleva a establecer una zona de espera que está, prácticamente frente a Montevideo pasando la Isla de Flores y pasando el Banco Inglés que son una zona vieja de naufragios ambas de 200 naufragios en esa zona.

Entonces hoy ¿que tenemos?

Tenemos un sistema  que no aguanta mucho más, que no puede desarrollarse mucho más y que obliga a la carga argentina a pasar, prácticamente, por Montevideo y   por prácticos uruguayos y pagar la espera allá para salir de allí al Atlántico.

¿Por qué las empresas lo alientan, las empresas extranjeras de transporte lo alientan’

Porque de Montevideo salen llamas para el norte, para Europa con cierta facilidad o para Santos si tienen que completar la carga.

¿Cuál es el pequeño problema? ‒y me parece que este, es el hecho central para nosotros y para la provincia de Buenos Aires.


 

El hecho importante es que la Argentina, desde el punto de vista del agua, no tiene comunicación entre su vía fluvial, que sería la vía troncal del Paraná y el propio Río de La Plata, y los puertos atlánticos.

Los puertos fluviales de Argentina para comunicarse con los puertos atlánticos o de Argentina, ya sea para ir de Mar del Plata a Ramallo que son dos puertos de la provincia de Buenos Aires, tienen que ir frente a Uruguay y tiene que salir hasta el frente, entrar por el mar, quedarse en la zona de espera, tomar el canal de Punta Indio o  si no irse por el río Uruguay.

Pero lo cierto es que Argentina está partida y no está articulada.

Es como si tuviera una ruta que le falta un puente.

¿Cuál es el puente?

El puente que permite la comunicación de los puertos marítimos con los puertos fluviales.

Eso es un elemento de integración tan obvio eso que debería ser natural.

¿Y cómo se puede hacer eso?

Bueno, está muy lindo pero, bueno, sí se puede hacer y se puede hacer a un costo bastante barato, cómo es, a través del llamado canal Magdalena.

¿Como es el canal Magdalena?

El canal Magdalena es un canal que en vez de estar atravesado como el canal Punta Indio.

El canal de Punta Indio, se tapa siempre, y es mucho más caro de dragar, y más largo, y lleva el 65% del retardo de los buques de navegación, en toda esta zona, que se debe a la espera que produce la estrechez y las dificultades del canal Punta Indio que es la zona cerca de Montevideo con el canal Emilio Mitre o con la entrada a Buenos Aires, o con la entrada al Paraná de Las Palmas.

Por otro lado hay que cambiar porque el Paraná de Las Palmas es una zona que tiene una serie de curvas donde se presupone que en algunos años los barcos más grandes ya no van a poder actuar porque se bandean, se chocan para los costados.

Tendrían que hacer unas obras de ingeniería y de impacto ambiental.

Ahora, ¿Qué es el canal Magdalena?

El canal Magdalena es un canal natural que existe y que va a la salida, es como si uno viene del Paraná, Paraná de Las Palmas, Emilio Mitre pasa frente a Buenos Aires y en vez de doblar e irse por el canal Punta Indio hacia Montevideo, sigue para abajo al canal Magdalena y llega a los 12 metros de profundidad que es la zona ya de 12 metros y es la zona que se considera está ya en el mar.

¿Cuánto cuesta hacer el canal Magdalena?

Poco.

¿Están hechos los estudios del canal Magdalena?

Todos, es más, en la gestión anterior en el 13’, el 14’, en el 15’ se hicieron todos los estudios para el canal Magdalena, todos, ambientales, el del suelo.

Porque hay muchos problemas porque cuánto te cuesta dragar, depende si te encontrás con rocas como, por ejemplo, las que hay al costado del canal Martín García del lado uruguayo, hay partes que hay que dragar con rocas, obviamente, hay que poner explosivos para dragar la roca, si los barcos chocan se hunden, entonces si tenés nada más sedimento es mucho más barato.

El canal Magdalena es más corto que el canal Punta Indio, es de sedimento, es más barato y tiene todos los estudios hechos.

Este tiene todos los estudios hechos, desde el ambiental y todos los demás y no es un tema menor, por que, el acuerdo, el Tratado del Río de la Plata hace que cualquier obra de modificación importante de la navegación, tiene que tener la aprobación de la Comisión Administradora del Río de La Plata, y el canal Magdalena la tiene, la tiene porque los uruguayos la dieron al objetarlo y decir de no participar porque tenés la opción de poder participar o no en lo que haga el otro, como parte del tratado.

Entonces el canal Magdalena está y no se hace o no se ha hecho, entonces ahora que se va a hacer la licitación del Sistema Troncal  del río Paraná y del sistema de salida es el momento de que no se retrase más el canal Magdalena que es la opción natural y más económica, y ahorra un montón de dinero, y que toda esa espera cuesta plata y cuesta personas, etc.

Además, evitaría varias cosas.

Evitaría el descontrol, por ejemplo, que tendríamos más control, por eso tendría que haber un mecanismo de control grande para evitar el contrabando o la subfacturación o lo que sea.

Por ahí pasa el río, pasan más de 4.500 barcos por año, pasan el 70% o el 80% de las exportaciones argentinas desde los cereales, pero no solo los cereales.

En Campana tenés la fábrica de autos exportando, o sea, que buena parte del núcleo vital de la Argentina sale por ahí, otro por Buenos Aires, otro por Bahía Blanca y otro por Quequén.

Bahía Blanca también tiene una salida ahí, por supuesto, están los del sur aparte.

Ahora, además de esto -perdonen si soy medio confuso en la explicación.

Yo quiero que ustedes tengan muy presente la fractura que hay en la Argentina entre la comunicación fluvial y la comunicación marítima atlántica.

El canal Magdalena es como un puente que une esas dos cosas y eso tiene un sentido estratégico extraordinario, pero no abstracto.

Primero, porque va a potenciar los puertos de la provincia de Buenos Aires, sin dudas.

Segundo, porque va a potenciar los propios puertos del sur, que repito, hoy, para venir a Buenos Aires o para venir a Ramallo, hay que pasar por la espera en Montevideo lo cual es una falta de irracionalidad económica extraordinaria.

Tres, porque uno de los temas pendientes de la Argentina, (pero es motivo de otra charla y sería bueno tenerla también), es que tenemos que aprender a pensar a la Argentina como una Argentina bioceánica y pensar a la Argentina como una Argentina marítima y como una Argentina que tiene que mirar hacia el Atlántico Sur, hacia las islas y hacia la Antártida.

En realidad, en el siglo XXI, es un tema extraordinario para esa estrategia de desarrollo humano que hay que tener en el país.

Nosotros, (eso se empezó, no sé si ustedes se acuerdan porque son jóvenes, pero antes del 15’).

Cristina puso en marcha un programa que se llamó Pampa Azulque daba la idea esa, de tener una Pampa ‒que se supone que lo más rico de Argentina‒ en el mar.

Para eso había que investigar, se inició más por el lado de la investigación, falta mucho, después se volvió.

Obviamente, Macri lo suspendió.

Después se volvió a desarrollar.

Ustedes tienen ahí en Mar del Plata el INIDEP que es un centro importantísimo que acaba de incorporar un barco, (tenía uno y ahora acaba de incorporar otro) y que son barcos de investigación muy importantes por el tema de los recursos.

Además tenemos que tener capacidad de control sobre nuestros recursos, lo que hoy difícilmente tenemos porque no tenemos casi medios.

Yo quiero que vean este tema de la licitación y el canal Magdalena -no solo como un problema- (si es una buena licitación o si es una licitación que es mala y que si favorece a los puertos de afuera o no, y si permite el contrabando o no).

Además de todo eso, lo que está claro es que nosotros tenemos que construir ese puente que permita una integración del agua, del transporte por vía marítima o fluvial en la Argentina.

¿Por qué se armó todo el debate y por qué presenté yo el pedido de informes al ministro Meoni?

Porque, en realidad, hace un par de meses, el presidente se reunió con los gobernadores de las provincias que están sobre esta vía troncal -son siete-: Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes y Misiones, Formosa, Chaco y Santa Fe, y anunciaron, (creo que fue en Santa Fe que se reunieron), y anunciaron que se iba a crear una empresa del Estado con el 51% de participación estatal y en todo caso el tema importante era que se daba una participación a las provincias.

Hay otros temas importantes y, luego salió ese decreto el 949 que a algunos nos pareció que tenía una serie de elementos objetables, por lo menos  mientras no hubiera mayor información.

Una de las primeras cosas que confundía, desde nuestro punto de vista, esto de la hidrovía que son los cinco países, con el Sistema de la Vía Troncal que es una cosa distinta.

De hecho, la hidrovía termina en Nueva Palmira que es un puerto uruguayo que está a la salida del Paraná Bravo que es un río interior de la provincia de Entre Ríos.

El Paraná Guazú que tiene mejor caudal y más posibilidades de profundidad más barato, etc.,que es el camino natural de salida por el río Uruguay hacía el Río de La Plata, es el límite entre la provincia de Entre Ríos y la provincia de Buenos Aires.

Pero bueno, se mezclaban esas dos cosas, no quedaba claro el rol de las provincias que quedan en ese decreto, simplemente, en un rol de asesor y no se sabe con qué fortaleza o con qué presencia, digamos, ya quedaban casi al nivel de una ONG, solo que trataban directo y a los otros podían convocarlas o podían estar presentes.

Ese es su segundo punto.

El tercero, es que no quedaba claro el camino.

Bueno, ahora, ¿por dónde vamos?

¿Qué vamos a fortalecer?

Vamos a fortalecer el Emilio Mitre que es un canal que tiene una vida útil de unos años, después si se acaba, vamos a insistir en el canal Punta Indio que también tiene una vida limitada y que es mucho más caro.

¿Vamos a construir el Magdalena, sí o no?

Nada de eso aparecía muy especificado y, sobre todo, no aparecía especificado ni los puntos específicos por donde se iba a hacer, ni el mecanismo de control que es una de las cosas más importantes.

Es decir, ¿qué mecanismo de control va a haber o que hay que plantear en la licitación que se haga?

Hay que tener presente cosas que también se mezclaban, ‒repito‒ el canal Magdalena, y por eso es la importancia, tiene todo para que se convoque la licitación en 90 días o 120 días.

Tiene que hacerse una audiencia pública, tiene que hacerse no sé qué cosa y, después ya está porque tiene todo aprobado por el río Uruguay.

Donde vos quieras tocar en profundización el canal  más allá de 36 pies, el Punta Indio, el Emilio Mitre, bueno, el que sea tiene que pasar por la Comisión vía carta, lo que son un par de años.

Segundo, y detalle no menor, es que cuando hablamos de los estudios que se hicieron para concretar la licitación, que nunca se concretó, del Magdalena y que ahora creemos que es el momento decisivo de esa batalla para que se concrete y se haga.

Todo el sistema que está concesionado desde hace 25 años, no tiene ningún estudio de nada, de nada, ni estudio ambiental, ni estudio de flujo.

Hay una serie de temas técnicos que -yo no soy ingeniero y no lo sé- pero no hay estudios, lo único seguro es que no hay estudios de nada.

Acá no hay estudio, absolutamente, de nada.

Por eso es que planteamos que se diera una explicación y que se apuntara a corregir lo que, desde nuestro punto de vista, no estaba bien planteado y favorecía a quién, favorecía, a los de siempre, porque, por ejemplo, nosotros todos sabíamos que en abril de este año vencía la concesión que tiene Emepa y que tiene Jean de Nul.

Tanto es así, que el Gobierno que se fué, tenía un pre borrador de llamado a licitación preparado que, básicamente, era la continuidad de lo que había, pero en un año y pico, -creo o por lo menos no sabemos- se ha avanzado muy poco en eso.

Es más, por eso preguntamos y el hecho es que no hay, pareciera, mucho avance en los estudios que hay que hacer para la licitación.

Por eso  lo que nosotros pensamos, bueno, si comenzamos el año pasado, por más que haya pandemia, se puede avanzar y  si esto termina en abril por ahí tiene que haber unos meses de prórroga y ya estamos más o menos listos.

Bueno, no estamos con todo más o menos listo.

Tenemos por delante bastante más de un año para que pase todo, si pasa todo rápido, lo cual no es casualidad.

Hay muchos intereses dando vueltas sobre esto y que, indudablemente, se han beneficiado del sistema actual y les gustaría que el sistema siga como está por distintas razones.

Las navieras, por obvia razón, los que hacen otro tipo de subfacturación o, directamente, están trabajando por otras razones, en general, la no existencia de control.

¡Ah! bueno, ese es otro punto, no hay mecanismo de control alguno, ninguno.

Había uno que dejó de funcionar, nadie sabe lo que sale, saben los que lo sacan y los números son los que dicen que sacan.

¿Se acuerdan lo que pasó con el asunto del gas, de la minería?

Bueno, acá pasa más o menos lo mismo, con la diferencia que, incluso con la licitación de Menen, se ponía un mecanismo de control y ese ni siquiera se cumple, se desarmó.

Entonces el otro punto también era, bueno, pongamos un mecanismo de control y pongamos un dato importantísimo, que nos parece a algunos de nosotros, que si se va a dar en concesión que el peaje lo cobre el Estado y que en todo caso, pague después a las empresas en función del trabajo que puedan acreditar que han realizado en balizamiento, en dragado y los costos que presenten.

Pero además, el tema de que el Estado sea el que cobre el peaje, no es un tema menor porque, obviamente, impone una regulación mucho más clara y transparente sobre lo que se mueve ahí.

Bueno, eso es en pocas palabras de qué se trata todo esto.

¿Por qué se planteó’

-Algunos compañeros, (el más obvio fue Horacio Tettamanti que fue subsecretario de vías navegables que planteó el tema de la soberanía.)

Horacio, justamente, trabajó hasta el 15’ en la preparación de  la licitación de Magdalena y es muy consciente de las limitaciones.

Una de las cosas que hizo Macri de conceder facilidades de 13 metros, -y de hecho los uruguayos dicen a 14 para extensión al entrada del río del Puerto de Montevideo- de alguna manera, si nosotros no tenemos una estrategia de crecimiento estamos resignando a que el centro de todo sea la salida por Montevideo y que los puertos argentinos queden…, es decir, somos como…

¿Vieron cuando los que tenían departamentos y  les hicieron la autopista, que vos quedabas con  la ventana y mirabas  la autopista?

Bueno, la situación (es un poco exagerado), pero es un poco así.

La situación de los argentinos en general, respecto del movimiento del río, es una situación donde vemos pasar la barca de los uruguayos, vemos las cosas, vemos que llevan para Palmira, que van para otro lado y nosotros tenemos poco que decir.

Esto, seguramente, sería controvertido si le preguntamos a gente de algunas de las bolsas de cereales del interior nos van a decir que: “No, que el asunto está bien que cómo, que por qué vamos a interrumpir algo que está funcionando tan bien. Que se haga la licitación y que se mantenga”.

Pero la verdad es que nosotros tenemos que recuperar la herramienta de soberanía sobre eso y tenemos que propender a una mayor integración.

Y esa integración se da con una licitación que modifique muchas cosas de la presente, que modifique tanto los lugares por donde va como los mecanismos  de control de lo que se hace y que, definitivamente, le dé a la Argentina la salida al Atlántico que significa el canal Magdalena.

Nosotros tenemos que tener una salida propia hacia el Atlántico y eso sería el canal Magdalena.

No podemos resignar eso y la verdad es que hoy es el momento para hacerlo.

Hoy es el momento porque está el vencimiento de la licitación, porque está el aumento de las cargas, porque hay una teoría de que el país tiene que tener más capacidad exportadora  y también va a tener que tener importadora y porque creo que, desde la perspectiva de la reintegración regional, si no empezamos a reintegrarnos en nuestro propio país no vamos a reintegrar nada.

Ese es el tema.

Son estos temas estratégicos donde, obviamente, se mueven muchos intereses bien grandes, pero yo tomé la decisión de plantearlo porque me parece que esa es la responsabilidad, además, yo soy senador de la provincia de Buenos Aires y cuando me entero de que para ir de Bahía o de Mar del Plata, a Buenos Aires, a Ramallo, a Campana tenés que ir  y tener tiempo de espera en Uruguay digo: “‒No, acá hay algo que no está funcionando bien”.

Así que esperemos que se pueda arreglar, creo que hay voluntad, creo que hay aspectos que todo el mundo es consciente de cambiar ese decreto.

Esperemos que así se haga y esperemos que tengamos pronto el canal Magdalena.

Si tenemos el canal Magdalena tenemos la mitad del problema resuelto porque tenemos nuestra salida y eso condiciona, de hecho, lo que se puede hacer con el resto.

Grabois:  Tiene una serie de déficits y una desventaja competitiva al trasmitir una mayor profundidad que favorece el canal de Punta Indio. ¿Esto es más o menos así?  

Taiana: -Lo que hace el decreto 949 es que no arregla nada de lo que está mal y lo que está mal se va a profundizar si no lo arreglamos ahora.

La medida que no corrige el problema la situación se agrava.

Es como el medio ambiente.

Si no tomamos una decisión sobre el Paraná Guazú, los barcos van a seguir yendo por el Paraná Bravo a Nueva Palmira, y entonces se concedería ese paso por Uruguay también y salida, entonces no va a haber salida acá.

Montevideo tiene un plan para retirar y ellos tienen derecho a hacerlo y está muy bien para hacer y ser más competitivo el Puerto de Montevideo.

Me parece que, en una competencia, mientras tengamos mejores puertos y más competitivos, me parece que está bien.

Es como un partido de fútbol,  tratamos de hacer goles en el otro arco para sumar para nosotros, no patearlos en contra.

Esto es una concesión que se prorrogó y que termina y se prorrogó porque bueno, muchas veces pasan estas cosas y  hay que preparar las cosas, y hay que hacerlo, y bueno, hay muchos intereses en eso.

Lo cierto es que hay una conciencia importante, en general, en el Frente de Todos, de que esta situación tiene que cambiar.

Me parece que eso está consciente y que la licitación es una buena oportunidad para que cambie.

Ahora, para eso hay que buscar a la gente que conoce, -yo no soy de los que conozco- pero tengo la prudencia de buscar a los que conocen y escucharlos, y hacer las cosas.

Algunos ejes centrales de la convocatoria y del proceso se van a poner en marcha porque digamos, ¿cuándo vamos a tener la convocatoria a licitación?

Por ejemplo, lo del Magdalena, claramente, si se podría establecer ahora en 90 días puede establecerse.

Es muy fácil.

Hay que hacer una audiencia pública, otra cosa más y después ese llamado a licitación.

Ahora,  en el caso de Magdalena, se pueden hacer en menos de 100 días.

En el otro caso no, porque no hay estudios.

Cuando yo te digo «los estudios ambientales» imagínate metiéndote a profundizar el río en el delta del Paraná, no es una cosa inocua desde el punto de vista ambiental.

Hay que hacer estudios.

Ahora, todo esto hay que encararlo, no solo con la responsabilidad, sino con la importancia que tiene y con la cierta urgencia, porque cuando nosotros perdemos el rumbo, el país se atrasa.

Es como el asunto de los pasos con Chile, que ahora se ha hablado por los viajes del presidente a Chile, que tiene que ver con los pasos al Pacífico.

Eso es obvio y está bien que Argentina se sume a la fibra óptica, que va a ser submarina sí, está bien, porque va a ser mucho más barato y porque el entrar en la fibra óptica que va a ir a Australia, imagínate qué cables submarinos se van a mandar.

Bueno, esto es otra cosa de ese estilo.

Es menos visible, pero es muy claro y establecer entonces lo del canal Magdalena.

Grabois: ¿Qué hay que hacer con la concesión que vence?

Taiana: Bueno, eso es más complejo, técnicamente, yo no sé qué hacer.

Lo habitual es que vos prorrogás hasta que se convoca, a menos que tengas a alguien dispuesto a hacerse cargo que es una cosa que no hacés tampoco de un día para el otro, no manejás las dragas y todo eso de un día para el otro, , pero también puede ser pautado, conversado y puestas condiciones más estrictas.

Muy bien, esperamos hacer la convocatoria en tal plazo y en el entre-medio suceden tales cosas.

Grabois: ¿Pueden funcionar, simultáneamente el canal Magdalena y el de Punta Indio?

Taiana: Sí, el día que esté más activo el Magdalena es obvio que se va a llevar más la parte nuestra que lo que está.

Así como tenés la Ruta 8 vieja y tenés la Panamericana.

Una vez que hiciste la Panamericana, la Ruta 8 ahí es una especie de avenida en Derqui o en Pilar, dejó  de ser la ruta que te llevaba.

Pero sí hay un problema con el canal Punta Indio es que es contra natura es mucho más largo y es contra natura.

El Magdalena, potencialmente, es un canal de doble vía porque pueden ir y hasta volver barcos.

Y hoy ni siquiera está puesta la boya que lo pedí también.

Yo pedí que se lo boyara porque si quiere venir un velero tampoco puede llegar hoy, a pesar de que es un canal natural que está reconocido.

Entonces hay que dar pasos, porque además, amén de estos temas que involucran intereses muy complejos y muy diversos, requieren de mostrar decisiones en el rumbo que vos tomás porque si no es muy difícil.

Realmente, a veces, son cosas muy complejas y son intereses muy grandes los que están detrás de todas las cosas y de distintos tipos, no todos son intereses malos.

Son intereses,  y hay que mostrar firmeza y decisión y creo que el hecho político que define eso hoy, es que salga una pronta licitación del Magdalena que además es, relativamente, barato en términos de lo que cuesta hacer un canal,  porque  si vos decís que cuesta miles de millones de dólares, no, no cuesta eso.

Entonces es realizable, de hecho una de las cosas importantes que logramos este año que en el presupuesto están los fondos para el canal Magdalena, cosa que al principio parecía imposible.

Se logró poner eso y fue una demostración del interés de alguno  pero sobre todo también del apoyo de la provincia de Buenos Aires y del gobernador a esta propuesta porque creo que él lo tiene muy claro.

Aasí como estuvo en Mar del Plata hace poco anunciando cosas, creo que tiene muy claro esto de la integración de los puertos que no puede tener una provincia, partida por la mitad, en los puertos.

Grabois: ¿El control debería ser en el puerto privado, si se quiere, de Dreyfus o debería ser  en la salida del Río de La Plata, o por Bahía Blanca, o en ambos lugares?

Taiana: Bueno, tendría que haber en varios lugares, en general, por eso también es importante el control de la Vía Troncal, porque lo barcos no pueden andar así, no andan así, los barcos tiene que tener un control y obviamente, es mucho más complejo que los propios camiones.

¿Se puede andar con un camión de ganado o con granos paseándote por la ruta sin que te paren y te digan: “-Bueno, cuáles son los papeles que tiene”?

Bueno, todo eso hay que tenerlo y, obviamente, más allá de lo que se puede hacer en los puertos, como debería ser, me parece que en la vía tiene que haber un control grande.

Grabois: ¿Con las importaciones se aplica, básicamente, el mismo criterio o hay que tener alguna consideración particular?

Porque el contrabando no es solo hacia afuera, sino también hacia adentro.

Con relación a eso el canal Magdalena permitiría también un control de las importaciones. 

Taiana: El canal Magdalena, específicamente, todo el comercio va a estar más controlado y, sobre todo, nosotros sabemos que tenemos el problema de subfacturación y sobrefacturación, y sabemos que el problema no es solo el control burocrático, sino una serie de temas que tienen que ver con instituciones, es un asunto complejo, pero está claro que es importante avanzar en esa dirección.

Si vos hoy, para unir Bahía con Campana, en Bahía vos tenés todo el polo petroquímico, en Campana, tenés la destilería que hoy es de AXIÓN que era, históricamente de la Esso, son dos de las destilerías más importantes del país, si sumás la de La Plata, YPF, no podés hacer nada sin pasar por Uruguay.

Es una cosa que no tiene sentido, no es lógico eso.

Para las importaciones tiene que ser igual, lo que pasa es que las exportaciones tienen un perfil muy especial por toda la importancia que tienen los granos hoy en la exportación.

Hay que acordarse que Perón hizo SOMISA, que es donde ahora está  Techint, en San Nicolás, porque eso era una salida natural y ahí podía ingresar el carbón que viene de afuera, -es importado el carbón para hacer el acero- pero iba a bajar el hierro del Mutún, que es el gran cerro y yacimiento de hierro que está en Santa Cruz de la Sierra al costado, al lado de la frontera con Brasil, a la altura de Puerto Suarez y Columbán, más o menos, un poquito más arriba y de allí iba a bajar el acero y ese era el modelo.

Por qué puso San Nicolás donde lo puso ¿porque le gustaba San Nicolás?

No, lo puso ahí porque era un lugar estratégico para desarrollar, entonces, de hecho, si vos ves la cadena de los automotores, entre la General Motors de Rosario y la Toyota de Campana, toda esa franja, que es la franja industrial, y que fue llamado Cinturón Rojo en una época por el activismo sindical, muy combativo que tuvo, tiene un desarrollo industrial grande, importante y que es obvio que hay que mantenerlo.

Es toda una zona estratégica que nosotros tenemos que ayudar a integrar.

Grabois: ¿Cómo te imaginás vos que impactaría este reordenamiento marítimo-fluvial en la idea de planificar nuevos asentamientos productivos y humanos con la perspectiva de repoblary desconcentrar los grandes centros urbanos y crear más oportunidades de vías para la nueva generación?

Taiana: Siempre es difícil medir, pero lo cierto es que una nueva perspectiva en toda la vía troncal fluvial, tendría que mejorar el acceso a los distintos puertos argentinos y eso va desde Ramallo hasta Barranqueras en Chaco.

Esto no es solo la vía troncal porque la vía troncal, para entrar a Barranquera, tiene que ser otra cuestión, pero por eso es importante que estén las provincias.

Si las provincias no están -como no han estado hasta ahora- en el sistema, es una idea que tiene que haber alguna cosa que permita que las provincias tengan un nivel de participación para plantear cosas y de peso, en la solución, y entonces vas a poder mejorar el acceso a las provincias y, por lo tanto, facilitar sus mecanismos de desarrollo.

Hoy muchos puertos, los que no son grandes, no te sirven para transporte fluvial de cosas, entonces no te brindarían servicio, no se puede estar pensando en construcciones o estar pensando en desarrollo de actividad, o en envío de productos.

Es obvio que el transporte fluvial es barato y es bastante más económico y es difícil pensar en el desarrollo de Europa sin la cuenca del Rhin y del Danubio, entonces, razonablemente, eso tiene que servir.

Eso y en el Norte que seguimos sin gas porque nuestro gobierno anterior terminó el gasoducto, pero, el que vino después impidió todo, pero tenemos un gasoducto que está ahí, aunque no llega a la gente.

Eso también es costoso, la red de distribución urbana es muy grande, pero eso es una cosa fundamental.

Nosotros tenemos todo el noreste sin gas, después queremos hablar de cómo hacemos lo que hay que hacer, pero si no tenemos gas esto va a ser difícil.

Grabois: ¿Cómo se relaciona está discusión que tenemos hoy sobre la cuenca hídrica y Troncal, la hidrovía del Plata con la cuestión vía oceánica?

Taiana: Bueno, primero, nosotros tenemos todavía una comunicación débil con la Patagonia en general, sacás la provincia de Buenos Aires y bajás un poquito más y resulta que ahí hasta tenemos que reactivar el tren que sale a Bahía, que es un puerto natural de salida de muchísima producción, tenés varios puertos en la Patagonia, pero tenés  un nivel de integración todavía muy bajo.

Esa es mi primera impresión, entonces si vos vinculás las dos cosas y si vos ponés el dinamismo y todo lo que hay ya, y facilitás la llegada de las cosas hacia el sur vos vas a tener un mayor incremento hacia el sur, vos vas a tener un mayor incremento de la actividad y una mirada distinta.

Nosotros tenemos que destinar una mirada distinta sobre nuestro propio país.

Es como lo que vos decís del 10% de la pesca, de la pesca social, no existe, no cumple, a nadie se le ocurre que cumpla, por qué porque: “-A la gente no le gusta comer pescado”.

Esa es la teoría.

Es interesante la experiencia que te decía de los muchachos del Secin de La Plata porque a la gente le gusta comer pescado y a todos les gusta y usted ¿cómo sabe que no le gusta?,

¿Usted no sabe si le gusta, no puede?

¿Porque no tiene sistema de frío?

¿Y usted cómo sabe si me gusta o no me gusta?

La verdad es que si uno mira, todos los pueblos que han comido pescado son pueblos altos, es una cosa impresionante.

No digo solo los nórdicos, pero andate a cualquier país africano o al mismo Brasil, los que están en la costa, los que están sobre el mar, en realidad son más altos que los que están comiendo solo ñame o mandioca porque tiene una riqueza nutritiva muy importante.

Entonces me parece que cuando hablamos de la integración estamos haciendo un camino de tratar de no separar, porque la Patagonia sigue siendo distinta.

Tenemos aviones, tenemos rutas, tenemos cosas, pero todavía, primero, un general desconocimiento y mucha necesidad de mayor interacción.

A ver cómo era, bueno esa es una antigüedad sociológica, Émile Durkheim (Émile Durkheim (Épinal, Alsacia-Champaña-Ardenas-Lorena, 15 de abril de 1858 – París, 15 de noviembre de 1917) fue un sociólogo y filósofo francés. Estableció formalmente la sociología como disciplina académica y, junto con Karl Marx y Max Weber, es considerado uno de los padres fundadores de dicha ciencia.​Durkheim creó el primer departamento de sociología en la Universidad de Burdeos en 1895, publicando Las reglas del método sociológico. En 1896 creó la primera revista dedicada a la sociología, L’Année Sociologique. Durkheim perfeccionó el positivismo que primero había ideado Augusto Comte, promoviendo el realismo epistemológico y el método hipotético-deductivo. Para él, la sociología era la ciencia de las instituciones, y su meta era descubrir «hechos sociales» estructurales. Según su visión, las ciencias sociales debían estudiar los fenómenos atribuidos a la sociedad en su totalidad, en lugar de centrarse en las acciones específicas de los individuos.) hablaba de la solidaridad mecánica y de la solidaridad orgánica y decía que la orgánica era la más compleja.

Nosotros, en algunos casos, estamos todavía en la etapa de la solidaridad mecánica y no de la orgánica, o sea, tenemos que pasar a ser un organismo, más complejo, diría Durkhein.

En términos de otro señor, que no era francés, sino alemán y que tuvo mucho en el museo británico, tendríamos que estimular el desarrollo de las fuerzas productivas sin que hubiera esa concentración de capital.

Un desafió complejo.

Sol: Yo tenía otra pregunta pues en el Artículo 2 del decreto habla de concesionar otras vías.

¿Y esa no es otra posibilidad de concesionar de licitar Magdalena?

Taiana: Sí, es, pero no lo dicen.

Exactamente, eso es una posibilidad, pero esa posibilidad como, justamente, el Magdalena es lo único que se puede hacer ahora, creo que debiera estar de una manera explícita. 

Es como que yo te invito y te pongo un café, un café cortado en tu lugar y te digo querés un café y llamo al mozo, para qué…, ahora cuando venga el mozo te pido un café, si tienes el café delante tomás el café.

Me parece que lo que necesitamos, justamente, es más especificación para evitar porque si no las buenas intenciones muchas veces después no se pueden cumplir por múltiples razones.

Porque hay líos de todo tipo, porque son épocas muy difíciles, porque no están las vacunas, no hay en el mundo vacunas.

¿Ustedes vieron el lío que hay en el mundo con la vacuna?

Que resulta que se han prometido en el mundo vacunas y las grandes empresas, empezando por Pfizer, tiene la planta de Bélgica de Pfizer, que es la más grande de Europa, y era la que iba a dar las no sé cuántas millones para el reino Unido está cerrada.

No es que está produciendo menos de los que se esperaba, está cerrada.

Entonces, yo no desconfío de las intenciones de la gente, pero me parece que hay que garantizar ciertos resultados y para garantizar ciertos resultados hay que dar pasos concretos que vayan en una dirección.

En la medida que haya olas  más nuevas y cepas nuevas la gente se pone más nerviosa.

https://nacionalypopular.com/2021/02/07/jorge-taiana-hidrovia-la-soberania-en-el-parana-rio-de-la-plata/

¿Que alimenta al movimiento popular? Puesto que en cualquier caso la oposición puede instalar sus mentiras dado que, sino hay debate interno se trata de un partido fascista y si lo hay son las divisiones internas que no permiten gobernar, Se me ocurre que el debate franco y democrático se alimenta en la pluralidad de visiones y miradas. Si nadie se salva solo, mejor juntos y debatiendo las diferencias ...


Daniel Roberto Távora Mac Cormack





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