Homo Capitalis y la disputa de los sentidos del discurso

Lunes 1 de noviembre de 2020

Míseras casas de cartón y de olvido,
donde pulula el fango y el desprecio,
muestra que ser libre es caro precio,
con líderes vendidos y corrompidos...
     
    Tamen


Eliseo Verón (Buenos Aires, 1935 – 2014) fue un filósofo y semiólogo argentino que realizó enormes aportes en el campo de estudio de las ciencias de la comunicación. Licenciado en filosofía por la Universidad de Buenos Aires y Doctor de Estado por la Universidad de París VIII Vincennes-Saint-Denis. Fue discípulo de Claude Lévi-Strauss en el Laboratorio de Antropología Social del Collège de France y estudió junto a Roland Barthes en la École pratique des hautes études. Se presenta aquí su Teoría de los Discursos Sociales, esquema conceptual que ofrece valiosas herramientas teórico-metodológicas para el abordaje de los procesos sociales de significación.

Breve aclaración inicial

Eliseo Verón (1993) se propone construir una teoría que explique el funcionamiento de los discursos en sociedad, que aclare sus modos de generación, de recepción y de análisis, que explique su circulación social y que dé cuenta, a un tiempo, de la trascendencia que tiene la dimensión discursiva en la construcción social de lo real. Para ello, recupera el modelo ternario del signo propuesto por Charles Peirce y lo aplica, trasponiéndolo, a la red interdiscursiva infinita que compone la semiosis social.

El modelo de Verón encuentra su ejemplo arquetípico en la circulación del conocimiento científico. En la producción discursiva de la ciencia, los textos de determinados autores, temporalmente anteriores, son usados por otros autores como condiciones de producción o como objetos de análisis para la generación de nuevos discursos, que a su vez serán usados por otros autores, y así sucesivamente. Así, la construcción social de lo real tiene lugar discursivamente a partir del encastramiento de discursos anidados infinitamente a través de una producción histórica y colaborativa de sentido.

Discursos sociales

Existen dos grandes herencias históricas del signo: de un lado, la saussureana, que plantea un modelo binario o digital (significado/significante), que reenvía a modelos dualistas anteriores; de otro, el pensamiento ternario o tricotómico de la significación de Peirce (Interpretante/Signo/Objeto) y de Frege (Sinn/Zeichen/Bedeutung). La primera corriente, que dio lugar en los años 60 a la semiología francesa, corresponde a un estudio estructural de la cultura basado sobre el modelo de la lengua y constituye, en tanto, el surgimiento de la lingüística como ciencia de la lengua. La segunda, que se identifica con la semiótica anglosajona, permanece ajena a la lingüística y tiene aspiraciones empiristas: al ampliar los fenómenos de la producción de sentido más allá de la emisión consciente (humana) de mensajes, se propone como clasificación ontológica de los signos naturales/culturales presentes en la bioesfera/semioesfera.

El surgimiento, en los años 70, del concepto de discurso y, por añadidura, el de la teoría de los discursos sociales, supone según Verón tres superaciones conceptuales: primero, el discurso es autónomo respecto de la lingüística, en tanto que se sitúa en un nivel superior de análisis, pero guarda con ella, sin embargo, una relación de mutua articulación; segundo, abre la posibilidad a un pensamiento ternario sobre la significación, que incluye el polo del interpretante (punto de vista) y da lugar, en tanto, a la noción de productividad de sentido; tercero, abre el análisis a dimensiones olvidadas por la tradición francesa, a saber: la materialidad del sentido y la construcción de lo real en la red de la semiosis. A partir de esta triple superación, la teoría de los discursos funda su vocación traslingüística.

El sentido como producción discursiva

Los fenómenos de sentido: (i) aparecen bajo la forma de conglomerados de materias significantes y (ii) remiten al funcionamiento de la red semiótica, entendida como sistema productivo. El análisis de la red semiótica (de sus tres posiciones funcionales: operaciones/discurso/representaciones) implica una fragmentación del sentido producido a partir de una extracción segmentada operada dentro del proceso semiótico infinito que tiene lugar socialmente. El analista accede a estados, que la fragmentación transforma en productos, que están cargados de huellas generadas por el sistema productivo del que surgen. Así, el trabajo del análisis, sintetiza Verón, consiste en la reconstrucción de procesos a partir del estudio de las huellas presentes en los productos.

La teoría de los discursos sociales descansa sobre una doble hipótesis de los modos de funcionamiento de la semiosis social (entendida como la dimensión significante de los fenómenos sociales): de un lado, toda producción de sentido es social (es decir, todo proceso significante descansa sobre condiciones sociales de producción); de otro, todo fenómeno social contiene un proceso de producción de sentido (es decir, todo funcionamiento social tiene una dimensión significante constitutiva).

Este doble anclaje (del sentido en lo social y de lo social en el sentido) solo asume relevancia si se sitúa en el nivel de los funcionamientos discursivos, esto es, si se considera la producción de sentido como eminentemente discursiva. Esto quiere decir que es solo en el nivel de la discursividad donde el sentido manifiesta sus determinaciones sociales y los fenómenos sociales develan su dimensión significante.

La teoría de la producción de sentido es, por tanto, uno de los capítulos fundamentales de una teoría sociológica: es en la semiosis donde se construye la realidad de lo social. De este modo, sostiene Verón, el análisis de los discursos sociales abre el camino al estudio de la construcción social de lo real.

Toda producción de sentido tiene una manifestación material. Esta materialidad es el punto de partida de todo estudio empírico de la producción de sentido. Partimos de paquetes de materias sensibles investidas de sentido, productos identificables sobre un soporte material (texto, imagen, cuerpo, etc.) que son fragmentos de la semiosis. Lo que llamamos discurso, por ende, es una configuración espacio-temporal de sentido.

La teoría de los discursos sociales

Las condiciones productivas de los discursos sociales tienen que ver (i) con las determinaciones que restringen su generación (las condiciones de producción) y (ii) con las determinaciones que limitan su recepción (las condiciones de reconocimiento). Entre estos dos conjuntos de restricciones, circulan los discursos sociales en la red semiótica.

Una consecuencia de este punto de partida es que un objeto significante dado no es inmanente ni puede analizarse aisladamente: debe entrar siempre en relación con sus condiciones productivas. El análisis de los discursos, así, consiste en la descripción de las huellas de las condiciones productivas, sean las que tienen que ver con su generación o con su recepción. Un objeto significante, en sí mismo, admite una multiplicidad de análisis y lecturas: solo deviene legible en relación con algo que no está en el objeto mismo, es decir, con criterios que se deben explicitar y que tienen que ver con sus condiciones productivas (sea en producción o en reconocimiento).

sistemas de relaciones que todo producto significante mantiene con sus condiciones de generación y con sus condiciones de reconocimiento. Esta distinción entre ambos tipos de condiciones es puramente metodológica y no ontológica: tanto de un lado como del otro de la semiosis, tenemos siempre discursos cargados de sentido.

Para abordar la semiosis social por medio del análisis, hay que tener en cuenta que existen, de uno y otro lado, reglas de generación y reglas de lectura: en el primer caso, se habla de gramáticas de producción y, en el segundo, de gramáticas de reconocimiento. Las reglas que componen estas gramáticas describen operaciones de asignación de sentido: estas operaciones consisten en la búsqueda de marcas presentes en la materia significante. Se habla de marcas cuando la relación entre las propiedades significantes y sus condiciones productivas no es clara; en cambio, se habla de huellas cuando la relación queda claramente establecida.

La semiosis social infinita

Tanto desde un punto de vista sincrónico como diacrónico, la semiosis social es una red significante infinita. En todos sus niveles, tiene la forma de una estructura de encastramientos. En este sentido, la producción de conocimiento por parte de un sujeto no puede separarse de una red social de sentido de la cual forma parte: el conocimiento (por ejemplo, la ciencia) es un efecto de sentido cuya naturaleza solo puede ser aclarada si se sitúa en la red infinita de discursos entrelazados. El conocimiento, ubicado en el interior de esta red semiótica, es un fenómeno intersticial. El sujeto no es el soporte de ese saber, en tanto que solo hay conocimiento cuando el discurso del sujeto se encuentra “atenazado” entre sus condiciones discursivas de producción (que él efectúa) y sus condiciones discursivas de reconocimiento (que él abre y que dependen, siguiendo a Peirce, de lo “que será más tarde”).

( https://www.santiagokoval.com/2014/05/17/la-semiosis-social-segun-eliseo-veron/ )


El equipo de los devaluadores está perdiendo mucho dinero desde hace varios meses. Quebrantos que permiten explicar en parte la furia especuladora para forzar un brusco ajuste cambiario. La campaña mediática desenfrenada por una devaluación es otro reflejo del revés recibido por las fuertes caídas de los dólares Bolsa (mep y ccl) y blue en estos días.

En los últimos cuatro meses, en el mercado de dólar futuro quienes han estado apostando por una devaluación acumularon un quebranto de 10.200 millones de pesos. Ese monto es la contrapartida de ganancias anotadas por el Banco Central, el principal operador en la punta vendedora en ese tipo de transacciones.

Ante la consulta de este diario, un operador muy entendido del mercado de dólar futuro Rofex, analizó las posiciones de compra y de venta durante el período julio-octubre. El saldo de ese relevamiento ha sido muy negativo para los promotores de la devaluación.

En esta pulseada el Banco Central ha ganado en cada uno de esos cuatro rounds. Los siguientes montos son una herida que exhiben cuando presionan por una devaluación regresiva para recortar estas pérdidas:

* Julio, 1200 millones de pesos.

* Agosto, 2900 millones de pesos.

* Septiembre, 3100 millones de pesos.

* Octubre, 3000 millones de pesos.

* Total: 10.200 millones de pesos

Pérdidas

Aunque la percepción social construida por el inmenso dispositivo de difusión de la derecha política y mediática sea de un Gobierno acorralado en el frente cambiario, los devaluadores están perdiendo mucho dinero.

Las pérdidas en el mercado de dólar futuro se pueden contabilizar con precisión, como las que se informan aquí. Pero el quebranto global en la plaza cambiaria es más abultada por los últimos cierres de las cotizaciones, puesto que en estos días hubo una intensa caída de los dólares Bolsa (mep y ccl) y blue.

Un retroceso de casi 30 pesos por dólar es un golpe que a algunos especuladores les significará molestias al momento de sentarse este fin de semana.

Buscarán revancha después de ese derrape porque así funcionan los mercados financieros. Pero ese mazazo ha sido impactante teniendo en cuentas que estaban jugados con suficiencia a superar los 200 pesos por cada billete verde.

El resultado fue otro: el ccl terminó en 148 pesos, el mep en 143 pesos y el blue en 169.

Este lunes continuará el partido en un escenario cambiario que sigue siendo complicado, pero los promotores de una devaluación desestabilizadora finalmente perdieron el invicto a manos de la dupla Martín Guzmán-Miguel Pesce.

¿Qué es el dólar futuro?

Son operaciones financieras que adquirieron mayor visibilidad en el espacio público a partir de la denuncia delirante de Federico Pinedo, Mario Negri y Alfonso Prat-Gay contra el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner y 14 funcionarios, que el juez Claudio Bonadio utilizó como parte de su estrategia de persecución política, y que sectores del Poder Judicial la continúan hoy impulsando el juicio oral.

En forma esquemática el negocio del dólar futuro se estructura de este modo:

* Las operaciones del mercado a término no involucran reservas del Banco Central.

* Son transacciones que se cancelan en pesos sobre la base de la cotización oficial del tipo de cambio.

* Para algunos es un negocio especulativo y para otros es una operación de cobertura cambiaria, en el caso de exportadores e importadores.

* Se concretan sobre la diferencia entre el precio del dólar pactado y el que finalmente resulta del tipo de cambio oficial (comunicación BCRA A3500) en cada jornada hasta la fecha de expiración del contrato (fin de cada mes).

* Esa brecha se cubre en pesos; no en dólares, aspecto que es relevante para entender de qué se trata este mercado, en el sentido de que no afecta las reservas del Banco Central.

* Esa diferencia se va saldando en cada jornada, a favor o en contra, según la cotización del contrato pactado hasta su expiración a fin de cada mes.

El siguiente ejemplo colabora en la comprensión de cómo resulta estas transacciones financieras: en este mes que acaba de concluir el tipo de cambio oficial mayorista cerró a 78,32 pesos. A lo largo de octubre hubo compradores de contratos con valores de 80 pesos para arriba porque especulaban con una devaluación, que no se concretó. 

Quienes vendieron esos contratos (cada uno por el equivalente a 100 mil dólares o por 1 millón de dólares, convertidos a pesos al valor pactado), siendo la mayoría ejecutado por el Banco Central, ganaron la diferencia en pesos (entre el tipo de cambio oficial y el precio del dólar superior especulado).

¿Por qué?

Porque el precio final del tipo de cambio fue 78,32 pesos, y no uno superior, diferencia que tuvieron que aportar quienes compraron esos contratos apostando a una fuerte devaluación.

Pulseada

La cobertura cambiaria mediante contratos de dólar futuro, por una eventual devaluación publicitada por economistas de la city y presionada por grupos económicos y mediáticos, resultó un fiasco en términos financieros.

Es habitual en el mercado que financistas busquen redoblar la apuesta para recuperar lo perdido, aunque algunos puede ser que se hayan convencidos de que no les conviene.

Por ahora la pulseada continúa y si no se concreta una brusca devaluación, que ha sido negada en varias oportunidades por el presidente Alberto Fernández y los principales ejecutores de la política económica -el ministro de Economía y el titular del Banco Central-, volverán a anotar fuertes quebrantos.

La bronca de financistas por perder en este juego especulativo no es un factor para desestimar en las burdas operaciones mediáticas desplegadas acerca de la evolución del mercado cambiario, las reservas del Banco Central y la intervención oficial en la plaza de dólar futuro.

Respecto a esto último es bastante peculiar que financistas atemoricen acerca de la emisión extraordinaria que debería hacer el Banco Central si se devalúa por la cantidad de contratos a futuro vendidos, cuando lo que está pasando en esa plaza es lo opuesto a lo que dicen, porque el Banco Central está barriendo con pesos de los bolsillos de devaluadores frustrados.

Antecedentes

Como se mencionó, existe una causa judicial "dólar futuro", una de las más delirantes impulsada por la alianza macrismo-radicalismo. Antes de fallecer, Claudio Bonadio, magistrado que se dedicó a perseguir judicialmente a CFK, la había elevado a juicio oral.

La disparatada acusación es por administración fraudulenta y perjuicio a las cuentas públicas. Hay una pericia que determinó que la intervención del Banco Central no generó esas consecuencias.

El aspecto más insólito de esa acusación es que la última gestión del Banco Central durante el segundo gobierno de CFK, a cargo de Alejandro Vanoli y con el vicepresidente Miguel Pesce (hoy titular de la entidad monetaria), contabilizó ganancias por 5500 millones de pesos por operaciones con dólar futuro.

Las pérdidas posteriores fueron ocasionadas por la decisión de devaluar del equipo económico de Mauricio Macri, medida que benefició además a varios integrantes de ese Gobierno por sus anteriores apuestas financieras. 

El Banco Central macrista debió realizar pagos por unos 55.000 millones de pesos y el origen de ese desembolso no fue por la operatoria en sí, sino por el ajuste cambiario del 40 por ciento con el que inauguró la Alianza Cambiemos su gestión.

La estrategia de intervención oficial en la plaza de dólar futuro apuntaba a desalentar las presiones devaluacionistas. En el 2015 se frenaron hasta que el entonces ministro de Economía Alfonso Prat-Gay -el mismo que hoy da consejos sobre qué hacer con el dólar- devaluó, generando esas pérdidas financieras además de un shock inflacionario.

Ese mismo bloque financiero y de poder que se benefició con la devaluación de entonces presiona ahora por un fuerte ajuste cambiario, lo que implicaría las mismas consecuencias: pérdidas para el Banco Central y ganancias para financistas.

Esos operadores de la city hoy no están en el gobierno como en el 2015, cuando se acomodaron en los dos lados del mostrador: definieron el precio del dólar al tiempo que embolsaron utilidades por sus contratos de compra de dólar futuro, entre ellos el padre del endeudamiento descontrolado, Luis Caputo.

Otra herencia

Existe una tendencia en la city y sus voceros mediáticos de no mencionar que las actuales tensiones cambiarias tienen origen en el desastre financiero realizado por uno de los suyos: Luis Caputo, que a esta altura puede considerarse el peor ministro de Finanzas de las últimas décadas. Es una ofensa al Messi jugador de fútbol que haya tenido ese apodo ese mesadinerista que dejó un caos en la deuda pública.

Sólo la complicidad obtenida por los negocios que regaló a sus amigos financistas oculta la sucesión de disparates realizados en la administración de los pasivos públicos, que hoy se siguen pagando.

Uno de ellos ha sido uno de los motores de la disparada del dólar contado con liquidación. El equipo económico liderado por Martín Guzmán está en camino de arreglar ese desaguisado para aflojar las tensiones en ese mercado.

La más reciente inestabilidad cambiaria en el ccl fue motorizada por dos grandes fondos de inversión internacional (Pimco y Templeton), que suscribieron bonos emitidos por Caputo y ahora, luego de contabilizar pérdidas inmensas, están presionando para venderlos y salir del mercado local. Y lo hacen a través de operaciones ccl.

Esos dos fondos fueron los principales compradores del Bono del Tesoro en pesos a tasa de política monetaria (Botapo o TJ20), emitido por Caputo el 21 de junio de 2017, por un total de 75.000 millones de pesos. El monto de ese bono luego fue ampliado el 25 de agosto del mismo año por 29.399 millones de pesos, hasta totalizar 104.399 millones de pesos. El 21 de junio de 2019 se sumaron otros 37.978 millones de pesos.

En total fueron 142.378 millones de pesos de bonos TJ20. Esa operación ruinosa para los fondos de inversión también fue muy onerosa para las arcas del Tesoro Nacional: acumula pagos de intereses por 157.990 millones de pesos. No hay error en las cifras: en tres años el Tesoro tuvo que pagar más intereses que el capital emitido.

Para aliviar la presión de esos fondos de inversión que buscan convertir esos activos en pesos en dólares ccl, lo que disparó al alza esa cotización, Economía emitirá un bono de 750 millones de dólares esta semana para darles salida y despejar un poco esa franja del mercado cambiario.

Día a día

Las tensiones cambiarias seguirán hasta el último día del gobierno de Alberto Fernández. La clave para aflojarlas y así administrar la crítica situación será mantener el control del mercado día a día con todas las herramientas a disposición, ya sean financieras, cambiarias, regulatorias, de fiscalización y de conversaciones amigables o no tanto con banqueros y agentes bursátiles.

La semana pasada fue la prueba que demostró que aplicando esa estrategia se obtienen resultados positivos parciales. Es una estrategia que debe ser adaptada -con más o menos flexibilización- en cada momento para no correr detrás de los movimientos especulativos de los financistas.

La brecha cambiaria seguirá presente mientras exista un férreo control de capitales y su relajación no se encuentra en un horizonte cercano. Bajarla al 50 por ciento como umbral superior es el objetivo inmediato, para luego seguir reduciendo esa brecha para limitar su influencia negativa sobre las expectativas devaluatoria y, por lo tanto, en la dinámica de la recuperación económica.

Sacachispas todavía no puede gritar un nuevo gol pero junto al Banco Central, que acumula ganancias en el mercado de dólar futuro a cuenta del equipo de los devaluadores, pasó a controlar la pelota para dominar el juego en el campo cambiario.

(https://www.pagina12.com.ar/302967-los-devaluadores-pierden-y-estan-furiosos )

Los terrenos de Guernica, informa la prensa dominante, fueron devueltos a sus legítimos dueños. El capo famiglia y ex ministro macrista Miguel Etchevehere recuperó su predio. El ruralista no acreditó la titularidad exclusiva de su campito. Varios de los “legítimos dueños” de Guernica ni siquiera invocaron ser propietarios, apenas tenedores … y no lo probaron debidamente.

La “Justicia” se expidió, concuerdan por una vez la derecha y los gobiernos nacional, bonaerense y entrerriano. Este cronista rechaza llamar “Justicia” al Poder Judicial o a jueces o fiscales. Se trata de una batalla perdida pero cree válido sostenerla. La Justicia pasa poco por los Tribunales, nada en los casos que reseñamos.

La propiedad privada está garantizada por la Constitución. No es un derecho absoluto ni superior al resto. Coexiste con otros, de igual valor y a menudo menos defendidos en la práctica. Por ejemplo, el acceso a la vivienda digna que se consagra en el artículo 14 bis.

Los derechos constitucionales no encastran como Rasti en la cruda realidad. Colisionan con frecuencia, compete a las autoridades ver cómo articularlos.

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El vicio original y las derivaciones: El vicio o pecado original del desalojo en Guernica consistió en que la justicia penal resolviera un conflicto de esta índole. Lo agravó el mecanismo adoptado, una medida cautelar que restringió al extremo los derechos de los ocupantes. El juez de Garantías Martín Rizzo eligió esas vías, instadas por el fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta.

La Cámara confirmó el desalojo compulsivo (“lanzamiento”) que se postergó primero a pedido de los abogados de los ocupantes, de organismos de Derechos Humanos, entre ellos el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y el Servicio Paz y Justicia (SERPAJ). También lo peticionaron el Defensor Oficial y la Defensora de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, Marisa Graham.

El ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque, reclamó a su vez prórrogas mientras activaba negociaciones con los ocupantes. Varios centenares de familias llegaron a acuerdos y desocuparon los predios, que ocupan 100 hectáreas.
Por iniciativa del “Cuervo” Larroque se practicaron dos censos, uno en septiembre, otro en esta semana. El gobierno provincial cruza datos y llega a la conclusión que alrededor de 700 personas censadas en septiembre se fueron y luego ingresó una cantidad similar. Los datos pueden adolecer de cierta imprecisión porque median dificultades y reticencias para el relevamiento pero son posiblemente aproximados a la realidad.

El fiscal saboteó las negociaciones, presionando para desalojar.

Los intendentes peronistas de otros distritos creen que es necesario desalentar otras tomas. Promovían el desalojo urgente, conversando con funcionarios provinciales. Blandieron encuestas alegando que los vecinos de clase media y media baja hacen mayoría aplastante anti okupas.

Las conversaciones se sostuvieron casi hasta el final, se les puso fin en octubre. Había un borrador de un nuevo acuerdo, diferenciando entre los ocupantes del último censo y los anteriores.

A título de opinión: el Ejecutivo provincial debió suspender el lanzamiento, haciendo uso de sus facultades o su inventiva. Acatar una decisión judicial injusta y antisocial es una decisión política, no una rutina burocrática.

El Frente de Todos (FdT) no siempre se deja conducir por “la Justicia”. Sabe ser confrontativo con jueces federales, con el Procurador General agotando e innovando con instancias institucionales.

Estaban a mano herramientas tales como un decreto o un recurso ante la Corte provincial o aún la promoción de juicio político contra Rizzo. Hoy mismo se podría tomar alguna medida respecto del fiscal que se sacó una selfie muerto de risa durante el desalojo y la divulgó por redes sociales. Hay conductas repudiables, hasta inmorales, que no son delitos pero que deberían habilitar mecanismos de sanción o (así más no fuera) de repudio oficial. Ante tanta obscenidad exhibicionista, quien calla otorga,

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Su Señoría y la Bonaerense: Rizzo estableció que la diligencia de desalojo debía realizarse “en horario diurno desde que salga hasta que se ponga el sol (…) con el mayor cuidado de la integridad física de las personas que ocupen el predio y de los bienes que allí se hallaren”.

El ministro de Seguridad Sergio Berni desplegó 4000 efectivos policiales para sacar a 600 personas, según consta en el acta judicial. Muchas se retiraron tan pronto como pudieron: mujeres y pibes. Habrá quedado la mitad.

Pulso Noticias informa en su cuenta de Twitter que la acción comenzó a las 4.30 durante un día en que alboreó a las 5.20. La hora no se puede corroborar pero las imágenes verifican que el cielo estaba muy oscuro. El sentido común añade que no era sensato ni necesario ni compasivo arrancar en ese horario insalubre contra familias inermes.

Se quemaron pertenencias de los ocupantes. Machimbres, maderas con las que habían construido refugios, las casillas mismas, alguna ropa. Hay denuncias verbales de que se prendió fuego a documentos de identidad. Dichos bienes materiales son propiedad privada que la Constitución garantiza. El derecho de propiedad no se constriñe a inmuebles (terrenos o viviendas) vale para bienes muebles, de cualquier valor económico.

La Policía acusa a los propios ocupantes, un clásico que debería probar porque es la principal sospechosa como consecuencia de su tradición macabra.

El despliegue con helicópteros, excavadoras, reflectores, balas de goma, dos clases de gases lacrimógenos configuró un cuadro represivo que quedará en la memoria de quienes lo padecieron.

Esta columna recorre política, tecnicismos legales, intenta una crónica. Su principal conclusión está mejor expresada en un texto breve, brillante y sentido de Guillermo Saccomano publicado el sábado en este diario. Describe, sugiere, de modo insuperable lo que pasó y su impacto en quienes lo padecieron.

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La política y el operativo: El presidente Alberto Fernández y el gobernador Axel Kicillof siguieron el desalojo y lo avalaron. La postura del gobierno bonaerense fue enunciada con más detalle por el subsecretario de Hábitat de la provincia de Buenos Aires Rubén Pascolini. El desalojo, explicó “fue un trago amargo porque trabajamos mucho para que no sucediera”. Agregó que desde el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad “se trabajó para poder llegar a una resolución voluntaria”. Responsabilizó a las organizaciones de izquierda: “hubo distintos problemas por la intermediación de las organizaciones con contradicciones entre sí mismas, y con mucha inmadurez, se imposibilitó el acuerdo”.

El juez Rizzo dispuso que la diligencia “deberá ser filmada en su totalidad” como recaudo para defender los derechos humanos de los ocupantes. Esas filmaciones, más las obtenidas por la prensa y los organismos de Derechos Humanos, deben usarse para investigar y, en su caso sancionar desbordes o ilegalidades policiales. La Secretaria de Derechos Humanos bonaerense requirió a medios y a organismos el material respectivo.

Cualquier pesquisa debería hacerse por autoridades ajenas a la Bonaerense conforme los protocolos que se vienen aplicando en circunstancias parecidas. Una comisión parlamentaria podría servir de herramienta, entre otras imaginables.

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Distintas versiones de diálogo: Mientras Larroque llevaba adelante el diálogo, complicado por demás, se fueron planteando respuestas generales para el corto plazo, el mediano y el largo. Se resolvieron situaciones particulares. A último momento se trabajaba un borrador de acuerdo con ocupantes. Las tratativas se suspendieron.

El gobierno provincial cuestiona la intransigencia de partidos de izquierda que participan en las negociaciones. La interlocución es difícil pero se debió apostar al diálogo. No había peligros inminentes ni situaciones de riesgo ni urgencias salvo las provocadas por el juez y el fiscal.

Alberto Fernández conversa en estos días con la crema del empresariado. Desde la Asociación Empresaria Argentina (AEA) hasta los devaluacionistas que impulsan corridas bancarias. La labor, ingrata, apunta a sostener la pax financiera, a evitar enfrentamientos. Para ser coherente debería sostener esa praxis, tal vez indigesta, en los conflictos con otras clases sociales.

Y, por cierto, debe extremar el rigor para investigar un operativo en el que pudieron violarse derechos humanos. No hubo víctimas fatales, ni heridos. Se ofreció albergue a quienes podrían haber pasado la noche a la intemperie. Paliativos dignos de mención pero no suficientes.

Vamos a otras comarcas, otras tomas.

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El encandenamiento de tomas: La narrativa derechosa enhebra Guernica, Santa Elena, las reivindicaciones mapuches en el Sur. Son tomas, expresan avances contra la libertad. La sincronía de fenómenos siempre significa algo y favorece al relato simplificador. Sin embargo son historias diferentes, muchas nacidas años o décadas atrás.

Las demandas mapuches se refieren a propiedades privadas y públicas, en Parques Nacionales. Se remontan a la creación del Estado Nacional. Estuvieron en el candelero dos años atrás, cuando fueron asesinados Santiago Maldonado y Rafael Nahuel.

Las cuitas entre los Etchevehere acumulan denuncias, querellas y cuitas personales añejas. La novedad es la ocupación de parte de un campo y la intervención de militantes sociales, conducidos por Juan Grabois, convocados por Dolores Etchevehere, la hermana desahuciada. Su parentela la acusa a ella por usurpación, se la detiene. La mamá del clan y los hermanos machitos desisten los cargos. No sirve para nada porque una vez iniciada la acción el Estado la tiene que continuar. En ese culebrón caracterizado por una breve alianza de clases y movimientos sociales intervienen los tribunales lugareños. Adivinen quién juega de local, si la familia patriarcal o la hermana rebelde.

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Contradictorios, no complementarios: Al cierre de esta nota Berni propaló un spot de campaña con el sello “Fuerza Buenos Aires”. Apología de la represión en Guernica, del despliegue uniformado, con reminiscencias de “Apocalipsis Now”. Enarboló la consigna “el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad privada son innegociables”. Omitió mencionar otros derechos. Un autorretrato cabal, un alegato punitivista. Culto a la personalidad, internismo en una coyuntura ardua.

Larroque se reunió con vecinos de Guernica, para buscar soluciones. Tuiteó: “Ahora en Guernica, Presidente Perón, seguimos asistiendo a las familias. Muchas nos manifiestan que no habían tenido acceso a las propuestas del Estado por parte de los interlocutores que las representaban. En otros casos nos cuentan que las indujeron a no firmar ningún tipo de acuerdo aduciendo que la propuesta del Estado era falsa. Nuestro trabajo en el municipio se viene desarrollando desde hace más de dos meses y vamos a continuar la asistencia a todas las familias que lo requieran y necesiten”. Con la gente tratando de dar respuestas, sin loas a la represión.

Habrá quien aduzca que son dos funciones del Estado, expresadas por sendos funcionarios. Disentimos, esas prácticas no son complementarias sino antagónicas. La represión no sumó nada a la mejor, a la importante, a la coherente.

El Gobierno nacional consiguió domesticar un rato al dólar, amplió virtuosamente la Asignación Universal por Hijo (AUH). La violencia en Guernica contradice sus mejores banderas aunque un funcionario se ufane de haberlas ejecutado y procure construir su futuro político con la mano dura como blasón.

Todas estas historias continuarán.

(https://www.pagina12.com.ar/302984-guernica-la-propiedad-privada-y-otros-derechos-en-danza)


Los hechos son a los discursos en tanto la trama que le da sentido. Orienta decisiones y acciones que conducen a nuevos hechos, dibujando redes complejas que constituyen y se manifiesta en forma de realidad. Cada quién argumentará, interpretará, adjudicará intenciones propias y ajenas, emitirá o no juiciios críticos hacia sus propias conductas, hacia las conductas de otros, hacia el comportamiento social en general o de grupos o instituciones en particular. Entre las marcas y las huellas, muchas veces indistinguidas en los discursos en tanto asignaciones conceptuales generales que reducen el significante a meras comprobaciones parciales, que se asumen como totalidad del objeto de enunciación. Por ejemplo cuándo se generalizan acciones respecto de “la gente”, “el Estado”, “El gobierno”, “El peronismo” etc., se pierde la diversidad y complejidad de los actores en relación a los hechos y al conocimiento de los discursos que los impulsan, sostienen y dan sentido.

Por tanto, de lo que en verdad se trata, es de la disputa de sentidos respecto de intencionalidades e interpretaciones de ideas y sucesos y las implacancias de estos en la identificación de la realidad, y en las explicaciones y el conocimiento respecto de esta.

El Capitalismo, mas que en otras épocas, ha hecho de la fragmentación su herramienta constitutiva. La idea sencilla de que pensamiento, palabra y acción deben ser coherentes racionalmente y describir en parte esa realidad compleja que se nos ofrece a los sentidos y las emociones como “muestras” de un collage que cada quién diseñara de modos particulares, es subvertido por el imperio de una realidad que primero nombrada, creada e inventada en torno a una deidad … el dinero en su forma monetaria y financiera, genera un discurso, el neoliberal, que aunque en mucho no se manifieste en la realidad, la fuerza hasta que creamos que efectivamente es así. El Homo Capitalis que pierde su capacidad de razonar y dar coherencia a sus cualidades para humanizar, transformado en un especie que acumula capacidad financiera y se transforma en lobo de otros Lobos en aras de acumular … Yo y mi dinero, lo demás, no importa nada.


Daniel Roberto Távora Mac Cormack

Imágenes:

Carlos Cañas fue el pionero del arte abstracto en El Salvador  en donde realizó la primera exposición de este arte. Es un pintor con amplia variedad de estilos y es el mayor exponente de los estilos vanguardistas. Decoró el techo del Teatro Nacional , donde las mujeres se pasean entre colorosos mangos y donde el propio pintor se hace aparecer en un balcón coronado con una aureola..
        Realizó trabajos en plástica maya, y en ilustraciones de libros de cuentos. Estudió en España en donde ganó un premio y ha sido el maestro de una generación de pintores...




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