Redes Sociales, Tecnología y Guerra.

 

Buen uso

El Gobierno anunció que trabaja en una iniciativa para promover “el bueno uso de las redes sociales”. Lo adelantó el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, durante la presentación de la Agenda Productiva Federal en el marco del Consejo Económico y Social.

Vamos a profundizar los lineamientos centrales del uso de las redes sociales para el bien común”, dijo Beliz y anticipó que ya “estamos trabajando con un estudio pionero que marca y propone un pacto para el buen uso de las redes sociales y que dejen de intoxicar el espíritu de nuestra democracia”. El secretario de Asuntos Estratégicos adelantó también que junto al Gobierno se han convocado a 40 universidades de toda la Argentina para para definir lo que desde el oficialismo llaman “el bueno uso de las redes sociales”.

Aclararon que no hay un proyecto oficial a presentarse en el corto plazo, sino que se trata de un programa y una iniciativa “de las tantas que trabaja el Consejo”. Además, insistieron en que no se trata de una regulación, sino de un acuerdo con organizaciones políticas, sociales y civiles en general para impulsar un “buen uso”.

Desde el Gobierno difundieron un comunicado firmado por el propio Beliz, al que hizo referencia en la conferencia de prensa, titulado “redes para el bien común”, donde se detalla el contenido del denominado Pacto por la Información y la Democracia, de junio 2021. Allí se indica que la iniciativa “no significa ni un intento de regular las redes sociales, ni un intento de vulnerar la libertad de expresión, ni mucho menos avasallar ningún derecho constitucional. Ha desarrollado actividades públicas con múltiples actores de la vida ciudadana, y su plan de trabajo se caracteriza por la pluralidad de actores y voces. Pretender cualquier otra interpretación es algo alejado a la verdad de lo que estamos realizando con seriedad y profesionalismo”.

La aclaración surgió luego de que trascendiera que se trataba que el anuncio del gobierno implicaba “regular las redes sociales” y del rechazo que generó tanto entre los políticos de la oposición como de especialistas en materia de comunicación y libertad de expresión.

El Pacto por la Información y la Democracia

Redes para el bien común es un programa que, a partir de la adhesión de la República Argentina al Pacto por la Información y la Democracia, persigue el objetivo de abordar los múltiples desafíos del ejercicio de la ciudadanía en tiempos de Internet”, se detalla en la web del Consejo.

Al mismo tiempo, sostiene que “busca aprovechar al máximo el potencial democrático que ofrecen las plataformas virtuales, avanzando hacia ”.

La iniciativa contempla, además, un foro abierto sobre ciudadanía en tiempos de redes y sobreinformación, un acuerdo amplio sobre buenas prácticas en Internet y un panel trasnacional de especialistas en ciudadanía digital. En el primero analizan “la preocupación real y concreta de las democracias contemporáneas ante los efectos negativos de la desinformación y los discursos de odio. Reducir su incidencia es una tarea compleja que requiere que se convoque a un debate amplio con la participación de toda la sociedad”.

"Con ese fin, desde el programa Redes para el bien común se organizarán Foros abiertos sobre ciudadanía en tiempos de redes y sobreinformación. Se trata de encuentros que se llevarán a cabo, durante los meses de octubre y noviembre, en 5 regiones del país: norte, centro, cuyo, sur y bonaerense”, detallaron oficialmente

El objetivo es recuperar una mirada amplia, federal y plural, para promover un “Acuerdo amplio sobre buenas prácticas en Internet”. De este modo, invitarán a participar a sindicatos de prensa; docentes, investigadores y estudiantes universitarios; asociaciones civiles; organizaciones de DDHH; profesionales; funcionarios públicos municipales, provinciales y nacionales; asociaciones de medios de comunicación; cámaras empresarias; dueños, directivos y/o representantes de medios de comunicación y a la comunidad en general.

Sobre el “Acuerdo amplio sobre buenas prácticas en Internet”, aseguraron que se trata de “un compromiso de responsabilidad compartida para crear entornos digitales respetuosos que refuercen los valores de la libertad, la tolerancia, la convivencia democrática y aseguren el mayor grado posible de veracidad de la información que circula en redes y plataformas digitales”.

El objetivo es lograr la colaboración del sistema político argentino, de las empresas de medios de comunicación, de las y los periodistas, de las plataformas de contenidos digitales y de las empresas verificadoras de contenido, en la lucha contra las expresiones de odio, la desinformación y las noticias falsas que se propagan a través de la web.

También habrá un panel trasnacional de especialistas en ciudadanía digital compuesto por miembros nacionales e internacionales, con una participación de carácter ad honorem, de diferentes campos académicos y reconocida trayectoria profesional convocados por el CES en función de sus conocimientos y antecedentes.

Su objetivo es formular recomendaciones basadas en evidencia para la adopción de políticas públicas que permitan construir entornos digitales respetuosos; desarrollar investigaciones que incrementen el conocimiento de los problemas de mayor relevancia en el campo de las comunicaciones en entornos digitales; evaluar el grado respeto a los principios del Pacto Internacional para la Información y la Democracia por parte de las entidades que integran el ecosistema digital del país. (Infobae)

El crecimiento necesario de Edge Computing y 5G en Latinoamérica

Jaime Durán, Director de Productos de Conectividad, Medios e IP del Clúster Norte, escribe en T&NMagazine

Los responsables de TI de las empresas han oído hablar mucho del potencial de la computación de borde y de las redes 5G para resolver problemas, pero ¿en qué punto nos encontramos ahora? 

En un contexto de aceleración de la transformación digital en que las aplicaciones son cada vez más demandantes en términos de poder computacional y de velocidad, la propuesta de la arquitectura Edge Computing evita los largos viajes de los datos hacia los centros de datos principales para que se procesen allí y vuelvan hasta el dispositivo que los necesita. A cambio, lleva la inteligencia más cerca del lugar en que se procesan. Así, cuando es imprescindible que una aplicación interprete algo, acceda a una información o entregue una respuesta en menos de milisegundos, Edge Computing es la solución. 

Aplicaciones como el reconocimiento facial en los aeropuertos para controlar que los pasajeros no tengan ningún problema judicial, el análisis del perfil de los consumidores que ocupan un ascensor en un momento determinado para mostrar en las pantallas publicidad relevante y alineada con los intereses de los pasajeros, son apenas algunos ejemplos de cuando el tiempo es una variable clave y no se puede esperar. En todos esos casos, la respuesta es el Edge Computing.

Diversos factores impulsan el crecimiento de Edge Computing en la región. Por nombrar algunos, la adopción incremental de soluciones de video, realidad aumentada o realidad virtual, industria 4.0 y hasta inteligencia artificial que requieren respuestas en tiempo real. El Informe de Tendencias Globales: cómo la Cuarta Revolución Industrial está cambiando la TI, las empresas y el mundo de Lumen, ya había detectado que el 60% de los tomadores de decisiones de TI globales necesitan una latencia menor a 10 milisegundos para sus aplicaciones, cifra que cae a 5 milisegundos para el 20% de ellos. 

Y, por supuesto, la evolución de la tecnología de telecomunicaciones 5G, que parece desarrollada a medida para Edge Computing. La aparición de 5G multiplica las oportunidades, ya que como una de sus características es la baja latencia, en especial entre las estaciones repetidoras de señales y los dispositivos, permitirá incrementar de manera notable los casos de uso. Se estima que las conexiones 5G en la región pasarán de ser las 300,000 de 2020 a 61.9 millones en 2025, de acuerdo a datos de Statista.

La computación de borde es el arma secreta que permite el 5G. Según el 82% de los responsables de la toma de decisiones de TI a nivel mundial, el 5G necesita la computación de borde para ofrecer el rendimiento y la experiencia necesarios para que su negocio tenga éxito.

En conclusión, el Edge Computing y el 5G trabajando juntos no sólo representan una parte necesaria de la transición a velocidades más altas y un mayor ancho de banda, sino que también son esenciales para que las empresas mantengan una ventaja competitiva y mantengan seguros los datos de sus clientes y empleados. A medida que el 5G revoluciona todos los sectores y permite que cada vez haya más dispositivos conectados a la red, las soluciones de borde proporcionan una plataforma que permite un crecimiento estable y fiable. 

Nuevas necesidades corporativas y un mayor despliegue de 5G podrían ser claves para una adopción a escala masiva de este modelo de infraestructura en una región. 

Una guerra, ¿puede ser noviolenta?

Néstor Tato, Abogado, mediador, investigador del Centro de Estudios Humanistas de Buenos Aires "Mayte de Galarreta", escribe en Pressenza

El título parece presentar un contrasentido, ¿acaso puede una guerra ser noviolenta?

Si nos atenemos a que la violencia radica en la intención de los agentes, la respuesta sería positiva. Si puede haber una guerra noviolenta, ésta guerra parece serlo.

Pero la guerra implica violencia física en todos sus aspectos, ¿cómo puede ser noviolenta? Efectivamente, no, de ningún modo puede pensarse que la guerra pueda no ser violenta, si se entiende por violencia la muerte y la destrucción material. O sea, el resultado de la guerra.

Por supuesto, estoy hablando de la actual “guerra” de Putin. Y lo personalizo así, porque obliga a pensar en un agente con intenciones, un ser humano que busca algo y al que los medios han convertido en la imagen rediviva del demonio soviético. No es un ser humano cualquiera sino que preside, no una nación sino una federación. Es más, recomiendo mirar un mapa para hacerse una idea del territorio que lo tiene como responsable (no sólo a él, claro) [1]. Pero tal parece que sólo él decide y es responsable, para el imaginario occidental que promueven los medios.

Si uno se emplaza en Moscú, con la clara visión del territorio que custodia, tan sólo de la enorme fuente de recursos naturales que protege, quizás podríamos tener una visión cambiada de la que se vende en estos días, de este lado del planeta.

Y si uno piensa en los límites históricos de la nación rusa, de ese conglomerado de etnias que alguna vez ocupó desde la actual Polonia hasta Alaska (sí, cruzando el Pacífico), se podría ver de otro modo la cuestión del avasallamiento del “estado” ucraniano.

Para evitar entrar en detalles de los antecedentes y el contexto mundial, recomiendo la lectura de las notas de Javier Belda[2], Mariano Quiroga[3], Oleg Yasinsky[4], Pepe Escobar[5], Pablo Ruiz[6], David Sámano[7] y mi anterior[8].

Ahora, sugiero hacer el intento de imaginar que vivo la realidad del planeta desde la enorme extensión del territorio ruso y con esa historia que alcanza mis ancestros más lejanos. Agrego la convivencia con y el cuidado de cientos de millones de vidas. Este juego de imaginación se debe a que las situaciones humanas sólo se explican y comprenden desde el contexto vivido[9]. Si no es desde ese punto de vista, los esquemas de situación, por muy “objetivos” que pretendan ser, no reflejan la fuente de la realidad.

Si se mira a Occidente, ya dijo Eisenhower que el problema era el complejo militar-industrial, así que no es novedad decir que la intención de guerrar es de la industria bélica, de la que los gobiernos de los Demócratas estadounidenses han sido y son fieles servidores. Los pacifistas europeos de los años sesenta protestaron cuando los estadounidenses plantaron sus bases en sus países y después se especializaron en protestar por la amenaza nuclear, sin embargo, ahí siguen los “nukes” que albergan sus gobiernos. Protestar es mejor que callar, pero si hoy se mira el panorama de bases militares estadounidenses en Europa (no olvido las del resto del mundo), ¿es un territorio libre so color de “alianza atlántica”?, ¿o un territorio militarmente ocupado? Claro que con elegancia y disimulo. ¿Quién viene guerreando sin solución de continuidad desde el final de la Segunda Guerra Mundial?

De modo que si miramos este conflicto “bélico” desde la escala histórica del balance de fuerzas entre potencias, la cosa no es como nos la pintan. Hay que escuchar a Mearsheimer[10] y sus criterios “del siglo XIX”, como los llama. Con toda claridad describe la constante provocación por parte de la OTAN, al avanzar descaradamente más allá de las fronteras autoimpuestas.

Ya dije en mi nota anterior que ésta no es una “guerra” y si lo es, sólo es la extensión de la que Kiev desató contra el Donbass, que tiene todo el aspecto de un genocidio: dictaminar la muerte de un pueblo porque defiende su idioma, su cultura y su derecho a la autodeterminación. Y si no se convencen, busquen el video de Porochenko donde degrada a los prorrusos[11] o el de Donbass Insider que muestra que Kiev sí usa bombas prohibidas, de fragmentación[12].

En ese contexto se entiende que la “operación militar especial” es una acción de autodefensa si se consideran la provisión de armas (que ha aumentado) para la guerra que Ucrania preveía contra Rusia[13] y se suman los 26 laboratorios de investigación biológica que financió el Pentágono, como reconoció Victoria Nuland (hoy subsecretaria de Estado y antes protagonista en el golpe nazi de 2014[14]), con la excusa de “desmontar” (más bien, apropiarse) de los laboratorios soviéticos. María Zakharova[15] publica un detalle incisivo: el laboratorio de Wuhan trabajaba con una filial patrocinada por el Pentágono en la investigación de los coronavirus de murciélagos, ¿recuerdan la primera hipótesis del origen del covid y aquella versión de que se había filtrado de un laboratorio militar estadounidense?

Así que sí, esta “guerra” es una acción de autodefensa de un país, y sus limitaciones declaradas la hacen aparecer, más bien, como una acción policial ejecutada por un ejército. Es una cuestión de escala. Los valores semánticos están aquí dramáticamente en juego porque las guerras conocidas han sido intentos de devastación, de modo que, atendiendo a los objetivos declarados y los resultados en este primer mes, se puede hacer un ejercicio intelectual. Teniendo en cuenta la escala podemos repensar esta acción militar.

¿Qué quiero decir con “a escala”? Así como yo tengo puños, un estado nacional tiene ejército. Por tanto, la potencia y el resultado, hay que ajustarlos en el nivel del elemento usado (puño o ejército). Si se usa un ejército, son conocidos los resultados esperados y aquí, hasta ahora, no se han producido. Basta proporcionarlos respecto de la población de Ucrania y la del Donbass, considerando las muertes que resultaron de este mes y de los ocho años de constantes ataques.

La prolijidad en ceñirse a objetivos militares y no arrasar, pone en claro que no se busca destruir más que lo necesario para aniquilar el poderío militar y desnazificar. Que Zelenski sea judío no es un argumento para lavarle la cara al régimen gobernante (demás, lo que los israelíes hicieron y hacen con los palestinos, ¿les recuerda algo?). Basta poner “Batallón Azov” en Youtube y se verá en vivo y en directo que sí hay nazis, por si la canonización de Bandera no alcanzara[16].

Pero los edificios residenciales, las escuelas y hospitales… sí, claro. Si se convierten en recintos militares, ¿qué se puede esperar? La desinformación en manos del gobierno de Kiev ha sido un arma poderosa en este conflicto. Y no me extiendo porque hay sobre eso numerosa información en las redes sociales. Pero apelo al criterio del espectador. Sugiero estudiar las galerías de fotos del Washington Post, el New York Times o AP, por caso. Consideren cómo se fotografía un mismo cadáver o un mismo edificio derrumbado desde cinco ángulos distintos. Cómo una escuela se ve que es un colador en una ventana y el resto, intacta; o un edificio de departamentos con una ventana (y el piso a que pertenece) destruídos, y el resto, no. De haber intención de destruir, quizás se vería la estructura desnuda. El centro comercial en Kiev había sido convertido en guarnición y con una batería antiaérea detrás. A ver, si llegaron a los alrededores de Kiev al tercer día, ¿toma tanto tiempo hacerse de la ciudad con la potencia de fuego rusa? No es que la “heroica” resistencia ucraniana haya amedrentado a los rusos sino que éstos no han querido -y lo han proclamado- bajas civiles.


Los Azov, por su lado, no han tenido empacho en impedir la evacuación de Mariupol, tomar como rehenes a los civiles, confinarlos a vivir en sótanos como durante el bombardeo constante del Donbass (¿quizás habrá que incluir a los francotiradores que provocaron el asalto final durante el Maidán? cuando Yanukovich ya había celebrado un acuerdo). Entonces, ¿quién tiene la intención de aniquilar?

Una vez más, sí, el uso de la fuerza es repudiable. Pero, y éste es el dilema de quienes proponemos la noviolencia, si usan la fuerza para someter, ¿cómo se espera liberar a los que la padecen ahora, en este instante? La comunidad internacional miró para otro lado durante los ocho años de bombardeos del Donbass, la prensa bienparlante calló cómplice y los pacifistas, en consecuencia, no nos enteramos. Nadie alzó su voz contra el régimen asesino de Kiev, ¿o el derecho de autodeterminación no les cabe a los habitantes del Donbass?

Así que sí, aunque parezca un contrasentido, no es tan disparatado decir que esta puede ser una guerra noviolenta. No sólo por la falta de intención aniquiladora sino que apunta a frenar la otra y verdadera guerra, disimulada e hipócrita, que estaba en curso y gracias al “criminal despiadado” quedó desenmascarada. Esa, ponía en riesgo al pueblo ruso y considerando que es potencia nuclear, ¿no nos pondría claramente en situación de tercera guerra mundial? El punto es, ¿qué se va a hacer con eso?

Si queremos actuar sobre esta situación en curso, habrá que denunciar los factores que la condicionaron, por empezar, la misma supervivencia de la OTAN pese a la desaparición de su razón de ser, la URSS, y su nada disimulada expansión hacia el este; y además, el factor que la sostiene en el imaginario colectivo, la mentira y el ocultamiento deliberados por parte de los medios de comunicación (el Imperio de las Mentiras). Esos tendrían que ser los objetivos para la acción noviolenta: remover las condiciones de la verdadera guerra en curso, que provocaron el desarrollo militar no sólo ruso, sino también el chino, que han ido expandiendo su potencia de fuego en las últimas décadas ante el avance de EEUU.

En este contexto, demonizar a Putin reafirma los grilletes imaginarios que nos puso el Pentágono, aún cuando nos desgañitemos gritando contra la OTAN. El problema no es que hayan puesto sus bases en las fronteras rusas sino que han ocupado Europa y más allá todavía; que oculten las guerras de las que no conviene hablar.

Por último, quedan los presupuestos para defensa, no sólo en Occidente sino en todo el planeta.

Si ampliamos la lente y asimismo la coherencia de la noviolencia, se puede advertir la tarea titánica que queda por delante. Porque sí, la guerra hay que erradicarla y para eso, hay que eliminar los arsenales y borrar las fronteras que defienden y son su razón de ser. No sólo los EEUU y la UE son el enemigo belicista sino que cualquier estado es, en términos de noviolencia, generador de la violencia institucional que oprime a los pueblos, que nos oprime a todos.

Si extendemos el análisis a todas las escalas de nuestro “fenómeno” humano, podemos encontrar que las fronteras dividen para afuera y también para adentro, y que no son sólo geopolíticas sino esencialmente culturales, siendo la discriminación (no sólo la racial) la más clara de sus manifestaciones.

¿Es un planteo utópico? Como todo proyecto a largo plazo, sí, si no se considera que nos encontramos ante una situación esencialmente humana, que depende de la intención de los pueblos. La Historia no es hija de las condiciones objetivas, mal que le pese al materialismo.

Ocurre que asumir esta realidad, tan lejana de la civilización del confort que algunos disfrutamos y a la que aspiran las mayorías porque es su esperanza de vida, no es cómodo. Decidirnos a combatir las fronteras anti-humanas implica un compromiso que no sé si estamos decididos a asumir, aún cuando creamos que este mundo podría ser más vivible sin la violencia.

Ocurre que estamos acostumbrados a querer la paz y esto no se limita a no querer la guerra, sino que exige trabajar por la erradicación de los factores de violencia que nos oprimen con las cotidianas fronteras culturales.

El campo de lucha de la noviolencia es la cultura vigente y sus modelos imaginarios. En la condición de este conflicto está el imaginario de la segunda guerra mundial: Patton dijo que habían derrotado el enemigo equivocado[17] en lo que quizás fue uno de los jalones de la Guerra Fría. Pero es tema para otra oportunidad.

[1] Parece que Putin fue muy gráfico respecto de esto en una entrevista con Sarkozy:

[2] https://www.pressenza.com/es/2014/02/la-enigmatica-rusia/; https://www.pressenza.com/es/2015/01/las-expectativas-del-2015-2a-parte/; https://www.pressenza.com/es/2022/03/una-nueva-configuracion-planetaria-a-partir-de-la-guerra-de-ucrania-i/

[3] https://www.pressenza.com/es/2022/02/china-busca-liderar-la-pacificacion-de-ucrania/; https://www.pressenza.com/es/2022/03/la-paz-con-sangre-entra; https://www.pressenza.com/es/2022/03/la-guerra-de-la-comunicacion-nunca-fue-fria/; https://www.pressenza.com/es/2022/03/para-salir-de-las-matrioshkas-de-relatos-hechos/;

[4] https://www.facebook.com/watch/live/?extid=WA-UNK-UNK-UNK-AN_GK0T-GK1C&ref=watch_permalink&v=337247441637050; https://www.pressenza.com/es/2022/02/desde-el-acuario/.

[5] https://www.pressenza.com/es/2022/03/no-todo-lo-que-brilla-es-necesariamente-oro-ruso.

[6] https://www.pressenza.com/es/2022/03/quieren-parar-la-guerra-parece-que-no/

[7] https://www.pressenza.com/es/2022/03/neo-evolucionismo-no-lineal-y-crisis-en-ucrania/

[8] https://www.pressenza.com/es/2022/03/en-ucrania-no-hay-guerra-la-mirada-ingenua-del-pacifismo/

[9] Un intento de esto lo hice con mi ensayo “Lo implícito en la ahimsa”, en Precursores y guías de la no-violencia (recopilación con Clara Serfaty, Ed. El País, o parquelareja.org/CentrodeEstudios/producciones/aportes)

[10] John Mearsheimer: y “Ucrania en llamas” de Oliver Stone, http://socompa.info/internacional/ucrania-en-llamas/.

[12] Como en el ataque con un misil Tochka U al centro de Donetsk el pasado 15 de marzo: https://www.youtube.com/watch?v=lxtF0snKNsU

[13] Ver entrevista a Aléksey Arestovich, asesor de Zelenski, en Youtube: https//youtu.be/DpHq9xCTyQU

[14] Una conversación filtrada entre Nuland y el embajador estadounidense en Ucrania, mostró cómo digitaban los candidatos para el gobierno ucraniano: https://www.washingtonpost.com/world/national-security/a-quick-guide-to-the-people-in-the-us-diplomats-call-on-ukraine/2014/02/06/9b889714-8f4d-11e3-b46a-5a3d0d2130da_story.html

[15] Para ver su reseña cronológica sobre los laboratorios biomilitares: https://ww.pressenza.com/es/2022/03/biobiden/

[16] Ver “Ucrania en llamas”, cit. arriba, y “Ucrania: el año del caos”, https://www.youtube.com/watch?v=ZFZ5h95v WG0, también https://www.pressenza.com/es/2022/03/como-estados-unidos-ha-empoderado-y-armado-a-los-neonazis-en-ucrania/

[17] Googlear la cita: “We defeated the wrong enemy” y Youtube proveerá.

Según el Banco Mundial

Phil Rosen es reportero de mercados en Insider. Escribe el boletín diario de mercados, 10 Things Before the Opening Bell.

Ha informado para la revista Fortune, BuzzFeed News, GreenBiz, Thousand Oaks Acorn, US-China Today y la Universidad China de Hong Kong, entre otros medios. Es el autor de las memorias de viaje, "Everywhere But Home", que se basa en su tiempo viviendo en el sudeste asiático y Europa. 


Recibió su Maestría en Ciencias en la Universidad del Sur de California como becario Annenberg y anteriormente estudió kinesiología y filosofía en la Universidad Estatal de San Diego. Escribe regularmente en su blog .

La guerra de Rusia contra Ucrania podría desencadenar la peor crisis de deuda para las naciones en desarrollo en una generación, dice el Banco Mundial

La guerra de Rusia contra Ucrania ha exacerbado los riesgos económicos para algunas naciones en desarrollo y puede desencadenar una crisis de deuda, dijo un economista del Banco Mundial .

La pandemia ya había sacudido sus economías y elevado su endeudamiento total a un máximo de 50 años, según una publicación de blog el lunes, pero la agitación geopolítica ha intensificado esto.

La guerra de Ucrania oscureció de inmediato las perspectivas de muchos países en desarrollo que son importantes importadores de productos básicos o que dependen en gran medida del turismo o las remesas”, escribió Marcello Estevao, director global de macroeconomía, comercio e inversión del Banco Mundial.

Además, el aumento de las tasas de interés, estimulado por la línea dura de la Reserva Federal de EE. UU., ha agregado estrés a las economías emergentes. Los países más pobres han seguido asumiendo una cantidad cada vez mayor de deuda a tasa variable como parte de su deuda total. Esto aumenta su vulnerabilidad a las subidas de tipos.

Ahora, hasta una docena de países en desarrollo podrían dejar de pagar su deuda en los próximos 12 meses, estimó Estevao. Si bien eso sería menos de lo que se vio durante las crisis de deuda en las décadas de 1980 y 1990, todavía representaría la "mayor oleada de crisis de deuda en las economías en desarrollo en una generación", dijo.

Estevao pidió una actualización de los sistemas de apoyo para estas naciones en desarrollo, diciendo que los actuales no incluyen las medidas preventivas necesarias.

Por ejemplo, al comienzo de la pandemia, el G20 estableció la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda, que otorgó alrededor de $ 13 mil millones en suspensión de pagos de deuda para casi 50 países. Pero, dijo el Banco Mundial, esa fue una red de seguridad temporal que expiró el año pasado.

Los principales mecanismos globales disponibles hoy para enfrentar las crisis de deuda no fueron diseñados para estas condiciones”, escribió Estevao.

Complejidades

Mientras unos hacen la guerra otros producen innovaciones para alimentar los negocios que las alimentan. Mientras la democracia no sea comprendida como una forma de relacionarnos los humanos, en un plano donde la igualdad de oportunidades y la equidad en esas relaciones se impongan de modos consensuados, alimentando los buenos usos, sin las orientaciones de negocio y del mercado, que suponen la contradicción entre la competencia y la solidaridad, el bien común y el bien privado, no habrá inteligencia artificial, desarrollo tecnológico, descubrimiento científico, que modifique para bien algo de todo lo que esta ocurriendo. Sino transformamos las formas de pensarnos humanos en relaciones con otros humanos y con la naturaleza y las creaciones que producimos, las guerras serán mas frecuentes aunque logremos asentarnos en la Luna, curar enfermedades que hasta ahora no tenían remedio o cualquier cosa que hagamos creyendo que es buena, cuándo no es mas que parte de las formas diferentes con las que se alimenta la muerte.

 

Daniel Roberto Távora Mac Cormack

Imágenes:  Oscar Agustín Alejandro Schulz Solari, más conocido como Xul Solar, fue un pintor, escultor, escritor, músico, astrólogo, esoterista, inventor y lingüista argentino

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