Datos e información para entender la compleja realidad

 


Hechos y sucesos … Panorama complejo de la realidad

La teoría de la complejidad propone un nuevo punto de vista sobre la realidad y un emergente método de conocimiento y análisis científicos para acceder a la comprensión de ella, surgidos en los años 80 del siglo anterior. Pero es un punto de vista integral, dinámico, en movimiento, que incluye dentro de sus observaciones la observación a sí mismo, de modo que se autocuestiona y es capaz de denunciar sus propias deficiencias y contradicciones.

La teoría de la complejidad es una categoría científica en formación —fundada, en gran medida, sobre la teoría del caos, la Teoría de juegos, la teoría de grafos y los aportes que a la transversalidad e interdisciplinariedad de los conocimientos actuales, permiten las tecnologías digitales para obtener y distribuir datos e información — que se aplica a los sistemas complejos de la realidad. La asociación entre las dos teorías se debe a sus planteamientos sobre procesos causales y no lineales y a sus comportamientos no deterministas. Tienen ellas, por tanto, muchos puntos de contactos, pero produce los propios de modo de orientar a la comprensión de un Orden inasequible en su absoluto, pero que permite accesos aproximados mucho mas relevantes y racionales que aquellos basados en procesos lineales, conceptos binarios o formulas estáticas que paralizan la verdadera dinámica de los procesos humanos en la construcción de la realidad que humaniza.

Podríamos decir, para expresarlo de un modo comprensible, que se trata de pensar la realidad como el resultado de las relaciones que las personas establecen entre si, con la naturaleza y los objetos creados por ellos/ellas/elles, por medio de actos, sucesos, ideas, pensamientos, palabras y discursos, que se producen históricamente, y en el presente, por la acción de esas mismas personas, en otros tiempos y en este, en otros lugares y en el propio, en otros tiempos y al mismo tiempo que el propio.

Constituye también, diferentes opciones y propuestas para decisiónes sobre el futuro.

Heinz Pagels, Roger Lewin, Edgar Morin, Gaston Bachelard, François Jacob, Michel Serres, M. Michell Waldrop, Iliya Prigogine y otros pensadores y científicos norteamericanos y europeos que la patrocinan sostienen que la teoría de la complejidad es “la ciencia del siglo XXI”.

Ella concibe el movimiento, producido por esa trama de relaciones humanas, como la forma de existir de la materia y del pensamiento. Las partículas que integran la materia se encuentran en continuo movimiento. Ninguna manifestación de la materia ni del pensamiento está en quietud o en reposo.

Tiene una visión integral del mundo —del mundo como un todo— que atiende los nexos entre los sistemas vivientes. Como bien dice el sociólogo, antropólogo y filósofo francés Edgar Morin, obstinado y pertinaz explorador de la complejidad, “el mundo como un todo está cada vez más presente en cada una de sus partes”. Este es el punto de vista central de la teoría de la complejidad, que descubre en toda su infinita profundidad la complejidad de lo real y que permite asociar en la unidad elementos antagónicos pero complementarios, reconocer la dualidad en el seno de la unidad y ver la cohabitación del orden y el desorden en todas las cosas.

Uno de los que han desarrollado esta teoría es Michell Waldrop en su libro “Complexity: The Emerging Science al the Edge of Order and Chaos” (1994), que sostiene que a cada nivel de complejidad corresponden propiedades completamente diferentes de las cosas y que en cada etapa de su evolución son necesarias nuevas leyes y conceptos.


Para esta teoría la complejidad de todo lo viviente es enorme, hasta el punto que la complejidad del ser humano, de la sociedad, de la Tierra, del cosmos ha obligado a redefiniciones científicas, dentro de las cuales algunos problemas se han declarado “no científicos” mientras que otros, que no han estado en la mira de la ciencia, han pasado a ser sus objetivos importantes. En general, las teorías, ideas, ideologías —en suma: la cultura— han tenido que ser repensadas. Y se ha forjado un pensamiento multidimensional capaz de aprehender la complejidad de lo real. Por eso Morin, en sus cinco volúmenes de “El Método” publicados entre 1977 y 2002, habló en los albores del tercer milenio de una nueva teoría antropocosmológica y definió al ser humano como un homo complexus, porque es una criatura “sensible, neurótica y delirante” al mismo tiempo que racional. Es racional e irracional y, por tanto, capaz de toda clase de mesuras y desmesuras. Ama y odia, es tierna y violenta, sonríe, ríe y llora. Está compuesta de elementos racionales pero también de elementos afectivos. Es seria y calculadora pero al mismo tiempo “ansiosa, angustiada, gozosa, ebria y extática”. Se pierde por los laberintos del mito, la magia y la hechicería pero es capaz también de introducirse en la filosofía y la ciencia. Combina el conocimiento científico con la quimera, y la civilización con la barbarie. Se mueve entre el determinismo y la libertad. En su naturaleza alternan el homo sapiens con el homo demens, o sea que en ocasiones la inteligencia se impone sobre la emoción y en otras ocurre el fenómeno inverso. Pero esa complejidad se acrecienta si pensamos, como dice Morin, que “somos la extremidad de un ala cósmica, impulsados en y por una aventura que nos supera. Estamos poseídos por los mitos, los dioses, las ideas; somos sonámbulos casi totales” en un mundo de complejidades insondables.

Lo cual explica que el hombre combine su desarrollo económico con el subdesarrollo ético, psíquico, afectivo y humano que le aqueja. A su alrededor la civilización y la barbarie están a un paso. Somos tribus de bárbaros con energía nuclear.

Morín afirma que la relación entre el individuo y la sociedad de la que forma parte es una relación dialógica e interactiva porque “somos engendrados por la sociedad que engendramos” y porque poseemos ideas y mitos que nos poseen. (Comentario como especie de paráfrasis con agregados propios, al texto de Rodrigo Borja, en su Encíclopedia de la Política, en el apartado “Teoría de la complejidad” publicado en Agosto de 2019. https://www.enciclopediadelapolitica.org/teoria_de_la_complejidad/ )

Leer e interpretar datos, información, sucesos y reflexionar sobre estos de modo complejo, no hace mas que contribuir al intento por racionalizar y humanizar la barbarie, para convertirnos en mejores personas y contribuir a una mejor humanidad para “todes” …

Antes de Mañana

Diane Chevalier, autora en Cenital del newsletter “Antes de mañana”, periodista de profesión y especialista en redes sociales, publica contenidos cortos en Instagram

  • FMI.

    El proyecto de ley por el acuerdo con el FMI va a ser tratado en la Comisión de Presupuesto del Senado a partir del lunes, después de que Diputados le diera media sanción esta madrugada. Alberto Fernández sostuvo que significó “un paso importante”; agradeció a los diputados que acompañaron el proyecto y pidió “reflexión” para los que se abstuvieron: “Por ahí tienen dudas y podemos aclararlas”, remató.

  • Chile.

    Gabriel Boric asumió como presidente de Chile y, con 36 años, se convirtió en el mandatario más joven de la historia de su país. La ceremonia contó con la presencia del presidente saliente, Sebastián Piñera, los integrantes de su gabinete y autoridades de otros países, entre ellos Alberto Fernández. El mandatario argentino dijo que su asunción “es una expectativa para toda América Latina”. “Me siento muy cómodo sabiendo que Chile está gobernado por Boric”, agregó. Ayer, el canciller de Japón le entregó a Boric una pokebola con un Squirtle. Amo.

  • Ucrania. Joe Biden reiteró que Estados Unidos no se va a involucrar en una guerra contra Rusia en Ucrania: “Un enfrentamiento directo entre la OTAN y Rusia es la Tercera Guerra Mundial”, subrayó . Su país va a prohibir la importación de bienes significativos para la economía rusa, como mariscos, vodka y diamantes, y junto con la UE va a frenar la exportación de artículos de lujo, “como un golpe directo a las élites rusas”. YouTube está bloqueando en todo el mundo los canales financiados por el gobierno ruso. Argentina entregó esta mañana (del viernes) la primera visa humanitaria a un ciudadano ucraniano.

  • Comercio con la UE.

    El primer ministro italiano, Mario Draghi, sostuvo que si la guerra en Ucrania sigue afectando el abastecimiento de alimentos, para la Unión Europea “será necesario” importar productos agrícolas de países como Estados Unidos, Canadá y Argentina. “Existe la convicción de que la Comisión debe revisar temporalmente las reglas que nos acompañaron estos años”, sostuvo Draghi –en referencia a los aranceles y cupos europeos– en el marco de una cumbre de líderes de la UE en Versalles, Francia.

  • Covid y ovarios.

    Un estudio liderado por el CONICET y el Instituto de Biología y Medicina Experimental demostró que el contagio por Covid-19 desregula la función ovárica. El estudio se llevó a cabo entre mujeres que realizaron procedimientos de reproducción asistida. Hasta la fecha, ningún informe había demostrado el impacto de la infección en el sistema reproductor femenino, según sus autoras. Las investigadoras creen que podría ser un fenómeno temporario y están realizando nuevos estudios para comprobarlo.

  • A un año de la desaparición del joven Tehuel de la Torre Convocaron a manifestaciones para exigir su aparición con vida. Esta nota ofrece una reconstrucción de los hechos.

  • China aísla a una ciudad con nueve millones de habitantes

    Las autoridades chinas ordenaron este viernes confinar la ciudad de Changchun, de 9 millones de habitantes, en el noreste del país debido a un brote de Covid-19. Recordatorio de que el bicho todavía no se fue. (Cenital)

Mujeres y diseño urbano

Ecos de la jornada del martes en este excelente artículo de Fernando Bercovich, sociologo egresado en la Universidad de Buenos Aires (UBA), curso maestrías en Sociología económica en la Universidad Nacional de San Martin (UNSAM) y en ciudades, en la universidad “The New School, Nueva York. Escribe sobre temas urbanos, vivienda, transporte e infraestructura publica. Y edita el Newsletter “Trama Urbana” en la plataforma de información Cenital.

El martes pasado fue el #8M, Día de la Mujer Trabajadora, y me crucé con varias lecturas y reflexiones feministas interesantes acerca de las ciudades.

¿Cómo sería una ciudad cuidadora? “Una ciudad que permita enlazar distintas actividades de la vida cotidiana, que visibiliza y valoriza el trabajo de cuidados”, responde la locución. Señala, además, que un indicador de este tipo de ciudad es la existencia de centros comunitarios de cuidado. Un ejemplo pueden ser las Manzanas de Cuidado de Bogotá. Este tipo de equipamiento permite sacar del ámbito privado -la vivienda- esas actividades y distribuirlas mejor en el resto de la sociedad.

La planificación de la movilidad urbana con perspectiva de género indaga en algo que ya hemos hablado: de qué manera las diferencias entre patrones de movilidad entre los géneros influyen en la vida urbana. La arquitecta y urbanista Micaela Alcalde analiza el tema en base a datos de la Encuesta de Movilidad Domiciliaria de Buenos Aires: “Con respecto al horario de los viajes, las autopercibidas mujeres desocupadas (o sea, ocupadas en tareas del hogar) son las que registran una mayor movilidad durante el día, particularmente al mediodía, que es cuando se realiza la mayoría de los desplazamientos. ¿Cuáles? Los relacionados con el cuidado (compra de artículos para el hogar, ir a buscar a los niños, entre otros). Es también a esas horas cuando hay una frecuencia limitada de transporte público. Esto es algo crítico porque cuando las mujeres tienen acceso a un automóvil, menos frecuente, su velocidad de viaje aumenta en 5,76 km/h, lo que indica que en la misma cantidad de tiempo podrían acceder a más oportunidades de empleo”.

Los monumentos suelen hablar de lo que una ciudad quiere recordar o destacar. En ese contexto las mujeres y disidencias también suelen estar invisibilizadas.

El año pasado un grupo de colectivas feministas instalaron una estatua de una mujer con su brazo levantado en un espacio que antes ocupaba un monumento a Cristóbal Colón. A su alrededor pintaron los nombres de mujeres asesinadas y desaparecidas y rebautizaron el lugar como Glorieta de las mujeres que luchan.

Según la periodista Lorena Ríos, “para algunas manifestantes, dejar marcas físicas en los espacios públicos es una confrontación directa con la ciudad sobre lo que considera más digno de defender: los monumentos o la vida de una mujer”. Recuerda lo que pasó hace exactamente un año en CDMX: “Previo al Día Internacional de la Mujer en 2021, se erigió una cerca de metal de 10 pies (3 metros) alrededor del Palacio Nacional, que el vocero del presidente López Obrador llamó ‘el muro de la paz’. Las activistas pintaron la cerca con miles de nombres de víctimas y la rebautizaron como ‘el muro del recuerdo’”.

Las luchas urbanas muchas veces estuvieron protagonizadas por mujeres. Quizás la más conocida a nivel mundial es la de Jane Jabos, quien se enfrentó a las políticas urbanas de Robert Moses en Nueva York, defendiendo la ciudad a escala humana. Pero en el terreno local tenemos un ejemplo muy claro, el cual me recordaron desde la Federación Nacional de Inquilinxs: la Huelga de las escobas de 1907, cuando la Municipalidad de Buenos Aires decretó un aumento de impuestos que los propietarios trasladaron automáticamente a los alquileres.

Frente a esta situación, sobre todo en los conventillos, se levantó una resistencia contra los aumentos y los desalojos derivados del impago. Las que encabezaron esa resistencia fueron mujeres que con sus escobas echaban a los abogados y bomberos que pretendían desalojarlas a ellas y sus familias. Si bien la revuelta empezó en el sur de la ciudad capital, se terminó extendiendo a otras como Rosario, Mendoza y Bahía Blanca. En unos pocos días se pasó de 500 a 2.000 conventillos en resistencia con el fin de oponerse a los desalojos y que se reduzca el alquiler.

La victoria fue relativa ya que muchas familias igualmente quedaron en la calle, pero el evento fue el primer antecedente de organización de familias inquilinas que sentaron las bases para demandar mejoras en torno al acceso a la vivienda en los años siguientes. Es a raíz de esta lucha que nació el término despectivo “conventilleras”, acuñado por la policía comandada por Ramón Falcón, que perdura hasta hoy.

El costado urbano de las sanciones a Rusia

El tema de los últimos días -que probablemente sea el tema del año- fueron los ataques de Rusia a Ucrania. Como te habrás enterado, en distintas partes del mundo hubo sanciones económicas al país atacante. Indagué si esto de alguna manera alcanzaba a empresas relacionadas con el desarrollo urbano y me crucé con una nota donde analizan cómo podrían impactar esas sanciones en las construcciones de lujo en manos rusas que existen en el Reino Unido y en particular en Londres.

En 2021, según el Registro de Tierras, existían 1.127 propiedades de personas residentes en Rusia localizadas en el país gobernado por Boris Johnson. Si bien el número parece bajo, significa un aumento del 1.200% respecto de 2010, cuando eran sólo 86. Además, la cifra no incluye las propiedades en manos de sociedades anónimas, forma bajo la cual suelen esconderse los verdaderos propietarios.

En este contexto, Johnson mandó una ley al Parlamento para crear un registro de propiedades en el extranjero, que ya había sido rechazada en el pasado. Pero esta vez tiene la excusa de buscar sancionar empresas rusas en el contexto de los bombardeos a Ucrania. “El dinero ruso sigue siendo una presencia conspicua en los barrios más caros de Londres. Londongrad y Moscow-upon-Thames se han convertido en apodos familiares para la capital del Reino Unido”, nos cuenta el periodista de Bloomberg.

Diferencias térmicas

Varias veces te conté sobre la relación entre el calor y la ciudad. Tenemos nuevos datos, ya que la Facultad de Agronomía de la UBA difundió un estudio que muestra que la diferencia de temperatura en un mismo instante para la ciudad de Buenos Aires es de hasta 23 grados. Esa brecha se dio durante el 3 de febrero de 2020, cuando al mediodía hacían 19°C en el norte de la ciudad y 42°C en el sur. Realmente impresionante.


Según quienes llevaron adelante la investigación, la cantidad de vegetación es la principal responsable de esa brecha térmica. La forma de medir esa variable es el índice de vegetación normalizado (IVN) que se calcula a partir de información satelital y que brinda indicios sobre qué tipo de cobertura puede tener una superficie determinada. “Si el IVN es cero, indica un suelo desnudo,  con cemento o con asfalto, mientras que valores cercanos a 1 sugieren que el suelo tiene vegetación. Mis resultados mostraron que a partir de una cierta proporción de área vegetada —para ser exacta, un IVN de 0,4—, si se aumenta esa superficie verde, la temperatura superficial disminuye”, explica Paula Galansino, quien investigó el tema para su tesis de grado de la carrera de Ciencias Ambientales.

Además, Paula señala que hay una clara correlación entre espacios vegetados y nivel de ingresos, que también se da en otras ciudades del mundo. Y esto a su vez deriva en peores indicadores en otros aspectos como la salud porque las temperaturas elevadas aumentan la probabilidad de que existan enfermedades como el dengue, ya que donde hace más calor es donde mejor se reproduce su vector de transmisión, el aedes aegypti. Un caluroso círculo vicioso.

(Para leer el newsletter completo con links, referencia a fuentes y ampliación de información y datos deberas ingresar a la plataforma Cenital y suscribirte a los distintos News que allí se publican o leer el conenido de acceso libre (Tambien puedes colaborar con ayuda económica al sostenimiento de esta interesante propuesta informativa) https://cenital.com/ )

Alimentos y Capitalismo

Cuándo el 12 de Julio de 2021, Antonio Gutierres, actúal Secretario General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) lanzo su convocatoria para la celebración, en el siguiente mes de septiembre del mismo año, a una Cumbre mundial sobre sistemas alimentarios, luego de difundirse un alarmante reporte sobre el aumento del hambre a nivel global, alertaba de acuerdo a ello sobre los datos trágicos de una realidad global:

De 720 a 811 millones de personas en todo el planeta enfrentaron hambre en 2020, 161 millones más que en 2019”. Asimismo, destacó que abordar el hambre y la malnutrición no se puede hacer de forma aislada de otros desafíos globales, pues muchos están interconectados, como se reconoce en la Agenda 2030. Esta es hora de cumplir nuestra promesa: en un mundo de abundancia, no tenemos excusa para que miles de millones de personas no tengan acceso a una dieta saludable, eso es inaceptable, afirmó el secretario general de Naciones Unidas.


Guterres llamó a unirse para generar un cambio urgente y consideró que la próxima pre-Cumbre en Roma, a finales de este mes, ayudará a definir algunas estrategias para abordar el hambre, la emergencia climática, le desigualdad y el conflicto, transformando los sistemas alimentarios.

El hambre se disparó en medio de la pandemia de Covid-19 y la escasez de alimentos dejó a alrededor del 10 por ciento de la población mundial desnutrida, advirtió hoy un reporte de la ONU sobre seguridad alimentaria.

De acuerdo con el informe presentado en aquella oportunidad, la crisis del hambre empeoró de forma dramática debido a la crisis sanitaria.

Actualmente, detalla ese documento, más de la mitad de todas las personas desnutridas viven en Asia, pero el aumento más pronunciado del hambre se registró en África.
De 720 a 811 millones de personas padecieron hambre en 2020, y urge transformar los sistemas agroalimentarios para que todos tengan acceso a las comidas que necesitan, resalta la investigación de varias agencias de ONU.

El informe de 2021 se desarrolló bajo el tema «Transformar los sistemas alimentarios para la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y dietas saludables asequibles para todos».

La investigación fue una colaboración de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, el Programa Mundial de Alimentos y la Organización Mundial de la Salud.

El Tercer Informe publicado en Setiembre de 2021, antes de la realización de la cumbre, en ese mismo mes en la ciudad de Nueva York, explicaba claramente los objetivos que se perseguían con la convocatoria:

La intención general de la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios de 2021 (en lo sucesivo, la "Cumbre") es que los sistemas alimentarios nacionales cubran en la medida de lo posible las necesidades de las personas y el planeta, tal y como se establece en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. La Enviada Especial para la Cumbre, la Dra. Agnes Kalibata, alienta la participación generalizada de todos en la preparación de la Cumbre a través de una invitación para que participen en los diálogos entre múltiples partes interesadas para diseñar el futuro de sus sistemas alimentarios nacionales.

Los Diálogos de la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios (FSSD, por sus siglas en inglés), (en lo sucesivo, los "Diálogos"), son una magnífica oportunidad para que una gran variedad de partes interesadas participe en la construcción de los sistemas alimentarios del futuro. Los Convocantes de los Diálogos de la Cumbre, responsables de diseñar, facilitar y presentar informes sobre los Diálogos, están organizando los Diálogos de los Estados Miembros, los Diálogos Independientes y los Diálogos de alcance mundial para esta Cumbre.

Los Convocantes de los Diálogos de los Estados Miembros son nombrados por sus gobiernos, respaldados por equipos de apoyo, y se les ofrece orientación y asistencia a través de la colaboración entre la Secretaría de la Cumbre de las Naciones Unidas y la empresa social 4SD, con sede en Suiza.

Este informe se basa en un resumen de los formularios de comentarios oficiales de los Diálogos de los Estados Miembros recibidos por el Departamento de Colaboradores de los Diálogos hasta el 15 de agosto de 2021.

Este informe sintetiza los resultados de dichos Diálogos, identificando diferentes patrones y reflexionando sobre su importancia en el contexto de las necesidades y oportunidades nacionales, regionales e internacionales. Tras los Diálogos de los Estados Miembros, en un número cada vez mayor de países se están trazando vías para lograr sistemas alimentarios sostenibles, equitativos y resilientes de cara a 2030. Este informe describe asimismo el progreso de tales avances.

El propósito último es que la transformación generalizada de la totalidad de los sistemas alimentarios se vea respaldada, a su debido tiempo, por los compromisos de las partes interesadas.

Las naciones diseñarán sus vías a medida que avancen en sus esfuerzos de transformación de los sistemas alimentarios nacionales. Se espera que las naciones colaboren para promover el cambio, a menudo asociándose con otras en su región y aprovechando las oportunidades para compartir y aprender de su experiencia colectiva.

Este esfuerzo compartido por varios países y múltiples partes interesadas, basado en los Diálogos de los Estados Miembros, las vías nacionales y los posicionamientos regionales, se intensificará

durante dos años, de 2021 a 2023. Un proceso que estará respaldado por mecanismos de apoyo para cubrir las necesidades que surjan en cada país y con 5 áreas de acción:

1) Garantizar el acceso a alimentos inocuos y nutritivos para todos;

2) Impulsar la producción favorable a la naturaleza;

3) Promover medios de vida equitativos;

4) fomentar la resiliencia ante las vulnerabilidades, perturbaciones y factores adversos; y

5) fortalecer los medios de implementación, incluso a través

de coaliciones locales, regionales e internacionales. Los gobiernos y otras partes interesadas están actualmente explorando estas posibilidades.

También se tienen en cuenta los ajustes necesarios para apoyar la mejora, validación, implementación y conexión entre las vías nacionales y regionales, así como las propuestas para mantener la energía y el entusiasmo necesarios para que las partes interesadas trabajen en los próximos dos años para informar sobre la transformación hacia los sistemas alimentarios del futuro.

(Sistemas Alimentarios – Diálogos - Síntesis de los Diálogos de los Estados Miembros INFORME 3)

En el mundo hay alimentos más que suficientes para alimentar a los 7800 millones de habitantes que conformamos la población mundial. Sin embargo, a fecha de hoy, más de 820 millones de personas pasan hambre. Nuestros sistemas alimentarios están fallando, y la pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19) está empeorando aún más las cosas. Cada vez está más claro que hay una emergencia alimentaria mundial inminente que podría tener repercusiones a largo plazo para cientos de millones de niños y de adultos, señala el Secretario General en su presentación del Informe de políticas sobre las repercusiones de la COVID-19 en la seguridad alimentaria y la nutrición

Los sistemas alimentarios abarcan a todas las personas y a todo el entramado de actores y actividades interconectadas que conciernen a la alimentación de la población: es decir, producción, recolección, empaquetado, elaboración, distribución, venta, almacenamiento, comercialización, consumo y eliminación.

  • Muchos sectores configuran los sistemas alimentarios: infraestructuras, transportes, servicios financieros, información y tecnología. El mundo en todos sus aspectos está implicado: recursos naturales, medio ambiente, economía, preferencias de las personas, cultura, conocimientos indígenas, políticas, política, comercio, reglamentos, etc.

  • Muchos de los actuales sistemas alimentarios del mundo necesitan una transformación: en pro de las personas, del medio ambiente y el clima y de nuestro futuro en común. La pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) ha revelado, además, deficiencias peligrosas de nuestros sistemas alimentarios que suponen una amenaza muy real contra la vida y los medios de subsistencia de personas de todo el mundo, sobre todo las más vulnerables y las que viven en contextos frágiles. Antes incluso de que estallara la crisis actual, la necesidad de transformación era ya más patente que nunca.

  • A pesar de producir más alimentos que en ningún otro momento de la historia, todavía hay 820 millones de personas que pasan hambre y cerca de 2 000 millones tienen sobrepeso o son obesas, lo cual contribuye a la creciente incidencia de enfermedades relacionadas con la alimentación. Una nutrición deficiente en la infancia puede provocar retraso del crecimiento, que a su vez altera las funciones cognitivas y menoscaba el rendimiento escolar y laboral. Y lo que es peor: casi la mitad de las muertes de niños menores de cinco años se deben a la desnutrición.

La salud de las personas se resiente por causa de la alimentación poco saludable, muchas veces porque no tienen acceso en todo momento a alimentos adecuados y aceptables, pero también se ve perjudicada por condiciones de trabajo insalubres, la exposición a contaminantes del agua, el suelo y el aire o el consumo de alimentos contaminados o nocivos. Al mismo tiempo, se calcula que una tercera parte de todos los alimentos producidos en el mundo se pierde o se desperdicia.

El cambio climático está generando más dificultades en la producción de alimentos ligadas a condiciones meteorológicas extremas, como sequías, inundaciones y grandes incendios en todo el mundo. Sin embargo, nuestros sistemas alimentarios también son parte del problema:

  • El 29 % de las emisiones de gases de efecto invernadero procede de la cadena de suministro que lleva los alimentos de la granja a la mesa.

  • El 35 % de todos los alimentos producidos se desperdicia.

  • Representan hasta el 80 % de la pérdida de biodiversidad, el 80 % de la deforestación y el 70 % de toda el agua dulce que se utiliza.

Esta situación debe cambiar.

Por suerte, transformar nuestros sistemas alimentarios para que sean más sostenibles y resilientes nos brinda una de las mejores oportunidades de hacer precisamente eso.

Es fundamental mejorar los sistemas alimentarios para construir un futuro marcado por más salud, más igualdad y más paz. Mejores sistemas alimentarios dan lugar a un mundo de ecosistemas y biodiversidad florecientes, un mundo de personas resilientes y empoderadas.

Para lograrlo, necesitamos ideas nuevas, asociaciones sólidas y un diálogo mundial que nos permitan asumir decisiones y compromisos difíciles pero ineludibles. Tenemos que aprender los unos de los otros, en particular pequeños agricultores, pescadores, pastores, madres, jóvenes, pueblos indígenas, cocineros, propietarios de mercados y todos los demás integrantes de los sistemas alimentarios, como productores, procesadores, elaboradores y consumidores. Todos formamos parte del sistema alimentario y todos podemos ser partícipes de la acción para propiciar el cambio que necesitamos.

Un nuevo estudio del Fondo de la ONU para la Infancia y el Banco Mundial destaca que “el panorama es desolador”, y que las familias más pobres “se están hundiendo aún más en la pobreza". Ambas organizaciones solicitan una rápida ampliación de los sistemas de protección social para los niños y sus familias.

Los efectos de la pandemia de COVID-19 han sido generalizados a nivel mundial y han afectado de forma desproporcionada a las capas más vulnerables de la población incluidas las familias con niños.

Un nuevo informe de UNICEF y el Banco Mundial concluye que al menos dos terceras partes de los hogares con menores sufrieron pérdidas de ingresos desde el inicio de la epidemia de coronavirus.

El estudio, que analizó esta cuestión mediante encuestas telefónicas en 35 países, destaca que el 75% de los hogares con tres o más hijos vieron como menguaban sus ingresos, en comparación con el 68% de los hogares con uno o dos hijos.

Esta pérdida de renta tuvo consecuencias directas en los adultos que viven con niños, ya que uno de cada cuatro reportó no haber comido durante uno o más días y casi la mitad de ellos se saltó una comida por falta de dinero.

Menos recursos y menos acceso a servicios esenciales

El director del Grupo de Programas de UNICEF alertó que los modestos avances en materia de pobreza infantil registrados durante los últimos años a nivel global corren el riesgo de perderse.

Las familias han sufrido pérdidas de una magnitud asombrosa. Mientras que el año pasado la inflación alcanzó su nivel más alto en años, más de dos tercios de los hogares con niños ingresaron menos dinero. Las familias no pueden permitirse alimentos o servicios sanitarios esenciales. No pueden permitirse una vivienda. El panorama es desolador, y los hogares más pobres se están hundiendo aún más en la pobreza", advirtió Sanjay Wijesekera.

El estudio también destaca que en estas situaciones los niños se ven privados de los elementos más esenciales, entre ellos el de la enseñanza. Un 40% de los hogares encuestados afirmó que los menores no realizaron ningún tipo de actividad educativa cuando la pandemia obligó al cierre de las escuelas.

Teniendo en cuenta que los datos se recopilaron a nivel de hogar, es probable que la tasa de participación real a nivel individual sea aún menor, especialmente para los niños que provienen de hogares con tres o más hijos.

Las interrupciones que afectan a la educación y a la atención sanitaria de los niños, unidas a los enormes gastos sanitarios que afectan a más de 1000 millones de personas, podrían frenar el desarrollo del capital humano, es decir, los niveles de educación, salud y bienestar que necesitan las personas para convertirse en miembros productivos de la sociedad", afirmó la directora mundial de Pobreza y Equidad del Banco Mundial.

Niños con un peor nivel de vida que sus padres

Carolina Sánchez-Páramo destacó que esta situación podría afianzar el aumento de la desigualdad de las generaciones venideras y reducir la posibilidad de que los niños logren un mejor nivel de vida que sus padres o abuelos.

Pese a todas las carencias y en el otro lado de la balanza, el estudio indica que los hogares con tres o más hijos fueron los que más sufrieron la pérdida de ingresos pero que también fueron los que más ayuda recibieron de los gobiernos. El 25% de las familias con menores recibió este tipo de asistencia, en comparación con el 10% de los hogares sin hijos.


Ante esta situación, UNICEF y el Banco Mundial instan a una rápida ampliación de los sistemas de protección social para los niños y sus familias. El apoyo se materializaría mediante la entrega de transferencias de dinero en efectivo y la universalización de las prestaciones para los niños. Estas inversiones se consideran fundamentales y pueden ayudar a sacar a las familias de las dificultades económicas y prepararlas para futuras crisis.

Según el informe, antes del inicio de la pandemia del COVID-19, uno de cada seis niños en todo el mundo –356 millones– vivía en la pobreza extrema, ya que su entorno familiar trataba de sobrevivir con menos de 1,90 dólares al día.

Más del 40% de los niños vivían en una situación de pobreza moderada, mientras que cerca de 1000 millones vivían en la pobreza multidimensional en los países en desarrollo, una cifra que desde entonces ha aumentado en un 10% como resultado de la pandemia.

Desde el inicio de la epidemia de COVID-19, el Banco Mundial apoyó con 12.500 millones dólares la implementación de los miles de medidas de protección social adoptadas por más de 200 países o territorios, una ayuda que ha llegado a unos 1000 millones de personas en todo el mundo.

(Noticias ONU 10 de marzo de 2022)

Cinco propuestas.

La Cumbre de la ONU sobre los Sistemas Alimentarios reunió planteamientos de líderes, empresarios, académicos, productores, consumidores y ambientalistas, pero ningún pequeño agricultor ni representante de los pueblos que pasan hambre. La cumbre se proponía revisar los sistemas alimentarios para ver si garantizan que se alcance el objetivo bien definido por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres: “Construir un mundo en el que haya alimentos saludables y nutritivos disponibles y asequibles para todos, en todas partes. Pero esto no debe ser a costa de la naturaleza”.

La cumbre se realizó en el contexto de la 76 Asamblea General de la ONU, celebrada en el pasado mes de septiembre 2021. Los aportes de los participantes a esta cumbre fueron resumidos en cinco propuestas-objetivos (Ver La cinco propuestas de la cumbre).

El primer objetivo-respuesta es garantizar el acceso a alimentos sanos y nutritivos para todos los 811 millones de personas que padecen hambre. “Los más vulnerables sufren, no porque los alimentos escaseen (el mundo produce lo suficiente para alimentar a todas las personas), sino por factores políticos y logísticos que hacen que sea demasiado caro o difícil de conseguirlos”, apuntó un informe presentado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

El segundo objetivo-respuesta es adoptar modalidades de consumo sostenibles para los 7800 millones de habitantes del planeta que sufren de malnutrición y los 1900 millones que presentan sobrepeso. Por eso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) quiere promover una coalición entre Estados, sector privado y entes multilaterales, para garantizar la producción sostenible de alimentos nutritivos que aseguren dietas saludables, lo que implica mejorar el transporte, el almacenaje y la distribución, y educar a las familias consumidoras con una “valoración de la comida”. Cabe recordar que cada año en el mundo se arrojan a vertederos más de 900 millones de toneladas de alimentos.

Un tercer objetivo-propuesta es la de impulsar una producción respetuosa de la naturaleza, a partir de los estudios y debates sobre el impacto ambiental y climático de la agricultura, la ganadería y la actividad pesquera. Guterres ha, por ende, pedido “acabar la guerra con el planeta” y recordó el papel de los sistemas alimentarios en el calentamiento de la Tierra: ellos producen un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero, y son responsables de 80% de la pérdida de biodiversidad.

El cuarto objetivo-propuesta es la promoción de medios de vida equitativos en los que, según Guterres van incluida la defensa de los productores agrícolas y de los trabajadores del transporte y distribución, en particular cuantos han laborado durante este tiempo de pandemia para llevar los alimentos hasta los mercados y los hogares. “Estos hombres y mujeres han sido los héroes olvidados de los últimos 18 meses. Con demasiada frecuencia, son trabajadores mal pagados, incluso explotados, y para cambiar esta situación hace falta reevaluar el enfoque de los subsidios agrícolas y el apoyo al empleo para esos trabajadores”, afirmó el secretario general.

Estudios de agencias de la ONU señalan que de los 540.000 millones de dólares que cada año van en subsidios agrícolas, 87% distorsionan los precios y fomentan prácticas dañinas para el ambiente, y benefician sobre todo a los grandes productores, a expensas de los pequeños agricultores. Y esto cuando estos pequeños agricultores que trabajan en media menos de dos hectáreas producen un tercio de los alimentos que se consumen en todo el mundo, y hasta 80% en regiones de África y Asia.

El quinto objetivo-propuesta es entonces la creación de resiliencia ante las vulnerabilidades que van desde desastres naturales como inundaciones y sequías prolongadas, hasta la persistencia de plagas como las langostas africanas y la crisis del covid-19. Y también antes los conflictos armados que causan el desplazamiento de cultivadores y pastores en zonas de pobreza crónica y los bruscos altibajos en los precios de los alimentos. “Los sistemas alimentarios tienen un poder increíble para acabar con el hambre, construir vidas más saludables y sostener nuestro hermoso planeta”, afirmó en síntesis Agnes Kalibata, enviada especial del secretario general para la Cumbre sobre los Sistemas Alimentarios.

Ahora bien, desde hace dos años, Antonio Guterres, el secretario general de la ONU, ha sido el principal impulsor de esta cumbre. En este tiempo, en 148 países y en todas partes del mundo se ha efectuado más de 600 encuentros, con participación de unas 45 000 personas, para actualizar propuestas encaminadas a disponer de sistemas alimentarios sostenibles. Eh bien, ¿qué decir delante de esta explosión de concertaciones?

El periódico El Salto escribe: “Los precios de los alimentos subieron en todo el mundo un 40 % durante el último año” [léase el tiempo de la pandemia]. Y explica que “en el continente africano se encuentra en situación de inseguridad alimentaria una de cada cinco personas”. En The New Humanitarian se dice: “Reclaman sexo a cambio de alimentos a mujeres en Burkina Faso”. Leyendo estos textos, por asociación de ideas, uno vuelve al ensayo El hambre (Anagrama, 2015), del periodista argentino Martín Caparrós, donde explica lo que es la Bolsa de Chicago.

Chicago ya no es el lugar donde todo se compra y se vende pero sigue siendo el que fija los precios que después se pagarán –se cobrarán– en todo el mundo. Los precios que definirán quién gana y quién pierde, quién come y quién no come” (p. 287). “Antes era un mercado para productores y consumidores, y ahora se ha vuelto un lugar para el juego financiero, la especulación” (p. 288). “La historia de la comida dio un giro ominoso en 1991 (…). Fue el año en que Goldman Sachs decidió que el pan nuestro de cada día podía ser una excelente inversión” (p. 289). Y así, “La comida se volvió una inversión, como el petróleo, el oro, la plata o cualquier otra acción. Cuanto más alto el precio mejor es la inversión. Cuanto mejor es la inversión más cara es la comida. Y los que no pueden pagar el precio que lo paguen con hambre” (p. 290).

No hay citas más claras y, claro, como de costumbre, la ONU analiza bien los problemas, hace óptimos diagnósticos y dibuja validos principios para solucionar los problema. Pero no se arriesga a ir al fondo del manantial donde la tierra se ha vuelto un lodo pútrido que infecta el agua que luego se saca, se distribuye y se toma. Entonces, a qué sirve tanto hablar? (Ver Qué lo paguen con hambre).

El des-orden de la globalización neoliberal


El capitalismo redujo todos lo valores humanos, al valor que adquiere como mercancía, el neoliberalismo distribuye la posibilidad de acceso y disfrute según lo que los actores sociales e individuos lograron acumular en formas financieras, monetarias y/o de mercancías pasibles de transformarse en alguna forma de dinero. La vida misma se reduce al concepto de “Capital Humano”, ya para las empresas como para los Estados. Como queda claramente expuesto en la nota anterior, los verdaderos actores del drama, las personas que viven en condiciones de extrema pobreza y de hambre crónico, no pueden participar ni son llamadas a ello en cumbres mundiales para “dialogar” y ponerse de acuerdo respecto del asunto.

Es cierto que ningún problema, resultado de la constitución histórica de sistemas que producen realidades inhumanas, pueden ser resueltos de la noche a la mañana y sin pensarse formas y vehículos para su concreción; Pero también es cierto que los datos reflejan con cruda y extrema realidad que el principal problema radica en que unos pocos concentran para si lo que debería ser repartido con mayor equidad y menos despilfarro. Esto es la punta angular de cualquier construcción o transformación que se intente con genuino interés en erradicar el problema y solucionar las angustias concretas de las personas concretas que no obtienen lo necesario para una vida medianamente digna de ser vivida.


Daniel Roberto Távora Mac Cormack

Imagenes: Obras de distintos autores de arte abstracto, tomadas del sitio: https://ar.pinterest.com/


Comentarios

Entradas populares de este blog