Sucede en estos días de la peste ...

 

Ocurrió hace un par de meses atrás El flamante gobierno de Joe Biden ya experimentó su segunda molestia con el gobierno argentino en sus primeros días de gestión. La primera había sido el tuit con que la Cancillería pretendió saludar la asunción del presidente demócrata con una advertencia (“Argentina espera también que no se apueste a la desunión de nuestras naciones como en la etapa anterior”), rompiendo los cánones más básicos de la diplomacia.
La segunda sucedió este fin de semana, cuando se confirmó qu
e el buque USCG Cutter Stone de la guardia costera de Estados Unidos finalmente no recalará en ningún puerto argentino durante su primer viaje al Cono Sur con el objetivo de reforzar la cooperación marítima regional para combatir la pesca ilegal en aguas del Atlántico Sur.
“Una evaluación exhaustiva de las condiciones halló desafíos logísticos que impiden el amarre de la nave en el puerto de Mar del Plata”, informó la embajada estadounidense en Buenos Aires el viernes pasado, dando marcha atrás sobre la escala que se había anunciado en diciembre pasado, como parte de una gira que incluyó escalas en Brasil, Uruguay y Guayana.
Pero detrás de esa escueta información oficial, según pudo saber
Infobae de fuentes en Washington, se esconde un malestar en el Pentágono –que ya fue informado a otras oficinas clave en la capital estadounidense– por la escasa predisposición que mostró el gobierno argentino para que la misión se pudiera concretar.
Es que el USCG Cutter Stone es el barco más moderno y grande de la guardia costera de Estados Unidos y esta era su primera misión a los mares del sur para colaborar en
un tema que preocupa mucho a los países de la región como es el avance de la pesca ilegal en sus aguas por parte de flotas de diversos países, en especial, de China.
En el marco de la colaboración habitual en temas de seguridad nacional, las autoridades estadounidenses coordinaron las escalas del buque en los distintos países, lo que implica facilitar trámites, intercambios de información y otros gestos habituales de camaradería.
Pero desde un comienzo, ese no fue el caso de la cancillería argentina, según confiaron fuentes en Washington. El Palacio San Martín demoró la respuesta que se aguardaba en la capital estadounidense antes de la partida de la misión y finalmente dio a entender que se podría utilizar el puerto de Mar del Plata
. Enseguida, desde Estados Unidos advirtieron que, por sus históricos problemas de dragado, el puerto marplatense no contaba con el calado de seguridad suficiente para que atracara un barco de la envergadura del USCG Cutter Stone. Por lo cual, pidieron hacerlo en el puerto de Buenos Aires.
Pero en Buenos Aires la respuesta fue negativa e insistieron en que la única posibilidad era Mar del Plata, donde ya sabían que sería imposible. La escala tuvo que ser abortada y el último puerto sudamericano de la misión fue el de Montevideo.
En Washington, la descortesía fue tomada como una
“ofensa importante”, según confirmaron las fuentes. “Pareció un gesto para quedar bien con sus aliados habituales y los sectores más duros del kircherismo, como si hubiese habido temor de mostrar la foto de un barco con la bandera de Estados Unidos que atracaba en el puerto a pocas cuadras de la Casa Rosada”.
En la flamante administración demócrata
no logran entender cómo es que el gobierno de Alberto Fernández por un lado pide a la Casa Blanca colaboración en la negociación con el FMI y un encuentro personal con el nuevo presidente, mientras en simultáneo envía estos mensajes hostiles. Un doble juego que también tuvo que padecer Donald Trump y es habitual en la política exterior argentina al que ahora parece que deberá acostumbrarse Joe Biden. 
Por Armando Maronese http://redaccion-digital.com.ar/detalle-de-la-noticia.php?noticia_id=213&cat_id=1

Un informe presentado por la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) analizó el monto destinado por el Estado Nacional al Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 10, “Reducir la desigualdad en los países y entre ellos”, e identificó 61 líneas correspondientes a 17 organismos que contribuyen directa e indirectamente al cumplimiento de sus metas. 

Según indicó el documento, el 10 % más rico de la población concentra hasta el 40 % del ingreso mundial total, mientras que el 10 % más pobre sólo obtiene entre el 2 % y el 7 %. El ODS 10 propuesto por Naciones Unidas apunta a modificar esa relación, por lo que la brecha de ingresos se encuentra entre las prioridades a resolver.

El Auditor Info

El ODS 10, uno de los Objetivos establecidos por Naciones Unidas a los que Argentina adhirió, busca reducir las desigualdades en y entre los países.

El país asumió cuatro metas en relación con el ODS 10: lograr el crecimiento de los ingresos de las personas más pobres de la población; promover la inclusión social, económica y política; garantizar la igualdad de oportunidades y lograr una mayor igualdad de ingresos.

Los efectos de la pandemia por Covid-19 y el contexto económico inestable previo a la misma, resultaron en un fuerte deterioro de los indicadores de desigualdad de ingresos. Esta situación pone en evidencia los importantes desafíos que se presentan al Estado Nacional para alcanzar los compromisos asumidos en la Agenda 2030.

  • El ingreso del grupo más rico de la población representó 13 veces el ingreso del grupo más pobre en 2020

  • La brecha de ingresos entre los más ricos y los más pobres exhibió una tendencia creciente a partir de 2019, con un aumento significativo en 2020

  • Entre los años 2016 y 2020, dos de cada diez personas tuvieron ingresos inferiores a la mitad de la mediana. La meta prevista para 2030 requiere de una fuerte reducción del indicador; situación contraria a lo ocurrido en los últimos cinco años.

  • 33% de la población declaró haber sufrido algún tipo de discriminación en primera persona durante 2013 (último dato publicado por INADI). Si no se produce nueva información, no será posible valorar los esfuerzos a realizar para cumplir con la meta asumida por el país.

  • La meta establecida para el Índice de Gini en el año 2023 implica alcanzar un valor por debajo del mínimo histórico registrado en los últimos 30 años, denotando así la magnitud del desafío a enfrentar.

  • El gasto directo del ODS 10 totalizó $2,8 billones y el gasto indirecto $353,7 millones al mes de noviembre de 2020.

  • El Potenciar Trabajo representó el gasto más relevante dentro de las erogaciones directas efectuadas por los organismos responsables.

  • La ANSES tuvo un rol fundamental dentro del gasto orientado a mejorar la distribución del ingreso, mediante la gestión y liquidación de prestaciones monetarias a hogares o personas vulnerables.

El Informe

En medio de un nuevo pico de contagios, las vacunas llegan como una ilusión de futuro un poco menos trágico.

Hasta el momento, al menos 180 países empezaron a vacunar contra el coronavirus, pero el acceso a las vacunas no es para todos igual. El 55% de las personas que han recibido al menos una dosis de la vacuna son de países de ingresos altos. Es decir, los países más ricos concentran más de la mitad del suministro de vacunas en el mundo, aunque en los hechos representan solo el 15% de la población mundial.

La semana pasada, India alcanzó la cifra más alta de contagiados de cualquier país desde que comenzó la pandemia. ¿Cómo afecta lo que pasa en India al resto del mundo?

Por otro lado, si vemos un mapa de la cantidad de personas que recibieron al menos una dosis de la vacuna contra el coronavirus lo primero que impacta es la mancha color blanco que tiñe al continente africano. ¿Qué pasa con el plan de vacunación allí?


Impacto mundial de la crisis sanitaria en India

India alcanzó la cifra más alta de contagiados de cualquier país durante este año de pandemia. El número de personas que dieron positivo de coronavirus superó ayer, por primera vez, los 349.000 nuevos casos en un solo día.

¿Por qué este desborde de casos? Entre las causas está el descubrimiento de una nueva variante del virus, denominada "doble mutante", mucho más contagiosa que la anterior, y el exceso de confianza del gobierno de Modi. En marzo, el ministro de Salud había dicho que el país había entrado en la etapa final del virus. Pero las cosas empeoraron de manera dramática en las últimas semanas cuando, por ejemplo, millones de personas celebraron el Kumbh Mela en el río Ganges gracias a la ausencia de restricciones que regían en ese momento. La ola incontrolable de contagios provocó críticas por las políticas tan permisivas del primer ministro, Nerendra Modi, quien llegó a reconocer ayer que cometieron un error: "Nuestro ánimo estaba muy alto después de lidiar con éxito con la primera ola, pero esta tormenta ha sacudido a la nación".

¿Cómo afecta lo que pasa en India en el resto del mundo? India es el mayor fabricante de vacunas del mundo. Covishield es la versión de la vacuna de AstraZeneca producida en India por el laboratorio privado Serum Institute. Este instituto produce más del 60% de todas las vacunas vendidas en el mundo. Desde que India entró en esta nueva etapa, anunciaron la suspensión de sus exportaciones al resto del mundo. Esto complica las campañas de vacunación en países como el Reino Unido, pero también Bolivia, Brasil y varios países de África que necesitan del Fondo de Acceso Global para Vacunas promovido por la OMS.  En la primera quincena de abril, envió poco más de 1 millón de dosis al extranjero. Lejos quedó de esos 64 millones de dosis repartidas en los tres meses anteriores. 

¿Cuál es la respuesta de Estados Unidos a lo que pasa en India? Estados Unidos venía limitando la exportación de materias primas a India con miras a aumentar su propio suministro nacional de vacunas, provocando así una ralentización de su capacidad productiva. En la tarde de ayer, la Casa Blanca aseguró que levantarán parcialmente la prohibición contra la exportación de materias primas necesarias para la fabricación de vacunas en India. La decisión se da en un momento en que el gobierno demócrata controla la situación. El miércoles pasado, Joe Biden aseguró que su país había aplicado 200 millones de dosis de la vacuna contra el coronavirus. Eso significa que el 26% de los estadounidenses recibió dos dosis, mientras que el otro 40% fue inoculado con al menos una dosis.

El enigma de África 

Si vemos un mapa de la cantidad de personas que recibieron al menos una dosis de la vacuna contra el coronavirus lo primero que impacta es la mancha blanca que tiñe al continente africano. En África subsahariana se aplicaron solo 6 millones de dosis. Ese número es menos que el total de las vacunas aplicadas en Argentina. A nivel mundial, el 13% de los adultos ha recibido una primera dosis, pero en este continente solo el 1% lo hizo. ¿Qué pasa con el plan de vacunación en África?

Falta de datos. Existen al menos 9 de los 54 países en el continente que no informan datos oficiales. Pero no solo eso. Los datos que tenemos tampoco son confiables. La ausencia de voluntad política, la escasez de recursos, la dificultad para acceder a un médico y el estigma asociado a la enfermedad también pueden distorsionar las cifras. En el continente ha habido al menos 4.533.000 contagios y 120.000 muertes registradas a causa del coronavirus, mientras que en América Latina y el Caribe superan los 27.980.000 contagios documentados y las 888.000 muertes. Si el registro no es correcto plantea la posibilidad de que África no se considere una prioridad para los escasos suministros mundiales de vacunas a pesar de la necesidad. 

Planes de vacunación ineficientes. Según los analistas especializados en la región, 47 de los 54 países africanos han iniciado una campaña de vacunación, 32 de ellos lo han hecho de manera poco eficiente: han utilizado menos de la mitad de sus vacunas. ¿Por qué? Porque en varios de estos países no cuentan con planes integrales de vacunación y esperan que la población, con poca información, se acerque al lugar. Malawi recibió sus primeras vacunas el 5 de marzo, la mayoría de las cuales provienen de Covax, y siete semanas después solo habían aplicado la mitad, mientras que Uganda solo tiene distribuidas el 24% de las que posee.

Falta de dinero del exterior . El dinero que necesitan muchos de estos países, no llega. Por ejemplo, el Banco Mundial prometió destinar 12.000 millones de dólares para vacunas a nivel mundial, pero al 20 de abril había aprobado proyectos por un valor de solo 2.000 millones. Varios de los países africanos fueron perjudicados por este tipo de postergación de fondo para asistencia y cooperación.

Dudas sobre la efectividad. Una encuesta de cinco países de África occidental, entre octubre de 2020 y enero de 2021, muestra que solo una minoría de los ciudadanos quiere vacunarse y que la mayoría no confía en que su gobierno se asegure de que las vacunas sean seguras. 

Cuba, una vacuna para el sur global

Cuba es el único país de América Latina y el Caribe que ha avanzado en el desarrollo de una vacuna propia. Hasta el momento, existen 14 vacunas aprobadas en el mundo y otras 30 en fase tres de prueba, 2 de ellas son cubanas: Soberana 02 y Abdala. Además, otras tres posibles vacunas cubanas están en fases anteriores de ensayo: Soberana 01, Soberana Plus y Mambisa. Cuba no está ni cerca en los índices de desarrollo económico de las principales potencias que han avanzado en la creación de vacunas propias, entonces ¿cómo consiguió avanzar en el desarrollo de cinco vacunas contra el coronavirus?

Helen Yaffe, especialista en Cuba del Centro para América Latina y el Caribe de London School of Economics (LSE), menciona la importancia de la industria de biotecnología cubana. “Cuba tiene la capacidad para producir el 60‑70% de los medicamentos que consume a nivel local, algo imprescindible dado el bloqueo de Estados Unidos y el costo de los medicamentos en el mercado internacional. Además, hay una circulación continua y exhaustiva de información y personal entre universidades, centros de investigación y el sistema de salud pública. Todos estos elementos han demostrado ser esenciales en el desarrollo de las vacunas de Cuba contra la COVID-19”.

¿Qué importancia tiene para América Latina?

En un momento donde se debate la posibilidad de liberar patentes o de avanzar en un sistema de concesión de licencias que garantice la oferta global, la opción de contar con una vacuna de propiedad libre de la participación de privados crea esperanza a los países de bajos y medianos ingresos de acceder a ella.

Helen Yaffe es profesora de historia económica y social en la Universidad de Glasgow, especializada en desarrollo cubano y latinoamericano, y miembro visitante del LSE Latin America and Caribbean Center. Es autora de Che Guevara: The Economics of Revolution y coautora con Gavin Brown de Youth Activism and Solidarity: the Non-Stop Picket against Apartheid. Su libro We Are Cuba! Cómo ha sobrevivido un pueblo revolucionario en un mundo postsoviético fue publicado en 2020 por Yale University Press.

A pesar de sus limitados recursos materiales, Cuba es responsable de desarrollar dos de las tan solo 23 vacunas contra el coronavirus que han iniciado ensayos de fase 3 en el mundo, y tiene otras tres en camino. La autora explica cómo funcionan las vacunas Soberana, Abdala y Mambisa; cómo se iniciará el proceso de vacunación en Cuba y en el extranjero; y cómo el país logró elaborarlas contra el tiempo y contra todas las adversidades.

Cuando el COVID‑19 llegó a Cuba, el Gobierno movilizó de inmediato a su extenso sistema de salud pública y a su industria de biotecnología líder a nivel mundial. Esta acción decisiva ha permitido que Cuba mantenga niveles muy bajos de contagios y mortalidad. En 2020, Cuba registraba un total de 12.225 casos de infección por coronavirus y 146 muertes en una población de 11,2 millones, lo que corresponde a una de las tasas más bajas del hemisferio occidental. Sin embargo, la reapertura de los aeropuertos en noviembre de 2020 provocó un nuevo aumento, y en enero de 2021 se registraron más infecciones que durante todo el año anterior. Pese a esto, para el 24 de marzo de 2021, Cuba registraba menos de 70.000 casos y 408 muertes. La mortalidad era de 35 por millón, en comparación con, por ejemplo, la tasa de 1.857 por millón de personas observada en Gran Bretaña. El índice de letalidad entre las personas infectadas era de tan solo el 0,59%, en comparación con el 2,2% promedio registrado en el mundo y el 2,9% de Gran Bretaña.

Para entonces, Cuba había enviado 57 brigadas de profesionales médicos especializados del Contingente Internacional Henry Reeve para ofrecer tratamiento a 1,26 millones de pacientes con coronavirus en 40 países, lo que se suma a los 28.000 profesionales sanitarios cubanos que trabajan en 66 países del mundo. Luego, en marzo de 2021, Cuba inició los ensayos clínicos de fase 3 de dos vacunas de producción nacional contra el COVID‑19, con otras tres posibles candidatas en proceso de desarrollo. Estos logros son aún más extraordinarios si consideramos que desde 2017 el Gobierno de EEUU ha aplicado 240 nuevas sanciones, acciones y medidas que buscan endurecer el bloqueo de 60 años contra Cuba. Alrededor de 50 de estas medidas se implementaron durante la pandemia misma, con un costo para el sector sanitario que supera los $200 millones.

A nivel mundial, se están desarrollando alrededor de 200 vacunas contra el COVID‑19, y 23 de ellas han avanzado a ensayos clínicos de fase 3 (hasta finales de marzo de 2021). Aunque ningún otro país latinoamericano ha desarrollado una vacuna propia, dos de los 23 ensayos de fase 3 actualmente en curso son cubanos: Soberana 02 y Abdala. Además, otras tres posibles vacunas cubanas están en fases anteriores de ensayo: Soberana 01, Soberana Plus y Mambisa. Entonces, ¿cómo ha logrado Cuba desarrollar cinco vacunas contra el COVID‑19 en tan poco tiempo?

La industria de biotecnología de Cuba es única. Es de propiedad completamente estatal, libre de la participación de privados, con innovaciones dirigidas a atender las necesidades del sector de salud pública y que no buscan obtener ganancias en el mercado local. En ella colaboran docenas de instituciones de investigación y desarrollo que comparten sus recursos y conocimientos en lugar de competir, lo que facilita avanzar rápidamente de la investigación e innovación a los ensayos y la aplicación. Cuba tiene la capacidad para producir el 60‑70% de los medicamentos que consume a nivel local, algo imprescindible dado el bloqueo de EEUU y el costo de los medicamentos en el mercado internacional. Además, hay una circulación continua y exhaustiva de información y personal entre universidades, centros de investigación y el sistema de salud pública. Todos estos elementos han demostrado ser esenciales en el desarrollo de las vacunas de Cuba contra el COVID‑19.

¿Cómo funcionan las vacunas de Cuba contra el COVID-19?

En el mundo se están desarrollando cinco tipos de vacunas contra el COVID-19:

  • Vacunas de vectores virales, que usan un virus no relacionado e inofensivo modificado para proporcionar material genético del SARS CoV 2 (como las vacunas de Oxford AstraZeneca y Gamaleya [Sputnik V]))

  • Vacunas genéticas que contienen un segmento de material genético del virus SARS CoV 2 (Pfizer y Moderna)

  • Vacunas inactivadas que contienen el virus SARS CoV 2 inactivo (Sinovac/Butantan, SinoPharm, Bharat Biotec)

  • Vacunas atenuadas que contienen el SARS CoV 2 debilitado (Codagenix)

  • Vacunas de proteínas que contienen proteínas derivadas del COVID que desencadenan una respuesta inmunitaria (Novavax, Sanofi/GSK)

Las cinco vacunas cubanas en etapa de ensayos clínicos son de proteínas. Esto significa que contienen una parte de la proteína S utilizada por el virus para unirse a las células humanas, lo que genera anticuerpos neutralizantes que bloquean este proceso de unión.

La Dra. Marlene Ramírez González explicó al British Medical Journal que las vacunas cubanas son vacunas de subunidades, “uno de los enfoques más económicos y el tipo sobre el cual Cuba tiene la mayor cantidad de conocimientos y experiencia y la mejor infraestructura … [Estas] se basan solo en la parte [del antígeno del COVID] que entra en contacto con el receptor celular [el dominio de unión al receptor], que es también la que induce la mayor cantidad de anticuerpos neutralizantes”. Agregó que, si bien las vacunas cubanas no son las únicas que usan esta estrategia, Soberana 02 es única entre las vacunas contra el COVID por otro motivo: combina el dominio de unión al receptor del antígeno con una forma inactivada de tétanos para potenciar la respuesta inmunitaria, lo que la convierte en la única “vacuna conjugada” contra el COVID‑19.

En un correo electrónico, Idania Caballero, Dra. en Ciencias Farmacéuticas de BioCubaFarma, señaló que estas vacunas están basadas en décadas de estudio de las ciencias médicas y trabajo con enfermedades infecciosas: “ La mortalidad por enfermedades infecciosas en Cuba, incluso durante el COVID, es inferior al 1%. Actualmente, Cuba vacuna contra 13 enfermedades con 11 vacunas, ocho de las cuales se producen en el país. Seis enfermedades se han erradicado gracias a los programas de vacunación. Las vacunas que se producen con estas tecnologías se han administrado incluso a niños en sus primeros meses de vida.”

Las vacunas Soberana son producidas por el Instituto Finlay en alianza con el Centro de Inmunología Molecular y el Centro Nacional de Biopreparados. El nombre “Soberana” refleja su importancia económica y política para la isla: sin su producción nacional, Cuba tendría grandes dificultades para acceder a vacunas extranjeras, ya sea debido a su costo en los mercados internacionales o a raíz del prolongado embargo de EEUU. El mecanismo de acción de estas vacunas consiste en insertar información genética en células de mamíferos superiores. Soberana Plus es la primera vacuna para pacientes con COVID‑19 convalecientes que inicia la etapa de ensayos clínicos.

Las otras vacunas, Abdala y Mambisa (una vacuna intranasal sin agujas), están siendo producidas por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB). Abdala recibe su nombre de un poema del héroe nacional José Martí, y Mambisa recibe su nombre en honor a los soldados que lucharon contra el dominio español a mediados y finales del siglo XIX. Estas vacunas insertan información genética en un microorganismo unicelular menos evolucionado (la levadura Pichia pastoris), y su desarrollo se basa en la amplia experiencia y el impresionante historial del CIGB, cuyas vacunas contra la hepatitis B se usan en Cuba desde hace 25 años.

Al concentrarse en el desarrollo de diferentes plataformas tecnológicas para la elaboración de vacunas, las instituciones participantes han evitado competir por recursos. Caballero explica que “Cuba tiene la capacidad de producir dos cadenas de vacunas independientes, con más de 90 millones de vacunas al año, a la vez que mantiene la producción de otros productos para el mercado nacional y para exportación”. Las vacunas de Cuba requieren tres dosis; sin embargo, dado que se mantienen estables a temperaturas de 2 a 8°C, no es necesario realizar una inversión adicional en equipos de refrigeración especializados.

¿Cómo funcionan los ensayos de vacunas de fase 3 en Cuba?

Hacia fines de marzo, ya se estaban realizando los ensayos de fase 3 de Soberana 02 y Abdala, cada uno con decenas de miles de voluntarios adultos en regiones con una elevada incidencia de COVID‑19. Soberana 02 se está administrando en La Habana, y Abdala, en Santiago de Cuba y Guantánamo. El análisis y el seguimiento de los pacientes que participan en los ensayos de fase 3 continuará hasta enero de 2022 para estudiar si las vacunas previenen la transmisión, cuánto dura la inmunidad, y responder otras preguntas a más largo plazo que los fabricantes a nivel global no han podido responder debido a la necesidad urgente de poner vacunas eficaces a disposición del público.

Otros 150.000 trabajadores sanitarios de La Habana están recibiendo las inyecciones de Soberana 02 como parte de un “estudio de intervención”, que es un tipo de ensayo que puede autorizarse una vez que la seguridad del fármaco ha sido demostrada en la fase 2. Los estudios de intervención no incorporan el uso de doble enmascaramiento ni de placebo. Además, 120.000 trabajadores sanitarios del occidente de Cuba recibirán Abdala en las próximas semanas. Otros estudios de intervención que se realizarán en la capital comprenden la vacunación de 1,7 millones de personas de La Habana, lo que equivale a la mayoría de la población adulta de la ciudad, para fines de mayo de 2021; es decir, para entonces dos millones de cubanos habrán completado su proceso de vacunación.

Suponiendo que estos ensayos tengan resultados satisfactorios, en junio comenzará una campaña de vacunación nacional que dará prioridad según los factores de riesgo y la edad (inicialmente a personas de 60 años y mayores). Para fines de agosto de 2021, el Gobierno espera haber vacunado a seis millones de cubanos, lo que representa a más de la mitad de la población total. Antes del cierre de 2021, Cuba espera estar entre los pocos países del mundo que habrán vacunado a toda su población.

Los investigadores médicos cubanos también confían en tener la capacidad y la experiencia para adaptar las formulaciones y tecnologías de las vacunas, como también los protocolos, para enfrentar nuevas variantes. Pero por ahora, el siguiente paso es lanzar un nuevo estudio en el que participarán niños y adolescentes de 5 a 18 años y comenzar los ensayos de fase 2 para Soberana 01 y Soberana Plus.

La vacuna Pan-Corona de Cuba y China estará dirigida a múltiples cepas del COVID-19

El CIGB de Cuba también se ha asociado con colegas de China para trabajar en una nueva vacuna llamada Pan-Corona, diseñada para ser eficaz contra diferentes cepas del coronavirus. La idea es que esta vacuna estimule la generación de anticuerpos mediante el uso de partes conservadas del virus, en lugar de aquellas tendientes a la variación (junto con partes dirigidas a la respuesta celular). Cuba aporta la experiencia y el personal, mientras que China proporciona el equipo y los recursos. La investigación se llevará a cabo en el Centro de Innovación Biotecnológica de Yongzhou en la provincia china de Hunan, creado el año pasado con equipos y laboratorios diseñados por especialistas cubanos. Gerardo Guillén, director de Investigaciones Biomédicas de CIGB, cree que este abordaje “podría proteger contra las emergencias epidemiológicas causadas por nuevas cepas del coronavirus que puedan surgir en el futuro”. El proyecto se edifica sobre casi dos décadas de colaboración en el área de ciencias médicas entre Cuba y China, lo que incluye cinco empresas conjuntas en el sector de biotecnología.

Una vacuna para el Sur Global

Los profesionales cubanos han recibido diez medallas de oro de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) en el transcurso de 26 años, y sus productos biotecnológicos ya estaban siendo exportados a 49 países antes de la pandemia, entre los que se incluyen vacunas empleadas en los programas de vacunación de América Latina. Cuba ha declarado que sus vacunas contra el COVID‑19 también se exportarán a otros países. Esto brinda esperanza a naciones de bajos y medianos ingresos que simplemente no pueden afrontar el costo de vacunar a su población a los altos precios fijados por las principales compañías farmacéuticas (entre $10 y $30 por dosis). El caso de la multinacional estadounidense Pfizer es incluso peor: recientemente, se la acusó de “intimidar” a los países latinoamericanos para que dejaran activos soberanos, como edificios de embajadas y bases militares, en garantía contra el costo de cualquier proceso judicial que pudiera haber en el futuro en relación con las vacunas de la compañía.

Mediante un acuerdo con el Instituto Pasteur de Irán, 100.000 iraníes participarán en los ensayos clínicos de fase 3 de Soberana 02, y otros 60.000 se inscribirán en Venezuela. Otros países, entre ellos México, Jamaica, Vietnam, Pakistán e India han manifestado interés en las vacunas cubanas, al igual que la Unión Africana (en nombre de las 55 naciones africanas). Es probable que Cuba aplique una escala móvil al establecer el precio de exportación de las vacunas contra el COVID‑19, de manera que refleje la capacidad de pago del importador, como ocurre cuando cobra los servicios de profesionales médicos en el extranjero.

Lo que Cuba ha logrado es extraordinario, pero, como enfatiza Caballero, “sin el bloqueo injusto de EEUU, Cuba pudo haber obtenido incluso mayores y mejores resultados”. Cuba invierte una proporción pequeña comparada con la inversión de Gran Bretaña y Estados Unidos en atención sanitaria, pero al maximizar sus escasos recursos, el país ha conseguido organizar una respuesta altamente efectiva a la pandemia global. La clave del éxito cubano no ha sido la intervención estatal en sí misma, sino la naturaleza de esa intervención: el sistema socialista de este país establece que se debe priorizar el bienestar social por sobre las ganancias privadas.

Tal vez no sea una lección que otros países estén preparados para oír, pero la asistencia internacional brindada por Cuba durante la pandemia muestra los beneficios de la solidaridad y la cooperación globales cuando se trata de abordar problemas que afectan al mundo entero.

Artículo publicado en The London School of Economics and Political Science (LSE)

Bután, el momento indicado

Bután es uno de los países más chicos del mundo. Ubicado entre India y China, tiene una superficie de dos veces el barrio porteño de Palermo y una población menor los 800.000 habitantes. Tienen un total de 1.018 contagiados y un solo muerto por coronavirus desde que comenzó la pandemia. Hasta el momento, llevan aplicadas más de 579.000 dosis de vacunas. Les tomó aproximadamente dos semanas vacunar a casi el 95% de su población adulta con la primera dosis de la vacuna india.

Si bien el balance es bueno, en enero las autoridades locales decidieron esperar dos meses para aplicar las dosis. ¿Por qué demoraron más 50 días la aplicación de esta vacuna?

Lo que pasó fue que cuando las vacunas llegaron de India, las autoridades del reino budista de Bután decidieron consultar cómo avanzar al consejo de Zhung Dratshang, un cuerpo de monjes budistas, y la recomendación fue que era mejor esperar hasta el 13 de marzo, momento en que terminaba un mes más auspicioso, según sus creencias. Fue así que Bután, a pesar de haber recibido la primera donación de 150.000 vacunas de la India en enero, esperó hasta el 27 de marzo para empezar.

Todas las dosis utilizadas hasta ahora fueron donadas por el gobierno de la India, el mayor productor de vacunas del mundo ahora con sus exportaciones en suspenso.

Ayelén Oliva “Miss Mundo” Cenital


Imagenes:

Usando un surtido elegido a mano de fotografías de moda, el Director de Arte colombiano Gilber Franco manipula las fotografías genéricas en una nueva versión "arrastrada" que invoca el espíritu de las casas de los espejos.

Frances Berry, Fotografa norteamericana, presenta obras con la misma técnica

Olan Ventura, ha sido conocido por un lenguaje visual distintivo que muestra la yuxtaposición de imágenes, así como retratos en estilo hiperrealista. En el arte de Olan Ventura, el artista deriva sus sujetos de escenarios e individuos aparentemente comunes. Si bien presenta a sus personajes, humanos y otros, con minucioso detalle, los entornos en los que los sitúa a todos en el límite de lo surrealista. Utiliza la misma técnica de arrastre aportándole naturaleza.


Daniel Roberto Távora Mac Cormack

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