Conocimiento colectivo y aporte individual

 


La idea de «las Américas» o de «hemisferio occidental» como un todo homogéneo de valores compartidos, corresponde a otra etapa del sistema mundial. Con los EEUU vencedores de la guerra, se suponía que los Estados americanos pertenecían a su «área de influencia». Y que tendrían en común una serie de valores y alianzas políticas y económicas. Carlos Raimundi procura demostrar en este trabajo que en el mundo actual no hay condiciones para tal “pertenencia”, ni compartimos la totalidad de aquellos valores que en su momento se llamaron “valores occidentales”. Es tiempo de multipolaridad y soberanía.

Por Carlos Raimundi Embajador argentino ante la Organización de Estados Americanos. Abogado, docente universitario y político.

Presentación

En 2021, los Estados Unidos debían ser anfitriones de la IX Cumbre de las Américas, pero, como consecuencia del COVID-19, la misma se pospuso para principios de 2022.

Estas reuniones presidenciales, bajo el nombre de Cumbre de las Américas, se iniciaron en Miami, en 1994. Se trata de una denominación que suele utilizarse indistintamente como sinónimo de Cumbre Hemisférica. Tanto en un caso como en el otro, ambas designaciones responden a una matriz ideológica y geopolítica surgida a partir de la última posguerra, en 1945. Según ella, ´las Américas´ constituirían una suerte de ´todo homogéneo´, aunque, en realidad, no se trate de una homogeneidad social, lingüística o productiva, sino más bien a la pertenencia común a lo que –en aquellos tiempos de posguerra y guerra fría- se denominaba “área de influencia de los EEUU”, en contraposición a las “áreas de influencia” reservadas al control de la Unión Soviética.

La justificación discursiva de esta dicotomía se centraba en la definición de ciertos valores compartidos por “occidente”, tales como la libertad y la democracia, a diferencia de la opresión y el dirigismo estatal predominantes en el bloque socialista. Aunque, en realidad, en nombre de la libertad, la democracia y la preservación de los valores “occidentales”, nuestra región padeció persecuciones, asesinatos, invasiones, golpes de estado y dictaduras, hasta llegar al paroxismo de los crímenes acaecidos bajo regímenes como el de Chile, instalado en 1973, y el de Argentina, iniciado en 1976.

Las primeras cumbres

Las ´Cumbres´ de los años 90 se enmarcaron en otro contexto. Aunque muy lejos de las nociones de multiculturalidad y las instituciones de poder popular establecidas en las Constituciones de Venezuela, Bolivia y Ecuador en el primer tramo del siglo XXI, a las reuniones presidenciales de esa década concurrirían gobernantes surgidos de elecciones libres, y los temas de agenda giraban en torno de la democracia representativa, la protección de los derechos humanos y la participación de la sociedad civil. Postulado, este último, orientado a legalizar el financiamiento externo de ONGs para que tomaran un rol activo en áreas en las que el Estado neoliberal estaba en franca retirada.

Otro de sus objetivos, la lucha contra el terrorismo y el tráfico ilícito de drogas, hizo que la región se familiarizara con el rechazo a políticas que cuestionaran el discurso hegemónico y con la mayor presencia física de la DEA como mecanismo de control social y económico. Entidades como BID, Banco Mundial y USAID adquirieron protagonismo en términos financieros.

Los noventa eran tiempos de unipolaridad y liderazgo excluyente de los Estados Unidos. O, más bien, del capital financiero transnacional. Y el objetivo de las Cumbres era preparar el terreno para establecer un área de libre comercio. Eran tiempos de globalización, vocablo engañoso si los hay. A partir de las nuevas tecnologías, la raíz de esa palabra nos remite al supuesto alcance universal de las mismas, aunque nunca el mundo estuvo tan segregado en cuanto a las posibilidades materiales y efectivas de disfrutarlas.

Fue por esto último, la desigualdad, que aquella pretendida unipolaridad fue dando paso, al menos en nuestra región, a experiencias políticas de mayor autonomía, a tal punto de rechazar la iniciativa de libre comercio hemisférica en la IV Cumbre celebrada en Mar del Plata, a principios de noviembre de 2005.

La Cumbre de 2022

Con motivo de la próxima Cumbre, la OEA recibió algunos documentos de trabajo, uno de los cuales fue presentado por el Council of the Americas y la Cámara de Comercio de los Estados Unidos, y está dirigido a los allí llamados “líderes” de la región.

 

El documento propone como objetivos aprovechar el inmenso poder de la digitalización, promover el comercio y las cadenas de suministro, desarrollar fuertes economías y garantizar las inversiones, para lo cual insta a eliminar barreras y facilitar el comercio, emprender una agenda comercial hemisférica (similar a la iniciativa del ALCA), proteger la propiedad intelectual, apoyar a las comunidades empresariales, aumentar la eficiencia, reducir los costos, crear una economía digital de alto rendimiento, aportar mayor claridad a los inversionistas, todo lo que “sólo puede lograrse mediante la inversión del sector privado”.

Recién en el cuarto párrafo, y sin volver a ello en los restantes, consigna la necesidad de que las personas vivan vidas más saludables y productivas. La igualdad racial y de género está mencionada por única vez en el párrafo séptimo. La palabra “pobreza”, por ejemplo, no aparece a lo largo de todo el documento.

El trabajo consta de diez párrafos, y, al menos siete veces, marca obligaciones para los líderes, diciendo textualmente: “los líderes deben” o “los líderes deberían”. Aquí deseo señalar lo que para mí es, o bien una contradicción, o una muestra cabal de lo que subyace en el fondo del lenguaje, que no es otra cosa que el pensamiento profundo de sus autores. Si verdaderamente se trata de las y los “líderes” de la región, ellas y ellos lideran, conducen, determinan los rumbos. Y no son los poderes fácticos los que, en nombre de sus intereses sectoriales, deciden lo que las y los líderes deben hacer.

Ahora bien, si como reitera el documento, los líderes deben actuar como ellos indican, entonces no se trata de verdaderos líderes, sino de meros administradores gubernamentales a quienes se asigna cumplir u obedecer las directivas de quienes efectivamente lideran, que son los grupos privados. A no ser que, intencionadamente, se califique a quienes gobiernan como líderes, para darles la mayor visibilidad y poder así responsabilizarlos de las crisis y desestabilizaciones que pueden causarse en la medida que no sigan las directivas enunciadas en el documento. Los líderes políticos comparecerían así ante la sociedad como los verdaderos responsables del malestar existente, y se los castigaría con el escarnio público y mediático por ello. Es decir, se trataría de una clara manipulación tendiente a despolitizar a nuestras sociedades, para legitimar la gobernanza de los grupos privados. 

Otro de los documentos, más político, fue presentado por tres grandes Think tank de los Estados Unidos, el International Republican Institute, el National Democratic Institute y el National Endowment for Democracy. En él sí se alude a la ´desigualdad generalizada´, y se reconoce que, para el año 2012, la tasa de pobreza de la región había descendido al 25%. En ese momento, gobernaban Rafael Correa, Hugo Chávez, Dilma Rousseff, Evo Morales, Fernando Lugo, José Mujica y Cristina Kirchner. Admite también que se reescribieron Constituciones progresistas, pero menos democráticas.

En una visible contradicción, se queja de ´los políticos populistas que usan el recurso de nosotros contra ellos´, pero luego, bajo el subtítulo “Los actores extranjeros malévolos aumentan su influencia”, acusa a Rusia, China e Irán de trabajar con gobiernos autoritarios y corruptos de la región, como, por ejemplo, ayudar a Venezuela a reiniciar sus refinerías inactivas u otorgar préstamos. Paladines de la libertad de expresión y las fusiones de medios, acusan a HispanTV de asociarse con TeleSur y tener presencia en redes de cable y satélite.

La libertad y la opresión. ONGs, grupos de vigilancia y periodistas de investigación 

Otro de los subtítulos es “Oportunidades para intervenir de manera exitosa”, dedicado al ´financiamiento para las organizaciones de la sociedad civil que promueven la democracia, los grupos de vigilancia y los periodistas de investigación´, que serán de importancia clave para ´controlar las tendencias autoritarias populistas´.

Como un botón de muestra, Jeanine Añez se presentó como presidenta de Bolivia ante la última Asamblea de Naciones Unidas planteando la necesidad de escoger uno de los dos caminos posibles, el de la libertad o el de la opresión, el de la democracia o el de la dictadura. América Latina, dijo, no ha superado la amenaza autoritaria del populismo caudillista, una casta o clan que pretendería, según sus propias palabras, la captura total de la cultura, pese a que fue precisamente durante el mandato del Presidente que ella derrocó quien designó a Bolivia como Estado Plurinacional y consagró la multiculturalidad como base de la convivencia, en reconocimiento de su mayoría indígena largamente postergada. Pese a señalar en ese mismo discurso que su proyecto se apoyaba en la gente y que era el MAS quien intentaba sabotear las elecciones cometiendo delitos de lesa humanidad, los comicios de octubre de 2020 demostraron claramente en cuál de los proyectos reside la legitimidad democrática en Bolivia.

Como ejemplo de un gobierno de facto respaldado por la ayuda exterior y la cooptación mediática, Añez no vaciló en decir, siempre textualmente: “No quiero terminar este discurso sin denunciar ante el mundo el acoso sistemático y abusivo que ejerce desde Argentina el gobierno kirchnerista contra las instituciones y contra los valores republicanos en Bolivia, para amparar una conspiración violenta en Bolivia desde suelo argentino y garantizar impunidad al ex dictador Evo Morales por, entre otras cosas, violaciones sexuales contra niñas menores de edad y complicidad en asesinato político.” Reitero, transcribí textualmente.

El 18 de octubre de 2020, el MAS venció en la primera vuelta de las elecciones presidenciales por un margen mayor a los 20 puntos porcentuales de diferencia, luego de que la OEA calificara como fraudulentas a las elecciones de 2019 mediante un informe que recibió numerosos cuestionamientos. Y de que el Reino Unido, así como varias firmas trasnacionales dedicadas a la explotación del litio establecieran acuerdos con la administración golpista de Jeanine Añez. ¿De qué lado está la defensa de la democracia y la libertad, y de qué lado la opresión? 

Volviendo al documento, el mismo concluye con la siguiente afirmación: “Los programas que trabajan con periodistas independientes, organizaciones de la sociedad civil y órganos legislativos para crear conciencia y dar a conocer los aspectos dañinos de las influencias extranjeras en sus países y en la región merecen un mayor apoyo”. Y más abajo insiste: “es necesario dar prioridad a los recursos para las organizaciones de la sociedad civil, el apoyo a las organizaciones de vigilancia independiente (¿?) y la protección de denunciantes, especialmente los informes de periodistas de investigación, como las herramientas más efectivas para prevenir el robo público”.

Sin necesidad de dar nombres propios de periodistas, programas de radio o tv y legisladores argentinxs porque no es el propósito de estas líneas, quedan más que clara la estrategia, los laboratorios donde ésta se diseña y sus fuentes de financiamiento.

Un todo homogéneo de valores compartidos

En todos estos documentos se alude indistintamente al Hemisferio o a las Américas, no sólo por la geografía sino, como lo dijo el representante alterno de los EEUU ante el BID en la última cumbre de Barranquilla, porque los EEUU, América Latina y el Caribe “están inseparablemente unidos por sus aspiraciones comunes y valores compartidos”.

En el mismo sentido, en su disertación ante la Comisión de Defensa del Senado estadounidense, el Jefe del Comando Sur, almirante Craig Faller, dijo el 16 de marzo último, que su “patria no puede estar segura en un hemisferio occidental que no sea estable y seguro. Actores estatales malignos como Cuba, Venezuela y Nicaragua, perpetúan la corrupción y desafían la libertad y la democracia abriendo sus puertas al crimen trasnacional organizado y a actores estatales externos como la República Popular China.”

En otro de sus párrafos señala textualmente que “las organizaciones del crimen trasnacional comparten sus objetivos con la República Popular China, con Rusia y con otros actores malignos”. En su totalidad, aludió a China en 25 oportunidades, a Rusia en 14, y 27 veces al ´hemisferio occidental´, ubicando a su país como el custodio de aquellos valores compartidos, y a su fuerza como uno de los principales responsables de ese rol de custodia. Una vez más, no es necesario hacer nombres propios para graficar una a una cuántas tragedias se sucedieron en nuestra región en nombre de los ´valores occidentales´. 

Los Estados del continente americano provenimos de una historia que combina los rasgos de los pueblos ancestrales que habitaron originariamente nuestro territorio, con la colonización europea, en sus distintas etapas y versiones. Eso hizo de nosotrxs pueblos con un lenguaje, una cultura, una manera de organizar nuestros postulados lógicos y éticos con que interpretamos la realidad, que a la vez que son muy diversos, pueden encontrarse en una serie de lineamientos comunes. Podríamos decir que la libertad y la dignidad humana, el sentido de justicia, la convivencia pacífica, la lucha por la no discriminación, la consideración igualitaria de las diferencias de credo o de pigmentación, porte físico, etc. constituyen un rasgo común de las Américas. Con el correr de los tiempos, algunos de estos valores han ido evolucionando con el aporte de las perspectivas de género y de la necesidad de entablar una nueva relación de la sociedad con el ambiente natural.  

Pero, de allí a considerar que esos valores son sólo patrimonio de ´occidente´, o que son igualmente compartidos por todos los Estados, o que un Estado puede atribuirse el papel de fiscalizar hasta dónde esos valores son cumplidos por los restantes Estados –que son en teoría soberanos pero considerados subalternos en la práctica-, existe una enorme distancia.

La Organización de Estados Americanos (OEA), como expresión del concepto de ´las Américas´ vigente al momento de culminar la II Guerra Mundial y constituirse en área de influencia de los Estados Unidos recientemente victoriosos, expresa en su carta fundacional de 1948 la necesidad de promover la democracia representativa. Sin perjuicio de que considero a ese concepto como insuficiente a la luz de las nuevas demandas populares, la democracia representativa se expresa de manera diferente en cada Estado de la región. Por poner sólo dos ejemplos, el Estado caribeño de San Cristóbal y Nieves se rige por un sistema parlamentario según el modelo de Westminster, en el cual el Jefe de Estado es la Reina Isabel II, representada por un Gobernador General, y una parte de su Parlamento es designada por el Primer Ministro. El Estado de Santa Lucía, también del Caribe, es miembro del Commonwealth, su Jefe de Estado es la Reina Isabel II, y el Senado se compone de once miembros designados por el Gobernador General. Ambos son miembros plenos de la OEA. Sin embargo, ¿alguien se imagina la ola de protestas o lo que diría cierta prensa internacional si Presidentes como Alberto Fernández, Luis Lacalle Pou o Nicolás Maduro designaran a título personal una parte de los poderes legislativos de sus países?

Nadie podría negarle a cada uno de estos Estados del Caribe su condición de soberano, más allá de su mayor o menor afinidad con nuestro sistema político. Como nadie menoscabó la condición soberana de Chile mientras mantuvo en su Constitución la categoría de senadores vitalicios y designados. Porque no existe un modelo perfecto, sino que cada pueblo americano tiene el derecho de efectuar soberanamente la construcción histórica de su sistema político e institucional, sin injerencia externa de ninguna naturaleza.

El memorándum que el entonces Secretario de Estado de los EEUU Lester Mallory envía al Subsecretario Rubotton el 6 de abril de 1960, en cuyos conceptos está inspirados el bloqueo y la suspensión de Cuba como miembro de OEA, dice textualmente lo siguiente: “La mayoría de los cubanos apoyan a Castro. El único modo previsible de restarle apoyo interno es mediante el desencanto y la insatisfacción que surjan del malestar económico y las dificultades materiales. Hay que emplear rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba. Una línea de acción que, siendo lo más habilidosa y discreta posible, logre los mayores avances en la privación a Cuba de dinero y suministros, para reducirle sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno”.[Foreign Relations of the United States, 1958-1960, Cuba, Volume VI, Office of the Historian.   https://history.state.gov/historicaldocuments/frus1958-60v06/d499] En esa misma línea se preparó el golpe de Estado en Chile, en 1973, luego de haberse planificado un feroz desabastecimiento de productos esenciales acompañado de alta inflación, que malhumoró a las capas medias y dañó profundamente las condiciones de vida de trabajadoras y trabajadores.

¿Nos sentimos parte, sin beneficio de inventario, de ese ´todo homogéneo de valores compartidos´?

Comprensión y diálogo entre civilizaciones, no choque de civilizaciones

Los últimos tiempos comprueban que aún los modelos que se preciaban como más invulnerables a los conflictos, tensiones e imperfecciones propios de una etapa del mundo muy convulsionada, muestran flancos de profunda litigiosidad política y social. La historia de cada Estado, aún de aquellos que pretenden erigirse en estándar de calidad como si fueran una norma IRAM de la democracia, está documentada de magnicidios no esclarecidos por su sistema judicial, crímenes perpetrados por el supremacismo étnico, acusaciones de fraude, entre otras calamidades. En definitiva, nadie puede pensarse como modelo, y mucho menos como guardia pretoriana de un sistema de valores que, ni siquiera puertas adentro, puede sostener.

Por eso el camino más aconsejable para mantener la convivencia pacífica entre los Estados y entre los Pueblos, es el respeto por la diversidad cultural y de sistemas político-institucionales. Es la comprensión, el diálogo y la comunicación, y no el “Choque de Civilizaciones” con que Samuel Huntington intentó sellar el papel de los Estados Unidos en el mundo. Samir Amin nos llama a interpretar el proceso mundial desde un enfoque que otorgue su lugar a todas las civilizaciones en su tiempo histórico, y no analizando desde una visión generalizadora, simplificadora y estereotipada, que niegue los aportes respectivos de cada una.[Amin, Samir, El eurocentrismo, crítica de una ideología, Ed. Siglo XXI, México, 1989.]

En una larga entrevista concedida a la agencia Xinhua, Jorge Taiana, ex canciller y actual responsable de las relaciones internacionales del Partido Justicialista que preside Alberto Fernández, señaló ante el centenario del Partido Comunista Chino, que la relación de éste con el progreso de la sociedad china en general son inseparables. La República Popular China, con aproximadamente 1.400 millones de habitantes, acaba de anunciar la erradicación de la pobreza absoluta, y trabaja en pos de logros trascendentes en materia social, ambiental, financiera y tecnológica para 2049, cuando se cumplan 100 años de la revolución de Mao Tse Tung en medio de un país hambriento, enfermo y desindustrializado. Y está edificando un nuevo sistema de instituciones económicas a través de su proyecto transcontinental de Cinturón y Ruta de la Seda, con un discurso que recurre a la cooperación y a la idea de ´ganar-ganar´ más que a la imposición de condicialidades económicas ni políticas. Desde 1949 en adelante, se sucedieron allí sólo tres grandes liderazgos, el del propio Mao, Deng Xiaoping y Xi Iimping, su actual presidente. China no necesitó cambiar cada cuatro años su liderazgo político, y no obstante alcanzó metas sorprendentes en cuanto a la igualdad social.

Pese al bloqueo de los Estados Unidos y el empobrecimiento que sufre en algunas áreas, Cuba acaba de mostrar al mundo la solidaridad de sus médicos y su capacidad para producir insumos, reactivos e incluso una nueva vacuna contra el Covid. Probablemente no lo hubiera logrado sin un liderazgo tan perdurable como el de Fidel Castro, es decir, si hubiera aplicado el sistema electoral demo-liberal en lugar de su propio procedimiento de legitimación de la autoridad. Todo esto no procura ser una apelación a traspolar esas experiencias a nuestra cultura, pero sí afirmar que nadie tiene el patrón de medida para dar indicaciones sobre cuál es el modelo perfecto. Y mucho menos para interferir en la soberanía de nadie.

Dos interrogantes

Vuelvo al concepto de ´las Américas´ o del llamado ´hemisferio occidental´. Aunque dicho concepto tenga que ver más con la propaganda política que con la geografía, caben por lo menos dos preguntas. ¿En el actual contexto mundial, es apropiado otorgar al concepto de las Américas y de hemisferio occidental el mismo valor político y simbólico que tuvo en sus orígenes, cuando los Estados Unidos emergieron como vencedores de la guerra y disputaban el mundo con la Unión Soviética, por lo cual toda América debía estar dentro de su “zona de influencia”? Aquellas comunidades nacionales a quienes imaginamos dentro de esa convención llamada ´las Américas´, ¿formamos verdaderamente parte de un todo homogéneo de valores compartidos?

Respecto del primer interrogante, un mundo en el que el valor agregado chino en manufacturas de alta tecnología pasó del 7% del valor mundial en 2003 al 27% en 2014; un mundo en el que China construyó en los últimos 15 años el equivalente a todo el sock de viviendas de Europa; que entre 1996 y 2016 construyó 4,18 millones de km de carreteras, incluyendo 112.000 km de autopistas[Allison, G. (2018), Destined for War. Can America and China Escape Thucydides’s Trap?, Boston, Houghton Mifflin Harcourt, citada por Osvaldo Rosales en “El sueño chino”, Siglo XXI y CEPAL, Argentina, 2020.]; un mundo en el cual en las Universidades chinas se graduaron en 2019 más de 8,3 millones de estudiantes, mientras en 1950 sólo lo hicieron 17000[Agencia Xinhua, 24 de junio de 2019.], y en el que China ocupó la primera posición en la solicitud de patentes internacionales, desplazando de ese lugar a los EEUU por primera vez desde 1978[Haro Sly María José y Llaudat Santiago, Lecciones de China en política científica y tecnológica, Buenos Aires, 2021.], no es un mundo comparable al de la posguerra de 1945 cuando la construcción de sentido pretendía que ´las Américas´ debían pertenecer a los Estados Unidos.

Pasemos al segundo interrogante.

En el mundo helénico y en Roma, las grandes culturas que forjaron los valores europeos que luego colonizaron América y constituyeron lo que genéricamente se conoce como “occidente”, la sabiduría y la fuerza ocuparon, o bien espacios territoriales o bien tiempos diferentes. En Grecia, Atenas es la muestra de lo primero, mientras que el predominio de Esparta residía en su organización militar. En Roma, por su parte, el poder de la República y de sus leyes no derivaba de principios superiores sino de combinar los atributos del Senado y las Magistraturas en la institución de la Asamblea. La etapa del Imperio, en cambio, consistió en unir sus categorías jurídicas y valores éticos, haciéndolos funcionar como un todo orgánico de jerarquía universal. Su objetivo era romanizar las nuevas identidades conquistadas.

En el Imperio, las reglas jurídicas –como su expresión ético-política- deben abarcar la totalidad del espacio de lo que se considera civilización, un espacio universal, ilimitado, y, además, todo el tiempo. El Imperio presenta su orden como “permanente, eterno y necesario”. Para Michael Hardt y Antonio Negri, en los Estados Unidos convive articuladamente el “modelo de las dos Romas”[Michael Hardt y Antonio Negri, Imperio, Harvard University Press, Massachussets, 2000.], el de las instituciones republicanas hacia el interior del país, y el de la dominación imperial con pretensión de alcance universal.

La Constitución de los Estados Unidos establece una Carta de Derechos, cuya primera premisa (primera enmienda) es consagrar la libertad religiosa, de expresión, de prensa y de reunión, como asímismo la exigencia de que el gobierno también debe cumplir con la ley. Estos principios republicanos, que se completan con una serie de instituciones públicas en materia de salud, educación, vivienda, infraestructura y derechos del/la consumidor/a de alta calidad, como asimismo un sistema de democracia interna que permite no sólo la elección ciudadana de sus autoridades políticas, sino en muchos casos también judiciales y policiales, conforman un plexo de valores que las sociedades latinoamericanas asumimos como propicios y saludables para afianzar nuestra convivencia y organización interna.

Pero la segunda enmienda constitucional consagra el derecho del pueblo a poseer y portar armas de fuego, lo que hace que, en la actualidad, casi 400 millones de armas estén en poder de la sociedad civil. Para la mayoría de lxs latinoamericanxs, al menos de los y las argentinas, ese no es un ´valor compartido´.

Al mismo tiempo que aplican aquel sistema institucional al interior de su país, centenares de bases militares de los Estados Unidos y la OTAN –símbolo de occidente- están desplegadas a lo largo del mundo, y de América Latina y el Caribe en particular. La base en nuestras Malvinas es un ejemplo categórico. Telma Luzzani alude a ellas en su libro “Territorios vigilados”, basándose en los Informes de la Brown University, los listados de la antropóloga estadounidense Catherine Lutz y los propios documentos del Pentágono.[Luzzani Telma, Territorios Vigilados, Penguin Random House, Buenos Aires, 2012.] La Argentina no admite bases militares de ningún país extranjero en su territorio. 

Y, a partir de las mismas, el gobierno de los EEUU ordenó en los primeros siete meses de 2017, un número cercano al total de los bombardeos que habían tenido lugar en todo el año anterior. En junio de ese año, se habían arrojado 1600 bombas más que en junio de 2016.[Wilson Jennifer y Zenko Mican, Donald Trump is dropping bombs at unprecedented limits, Foreign Policy, agosto de 2017.] En Medio Oriente, pasó de 23171 explosiones en 2015 a 26171 en 2016[Loesche Dyfed, US bombs dropped on foreign soil, Statista, https://www.statista.com, 11 de enero de 2017.] Sin embargo, este incremento de la acción militar no redujo la conflictividad de la región, sino que, más bien, incrementó el reclutamiento de jóvenes en organizaciones terroristas y los riesgos de atentados en las principales capitales europeas. En definitiva, vivir en un mundo sin la amenaza terrorista es un valor evidentemente compartido. Pero no lo es el ponderar que la clave para encarar ese proceso es la búsqueda de uno o más enemigos “ideológicos” para justificar el despliegue armamentista.

El campo de la macroeconomía no es ajeno a estos factores. Los indicadores de OXFAM en materia de concentración de riqueza, el incremento del “shadow banking” según el economista ecuatoriano Pedro Páez, y el Corporate Tax Haven Index 2021 para los fondos depositados en paraísos fiscales como forma de eludir impuestos para la economía formal y restar recursos públicos para su distribución social, están estrechamente relacionados con el financiamiento del complejo militar industrial a nivel mundial. Y dependen, en gran medida, de las desregulaciones autorizadas por ley en numerosos países del ´hemisferio occidental´.

¿Creemos verdaderamente que es un “valor compartido” vivir en una sociedad donde –como en Amazon- los trabajadores votan en contra de la sindicalización porque creen que sin derechos van a tener más derechos? ¿Es ese un signo de libertad o de opresión?

Conclusión

Por todo esto querría, como culminación de estas líneas, afirmar que no es legítimo justificar la intervención de unos Estados de la región sobre otros para interferir en sus decisiones soberanas. Porque no considero vigente la noción de “áreas de influencia”, como sinónimo de pertenencia a un bloque determinado; porque el contexto de las relaciones de poder ha variado mucho en el presente, respecto del momento histórico en que esa noción fue concebida. Y además, porque no todos los valores de quienes intentan hegemonizar ese supuesto ´hemisferio occidental´ o ´de las Américas´ son efectivamente valores compartidos.

Preferimos una mayor libertad de criterio para determinar nuestra inserción internacional, en base a valores como la paz, en primer lugar; la multipolaridad, en beneficio del diálogo y la comunicación de culturas en lugar del choque de civilizaciones; la estatalidad, como capacidad de reglar el comportamiento de los sectores privados en nombre del interés general; la cooperación en lugar de la competencia desenfrenada por una posición relevante en el mercado; y, en el actual entorno de pandemia, la provisión de insumos, reactivos y vacunas bajo el criterio de que son bienes sociales de carácter universal, y no propiedad intelectual de un grupo de laboratorios que han incrementado sus partidas para la investigación por vías en muchos casos reñidas con la legalidad y con la solidaridad.

Esta es una contribución que intento hacer a la defensa y la preservación de los Derechos Humanos. 

En “La Tecla Ñ”

Escribí allá por Octubre de 2019, Momentum
Lo que para algunos resulta una “degradación”, para otros es interpretado como un proceso de “reconversión”. El Neoliberalismo a venido a quebrar la política, pero al mismo tiempo a imponerle la necesidad de una nueva definición de “si” o su extinción bajo la forma de “cientificismo de gestión”.
Y en esa disyuntiva impuesta por el poder neoliberal y la subjetividad que introduce como “relato” de la realidad, le exige su vuelta a mirar el asunto de las representaciones populares, de la configuración de movimiento mas que la idea de partido institucional o agrupación simbólica de ciertas ideas que aun persisten como idearios o utopías, frente a la distopía que supuso el fin de la historia, la caída del muro y el discurso único como discurso del vencedor que sin oponentes no tiene quién contradiga su mirada y su interpretación de lo que ve …
Como es al mismo tiempo historia, simbolismo, subjetividad alienada y desalineada e intento de interpretación presente y reconstrucción utópica, dentro de si discurren opuestos y debates de todo tipo que, en la necesidad de derrotar al neoliberalismo, se callan. Pero peor aún, niega la existencia del neoliberalismo en su propio proceso … 

La paradoja suena difícil de comprender al oído o al ojo que lee y a la mente que interpreta ...porque precisamente es parte de esa paradoja en tanto el neoliberalismo ya es subjetividad, incluso subjetividad popular y subjetividad como parte de las mentalidades que definen interpretaciones de la realidad desde “lo popular” como antagónico de lo neoliberal. Quizá resulta mas comprensible en el ejemplo de la figura de Pichetto … o de Santoro. El primero un peronista que deviene a vice de Macri y el segundo un radical Alfonsinista, que alienta la formula peronista.

 

Esta idea del neoliberalismo como un todo … y el intento de lo popular por emerger como derrotando al neoliberalismo pero aún en negación sobre el germen neoliberal que aún esta dentro de su cuerpo, y en un proceso de “autodefinición” que necesita del poder y del ejercicio del gobierno, para terminar de concretar esa identidad movimientista que aún es un proyecto sin concretar y definirse … resulta útil para comprender ese tipo de comportamiento político … hay una política que divide lo que estaba dividido de una manera, en otra división que transversalemnte dibuja un nuevo escenario y la necesidad de nuevas definiciones, nuevas identidades, nuevas lecturas de la realidad y nuevas ideologías políticas.
Los momentos históricos son precisamente … momentos. En comunicación política es clave saber reconocer hacia dónde se inclina la energía de la sociedad para darle impulso a un mensaje y a una iniciativa.

La palabra «momentum» no es un término fácil de traducir. Su campo natural es la física, y quien la fijó por primera vez no fue otro que Isaac Newton (1643-1727). La física define momentum como "el producto de la masa de un cuerpo por su velocidad medidas en un determinado sistema de referencia". En otras palabras: el término momentum define el efecto que la masa y la velocidad tienen en un cuerpo en movimiento: es el empuje generado por un objeto en movimiento.

En comunicación política, el término se emplea para expresar el impulso -en cuanto notoriedad y oportunidad- que una idea o persona tiene en un momento determinado, bajo un contexto determinado. El momentum se presenta como imparable, inevitable por extraordinariamente oportuno, por saber conectar el espíritu del momento.”
( https://www.lapoliticaonline.com/.../antoni-gutierrez.../)

 Antoni Gutiérrez-Rubí es asesor de comunicación y consultor político. Es fundador y director de ideograma, una consultora de comunicación con más de 30 años de experiencia.
Desarrolla su trabajo en España y Latinoamérica, con presencia en Barcelona, Santo Domingo (RD), Quito y Santiago de Chile.
En su larga trayectoria, Antoni ha asesorado a CEO de grandes compañías, líderes políticos y formaciones políticas, así como a mandatarios de diversos países en distintas responsabilidades de Gobierno al más alto nivel.

Es miembro de AAPC (American Association of Political Consultants), EAPC (European Association of Political Consultants), ACOP (Asociación de Comunicación Política), ALICE (Asociación Latinoamericana de Investigadores en Campañas Electorales), entre otras organizaciones del sector.
Compagina su actividad profesional con la de profesor y conferenciante en cursos y másteres sobre comunicación política en distintas universides. Forma parte, también, del claustro de la Escuela Internacional de Comunicación (EICOM)

 En su blog (www.gutierrez-rubi.es), que ha sido galardonado por cuarto año consecutivo con el Victory Award al Blog Político del Año en la categoría de Impacto Informativo, recopila los artículos que habitualmente escribe para distintos medios como El País, El Periódico, o Cinco Días (en España); Forbes (México), Reforma (México), Aristegui Noticias (México); El Quinto Poder (Chile) y El Telégrafo (Ecuador), entre otros. Se recogen también los distintos libros que ha escrito.
Entre los más recientes: Tecnopolítica o La transformación digital y móvil de la comunicación política (estudio para Fundación Telefónica) que vinculan los nuevos medios de comunicación con el ejercicio de la acción política y cómo estos nuevos medios están redefiniendo las relaciones en el marco de la Sociedad Red.

Es un exponente del cientificismo en la política, pero para estudiarlo como proceso social, y no desde la intentona neoliberal de Subsumir toda tensión política capaz de suscitar transformaciones, en un relato conformista y sostenedor del Status quo, que lo reduzca a mera “ciencia del hacer” o como expresé “cientificismo de gestión”.

 

“ Albert Hirschman escribió en su ensayo Shifting involvements. Private interest and public action que las sociedades alternan períodos más replegados sobre lo privado -con la preeminencia de valores individualistas- con otros donde lo que resurge es lo público, la participación colectiva. Identificar temas y sensibilidades de cada momentum permite, de igual forma, sacar temas que no están presentes en la agenda mediática, pública ni política, pero que pueden contar con un cierto consenso. En ese sentido, Hirschman observó que existen ciertos momentos en donde los ciudadanos aceptan y abren terreno a que se empleen grandes energías e ideas para mejorar en conjunto (interés general y colectivo). Mientras que en otras ese terreno se cierra y el espacio gira hacia la búsqueda del interés privado. 

En consecuencia, la causa de esta alternancia estaría en la frustración de las expectativas iniciales y en los excesos de las políticas de cada ciclo. El recorrido de esa frustración y esos excesos hacen que, según Hirschman, las sociedades operen como un péndulo, el cual depende de cada impulso, de cada momentum. Decía Sófocles que «cuando las horas decisivas han pasado, es inútil correr para alcanzarlas». 

 Y unos meses antes escribíaEL CONOCIMIENTO QUE PIENSA LA REALIDAD Y NO ES PENSADO POR OTROS, EN OTRAS REALIDADES.

 El pensamiento y la búsqueda de conocimiento son actos colectivos. Aunque se viva el engaño y la argucia con que los sentidos individuales engañan a la conciencia en el uso de la razón y la inteligencia, dicha conciencia e inteligencia esta impregnada de otros, que formaron y moldearon las propias capacidades y de otros que siguen estando allí con sus motivos y sus ideas para que las repensemos en ese, el humilde y pequeño aporte propio y personal, que en pocas ocasiones advierten algo aún no advertido o dan cuenta de alguna posibilidad no imaginada o percibida posible.

Ese juego dialéctico entre lo propio y lo de muchos, subyacen imperceptibles los hilos de las redes sobre las cuales tejemos nuestra vida individual y social. En esa tensión permanente, muchas veces inconscientes, la conciencia propia emerge de aquella conciencia colectiva para tratar de comprobar cuanto de eso que se piensa condice con la realidad, con la experiencia, con aquello que se puede percibir , descartando dudas razonables que son, aún lo siguen siendo, las que evitan que caigamos en absolutos y totalitarismos. 

Cuando leemos cualquier articulo, escuchamos opinión, nos informamos de lo que sucede en el mundo o charlamos con el vecino de como esta el barrio … resulta una constante la referencia a “otros” que no están presentes. A idea de otros que no participan directamente. A acciones que otros protagonizaron y son relevantes para quienes opinan, escriben, dan sus discursos o relatos. En este mismo acto en el que frente al teclado de mi computador escribo estas ideas, son muchos, mas de los que quizás en justicia, pueda nombrar y agradecer, ya por constituirme en ideas y formas, ya por permitir disentir y transgredir, ya por aprender-enseñar sin orden de prevalencia, ya por permitirme la posibilidad de conocimiento y el arte de su construcción humana en el basto sentido de la palabra … el conocimiento es una construcción de la humanidad toda.

Pasado, presente y futuro conviven en cada individuo. No solo el vivido, el de la experiencia individual y única sino y también el de las experiencias otras que nos constituyen de diversas maneras y en diferentes grados y dimensiones. Desde las mismas estructuras que nos han sido dadas. 

Las formas. Lineales, circulares, quánticas del tiempo … todas ellas parcializaciones y fragmentaciones necesarias para entender lo imposible … salvo por aquellas confirmaciones en los efectos y los fenómenos de los que la experiencia de los sentidos, de la posibilidad de pensarlos y racionalizarlos, de las sensibilidades, de las emociones, de las ideas, en definitiva del lenguaje que posibilita que estas no sean aisladas y únicas en experiencias no transmisibles sino que, precisamente, se nutren, alimentan, crecen y posibilitan en esa invisible red que nos une colectivamente como humanidad.

La enfermedad del ego y su síntoma

Si tomásemos cualquier Paper de investigación sobre cualquier tema que nos interese en la actualidad, es imposible no percibir algo común a todos ellos: la larga lista de “citas” a “otros” autores de la que se vale el investigador para refutar o fundamentar su tesis propia. Hay mucho de repetición, mucho de diferenciación y muy poquito de aporte propio allí … y sin embargo el valor lo colocamos en eso poquito que de allí uno puede aportar como distingo. Cosa que, desde el punto de vista de la expansión de conocimientos no puede ni debe ser de otra manera, en tanto sin esos aportes, el conocimiento aún sería casi el mismo de los comienzos. 

 

El conocimiento es crecimiento, evolución, expansión de la conciencia humana que se nutre del aporte individual solo posible en el tejido colectivo que lo anima y posibilita. Por tanto, el valor individual es tan importante como el valor de la historia de como ese pensamiento individual, nutrido de miles de “otros” alcanza la posibilidad de aportar lo que aporta. Solo quien alguna vez transito esta tarea puede dar testimonio de lo difícil que es agregar algo valioso a tanto valor ya alcanzado en materia de conocimiento en general y de cualquier tema que se pretenda abordar en particular y con la especificidad y rigurosidad que la ciencia reclama. Aunque en estos últimos tiempos, esto se ha desmadrado un poco en tanto las modificaciones que el sistema social imperante (El anarcofinancierismo trasnacional), ha producido en toda aréa de producción de conocimiento e investigación, sea esta de la índole que fuere.

Varias son las causas y tienen que ver con el dinamismo de lo social y de como los individuos nos insertamos como conciencias nuevas, en el despertar de ellas en el mundo del conocimiento, y vamos de diversas maneras dibujando esos hilos que tejen la trama en la tensión entre los pasados, presentes y futuros y la posibilidad de aportar algo propia al tejido social que nos anida.

Se podrían abordar desde distintos puntos de vista, sociológicos, psíquicos, políticos, económicos, geopolíticos, etc., pero en general, todo se reduce a como se ejerce el poder a partir de la concepción individual del yo en medio de esas relaciones que establecemos con “otros” (Vivos y muertos) en esas búsquedas de conocimiento y en las formas que nos imponemos para alcanzarlo.

El poder en tanto ejercicio de la posibilidad, es primero individual en tanto cada quién tiene la potestad de pensarse a si mismo y utilizar su voluntad razón e inteligencia de las maneras que le place … ¿Ahora es esto efectivamente así?

Si nacemos en una red ya tejida a medias … y nosotros individualmente solo aportamos algunos hilos a la madeja, que esos hilos sean verdaderos aportes individuales no parece tan probable, en la medida que, incapaces de absolutos y alcanzar a comprender el tejido en su totalidad, en tanto partes, imposibles de acceder a la percepción sensible, emotiva, sensitiva, ideal y experimental de ese todo, solo nos resta la posibilidad individual de esos aportes mínimos y parciales pero solo cuando el conocimiento que se adquiere de otros, permite esa comparación y distinción.

 

Así mismo hay un problema aún mas restrictivo que genera la ilusión y que el sistema alimenta, en tanto fundado en un sentido inverso al que la realidad muestra … Se alimenta un ego y la preponderancia de lo individual por sobre lo colectivo, de maneras de justificar diferencias y ejercicio de poder, basados en otras cuestiones que no tienen que ver con el conocimiento sino y mas bien con “apropiaciones”. El “ego” es la deformación del “yo” en términos de apropiación. El “yo” se sabe producto y no productor. Semejante debilidad constitutiva le es insoportable. Saberse sujeto a vacíos imposibles de llenar le lleva a llenarlos de maneras diversas y muy pocas veces en equilibrio respecto de los “otros” y de sus entornos (Realidad).

El sujetado humano se torna asi en sujeto que toma y se apropia de “otros” y de su realidad, a la que conoce para si e impone ese, su Conocimiento “ego-centrado” como conocimiento humano, universal, hegemónico y totalizado. Si el conocimiento es colectivo … todo lo “humano” lo es. Pero existe el doble peligro de que lo colectivo subsuma lo individual e impida ese aporte pequeño de hilados en la trama … o a la inversa, el “ego” emerja deformando el “yo”, para imponer visiones y percepciones, experiencias e ideas, que solo fortalece el ejercicio del poder de parte de pequeños grupos y personas que sostienen así privilegios y apropiaciones por encima del resto. Los acuerdos son en base a los miedos que provocan la violencia y no al entendimiento y la conciencia que busca el conocimiento y que nos equilibra “yo” “otro” como parte de la realidad haciendo la historia…

El conocimiento situado

La realidad es el imposible … que cambia cada vez que accedemos a alguna de sus partes. Que modificamos con nuestras acciones e interacciones … los pasados y presentes en sus ideas a futuro va desconfigurando y configurando nuevas tramas del hilado toda vez que cada quien aporte algún hilado o intente destejer aquel que se le sugiere equivocado. Aquello que Derridá nos definió (Poblado de miles de otros), como deconstrucción … ese trabajo siempre inconcluso que nos hace humanos de tejer y destejer en cada experiencia, la trama de la existencia propia y del colectivo en el que esa, cada una de las individuales consciencias, ejerce su poder (Posibilidad) en esos hilados en los que se halla inmersa.

Ese … estando siendo … humanidad, en cada una de las experiencias individuales y colectivas que propiciamos, no es un abstracto, idealizado, que solo existe en las nubes y los símbolos o en las metáforas que nos inventamos para creer que alcanzamos o poseemos algo … por el contrario, tiene que ver con eso que llamamos realidad … absoluto imposible … en la que estamos inmersos, pero de la que participamos como partes actuantes, tejiendo y destejiendo los hilos que nos unen al tejido … creyendo que podemos ser tejido independiente, pero sabiendo en nuestros miedos que, si cortamos todos los hilos que nos unen al tejido … no hay mas que locura, deshumanización y muerte.

En los equilibrios del “otro”/”yo” tejiendo la trama de la vida individual, como aporte a esa otra en la que estamos intrincadamente unidos, tratando lo mejor que la conciencia permita de evitar las “enfermedades del ego” y aquellas otras que nos impiden el aporte propio e individual (Masificación), habremos de constituirnos “yo” con otros, pero tal construcción no es en un “no lugar”, fuera del espacio, de la tierra, de la materia que nos circunda … lo inmaterial y lo material forman parte de una misma realidad imposible … si no todas las respuestas son posibles … toda respuesta es, al mismo momento universal pero propia de ese espacio que la permite y en la cual se transforma en humana experiencia como insumo para el conocimiento.

El conocimiento navega esa otra dualidad o tensión … La universalidad y como esta se manifiesta en cada tiempo/espacio singular.. El conocimiento es un conocimiento situado que, al igual que lo individual con lo colectivo tiene ese mismo entramado. Lo local y la experiencia material, corporal, física y energética es y en ambas dimensiones (La física y la energética) intercambios dinámicos que, al mismo tiempo que universales, aportan elementos propios de lo local.

Del mismo modo que en los papers situamos autores e ideas, deberíamos situar territorios y geografías en tanto el pensamiento universal no se da en una universalidad extra planetaria o ideal. Se comprobaría en nuestra América Latina, hasta donde históricamente hemos sido pensados por otros y pensamos con categorías de pensamiento que no nos son propias sino impuestas (Ni siquiera apropiadas porque no hay una conciencia que haya dado cuenta del grado de colonización de las mentalidades, pensamientos, formas, técnicas y tecnológicas, instiucionales y políticas, económicas y culturales que nos han sido impuestas a fuerza de “Violencia y Cristianismo”.

El conocimiento es parte de la posibilidad que en su ejercicio define la distribución de esos sujetamientos y apropiaciones propios del “ego que se sitúa en lo individual y lo universal para impedir experiencias locales comun-unitarias que generen “yoes” que en el ejercicio de su poder individual, generen conocimiento local como aporte al tejido universal y colectivo, que invariablemente sería una denuncia al ego y la universalidad que el poder europeo primero y de EEUU después, impone en las relaciones globales.

Las guerras hoy ingresaron en el plano de la consciencia de lo subjetivo … de como nos entendemos individuos conscientes de su consciencia y de las formas en las que pensamos y generamos conocimiento. La conciencia de que ese conocimiento es resultado de esa tensión que en equilibrio debería concebirse como aporte, entre lo propio y lo colectivo, y aporte situado desde lo local a lo universal, siempre advirtiendo que somo poblados por miles y que lo universal también nos anida al concebirnos humanos, son los insumos posibles de una humanidad que despierta a una nueva era de conocimiento mas humanizado … que la situa … en ese estando siendo en la historia humana, como una instancia nueva para futuras expansiones …

Las imagenes pertenecen a vladimir moldavsky, un pintor no profesional que crea obras no comerciales.
sus obras penetran en la filosofía de la vida de una forma creativa e imaginativa. en otras palabras, el arte de vladimir moldavsky te hace pensar ...
http://www.progressor.net/art/moldavsky/main.html


Daniel Roberto Távora Mac Cormack


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