Consciencia y pensamiento ...
En la Europa moderna, tanto la Escuela Francesa --Deleuze, Foucault, Badiou, Ranciere, etc-- han constituido un legado que ha tenido una gran reformulación en los italianos Negri, Agamben, Expósito, entre otros.
Estas escuelas han realizado excelentes análisis de las condiciones de vida bajo el capitalismo. No obstante, en todos los casos ha habido una cierta indiferencia con respecto a la institucionalidad y los aspectos vinculantes y normativos de las construcciones políticas. O incluso una dedicada labor de impugnación de los proyectos de gobierno de la izquierda. Está claro que si todo se mira desde la potencia del Capitalismo los proyectos parlamentarios se muestran débiles.
Pero a su vez, quienes transitan por esos proyectos --especialmente a partir del primer Podemos-- observan a los pensadores radicales capturados en su destino académico y sin consecuencias de las tesis doctorales. Asimismo, Latinoamérica no se puede permitir el lujo de pensar el Poder sin referencia a los proyectos políticos que lo puedan transformar en favor de los sectores populares.
Las elaboraciones denominadas "impolíticas", siempre muy atractivas cuando se trata de mostrar que lo verdaderamente político no se puede reducir a la mera gestión, a veces se deslizan a lo que designo con el neologismo Nopolítica, de últimas una renovada negación de lo político.
De este modo, el escenario Europeo muestra un fenómeno que merece atención, por un lado una multitud de pensadores radicales muy atractivos pero indiferentes con respecto a la institucionalidad gubernamental y por otro un claro ascenso de distintos neofascismos enmarcados bajo el régimen de dominación neoliberal.
La pandemia a su vez, por ahora, se muestra como un territorio muy fecundo para estas derechas ultraderechizadas. Esta realidad, un mundo intelectual por un lado, una realidad política por otro, se desarrolla en mundos paralelos que no se encuentran nunca entre sí. Aparto en este punto a Lacan, el psicoanálisis enseña que jamás tiene lugar una transformación del sujeto si no está sólidamente anudado al orden simbólico que lo sostiene. Traducido políticamente sería, que no hay ningún cambio real si el mismo no se anuda entre la Comunidad, la Sociedad y el Estado. Es lo que intento desarrollar en mi último libro Ideología.
La novedad podría surgir, una vez entrevisto este impasse, en una nueva alianza entre el pensamiento latinoamericano y la Europa del sur. Hay ciertas lecturas de las experiencias políticas de los movimientos nacionales y populares de Latinoamérica y las experiencias de Portugal y España que podrían ser elaboradas a la luz de un nuevo intercambio sobre las praxis políticas, los nuevos problemas de la ideología, los feminismos populares, los nuevos sujetos de la política.
Desde luego no se trata de rechazar a los pensadores radicales europeos con un nacionalismo ramplón, antiintelectual y seudo folclórico. Pero todos los problemas de la institución de lo político en territorios asediados por la ideología expansiva de la dominación neoliberal se extreman en Latinoamérica y en el sur de Europa donde también encuentran de un modo, por ahora más atenuado, distintas modulaciones.
Todas las bibliografías de los proyectos emancipadores se reparten de un modo eurocéntrico, pero no se trata de apartarse de la gran tradición europea, tal como lo hicieron los revolucionarios de nuestras independencias y el peronismo en sus comienzos, más bien se trata de apropiarse de las mismas y reinventarlas desde el nuevo republicanismo español de izquierda y los movimientos nacionales y populares latinoamericanos. Un nuevo saber espera aún constituir un corpus bibliográfico distinto y nuevo en nuestra lengua.
Jorge Aleman es el argentino que mejor plasma esa relación entre los modelos psicoanalíticos y lo político. La idea de un Sujeto en el cual se producen las contradicciones inherentes al “ser” “estar” en el mundo y como establece relaciones con su propia consciencia de “si” y con el entorno que es una de las características de “lo humano”, y sus artículaciones irreductibles con esas tensiones entre la supervivencia (eros/thanatos), lo gregario (Colaboración /competición) y la trascendencia en la perpetuación de la especie y lo sexual, cobran en Lacan dimensiones sociales que no tienen en Freud, en tanto la palabra y el lenguaje desplazan a la tensión y el deseo sexual del centro de la constitución del psiquismo humano.
Martín Retamozo Doctor en Ciencias Sociales (FLACSO-México). Profesor-Investigador del Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (UNLP-CONICET) Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad Nacional de La Plata, (Argentina). Investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas (CONICET-Argentina), escribe en Cinta de Moebio. Revista de epistemología de ciencias sociales 35: 110-125. : “¿Qué tiene que ver Lacan con lo político?” , en referencia a la obra de Yannises Stavrakakis, Teórico político griego-británico. Miembro de la Escuela de análisis del discurso de Essex, es conocido principalmente por sus exploraciones sobre la importancia de la teoría psicoanalítica para el análisis político y cultural contemporáneo y por sus estudios del discurso sobre el populismo.
“(…) La controversia acerca de la relación entre psicoanálisis y ciencias sociales (especialmente sobre si es posible uti-lizar categorías psicoanalíticas para la comprensión de fenómenos sociales y políticos) es de larga data. En el caso de la teoría lacaniana esta polémica adquiere rasgos particulares, por un lado, por lo debatido que resulta Lacan mismo como psicoanalista y su particular lectura de la filosofía, la lingüística y la matemática (cabe recordar el affaire Sokal). Por otro lado, la discusión adquiere aristas singulares por el uso de conceptos medulares la-canianos como Sujeto (falta, demanda, imposibilidad), la tríada Real-Simbólico-Imaginario e identidad-identifica-ción, en autores contemporáneos del campo de la teoría política.
Esclavitud
automatizada y la ilusión tecno-ideológica.
El problema
del desarrollo humano en el planeta tiene su epicentro en la cesión
de la humana capacidad de pensar.
Mientras sean pocos los que
intenten conocimiento y entender como y porque el mundo funciona como
funciona, mas podrán imponerse las tecno-ideologías que sostienen
el financierismo transnacional y el dominio de unos pocos ...
El
Giro a la ilusión del “bien común” digitalizado y automatizado
…
La tecnología para el bien – Un enfoque novedoso
Maurizio
Vecchione
Vicepresidente ejecutivo de Global Good y de
Investigación, Intellectual Ventures
“El fondo Global Good
inventa tecnologías para resolver las principales dificultades que
afrontan las poblaciones más pobres.
Es fruto de la
colaboración entre Bill Gates e Intellectual Ventures, establecida
con el objetivo de subsanar las deficiencias en materia de
tecnologías e investigación científica y atacar en concreto los
problemas de los mil millones de personas más pobres del planeta que
constituyen globalmente los estratos más bajos de la sociedad.
Nos
centramos en las tecnologías capaces de catalizar efectos a gran
escala similares a los que se consiguieron en los países de altos
ingresos gracias a la tecnología.
Si queremos que una
invención tenga el efecto esperado, tenemos que comprender
cabalmente los problemas subyacentes antes de intentar solucionarlos
con la tecnología. Esto explica que nos hayamos comprometido con la
“innovación inversa” y en dicha línea, analizamos los problemas
desde la perspectiva de la población de los países de renta baja y
a continuación intentamos identificar las deficiencias que pueden
subsanarse con la ciencia y la tecnología.
Cuando logramos
este objetivo, las invenciones resultantes pueden repercutir en toda
la población y convertirse en “catalizadoras” del cambio social.
“
He aquí un texto que plasma de clara manera la tecno –
ideología que refuerza las dependencias financieras a los productos
automatizados que ponen en piloto automático la brecha de
concentración e inequidad de los producidos y la riqueza de la
humanidad. El problema no es tecnologico, sino politico … No es de
lo que se hace sino de como se hace …
Se priorizan formas y se
automatizan contenidos para que no se cuestionen. Se niega la raíz
misma del problema y se crean ilusiones de forma como solución hacia
delante.
El paradigma sigue siendo el mismo … replicar hacia
bajo las mismas formas de concentración que funcionan arriba … en
estructuras siempre piramidales y sostenidas sobre la vida apropiada
y expropiada de miles.
"
...lo único que la burguesía no soporta, lo que la saca de quicio,
es la idea de que el pensamiento pueda pensar sobre el pensamiento,
de que el lenguaje pueda hablar del lenguaje, de que un autor no
escriba sobre algo, sino que escriba algo.
Severo Sarduy
Es
en la palabra, dónde el pensamiento alcanza su completud humana en
el acto que lo formaliza. El decir, en tanto hacer (El cuerpo actúa,
al menos con su biología, ya en la fonética, ya en el movimiento de
los dedos y las manos al escribir o tipear, ya con los sentidos al
ver y sentir lo que el pensamiento le dicta al cuerpo para que actúe
hablando o escribiendo), contiene ademas, verbos que impulsan la
acción racional e inteligente mas allá del mero acto de poner en
palabras los pensamientos, en tanto registros de estos como memoria
(pasado) descripción (presente) o sueños, utopías, deseos
(futuro), que no se fijan a una linea sino en estructuras que Lacan
describió como nudos borroméos, al referir a aquellos decires que,
mas allá de sus significados racionales y elegidos, se muestran
origen involuntario y derivado colectivo del supuesto sujeto que en
su palabra deja trascenderse en su sustantividad colectiva. Por eso
rápidamente acudimos a la expresión “somos” y cuesta mas la
distinción de “soy” al que solo apelamos con el “yo”
adelante, cuándo en general, dejamos al ego hablar y no al sujeto
humanizado racional.
Por histórico y colectivo, político y
cultural. Aprendido. Sumergido en una estructura de la cual pretende
emanciparse sin lograrlo. Hay un agujero allí, imposible de
clausura. Por tanto solo el ego completa esos espacios
incompletables. Solo allí el sujeto se entiende “yo soy”,
demostrando que su propia apelación a si mismo es un invento del que
está convencido.
Mas
racional, Foucault sostenía que en el lenguaje, los supuestos
sujetos se definen en un contrato con su decir. “Yo soy” no
refiere a sustancia alguna o esencia de alguna especie sino al
contrato formal que se establece entre el sujeto humano y su ego,
para ceñirse al acuerdo y definirse: “yo soy”. En estricto
sentido de realidad, deberíamos completar esas frases referidas a
aquello que nos constituye como hechura … “Yo soy … con otros
que me permiten elegir … como … estando siendo … vivo la vida
con otros”. Asi entendida la vida es “biopolítica” en tanto
ajena a lo individual. Construcción colectiva y fragmento de un
pequeño trozo de la realidad.
En eso que hago que sea “yo”
… hago que ese “yo” diga o escriba. Y Este, mi decir y escribir
como hechura de aquello que me hago, digo y escribo algo y no sobre
algo, de algo, la palabra constituye … a los otros … a las cosas
… a esa imagen que en el decir-me, me construye, diferente de
aquello que fuera, ex-siste, y me da el poder (la posibilidad) de
definirme y hacer contrato con eso que digo que “soy”.
La
palabra crea. Y esa creación es biopolítica en tanto hace la
realidad colectiva y administra la hechura de sus relaciones …
humanizadas o bajo el imperio del poder … textualizadas o como
discurso único … incompletas, fragmentadas, agujereadas o
pretendidas completas, seguras, terminadas. Totalitarias y
democráticas con todos sus grises, multicolores y matices …
Toda
relación se define en el decir y se construye en el hacer de aquello
que se dice (La mentira es una de las formas del hacer-decir). Por
esto la posverdad de estos tiempos neoliberales adquiere sus espacios
de verdad. Como imposición hegemónica de una hechura en la palabra
de unos pocos que se impone, sin escucha, sobre el resto … apelando
a la verdad de su poder. A la certeza de la realidad impuesta y
construida en esas voces de amo y en esas sumisiones de esclavos, que
establecen el discurso imperial y las repeticiones serviles de sus
alienados.
Solo el poder hacernos diferentes a ese discurso … con las implicanciones que para el ego produce el temor a la soledad, a la no comprensión del “otro”, a la “segregación”, “marginación”, “estigmatización” de aquellos que pretenden cerrar el discurso que explica la verdad, como certeza absoluta de una realidad que no debe ser explicada y que "es" en términos de poder (posibilidades injustamente distribuidas), de aquello que “es” (Y otra vez la esencia mentirosa engañando, intentando convencer del destino inexorable, de los rumbos inapelables, de la verdades que “son asi y no se discuten”) sumisos, dóciles e irracionales frente a ese poder, a diferencia del poder construido, democrático, colectivo, profundamente humano y comunitario de hacernos entre todos, solidarios, emancipados, habladores, estableciendo nuestra propia hechura…
Daniel Roberto Távora Mac Cormack
Imagenes: Xul solar
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