Los aún invisible caminos de la emancipacion Latinoamericana



El estado de la economía mundial en plena pandemia ofrece indicios claros de que pasada la crisis seguirán rigiendo las mismas normas del pasado, que en el caso de Latinoamérica implica que continuará dependiente de las exportaciones de productos básicos y de la entrada de capital privado.

Así lo señala la ONU en la actualización de su informe sobre la situación de la economía global que se publica este jueves, y que identifica a la austeridad fiscal y al sobreendeudamiento como las principales amenazas para la recuperación global una vez que se supere la peor parte de la emergencia sanitaria.

"Se espera que la recuperación global que comenzó en el tercer trimestre de 2020 continúe en 2021, aunque con una buena porción de desigualdades e imprevisibilidad, reflejando incertidumbres epidemiológicas, políticas y de coordinación", afirma el informe de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), de 22 páginas y titulado con la expresión inglesa 'de la sartén, ¿al fuego?'.

El texto tilda de "exorbitante" el coste de la crisis causada por la pandemia de COVID-19 y alerta contra un "erróneo regreso a la austeridad".

Latinoamérica: crecimiento, pero limitado. La ONU pronostica que Latinoamérica crecerá en 2021 un 3,8%, frente a la contracción del 7,4% que experimentó el año pasado y al 4,7% de crecimiento de la economía global que contempla (mejorando el 4,3% de crecimiento global pronosticado hasta ahora).

Argentina es, entre las economías latinoamericanas, una de las que peor lo está pasando, ya que estaba en recesión antes de la pandemia y esta ha venido a agudizar los apuros económicos de un país que ha encontrado muchas dificultades para renegociar su deuda.

De Estados Unidos, los analistas esperan que la expansión continúe gracias al paquete de estímulo de US $ 1,9 billones aprobados por el Gobierno, y que esto termine teniendo un impacto positivo en sus vecinos y en la región latinoamericana en general.

Esto explica que la Unctad proyecte que el crecimiento en México en 2021 (4%) no estará muy lejos del que se espera en Estados Unidos (4,5%). Sin embargo, la Unctad advierte a México del riesgo en caso de que el Gobierno opte por una mayor rigidez fiscal.

Argentina requerirá financiación internacional. Argentina es, entre las economías latinoamericanas, una de las que peor lo está pasando, ya que estaba en recesión antes de la pandemia y ésta ha venido a agudizar los apuros económicos de un país que ha encontrado muchas dificultades para renegociar su deuda.

La contracción de la economía argentina fue del 10% en 2020 y el informe indica que este año estará en capacidad de recuperar únicamente la mitad de los ingresos perdidos, en momentos en que la presión inflacionaria reduce la capacidad de acción del Gobierno.

"Sin una asistencia internacional apropiada se corre el riesgo de una crisis monetaria. El Fondo Monetario Internacional puede ofrecer la asistencia necesaria si transforma su retórica pro-crecimiento en acciones concretas", señala sobre Argentina el análisis de la Unctad.

Perspectivas para Brasil y los países andinos. Del lado de la mayor economía de Sudamérica, se afirma que Brasil "lo hizo mejor de lo esperado debido a un estímulo fiscal masivo y a su relajación monetaria".

"Como una prueba de que una política fiscal expansiva funciona, el déficit presupuestario y la deuda pública crecieron menos de la pensado, lo que deja espacio para más políticas de alivio o de reconstrucción en 2021", opinan los expertos. No obstante, las autoridades no parecen dispuestas a utilizar ese espacio fiscal y en cambio "predican en favor de un retorno rápido a la austeridad", lamentan.

Sobre las economías andinas, el informe corrobora lo grave que ha sido el impacto de la pandemia para ellas, en particular en los casos de Perú, Chile y Colombia. Sin embargo, los cálculos de los autores del informe apuntan a que podrían recuperarse incluso más rápido que México o Brasil, a lo que ayudará el alto precio de los productos básicos que constituyen su canasta de exportaciones, aunque no será suficiente por sí solo para afrontar los efectos de la pandemia.

En el caso concreto de Chile, la rápida vacunación y el levantamiento de las restricciones son elementos que pueden acelerar la recuperación.

En cuanto al endeudamiento, los países latinoamericanos podrían pagar sus compromisos a través de su crecimiento económico y de un sistema de impuestos progresivo, que haga que los que más tienen paguen más, opinó el profesor de la Universidad de Brasilia y colaborador de la Unctad, Nelson Barbosa.

El experto anticipó que la desigualdad podría acentuarse todavía más en la región porque la clase con mayores recursos sacará provecho del buen desempeño de los mercados financieros. "La manera natural de abordar esto es a través de los impuestos", comentó. 

http://www.sela.org/es/prensa/servicio-informativo/20210319/si/71782/economialac

Escudriñar las entrañas de la realidad latinoamericana es una necesidad imperiosa para conocerla. La complejidad de este proceso exige un procedimiento metodológico esencial: explicar, hoy, como el imperialismo, el neocolonialismo y la dependencia (comandados por la fracción financiera del capital) golpean América Latina e imponen límites concretos a la libertad de los pueblos que aquí viven.

 

 Eso, aún, exige analizar la ideología que oculta, naturaliza, justifica, invierte y generaliza como verdad (Marx y Engels, 2007), proposiciones que recalcan este escenario de sumisión y dependencia. No considerar ello frecuentemente tiene como consecuencia la descripción inmediata de la realidad, su razón miserable y la decadencia ideológica (Lukács, 1981, p. 109-131). El punto de vista de totalidad (Lukács, 2012; Marx, 1989) es esencial para orientar metodológica y ontológicamente la decodificación de la lógica de la propia realidad, como “lógica de la cosa” (Marx, 2005a, p. 39). Por ello, produce conocimientos ontológico-ma-terialistas en que las representaciones sobre la realidad no se identifican con la propia realidad, su dinámica. Es papel de la ciencia reconstruir mental y críticamente el movimiento objetivamente existente, históricamente ubicado, como conocimiento real registrado teóricamente, absolutamente articulado con la vida real de seres sociales reales, conociendo ese objeto constante de correcciones (Netto, 2020). Lo más importante no es la exactitud de esta reconstrucción mental (imposible como tal), pero el ejercicio racional de persecución del movimiento de la realidad, de su propia dinámica.

Barbarie y destrucción de derechos

El título aquí adoptado para este apartado es exacto: barbarie y destrucción de derechos. Se trata de una devastación económica, política, social, laboral, cultural y subjetiva. La pandemia ha adensado y acelerado este complejo proceso. Teniendo en cuenta lo que se ha planteado en ese artículo en el campo de la economía-política, los estímulos a políticas ubicadas en el campo de la derecha y extrema derecha tienden a recrudecerse mundialmente (no sin resistencias, segura-mente). En el caso particular de América Latina, la tendencia histórica de remunerar la fuerza laboral por debajo del valor medio para su reproducción impone rasgos aún más trágicos en el actual proceso de informalización, tercerización, uberización y otras formas de explotación laboral radical. Además, hay que recalcar otros aspectos importantes y sumariamente ya indicados en ese texto: 

a) la existencia de estados nacionales explícitamente fuertes al capital y débiles para el trabajo (como característica mundial), componente orgánico de la acumulación capitalista-monopolista, pero con consecuencias sociales regionales más devastadoras;

b) burguesías absolutamente descomprometidas con procesos de democratización del centro-sur latinoamericano, incluso en su forma más elemental: la democracia política. La inestabilidad político-social latinoamericana debe ser objeto constante de la contrarrevolución preventiva (Fernandes, 1987);

 c) la rapiña y la violencia en el proceso de disputa por los fondos públicos tienden a ser más intensas en regiones como América La-tina. Se trata de un campo rico para el nacimiento de alternativas autoritarias en el proceso de lucha por la hegemonía de los estados (Gramsci, 2007 a y b) a través de proyectos gubernamentales de derecha o de extrema derecha; 

d) todo ese proceso indudablemente se profundiza y se radicaliza en los momentos en que la acumulación capitalista pasa por bajo crecimiento, por un corto espacio de tiempo, crisis seguidas, inestabilidades estas que golpean no solamente la periferia del capitalismo mundial; 

e) por ello, no hay como ser diferente: la histórica, precaria, frágil, diversa y hasta inexistente protección social latinoamericana – frecuentemente marcada por la gestión de la pobreza extrema con ausencia de servicios públicos universales destinados a los derechos sociales –, tiende a quedarse aún más débil y adensar la catástrofe en curso. 

 


El avance del autoritarismo por todo el mundo es explícito. En América Latina este proceso se presenta de forma particular y heterogénea, aunque en todos estos casos haya un aspecto intocable: la absoluta sumisión a la formula imperialismo-de-pendencia actualizada y el ataque a los derechos. Se basan en diversos y viejos discursos que arman poderosa ideología (Marx; Engels, 2007): los gastos públicos innecesarios; la falta de estímulo al “trabajo honesto”; los desvíos corruptos de los fondos públicos (atribuidos genéricamente a “la izquierda”); el “endeudamiento de los estados” y la gran cantidad de impuestos sobre el sector “productivo” para mantener los “improductivos”; el uso del tema de forma “populista” para mantener proyectos de izquierda; entre otras viejísimas justificaciones reactualizadas. Hay que destacar que aquí, en América Latina, este proceso no ha sido utilizado para desarmar lo que se caracterizó en Europa como “Welfare State”, sino para impedir el avance de los derechos por acá (sobre todo en los años 1980 durante el proceso de redemocratización política). Hoy esta ideología, actualizada, ha estimulado la creación de proyectos para descalificar políticas puntuales de regulación del pauperismo absoluto. Lo que hemos tenido de 2011 para acá, articulado con la crisis estructural capitalista referenciada anteriormente, es, por un lado, la absoluta destrucción de políticas focales que incluso habían sido estimuladas por organismos internacionales tales como el Banco Mundial; por otro lado, la devastación de derechos un poco más universales que aún resistían en algunos países del cono centro-sur de América. Una estrategia es esencial para el capital: crear y mantener gobiernos genuinamente comprometidos con la pauta imperialista y ultraliberal, es decir: romper la conciliación de clases que orientó, en diferentes medidas, las acciones de los países en el proceso de consolidación de la democracia burguesa (esencialmente política – en el límite); ampliar el avance del capital sobre el trabajo, gestionando la ley de la acumulación capitalista de la mejor manera posible en las condiciones latinoamericanas, capturando los fondos públicos (financieros y naturales), desmoralizando y criminalizando políticas redistributivas que gestionaban la desigualdad, así como descalificando y penalizando a sus defensores;el objetivo es finalizar el proceso ya iniciado por el viejo proyecto neoliberal de los años 1980/1990 radicalizando su intensidad junto a los trabajadores (as) y a los estados nacionales, aunque con estrategias diversas y seguramente quirúrgicas adaptadas a diferentes realidades. 

¿Qué ha significado ello? Intensificación de las privatizaciones; apoyo legal a la precarización laboral (informalización, uberización, y formas diversas de sub-contratación de la fuerza de trabajo); devastación radical de derechos (salud, educación y jubilación públicas – adonde aún no estaban privatizados); avance radical sobre los recursos naturales de esta parte del continente americano. Sacar el carácter público y mercantilizar todas las esferas de la vida social es el objetivo. No hay cómo realizar esta devastación sin el apoyo de gobiernos regionales genuinos. Recuperemos los hechos políticos recientes. Mauricio Macri, con fuerte base mediática, se eligió pro-metiendo una nueva Argentina: “¡Cambiemos!”. Este proyecto felizmente fue derrotado en 2019 después de promover una devastación económica y social acelerada en el país. 

 


En otras naciones la “fórmula mágica” se dio por medio de golpes de estado diversos, actualizados, tales como en Honduras (2009 - Manuel Zelaya), en Bolivia (2019 – Evo Morales – un golpe explícitamente miliciano y fundamentalista), en Brasil (2016 - Dilma Rousseff – un arreglo jurídico-parlamentario) y en Paraguay (2012 – Fernando Lugo). Violencias han sido procesadas en Chile por el gobierno Piñera (en que el movimiento popular del segundo semestre de 2019 manifestó fuerte resistencia); Colombia ha eliminado liderazgos progresistas y se ha rearmado fuertemente con Iván Duque; Perú, desde marzo de 2018, sigue un camino similar con el comando de Martín Vizcarra. Ecuador fue rápidamente ajustado durante el gobierno de Lenin Moreno; Venezuela ha sido sometida a un embargo que era “privilegio” cubano, defendiéndose con el apoyo del imperio en asunción: el chino-ruso (lo que ha pasado, por otros caminos, en Nicaragua liderada por el líder sandinista Daniel Ortega y empieza a influenciar fuertemente la histórica Cuba). Caudillos de de-recha han asumido el comando en Costa Rica (Carlos Alvarado Quesada – 2018), El Salvador (Nayib Bukele – 2019) y Panamá (Laurentino Cortizo – 2020 – siguiendo una larga tradición de alineamiento al imperialismo de EUA). Alejandro Giammattei (Guatemala -2020) y Lacalle Pou (Uruguay - 2020) recientemente iniciaron sus gobiernos, este último portavoz del capital en las “bandas del oriente” a través de la “Ley de Urgente Consideración” y sus casi 500 artículos con amplísimas contrarreformas que afectan todas las áreas. Contextos peculiares se han reproducido en Belice cuyo gobernador general es comandado por la monarca inglesa, Elisabeth II, en Puerto Rico (adjuntado por los EUA sin los debidos benefi-cios de ello) y en las devastadas islas caribeñas: Jamaica, República Dominicana y Haití (este último, ícono de la primera revolución anticolonial y antiesclavista en Latinoamérica).

 Para finalizar, la tragedia se ha intensificado en Brasil con Jair Bolsonaro (elegido en 2018) que comanda un gobierno de inspiración explícitamente fascista (Fontes, 2020), propagador del lema “Dios, Patria y Familia”, articulando autoritarismo, militarismo, obscurantismo, fundamentalismo religioso, genocidio, destrucción de la naturaleza y irracionalismo. Se trata de un gobierno financia-do por grupos empresariales de extrema derecha, explícitamente ultraliberales y sometidos – sin escrúpulos – al imperialismo norte americano. El “fascismo brasileño” solamente podrá ser debidamente elucidado por medio de la articulación dialéctica entre marcas históricas (del país y del fascismo) y su modernización a partir de condiciones impuestas por la dependencia. Hay que reconocer algunos aspectos importantes para analizar este escenario y proponer alternativas para enfrentarlo. 

El contexto actual no puede ser analizado aisladamente, por países, como un tema únicamente nacional o latinoamericano. Se trata de una crisis estructural y terminal del capital jamás vista y que impacta particularmente América Latina a partir de condiciones muy peculiares que necesitan ser elucidadas en el conjunto del orden mundial. Reconstruir mentalmente estas mediaciones es procedimiento necesario para evaluar correctamente lo que ha pasado y, a la vez, proponer alternativas a la barbarie ya en curso hace algún tiempo. 

Es en ese contexto que las experiencias latinoamericanas, sus resistencias, su genuino espíritu anticapitalista, deben ser recuperados (y eso es absolutamente esencial). 

No se impondrán procesos progresistas de transformación únicamente desde afuera de esta parte del continente americano, tampoco ellos se constituirán a partir de un movimiento endógeno. Hay que articular un proyecto mun-dial de transformación que contemple particularidades, como totalidad social, unidad de los diversos, basada en principios civilizatorios. 

De esto depende la construcción de alternativas efectivas en contra la barbarie. La “vieja” y “extinguida” lucha de clases se rea-firma y, con ello, el “alma en pena”: Marx y el legado de él, su tradición. El topo moviliza el terreno por debajo, en sus estructuras. Marx tenía razón: las mismas condiciones necesarias a la acumulación permanente y ampliada del capital, recrean, en condiciones históricas diversas, nuevas contradicciones insuperables dentro de las fronteras del capitalismo mundial. Aunque el capital haya demostrado impresionante capacidad para gestionar y lidiar con sus crisis, las condiciones para ello han disminuido sobremanera. La lucha, hoy, por derechos, la lucha por la emancipación política y humana de hombres y de mujeres, de diferentes razas, etnias y grupos.

Capital, barbarie y América Latina” José Fernando Siqueira Da Silva - Revista “Fronteras” Facultad de Ciencias Universidad de la república Nª 15 del 2020 - República Oriental del Uruguay http://revistafronteras.cienciassociales.edu.uy/index.php/front/article/view/150/132

La tensión en el mundo crece. La producción de vacunas contra el covid no alcanza a cubrir la demanda. Los países más poderosos utilizan esa capacidad para promover una desigual distribución. Los grandes laboratorios solo piensan en la maximización de sus ganancias.  La gravedad de las nuevas cepas por su contagiosidad no solo abre un nuevo ciclo de la ciencia para derrotarlas sino crea una tensión geopolítica por el papel de Brasil, del Gobierno de Bolsonaro en la falta de políticas de contención de la pandemia en la mutación de Manaos.


El mundo pos primera ola de la pandemia no es mejor como algunos soñaron o se ilusionaron. La pandemia tiene ganadores y perdedores. El capitalismo de catástrofe concentra aún más la riqueza y la desigualdad no se visibiliza más, sino que se profundiza.

La pandemia, las muertes acaecidas en todos los países no trajo mas cooperación entre los gobiernos. Por el contrario, trajo más competencia, las guerras comerciales no terminan.

La derrota de Donald Trump había traído alegría a los demócratas del mundo. Sin embargo, el nuevo presidente Joe Biden en una entrevista con la cadena de televisión ABC News ante la pregunta del periodista:

¿Cree que Vladímir Putin es un asesino?

Sí, lo creo –  respondió Biden

El contexto es el conocimiento de informes de inteligencia de EEUU referidos a la intervención de Rusia, Irán, Cuba y Venezuela para influir en el resultado de las pasadas elecciones presidenciales. Y a su vez continua el hilo de acusaciones a Rusia sobre intervenir en las elecciones presidenciales donde hace 4 años había triunfado Trump.

Biden con estas definiciones esta marcando su política internacional. Si el líder de Rusia es un criminal, la política vuelve nuevamente a  “o estás conmigo (EE.UU) o estás con el criminal o sea mi enemigo (Rusia)”.  Este tipo de política siempre ha servido de pretexto para la legitimación de las políticas de seguridad nacional, de intervencionismo del imperio en otras naciones. Y por supuesto también para socavar las decisiones económicas soberanas en un mundo multipolar.

Hace solo unos días el Primer ministro Inglés presentó su plan de defensa, y reiteró la decisión de mantener una presencia militar permanente en nuestras Mavinas.  El verdadero fundamento de esa decisión del Reino Unido responde a estrategias geopolíticas para acentuar el control a la Antártida, al canal bioceánico entre el pacifico y el Atlántico y en toda las riquezas que existen en toda la región, incluida nuestra plataforma.

La reafirmación colonialista del imperio británico hay que leerla tanto en la perspectiva histórica como en la lectura del mundo actual que analizamos más arriba. Las formas de dominación mutan, se establecen hacia los desafíos del porvenir pensado en décadas.

Las tensiones en el mundo, las acciones de los gobiernos imperiales, también exigen al país recuperar la soberanía en todas sus dimensiones. Las ideas de un “pragmatismo realista” albergan la idea de un sometimiento a las zonas de influencia de los países poderosos, e implican una forma de disfraz a la aceptación de la perdida de soberanía.  La soberanía pensada fuera de los nacionalismo reaccionarios, es a la vez construcción de la patria grande y de un internacionalismo de los pueblos.  Debe asumirse como una estrategia del desarrollo democrático e igualitario del país, de transformación del poder, del estado y la sociedad.

Qué significa en el día de hoy esta idea? Un rumbo. Que hay que construir y defender.

Las derechas y ultraderechas han intentado e intentan por todos los medios que fracasara el plan de vacunación con el objetivo de que no se construyera una voluntad colectiva del país porque eso legitimaria al gobierno nacional. La lucha por la vacunación más amplia antes que la segunda y tercera ola lleguen con toda su fuerza es clave para sostener el rumbo. Parte de ella es ejercer nuestro rol soberano para defender la vida, la salud, el trabajo de nuestro pueblo, y escuchar desde el gobierno la voz de tantos que reclamamos que es urgente tomar medidas para frenar o retrasar la entrada de las nuevas cepas y tener más gente vacunada, y mientras tanto, cerrar fronteras de forma temporaria.

Los acreedores externos, los devaluadores internos y externos pujan para maximizar sus ganancias a costa del interés y desarrollo del país. La inflación del 2020 y 2021 es también una forma de redistribución negativa del ingreso. El apuro del poder para que se renegocie con el FMI es un intento de que el país se rinda ante las recetas ortodoxas que tanto daño han producido. Defender la soberanía es negociar en términos y tiempos que convengan al país, que permitan el análisis judicial de las denuncias criminales presentadas contra el gobierno de Juntos por el Cambio (cambio… cambio será por lo que fugaron??) por la toma de deuda externa de manera ilegal, la fuga de capitales , y la utilización de la misma para beneficiar a los amigos del poder macrista.  Soberanía es defender el bolsillo de los argentinos.

Podríamos seguir mostrando la idea de Soberanía involucrada en la vida cotidiana de los argentinos. Pero los ejemplos muestran con creces la relación con la capacidad de enfrentar los problemas que nos dejó el neoliberalismo y que nos presenta un mundo globalizado, tan desigual y con tantos que quieren vampirizar las riquezas del país.

Es tiempo, es necesario, es urgente

Editorial Revista la Barraca

De la sartén, ¿al fuego?

La UNCTAD publicó un informe titulado “De la sartén, ¿al fuego?” sobre las perspectivas económicas para este año. El trabajo sostiene que la recuperación global que empezó en el 3° trimestre de 2020 continuará en 2021 aunque con desigualdades e imprevisibilidad. Según la publicación, un regreso erróneo a la austeridad y el sobreendeudamiento son las principales amenazas para la recuperación global una vez se supere la emergencia sanitaria. 

La previsión de crecimiento mundial para este año se situará en un 4,7% y la de Latinoamérica será del 3,8%. Para Argentina, dice, la recuperación será de un 50% de lo perdido durante 2021 y sostiene que “necesitará asistencia financiera internacional”. 

El informe completo se puede leer aquí.

Ganancias

El proyecto obtuvo dictamen y se tratará la semana que viene en Diputados. El dictamen fue respaldado por el Frente de Todos, Juntos por el Cambio (con disidencias parciales), los interbloques Federales y de Unidad Federal para el Desarrollo. 

El proyecto aumenta la deducción especial a partir del cual se calcula el impuesto con el objetivo de que no lo paguen trabajadores que cobren hasta $150.000 brutos. 

https://www.cenital.com/

El ministro de Economía ya está operativo en Nueva York. Ayer cenó con académicos y se espera que haya una carta de apoyo hacia Argentina, convocada por su referente, Joseph Stiglitz. En 2020, el destinatario eran los acreedores privados y, en 2021, será el FMI. En la misiva pedirán lo de siempre: que den espacio fiscal a Argentina para que pueda crecer. Hoy, Guzmán estará con inversores con posiciones en Argentina, pero no con todos y ni siquiera los más pesados. Según dijeron cerca suyo, solo será con "inversores dedicados", es decir, aquellos que "tienen interés en Argentina", que investigan y "buscan generar vínculos constructivos y positivos". Así lo describieron cerca suyo. Tras un fin de semana de distensión y traslado a Washington, el ministro y su equipo se reunirá con la Directora Gerente del FMI, Kristalina Georgieva. No se esperan progresos importantes y el mercado cree que el acuerdo quedará para después de octubre. Si Guzmán quería esconder esa dilación, el Presidente no lo ayudó: el miércoles dijo que no tiene apuro en un acuerdo con el FMI. En DC, también se espera que se reúna con David Malpass (Banco Mundial) y haya algún acercamiento con el Tesoro de EE.UU.

https://eleconomista.com.ar/

Covid-19: a un año de una emergencia social y ambiental sin precedentes

Hemos pasado un año difícil por la pandemia, trágico para muchas personas, con desafíos que continuamos afrontando. Tuvimos que afrontar una pandemia, para dejar en evidencia la necesidad de modificar la forma en la cual nos relacionamos con nuestro planeta. Al respecto opinó para Télam Manuel Jaramillo, director General de Fundación Vida Silvestre Argentina.

Hemos pasado un año difícil, trágico para muchas personas, con desafíos que continuamos afrontando. Sin embargo, no debemos olvidar la necesidad de cambiar hacia una sociedad más consciente, más responsable y con una conducta sostenible.

Tuvimos que afrontar una pandemia, para dejar en evidencia la necesidad de modificar la forma en la cual nos relacionamos con nuestro planeta. En los comienzos, vimos cómo las personas hicieron limpiezas de sus hogares, despojándose de lo innecesario, que nos llevó a reflexionar sobre las cosas que tenemos y no necesitamos. De a poco se hicieron más frecuentes las plantas en los hogares y las huertas urbanas, e incluso las composteras. Cuando inició la apertura de actividades ¿cuáles se eligieron? Las que se desarrollan al aire libre. Y durante el verano, aquellos que pudieron irse de vacaciones, ¿qué destino eligieron? La naturaleza: playa, montaña, sierras, lagos. Es ahí cuando recordamos que somos parte de la naturaleza, aunque a veces nos despeguemos de ella; es bueno reflexionar y volver a conectar, pero también es importante que aún exista para poder volver.

Las actividades del hombre han alterado de manera significativa 3/4 de la tierra y 2/3 del océano. Muchos de los problemas ambientales actuales se deben a un modelo de crecimiento que asume que nuestra especie, la única supuestamente inteligente, tiene el derecho a apropiarse de los recursos naturales hasta extinguirlos.

Un informe de la Dirección Nacional de Bosques indica que entre el 2007 y el 2017 se habilitaron 640.000 hectáreas de bosques para producción, y en el mismo período se abandonaron 450.000. Eso quiere decir que por cada tres hectáreas que se transforman para la producción, se abandonan dos. Estas formas de producción responden a un supuesto progreso que nunca llega, y que nos alejan de un desarrollo sustentable.

Implementar las prácticas productivas compatibles con la conservación y restauración de nuestros ambientes naturales es imperiosamente necesario. Estas prácticas deben asegurar la equidad en el acceso a los recursos naturales; el reconocimiento de los derechos humanos; el reconocimiento y respeto de los conocimientos ancestrales; la protección de la biodiversidad -que es la base del sistema productivo-; la eficiencia en el uso de recursos, materiales y energía; la economía circular y el consumo responsable.

Debemos migrar del paradigma de dominar la naturaleza al de conservarla y restaurarla, ya que sin naturaleza no es posible la vida humana, simplemente porque nosotros mismos somos parte de ella. El año que atravesamos debe servirnos como aprendizaje, y para recordar algo que nunca debimos olvidar: nosotros necesitamos mucho más al planeta, de lo que él necesita de nosotros. 

Texto publicado en el Sitio de Telam 

Así las cosas en los días de la peste … El derrotero de siglos por la voz propia y el derecho soberano en América Latina y en Argentina, las demandas sociales que llevan mas de 6 siglos, es que la herencia Patriarcal, colonial, capitalista, neoliberal en crisis civilizatoria, no permite aún ver los caminos emancipatorios de salida … El futuro del planeta mismo está en juego, nadie se salva solo, y cada uno de nosotros debe hacer su parte.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack


Comentarios

Entradas populares de este blog