De formas y contenidos en el Norte como en el Sur.

 

Hacia dónde está llevando la política exterior de Biden a EE. UU. El presidente difiere tanto de Donald Trump como de Barack Obama con una visión compleja de la construcción de coaliciones.

Poco después de asumir el cargo, el presidente Biden anunció triunfalmente que "Estados Unidos ha vuelto" y dijo que pondría el internacionalismo y la diplomacia en el centro de su enfoque de gobierno, todo con el objetivo de fortalecer la posición de Estados Unidos en el escenario mundial, reafirmando su ventaja competitiva sobre China.

Casi seis semanas después de su mandato, ya ha tomado una serie de decisiones de política exterior que dan una idea de cómo podría ser. La imagen que está surgiendo se alinea con el tono de su campaña presidencial: está actuando con cautela, dando marcha atrás a muchas de las políticas disruptivas que introdujo su predecesor, pero sin comprometerse a ningún cambio importante de las inversiones a largo plazo de Estados Unidos en el Medio-Este.

Biden se ha comprometido a renovar el tratado de no proliferación nuclear New Start con Rusia y detuvo el apoyo de Estados Unidos a la guerra en Yemen. Pero la semana pasada también ordenó ataques aéreos contra combatientes respaldados por Irán en Siria, y se ha negado a mantener a la familia real de Arabia Saudita contra el fuego por su papel en ordenar el asesinato de Jamal Khashoggi, un periodista estadounidense.

Biden cumplió igualmente las promesas de limitar las aventuras internacionales y de ser duro con China.Y el mes pasado, ordenó a Lloyd Austin, el secretario de Defensa, que dirigiera una “revisión de la postura global” para evaluar dónde Estados Unidos podría estar gastando demasiados recursos militares en el extranjero y dónde podrían necesitarse más.

Pero los expertos no esperan una salida ideológica radical. "Biden está realmente enfocado en la agenda nacional y, como resultado, quiere minimizar cualquier capital político que tenga que gastar en asuntos de política exterior", dijo Trita Parsi, fundadora del Instituto Quincy para el arte de gobernar responsablemente. "Biden nunca se vendió a sí mismo como alguien que vendría con grandes ideas y quería ver una gran ruptura con el pasado".

El problema de Biden en Arabia Saudita

La administración de Biden publicó un informe de inteligencia la semana pasada afirmando que el príncipe heredero Mohammed bin Salman de Arabia Saudita había ordenado el asesinato de Khashoggi en 2018, pero Biden no castigó directamente al príncipe. Al cubrir la noticia, nuestro jefe de la oficina de Beirut, Ben Hubbard , escribió que “los intereses estratégicos estadounidenses prevalecieron” sobre los ideales de los derechos humanos y la libertad de expresión.

Hoy, la secretaria de prensa de Biden, Jen Psaki, defendió la decisión de la administración de imponer sanciones a la unidad de la guardia real que llevó a cabo el asesinato, pero no a la familia real. Dijo que una estrategia diplomática ayudaría a prevenir atrocidades similares en el futuro.

La administración está poniendo énfasis en las "conversaciones de contraparte a contraparte", dijo Psaki, en lugar de continuar con el enfoque de ir solo. "Eso significa no reprimirse y expresar preocupación y presionar para que se tomen medidas en lo que se refiere a disidentes, periodistas u otras personas detenidas".

Un día antes de que la administración anunciara su decisión sobre Arabia Saudita, Biden dio la primera indicación importante de su presidencia de que estaría dispuesto a usar la fuerza militar en el Medio Oriente si lo consideraba justificado. Se ordenó ataques aéreos de represalia contra los combatientes respaldados por Irán en Siria, mostrando su voluntad de mantener una presencia militar de ojo por ojo en el Medio Oriente como Irán sigue apoyando una red de milicias anti Estados Unidos en toda la región.

En respuesta a los ataques, que supuestamente mataron al menos a un combatiente del grupo de milicias Kataib Hezbollah, un grupo respaldado por Irán que también forma parte de las fuerzas de seguridad oficiales del gobierno iraquí, Irán rechazó una invitación de un tercero para unirse a Estados Unidos en negociaciones diplomáticas.

En la campaña electoral, Biden se comprometió a restablecer el acuerdo nuclear con Irán firmado por su exjefe, el presidente Barack Obama, y ​​destacó su historial como opositor a la intervención de Obama en Libia y al aumento de tropas en Afganistán. (Biden también se opuso a la arriesgada misión que eliminó a Osama bin Laden, aunque ha sido menos rápido para presumir de eso).

Cuando llegó al cargo, uno de los primeros movimientos de Biden fue anunciar que pondría fin a "todo el apoyo estadounidense a las operaciones ofensivas en la guerra en Yemen, incluidas las ventas de armas relevantes". Se consideró en gran parte como una medida preventiva, dado que era probable que el Congreso reintrodujera un proyecto de ley que Trump había vetado que cortaba la venta de armas para apoyar la guerra en Yemen. Pero también reflejó la presión dentro de su partido, y de muchos republicanos que apoyan a Trump, para pasar página sobre la intervención estadounidense.

'Guerras para siempre'

Sin embargo, Biden se ha rodeado de veteranos del establishment de la política exterior demócrata en Washington, lo que ha provocado la preocupación de algunos críticos de su partido de que volverá al tipo de enfoque intervencionista moderado que definió el mandato de Obama.

Semanas antes de su toma de posesión, varios grupos progresistas le enviaron una lista de 100 recomendaciones de personal, ya que se preocuparon por sus elecciones en política exterior. Los críticos han señalado la prevalencia de ex funcionarios de la administración Obama con vínculos con la industria de las armas durante sus años fuera del servicio público.

Biden ha dicho que quiere "poner fin a las guerras para siempre" y, a menudo, habla de su experiencia como padre de un miembro del servicio desplegado en Irak (su hijo Beau, que murió de cáncer en 2015). Pero ahora se considera que es muy poco probable que Biden cumpla con una promesa de campaña de retirar todas las tropas estadounidenses de Afganistán antes del 1 de mayo, en lo que será una prueba crucial de su compromiso con la no intervención, en una situación en la que los resultados pueden ser desagradables de cualquier manera . Esto también puede explicarse por su deseo de centrarse en la política nacional, dijo Parsi, y lo calificó como un enfoque de ruta de menor resistencia.

"No parece querer ser dueño de lo que vendrá después, pero lo que vendrá después vendrá de todos modos, ya sea que Estados Unidos se quede o no", dijo Parsi. "Vamos a ver un aumento de los combates y una violencia horrible en Afganistán". Reconocer eso, sin embargo, podría generar "una enorme cantidad de costo político", agregó.

Coaliciones y China

Bonnie Glaser, directora del Proyecto de Energía de China en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, dijo que la administración de Biden estaba tratando de no permitir que los conflictos en el Medio Oriente eclipsaran sus ambiciones domésticas, o su enfoque en superar a China.

Dijo que, hasta cierto punto, el enfoque de Estados Unidos en mantener su influencia en el Medio Oriente durante las administraciones de George W. Bush y Obama le había impedido enfocarse en la política arriesgada estratégica con China. "Si está sentado en Beijing, probablemente esté muy feliz de ver que Estados Unidos sigue estancado en el Medio Oriente", dijo Glaser. “China se benefició enormemente durante toda la década en la que Estados Unidos estuvo distraído con nuestras prioridades en el Medio Oriente. Pudieron consolidarse como un país mucho más fuerte no solo económicamente sino también militarmente ”.

Dijo que cuando se trata de China, la administración Biden ha indicado que planea invertir en la construcción de coaliciones en mayor medida que la administración Trump, y de maneras que inevitablemente serán más complejas que bajo Obama.

La visión de Biden es que trabajemos juntos con aliados para competir de manera más efectiva con China”, dijo Glaser. “No significa que haya una coalición que brinde una solución para todo. No es la Guerra Fría, donde está muy claro de qué lado está cada país ".

En cambio, dijo, algunas coaliciones se centrarán en una causa común en torno a los derechos humanos; otros pueden tener más que ver con consideraciones comerciales; otros más estarán vinculados a empresas de tecnología y su alcance internacional. "Esto va a ser más complicado de lo que fue en la Guerra Fría, pero no podemos esperar que vamos a construir una coalición que estará con nosotros en todos los temas", dijo.

https://www.nytimes.com/2021/03/01/us/politics/biden-foreign-policy-trump-obama.html

Mientras tanto, en esta parte del mundo, el presidente Alberto Fernández remarcó durante la Asamblea Legislativa que la recuperación de la economía avanza “más rápido de lo esperado”. Destacó la mejora del sector industrial en los últimos meses del año pasado y puso como ejemplo lo sucedido en diciembre, que mostró un crecimiento del 4,5% frente a igual período de 2019.
“Todas las medidas que hemos impulsado han sido fundamentales para iniciar una recuperación de la economía que está siendo más veloz de lo que pensábamos”, señaló el jefe del Estado durante su discurso de apertura de las sesiones ordinarias del Congreso.

En este sentido, añadió que “gracias a la creciente capacidad de producir con Covid-19 nuestro sector industrial viene teniendo una recuperación notable: el último diciembre 2020 estaba en 4,5%, frente al mismo período de 2019″. “La construcción creció en el mismo período el 6,3% y el comercio el 10,7%. Además, la industria ya recuperó todos los empleos perdidos durante la pandemia y estamos por encima de 2019, por eso la recaudación comenzó a mejorar en los últimos 5 meses”, recordó el presidente.

En cuanto al impacto de los impuestos en los salarios, propuso “incrementar los montos del mínimo no imponible para el Impuesto a las Ganancias“, porque “recuperar el salario medio en Argentina es un desafío que debemos asumir”. “Más de un millón de argentinos quedarán liberados de pagar ese tributo, quienes trabajan y quienes se han jubilado se beneficiarán con ello recuperando así su capacidad de compra”, subrayó Fernández. De hecho, el crecimiento industrial de diciembre se consolidó en enero, de acuerdo con un informe elaborado por el Centro de Estudios para la Producción (CEP), que funciona bajo la órbita del Ministerio de Desarrollo Productivo

En otro pasaje de su presentación, el mandatario instó al Congreso a debatir la situación de los monotributistas que esperan la aprobación de nuevas escalas con mejoras del 35% para el tope de facturación anual. “Sé que muchos monotributistas se han perjudicado por la pandemia. Es necesario que este Congreso se aboque a tratar la ley que recategoriza y otorga moratoria a más de 350.000 monotributistas”, puntualizó.

Fernández también destacó la importancia de profundizar las políticas de Estado para consolidar todo lo vinculado a la economía del conocimiento. “Es prioritario para la Argentina integrarse a las cadenas globales de valor a través de la tecnología 4.0. Presentaremos seis proyectos predestinados a dinamizar la infraestructura del conocimiento”, señaló.

Los proyectos que presentará Alberto Fernández para impulsar la economía

En su discurso ante la Asamblea Legislativa, Alberto Fernández anunció hoy que buscará impulsar iniciativas para “dinamizar la estructura de crecimiento” y en el marco de “una convocatoria a la unidad nacional y productiva”. “Este año presentaremos 6 proyectos de ley destinados a dinamizar la estructura de crecimiento que abordan nuevos desafíos tecnológicos y productivos. También son una convocatoria a la unidad nacional y productiva, para establecer los pilares de un gran Proyecto Nacional de Desarrollo e Inclusión Social”, dijo el mandatario.

El primero de los proyectos se enmarca en una tendencia mundial de avanzar hacia el uso de “vehículos eléctricos con baterías de litio o el uso del hidrógeno verde”, un “sendero” en el que “Argentina debe ingresar paulatinamente”. El patentamiento de vehículos eléctricos creció un 53,9% durante el año pasado en comparación con el mismo período de 2019, según datos difundidos por la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara): en el 2020 se patentaron 2.383 vehículos eléctricos contra 1.584 del año anterior. “Implementaremos incentivos, tanto en la incorporación de movilidad sustentable como de la producción en el país de ese tipo de vehículos y su cadena de valor, que comienza en el litio”, dijo.

La segunda de las iniciativas está dedicada al mismo tema. “Luego de un año de trabajo con los actores de la cadena automotriz, empresarios fabricantes de autos y autopartes, trabajadores y el gobierno, llegamos a un acuerdo para este proyecto de ley que incluye dos grandes capítulos: a) incentivos fiscales para la inversión; b) la creación del Instituto de la Movilidad. La ley facilitará la realización de inversiones por más de US$ 5.000 millones”, dijo.

https://eleconomista.com.ar/2021-03-alberto-fernandez-claves-economicas/

"Querella criminal"

Alberto Fernández anunció que impulsará una "querella criminal" para identificar a los autores y participes del endeudamiento asumido durante el gobierno de Mauricio Macri, por unos US$55.000 millones, al que calificó como "la mayor administración fraudulenta y la mayor malversación de caudales que nuestra memoria registra.
"Para que pongamos fin a las aventuras de hipotecar al país, es necesario que endeudarse no sea gratis y que los responsables rindan cuentas de sus actos y dejen de circular impunes dando clases de economía en el país y en el mundo", expresó Fernández al promediar su extenso discurso.

"Ya en 2018 la Argentina fue sumergida en una nueva y profunda crisis en la balanza de pagos, en una grave recesión, en una caída de los niveles de actividad y de los ingresos reales y en un aumento notorio del desempleo, la pobreza y la indigencia. Como si esto fuera poco, cuando el país perdió el acceso al financiamiento internacional, el Gobierno anterior solicitó el préstamo más grande de la historia del Fondo Monetario Internacional", dijo el Presidente.

Pedidos al Congreso: Ganancias y reforma judicial

El Presidente pidió al Congreso Nacional la sanción del proyecto de reforma del Impuesto a las Ganancias, que permitirá beneficiar a mas de un millón de trabajadores, así como la aprobación de las modificaciones en el Poder Judicial y el Ministerio Público, y anunció el envío de un conjunto de iniciativas para mejorar el acceso a la justicia.
Además, pidió que se apruebe la reforma judicial sancionada por el Senado, y la modificación de la ley del Ministerio Público para designar el Procurador General de la Nación, y anunció un conjunto de proyectos sobre recurso extraordinario ante la Corte Suprema, juicios por jurados y Consejo de la Magistratura.

"Desdolarizar" las tarifas

Fernández anunció que enviará al Congreso un Proyecto de Ley para declarar la emergencia en los servicios públicos y regulados, que permita avanzar en la tarea de "desdolarizar" las tarifas y "adecuarlas a una economía que tiene sus ingresos en pesos".

"Las tarifas deben ser justas, razonables y asequibles, permitir la sustentabilidad productiva y la justicia distributiva", remarcó Fernández en la Apertura de las Sesiones Ordinarias del Parlamento, en la que prometió ponerle fin "al martirio" de tener que elegir "entre comer o pagar la luz y el gas".


Tras asegurar que "la pesadilla de tener que decidir entre alimentarse o pagar los servicios públicos, la incertidumbre permanente de no saber cuánto iba a venir de luz y gas ha llegado a su fin", el Presidente destacó la importancia de "marcar un sendero en el precio de las tarifas para el próximo año".

Lucha contra la violencia de género como política de Estado

La lucha contra la violencia de género como política de Estado en el marco de un "gran consenso" social y una reforma judicial que incluya la perspectiva de género para evitar que los femicidios "se consumen sin que muchos jueces y fiscales hagan lo necesario para impedirlos" fueron parte de los anuncios realizados hoy por el presidente Alberto Fernández en la Asamblea Legislativa que inauguró el 139° período de sesiones ordinarias.

"Quiero proponerles que convirtamos a la lucha contra la violencia de género en una política de Estado y una política de la sociedad. Lo hicimos con 'Memoria, verdad y justicia", dijo el primer mandatario. Y enfatizó: "Ahora vamos a hacerlo también con la intolerancia a estas violencias".

Fernández enumeró las acciones en marcha para prevenir y acompañar situaciones de violencia, encuadradas dentro del Plan contra las Violencias por Motivos de Género 2020-2022 del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad (MgyD)

Vacunación y pandemia


Alberto Fernández sostuvo que "aún con mucho dolor" tomó "las decisiones que correspondían" en relación a las anomalías detectadas en el plan de vacunación, y ratificó que en ese proceso "hay prioridades y las reglas se deben cumplir".

"Si se cometen errores, la voluntad del Presidente es corregirlos de inmediato", dijo el mandatario al brindar su mensaje ante al Asamblea Legislativa.

El mandatario aseguró que nunca se había lanzado una política de alcance "sanitario, social y económico" como la diseñada para paliar la crisis que generó la pandemia de coronavirus.

Entre otras medidas, mencionó la tarjeta alimentar, el IFE, las disposiciones para evitar despidos o ayudar a empresas a pagar sueldos, así como la entrega de medicamentos gratuitos a jubilados, y otras que impulsaron el diálogo con empresarios y sindicatos para contribuir a las discusiones salariales, la ley de los 1.000 días para el embarazo.
Críticas al Poder Judicial

El mandatario consideró que el Poder Judicial de la Nación está en "crisis" y que es el "único poder que parece vivir en los márgenes de la democracia".

"La reforma del Poder Judicial en su más amplias dimensiones es una demanda impostergable de la sociedad", sostuvo el mandatario ante la Asamblea Legislativa, y añadió: "Quisiera que en mis críticas al sistema judicial nadie vea rencor ni voluntad de favorecer a alguien".

El mandatario recordó que en Argentina "hay un fiscal procesado por delitos severos como el espionaje ilegal o extorsión que sigue en funciones como si nada", en una alusión a Carlos Stornelli, a quien no nombró.

En tanto, le pidió al Congreso de la Nación que asuma el rol de "control" del Poder Judicial que le otorga la Constitución Nacional ante los "desvíos" en los que está incurriendo ese poder del Estado, y mencionó el caso del juez Gustavo Hornos y sus visitas al expresidente Mauricio Macri, sin mencionarlo directamente sino el caso.

Obra pública

El Presidente sostuvo que la obra pública ha sido prioritaria y lo será más aún en 2021, al tiempo que resaltó que lo será "sin favoritismos ni exclusiones".

"Al inicio de nuestra gestión encontramos el 70% de las obras paralizadas; reactivamos 270 obras públicas sin favoritismo ni exclusiones, porque creemos en la Argentina unida", dijo el mandatario al dar su mensaje ante la Asamblea Legislativa.

Fernández resaltó que "hoy tenemos más de 1.000 obras en ejecución en las 24 jurisdicciones y llevamos el plan Argentina hace a cada rincón del país con el que alcanzaremos 2.300 municipios con obras de ejecución rápida y mano de obra local".

Entre las obras en ejecución, mencionó viales, hídricas, de agua potable y saneamiento, infraestructura social, patrimonial, sanitarias y de seguridad, y destacó que "pueden observarse y controlarse en la web porque llevamos adelante una gestión de cara a la gente y abierta a la participación ciudadana".

"Gran Acuerdo Federal por la Igualdad Educativa"

El jefe de Estado convocó a "un gran Acuerdo Federal por la Igualdad Educativa" y criticó al gobierno de Mauricio Macri, al que responsabilizó de haber "desinvertido de manera sistemática en la educación, con una caída de más del 30 % del presupuesto" en esa área, al inaugurar el 139º periodo de sesiones ordinarias.

"A finales de 2015, alcanzamos el 6,1% del PIB en inversión educativa de la Nación y de las 24 jurisdicciones. Al concluir 2019, dicha inversión descendió a 4,9 %", puntualizó el jefe de Estado.

También apuntó que durante la gestión anterior a su presidencia "se había abandonado la política de modernización digital de nuestras escuelas, una acción que había logrado el reconocimiento internacional con la entrega de más de 5 millones de computadoras".

"Con semejantes políticas, perdieron las familias argentinas, perdieron nuestras niñas y nuestros niños, perdieron nuestros docentes", evaluó y agregó que "es el diálogo y los grandes acuerdos nacionales los que permiten hacer de la educación una política de Estado y no solo una acción de gobierno".

 
Derechos Humanos

El Presidente destacó "la recuperación del rol del Estado en las políticas de Memoria, Verdad y Justicia" y señaló que en un año "se triplicaron las presentaciones como querellante" por parte de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.

"El respeto a los derechos humanos es el pilar central de nuestra identidad como Nación", afirmó el Presidente en su discurso.

El Presidente también destacó el restablecimiento de la entrega del premio Azucena Villaflor de De Vincenti, "instituido en 2003 por el entonces presidente Néstor Kirchner", destinado a reconocer a los ciudadanos y/o entidades que se hubieren destacado por su trayectoria cívica en defensa de los derechos humanos.

https://www.telam.com.ar/notas/202103/545991-presidente-alberto-fernandez-congreso-sesiones-ordinarias.html

Endeudar al país de ese modo, permitir que los recursos que ingresaron solo hayan posibilitado la más asombrosa fuga de divisas que nuestra historia registra y que la toma de semejante crédito haya sido resuelta entre gallos y medianoche, sin intervenciones jurídicas y técnicas previas, con total irresponsabilidad y a espaldas de este Congreso Nacional, no puede ser visto de otro modo que no sea una administración fraudulenta y una malversación de caudales públicos como nunca antes habíamos registrado”, acusó el presidente, Alberto Fernández, en su discurso de apertura de las sesiones del Congreso. Como consecuencia de ese diagnóstico, el mandatario anticipó la presentación de “una querella criminal tendiente a determinar quiénes han sido los autores y partícipes de la mayor administración fraudulenta y de la mayor malversación de caudales que nuestra memoria registra”.


 

La decisión se da en un contexto de creciente tensión política y judicial y de cara a un año electoral. El gobierno se planta en la disputa simbólica de la corrupción con un hecho paradigmático por su magnitud y las nefastas consecuencias sobre el pueblo. Por otro lado, el mensaje oficial retumba en las oficinas del FMI en Washington, en donde no sólo el equipo de Martín Guzmán negocia un nuevo acuerdo para pagar el anterior, sino que el propio organismo realiza una investigación interna por el convenio con el gobierno de Mauricio Macri y existe otra con posibilidades de arrancar este año. En la misma línea del mensaje de Alberto Fernández se había pronunciado, la semana pasada, el bloque de senadores nacionales del Frente de Todos.

Apenas terminado el discurso del Presidente, el Banco Central informó que “elevó a la Sindicatura General de la Nación (SIGEN) y a la Oficina Anticorrupción toda la documentación vinculada al último acuerdo firmado por la Argentina con el FMI, para determinar si generaron perjuicios al Estado”. Luego del análisis de la Oficina Anticorrupción y de la SIGEN, el tema seguiría el carril judicial.

A una Argentina en absoluto default, el FMI le adjudicó un préstamo de 55 mil millones de dólares. De esa cifra se desembolsaron 44 mil millones que solo sirvieron para facilitar la salida del mercado argentino de capitales especulativos con la absoluta anuencia de las autoridades de entonces. Ese monto adeudado, según lo acordado por el gobierno que nos precedió, debe ser pagado en cuatro años. Este año, la deuda a pagar es de 3.826 millones de dólares. En 2022 esa cifra aumenta a 18.092 millones de dólares. El año subsiguiente el monto asciende a 19.186 millones de dólares. Recién en 2024 el pago de la deuda se cancela abonando 4.921 millones de dólares”, dijo el Presidente.

La presentación del BCRA

La presentación ante la OA y la SIGEN tiene dos frentes. Por un lado, versa sobre los procesos administrativos que tuvieron lugar a la hora de la aprobación de la toma del crédito; por el otro, sobre el uso que el gobierno de turno dio a los 44 mil millones de dólares obtenidos de parte del FMI, que es contrario al compromiso asumido frente al organismo. “En el pedido de investigación se sostiene que los expedientes que dieron origen a los dos acuerdos firmados por la administración de Macri con el FMI resultarían incumplimientos a los procedimientos establecidos en diversas leyes para la constitución de deuda pública externa, así como la violación de obligaciones asumidas con el FMI”, dice el BCRA.

Los supuestos incumplimientos administrativos radican en la “ausencia de dictamen jurídico previo a la firma de la Carta de Intención y los Memorándums de Política Económica y Financiera y de Entendimiento Técnico que luego se intentó subsanar con un dictamen que se limitó a analizar si el Ex Ministerio de Hacienda se encontraba facultado para suscribir y cursar las misivas al Organismo Internacional. Ese dictamen posterior a la firma no se pronuncia sobre las cuestiones medulares que necesariamente deberían haber sido objeto de estudio legal previo a la suscripción de la Carta de Intención con el FMI: si el Poder Ejecutivo y en especial el Ex Ministerio de Hacienda, era competente para decidir y formalizar una operación de crédito público de esas características”, dice el BCRA, y agrega que “según la legislación vigente el Poder Ejecutivo Nacional no tendría facultades para la firma del acuerdo”.

Por el lado del uso del crédito, el BCRA sostiene que “entre mayo de 2018 y hasta que fueron establecidos los controles cambiarios más estrictos en octubre 2019, del total pautado con el FMI llegaron a desembolsarse cerca de 44,5 mil millones de dólares. Estos fondos junto a las reservas internacionales, abastecieron una fuga de capitales del sector privado, que alcanzó los 45,1 mil millones de dólares”. “Sin embargo, el art. VI del Convenio Constitutivo del FMI aprobado por la República Argentina por Ley 21.648 dice textualmente que ‘salvo en el caso previsto en la Sección 2 de este Artículo, ningún país miembro podrá utilizar los recursos generales del Fondo para hacer frente a una salida considerable o continua de capital, y el Fondo podrá pedir al país miembro que adopte medidas de control para evitar que los recursos generales del Fondo se destinen a tal fin. Si después de haber sido requerido a ese efecto el país miembro no aplicara las medidas de control pertinentes, el Fondo podrá declararlo inhabilitado para utilizar los recursos generales del Fondo’. La administración de Macri no cumplió y recién tomó medidas de contención de dicha fuga en octubre de 2019, permitiendo una salida de divisas, cuantitativamente muy importante”, dice el BCRA.

https://www.pagina12.com.ar/326880-el-banco-central-dio-el-primer-paso-para-abrir-la-querella-c

La peor herencia del gobierno de Mauricio Macri fue el inmenso endeudamiento externo, con acreedores privados y con el Fondo Monetario Internacional.

El gobierno de Alberto Fernández avanzó con éxito en la renegociación con poderosos fondos de inversión. Ahora está en conversaciones para ordenar plazos y condiciones del insólito préstamo del FMI.

En el discurso ante la Asamblea Legislativa, al inaugural las sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, el presidente Alberto Fernández ofreció una contundente respuesta política al FMIgate.

Informó que los responsables políticos del préstamo por unos 57 mil millones de dólares, de los cuales casi 45 mil fueron desembolsados y en pocos meses se fugaron, tendrán que dar cuenta de semejante desastre financiero ante la Justicia.

Fernández dijo, textual, lo siguiente en el discurso:

* "Pongamos fin a las aventuras de hipotecar al país, es necesario que endeudarse no sea gratis y que los responsables rindan cuentas de sus actos y dejen de circular impunes dando clases de economía en el país y en el mundo".

* "Por eso, he instruido a las autoridades pertinentes para que formalmente inicien querella criminal tendiente a determinar quiénes han sido los autores y partícipes de la mayor administración fraudulenta y de la mayor malversación de caudales que nuestra memoria registra".

Es una medida extraordinaria para fijar una posición política clara y para que no haya impunidad, base fundamental para intentar frenar la irresponsabilidad financiera de proyectos neoliberales que terminan con elevados costos económicos y sociales para las mayorías.

Las definiciones que brindó Fernández son relevantes para poner en su lugar un debate que el bloque de poder económico local e internacional siempre ha obturado. Rescató que el entonces representante de Estados Unidos en el FMI y hoy presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, a quien no nombró (Mauricio Claver-Carone), había reconocido que ese crédito excepcional fue impulsado por la administración Trump (con peso decisivo en el FMI) "para favorecer al entonces presidente Macri en la búsqueda de su reelección".

Mencionó que el crédito fue acordado "entre gallos y medianoche", sin intervenciones jurídicas y técnicas previas, "con total irresponsabilidad y a espaldas de este Congreso Nacional".

Para eludir la estrategia de la confusión deliberada que tan bien despliegan voceros del poder económico, el gobierno de Fernández no está rompiendo con el FMI, sólo está planteando que el sendero de la negociación del nuevo acuerdo será firme en base al vicio de origen del crédito entregado a Macri.

El Presidente lo expresó en forma muy trasparente para evitar malas interpretaciones: "Una deuda tomada por un gobierno irresponsable que obtuvo un crédito otorgado en su favor por motivos absolutamente políticos, merece una revisión y un tratamiento adecuado a la hora de su renegociación".

https://www.pagina12.com.ar/326829-los-responsables-del-fm-igate-tendran-que-dar-cuentas-en-la-

Inmediatamente después de la exposición del presidente Alberto Fernández frente a la Asamblea legislativa para dar inicio a un nuevo período de sesiones ordinarias, comenzaron a surgir las devoluciones a sus palabras, que delinean lo que vendrá en las disputas de sentido y poder en Argentina, durante el año que estamos transitando … Tanto en las redes sociales como en los medios de comunicación, todo tipo de comentarios, memes y publicaciones, que seguramente seguirán durante el día de hoy, analizaron, criticaron y aplaudieron algunas de las ideas y promesas expuestas en la disertación.

Veremos que de lo prometido y anunciado, comienza a definirse en la realidad.

El discurso político es, ante todo, un ritual, una ceremonia institucional, tan institucional que, lejos de reflejar los hechos, tiene la capacidad de instaurar realidades, fronteras e imaginarios políticos. Es un acto, con todo lo que eso significa. Además de ser un ritual, el discurso de cada primero de marzo es una trama, un texto narrativo que organiza los hechos hacia atrás y hacia adelante, que ordena las grandes líneas del gobierno y las proyecta en el tiempo. Un texto ceremonial que, desde la liturgia de lo político, elabora un relato sobre la política. Pero también es un espectáculo, una puesta en escena en la que los tropiezos, los guiños y los desvíos del guión significan tanto como los gestos calculados. Porque en el discurso del primero de marzo habla el presidente, el primero entre sus pares, el único capaz de administrar el sacramento de la inauguración legislativa, pero también habla el militante político, y el hombre a secas.

¿Importan los modos? ¿Cuánto pesa la oratoria? Solía decirse que Macri no sabía hablar, que carecía de dicción o de vocabulario. ¿Y Alberto Fernández, habla bien? ¿Qué nos dicen del presidente, del militante y del hombre común su tono, sus giros, sus gestos, sus ironías, sus chistes? Alberto es, ante todo, un presidente que lee. Modaliza su lectura en un tono reflexivo, casi monótono, como un profesor o un abogado (aquí coinciden el hombre y el presidente). Pero en algunos pasajes –breves, esporádicos– Alberto polemiza, ironiza o se ríe, disloca la modulación ceremoniosa de su lectura y habla como un militante. Así fue como, en su respuesta espontánea a Fernando Iglesias (el diputado opositor que interrumpía permanentemente la sesión) Cristina debió frenar, con una mano en su brazo, la irritación presidencial. Esa misma espontaneidad destelló cuando Alberto jugó con el neologismo fortalecismo: lo resignificó como “una mezcla de fortalecimiento y peronismo” y reivindicó, de paso, su condición de peronista: “Si alguien cree que me insulta llamándome peronista quiero decirle que me enorgullezco”.

Fuera de esos momentos de color, se trató de un discurso-texto, con menos show que mensaje. En la trama narrativa de su discurso Alberto sentó los pilares de los grandes desafíos y las grandes hazañas. En cuanto a la pandemia de COVID, representada como un “espanto” que sacudió al mundo entero, como una situación “vertiginosa y grave”, como un “incendio” que debió enfrentar “sabiendo que otros habían terminado con el agua”, Alberto destacó el logro, en gran medida invisible, de haber evitado el colapso del sistema de salud. Allí despuntaron los primeros adversarios, los mismos de siempre: la herencia de un sistema de salud destruido y la crítica permanente de aquellos que, con “pirotecnia verbal”, sembraron desánimo sobre las medidas de aislamiento o sobre las vacunas. Alberto les dio voz y citó sus palabras. De forma un tanto desfasada resonaron, en el recinto de la cámara de Diputados y en la voz del presidente, la palabra “infectadura” o la crítica a la vacunas, ese “supuesto veneno” que el gobierno administra. La prensa, el periodismo y las plumas de “quienes, tras el disfraz de la objetividad, escriben defendiendo intereses de sectores económicos concentrados” son los adversarios que, hace no mucho, Alberto identificó con esas posturas opositoras. Un discurso vale no solo por lo dicho sino por los ecos y las lecturas que genera: las reacciones de FOPEA y de Patricia Bullrich, por tomar las más inmediatas, reflejan, como en un espejo deforme, los efectos de la intervención presidencial.” escribe Sol Montero, en un interesante artículo en Anfibia

Las formas parecen mutar. Lo que se criticaba de las formas de Cristina Fernández de Kirchner, que en mucho Mauricio Macri copió, Hoy viene Alberto Fernández a demostrar aquello de que “se puede volver mejores”, en tanto las formas hablan tanto como los contenidos y se puede tomar decisiones fuertes en un lenguaje firme pero sin estridencias y en una gestualidad que no denote soberbia o agresividad sino mas bien convicción. Si esto es mera “postura” lo comprobaremos con el correr de los días de este 2021 … Uno tiene la percepción que mucho “Cristina” hubo ayer en los anuncios … con otras formas mejores.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack

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