Libertad y Control ... en la era digital


Imagínate una vida sin internet. Es decir, sin Zoom, sin correo electrónico, sin Netflix. ¿A qué te dedicarías si no estuvieras viendo la pantalla?

Tal vez tu fantasía offline sea aprender a tocar el ukelele, cultivar tomates en el jardín, recorrer caminando tu ciudad, terminar de leer todos esos libros apilados en la mesita de noche, llamar más seguido a tu abuela por teléfono.

Lo cierto es que este ejercicio parece un capricho estéril. Nuestra vida entera —nuestro empleo, el contacto con los familiares, nuestras compras más triviales, y hasta el acceso a la salud— pende del cable de nuestro módem.

Dicha dependencia tecnológica también ha extendido el tiempo que pasamos trabajando y las empresas han empezado a notar los efectos negativos de la fatiga resultante.

Esta semana los empleados del banco Citi recibieron un memo de Jane Fraser, su directora ejecutiva, anunciando que, para paliar el agotamiento tecnológico, los viernes no tendrían llamadas internas por videoconferencia:

El desvanecimiento de la línea entre el hogar y el trabajo y la incesante jornada laboral pandémica han afectado nuestro bienestar”, escribió Fraser en el memorando, al que tuvo acceso The New York Times.

Sucede que, según encontraron unos científicos de Stanford, las videollamadas representan un esfuerzo mental más agotador que las interacciones cara a cara. Los empleadores que han llenado la jornada laboral con encuentros por Zoom no consideraron esta carga, ni que “requieren distintos músculos intelectuales”, según explicó un experto.

¿A qué renunciamos cada vez que acudimos a una pantalla para depositar otro poco de nuestra atención? Tal vez a la introspección, a la salud física, al contacto cara a cara. Y a largo plazo, paradójicamente, también a nuestra conexión con los demás.

Es que, al realizar una parte de nuestras tareas, pareciera que las computadoras se han llevado también una pequeña parte de nuestra humanidad, incluso en la oficina.“Gran parte del intercambio de información y de la lluvia de ideas tiene lugar durante las pausas para el café y las cervezas después de las horas de trabajo”, escribía Paul Krugman

Gran parte del intercambio de información y de la lluvia de ideas tiene lugar durante las pausas para el café y las cervezas después de las horas de trabajo”, escribía Paul Krugman

Elda Cantú Senior News Editor, Latin America El Times (Newsletter de The New York Times)



Matrix es una película de acción y ciencia ficción dirigida por las hermanas Lilly y Lana Wachowski estrenada en 1999. La película se convirtió en un icono dentro del mundo del ciberpunk, subgénero de la ciencia ficción que se caracteriza por el avance de la tecnología y la precariedad de la vida.

¿Qué es la Matrix según la filosofía?

En Matrix existen dos mundos: el real, donde las máquinas controlan a los humanos y los siembran para obtener energía, y el de Matrix, un mundo virtual donde las mentes de los humanos son esclavizadas y creen vivir en la normalidad. Por tanto, el componente filosófico es el problema de lo real.

Te posee. Tú te crees dueño de tu vida, de tus acciones, de todas esas pequeñas o grandes cosas que haces cada día, pero… ¿Cómo podrías demostrar que todo esto no es una ilusión? ¿Nunca has tenido un sueño que pareciera muy real? ¿Cómo sabrías entonces diferenciar sueño de realidad? El hacer creer que se vive una existencia normal es un poder muy grande, una forma de control terrible.”

Laurence Fishburne – Morfeo

Angel Ontiveros escribe en https://www.bolpress.com/2021/03/22/la-matrix/

Lo usamos cada día, cada hora, a veces cada minuto, aparentemente parece inofensivo. Una charla con un amigo, una búsqueda rápida de información, una mirada en algún mapa de la aplicación, o por qué no, una compra espontánea de un nuevo libro. Pero la Internet de hoy incuba un oscuro secreto, se trata de la vigilancia, no de la forma en que imaginamos, se trata de controlar de un modo nuevo. Se trata de nuestras almas y de cómo nos la pueden arrebatar.

Como muchos ya saben, Internet ha tenido un desarrollo bastante positivo hasta hace poco tiempo atrás, luego se ha ido desarrollando, consolidando y explotando en una dirección muy oscura, de una manera terriblemente astuta, y despiadada. Astuta y despiadada de un modo que se diferencia de las anteriores expansiones capitalistas en la forma en que no procede violentamente sino, envuelto en un manto de bondad por así decir, en sus expresiones externas distorsionantes.

Tengo la intención de comenzar con un libro del que ya se está hablando mucho, se publicó el año pasado, se llama: La era del capitalismo de la vigilancia: La lucha por un futuro humano frente a las nuevas fronteras del poder, de Shoshana Zuboff. Se podría decir mucho sobre este libro, voluminoso, y muy rico en contenido. Shoshana Zuboff es autora de 3 obras, cada una de las cuales ha aparecido en el inicio de una nueva era tecnológica. A fines de la década de 1980, In the Age of the Smart Machine (En la era de la maquina inteligente) anticipó la revolución que los ordenadores provocarían en los lugares de trabajo. A finales del siglo xx. The Support Economy (La economía de soporte) predijo el auge del capitalismo digital y de los servicios creados a medida del consumidor. Hoy, The Age of Surveillance Capitalism, La era del capitalismo de la vigilancia pone al descubierto un mundo en el que los usuarios ya no son meros clientes sino la materia prima de un nuevo sistema industrial. Zuboff es titular emérita de la catedra Charles Edward Wilson de la Harvard Business School y profesora asociada en el Berkman Center for Internet and Society de la Harvard Law School.

Hace muchos años atrás, de retorno en mi patria, viajaba yo junto a un hermano conociendo tierras sureñas de Bolivia. Después de un día intenso de recorridos obligados de turistas terminamos sentados a orillas del rio Guadalquivir un afluente del rio Bermejo en Tarija. Degustando una jarra de chicha de uva, contemplando las aguas del rio que cual las coplas más lindas del lugar bajaban en una armonía musical. En medio de aquella belleza natural mi hermano me pregunta: ¿Hasta cuándo trabajarás, no es ya tiempo de liberarte y volver a tu país? O ¿Será que finalmente la familia terminará viviendo y muriendo en tierras desconocidas, o la fuerza de la madre tierra que nos vio nacer podrá más que nuestros descarrilados destinos? En una hermosa tarde como aquella, en la interpelación de mi hermano advertí las más centrales preguntas de la política: ¿patria o exilio? ¿señor o súbdito? ¿amo o esclavo? Todas ellas temáticas eternas relacionadas con el conocimiento, la autoridad y el poder que jamás lograremos zanjar de una vez por todas. No hay un fin de la historia dice Shoshana Zuboff: cada generación debe afirmar su voluntad y su imaginación ante nuevas amenazas que nos obligan a juzgar de nuevo la misma causa en cada época sucesiva. Cuando se formulan las preguntas más ancestrales, son miles de millones de personas de todo estrato social, generación y sociedad las que deben responderlas. Zuboff empieza también su obra con el capítulo 1: Hogar o exilio, las preguntas más ancestrales.

La tesis de S. Zuboff es que la materia prima del capitalismo hoy es tal que requiere un seguimiento masivo y creciente (a falta de una palabra mejor podemos llamarlo) supervisión de lo que hacemos en nuestros días, sin que realmente nos demos cuenta. Empiezo con un capítulo en el que ancla de una manera histórica su razonamiento. Este capítulo puede llamarse declaraciones imperialistas o explicaciones en un patrón de conquista históricamente conocido. ¿Cómo sucede cuando se conquista un nuevo continente como Abya Yala, por ejemplo? Cuando los españoles llegan a México, Bolivia, Ecuador, etc. ¿qué es lo que sucede? ¿cuál su procedimiento?… Hay un patrón que los historiadores lo han dividido en tres fases. Primero, hacen declaraciones legales y afirmaciones para justificar la invasión que satisface los reclamos legales de su propio poder. En segundo lugar, se declaran reivindicaciones territoriales a partir de esas determinaciones legales. En tercer lugar, se funda una ciudad para legitimar e institucionalizar la conquista. En este sentido es que se establece un hecho en el vacío, por así decirlo. Tal como ocurrió con el dinero, dijeron que algo era dinero y así ocurrió, aunque no hubo ningún dinero previamente, y de repente había mucho dinero. De alguna manera, es lo mismo que ocurre aquí. Si tomamos a los españoles cuando conquistaron Abya Yala. Cuando vinieron sus tropas o soldados, leían un edicto monarca de 1512. Por medio de este edicto, el conquistador debía informar a los indígenas de que Dios, creador de los primeros hombres, había elegido a San Pedro y a sus sucesores de Roma como monarcas del mundo, superiores en autoridad a todos los príncipes de la Tierra. Un Papa posterior, Alejandro VI había conferido la posesión de los habitantes del nuevo continente al rey de Castilla. Por consiguiente, los indígenas recibían la orden de reconocer su autoridad y quedar como sus súbditos libres, cristianos. Toda negativa o toda tardanza en aceptar estas demandas entrañarían la guerra inmediata (Guerra justa), haciéndoles reos de muerte o de esclavización como rebeldes. La lectura terminaba con la amenaza de tomar los bienes de los oyentes, de esclavizar a sus mujeres e hijos y hacerles “todos los males y daños que pudiere” si no cumplían con este mandato o requerimiento. https://es.wikipedia.org/wiki/Requerimiento_(historia_de_Am%C3%A9rica)], se leía este edicto para los amerindios en un lenguaje, razonamientos y conceptos que ellos no comprendían, se indicaba que: en estos conquistadores se encarna la autoridad de Dios, el papa, el rey, y sobre esa base los indígenas fueron declarados vasallos subordinados a esa autoridad, y así se establecen legal y formalmente.

Este edicto enumera entonces los terribles castigos que aguardan a los indígenas que se niegan a someterse, y toda resistencia fue, por supuesto, calificada como una revuelta contra el poder legal. ¿Qué se está haciendo aquí?… Esa es la cuestión para Zuboff, y que es en principio el más interesante. Al afirmar que algo es así, entonces eso se convierte en tal cosa, aunque todavía no sea así. Uno se comporta como si ya existiera una nueva realidad antes de haberse realizado, se pretende que es así, por lo que toda acción posterior se determina de acuerdo con eso, y así queda constituido. Hay filósofos, historiadores sociales y otros que creen que: todas las realidades institucionales en general se han creado de esta manera. Menciono esto solo para ilustrar, cómo se puede declarar algo de la nada, la clave aquí para Zuboff es que describe de manera muy convincente cómo las estructuras de poder del mundo digital se han establecido y desarrollado exactamente de esta manera.

En una sección del capítulo arriba mencionado, describe algo que ella llama: Las declaraciones de Google, nuevamente en forma puntual que están previamente destilados de documentos existentes de Google. Los seis puntos en la versión reproducida de Zuboff dicen lo siguiente (Ahora tienen que pensar aquí, que es Google quien afirma esto, habla de sí mismo y de lo que quieren hacer, de lo que piensan, a lo que tienen derecho). Ésta la declaración de la política de Google:

1.- Vemos toda la experiencia humana como materia prima, libre de ser aprovechada, y sobre esta base ignoramos las opiniones de intereses, conciencia, comprensión, o derechos individuales.

2.- Basándonos en esto, reclamamos el derecho de tomar toda la experiencia individual y traducirla en datos de comportamiento.

3.- Nuestro derecho a dar por sentado basado en las explicaciones de la materia prima gratuita nos da el derecho a poseer estos datos de comportamiento basados ​​en la experiencia humana.

4.- Nuestro derecho a tomar y poseer nos da derecho a saber qué revelan estos datos.

5.- Nuestro derecho a tomar, poseer y saber nos da el derecho a decidir cómo usamos este conocimiento

6.- Nuestro derecho a tomar, poseer, conocer y decidir nos da el derecho a preservar nuestro derecho a poseer, conocer y decidir.

Todos estos puntos deben estar en su lugar para que la maquinaria funcione, todos deben, por así decirlo, aplicarse. Y todo esto se encuentra en su acuerdo de términos de servicio que usted acepta tan pronto como comienza a utilizar estos servicios. Sospecho que Zuboff quiere decir que esas declaraciones son en cierto modo equivalentes a las declaraciones que los conquistadores leyeron en la costa de Abya Yala cuando llegaron en 1492 y en adelante. En el caso de Google, en lugar de territorio, se refiere a nosotros, a nuestros comportamientos, tan pronto como se registre como nuevo usuario, en Google, Facebook o Microsoft y sus servicios. Google comenzó primero, luego se enganchó Facebook, Microsoft les siguió y desarrolló más. podría nombrar otras aplicaciones, pero estos son los actores más grandes e importantes. Al utilizar sus servicios aceptas estos seis puntos que mencionamos arriba. Uno renuncia al derecho a saber y hacer lo que se quiera con el conocimiento de nuestro comportamiento. De alguna manera, un grave abuso podría decirse cuando esta formulado de esa manera. Prácticamente todas las grandes empresas de Internet, especialmente en la medida en que son gratuitas, a menudo se basan en esta lógica, es así como ganan dinero. De esta manera, estas empresas son ahora las empresas más ricas y poderosas del mundo, tienen una mayor rotación presupuestaria que muchos países. Cada vez más, las llamadas empresas ordinarias que trabajan en Internet se adhieren a la misma lógica.

Lo que es difícil de imaginar para muchos es, ¿cuál sería el valor de estos datos de comportamiento? Bueno, por ejemplo, al usar el servicio de mapas de Google has acordado que está bien registrar dónde estás todo el tiempo, tú dirás: solo voy y vengo del trabajo, la escuela, etc. ¿Cómo pueden ganar dinero con eso? Así creo que van los pensamientos de muchas personas. Si ahora tomamos el primer y segundo punto de las declaraciones de Google: (1) vemos toda la experiencia humana como materia prima libre de tratar, y (2) sobre la base de esto, reclamamos el derecho de tomar toda la experiencia individual y traducirla en datos de comportamiento. La pregunta interesante es, ¿qué significan estos datos de comportamiento?  En realidad, esto fue un descubrimiento gradual por parte de Google. Google comenzó como un servicio puramente de búsqueda que rápidamente demostró ser el mejor servicio de búsqueda disponible. Desde el principio utilizaron los datos que la gente ingresaba, ¿qué buscaba la gente? Todas las palabras de búsqueda, y luego desarrolló aún más los algoritmos detrás de éstas para mejorar las búsquedas (y en realidad todavía lo siguen haciendo), de modo que las ambiciones de búsqueda siguen ahí, en el fondo es la base. Posteriormente se dieron cuenta de que obtenían muchos otros datos de yapa, a saber; donde vive la persona que busca esto y aquello, que edad tiene la persona que busca esto y aquello, y ello se correlaciona con todas las búsquedas que la gente hace en diferentes áreas, épocas del año o durante el día y todo esto genera algo llamado metadatos, o sea, no los datos de búsqueda en sí, sino, una gran cantidad de datos sobre los horarios, y muchas otras cosas más que viene por añadidura. Todo esto que desde el principio pensaron que no tenía ningún uso, de repente comprendieron que, era ahí donde residía el valor real. Y lo que se revela cuando esto se comienza a refinar en serio es que, es posible distinguir patrones de comportamiento social muy detallados, es decir, patrones de comportamiento social agregados en muchas personas, pero también, que es posible seguir afinando hasta llegar finalmente a un nivel individual.

Todo esto es en realidad por lo que principalmente ganan dinero, es decir; los anuncios direccionados que están basados en esos datos, muchos reconocerán, por ejemplo, después de haber buscado algo, posteriormente les llegan anuncios sobre los temas de su búsqueda. Dependiendo de la cantidad de datos que ha generado en las diferentes búsquedas que ha realizado, y cuánto a su vez puede correlacionarse con otros que buscan desde la misma dirección de IP, o la misma zona geográfica, etc. La suma de eso podrá evaluarse con el tiempo cuando ello se siga desarrollando con programas más poderosos, como la así llamada inteligencia artificial y sacar nuevas conclusiones. Un ejemplo temprano de las consecuencias de esto es que, una familia, o una mujer, recibió publicidad sobre productos para bebés incluso antes de saber que estaba embarazada. Así hay muchos ejemplos anecdóticos de este tipo, por lo que esto ha demostrado ser muy poderoso a nivel individual, esto es lo que se llama datos de comportamiento. El valor económico en esto radica en poder vender anuncios que tienen un gran valor económico, lo que genera según Zuboff el capitalismo de la vigilancia que es, sobre todo, el comercio con los metadatos a varios actores interesados en ello, no solo con fines publicitarios, sino que, se puede vender a otras empresas que quieran saber qué es lo que a la gente le interesa, lo que le importa, lo que busca y lo que sueña, etc. Todo, desde empresas hasta en realidad también autoridades y quien sea que pueda y quiera pagar. Es un material muy interesante el que se obtiene porque la gente vive tan íntimamente conectada a la red que, podría saberse en qué está pensando la gente.

Hasta ahora, todo lo mencionado suena bastante inocente, y el problema es como Zuboff señala correctamente aquí: no tenemos ninguna experiencia natural de fondo con que poder contrastar, cómo poder entender, y cómo funciona todo esto, es muy técnico todo el asunto. Podemos entender tal vez que ciertos datos se recopilan, pero no entendemos qué grandes cantidades de datos correlacionados de cierta manera pueden generar a su vez un nuevo tipo de conocimiento, a menudo también son secretos comerciales. ¿Entonces cómo exactamente hace Google? Zuboff da ejemplos de cómo funciona esto en la práctica, mucho de esto no está realmente en concordancia con las nociones éticas normales de cómo deberían hacerse las cosas, e incluso a veces jurídicamente ilegal en su manera de hacerlo. Las estrategias de Google y otros actores ha sido que, no piden permiso, simplemente lo hacen y luego esperan lo que suceda, si enfrentan algún problema en algún lugar, si hay protestas de alguna manera, como lo que se dio por lo de Street View de Google. Google Street View es una presentación de Google Maps y de Google Earth que proporciona panorámicas a nivel de calle (360 grados de movimiento horizontal y 290 grados de movimiento vertical), permitiendo a los usuarios ver partes de las ciudades seleccionadas y sus áreas metropolitanas circundantes, (donde se pueden ver las calles de todo el mundo), recibió muchas críticas en algunos lugares como Alemania, donde hubo muchas protestas e intentaron de diferentes maneras declararlo ilegal. Google retrocedió un poco y dijo; bueno, eso no era realmente la idea, que no lo pensaron así, y lo presentaron en realidad como una especie de abuso inocente. Posteriormente, muchos alemanes se contentaron con esa reacción y pensaron bueno, bien que hayan entendido que ello tal vez fue inapropiado. Pero, internamente a Google eso no le importó un comino, lo tomaron como unas señales contrarias que habían recibido y siguieron adelante.

Zuboff lo menciona de manera mucho más detallada todos los pasos estratégicos de Google, y hace una analogía oportuna con una ocupación territorial. Se invade el uno y el otro territorio, y nadie puede hacer nada al respecto. Google esta siempre más y más adelantado a la legislación vigente. Estas empresas también tienen las organizaciones de lobby más grandes, poderosas y muy bien organizadas en varios contextos políticos como en el Congreso, el Senado de los Estados Unidos, el Parlamento Europeo y en muchas otras partes. Hay muy pocos actores que enseñan esta musculatura a la hora de hacer lobby para influir en la política y la legislación como estas empresas. La pregunta es si estamos ante una potencial sociedad de vigilancia, y si se podría abusar de ella, o si ya hay indicios de que en efecto ya se está abusando de ella. Una de las primeras sospechas entre las personas que estaban familiarizadas con esto fue que, las agencias de inteligencia estadounidenses CIA, NSA, FBI y otras tenían acceso a esta información. Y ahora en retrospectiva se ha revelado y confirmado que, si existe tal cooperación, por lo que esas agencias pertenecen a los clientes (o cómo se los llame) de Google.

Es interesante cuando hay un cambio de tecnología porque cosas como la privacidad, la vigilancia eran algo con lo que el Estado, al menos en muchos países, ha tenido mucho cuidado, tan pronto como se colocaba una cámara de vigilancia. Pero esto está sucediendo en las sombras, y por empresas privadas de las que ninguna autoridad tiene conocimiento y control de lo que hacen, ya que gran parte del debate sobre la vigilancia hasta ahora se ha centrado mucho en la vigilancia estatal, y ello tiene bases históricas fáciles de entender. Por todo ello el libro se ha convertido tan controvertido y novedoso cuando se aplica a estos documentos, que son muy detallados y convincentes, acerca de cómo funciona este nuevo tipo de capitalismo, bajo premisas de pura vigilancia, por lo que, si un Estado estuviera involucrado en él, todos abrirían la boca, habría grandes manifestaciones y todos se volvería completamente locos. La razón por la que eso no sucede es que estas empresas tienen servicios tan buenos en lo que todo ello está basado en ese control. Todo el mundo lo usa y se han vuelto cada vez más adictos a su uso. De ahí el por qué se hace la comparación con las declaraciones imperialistas, las declaraciones de conquista, los pasos de la conquista, y cuando la gente común empieza a descubrir las consecuencias de esto gracias a Zuboff y otros que han estudiado esto, entonces todo esto ya aconteció, y se estableció a gran escala, y no es posible deshacerse de el sin más preámbulos. Ya es una parte de la infraestructura establecida, por lo que ahora todos somos como los nativos durante la conquista, ¿qué importa lo que pensemos?

Mencionamos anteriormente sobre las diferentes etapas de colonización, ¿dónde estamos ahora en esta etapa de colonización? Se puede decir que Zuboff nombra tres etapas principales:

1.- Es establecer todo lo que mencionamos,

2.- Es comenzar a ganar dinero en serio, primero con los anuncios (lo que está basado en metadatos), pero que inmediatamente se descubre que los metadatos contienen aun muchos otros valores que no son necesariamente visibles en los anuncios. Y que también se usan de otras formas como regla para vender cosas, ya que se trata de negocios y ganar dinero, por lo que, directa o indirectamente, se trata principalmente de vender cosas.

3.- El tercer paso es cuando comienza a ponerse cínicamente serio. ¿Cuál es realmente la ambición fundamental del capitalismo, es decir, el mayor deseo de los inversores, y de los financieros? No es solo el máximo beneficio, sino también el beneficio seguro, la previsibilidad, lo más libre de riesgos posible. Estos actores son buenos para alentar a otros a tomar riesgos, pero ellos mismos no están realmente interesados ​​en correr ningún riesgo, por lo que cuanto más segura sea la inversión mejor, ello se convierte en un objetivo básico con esta tecnología. Esto es el argumento más inquietante de Zuboff. Con esta tecnología, no solo puede recopilarse datos sobre cómo ha sido hasta ahora, y cómo se ha comportado y se está comportando la gente hasta ahora, qué desean, qué sueñan, que debaten, que piensan, etc. Pero lo peor, también pueden empezar a manipularlo, empezar a controlar a dónde debe ir la gente, a dónde debe viajar, qué debe pensar, etc. Ello ya ha ocurrido, por ejemplo, muchos abran visto y oído en informes de noticias en relación con la elección de Trump. Cuando Cambridge Analítica, una empresa que hace este tipo de cosas, ha recibido muchas palizas y se ha visto muy eclipsada por decirlo tímidamente y que en realidad toda su lógica empresarial estaba basado en esto y es por lo que recibieron muchas críticas. Según reportes publicados por The New York Times y The Observer, esos datos privados fueron luego utilizados para manipular psicológicamente a los votantes en las elecciones de EE. UU. de 2016, donde Donald Trump resultó electo presidente. Las acciones de Facebook cayeron un 7% tras la publicación de una serie de investigaciones periodísticas que afirman que la consultora Cambridge Analytica adquirió de forma indebida información de 50 millones de usuarios de la red social en Estados Unidos. Un escándalo que comenzó con una aparentemente inocente prueba de personalidad en la red social y derivó en acusaciones de robo de datos, interferencia política y chantajes con prostitutas. https://www.bbc.com/mundo/noticias-43472797].

Entonces, ¿hacia dónde va todo esto?

No solo para estar al tanto en un sentido previsor, sino también para hacer que las predicciones sean tan confiables al manipular el comportamiento de las personas a gran escala, para que estén estadísticamente mucho más seguras de cómo será el resultado, y así saber dónde deberían ir las inversiones.

¿Cómo se expresaría esto de manera concreta?

Uno puede influir en las elecciones políticas, influir en lo que la gente debería comprar, influir sobre dónde debería viajar la gente, influir sobre qué opiniones son más fácilmente accesibles, qué libros y películas se leen y ven más, los cuáles a su vez, también pueden ser construidas con el mismo motivo oculto de una manera astuta y sutil. Un poco simplificado, se puede decir que esto sería posible gracias a que todos obtendrían una Internet a diseño personal de alguna manera. Especialmente ahora que vivimos cada vez más en un mundo digital, se podría obtener un mundo personalmente diseñado para cada uno. Esto ahora está a punto de expandirse hacia lo físico, a través de varios sensores y otras cosas que hacen un seguimiento de lo que está sucediendo físicamente en las ciudades y en otros lugares.

¿Quiénes y, sobre todo, cuántas personas se mueven de aquí para allá, qué miran, dónde se detienen, en qué pueden estar interesados, por qué de repente tanta gente va a una tienda Nike ahora mismo? 

Del simple acto de observar y ver estos patrones detrás de todos esos datos, hasta comenzar a controlar la corriente del comportamiento a través las posibilidades técnicas, y las diversas posibilidades psicológicas o emocionales de controlar. Algo que en realidad ya todo tipo de propaganda también se basa en ello, pero de una forma más burda que la digital, que se puede calibrar muy bien y fácilmente. Todo esto es, por supuesto, alarmante, pero podría afirmarse que sólo cuando el Estado se vuelve malvado, ¿es cuando la trampa realmente funciona? Se podría dar una respuesta afirmativa a ello, porque de alguna manera no hay un propósito maligno directo detrás de esto. Son las consecuencias las que resultan ser potencialmente malas, históricamente estudiado sabemos que, si hay una oportunidad para hacer una trampa, ello sucede.

No debemos olvidar que solo los Estados Unidos o empresas estadounidenses están trabajando en esto, el otro gran actor que está a punto de convertirse en un actor aún mayor en este contexto es China, que cuenta con una infraestructura digital técnica desarrollada increíblemente avanzada, que de manera más desinhibida penetra en lo que consideramos como integridad personal. Y hablando de control de comportamiento, en China se ha introducido en una escala bastante amplia, algo llamado Crédito Social[Se basa en la reputación del ciudadano, que es el mismo Estado el que la estima, dando a cada individuo un valor, un número, un puntaje entre 350 y 950 según su confiabilidad. Si no pagas una multa o cometes algún delito menor, como por ejemplo tener en tu casa la música muy alta o fumar en un lugar prohibido, pierdes puntos, pero es que también los pierdes si tus creencias religiosas y opiniones políticas –o las de tus amigos– no están en línea con las opciones oficiales chinas. https://www.esquire.com/es/actualidad/a30361853/credito-social-chino-que-es/], que significa que todo lo que haces usando tecnología digital, y son millones la gente que lo usa. China incluso ha superado a los Estados Unidos en términos de desarrollo tecnológico, ahora la Silicon Valley busca inspiración de Shenzhen en China.

De lo que se trata con el crédito social es que, todo lo que haces digitalmente se registra y califica de diferentes maneras, ¿qué tan buen ciudadano eres? Así que si haces algo que el Estado cree que no entona con el buen espíritu de los ciudadanos chinos, eres castigado, será más difícil obtener un préstamo, será mucho más costoso comprar ciertas entradas, etc. por lo que es una forma de controlar más directamente el comportamiento de las personas. ¿Pero acaso no se ha controlado a personas en diferentes tiempos? las personas han sido controladas incluso en la Edad Media, ¿qué hay de nuevo con esto? Como yo lo veo ahora; es el nivel y las posibilidades técnicas que se pueden seguir automatizando en gran medida. En el fondo ya están automatizadas. En la RDA y la Unión Soviética, por ejemplo, tenían sistemas de vigilancia muy gigantes, que consumían muchos recursos. Un agente de Stasi tenía que vivir en casi todos los edificios en las ciudades de Alemania Oriental, para que el espionaje funcionara, y al final ya no funcionó. ¿Pero la diferencia con la nueva tecnología es que esto puede suceder casi por sí solo?

El peligro más profundo con la nueva tecnología, según el nivel en el que se discute, es posible encontrar argumentos que dicen que no es tan peligroso, o que pese a todo sigue siendo bueno en muchos aspectos también. Pero hay un nivel en el que es muy difícil encontrar argumentos pesados ​​en favor de ello, y eso es lo que da miedo. Porque eso tiene que ver con la visión que se tiene del ser humano, porque, ¿qué es un ser humano según este desarrollo tecnológico, y estas posibilidades técnicas? ¿Qué es un humano?

Un ser humano para este sistema es: comportamiento, datos de comportamiento, a eso es a lo que se reduce a un ser humano. Sabemos cómo históricamente funciona la financiación de la investigación académica, nos damos cuenta de que, se respalda aquello que genera ingresos económicos. Boaventura de Sousa llama a esto: el capitalismo universitario impuesto desde arriba, en donde la visión de la universidad es que ésta es como una empresa, cuyo resultado termina siendo lo que él llama: un epistemicido. Para una mayor comprensión de este pensamiento véanse las videoconferencias de Sousa: https://www.youtube.com/watch?v=GOLktRTlkq8, https://tinku.org/dr-boaventura-de-sousa-santos-conferencia-regional-de-educacion-superior-cres-2018/ , https://tinku.org/descolonizacion-epistemologica-del-sur-boaventura-de-sousa-y-dussel-2/.

En el contexto socioeconómico y político actual, dominado por una hegemonía neoliberal, la Universidad Pública enfrenta nuevas contradicciones que ponen en riesgo el ideal de autonomía, soberanía, y compromiso social que la han caracterizado en el último siglo. Más arriba decía “según el nivel en que se discute” si tomamos en cuenta el actual contexto socioeconómico de las universidades públicas en un contexto global, entonces no es difícil predecir que las discusiones terminaran siendo muy condescendientes con el sistema.

Claro, siempre habrá pensadores, investigadores, filósofos y otros que opinan científicamente que, los datos del comportamiento lo dicen todo lo que uno necesita saber sobre un ser humano. Uno de los psicólogos más famosos e importantes de todo el siglo XX fue B. F. Skinner, quien lo tenía todo esto como su programa de investigación e incluso escribió libros utópicos sobre lo bueno que fuera una sociedad si pudieras basar todo en la recopilación de datos fiables en gran medida, entonces uno dejaría de preocuparse por cuestiones filosóficas complicadas: ¿cómo qué es un ser humano? en qué puede convertirse un ser humano?, ¿qué es bueno y qué es malo? Todas las discusiones y preocupaciones sobre esto solo generan mucho problema, por lo que, si tuviéramos que basar la sociedad en los llamados datos objetivos sobre cómo nos comportamos, crearíamos sociedades ideales, esa era la tesis de Skinner. No es una coincidencia que Zuboff en este libro use las tesis de Skinner como un trasfondo histórico de todo este desarrollo técnico, y tiene razón. también conocía a Skinner cuando fue su maestro, así que hay ciertas conexiones que lo hacen todo más interesante.

Esta última fase es la que da miedo, los otros son alarmantes, simpatizo con la crítica, pero, la última fase es la que no llega al corazón, es decir, esto de medir todo, conduce a una visión humana que es muy, muy peligroso, nos roba el alma literalmente hablando. ¿Podríamos afirmar que, en este sistema que ella describe, nuestro comportamiento es materia prima? Sí, el tipo de datos que se pueden recopilar sobre nuestro comportamiento de esta manera es materia prima, y es muchísimo, colosalmente más que eso, ya que, en gran medida, es posible predecir lo que la gente hará en el futuro, tanto individual como colectivamente. Si lo interpretamos un poco simbólicamente, entonces pienso en las cosas que mencioné en un anterior ensayo: ¿Qué hace el capitalismo con la materia prima?… Lo transforma en un producto que luego se convierte en basura. ¿Qué pasaría si seguimos esa lógica hasta el final? Imagina que, si nos arrebatan algo y lo usan, entonces perdemos algo, aunque no nos demos cuenta, no lo pensamos de manera concreta. ¿Por supuesto, no perdemos nada en el preciso momento que interactuamos en Internet, pero a la larga?

La gente también tiene la capacidad de no darse cuenta y no preocuparse por nada antes de que todo ya haya sucedido, cuando ya es tarde.

Únanse ahora a mis asociaciones salvajes cuando trataré de unir algunos de los temas que he mencionado hasta ahora. Cuando todo lo novedoso empezó con Internet, todo era tan emocionante. Algunas voces de protesta se levantaron, pero fueron rápidamente silenciadas porque se las consideraba demasiado pesimistas. Y justo cuando esto ocurría, empezó a descubrirse los datos de comportamiento, exactamente cuando las discusiones deberían empezar, pero eso no sucedió. Después de unos años esto empezó a generar dinero, ¿Piensa que esa materia prima, o sea, nuestro comportamiento humano es una especie de petróleo?  ¿recuerdan mi nota sobre el petróleo y su infraestructura? Que es invisible, que su existencia se da en algún lugar desconocido, que sabemos que es peligroso, y más ahora cuando recibimos informes de alarma sobre los combustibles fósiles, pero es invisible, y al mismo tiempo, es el combustible del llamado mundo moderno. Esta es una nueva materia prima, aunque la analogía sea un poco terrorífica, intentaré en lo posible extraer algún tipo de simbolismo de ello. Sabemos que no se debe penetrar en la tierra, es tabú según los indígenas, eso pertenece al inframundo. También hay algo muy natural en el hombre y eso es respetar la integridad de los demás, nuestra vida interior, nadie puede abusar de él, no debe explotárselo de ningún modo, ni capitalizarlo. Eso no hacemos en absoluto con nuestros mejores amigos. Si un amigo me contara algunos secretos sobre su vida, ello estaría basado en que yo los maneje en confianza. Pero, aquí tenemos una tecnología que está completamente automatizada y accede al secreto. También estamos al inicio de un proceso dado que estas redes sociales, y todo el uso de Internet está cada vez más vinculado a algo muy privado. Y el siguiente paso será, o ya lo es, que cada vez más cosas estén conectadas a Internet, en otras palabras, ello genera aún más datos. Solo para poder arrojar luz sobre lo íntimo que podría ser esto, no es realmente algo que creo que sucederá, pero ¿imagínense que Facebook publicara todas las conversaciones que has tenido con todas las personas durante todos estos años? Quiero decir, todo el mundo ya tiene una parte de su esfera íntima y privada dentro del monstruo, y eso hace que nuestro yo interior sea muy vulnerable. Y nuevamente pienso en la semejanza del petróleo.

Esto es algo que no debe capitalizarse, está mal de alguna manera. Y eso es también básicamente el argumento ético de Zuboff a lo largo del libro, y por esa razón termina su crítica arguyendo que esto distorsiona lo humano, que esto es cinismo real, ello a su vez nos lleva a una pregunta: ¿qué podemos hacer al respecto? Zuboff no tiene respuestas, está atrapada en una especia de esquema mental del siglo 1800, pensando en cómo funciona la democracia y cómo debería funcionar o puede funcionar. Hay alguna discrepancia en la fuerza de su análisis de cómo funciona ello. Simplemente creo que ello demuestra lo difícil que es, ilustra de alguna manera involuntaria su tesis de que: aquí nos falta experiencia para ejercer una distinción adecuada y objetiva, estamos inmersos en el proceso de adquirir esta experiencia ahora, y cuando lo tengamos colectivamente, cuanta más gente piense en eso, generará un antídoto un poco más poderoso para esas posibilidades cínicas del sistema, en cualquier caso. De lo contrario nos resumiremos a seres marquetizables, computables, planificables, orientables, y analizables, según los oráculos de la economía, organizado desde el poder económico.

Sería interesante hablar sobre las fuerzas impulsoras detrás de todo esto, porque todo esto también tiene que ver con el deseo. Como todo tiene que ver con el oro, por así decirlo. El deseo es lo más básico, me refiero al deseo de bienes, deseo de propiedad, de poder, impulsos, experiencias. Eso es lo paradójico del desarrollo digital, es tan fácil, divertido, y lleno de lujuria.

En las discusiones que pululan sobre esto, en particular en las redes sociales se dice que, se hace uso intencionalmente de estos datos de comportamiento para estudiar cómo funciona y cómo despierta el deseo. Siendo ello lo que dirige mucho de la publicidad que sigue siendo una fuente de ingresos en este contexto, y eso en sí mismo genera incluso más datos de comportamiento. El querer saber mucho sobre cómo tratar de influir y controlar tanto como sea posible el rumbo de los deseos de las personas, de hecho, eso es la base fundamental aquí. La vida es la misma meta, más vida a ser accedida. Cuando nos acercamos a la tradición religiosa a menudo hay una discrepancia entre la vida y el deseo, por lo general se dice que el deseo se interpone en el camino de la vida. Pero aquí se requiere una distinción muy avanzada porque sospecho que la respuesta de muchas personas sería: el decir no al deseo no debería por qué conducir a ningún tipo de ascetismo, si no hay otra alternativa a ello. Una reflexión al respecto está en artículo mío sobre el deseo https://tinku.org/el-deseo/ .

Los avances tecnológicos que nacieron para facilitarnos la vida están terminando por esclavizarnos en la Matrix, esas máquinas cada vez más y más inteligentes adquirirán pronto voluntad propia, alcanzando y superando la propia inteligencia humana. ¿Cómo podemos saber que estamos despiertos? ¿Qué es real? Muchos tenemos la sensación de no actuar con total libertad, muchos pensamos que nuestros actos están predeterminados, muy influenciados, o que vivimos un eterno retorno constante de lo más nietzscheano; incluso, que estamos siendo manipulados y controlados y que estamos dentro de un sueño. La era del capitalismo de la vigilancia da respuesta a muchas de estas cuestiones, es una objeción a muchos mitos contemporáneos, un subterfugio a los dilemas de la humanidad vigilada.

Los intentos de controlar a los controladores.

Los líderes de Google, Facebook y Twitter testificaron hoy ante un comité de la Cámara en sus primeras apariciones en Capitol Hill desde el inicio de la administración Biden. Como era de esperar, volaron chispas.

La audiencia se centró en cuestiones de cómo regular la desinformación en línea, aunque los legisladores también expresaron su preocupación por los efectos en la salud pública de las redes sociales y las prácticas de monopolio límite de las mayores empresas de tecnología.

Sobre el tema de la desinformación, los legisladores demócratas regañaron a los ejecutivos por el papel que jugaron sus plataformas en la difusión de afirmaciones falsas sobre el fraude electoral antes del motín del Capitolio el 6 de enero. Jack Dorsey, el director ejecutivo de Twitter, admitió que su compañía había sido en parte responsable. por ayudar a difundir desinformación y planes para el ataque al Capitolio. “Pero también hay que tener en cuenta el ecosistema más amplio”, añadió. Sundar Pichai y Mark Zuckerberg, los principales ejecutivos de Google y Facebook, evitaron responder la pregunta directamente.

Los legisladores de ambos lados del pasillo volvieron a menudo a la posibilidad de descartar o revisar la Sección 230 de la Ley de Decencia en las Comunicaciones, una ley federal que durante 25 años ha otorgado inmunidad a las empresas de tecnología por cualquier daño causado por el discurso alojado en sus plataformas.

Estas grandes empresas tecnológicas se encuentran entre las más ricas del mundo y su poder de presión en Washington es inmenso. Además, existen importantes diferencias partidistas sobre cómo debería cambiarse la Sección 230, si es que se debe cambiar. Pero los legisladores y los expertos están cada vez más de acuerdo en que la marea está cambiando a favor de una regulación integral de Internet, y eso probablemente incluiría algunos ajustes a la Sección 230.

Para tener una idea de dónde están las cosas, me comuniqué por teléfono con Jonathan Peters, profesor de derecho de los medios de comunicación en la Universidad de Georgia, que sigue de cerca la regulación de las Big Tech. Nuestra conversación ha sido ligeramente editada y condensada.

En sus comentarios introductorios en la audiencia de hoy, la Representante Jan Schakowsky de Illinois dijo: "La autorregulación ha llegado al final de su camino". ¿A qué se refiere cuando habla de una era de "autorregulación" en Internet? ¿Y cómo se permitió que se afianzara?

El trasfondo de esta audiencia es que plataformas como Facebook, Twitter, Instagram y YouTube, y grandes empresas matrices como Google, han llegado a tener una enorme cantidad de poder sobre el discurso público. Y las plataformas llevan a cabo de manera rutinaria la regulación del discurso privado en todo el mundo, mediante la aplicación de sus reglas de contenido y sus pautas comunitarias, decidiendo qué se puede publicar, cuándo cumplir con cualquier solicitud para eliminar contenido y cómo mostrar y priorizar el contenido utilizando algoritmos. 

Otra forma de decirlo es que están desarrollando una jurisprudencia de facto de libre expresión, en el contexto del interés comercial y legal de las plataformas y sus valores democráticos autoproclamados. Eso ha resultado extremadamente difícil en la práctica.

Internet existe en una arquitectura en capas de sitios web, servidores y enrutadores de propiedad privada. Y el espíritu de la web, que se remonta a sus primeros días, ha estado regido por el ciber-libertarismo: esta teoría de que, por diseño, se supone que este es un entorno regulatorio relajado.

Lo que estas audiencias están tratando de explorar es la pregunta, como usted mencionó: ¿Hemos llegado al final de ese camino de autorregulación, donde el gobierno debería tener un papel mayor del que históricamente ha tenido en este espacio?

Con todo eso en mente, ¿es probable que el Congreso promulgue una legislación antimonopolio? ¿Cómo cambia las perspectivas la llegada del presidente Biden a la Oficina Oval?

Es interesante: si miras lo que Biden ha dicho como candidato y lo que Biden ha hecho como presidente, son un poco diferentes. Como candidato, Biden dijo que estaría a favor de revocar la Sección 230. Ni siquiera tiene los votos demócratas para aprobar una revocación completa de la Sección 230, aunque podría ser posible una enmienda. Creo que se enfrenta a la realidad política de que será más difícil de vender de lo que había pensado inicialmente.

En términos de si una amplia legislación antimonopolio podría aprobarse en este Congreso, parece posible. Los problemas antimonopolio en el espacio de las redes sociales han generado mucho más interés en los últimos años que en los últimos 15 o 20 combinados. Si pudiera poner eso en un poco de contexto histórico para usted: 2019 marcó el centenario de una opinión disidente monumental en un caso de la Corte Suprema llamado Abrams v.Estados Unidos. Ese fue un caso en el que el juez Oliver Wendell Holmes realmente dio lugar a nuestra Primera Enmienda moderna y al concepto perdurable del valor en un mercado de libre comercio de ideas.

Con el auge de las redes sociales, nuestro panorama de la libertad de expresión hoy se ve muy diferente de lo que era cuando Holmes escribió esas palabras. Estaba advirtiendo sobre los peligros de la capacidad del gobierno para censurar a los críticos u otros oradores desfavorecidos, mientras que ahora las entidades que mejor pueden restringir nuestro discurso son las no gubernamentales plataformas web y de Internet .

Entonces, muchos principios tradicionales de la Primera Enmienda no se asignan fácilmente a nuestro panorama de habla reconstruido. Y creo que la preocupación central en el corazón de estos casos antimonopolio es el poder que está en el corazón de lo que hacen estas empresas. No es que produzcan widgets; juegan un papel significativo, todos los días, en el discurso público sobre asuntos de interés público.

¿Los eventos del 6 de enero y toda la experiencia de las elecciones de 2020, que estuvo plagada de información falsa sobre las elecciones y la votación, afectaron la probabilidad de cambio? ¿Realmente aumentó la urgencia de una manera significativa en torno a la regulación web?

Yo diría que sí. Y también aclaró las diferencias, en términos de por qué los demócratas creen que la reforma es necesaria y por qué los republicanos creen que lo es. Existe un consenso creciente de que necesitamos más regulación para garantizar la apertura y utilidad de la web, pero demócratas y republicanos no están de acuerdo sobre por qué.

Los demócratas generalmente argumentarían que las plataformas permiten que se aloje y difunda demasiado contenido de usuario dañino, el tipo de desinformación y desinformación que vimos alrededor de las elecciones de 2020, algunas de las cuales, por supuesto, contribuyeron o provocaron la insurrección del Capitolio. Yo diría que los demócratas también están preocupados por la intimidación, el acoso y las amenazas; El discurso del odio; actividad delictiva que ocurre en plataformas de redes sociales; y la presencia de organizaciones peligrosas como grupos terroristas o contenido violentamente gráfico, y el efecto que puedan tener.

Los republicanos, por el contrario, han expresado algunas de esas mismas preocupaciones. Pero se han centrado mucho más en su preocupación de que las plataformas censuren los puntos de vista conservadores, que las plataformas estén participando en la discriminación de puntos de vista. No estoy convencido de que haya evidencia de eso, pero esa afirmación se hizo más fuerte después de que varias de estas importantes empresas de redes sociales destituyeran al presidente Trump. Creo que les dio otra flecha en su carcaj para tratar de hacer avanzar ese argumento retórico que habían estado haciendo antes del ataque al Capitolio.

Giovanni Russonello The New York Times

Dentro o fuera de la Matrix, ocurren cosas…

El país se retira del Grupo Lima

Las acciones contra Venezuela "no han conducido a nada", dice el comunicado de la Cancillería en el que se anuncia la decisión. El gobierno plantea "un diálogo inclusivo que no favorezca a ningún sector en particular" y elecciones "con control internacional".

El Gobierno argentino formalizó ayer su retiro del denominado Grupo de Lima, al considerar que "no han conducido a nada" las acciones que impulsó ese bloque en el plano internacional "buscando aislar al Gobierno de Venezuela y a sus representantes". Así lo informó la Cancillería, que conduce Felipe Solá, a través de un comunicado de prensa.

"En el día de la fecha, la República Argentina formalizó su retiro del denominado Grupo de Lima, al considerar que las acciones que ha venido impulsando el Grupo en el plano internacional, buscando aislar al Gobierno de Venezuela y a sus representantes, no han conducido a nada", comienza el texto oficial.

Ahora sin Argentina, conforman el Grupo de Lima otros trece países del continente: Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, Guyana y Santa Lucía.

En el texto con el que anunció la decisión, la Cancillería indicó que "la participación de un sector de la oposición venezolana como un integrante más del Grupo de Lima ha llevado a que se adoptaran posiciones que nuestro Gobierno no ha podido ni puede acompañar".

"Una vez más, reiteramos que la mejor manera de ayudar a los venezolanos es facilitando que haya un diálogo inclusivo que no favorezca a ningún sector en particular, pero si a lograr elecciones aceptadas por la mayoría con control internacional", señaló el comunicado del Palacio San Martín.

Con el mismo énfasis afirmó que las autoridades venezolanas no pueden desconocer "que producir las condiciones para un diálogo que resulte productivo es primordialmente su responsabilidad".

"Un diálogo del que deben formar parte, pero del que no puede apartar a la oposición en su conjunto. Un diálogo que sin duda se vería enriquecido con voces provenientes de los principales actores sociales del país, como la Iglesia, el sector empresario y las organizaciones no gubernamentales, sin exclusiones", destacó el comunicado.

Argentina sostiene además que en "un contexto en el que la pandemia ha hecho estragos en la región, las sanciones y bloqueos impuestos a Venezuela y a sus autoridades, así como los intentos de desestabilización ocurridos en 2020, no han hecho más que agravar la situación de su población y, en particular, la de sus sectores más vulnerables".

Las sanciones, según entiende la Cancillería, "han afectado el goce de los derechos humanos de la población venezolana, de acuerdo a lo que se constata en el informe de la Relatora Especial sobre las repercusiones negativas de las medidas coercitivas unilaterales en el disfrute de los derechos humanos".

"Con este espíritu, la Argentina continuará sosteniendo su compromiso con la estabilidad en la región, y buscará encaminar soluciones pacíficas, democráticas y respetuosas de la soberanía y de los asuntos internos de cada Estado", señala el comunicado oficial.

Qué es el Grupo de Lima

El Grupo de Lima, en el que el gobierno de Mauricio Macri tuvo una amplia y activa participación, se estableció tras la Declaración firmada el 8 de agosto de 2017 en la capital peruana y en la que representantes de 14 países americanos suscribieron el primero de varios documentos criticando la situación política y de derechos humanos en Venezuela.

Tanto es así que el ex canciller Jorge Faurie llegó a afirmar que uno de sus "mayores logros" al frente del Palacio San Martín había sido "haber colaborado para defender la libertad y los derechos humanos de los venezolanos" a través del mencionado acuerdo multilateral.

"El Grupo de Lima es parte sustancial de este orgullo que siento: fuimos la primera expresión de la comunidad internacional para trabajar por el restablecimiento democrático en Venezuela", dijo Faurie el 8 de noviembre de 2019 durante su participación en la reunión que ese foro celebró en Brasilia.

https://vaconfirma.com.ar/?articulos_seccion_716/id_12980/el-pais-se-retira-del-grupo-lima

Augusto Monterroso nació en Honduras, pero se nacionalizó guatemalteco y vivió exiliado en México, donde falleció en 2003. Escribió novelas, poesía y ensayos, pero los que le dieron celebridad fueron sus cuentos brevísimos y particularmente uno que solo utiliza siete palabras: “Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”.

El propio autor decía que las interpretaciones de este texto «eran tan infinitas como el universo mismo». Lo cierto es que el mini-relato, publicado en 1959, sigue siendo la estrella de todos los foros académicos sobre micro-ficción.

¿Pueden ser los dinosaurios tema de una sección que presume de llamarse “Aguafuertes del Nuevo Mundo”? ¿Por qué hablar de una especie extinguida hace más de 60 millones de años si lo que queremos es imaginar el mundo que viene?

El recuerdo de Monterroso y los interrogantes que enunciamos fueron disparados por un informe audiovisual encontrado en la red que trasciende lo gracioso para proponernos un tema de reflexión.

Su título es “Dos de cada tres dinosaurios siguen negando su extinción” y en su desarrollo expresa que estos saurópsidos aparecidos en el período triásico niegan que un asteroide chocara con la Tierra, provocando su muerte. Ingresando en el terreno del absurdo el relato señala que, aunque ya no quedan dinosaurios en nuestro planeta, casi un 65% de estos animales continúa sin aceptar su desaparición y tildan de “mentirosos” a quienes aseguran que han muerto. Los paleontólogos citados en el trabajo sostienen que la dureza de su cerebro es lo que les impide aceptar su realidad. (Véase aquí)

Un ejercicio muy sugerente es cambiar el sujeto “dinosaurio” por el de “terraplanista”, o “antivacuna”, o “neoliberal”, y el sentido del negacionismo seguiría igual de vigente.

Gente testaruda, cuya corteza cerebral es impermeable a cualquier otra cosa que aquella en la que creen y a la que se aferran terca y obstinadamente, pulula sobre la faz de la tierra.

Lo que no deja de llamar la atención es que el informe internacional que compartimos, incluya un ejemplo de tiranosaurio rex localizable en la Argentina. ¿Será que nuestro país supera a naciones en las que millones de sujetos prehistóricos votan a Trump o a Bolsonaro? ¿Podemos nosotros ser más cavernícolas que países que hasta hace un rato sostenían la segregación racial? ¿Acaso no aprendimos nada del oscurantismo que nos hizo poner en el vocabulario del mundo la expresión “desaparecido”?

El mayor problema del pensamiento retrógrado no es que suscriba o apoye ideas o instituciones políticas o sociales de tiempos pasados, sino el de creer que sus opiniones son mejores que las de los demás. La noción de “raza superior” tiene que ver con ese concepto mesiánico y totalitario. Esa es la base del autoritarismo, que dio origen a los campos de concentración y exterminio; a la quema de libros; a la prohibición de expresiones culturales; a la supresión de identidad en criaturas recién nacidas.

Esa barbarie, ese salvajismo inhumano no puede formar parte de los cimientos del mundo nuevo que esperamos que llegue. Pero sería un gravísimo error el de subestimar las posibilidades de crecimiento de manifestaciones de ese tipo. Muchos analistas políticos se tomaron en broma las posibilidades de Trump y de Bolsonaro cuando aún eran candidatos. Y los dos llegaron a ser presidentes.

En nuestro país tenemos un buen conjunto de personas entre extravagantes y pérfidas que deben estar haciendo cálculos para seguir el mismo camino.

No alcanza con considerar que alguien es cabeza de termo sin tomar en cuenta las condiciones y las necesidades sociales de época y la extraordinaria trama de conspiraciones que urden los grupos de poder para reforzar sus mentiras, darles visos de realidad y hasta hacernos creer que eso que nos moja es lluvia y no las meadas de privilegiados siniestros.

Necesitamos una fase reparadora de desacondicionamiento mental, que nos proteja de la exacerbación desfasada de conductas emocionales o cognitivas negativas que propician la resignación y el fatalismo. Pero, al mismo tiempo, que aliente la voluntad de participación comunitaria y social y proponga contradiscursos esclarecedores que favorezcan nuestra capacidad de discernimiento y estimulen el sentido crítico de los individuos.

Solo así descenderá la cantidad de quienes sostienen que la Tierra es plana, que las vacunas envenenan o que Nisman fue asesinado por un grupo comando camporista-venezolano-iraní con apoyo extraterrestre. Y, con un poco de fortuna, también se reducirá el número de personas que votan a infradotados perversos.

Docente-Investigador de la Universidad Nacional del Comahue.

Ricardo Haye https://vaconfirma.com.ar/?articulos/id_12981/dinosaurios-de-nuestros-dias

Con la crisis económica derivada de la pandemia del Covid-19, ha vuelto a surgir una frase atribuida a Angela Merkel que habría pronunciado en su reunión con el presidente argentino Alberto Fernández en febrero del año pasado: “Uno de los problemas de América Latina es que los ricos no quieren pagar nada”. Si lo dijo la Cancillera alemana o no ya no es lo relevante. Hoy después de un año de pandemia es bien poco lo que se puede esperar de los ricos latinoamericanos.

La realidad, según un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) presentado en 2016, el 10% más rico posee el 71% de la riqueza y tributa sólo el 5,4% de su renta. En el caso chileno ese mismo grupo tributa un poco por sobre 11%, mientras que los más pobres que gastan la mayor parte de sus ingresos en consumo, que está afecto al impuesto al valor agregado (IVA) que actualmente es de 19%. Con esta regresiva estructura tributaria las brechas se van profundizando en vez de acortarse.

Escuchamos hace unos meses atrás algunas declaraciones aisladas de super ricos para que se instaure un impuesto a ellos, pero los gobiernos han sido renuentes a perseverar en esta línea a pesar de que hay varios proyectos de ley en diferentes parlamentos con propuestas para aumentar los ingresos fiscales por la vía impositiva o de royalties sobre materias primas.

La pandemia ha sido devastadora, pero ya hemos normalizado las estadísticas. Hemos dejado de ver que detrás de cada número hay una persona, una familia, una comunidad que sufre. Centenares de miles de muertos, millones de contagiados, miles de empresas cerradas y millones de empleos perdidos, millones de trabajadores de la salud y la educación sobre exigidos y estresados dando lo mejor de sí.

En toda Latina América se ha despertado la solidaridad en la base. En Chile, con su historia de organización territorial, la solidaridad se vive a diario enlas ollas comunes que han sido la fuente de alimentación de quienes han perdido todo. Al igual que en los impuestos, son los grupos más pobres quienes soportan la mayor carga ya que han asumido el compromiso solidario de aportar a quienes más lo necesitan mientras las grandes fortunas se ufanan de haber contribuido con un par de millones de dólares que proporcionalmente a su patrimonio es despreciable.

En los próximos días nuestro país elegirá a los constituyentes que redactaran la Constitución que deberá ser ratificada o rechazada en un plebiscito.  Sin duda que el tema tributario estará en el centro del debate. La actual Constitución señala su capítulo II, artículo 20°: “La igual repartición de los tributos en proporción a las rentas o en la progresión o forma que fije la ley, y la igual repartición de las demás cargas públicas”.


 Las actuales leyes tributarias chilenas transgreden la Constitución porque que las cargas tributarias son inversamente proporcionales a las rentas, entonces, ¿qué podemos esperar del 10% más rico de nuestra sociedad? Poco podemos esperar de ellos. A lo más algunas migajas que queden sobre su mesa espléndidamente bien abastecida y servida para su disfrute.

Marcelo Trivelli
Presidente de Fundación Semilla y Miembro de la Red Regional de Educación para la Ciudadanía Mundial de América Latina y el Caribe.

https://www.pressenza.com/es/2021/03/poco-se-puede-esperar-de-los-ricos-latinoamericanos/

Los grandes beneficiarios de las grandes tecnológicas que conforman las multinacionales del control, son personas como vos y yo. Con mucho poder y acceso a esas tecnologías de modos mas efectivos y con capacidad de decisión de la que no contamos la mayoría de los mortales. 

El poder de las máquinas no es ni mas ni menos que el poder de sus diseñadores y programadores, que funcionan como piloto automático de sus propias aspiraciones, ambiciones, intereses y de esos ejercicios de poder que los coloca en lugares con capacidad para concentrar riqueza y tomar decisiones que afectan a muchos. Pueden estudiar e intentar influir en torno a las capacidades individuales y los comportamientos de las personas, de sus grupos de injerencia o de sus “ideologías” y “posturas” frente a los asuntos, pero no pueden en su absoluto. Existen “grietas” por donde surgen individuos y personas que, por diversas razones y circunstancias, adquieren cierta inmunidad y cierta intuición respecto a los intentos de control que les devuelve a los poderosos la conciencia de la endeblez de sus formas toda vez que la vida fluye como agua entre sus dedos o arena en sus manos. No hay diseño ni matrix que pueda controlarlo todo … 

De hecho, por estos lados, muchos somos los que rumbeamos para otros lados … las disputas por los relatos en torno a la realidad, tanto en Argentina como en el mundo (Deuda Externa, Derechos Humanos, Soberanía social, Justicia social, Democracia y equidad, entre otras cuestiones.) no pueden reducirse a meros números en los ordenadores sino a la consciencia común de los pueblos (Cuya complejidad se aleja del binarismo digital), devolviendo a los intrumentos su carácter y a la comunidad el poder de resolver sobre sus vidas en sus territorios. ¡Claro que para ello, hay que desear y esforzarse para construir la consciencia que rumbeé para esos otros lados! Que cada quién haga su parte.


Daniel Roberto Távora Mac Cormack





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