La realidad, el poder y el no poder.

Lo que América Latina debe abordar en 2022 

Marisol Argueta de Barillas, Jefe de la Agenda Regional, América Latina; Miembro del Comité Ejecutivo del Foro Económico Mundial, Abogado y embajador de carrera. Anteriormente: Ministro de Relaciones Exteriores de El Salvador; Director General de Política Exterior de El Salvador; Ministro Consejero, Embajada de El Salvador, Washington DC; Representante Permanente Adjunto de El Salvador ante la ONU, Nueva York. JD, Universidad Dr. José M. Delgado; Posgrado en Diplomacia, Universidad de Oxford; más estudios especializados, International Peace Academy, Harvard University, Columbia University y Wharton Business School. Profesor Asistente de Derecho Constitucional y Derecho Político. Miembro: Iniciativa de Liderazgo Centroamericano, Instituto Aspen; Joven Líder Global, Foro Económico Mundial. Junta Asesora, Programa de América Latina, Centro Woodrow Wilson, Washington DC; Consejo Global CIPPEC, Buenos Aires, Argentina. Autor de artículos sobre asuntos internacionales e integración regional. Destinatario de premios de España, México, Colombia, Perú, Guatemala, Costa Rica, Panamá, Italia y Estados Unidos. Escribe en el Blog institucional.

A principios de 2022, el COVID-19 y sus consecuencias económicas y sociales continúan representando una amenaza en todo el mundo. La pandemia ha dejado un legado de muerte, desempleo, mayor desigualdad y pobreza. Los gobiernos se han enfrentado al desafío de mantener un equilibrio entre su obligación principal de preservar vidas y la necesidad de salvaguardar sus economías. También ha puesto a prueba su resiliencia, ya que han tenido que ajustar diligentemente sus estrategias y medidas para responder a la dinámica de circunstancias cambiantes e inciertas.

En el caso de América Latina, es importante subrayar las diferencias entre países: la diversidad de condiciones económicas y sociales; los diferentes enfoques y políticas con los que cada país ha enfrentado la crisis, incluyendo el alcance y eficiencia de sus programas de vacunación. Aunque debe hacerse un análisis individual por país, en términos generales, la pandemia llegó a América Latina en un contexto regional complejo donde las deficiencias económicas y sociales estructurales no habían sido resueltas. Algunos países de la región ya mantenían bajos niveles de confianza en las instituciones públicas, insatisfacción ciudadana con la calidad y cobertura de los servicios públicos, altos niveles de desigualdad e informalidad laboral, protestas sociales y una aguda polarización exacerbada aún más a través de las redes sociales.

Además, aunque hubo signos de recuperación económica a fines de 2021, la inflación, la depreciación de las monedas locales y los déficits fiscales harán que la recuperación sea más compleja. Según datos del Fondo Monetario Internacional, se estima que el PIB tuvo un repunte, creciendo un promedio de 6,3% en 2021. Se estima un crecimiento más moderado de 3% en 2022, sin embargo, el crecimiento no alcanzará los niveles previos a la pandemia.

Perspectivas económicas para América Latina

El Informe de Riesgos Globales 2022 del Foro Económico Mundial sugiere que el 16 % de los expertos y líderes mundiales encuestados son optimistas sobre las perspectivas mundiales y solo el 11 % cree que habrá una recuperación acelerada de la pandemia. La gran mayoría considera que persistirá cierto grado de incertidumbre, volatilidad y divergencia. En cuanto a América Latina, según la encuesta de opinión ejecutiva realizada en 18 países de la región, los mayores efectos del COVID-19 en materia social son el desempleo, crisis de medios de vida y una evidente erosión de la cohesión social.

En materia ambiental, los desastres naturales y fenómenos extremos y la reversión de la acción climática, junto con la pérdida de biodiversidad, se clasifican entre los riesgos potencialmente más graves para la región en la próxima década. En el frente económico, preocupa a los encuestados una parálisis económica prolongada, crisis de deuda, inflación, la volatilidad de los precios de las materias primas y el colapso de los sistemas de seguridad social. Los paquetes de estímulo de los gobiernos fueron vitales para proteger los ingresos de las personas, garantizar sus medios de subsistencia, preservar los empleos y mantener empresas a flote, pero la carga de la deuda pública ha aumentado. Los presupuestos públicos seguirán más ajustados después de la pandemia, lo que deja en claro que es fundamental una mayor colaboración público-privada para enfrentar mejor los nuevos desafíos.

 

En relación con la conectividad, la desigualdad digital es vista como una amenaza inminente para el mundo, ya que más de 3 mil millones de personas permanecen desconectadas. Si no se aborda, la brecha no solo podría ampliarse seriamente entre las economías desarrolladas y en desarrollo, sino también dentro de los países. Sin embargo, también se debe reconocer que algunos países e industrias pudieron acceder rápidamente y adaptarse sin problemas a las nuevas formas de interacción digital y trabajo remoto, que probablemente permanecerán. Este salto digital y la mayor dependencia de los sistemas digitales conlleva también una mayor vulnerabilidad, por lo que se deben prever planes rigurosos de ciberseguridad. Finalmente, el “colapso del Estado”, la proliferación de actividades económicas ilícitas, los enfrentamientos geoeconómicos y la geopolitización de los recursos estratégicos también emergen como preocupaciones críticas entre los encuestados, mencionando también la alta preocupación regional por el deterioro de las democracias y el grave fenómeno de las migraciones.

Si bien los desafíos internos apremiantes requieren atención inmediata, la pandemia y sus consecuencias socioeconómicas han demostrado una vez más que los riesgos globales no respetan fronteras o divergencias políticas y las amenazas compartidas requieren una respuesta global coordinada. América Latina no puede concebirse aisladamente de los hechos y tendencias que prevalecen en el resto del mundo. Por el contrario, es evidente la necesidad de insertarnos más en el contexto global, donde la región ha ido perdiendo protagonismo.

Ciertamente hay algunos aspectos positivos y también han surgido importantes oportunidades. Así como el creciente reconocimiento de las startups y “unicornios” latinoamericanos innovadores ha atraído importantes flujos de inversión recientemente, nuestra región, que cuenta con vastos recursos naturales y un valioso capital humano, debe estar a la vanguardia de las oportunidades emergentes en términos de transición energética, mercados y empleos verdes, infraestructura moderna y preparando a las nuevas generaciones con las capacidades y habilidades tecnológicas alineadas a las oportunidades de empleo del futuro.

Ignorar los potenciales riesgos señalados no evitará su ocurrencia, más bien deben alertarnos para responder a ellos con responsabilidad e impulsar la integración de nuestra región, dejando de lado las divisiones ideológicas y coordinándonos mejor para avanzar en soluciones innovadoras que aborden problemas estructurales. Debemos promover una mayor productividad con una visión de largo plazo para brindar certidumbre a nivel nacional y, ojalá, también regional, con una fórmula que integre indicadores socioeconómicos tradicionales con soluciones en términos de resiliencia e inclusión, así como respuestas a los desafíos ambientales.

En gran medida, el potencial de América Latina para lograr una mejor recuperación dependerá de saber aplicar las lecciones aprendidas y de la acción comprometida y coordinada de los líderes de todos los sectores. Que las lesiones y cicatrices sociales y económicas dejadas por la pandemia sirvan de recordatorio para dejar de lado las divisiones internas, las diferencias ideológicas o las fricciones y rivalidades históricas, y permitan perfilar una agenda pragmática que asegure que la próxima década no sea otra década perdida.

La Crisis de los Microchips

Guillermo Jurado, analista tecnológico, produjo el siguiente informe en el sitio “RedUsers News

En conjunto con una gran cantidad de situaciones a nivel mundial, como el impacto de las medidas de contención contra la pandemia de 2019, los diversos movimientos sociales en favor de distintas causas, la posible derrota en las normas de control frente al cambio climático, y la competencia (con tinte de guerra tecnológica) entre Occidente y Oriente (en particular, EE.UU. contra  China), las tendencias en tecnología han convergido en una particular e imprevista situación: el desabastecimiento de chips basados en semiconductores con los que se construye la circuitería base  de la mayoría de los dispositivos y sistemas de computación a nivel mundial.

Analizaremos en este informe USERS varias de las particularidades que, como pequeñas semillas, han generado y acompañado esta compleja situación, de modo que nos quede un poco más claro cómo es que llegamos a esta gran amenaza.

Entender la cadena de producción de componentes tecnológicos

Para empezar, trataremos de comprender un poco mejor el negocio del desarrollo de componentes, cómo opera su cadena de producción y, en cierta manera, las condiciones y los requerimientos para que esta industria responda a las necesidades de todos los sectores tecnológicos asociados. 

En el mundo de la producción de componentes, es necesario entender que prácticamente todas las líneas de producción de tecnología buscan proveer los chips (componentes, circuitos) para  construir el hardware usado en todo tipo de dispositivos. Esto implica el uso de circuitos semiconductores diseñados para procesar datos e información.

Los chips o componentes por excelencia  para realizar esta clase de tarea son: procesadores (CPUs), microprocesadores, unidades de procesamiento gráfico (GPUs) y memorias RAM. En muchos casos, las memorias RAM “reciben apoyo”  de los sistemas operativos al destinar las unidades o particiones swap, que son espacios de almacenamiento (disco) dedicados a intercambiar datos desde la RAM física y a mantener estados que se guardan en la memoria de intercambio y que se vuelven a cargar en la RAM cuando son requeridos.

Todos los componentes antes mencionados realizan operaciones matemáticas (incluso, las unidades de procesamiento gráfico, mal entendidas como tarjetas gráficas, que procesan la información  matemática relacionada con funciones de graficación).

Dicho de una manera coloquial, este procesamiento matemático es la parte inteligente de los dispositivos.

Todo el software que utilizamos a diario, en celulares, wearables (dispositivos accesorios “de vestir”, tales como relojes inteligentes, zapatos con sensores, asistentes de salud, etcétera), tabletas, televisores inteligentes, consolas de juegos, dispositivos de tipo IOT (Internet de las cosas, como casas inteligentes, electrodomésticos inteligentes, etcétera), vehículos, equipos de sonido,  computadoras, portátiles, servidores, sistemas de realidad virtual, sistemas robóticos, tarjetas para el dinero plástico, dispositivos de redes y conectividad y, en sí, todos los equipos con funciones  inteligentes, requieren un sistema que permita operarlos.

Y para que este sistema operativo pueda funcionar, debe disponer de la circuitería capaz de realizar el procesamiento matemático de sus funciones. Como puedes notar, los chips de procesamiento  son usados en prácticamente todos los elementos de tecnología que forman parte de nuestra vida y están en casi todos los dispositivos que nos rodean.

Debido a esta alta demanda, se presupuestan a nivel mundial grandes lotes de producción de chips de procesamiento, lo que se conoce como capacidad de producción.

Todos los esfuerzos presupuestarios y de uso de recursos se destinan a satisfacer esta capacidad de producción con el fin de disponer siempre de dispositivos en el stock (inventarios para la venta). Los fabricantes de productos tecnológicos, casi en consenso, han determinado delegar esta producción de circuitos y chips de procesamiento a empresas especializadas, aprovechando los modelos  de negocio basados en outsourcing o tercerización.

Y es en este punto en donde se origina una de las varias semillas que han provocado la situación actual de desabastecimiento. Dado que esta capacidad debe suplirse con el menor costo de producción posible, se ha determinado que las casas de producción de chips de procesamiento estén localizadas geográficamente en sitios donde la mano de obra disminuya el costo de producción.

Los lugares elegidos son, principalmente, en el continente asiático, como Taiwán y Corea del Sur. Estos no son los únicos, pero mantienen la cuota más alta en producción de chips.

El diseño de los chips de procesamiento suele ser realizado por quienes producen los dispositivos (como Apple, Google, etcétera) de acuerdo con sus necesidades particulares.

Ellos envían estos diseños a las casas de producción de chips mencionadas anteriormente, y es allí donde “se fabrican circuitos de procesamiento a la medida” de cada cliente, con varias cláusulas de protección de propiedad intelectual y demás accesorios jurídicos y legales.

Estos clientes reciben sus chips y los ensamblan en sus dispositivos, y así es como encontramos en las distintas tiendas las ofertas de productos y lo último en tecnología, como PlayStation 5, Iphone, laptops o computadoras portátiles, vehículos con componentes inteligentes, etcétera.

En sí, el proceso completo de la cadena de producción de chips involucra varias fases adicionales que no se explicarán en este informe.

Sin embargo, como referencia, se puede revisar el excelente material del Grupo de Consultoría de Boston (BCG), donde se analiza toda la cadena de producción a nivel mundial, publicado en el primer semestre del año 2021

Declaraciones y Debate con respecto al FMI

Jorge Alemán, Psicoanalista y escritor argentino en página12

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Nunca una posición es más de izquierda o más crítica o más consecuente por sus enunciados. La misma debe ser juzgada desde los límites que la coyuntura impone, examinada seriamente en sus posibilidades o en su capacidad transformadora, o si incluso se puede ir más allá de lo posible y que se produzca un acontecimiento político nuevo.

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Estos debates y las deducciones y decisiones que impliquen los mismos, no pueden sostenerse en un declaracionismo voluntarista, sólo pueden ser juzgados en una guerra de posiciones que permita esclarecer a) qué mayoría social está conectada con las decisiones que se ponen en juego b) qué proyecto político las puede asumir de un modo duradero y que haga posible una nueva renovación del Estado a través de nuevas leyes c) en suma, de qué modo se conjugan la extensión social del proyecto político y su militancia con la constitución vertical de la autoridad civil de la República.

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No se trata de posibilismo, ni de apelar a la "manida correlación de fuerzas", tema que indigna a lxs idealistas e indignadxs morales que ponen siempre el grito en el cielo cuando escuchan esta expresión. Pero sí se trata de la responsabilidad histórica al caracterizar al enemigo, concebir su poder de daño, su fuerza internacional y su ascenso irrefrenable. Ascenso mundial de una nueva ultraderecha pop que hace mucho tiempo que viene precedida de humores sociales que combinan de distintos modos odio a la política, odio al Estado, a lo nacional y popular y finalmente odio a todo lo que en el ser es común o colectivo. En este aspecto, dado que las derechas ultraderechizadas se construyen de abajo a arriba y constituyen una mutación antropológica, sus partidos son el tramo final, de las pasiónes tristes y reactivas que saben recoger.

Hasta tal punto que si se admite que el juego se desarrolla en Democracia, un orden político que hace tiempo que está emplazado y apropiado por los dispositivos del Capital, se impodría este imperativo político: "obra de tal modo que tú acción no aumente el poder de la derecha en la construcción de la subjetividad social".

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Un Frente, una coalición, puede e incluso, articular una corriente conservadora y mas hecho al modo de la política clásica y a su vez una corriente militante de carácter crítico y estratégicamente transformadora. Pero esta posibilidad podrá asumir el desafío que implica el combate al neoliberalismo en el interior del Neoliberalismo (no hay exterior al mismo) si ambas corrientes asumen sus conflictos internos sin qué se confundan con los auténticos antagonismos. Un frente, una coalición, no solo no se debilita por los conflictos sino que fortalece su organicidad, si los conflictos no se transforman en antagonismos, si no se comete el error histórico de una guerra de posiciones en el interior del propio espacio.

Las derechas en la medida que encarnan directamente al poder no necesitan de ninguna unidad, el poder ya decidirá quién es el personaje adecuado.

Es el movimiento nacional y popular y su expresión política en un frente, en una coalición heterogénea para el que la espontaneidad nunca juega a su favor, el que no puede coquetear con el desorden por el desorden mismo.

Siempre se debe imponer el orden, la disciplina militante, y más aún cuando su propia dinámica la hace transitar por conflictos que quizás hagan necesario, en un futuro, un cambio en su conducción.

Un nieto recuperado asume función diplomática

Remo Carlotto asumió como secretario del ente de Derechos Humanos del Mercosur 

 

Remo Carlotto, representante internacional de Argentina en cuestiones de derechos humanos, asumirá este miércoles como Secretario Ejecutivo del Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos del Mercorur (IPPDH), en reemplazo de Ariela Peralta, quien concluye su mandato, informó ese organismo.

La ceremonia, que se realiza en el Espacio Memoria y Derechos Humanos -en la exESMA-, contó
con la participación del presidente Alberto Fernández.

La Secretaría Ejecutiva del organismo es responsable de la gestión técnica, administrativa, financiera y patrimonial del Instituto de políticas públicas, y es dirigida por una persona oriunda de alguno de los estados parte del Mercosur quien, a su vez, es designada por el Consejo del Mercado Común (CMC) por un período de dos años.

El cargo es ocupado por una persona nacional de uno de los Estados Partes del bloque, designada por el Consejo del Mercado Común (CMC) por un período de dos años, a propuesta de la Reunión de Altas Autoridades sobre Derechos Humanos del Mercosur (RAADH) "siguiendo el criterio de rotación de nacionalidades por orden alfabético".

En un comunicado se indicó que Peralta, de nacionalidad uruguaya, inició su mandato en febrero de 2020, y que Carlotto "fue propuesto por el Gobierno de la Nación Argentina".

El IPPDH fue creado en 2009 por Decisión del Consejo Mercado Común (CMC), "con el fin de contribuir al fortalecimiento del Estado de Derecho de los Estados Partes del bloque regional, así como a la consolidación de los derechos humanos como eje fundamental de la identidad y desarrollo del Mercosur, y tiene su sede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires".

La historia

Ignacio Hurban nació en 1978 y fue criado por una familia en la localidad bonaerense de Olavarría. Tiene 36 años y es hincha de River. INFOBAE (Cosas veredes, Sancho)

La música es su profesión; comenzó a estudiar a los 12 años y continuó de manera ininterrumpida. Tras unas pocas lecciones de teclado en su pueblo natal, Colonia San Miguel, donde vivió hasta los 14 años, emigró a Buenos Aires a seguir con su formación en el I.M.M.A. (Instituto Municipal de Música de Avellaneda).

Según aparece en su biografía, en la búsqueda formativa se encontró con numerosos músicos que fueron sus docentes. En Olavarría, estudió en el conservatorio “Ernesto Mogávero”.

Actualmente, se desempeña como docente en Olavarría y además es el director de la escuela de música “Hermanos Rossi”. Ha editado varios discos y efectuó numerosas colaboraciones con artistas a lo largo de todo el país, entre ellos Carlos Aguirre, el saxofonista barítono inglés George Haslam, el bandoneonista Italiano Paolo Rossi, Carto Brandán, Jerónimo Carmona, Sergio Verdinelli, Francesca Ancarola, Liliana Herrero, Adrian Abonizio.

Por su labor como músico, fue distinguido por el Diario Popular con el galardón “Diario el Popular 2010” por su trayectoria en la actividad cultural. También recibió el premio a “la voz de la región” entregado por LU 32 Radio Olavarría, por su labor cultural y como director de la escuela municipal de música “Hermanos Rossi”.

En la conferencia de prensa que brindó en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto indicó que Guido fue notificado esta misma tarde del hallazgo genético que reveló la coincidencia de ADN. Y, según sostuvo, estaba “feliz”.

La mujer precisó que Guido no tiene hijos y está en pareja.

En agosto del 2012, cuando fue recuperado el nieto N° 106, Javier Gaona Miranda, Hurban tuiteó “Las mejores cosas de la vida, no son cosas #Nieto106”.

El nieto varón de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, hijo de su hija Laura Carlotto, asesinada durante la dictadura, fue recuperado luego de 37 años de búsqueda incesante de sus familiares. Así lo informó esta tarde (4 de agosto de 2014) el secretario de Derechos Humanos de la provincia de Buenos Aires, Guido Carlotto, en diálogo con Télam. “Estamos muy felices por la noticia. Por cuestiones legales, lo único que puedo contar es que se trata de un músico y que se realizó el estudio de ADN voluntariamente”, dijo Guido Carlotto a la espera de la conferencia de prensa que se llevaría a cabo en la sede de Abuelas.

Laura Carlotto, secuestrada y asesinada por la dictadura militar, era estudiante de Historia de la Universidad Nacional de La Plata, pertenecía a la Juventud Universitaria Peronista (JUP). A fines de noviembre de 1977 Laura fue secuestrada embarazada de tres meses. La joven, según testimonios de sobrevivientes, fue mantenida con vida en el centro clandestino de detención La Cacha, en La Plata, hasta dar a luz en el Hospital Militar de Buenos Aires el 26 de junio de 1978.

El juicio por “La Cacha”

La detención de Laura Carlotto en el centro clandestino La Cacha fué juzgada por el Tribunal Federal 1 de La Plata.


La Cacha funcionó como centro clandestino desde 1976 a 1978 y además operó como una maternidad clandestina para las detenidas desaparecidas que se encontraban embarazadas.

Laura Carlotto, estudiante de Historia que militaba en la Juventud Universitaria Peronista, fue secuestrada en noviembre de 1977 cuando estaba embarazada de tres meses y estuvo detenida ilegalmente en ese centro clandestino de detención.

Por testimonios de sobrevivientes, se supo que al mes del secuestro la trasladaron al Hospital Militar Central de Buenos Aires, para que pudiera dar a luz a su hijo, al que llamó Guido, igual que su padre, y que nació el 26 de junio de 1978.

Una vez que dio a luz, le quitaron inmediatamente el bebé, la regresaron a La Cacha y dos meses después fue asesinada en una ruta del gran Buenos Aires en un simulacro de enfrentamiento armado con la policía.

(Fuentes: “PajaroRojo”, “LaArena” y “Telam”)

CABA: la ética del egoísmo social

Juan Carlos Junio, secretario general del Partido Solidario, y director del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, escribe en Página12

Nuevamente, Horacio Rodríguez Larreta se lanzó temerariamente a extorsionar a la sociedad porteña y al Gobierno Nacional como reacción a la gestión de Alberto Fernández por el tema del transporte público. Lo hace como siempre, en connivencia con los medios de comunicación hegemónicos. Así, el jefe de Gobierno se propone que la ciudadanía incorpore pasivamente sus argumentos, basados en una estrategia de doble propósito: por un lado, victimizarse y, sobre esa base, amenaza con aumentar el precio del transporte; y por otro lado sembrar la semilla de la mezquindad y de la insolidaridad en la sociedad porteña.

Larreta y la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires

El jefe de Gobierno utiliza el viejo sofisma: hablar de autonomía lo habilita a desentenderse de que nuestra urbe es parte de un colectivo más amplio y trascendente: la nación argentina y, fundamentalmente, que como pueblo y como ciudadanos con deberes y derechos somos capaces de entender que tenemos la obligación ética de asumir que se debe actuar como se piensa. Y pensamos que para sostener un destino común frente a este mundo tan convulsionado resulta imprescindible fortalecer la unión y la identidad común. Esta noción ideológica y ética solo es posible lograrla si el elemento que actúa como amalgama está compuesto por la poderosa idea de la fraternidad y la igualdad.

Larreta reitera la lógica de marketing que utilizó en la cuestión de la redistribución de los puntos de participación que el expresidente Macri le otorgó contra toda normativa en detrimento de las otras provincias. Por entonces, decía lo mismo: “El gobierno nacional le roba a los ciudadanos porteños y vulnera nuestra autonomía”. Ahora utiliza idéntica maniobra ideológica en el tema de la redistribución general de los subsidios al transporte porteño por el traspaso de 32 líneas de colectivos que solo circulan en los límites de la ciudad, y que forma parte de las responsabilidades que debe asumir la CABA en función de su autonomía. 

Nuevamente el mismo grito de guerra: “Nos quitan nuestra plata y nuestra autonomía”. Para Larreta la autonomía es una palabra ambigua que puede usar según la ocasión y conveniencia.

Si bien sectores oligárquicos y poderosos existen en todo el país, la CABA no solo es el distrito con mayor presupuesto per cápita de todas las jurisdicciones que aportan a la coparticipación, sino que también es donde se concentran núcleos importantes de riqueza y de sectores medios, medios altos y altos del país y donde se ejecutan continuos tarifazos. A pesar de lo cual en nuestra ciudad los sistemas de salud y de educación pública, utilizados por los sectores de menores recursos, son desfinanciados año a año, y la tierra pública que debería ser destinada a espacios verdes y culturales están cada vez más restringidos por su política de transferencia al negocio inmobiliario.

El precio del colectivo y el chantaje

La amenaza de la duplicación del boleto del transporte público por “culpa” del traspaso al presupuesto de la ciudad de las líneas que la transitan representa un verdadero chantaje a la ciudadanía transformándola en rehén. El incremento sería tan notorio como injusto. Cuando aquí abonamos un boleto de 18 pesos, en la mayoría de las provincias a la gente le cuesta desde 58 a 80 pesos. 


 

Si continuamos apreciando los argumentos esgrimidos, asoman algunos grotescos que muestran un claro desprecio a la opinión pública. El jefe de Gabinete, Felipe Miguel, se queja de que “ya tuvimos que hacernos cargo del subte” ¿Quizás tendrían que haberse hecho cargo del subte porteño nuestros compatriotas de Jujuy o Tierra del Fuego? Ya que estaba lanzado, Miguel declaró que “los números no les cierran y quieren ajustar para el Fondo”, desentendiéndose de que su fuerza política es la que trajo al FMI nuevamente al país e insinúa en forma brumosa que los fondos nacionales que subsidian a la ciudad en materia de transporte serán para pagarle al organismo internacional. La verdad es que la decisión tiene un sentido contrario.

Suba de tarifas, una insignia macrista

Los recursos que hoy se le entregan a la Ciudad de Buenos Aires se destinarán a las provincias a través del Fondo Compensador de Transporte Público. Para completarla, Jorge Macri declaró que “para complicarle la vida a quienes trabajan viene la suba de tarifas de energía”. A este otro Macri le preocupa una eventual suba del 20% con segmentación por patrimonios y/o ingresos, pero apoyaba los aumentos del 2500% del ministro de la Shell Juanjo Aranguren.

Comunas

Por otra parte, y para agregar algo más al ambiguo concepto de autonomía del macrismo, en la misma ciudad donde el PRO gobierna desde hace 14 años tal cosa no sucede, ¿o acaso las comunas porteñas tienen algún tipo de autonomía en materia de ejecución presupuestaria como les corresponde? Las comunas, según la ley 1777, deberían funcionar como unidades de gestión política administrativa descentralizada con presupuesto propio. Esta noción democrática en nuestra ciudad está vedada.

Se desnuda entonces el chantaje mezquino y autovictimizante que habla de “castigo”, de “agresión”, de “ajuste”, “quita”, y que pretende hacer del traspaso que hace el Gobierno Nacional “un problema para la gente”, “un ataque a la ciudad”. Ciertamente, la ciudadanía porteña tiene el pleno derecho de defender sus intereses. Pero en realidad nos quieren arrastrar hacia esta propuesta “moderna” de egoísmo social. Larreta nos convoca a la indiferencia en lugar de fortalecer una consciencia humanitaria y solidaria. Su interpelación oportunista es una subestimación a la propia ciudadanía. Cuando se trató el traspaso de Subte a la Ciudad en el año 2012, como diputado nacional opiné que en un sistema federal de gobierno los servicios de naturaleza y jurisdicción local son resorte de las autoridades locales, sean provinciales o municipales, y muy en particular el servicio de transporte público de una jurisdicción debe ser administrado y controlado por las autoridades de esa jurisdicción. El Gobierno de la Ciudad debería apoyar este proceso de creciente autonomía y preocuparse por brindar un servicio público mucho más extendido y eficiente que el actual.

El imperio de la realidad

Se trata de un tensión de resolución imposible. La realidad deviene así en aquello fáctico, irreductible. Imposible de transformar en tanto momento de hechos consumados. De resultado contingente de relaciones que se suceden en el tiempo por decisiones ya tomadas y puestas en práctica en el ejercicio de la posibilidad que cada quién ejerce en el espacio que le toca o logro construir.

La complejidad permite así ir armando las secuencias. Las élites globales en la voz (Palabras, grafías) de sus representantes explican lo suyo. Aunque la relevancia está en lo que hacen y deciden. Las instancias políticas remando en la medianía de tener que resolver las tensiones. Luchando con los poderes reales pero también con los propios límites que sus propios entendimientos creen tener, ya sea a favor de sus posiciones o generando “represiones” e “imposibilidades” que podrían no ser tales. El asunto aquí es el riesgo a asumir. Y en estos tiempos neoliberales no son precisamente invitaciones al riesgo aunque en la arenga posverdadera insistan con eso de “convivir con la incertidumbre”. En la práctica los temores son tan fuertes que aprisionan más que los poderes reales. 

 

Pero la política tiene un arma que, según quien detente su gobierno, puede generar algún ruido o movimiento. Alguna reacción a tanto temor paralizante. Es el arma de las acciones “simbólicas”. En las guerras subjetivas y objetivas, el pueblo no detenta el poder como se supone debería según el concepto de “democracia”. El poder lo ejerce el que puede y el que puede hoy es el concentra dinero y paga a sus ejércitos, servicios de inteligencia y espacios de difusión, comunicación, información, extorsionando a los que deberían impartir justicia, y manipulando las necesidades de las personas en el sostenimiento de las relaciones que aseguran sus privilegios. Pero el pueblo tiene para si lo ya aprendido. Lo absorbido como experiencia histórica. El “nunca mas” es uno de esos espacios simbólicos respecto a la defensa de una forma imperfecta de democracia pero pasible de mejora y transformación en la medida de que los gobiernos asuman los riesgos de ubicarse a favor del pueblo en las tensiones de época. Argentina ha logrado posicionarse como faro de otros Estados en los históricos juicios contra la impunidad genocida por los delitos de lesa humanidad de la nefasta dictadura que se apropio de nuestra democracia en 1976, y que consumaba un largo período de inestabilidad política dónde los gobiernos populares eran sistemáticamente sometidos a las tensiones militares, Golpes de Estado y dictaduras, pero fracaso ante la derrota del intento de “perpetuidad” en lo que intentaron vender como “gesta”, por la recuperación de las Islas Malvinas y que terminó siendo un gesto más del desprecio por la vida de los Argentinos y por las necesidades del pueblo. No porque la causa no fuese Nacional y popular que efectivamente lo es, sino por las condiciones en la que la vida de muchos argentinos se perdieron, mutilaron, sobrevivieron con graves secuelas psicológicas y físicas. Y porque fue resultado de una clara “especulación” política de la dictadura para sostenerse en el poder, sin medir los riesgos y la consecuencia de tales actos. Como sea, en la subjetividad popular argentina, la conciencia respecto al retorno de cualquier intentona por la vía de las Fuerzas armadas ha quedado definitivamente enterrada en nuestra sociedad. Y toda referencia simbólica a esto produce, casi al instante, la percepción de lo posible, de lo que el pueblo puede lograr si se lo propone. Por eso el nombramiento del hijo nacido en cautiverio de la presidenta de “abuelas de Plaza de mayo” es un hecho simbólico que, en medio de las tensiones actuales y de las limitaciones y autolimitaciones frente a los poderes reales, juega su rol positivo y alimenta debates en torno a lo posible.

Pese al Imperio de la realidad zigzagueante, los símbolos que nos recuerdan que siempre se puede ir por más. Todo queda a merced de las decisiones valientes y propositivas que seamos capaces de generar.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack

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