Reyes y zapatos

 


¿Los tres reyes magos o los doce sabios de oriente?

Gabriel Sánchez Sorondo, Periodista, Escritor, Redactor. Nació en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina en el año 1965. Comenzó a escribir trabajando como periodista en el antiguo diario La Prensa en 1984, allí realizó reseñas literarias, reportajes a escritores y músicos. Paralelamente, en la revista Uno Mismo, le asignaron una sección mensual dedicada a discos, cine y libros, además de reportajes sobre temas varios. También incursionó en la escritura de relatos y poemas, muchos de los cuales eran letras de su trío de rock La Sangre, donde cantaba y tocaba guitarra. Aunque Gabriel vivía del periodismo, espiritualmente seguía más cerca de la música que de la literatura hasta que finalmente, en el año 2004 publicó Carne sobre Carne, su primer libro de poemas.

RECONOCIMIENTOS RECIBIDOS

2002 Primer Premio en la categoría poesía en el certamen Premio Universidad de Belgrano a la Creación Artística.
2006 Premio de la Municipalidad de Lomas de Zamora por el poemario Carne sobre carne.
2007 Premio Macedonio Palomino por obra publicada. México DF.
2008 Premio Fondo Nacional de las Artes en el Concurso de cuentos 50º Aniversario del FNA.
2009 Mención Frieze Writer’s Prize. Londres.
Escribe en Telam.

A diferencia de Papá Noel –casi ignoto hasta que Coca Cola lo lanzó al estrellato occidental en 1931 con colores que fidelizarían la marca- los reyes magos tienen presencia bíblica y, en consecuencia, aunque menos fama, algo más de linaje.

El Nuevo Testamento los refiere literalmente como “unos hombres del Oriente” llegados a Jerusalén, tras haber seguido la estrella de Belén (quienes buscan anclar el dato con visión histórica especulan que pudo tratarse del cometa Halley, que pasa cada 76 años), al establo donde había nacido Jesús, “Hemos venido a adorarlo” dijeron al llegar, según el evangelio de San Mateo: único cronista al respecto.

Luego, en una de esas intersecciones dudosas entre las sagradas escrituras y la Historia, el mismo texto alude a Herodes “El Grande” (que sí existió y cuya performance consta en las páginas del historiador Flavio Josefo, entre otras) con quien los peregrinos se habrían entrevistado, anoticiándolo del nacimiento del “Rey de los judíos”, antes de prometerle informarlo de su ubicación exacta cuando lo encontraran.

Según el mismo relato, los viajeros hallaron el pesebre pero se guardaron esa información, y esto habría inspirado al jerarca hebreo a la bíblica matanza: “Entonces Herodes, al ver que había sido burlado por los magos, se enfureció terriblemente y envió a matar a todos los niños de Belén y de toda su comarca, de dos años para abajo, según el tiempo que había precisado por los magos” narra Mateo, aunque ningún historiador, ni tan siquiera otro evangelista, habla del cruel estrago ni de la existencia de los misteriosos viajantes del Oriente.

¿Eran tres? ¿Eran reyes? ¿Cómo se llamaban?

La convención en torno de los personajes mutó en número y categoría. Los apostólicos armenios y ortodoxos sirios no hablan de tres sino de doce hombres que se acercaron a adorar al enviado. En un principio no se los configura como magos ni reyes; sí se los refiere sabios, e incluso santos misteriosos del Este. En la mayoría de los registros, se los concibe con buena vestimenta de telas persas que el tiempo irá virando al lujo, y con él, a las coronas.

No fue sino hasta el siglo II cuando el teólogo Orígenes de Alejandría, sugirió que los reyes magos serían tres. Trescientos años más tarde, el papa León I instituyó oficialmente ese número para toda la cristiandad. En cuanto a los nombres que hoy conocemos en español, se trata de derivaciones en griego de Melichior, Gathaspa y Bithisarea. 

La historia sobre los “Magos de Oriente” que la Historia no registra aparece, en cambio, generosa y ornamentada en los Evangelios Apócrifos (relatos no oficializados por la Iglesia católica sobre la vida de Jesucristo). Esas líneas, ricas en descripciones los presentan como sabios ligados al conocimiento de los astros, cuyo saber les permite interpretar y predecir acontecimientos a través de la lectura de las estrellas. De allí su relación doble con la estrella de Belén (o el cometa Halley) que no sólo los habría orientado sino esclarecido en lo que en esencia resultaba central: la llegada del Rey judío.

Magos en colores

La primera representación de los Reyes Magos referidos tal como los conocemos hoy, data del siglo VI y se conserva en los mosaicos de la iglesia de San Apolinar Nuovo en Rávena, Italia. Se los ve en procesión, sin corona alguna (todavía nadie los había catalogado “reyes”) llevando sus regalos y, sobre sus cabezas, sus nombres propios consignados. Desde entonces, la vocación representativa de esa “Adoración” tuvo cantidad de cultores.

Como escena visual, a su modo epifánica y fastuosa, la situación inspiró a más de un artista, en particular de los siglos XV, XVI y XVII, desde la baja Edad Media –Giotto di Bondone, Andrea Mantegna– pasando por el renacimiento  –Botticelli, Leonardo da Vinci, El Bosco, Durero– y hasta el barroco –Rubens, Diego Velázquez. Y aunque todos estos registros presentan a un Baltasar negro, no es sino a partir del siglo V que esta posibilidad emerge en las reinterpretaciones eclesiásticas del mito.

El Museo Nacional del Prado cuenta en su colección con 55 cuadros que representan escenas de la adoración de los Reyes Magos, y eso sólo incluye obras clásicas.
 
El cine, por su parte, encontró materia fértil en el episodio desde "Vida y pasión de Jesucristo" (1907) de Ferdinand Zecca, hasta "La Natividad", (2006), "Cammina, cammina" (1983) de Ermanno Olmi,  "El Cant dels Ocells" ( 2008) de Albert Serra, pasando por el absurdo surrealista en una inolvidable secuencia de "La vida Brian" (1979, Monthy Python) y el dato acaso insólito de que el primer largometraje de animación hecho en 1976 en México (un país de absoluta mayoría católica y especialmente cultista) fue sobre ellos: los magos reyes prestan a la imaginación, cómo negarlo, un aura seductora.

La negritud de Baltasar: un esbozo inclusivo

Artistas flamencos como Memling o Van der Weyden eligieron vestir a los emblemáticos peregrinos con tejidos de lujo y joyas, además de ornar especialmente a un Baltasar pleno de juventud y belleza. Sin embargo, el que siempre se nombra último de los tres, no fue negro sino hasta fines del gótico italiano. De hecho, en el mosaico de Rávena, se distingue a un hombre tirando a moro, de barba oscura, pero en absoluto al negro preto de Memling.
El origen de esta caracterización remite a distintas interpretaciones: hay quienes aducen la vocación cosmopolita del cristianismo conquistador de España en cuanto a representar a todas las etnias abarcadas por su imperio. En un cuadro del portugués Grão Vasco, especialista en escenas religiosas, hay incluso una representación de Tibiriça, el líder amerindio convertido al cristianismo, encarnando a Baltasar y ofreciéndole al niño Jesús un ánfora con agua en lugar de mirra.

La tradición consensuada con el tiempo, intentó ecuménicamente, representar en Melchor a los caucásicos, en Gaspar a los asiáticos, y en Baltasar a los africanos. Análogamente se difundió en ellos las figuras respectivas de ancianidad, adultez y juventud.
Pero ahí no termina el asunto: durante la colonia, especialmente en Cuba, República Dominicana, Puerto Rico, México y Uruguay el mismo 6 de enero era sancionado asueto para los esclavos negros que salían a las calles a bailar al compás del tamboril; casi una forma de carnaval, pero consensuada con los inquisidores. Esto dio nombre, en su momento, a la llamada “Pascua de los Negros”. En la actualidad, el día es aún reconocido en algunos países de la región donde la comunidad Afro celebra el día de su santo “San Baltasar”.

A poner los zapatos

Finalmente, la tradición de esperar la llegada de los grandes regaladores previos al moderno –y más marketinero- Papa Noel, tiene su origen –como todo– en un mix de mitos y relatos varios. 
Según uno de ellos, ciertos niños de Nazaret le regalaron a Jesús, al verlo tan pobre, unos zapatos que ya no usaban. Al día siguiente, tras dejar los suyos, según la usanza, junto a la ventana, los encontraron repletos de regalos.

La teoría previa se refuerza e hilvana con la costumbre solidaria existente desde el siglo XV en Países Bajos, según la cual las familias carenciadas dejan un zapato por cada niño la puerta de la Iglesia de su pueblo para que los ricos pongan en ellos, anónimamente, sus donaciones.
En definitiva, lo que algunos padres todavía dudan en desmentir o no, casi como una revelación de un mundo menos milagroso y más duro, es resultado de una de las grandes construcciones colectivas que occidente edificó a lo largo de siglos. Para creyentes de todas las edades, articulada en función de voluntades adultas, y finalmente asignada al territorio donde la magia es reina y tiene, en consecuencia, un espacio siempre fértil. 

Vuelve la Caravana de los reyes Magos

La Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés, a través de la Cámara de Cafés y Bares, invita a acompañar la tradicional caravana de los Reyes Magos por establecimientos emblemáticos de la ciudad de Buenos Aires.

Este jueves 6 de enero a las 10:00, el desfile partirá de Florida y Perón, esquina que ocupó la tienda Gath & Chaves. Será una forma simbólica de recordar lo vivido por varias generaciones de niños porteños.

El recorrido por cafés y bares, custodios de tradicionales costumbres porteñas, tendrá a su vez un fin solidario. La propuesta invita a que niños y niñas de ayer y de hoy acompañen el recorrido de los reyes en su paso por los cafés y bares emblemáticos,

La carroza se detendrá en las “estaciones imaginarias” para que los pequeños, tal como lo hicieran sus padres y abuelos, disfruten un momento de felicidad.

El recorrido será el siguiente: 10.00 hs.: salida desde Florida y Perón con caminata hasta London City (Av. de Mayo 599), donde los reyes ascenderán a la carroza; 10.30 hs.: Café de Los Angelitos (Av. Rivadavia 2100); 11.00 hs.: Confitería Las Violetas (Av. Rivadavia 3899); 11.30 hs.: Café Margot (Av. Boedo 857); 12.00 hs. Esquina Homero Manzi (Av. San Juan 3601); y 12.30 hs.: Rotisería Miramar (Av. San Juan 1999); 13.00 hs. (aproximadamente): entrega de juguetes en el Hospital Dr. Pedro De Elizalde (Av. Montes de Oca 40).

Una herramienta eficaz pero con riegos

Sobre las compras de activos por parte de bancos centrales de mercados emergentes.

Tobias Adrian es el Consejero Financiero y Director de Asuntos Monetarios y Mercados Financieros del Fondo Monetario International (FMI). Desde ese cargo dirige la labor del FMI en lo que se refiere a supervisión del sector financiero, políticas monetarias y macroprudenciales, regulación financiera, gestión de la deuda y mercados de capital. También supervisa las actividades de fortalecimiento de las capacidades en los países miembros del FMI, en especial en cuanto a sistemas de supervisión y regulación financiera, bancos centrales, regímenes monetarios y cambiarios y gestión de activos y pasivos.

Antes de incorporarse al FMI, el Sr. Adrian fue Vicepresidente Principal del Banco de la Reserva Federal de Nueva York y Director Adjunto del Grupo de Investigación y Estadística. En la Reserva Federal, realizó contribuciones en los ámbitos de política monetaria, políticas de estabilidad financiera y gestión de crisis.

El Sr. Adrian dictó clases en la Universidad de Princeton y la Universidad de Nueva York y ha publicado numerosos estudios en revistas especializadas de economía y finanzas, como American Economic Review, Journal of Finance, Journal of Financial Economics y Review of Financial Studies. Sus investigaciones abarcan temas como la determinación de precios de los activos, instituciones financieras, política monetaria y estabilidad financiera, con especial interés en las consecuencias globales de la evolución de los mercados de capital.

El Sr. Adrian tiene un doctorado del Instituto Tecnológico de Massachusetts, una maestría de la London School of Economics, un diploma de la Universidad Goethe de Fráncfort, y una maestría de la Universidad Dauphine de París. Obtuvo su diploma de bachillerato (Abitur) en literatura y matemáticas en la Humboldtschule Bad Homburg.

Christopher Erceg es Subdirector en el Departamento de Mercados Monetarios y de Capital (MCM) del Fondo Monetario Internacional (FMI), en donde supervisa aspectos como las políticas monetarias y macroprudenciales, las operaciones de los bancos centrales, la modelización de la política monetaria y la gestión de flujos de capital. Antes de incorporarse al FMI, fue Director Principal Adjunto en la División de Finanzas Internacionales de la Junta de la Reserva Federal. Sus principales temas de investigación son la política monetaria y fiscal, la estabilidad financiera y la macroeconomía de economías abiertas. A lo largo de su carrera también se ha dedicado a la elaboración de modelos macroeconómicos mundiales. Obtuvo su doctorado en Economía en la Universidad de Chicago.

Simon Gray ha sido Jefe de la de Asistencia Técnica de la Departamento de Mercados Monetarios y de Capital desde 2015, antes de lo cual se desempeñó como Experto Principal del Sector Financiero en el mismo departamento, especializándose en la ejecución de la política monetaria de los bancos centrales y en temas relacionados con las operaciones cambiarias. Ha trabajado en el FMI desde 2007, tras una carrera de 27 años en el Banco de Inglaterra. Ha participado en diferentes actividades del FMI, por ejemplo como integrante de los equipos del Programa de Evaluación del Sector Financiero de Estados Unidos y China, y proporcionando asistencia técnica en diversos países. Es graduado de la Universidad de Oxford.

Ratna Sahay es Subdirectora del Departamento de Mercados Monetarios y de Capital del FMI. Previamente trabajó en los departamentos de Estudios, Financiero, de Asia, de Europa, de Oriente Medio y del Hemisferio Occidental del FMI, dirigiendo proyectos clave de política y análisis, así como varias misiones a países de mercados emergentes. Ha escrito numerosos artículos en importantes publicaciones sobre efectos de contagio en el mercado financiero y crisis financieras, inflación, crecimiento económico, política fiscal y sostenibilidad de la deuda y economías en transición. Ha dictado clases en la Universidad de Delhi, la Universidad de Columbia y la New York University, y tiene un doctorado en Economía de la New York University

Producen este trabajo presentado en el Blog “Dialogo a Fondo”, blog del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre temas económicos de América Latina.

Las compras de activos pueden ser una herramienta eficaz, pero es crucial reducir al mínimo los riesgos para la independencia de los bancos centrales y para la estabilidad de precios.

En las últimas décadas los bancos centrales en los mercados emergentes han dado importantes pasos para consolidar la credibilidad necesaria para implantar una política monetaria contracíclica. Durante la crisis de la COVID, muchos de estos bancos centrales no solo recortaron drásticamente las tasas de interés sino que desplegaron una serie de herramientas para ayudar a restablecer el funcionamiento del mercado, y una de esas herramientas fue la compra de activos. Y aunque ahora algunas de estas instituciones están considerando medidas para adoptar políticas monetarias más restrictivas, no está por demás analizar más a fondo el probable uso de estas herramientas de política en el futuro.

En años anteriores habrían sido principalmente los bancos centrales de economías avanzadas los que habrían efectuado compras de deuda pública. Sin embargo, ahora los bancos centrales de países como Sudáfrica, Polonia y Tailandia se han estrenado en el uso de compras de activos a escala significativa para combatir la disfunción en el mercado.

Tal estrategia les permitió reducir las tensiones en los mercados, pero a la hora de trazar el rumbo futuro las autoridades de estas y otras economías de mercados emergentes y en desarrollo deben tener en cuenta otras cuestiones importantes.

La principal es si las compras de activos han de ser consideradas como una respuesta excepcional ante la crisis de la COVID o como una nueva herramienta más permanente de su arsenal. Al mismo tiempo, hay que saber sortear riesgos que van desde la dominancia fiscal y la monetización de la deuda hasta la toma excesiva de riesgos.

Estos y otros asuntos se analizan en detalle en un reciente estudio del personal técnico del FMI. A continuación resumimos las conclusiones y presentamos recomendaciones preliminares.

Compras de activos: herramientas útiles que acarrean riesgos

En crisis anteriores, los bancos centrales de muchas economías de mercados emergentes y en desarrollo se han mostrado reticentes a recurrir a las compras de activos por temor a generar reacciones bruscas en los mercados. Pero el hecho es que las compras de activos focalizadas que se realizaron en estos países durante la crisis de la COVID ayudaron a paliar las tensiones en los mercados financieros sin provocar salidas cuantiosas de capitales ni presiones sobre el tipo de cambio.

Esta experiencia en general positiva lleva a pensar que estos bancos centrales volverán a considerar las compras de activos en futuros episodios de turbulencia en los mercados, tal como se explicó en un reciente Informe sobre la estabilidad financiera mundial.

No obstante, si bien pueden ayudar a estos bancos centrales a cumplir con sus cometidos, las compras de activos también acarrean riesgos importantes.

Un riesgo evidente es el que atañe a los balances de los propios bancos centrales: estas entidades pueden perder dinero si compran deuda soberana o empresarial cuando las tasas de interés para diversos plazos de vencimiento están en niveles bajos, y si posteriormente las tasas de política monetaria suben drásticamente. Un balance más débil puede socavar la voluntad o la capacidad del banco central para cumplir los objetivos impuestos por su mandato cuando sea necesario endurecer la política monetaria, ante el temor de que las medidas de política requeridas perjudiquen su propia situación financiera.

Un segundo riesgo es el de la «dominancia fiscal», que significa que el gobierno ejerce presión sobre el banco central para que este vaya en busca de las metas del gobierno. Así, un banco central puede empezar a efectuar compras de activos —conforme a los objetivos exigidos por su mandato—, pero quizá le resulte difícil suspenderlas. Es muy probable que el gobierno se acostumbre al financiamiento barato derivado de las medidas del banco central, y que presione a la entidad para que mantenga esas medidas, incluso si la inflación sube y si el objetivo de estabilidad de precios exigiera que se ponga fin a las compras. La resultante pérdida de confianza en la capacidad de un banco central para mantener la inflación en niveles bajos y estables podría dar lugar a períodos de inflación alta y volátil.

En una mesa redonda sobre nuevas herramientas de política económica para las economías de mercados emergentes y en desarrollo que el FMI organizó hace poco, Lesetja Kganyago (Gobernador del Banco de la Reserva de Sudáfrica), Elvira Nabiullina (Gobernadora del Banco de Rusia) y Carmen Reinhart (Primera Economista del Grupo Banco Mundial) destacaron los riesgos que esto supone para los balances de los bancos centrales, así como los derivados de la dominancia fiscal, pero también señalaron otros inoportunos efectos secundarios. En concreto, las compras de activos podrían reducir los riesgos extremos, pero también podrían tener efectos imprevistos, como una toma excesiva de riesgos y el deterioro de la disciplina del mercado. Y una participación más activa del banco central en la formación de mercado podría inhibir el desarrollo del mercado financiero.

Principios para las compras de activos

Nuestro reciente estudio sobre compras de activos y financiamiento directo presenta algunas directrices para aprovechar las ventajas de las compras de activos y a la vez contener los riesgos. Consideramos que existe margen para que los bancos centrales utilicen estas herramientas en las economías de mercados emergentes y en desarrollo —por ejemplo para ayudar a aplacar los episodios de fuerte tensión en los mercado financieros—, pero el pilar fundamental consiste en contar con un marco de políticas sólido y creíble.

Un principio básico es que el banco central debe gozar de flexibilidad para modificar la tasa de interés de política monetaria según sea necesario para alcanzar los objetivos impuestos por su mandato. Esto es crítico. Para pagar por los activos que adquieren, los bancos centrales emiten reservas. Pero si el banco central no las esteriliza elevando su tasa de política monetaria a un nivel acorde con la estabilidad de precios, estas reservas adicionales pueden generar fuertes presiones inflacionarias.

Otro principio estrechamente relacionado es que toda compra que realice el banco central debe surgir de su propia iniciativa, y ha de efectuarse en aras de los objetivos derivados del mandato de la institución (y no los del gobierno). La magnitud y la duración de las compras de activos deben ser coherentes con esos objetivos: las compras realizadas con fines de estabilidad financiera deben ser en general de escala moderada y han de deshacerse una vez que se disipen las tensiones financieras, mientras que las compras que se efectúen para proporcionar un estímulo macroeconómico pueden ser más cuantiosas y persistentes.

La mejor forma de observar este principio es garantizando que el banco central adquiera los activos en el mercado secundario, en lugar de hacerlo «directamente» mediante compras en el mercado primario o mediante un servicio de sobregiro. El financiamiento directo ofrece al gobierno un atajo para determinar el tamaño del balance del banco central y la tasa de interés que pagará, y esto tiende a socavar la disciplina fiscal e incrementar los riesgos de monetización de la deuda.

También es crucial comunicar con claridad los objetivos de los programas de compra de activos y los criterios de entrada y salida.

Por último, nuestro estudio hace hincapié en la importancia de contar con una posición fiscal sólida. Concretamente, el gobierno debe estar en condiciones de proporcionar respaldo fiscal para cubrir cualquier pérdida que pueda surgir. Este respaldo es necesario para preservar la autonomía financiera del banco central, y para que la entidad pueda adoptar decisiones de política para cumplir su mandato, en lugar de que sus decisiones dependan de preocupaciones sobre su situación financiera (o la situación financiera del gobierno). Además, si la autoridad fiscal goza de una situación sólida, será más probable que resista la tentación de buscar financiamiento barato del banco central.

Los programas de compras de activos quizá sean un ámbito relativamente nuevo para los bancos centrales de las economías de mercados emergentes y en desarrollo, pero estos principios deberían ayudar a establecer cimientos firmes.

Reunión con Gobernadores y delegados provinciales

El presidente Alberto Fernández advirtió que "ajustar la economía es dejar de crecer" y que para el Gobierno argentino "la palabra ajuste está desterrada en la discusión" que lleva adelante con el FMI por el pago de la deuda.

Fernández reafirmó que Argentina "va a lograr una reestructuración conveniente" de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y advirtió que el préstamo contraído por el gobierno de Mauricio Macri superará su mandato e incluso también el de quien gobierne el país a partir de 2027.

Fernández recordó que "es muy grave" el problema de la deuda externa de la Argentina, tanto con acreedores privados, como con el FMI, heredadas del gobierno de Cambiemos, y dejó en claro que esa situación generará "un fuerte condicionamiento", no sólo para la actualidad, sino también "en los años venideros".

"La solución de la deuda es una política de Estado y, como tal, debemos asumirla. Nuestro planteo no es ver cómo el Gobierno de Alberto Fernández se saca el problema de encima, sino ver cómo Argentina encuentra los mejores caminos para alcanzar la mejor solución en une escenario muy complejo", planteó el mandatario.

Al respecto, definió que "no es posible una deuda sustentable que se funde en razones de ajuste. Para nosotros ajustar es achicar la economía, dejar de crecer y hacer más difícil las obligaciones que tenemos con los acreedores externos".

En esa línea, insistió en que "la palabra ajuste está desterrada en la discusión" y expresó: "Hemos logrado este año que el déficit primario sea menor, no como consecuencia de que dejamos de pagar jubilaciones o invertir en la educación, sino producto del crecimiento. Ese es el camino virtuoso que tenemos que seguir".

Para el Presidente, "si resolver el problema de la deuda es que las sociedades se posterguen y dejan de crecer, esa no es una buena solución. Esa es la lógica central de nuestro planteo y así seguiremos negociando".

El jefe de Estado participaba esta tarde, en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada, de
la exposición que el ministro de Economía, Martín Guzmán, realizó ante gobernadores de todo el país sobre las negociaciones que el Gobierno nacional lleva adelante con el organismo multilateral de crédito que encabeza Kristalina Georgieva.

Allí, Fernández detalló que entre el 2015 y el 2019 la deuda con acreedores externos se incrementó en "más de cien mil millones de dólares", reiniciando el proceso de endeudamiento de décadas anteriores.

En otro tramo de su discurso, Fernández reafirmó su convicción de que la Argentina va a "lograr una reestructuración" de la deuda de US$ 44.000 millones con el FMI "conveniente" para el país, pero aseguró que ese sólo será apenas "un paso adelante" en conseguir "que esas obligaciones crediticias pesen lo menos posible" para la Nación.

Alberto Fernández aseguró que "no hay ninguna posibilidad de que Argentina tenga tarifazos" mientras el Frente de Todos (FdT) esté gobernando, y señaló que, en todo caso, el costo de los servicios tendrá que "corregirse de un modo razonable y teniendo en cuenta la capacidad de pago" de la sociedad.

También afirmó que "todo programa económico en Argentina pasa por la recuperación del salario real".

"No vamos a firmar ningún acuerdo que suponga un aumento tarifario desmedido y excesivo", remarcó Fernández al participar de la exposición que el ministro de Economía, Martín Guzmán, brindaba ante los gobernadores del país para explicar el estado de la negociación de la deuda con el FMI.

El mandatario sostuvo que "no hay ninguna posibilidad de que Argentina tenga tarifazos en el año venidero ni en los subsiguientes".

"Mientras nosotros estemos gobernando las tarifas tendrán que corregirse de un modo razonable y teniendo en cuenta el ingreso y la capacidad de pago de una sociedad dada en un momento dado", explicó.

Fernández afirmó asimismo que "los porcentajes de aumento están muy lejos de suponer tarifas crecientes o importantes, o tarifazos para los argentinos".

Por otro lado, el jefe de Estado planteó que "todo programa económico en Argentina pasa por la recuperación del salario real", por lo que -dijo- "los ingresos de los que trabajan tienen que superar el ritmo inflacionario".

"Venimos de una pérdida de 20 puntos en los 4 años precedentes y tenemos que recuperar el salario real cuanto antes, del mejor modo, porque eso hace también al mejoramiento del consumo interno que mueve más del 70% del PBI", indicó el mandatario.

La reunión que se desarrollaba con los gobernadores de todo el país y el ministro de Economía, Martín Guzmán, fue convocada para que "entendamos con total claridad lo que estamos haciendo" y para "transparentar al máximo" cuál es la situación actual con respecto a las negociaciones con el FMI, precisó el mandatario.

El Presidente pidió además ver la deuda como una "secuencia" y no interpretar un eventual acuerdo con el FMI como un "punto definitivo o de llegada".

"Parte ya lo hicimos. El año pasado logramos reestructurar la deuda con acreedores privados, y ahora estamos discutiendo con el FMI, pero mientras tanto también hicimos cosas por la deuda", dijo desde el Museo del Bicentenario en referencia a la discusión referida a las sobretasas.

Los gobernadores presentes


Asistieron al encuentro los gobernadores de Buenos Aires, Axel Kicillof; Catamarca, Raúl Jalil; Chaco, Jorge Capitanich; Entre Ríos, Gustavo Bordet; Formosa, Gildo Insfrán; La Pampa, Sergio Ziliotto; La Rioja, Ricardo Quintela; Misiones, Oscar Herrera Ahuad; Neuquén, Omar Gutiérrez; Río Negro, Arabela Carreras; Santa Fe, Omar Perotti; Tierra del Fuego, Gustavo Melella; Tucumán, Osvaldo Jaldo. Los de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, Santiago del Estero, Gerardo Zamora, y Santa Cruz, Alicia Kirchner, están presentes mediante videoconferencia.


También dijeron presentes, por Chubut, el ministro de Economía y Crédito, Oscar Antonena; Córdoba, el presidente provisorio de la Legislatura, Oscar González; Corrientes, el vicegobernador, Pedro Braillard Poccard; Jujuy, el vicegobernador, Carlos Haquim; Mendoza, el ministro de Economía y Energía, Enrique Vaquié; Salta, el vicegobernador, Antonio Marocco; San Juan, el vicegobernador Roberto Gattoni; y Santa Cruz, el vicegobernador, Eugenio Quiroga.

Acompañaron al Presidente el jefe de Gabinete, Juan Manzur; el ministro del Interior, Eduardo "Wado" De Pedro; y los secretarios, de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, y General de la Presidencia, Julio Vitobello.

Alberto Fernández recordó que denunció penalmente a "quienes contrajeron esta deuda"

El Presidente Alberto Fernández recordó que denunció penalmente "a quienes contrajeron esta deuda" externa y destacó que espera que la Justicia "se ocupe de quienes se manejaron tan irresponsablemente".

"Tienen nombre y apellido quienes fueron denunciados", advirtió el jefe de Estado en alusión al Gobierno de Mauricio Macri.

Fernández se pronunció de ese modo tras la intervención del gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, en la reunión con los mandatarios provinciales en la Casa de Gobierno, en la que el ministro de Economía, Martín Guzmán, informó sobre las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En ese sentido, el Presidente sostuvo que "esa causa se ventila en los tribunales".

"Nosotros hemos iniciado acciones judiciales y esperamos que la Justicia se ocupe de quienes se manejaron tan irresponsablemente, como se marco acá", expresó el Presidente.

Asimismo, señaló que "hay otros aspectos más discutibles" y dijo que "es muy difícil considerar deuda odiosa a la que tomó un gobierno elegido popularmente".

"La deuda la contrajo después de haber ganado las elecciones en 2017, es muy difícil explicarle eso al mundo", advirtió.

En ese contexto, destacó que "esa deuda no se convirtió ni en un puente ni en un camino" y sostuvo que "por eso tengo el triste privilegio de ser el primer presidente que denuncia a otro expresidente por la forma en que endeudó su país".

(TELAM)

FMI: La delgada línea roja del acuerdo

Raúl Dellatorre, licenciado en economía, periodista y conductor, escribe en Página 12

La negociación con el FMI entró en una etapa clave, no por la inminencia del acuerdo ni porque venza ningún plazo, sino porque ya se han agotado las posibilidades de alcanzar más coincidencias en la mesa de discusión. La línea roja que trazó el gobierno argentino es el programa fiscal propuesto para la reducción gradual del déficit primario (ingresos y gastos de la administración central, antes del pago de intereses de la deuda) pero en base a la mejora en la recaudación (como resultado del crecimiento económico), y no a partir de recortes del gasto público. El FMI insiste en su receta tradicional: llegar al equilibrio fiscal por el atajo de recortar las partidas para transferencias a la actividad económica, los programas sociales y las compensaciones a la seguridad social. "Si no aceptan nuestro programa fiscal, que es el único que garantiza seguir por el sendero de la recuperación económica, no hay acuerdo", definió ayer, tajantemente, un integrante del elenco oficial que participa directamente en las conversaciones con el organismo de crédito internacional.

No fueron las palabras que utilizó el ministro de Economía, Martín Guzmán, en su detallada exposición ante los representantes de gobiernos provinciales, pero dejò expresada la misma idea. "Resolver el problema del déficit sobre la base de la recuperación de la economía es el camino virtuoso; lo que pide el Fondo Monetario es diferente. Es un programa que, con alta probabilidad, detendría el ciclo de recuperación. Lo que propone es, esencialmente, un ajuste del gasto real", describió. 

Guzmán aseguró que en otros aspectos de la negociación hay un virtual acuerdo, pero no habló de plazos de repago de la deuda (aunque se sabe que el gobierno nacional pidió postergar los primeros vencimientos hasta el año 2026). Eligió poner el acento en la postura que presenta el gobierno de no retroceder en lo que respecta a su programa fiscal, atendiendo a la necesidad de contar con recursos públicos para ejecutar las políticas de fomento al crecimiento y al desarrollo económico con inclusión social. Objetivos para los cuales, entiende, es imprescindible la activa participación del Estado. En ese punto, el ministro recibió el respaldo explícito de varios gobernadores que intervinieron después de su exposición.

La conducción económica plantea la pulseada con el FMI partiendo de la comprensión que en una disputa "mano a mano" con el Fondo no tendría chance alguna de lograr el más mínimo resultado favorable. "Las renegociaciones entre los países deudores y el poder financiero mundial son siempre muy desiguales, en general con malos resultados para los primeros", suele repetir Martín Guzmán en sus exposiciones, basado en sus propias investigaciones en la Universidad de Columbia, en los años previos a ser convocado para hacerse cargo del Palacio de Hacienda. 

"El poder financiero mundial es el enemigo más poderoso, porque armó una estructura financiera mundial a su entera conveniencia, y el FMI es parte de esa estructura", suele manifestar Guzmán en sus exposiciones. "Que el FMI esté en la Argentina, además como acreedor de una deuda insostenible, es un gran problema, que tenemos que resolver sin perder la soberanía de poder construir una política económica para el crecimiento y el desarrollo. Acabar con la dependencia del FMI es un acto de soberanía", dijo Guzmán en una exposición reciente ante un reducido auditorio.

Este miércoles, ante los gobernadores, no usó esos mismos términos, pero ese es el marco en que se expresó al explicar la gravedad de la situación y la necesidad de encontrar una unidad nacional para defender determinados principios en este momento clave de la negociación. 

Eso en el plano interno, buscando que el gobierno no enfrente solo esa pulseada. Con el mismo sentido, se apunta a un respaldo parlamentario que se reclamará no sólo para el acuerdo final, cuando se alcance, sino para cada uno de los elementos componentes del mismo: Carta de Intención, Memorando de Políticas Económicas y Financieras y el Memorando de Entendimiento, cada uno de los cuales implica diferentes niveles de compromisos ante el organismo. A ello se agregará el programa económico plurianual, con los objetivos en materia económica y social "irrenunciables" que no podrán ser afectados por el acuerdo. Todo ese paquete será sometido a la opinión del Congreso, explicó con precisión Guzmán en el Salón del Bicentenario.

En el plano externo, también se busca generar consensos en el cuestionamiento a la legitimidad de los argumentos y reglas impuestas por el FMI. Repasó las conclusiones de la evaluación técnicas que hizo el propio FMI sobre el acuerdo de 2018. "No se cumplió ninguna de las metas de estabilización previstas, eso nos coloca en una mejor posición para seguir negociando", señaló. 

También ironizó sobre el papel teórico del Fondo y el que tiene hoy ante Argentina, recordando que fue creado para auxiliar a países con dificultades en su balanza de pagos. "Hoy Argentina no debería tener ningún problema: tiene superávit comercial, con récord de exportaciones y en alza, crecen las reservas, renegoció su deuda externa con el sector privado. El único problema es la deuda insostenible con el Fondo. No son la solución, son el problema. Le estamos pidiendo al Fondo que nos financie para pagarle la deuda a ellos mismos. Se invirtió la lógica y su relación con los países miembros. Pero sólo con los emergentes, no con los países más desarrollados".

Todo listo para la cumbre de cancilleres de la Celac

María Cafferata, Periodista. Escribe para la sección El país de Página/12.

Este jueves la Argentina será sede de la XXII cumbre de Cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). En un panorama marcado por el avance de los gobiernos progresistas en la región, Alberto Fernández aspira a que la Argentina adquiera un rol más protagónico y funcione como articulador entre los distintos países latinoamericanos y del Caribe. Es por eso que fruto de largas negociaciones y con el respaldo principal de México, la Argentina tiene todo acordado para asumir la presidencia pro tempore de la organización regional. En la Rosada afirman que se trata de una importante victoria en materia de política exterior para Fernández. Les cancilleres irán arribando a lo largo del día y participarán, por la noche, de un evento en el Centro Cultural Kirchner en el que participarán el Presidente y el canciller Santiago Cafiero.

La reunión de canciller es la etapa previa a la reunión de jefes de Estado de la Celac que se realizará también en la Argentina. El organismo, creado en el 2010, está compuesto por todos los países americanos salvo Estados Unidos y Canadá --y, desde el 2020, tampoco está Brasil que se autoexcluyó-- y funciona como un mecanismo de integración regional alternativo a la Organización de Estados Americanos (OEA). Desde hace un tiempo que Alberto Fernández, junto a su par mexicano Andrés Manuel López Obrador, busca reflotar la relevancia política de la Celac, especialmente luego del papel que desempeñó la OEA de Luis Almagro en el golpe de Estado a Evo Morales. El objetivo de ambos mandatarios, que son aliados estratégicos en la región, consiste en relanzar el organismo en tanto una unidad concreta que trabaje para mejorar el diálogo político entre los países que la integran y que le escape a "la agenda que dictan desde Washington y que poco tiene que ver con los intereses de la región", tal como definieron desde la Cancillería argentina. En este sentido, la presencia de gobiernos progresistas como el de Luis Arce en Bolivia, Pedro Castillo en Perú y Gabriel Boric en Chile, así como el muy posible retorno de Lula en Brasil, fomentan las expectativas de poder dar un giro en la política regional luego de varios años de predominancia de gobiernos de derecha.
 

Las negociaciones para que la Argentina quedara como única candidata para la presidencia pro tempore de la Celac comenzaron durante la gestión del excanciller Felipe Solá, quien encabezó parte de las conversaciones que permitieron bajar la postulación de San Vicente y las Granadinas (nación ubicada al sur del Caribe y al norte de Venezuela). Tras ello, fue Santiago Cafiero quien retomó las gestiones. El cargo lo ocupa hoy AMLO, quien debió extender un año la presidencia de la Celac por la pandemia. La Argentina cuenta, de momento, con el aval de 31 de los 32 países que conforman el organismo. Solo persiste la duda de Nicaragua, que el año pasado se opuso a la candidatura de la Argentina debido a la postura de la Casa Rosada frente a las detenciones a dirigentes políticos por parte del gobierno de Daniel Ortega. Si bien en el gobierno se muestran confiados en que Nicaragua también terminará acompañando, de momento prefieren ser cautos

"La propuesta argentina viene suscitando un apoyo mayoritario de todos los países y eso puede hacer que el presidente Fernández presida este mecanismo a partir del año 2022, pero hay que esperar al plenario del 7 de enero y escuchar a todas las voces", advirtió  Cafiero a Télam, en donde destacó la importancia de la Celac "como un mecanismo que no excluye a nadie, donde todas las voces sean tenidas en cuenta".  "Para nosotros haber logrado que la cumbre se haga aquí en la Argentina ya es un logro importante. Y más allá de si el proyecto que la Argentina va a presentar es el elegido o no, lo importante es seguir sosteniendo mecanismos de integración que no excluyan a nadie", agregó.

La agenda, mientras tanto, comenzará este jueves por la noche en el CCK, en donde el presidente encabezará una cena de honor para les 31 cancilleres. Debido a las condiciones de la pandemia, la cumbre será mixta (virtual y presencial), pero en Cancillería esperan la asistencia de representantes diplomáticos de 30 países, entre los que se encuentran desde Marcelo Ebrard (canciller mexicano y futuro postulante a la presidencia para suceder a AMLO) hasta el nicaragüense Denis Moncada. Será una cena de alto voltaje político en la que se planteará la agenda de la región para la pospandemia, así como las diferentes estrategias para enfrentar la desigualdad en el continente.

Al día siguiente, el viernes, se llevará a cabo el plenario de cancilleres en el que se definirá oficialmente qué país asumirá la presidencia. La reunión será a las 10 de la mañana en el Palacio San Martín y, si todo sale como el gobierno espera, Alberto Fernández será ratificado como el nuevo secretario general de la CELAC, posicionando a la Argentina como una voz protagonista en esta nueva región.

Armas nucleares en Malvinas

La Cancillería anunció que el gobierno nacional reclamará al Reino Unido en caso de confirmarse la veracidad del envío de buques con 31 armas nucleares a las Islas Malvinas durante el conflicto de 1982, según consta en archivos desclasificados recientemente. En un comunicado, la Cancillería anticipó que llevará la situación a los organismos internacionales competentes.

"De confirmarse la existencia de archivos desclasificados que aporten mayores detalles respecto de la gravedad de los hechos difundidos en medios de prensa, por la magnitud y circunstancias que se hubieran revelado, el gobierno argentino reiterará su reclamo al gobierno del Reino Unido y, en el marco de su invariable política contraria a las armas nucleares así como respecto de su uso, prevé plantear esta situación ante los organismos internacionales competentes", indica el comunicado emitido esta miércoles por la Cancillería.

La respuesta de la Cancillería se da luego de que el portal Declassified UK difundiera información sobre el envío de buques británicos con armas nucleares durante la guerra de 1982.

El Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto recordó que "en 2003 el Ministerio de Defensa británico publicó un informe en el que se mencionaba que la fuerza de tarea que se constituyó para ir al Atlántico Sur durante el conflicto de 1982 incluyó navíos equipados con armamento nuclear" y que tras ello, la cartera diplomática había remitido "una nota de protesta al Reino Unido manifestando la suma gravedad de la situación y requiriendo precisas y completas informaciones". "Pese a la reticencia del Reino Unido a brindar información detallada al respecto, nuestro país expresó en diversas oportunidades su preocupación ante distintos foros internacionales ", indicó.

La revelación de una serie de documentos desclasificados de la administración de Margaret Thatcher y divulgados por la prensa británica indica que fueron tres los barcos enviados en 1982 con armas atómicas: el portaaviones inglés HMS Hermes con 18 armas nucleares, el portaaviones Invincible con 12 y el barco auxiliar de la Flota Real, Regent, con una.

El secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur, Guillermo Carmona, precisó que, si bien se conocía el envío de pertrechos bélicos atómicos a Malvinas, "lo que aparece ahora en la desclasificación de nuevos archivos es la magnitud de 31 armas nucleares".

Zapatitos

 

Sin las luces de otros años, la festividad de reyes parece ir perdiéndose en los recuerdos de un pasado que ya no volverá. El rito infantil y los regalos, en sociedades hiperconsumista e hiperderrochadora, parecen reducir la magía y los regalos, a sueños de presentes mejores y menos conflictos, confrontación y violencias que por el contrario crecen y no vienen en paquetes que puedan esperar a ser abiertos al depertárnos, encima de los zapatitos. Lo urgente y necesario no parece impactar en la conciencia de cada uno de nosotros.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack

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