Reflexionar la realidad en los días de la peste.

 


En el mundo: 170.051.718 casos confirmados y 3.540.437 muertes. Ayer se confirmaron 446.860 casos nuevos. Ya se administraron 1.579.416.705 vacunas (OMS).

En Argentina: 3.781.784 casos confirmados y 78.093 muertes. Ayer se confirmaron 28.175 casos nuevos y 638 fallecimientos. Ya hay 12.415.197 vacunas aplicadas (Ministerio de Salud de la Nación y Monitor Público de Vacunación).

Más de la mitad de los hospitales del país tienen el 90% de las camas UTI ocupadas, según un sondeo de la SATI. La ocupación total de camas es del 90% en Córdoba y se amplía la proporción de pacientes con COVID (el 65% de los ocupantes). Tucumán tiene un 70% más de casos que hace un mes. 12 localidades de Córdoba suspenden las clases presenciales. Desbordó el hospital de Cipoletti, en Río Negro, y cerraron la sala de guardia para usarla de internación. La Pampa casi al 90% de ocupación de camas. El sector privado de Salta se suma al público en la suspensión de cirugías programadas para tener más disponibilidad.

El gobierno nacional dijo que “es jugar con fuego” retomar las clases presenciales, que volvieron para algunos niveles en CABA, Córdoba y Mendoza. 

La Conmebol decidió que la Copa América se juegue en Brasil. El ministro de gobierno dijo que hay negociaciones pero todavía no está confirmada.

Pese al apoyo de EEUU, no avanza en la OMC la propuesta para establecer un waiver que permita liberar la propiedad intelectual de las patentes. Cerca de diez países, entre los que se incluyen algunos de la UE, Reino Unido, Australia, Japón y Corea del Sur, expresaron sus dudas y pidieron más tiempo para estudiar la propuesta de India y Sudáfrica. La propuesta debe tener el consenso de los 164 países de la OMC.

Perú revisa sus cifras: duplica las muertes y se convierte en el país con mayor tasa de mortalidad per cápita del mundo. España tuvo durante mayo la menor cantidad de muertes desde agosto pasado. Bolivia adelanta vacaciones de invierno escolares. Israel registra cuatro casos: la cifra más baja desde marzo de 2020. La UE pide a sus países miembro que retiren las restricciones para vuelos internos

La llegada de vacunas y la reaparición de Macri, el secreto de la estabilidad oficialista

En las últimas semanas se acentuó algo que los sondeos venían mostrando sostenidamente desde hace algunos meses y tiene que ver con las diferencias que existen entre la sociedad y el sistema respecto a la consideración que tiene sobre el Gobierno. Mientras cada vez más dirigentes políticos, empresarios, periodistas y consultores varios agudizan sus críticas a la gestión de Alberto Fernández, la aprobación en la opinión pública se mantiene estable desde septiembre. Esto es lo que se desprende del último estudio de Federico Aurelio que además sitúa al Presidente con una imagen positiva de 44% a nivel país y 52% en la Provincia de Buenos Aires. Si bien es un dato positivo para el oficialismo, máxime ante la aceleración de la llegada de vacunas, la pérdida de confianza de los hombres de negocios locales contagia a sus pares extranjeros que son, todos ellos, quienes van a tener que invertir para que la economía crezca y genere empleo a la salida de la pandemia. 

Uno de los puntos centrales que orbita en las mesas de lo que Jaime Durán Barba llamó el “círculo rojo” -además de la posible candidatura de Florencio Randazzo, el hombre de los años impares- tiene que ver con la posibilidad -o no- de que el gobierno obtenga un puente para no defaultear con el Club de París. A pesar de los esfuerzos del Instituto Patria, está avanzada la ingeniería que le permitiría al gobierno evitar el incumplimiento desde los 60 días de plazo cumplido hasta el acuerdo con el FMI que ocurriría luego de las elecciones. Esto quitaría presión sobre el tipo de cambio en un proceso electoral que podría permitirle al peronismo ampliar su representación parlamentaria.

Mientras tanto, en la última semana dos noticias dieron de forma simultánea la excusa a algunos voceros informales de la oposición para insistir sobre la existencia de un giro madurista o alguna redundancia del estilo en la política exterior argentina que, para peor, alejaría al país de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. La prédica no es novedosa ni merecería atención si no fuera porque desnuda cierta pereza en los análisis.

Una filtración de un documento de Cancillería llevó a que se publicara como noticia, primero en el canal RT y luego en la prensa argentina, la salida de Argentina del grupo de países que patrocinaron la investigación por delitos de lesa humanidad sobre el gobierno de Venezuela donde la fiscal Fatou Bensouda ha encontrado indicios de graves violaciones a los Derechos Humanos. Mauricio Macri calificó en su cuenta de Twitter la posición argentina como de "alianza con Nicolás Maduro". Resulta extraño el revuelo, pues se trata de una no-noticia o, peor, de una noticia vieja contada como novedad. El patrocinio se realizó en el marco del Grupo de Lima y acompañó la suerte de la participación argentina en ese colectivo que abandonó por su ineficacia para resolver la crisis venezolana. La comunicación se realizó el mismo día de la salida argentina del Grupo de Lima y no implicó, en modo alguno, una opinión local sobre el trabajo de la fiscal y el proceso, que dejó expresamente a salvo en el documento. Bensouda se encuentra en un lugar curioso. Mientras el gobierno de Venezuela la acusa de ser títere del imperialismo, la abogada nacida en Gambia tuvo hasta abril prohibida la entrada a los Estados Unidos gracias a sanciones impuestas por el gobierno de Donald Trump que la castigó por intentar investigar el accionar de los militares estadounidenses en el exterior. Es de presumir que las autoridades norteamericanas estuvieran al tanto de la posición argentina desde el día de la comunicación, lo que no impidió al enviado del presidente Biden, Juan González, incluir al país en el marco de su primera gira por la región.

También Venezuela gira sobre la otra gran controversia de la semana respecto del voto de nuestro país sobre Israel y Palestina en el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, aunque esta vez llama la atención por su ausencia en las crónicas y los relatos. El último octubre, Argentina respaldó el informe de la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Michelle Bachelet, respecto de la situación venezolana. Un informe serio y equilibrado, muy crítico del gobierno. En aquel momento, el voto argentino coincidió con el de la mayoría de los países de Europa, mientras que otros, como México, se abstuvieron. La resolución sobre Israel y Palestina, que ordena abrir una investigación, tiene algunos pecados de origen. Su promotor, Pakistán, no garantiza los derechos de sus minorías religiosas, que son a menudo objeto de violentísimas persecuciones sociales y del propio Estado que sanciona con la muerte el delito de blasfemia y aplica la pena de muerte a niños. La queja israelí de que otros conflictos, algunos en países que le son fronterizos, no son tratados con un rigor remotamente similar y de que una mayoría de los países que apoyaron la investigación tienen enormes déficits en su respeto a los Derechos Humanos, es fundada. Sin embargo, ni el denunciante ni las distintas varas son suficiente argumento contra el voto argentino, como no lo eran, frente a la situación venezolana, el voto de Jair Bolsonaro o la situación de Colombia. Los derechos humanos son uno de los pocos ámbitos internacionales en que Argentina construyó prestigio e influencia -lo que los internacionalistas llaman "poder blando"- a partir de su comportamiento y coherencia en la materia. A nivel interno era difícilmente justificable haber acompañado a la Alta Comisionada Bachelet sobre Venezuela y abandonarla sobre Israel. Más difícil a nivel internacional. A diferencia de Pakistán, Bachelet presentó una mirada equilibrada, incluyendo una condena inequívoca de los ataques indiscriminados de Hamas contra civiles, junto a un duro diagnóstico de la realidad de la ocupación, que lleva más de 50 años y niega a los palestinos el acceso a derechos ciudadanos  fundamentales. Serán la expresidenta chilena y su equipo, no los países denunciantes, los encargados de investigar. La convocatoria de Israel al embajador argentino se inscribe como parte de una campaña activa de ese país para responder activamente a todas las voces críticas a nivel internacional y si las partes mantienen una mirada responsable no debería significar un conflicto de largo aliento. La misma convocatoria recibieron los embajadores de México, Filipinas y -por otro motivo relacionado al conflicto- la Francia de Emmanuel Macron.

La oposición, por su parte, esconde sus imperfecciones internas detrás de los errores del gobierno. La reaparición de Macri, para esto, no la ayuda. El expresidente trazó un discurso orientado hacia afuera en las muy suaves autocríticas y para dentro en reflexiones como las que le dedicó a Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal: “Me siento orgulloso de haberlo hecho jefe de Gobierno a Horacio y a María Eugenia gobernadora”. Sólo dos lecturas posibles: Macri continúa con una ascendencia sorprendente sobre las dos figuras mencionadas o hay que recurrir a la reflexión de Tywin Lannister en Game of Thrones: "Any man who must say, 'I am the king' is no true king”. Puede haber una tercera: que Macri crea que Larreta y Vidal le van a responder y se lleve una sorpresa en los momentos de definición. Difícil. Un histórico dirigente de Boca reflexionaba: “Vos pensá que Macri como Presidente del club se cargó a Maradona, Bianchi y Riquelme, ¿te imaginás qué piensa de Larreta y Vidal?”. Un favor involuntario le hizo Macri a Máximo Kirchner que hace algunos días había dicho que el líder opositor gobernó “con desprecio”. “Cortar a las siete de la tarde para ver Netflix es un buen ejemplo de lo que decía Máximo”, reflexionan en su entorno. En algunos sectores del oficialismo surgió la idea que la declaración del expresidente tan vinculada al ocio había estado pensada. En el entorno de Macri se rieron sonoramente ante esa pregunta: “Siguen creyendo que somos la  NASA”.

La denuncia pública de Patricia Bullrich sobre la negociación con Pfizer y la versión que emanó de los medios de comunicación para ser luego replicada por la dirigencia política sobre las 14 millones de vacunas que Argentina presuntamente se perdió de parte del laboratorio nortemaricano acaban de colisionar con las declaraciones del director del ensayo de Pfizer en Argentina, Gonzalo Pérez Marc, ante la pregunta del periodista Ariel Zak: “Nosotros teníamos la primera opción de negociación con Pfizer y se hizo: tanto el gobierno como la empresa se sentaron a negociar primeros que todos junto a Estados Unidos y Alemania que son productores. Eso te abría la posibilidad de tener remesas iniciales y posiblemente mucho mejores que las que recibieron los demás países de la región que no participaron del estudio. Haber perdido un par de millones de vacunas no está bueno, pero de ahí a que hayas tenido 14 millones para enero, hoy mirando para atrás, suena medio irreal”.

Sin embargo, lo más atractivo ocurre en el radicalismo. La visita de Macri a Córdoba en la que ungió a Gustavo Santos dejó un tendal de heridos en el cual se erige la figura de Mario Negri, un dirigente que aspiraba a ser gobernador de su provincia y para eso se pintó de un amarillo que, luego de las declaraciones del jefe del PRO, está destiñendo a gris: “Gustavo tiene un perfil para poder gobernar la provincia de Córdoba. Fui presidente por los cordobeses, aunque no pudimos canalizar ese apoyo a nivel provincial, parte por el gran trabajo del gobernador Juan Schiaretti y parte porque no teníamos un candidato con el perfil para gobernar”. Esto generó una mueca de maldad en el radicalismo nosiglista que tampoco se privó de castigar al (por ahora) jefe del interbloque. “Quiero agradecer especialmente al ministro del Interior, Wado de Pedro, porque destacó un proyecto que presentamos en noviembre o diciembre del 2020 con un grupo de diputados, acompañado por el trabajo de muchísimos politólogos de las 44 carreras de Ciencias Políticas del país, quienes escrutaron las PASO en este ciclo de once años. Celebro que hayamos podido sostener ese derecho, pero lamento que los negociadores de mi interbloque no hayan puesto en escena, como sí lo hizo el ministro del Interior, que ese proyecto era una herramienta de negociación”. 

Mientras tanto, otro elemento de la UCR que toma volumen es Gerardo Morales. Con una imagen positiva del 60% a nivel local y una relación muy razonable con el gobierno nacional, Morales es el único radical de proyección nacional que tempranamente apostó a un discurso propio y de carácter federal. Una particularidad que seguramente le brinde resultados en el pago chico: el peronismo va dividido en tres con sellos que le complicarían la identificación al mismísimo Jorge Landau: Frente de Todos - PJ, Frente de Todos por Jujuy y Frente Unidad para la Victoria.

Con una Vidal decidida a jugar en CABA, a JxC se le abren algunas incógnitas en territorio bonaerense: ¿Diego Santilli o Jorge Macri? ¿Le alcanzarán los avales a Emilio Monzó? ¿El radicalismo va a mirar una eventual PASO de afuera? ¿Resiste una interna en CABA entre Vidal y Bullrich? ¿Y Martín Lousteau? El último eje opositor se debate entre los encuestadores. La candidatura de Florencio Randazzo oscila entre los cinco puntos que sacó en el 2017 -acompañado por varios intendentes y organizaciones de una capilaridad territorial muy importante- y los diez a los que aspiran en su entorno. En AEA y el Foro de Convergencia creen que el exministro puede orillar los 20 puntos. Las desventajas de tener dinero. “Florencio va a ser crítico con el gobierno, entonces va a disputar el voto opositor”, analiza un consultor reputado ante #OffTheRecord. Esta deliberación no es menor. Hace algunos días, en una reunión privada, Monzó le recordó a un interlocutor que “en 2015 casi todos los gobernadores y el peronismo que hoy está con Alberto y Cristina se pintaron de amarillo”. Esto pone en valor dos cuestiones diferentes que seguramente sean complementarias: la habilidad de CFK y el fracaso de Macri. No necesariamente en ese orden.

( Iván Schargrodsky - Off the Record – Cenital )

El Gobierno y el Club de París iniciaron un proceso de 60 días para saldar casi US$ 2.500 millones que el país le adeuda a ese organismo de crédito, luego de que ayer venciera el plazo original para abonar ese compromiso.

El presidente Alberto Fernández confía en lograr una postergación de ese pago, luego de entrevistarse con varios líderes europeos. Fernández gestionó presencialmente esa postergación ante las máximas autoridades de Portugal, España, Francia e Italia, y la semana pasada mantuvo un encuentro virtual en el que trató el tema con la canciller alemana, Angela Merkel. Alemania es el principal acreedor en el club, seguido por Japón y Holanda. Hubo palabras de apoyo y buenas señales, pero el “waiver” aún no llegó. Vale recordar que es una deuda defaulteada en 2001 y reestructurada en 2014. Sin un “waiver” antes de los 60 días, habrá una penalidad extra de US$ 900 millones que se sumará a los US$  2.500 millones.

El plazo de gracia de parte del club de gobiernos acreedores abrirá un nuevo espacio para seguir negociando la reprogramación de la deuda de US$ 45.000 millones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, no parece posible que eso ocurra en 60 días.

Las autoridades del Club de París aguardan, precisamente, ese arreglo con el organismo multilateral que dirige
Kristalina Georgieva, para reprogramar su propio acuerdo, que data de mayo de 2014 y fue cerrado por el entonces ministro de Economía (y hoy gobernador bonaerense), Axel Kicillof


En oficinas del Gobierno descartan una declaración formal de incumplimiento, ya que esa situación sólo se contempla para 60 días después del no pago del vencimiento, según las condiciones del crédito con el Club de París.

 
El grupo de acreedores oficiales de Argentina, que preside

Emanuel Moulin, director general del Tesoro de Francia, se reunirá a principios de junio y se espera que allí se defina si hay una respuesta formal a la carta que envió a principios de abril el ministro de Economía, Martín Guzmán, con el pedido de postergar el vencimiento y comentarios sobre las negociaciones con el FMI por un acuerdo de facilidades extendidas.

Guzmán indicó en su nota que para asegurar que el nuevo programa con el FMI tenga amplio apoyo social, el Gobierno puso en marcha un proceso de “búsqueda de consensos políticos y sociales frente a las políticas clave”, con medidas que apuntan a la recuperación de la economía; a la atención a la población vulnerable pero con “prudencia fiscal” y a la reducción de la inflación.

En el marco de esas tratativas se considera probable que durante junio se avance con el FMI en la firma de una carta de intención, tras una nueva misión del organismo a Argentina en el marco del artículo 4. Recientemente, el ministro volvió a revisar con funcionarios del FMI las cifras de la economía argentina, así como las políticas monetarias y fiscales vigentes, en la previa de la reunión que el presidente Fernández mantuvo con Georgieva en Roma. Unas semanas antes, había estado en Washington.

(El Economista)

Estimación de la OCDE

La OCDE estimó un crecimiento del 6,1% de la economía argentina para este año y del 1,8% para 2022, aunque todavía quedará a niveles inferiores a la pre pandemia. 

En el informe semestral de Perspectivas Económicas Mundiales, la organización destaca una mejora en las condiciones y perspectivas para todo el mundo que ubican en 4,4% el crecimiento de la economía mundial para este año, favorecido por el despliegue de las vacunas en los países desarrollados y los planes de estímulo en EEUU. 

En Argentina, según el informe, “los desequilibrios macroeconómicos persistentes y las nuevas restricciones de movilidad pesarán sobre la demanda interna y limitarán la recuperación”. Entre los factores positivos que impulsarán la recuperación, el trabajo destaca los ingresos más sólidos relacionados en parte con el incremento de los precios de las materias primas. 

Tarifa de gas

El gobierno oficializó la suba del gas para junio en un 6%. Es la primera suba desde junio del año pasado. Las distribuidoras habían solicitado una recomposición del 50% por la emergencia económica. 

La corrección de precios será de manera transitoria, ya que el Poder Ejecutivo instruyó a los entes reguladores a llevar adelante una revisión integral de la tarifa. 

En la Cámara de Diputados espera para su tratamiento el proyecto de ley de Zonas Frías, que rebaja entre 30 y 50% las tarifas de gas a 3 millones de personas de distritos con temperaturas bajo cero en invierno. 

Corrientes

Gustavo Valdes será candidato a la reelección en Corrientes, según anunció ayer. Además, ratificó que Corrientes votará gobernador el 29 de agosto, desacoplado de la elección nacional. El peronismo de esa provincia -que tiene a Juan Zabaleta de Hurlingham como interventor designado- le había pedido al gobernador que postergue la fecha de la elección y presentaría en los próximos días una impugnación judicial. 

El anuncio se produce en medio de la disputa con su vice, Gustavo Canteros, que rompió la alianza ECo para disputar la intendencia de la ciudad de Corrientes. 

En Santa Fe se cerraron alianzas: se presentaron siete. 

Mañana se trata en el Senado el proyecto para postergar las elecciones que ya tiene media sanción de Diputados.  

(Cenital. Com)

Algunas noticias, o hechos fogoneados como tales, pretenden entrar en competición con el virus para fijar agenda pública.

¿Por qué será?

Por ejemplo, toda la semana pasada se azuzó que Argentina podía estar al borde de otro default porque este lunes vence el pago de la deuda con el Club de París. Siempre  fue un invento, y alevoso: rigen 60 días, según el reglamento de ese cuerpo acreedor, entre un plazo caducado y acciones de ejecución. 

Por ejemplo, el “kirchnerismo duro” emitió una proclama “conminando” a no pagarle ni al Club ése ni al Fondo Monetario en las condiciones habituales, visto el estado de la economía, las exigencias pandémicas, la necesidad de revisar judicialmente quiénes se beneficiaron personalmente con el ¿inconcebible? acuerdo macrista. ¿Eso no es lo mismo que dice y hace el Gobierno? ¿No fue el propio Presidente quien dijo que estaba de acuerdo con lo señalado en ese escrito? Es tan obvia la opereta de marcarle grietas graves a la coalición gobernante…

Por ejemplo, el caso del policía Luis Chocobar que, pese a haber recibido una pena leve, sin prisión efectiva, tras hallárselo culpable de homicidio agravado, es exhibido como víctima de una condena injusta que perjudica al gatillo fácil contra la delincuencia.

¿Algo nuevo?

De ser por la cantinela acostumbrada, no.

Pero en tanto síntoma revelador acerca de qué advierten la oposición y sus cruzados mediáticos, sí.

De acuerdo con lo que se reconoce a un lado y otro, el país vive el peor momento de la pandemia y es probable que, en los próximos días o semanas y arribado el invierno, haya más picos dramáticos y trágicos.

Ya está que la Ciudad reabre jardines y primaria, apurada porque ni siquiera pudo garantizar modalidad a distancia durante tres días.

¿Qué habrá cambiado en la curva de contagios como para que, luego del recule de Larreta frente a lo irrebatible del mantenimiento/aumento de contagiados, se vuelva a las clases presenciales? ¿Algo que no sea retomar imagen de que le interesa la educación a cualquier costo?

¿Y qué sucede para que se produzca el indescriptible brulote de la Comandante Pato, con la acusación de coimero al gobierno nacional porque rechazó las desinteresadas intenciones de Pfizer?

¿Y por qué gana tanto lugar la insistencia ya descarada con las internas de Casa Rosada y del frente gobernante?

¿Sólo porque esas colisiones efectivamente existen?

¿Y por qué hay el machaque también alevoso contra la desorganización o ausencia de controles circulatorios?

¿Sólo porque realmente los hay, y está bien que se los remarque?

¿Qué estarán advirtiendo los propagandistas de un desánimo general que desde ya se comprende, pero cuya justificación requiere de análisis algo más profundo?

Argentina avanza indefectiblemente hacia una llegada de vacunas de carácter masivo, con dos millones de dosis que arribarán en junio y otros cuatro al mes siguiente. Para “empezar”.

A eso se suma que, también de manera ineludible, hacia fin de año habrá en el mundo una superproducción de vacunas capaz de abastecer incluso a los países más pobres o de desarrollo medio.

El consenso al respecto es unánime entre la comunidad científica local e internacional y, más allá, la centralidad capitalista no puede continuar permitiéndose un derrumbe económico global como el producido por el virus.

En su muy destacable artículo de este viernes, en este diario, Ernesto Tiffenberg aporta claves sobre el disparatado discurso de la oposición, y de parte de los (sus) medios, en torno del “mito” de la segunda dosis de las vacunas.

La evidencia mundial indica que lo más conveniente es “insistir con la política de cubrir la mayor cantidad de gente en el menor tiempo posible, aunque sea con una dosis”.

La única barrera que se opone a esa estrategia es la decisión opositora de insistir con que “no tiene nada” quien no recibió la segunda dosis.

Como enfoca Tiffenberg, lo que se busca instalar es un relato transformador. Ahora, la sensación de estar más protegidos en la angustia debe pasar a que no nos sintamos “completamente” protegidos.

Momentáneamente, esos gurkas de la oposición continuarán creando o aprovechando agujeros para excavar: insistencia con el vacunatorio vip sin aportar pruebas de que fuera extendido; sospechas y denuncias sin tampoco certificación alguna; comparaciones arrastradas de los pelos con índices vacunatorios de demografías que nada tienen que ver con nosotros o, peor, ocultamiento y manipulación de las marchas y contramarchas que sufren las naciones desarrolladas.

Lo que se ven venir es que en los próximos meses, engarzado con las elecciones, habrá vacunas suficientes y, con ello, la probabilidad de un recupero económico que sólo lo sería respecto del bajón pandémico, pero capaz de darle aire al oficialismo en la percepción popular.

No está garantizado.

Casi por el contrario y como ya se señaló aquí mismo hace unas semanas, si las vacunas se transforman felizmente en un paisaje normal, como todo lo pronostica, podría ocurrir que haya poca memoria sobre cómo se salió de lo peor de la pandemia. O de cómo se la administró según se supo o pudo.

Y entonces, también podría acontecer que ese efecto se pierda, o diluya, y las secuelas económicas pasen al podio.

Aun así, cabría confiar en que las inclinaciones suicidas de una mayoría o porción significativa de la sociedad tendrán un límite. En parte, gracias a que la oposición es un esperpento difícil de describir.

Sin embargo, en 2015 ya pasó que eso debía estar claro y no lo estuvo.

Se supone que algo pudo aprenderse, si el Gobierno lo ratifica no durmiéndose en creer que, en política, dos más dos es cuatro.

Hasta acá, logró evitar desbordes por abajo y la insatisfacción de amplios sectores de clase media también pudo ser controlada a pesar de franjas que atraviesan un momento inédito: comercios; gastronomía; educación privada que no en todos los casos es de élite ni muchísimo menos; turismo.

El cuadro inmediato, siempre en la esperanza activa de que la vacunación dará resultado positivo, consiste en mostrar fortaleza de liderazgo político. Ausencia de fisuras trascendentes. Unidad, con sapos incluidos.

La negociación con el FMI, previo paso por ese Club de París, será todo lo ardua y amenazante que corresponde. Pero nunca hasta el extremo de ahorcar al país, si el Gobierno convence de que los sacrificios serán a pagar, primero y largamente, por quienes más tienen.

No hay lugar para más ajustes afrontables por la sociedad al mismo nivel.

No es retórica facilista. Es la única salida que tiene el Gobierno. Un recurso como el de haberle cobrado imposición extraordinaria a los más ricos demostró efectividad y apoyo masivo.

¿Acaso no ése el rumbo orientador, a más de proponer e implementar salidas productivas ingeniosas?

¿En qué radicaría una opción distinta? ¿En un aguachentismo estilo la Alianza previa al 2001?

Llegan momentos de definiciones estructurales que urgen muñeca.

Pero esa destreza no es establecida por la pericia profesional de la política, sino, ante todo, por hacia dónde se la inclina para tener respaldo social.

Cuando Kirchner asumió, hizo en estos días 18 años, tomó decisiones con muñeca confiada en a quiénes favorecía. Sin timidez.

Las circunstancias no son iguales. La pandemia es devastadora. La movilización está impedida. La militancia es de escritorio. Hay un peronismo en el gobierno que debe arreglárselas sin plata y sin calle. Acosa algún terraplanismo de solucionar las cosas en forma retórica, mágica, apuradísima. Pero lo tendencial no debe cambiar. No puede.

Se perdonará casi toda equivocación, menos la de confiar en los gurús que invariable, históricamente, nos llevaron siempre al mismo lugar.

(Página 12 )

El sistema de dominación y acumulación en que vivimos –conocido como capitalismo– tiene como atractor principal la acumulación de poder y riquezas. En su comportamiento actual, para lograr sus fines el sistema emplea todos los modos de producción que lo precedieron. Combina el trabajo asalariado con el esclavismo, y uno y otro con el trabajo del siervo y con las nuevas formas de tributación y despojo, que hoy se ocultan en deudas impagables y réditos usureros, que los acreedores cobran con bienes y territorios por las buenas o por la fuerza.

A los países endeudados, cuando les llega la hora de pagar y no tienen con qué, los hacen acumular deuda sobre deuda y pagar más y más intereses hasta que por fin los embargan y los obligan a desnacionalizar y privatizar propiedades nacionales y estatales... es decir, los despojan. Esa es la nueva acumulación primitiva o por desposesión en una de sus muchas variantes. Todo ocurre en un conocido proceso por el que los gobiernos deudores someten sus decisiones, su dignidad y sus políticas a las corporaciones y complejos acreedores, que son quienes realmente mandan.

Los políticos colaboracionistas creen que ser un buen político es obedecer a esos que mandan, es enriquecerse con los que mandan y es llegar a ser como los que mandan. Piensan que así es la vida, y hasta dicen y se dicen que la historia también es así, y que quienes no entienden los cambios actuales se están aferrando a un pasado que ya no existe, y se ocultan los avances con sus necios prejuicios.

América Latina y el mundo: crisis, tendencias y alternativas Pablo González Casanova, Ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Texto presentado en el Foro Público: “Crisis Global y Nacional: Las Perspectivas Estratégicas de L@s Trabajador@s”, el 19 de octubre de 2016.

Por un lado, los grupos sociales declarados naturalmente inferiores nunca se dejaron vencer enteramente y, sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo pasado, consiguieron hacer oír su plena humanidad de un modo suficientemente alto y eficaz, al punto de transformarla en un conjunto de reivindicaciones que entraron en la agenda social, política y cultural. Todo lo que era natural se desvaneció en el aire, lo que creó incertidumbres nuevas y sorprendentes a los grupos sociales considerados naturalmente superiores, y por sobre todo la incertidumbre de no saber cómo mantener sus privilegios sin ser cuestionados por sus víctimas. De aquí nace una de las incertidumbres más tenaces de nuestro tiempo: ¿será posible reconocer simultáneamente el derecho a la igualdad y el derecho al reconocimiento de la diferencia? ¿Por qué continúa siendo tan difícil de aceptar el metaderecho que parece fundar todos los otros y que puede formularse así: tenemos el derecho a ser iguales cuando la diferencia nos disminuye, tenemos el derecho a ser diferentes cuando la igualdad nos descaracteriza?

El segundo factor es la creciente revuelta de la naturaleza frente a tan intensa y prolongada agresión, bajo la forma de alteraciones climáticas que ponen en riesgo la existencia de diversas formas de vida en la Tierra, entre ellas la de los humanos. Algunos grupos humanos ya están definitivamente afectados, sea por ver sus hábitats sumergidos por la elevación de las aguas del mar, o por ser obligados a dejar sus tierras desertificadas de modo irreversible. La Madre Tierra parece elevar la voz sobre las ruinas de la casa que era de ella para que pudiera ser de todos y que los humanos modernos destruyeron movidos por la codicia, la voracidad, la irresponsabilidad y, al final, por la ingratitud sin límites.

¿Podrán los humanos aprender a compartir lo que resta de la casa que juzgaban que era solo suya y en donde en definitiva habitaban por concesión generosa de la Madre Tierra? ¿O preferirán el exilio dorado de las fortalezas neofeudales, mientras las mayorías rondan los muros y les quitan el sueño por más legiones de perros, cámaras de videos, kilómetros de cercas de alambres de púas y vidrios a prueba de balas que los protegen de la realidad pero nunca de los fantasmas de la realidad? Estas son las incertidumbres cada vez más abismales de nuestro tiempo.

La incertidumbre de la dignidad. Todo ser humano (y, quizás, todo ser vivo) aspira a ser tratado con dignidad, entendiendo por tal el reconocimiento de su valor intrínseco, independientemente del valor que otros le atribuyan en función de fines instrumentales que le son ajenos. La aspiración a la dignidad existe en todas las culturas y se expresa según idiomas y narrativas muy distintas, tan distintas que a veces son incomprensibles para quien no comulgue con la cultura de la que emergen. En las últimas décadas, los derechos humanos se transformaron en un lenguaje y una narrativa hegemónicos para denominar la dignidad de los seres humanos. Todos los Estados y organizaciones internacionales proclaman la exigencia de los derechos humanos y se proponen defenderlos.

Mientras tanto, como Alicia en A través del espejo –de Lewis Carroll–, atravesando el espejo que esta narrativa consensual propone, o mirando el mundo con los ojos de Blimulda –de la novela de José Saramago,

Memorial del convento–, que veían en la oscuridad, nos encontramos con inquietantes constataciones: la gran mayoría de los seres humanos no son sujetos de derechos humanos, son antes objetos de los discursos estatales y no estatales de derechos humanos; existe mucho sufrimiento humano injusto que no es considerado violación de derechos humanos. La defensa de los derechos humanos ha sido muchas veces invocada para invadir países, robar sus riquezas, esparcir la muerte entre víctimas inocentes. En el pasado, muchas luchas de liberación contra la opresión y el colonialismo fueron conducidas en nombre de otros lenguajes y narrativas emancipatorias y sin nunca hacer referencia a los derechos humanos.

Esas inquietantes verificaciones, una vez puestas frente al espejo de las incertidumbres que he venido a mencionar, conducen a una nueva incertidumbre, también ella fundadora de nuestro tiempo. ¿La primacía del lenguaje de los derechos humanos es fruto de una victoria histórica o de una derrota histórica? ¿La invocación de los derechos humanos es un instrumento eficaz en la lucha contra la indignidad a la que tantos grupos sociales están sujetos, o es antes un obstáculo que desradicaliza y trivializa la opresión en que se traduce la indignidad, y adopta la mala conciencia de los opresores?

Son tantas las incertidumbres de nuestro tiempo, y asumen un carácter descendente para tanta gente, que el miedo parece triunfar sobre la esperanza. ¿Debe esta situación llevarnos al pesimismo de Albert Camus, quien en 1951 escribió amargamente: “Al final de veinte siglos la suma del mal no disminuyó en el mundo. No hubo ninguna parusía, ni divina ni revolucionaria”? Pienso que no. Debe apenas llevarnos a pensar que, en las condiciones actuales, la revuelta y la lucha contra la injusticia que produce, difunde y profundiza la incertidumbre descendente, y sobre todo, la incertidumbre abismal, tiene que ser desarrollada con una mezcla compleja de mucho miedo y mucha esperanza, contra el destino autoinflingido de los oprimidos y la misión arbitraria de los opresores. La lucha tendrá más éxito, y la revuelta más adeptos, en la medida en que más y más gente se vaya dando cuenta de que el destino sin esperanza de las mayorías sin poder es causado por las esperanzas sin miedo de las minorías con poder.

La incertidumbre: entre el miedo y la esperanza. Boaventura de Sousa Santos, Doctor en Sociología del Derecho por la Universidad de Yale. Profesor y director del Centro de Estudios Sociales de la Facultad de Economía de Coimbra, y profesor visitante de la Universidad de la Wisconsin-Madison, San Pablo, Los Andes y de la London School of Economics.

Este texto fue publicado en el periódico Jornal de Letras de Brasil, en su edición del 14 al 27 de septiembre de 2016. La traducción es de Santiago Basso.

Ambos textos forman parte del volumen: “América Latina : la democracia en la encrucijada / Pablo Gentili; Nicolás Trotta; compilado por Pablo Gentili; Nicolás Trotta. - 1a ed adaptada. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Editorial La Página S.A., 2016. 170 p. ; 14 x 20 cm.”

Pensar la realidad en estos días de la peste. Crecer en la conciencia y la reflexión inteligente para hacernos responsables como individuos, padres, amigos, profesionales, trabajadores, desde le lugar que nos toque, en la construcción social de la realidad que, evidentemente desigual e injusta, nos interpela a mejores relaciones y mejores formas de reparto y de toma de decisiones. Nadie se salva a si mismo … que cada quién haga su parte.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack


Imágenes: HANS HOLBEINy La Danza de la Muerte

.....Para ser más precisos habría que hablar de las "danzas de la muerte" de Hans Holbein, y para ser más verídicos no cabría emplear siquiera la expresión "danza de la muerte", pues la llamada Gran Danza de la Muerte en realidad lleva por título: Les Simulachres et historiées faces de la Mort, y, en rigor, debería más bien considerarse un libro de emblemas. En cuanto al Alfabeto de la Danza de la Muerte, obra originalísima, poco tiene que ver con comitivas danzantes, y mucho con una disputa de una serie de personajes con su destino, representado por especulares figuras esqueléticas que pretenden arrastrarlos a su fatal —y final— destino. En ambos casos, Simulacros y Alfabeto, se trata de grabados en madera (o xilografías), realizados con una minuciosidad y detallismo nunca antes vista en otras representaciones de la danza (no, al menos, las realizadas con esta técnica). Tanto las figuras como el escenario (los fondos) se hallan reproducidos con todo lujo de detalles. Algo, por otra parte, que resulta lógico si consideramos la excelencia del artista: Hans Holbein ha sido uno de los más excelsos creadores de grabados, y, además, un extraordinario pintor, sobresaliendo por la habilidad y verismo en el retrato. Características profesionales éstas que habrían, necesariamente, de notarse; y, por supuesto, se notan.

.....La primera edición de los Simulacros se debe a los hermanos Trechsel y está fechada en 1538, pero su ejecución habría que situarla entre diez y veinte años antes, es decir, ocho décadas posterior a la realización del mural de los dominicos de Basilea, que sería su modelo. Previa a esta primera publicación de los Simulacros, ya en libro, en 1538, se realizaron unas Pruebas de Impresión, a modo de hojas sueltas, sin texto, con los mismos diseños que tendrían después las ediciones impresas. Atendiendo al dato de la muerte del artista grabador, Hans Lützelburger, en 1526, es de suponer que la obra ya estuviera realizada antes de esa fecha. De hecho, el mismo año de la publicación de la edición princeps, uno de los diseños de los Simulacros, el de la Creación, aparece en una biblia editada también por los hermanos Trechsel e ilustrada por Holbein.

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