Poder y Soberanía en los días de la peste

 


El Partido Comunista de China (PCCh) cumple cien años el jueves. Cuenta la historia que, a comienzos del siglo pasado, no sabían cuándo había sido la fecha exacta de la primera reunión del partido. Fue por eso que, unos años más tarde, Mao Zedong definió que todos los 1 de julio recordarían un nuevo aniversario del PCCh. “El centenario del partido toca una fibra profunda en el sentimiento en el ciudadano común chino”, cuenta Francisco Taiana. 

Francisco vivió en Beijing dos años, tiene una maestría en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Oxford y otra en Estudios Chinos por la Universidad de Pekín, también está terminando de escribir su libro sobre las relaciones entre Argentina y China. 

Para un ciudadano promedio chino, China nunca ha estado mejor”, dice cuando le pregunto sobre cómo cree que recibe la sociedad china esta fecha. “Para eso hay que entender que en 1921 la situación en la que se encontraba China era realmente penosa. Habían pasado diez años desde la caída del imperio, el país se había subsumido en una serie de conflictos internos y depredaciones coloniales. Hoy por hoy, no hay una persona que tenga un recuerdo viviente de haber tenido una mejor calidad de vida de la que tiene en este momento”. 

La posibilidad de que China se convierta en la primera potencia global es cada vez más factible. Francisco coincide con esta hipótesis. “En primer lugar, China no solo tiene un territorio inmenso, con una cantidad de recursos impresionantes, sino que además viene desarrollando tecnología de punta en industrias estratégicas para el siglo XXI que le pueden dar una ventaja considerable. Por otro lado, China, si bien es la segunda economía del mundo, sigue teniendo un PIB per cápita que la coloca en el rango de los países medios. Es decir, todavía puede crecer mucho más”.  

Pero esto no quiere decir que China ocupe el lugar de Estados Unidos tal como lo conocemos hasta ahora. “Lo que tenemos es una potencia en ascenso que, de seguir creciendo, se va a consolidar como primera potencia mundial. Pero China no va a ser una potencia en un mundo unipolar sino que será la primera en una serie de pares en un mundo multipolar donde el poder geopolítico se distribuya de una manera más pareja alrededor del mundo”.

Si bien Biden está en las antípodas políticas de Trump, la política exterior del nuevo gobierno demócrata con China es de las que menos cambios sufrió. “La competencia sino-estadounidense comenzó con el Obama tardío y Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) y eso va a continuar bajo la gestión de Biden. Sí puede haber una mejora en la previsibilidad de la administración demócrata. Pero en el fondo, lo que tenemos es una potencia en ascenso y una potencia hegemónica establecida que va a intentar proteger ese puesto de líder global”, explica Francisco.

Ya dentro de su región, China tiene varios frentes abiertos. Entre ellos, el más inmediato y significativo es su relación con India. “India es una potencia nuclear, el segundo país más poblado del mundo, con una civilización milenaria, y con el cual China tiene varios problemas fronterizos no resueltos y una rivalidad histórica que ha llevado a que sus relaciones bilaterales se encuentren en su peor momento en décadas”. 

Otro de los desafíos más urgentes será cuidar su relación con Rusia. “Si bien actualmente están en un de los mejores momentos de su relación histórica, me parece que el mayor desafío de China es asegurarse una relación de cordialidad con Rusia porque un eventual mejoramiento del vínculo de Rusia con Estados Unidos podría socavar el desarrollo chino”. 

Ya pasando a los principales conflictos internos de China, entre ellos Taiwán, Hong Kong, el Tíbet y la región de Xinjiang por las violaciones a los derechos humanos de los uigures, para Francisco el único que puede traer problemas graves para China es el primero. “Taiwán es una suerte de portaaviones que no se puede hundir. Por lo tanto, si Taiwán fuera a independizarse y tejer lazos de alianza militar con Estados Unidos sería una amenaza muy grave a la China continental y destruiría la arquitectura de seguridad china en el mar del este y el mar del sur. Además de que significaría para China una crisis importante de legitimidad”. 

El 2021 marca el primero de dos centenarios que tendrán pensado celebrar en China. El segundo será en el 2049, cuando se cumplan cien años de la fundación de la República Popular China. 

Francia, el desencanto electoral

A un año de las presidenciales de 2022, Macron y Le Pen pensaban medir fuerzas en las elecciones regionales de ayer. Pero lo único que lograron fue confirmar el desencanto de los franceses con sus propuestas políticas. 

Si bien no es posible hacer una extrapolación directa de los resultados regionales a una escala nacional, el dato que dejó la segunda vuelta electoral que terminó por definir a los jefes de las 13 regiones resultó ser que más de la mitad de los electores decidieron no participar.  

 

A escala nacional, Los Republicanos, el partido tradicional consevador y principal adversario de Macron, consiguieron un 38% de votos, seguidos de la unión del Partido Socialista y los verdes con un 34%.

Baja participación.  El dato más relevante fue el porcentaje de abstención. Este domingo, más del 65% decidió no participar, el porcentaje más bajo para unas elecciones regionales en Francia, 24 puntos más abajo que en la segunda vuelta de 2015. Entre los motivos puede estar la falta de interés en el poder de las autoridades regionales y departamentales y la insatisfacción con los candidatos.

Golpe contra Macron . La République en Marche (LREM) de Emmanuel Macron confirmó la mala elección del domingo anterior a pesar de que continúa teniendo bajo control a la presidencia y la cámara baja del Parlamento. A nivel nacional, solo un repunte en la participación podría haber cambiado el equilibrio de poder entre el oficialismo y la extrema derecha, pero eso no sucedió. De todos modos, Macron mantiene una buena imagen.

La extrema derecha tampoco pudo. Hace seis años, la ultraderecha fue la sorpresa electoral. En 2015, el espacio político de Marine Le Pen alcanzó 6 de las 13 regiones en primera vuelta, lo que llevó a un aumento de 10 puntos en la participación en la segunda vuelta para evitar que el Frente Nacional controle aún más territorios. Esta vez no pasó nada parecido. El partido de ultraderecha de Le Pen, rebautizado Agrupación Nacional (RN), alcanzó unos 20 puntos a nivel nacional, 7 menos que en 2015, y no consiguió su principal objetivo: la región de Provenza-Alpes-Costa Azul. Esta era la única región que aspiraba a ganar, después del mal resultado del domingo anterior, y que le allanaba el camino para una candidatura presidencial.

Los bastiones de los partidos tradicionales. Los resultados de la primera vuelta no fueron nada malos para Los Republicanos, tradicional partido de derecha, así como tampoco para el Partido Socialista. Estos son dos de los espacios políticos más golpeados desde que Macron ganó la elección de 2017 con su nuevo partido, LREM. Esta segunda vuelta renovó las posibilidades a tres candidatos conservadores que buscan sacarle el poder a Macron: Xavier Bertrand, Laurent Wauquiez y Valérie Pécresse. Tanto los republicanos como los socialistas reafirman el control a nivel local aunque, por ahora, no parecen lograr imponerse sobre las dos figuras de mayor proyección nacional, Macron y  Le Pen.

Ataques aéreos en Irak y Siria 

El ejército de Estados Unidos bombardeó la frontera entre Irak y Siria. Washington dice que es la respuesta a un ataque iraní en Irak. Estados Unidos mantiene en Irak más de 2.500 soldados como parte de una coalición internacional. La noticia llega a días de varios cambios políticos en la región que pueden complicar el delicado vínculo entre Estados Unidos e Irán, actores que se encuentran en plena revisión del acuerdo nuclear. De los movimientos políticos que se den esta semana dependerá el siempre frágil equilibrio en la región, que funciona como caja de resonancia en sus aliados internacionales. 

("Miss Mundo" Ayelen Oliva Cenital )

Alberto Fernández viaja esta noche a Francia, donde participará del Foro Generación Igualdad . El foro tendrá lugar en el Museo del Louvre y participarán mandatarios de España, Países Bajos, Suecia, Finlandia, Kenia, Túnez, Chipre, Estonia y el secretario general de la ONU. 

  • Hoy comienza la etapa de alegatos en el juicio a Marcelo D’Alessio por intento de extorsión al empresario Gabriel Traficante. Además de D’Alessio están imputados Rolando Barreiro y Claudio Alvarez (ex agentes de la AFI) y el ex fiscal Bidonde. 

  • Se celebra hoy el Día del Orgullo LGBT , en conmemoración a la Revuelta de Stonewall . A las 17 frente al Congreso nacional se convoca a la sexta edición de la Marcha Plurinacional contra los Travesticidios, Transfemicidios y Transhomicidios. En Cont.ar se va a poder acceder desde hoy al documental Sexo y revolución de Ernesto Ardito, sobre la militancia por los derechos de las diversidades en los años 70. 

  • Habrá sesión miércoles y jueves en Diputados. Por ahora los temas incluidos son reforma del monotributo, biocombustibles y ley ovina pero el temario podría extenderse durante la semana. Mañana hay nueva audiencia con representantes de los laboratorios que producen vacunas contra el COVID-19, mientras que el informe del jefe de Gabinete ante la Cámara quedará para el otro jueves (8 de julio). 

  • La semana próxima (el 5 de julio) se elige el presidente del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). La disputa será entre el colombiano Sergio Díaz-Granados y el argentino Christina Asinelli. 

  • Hoy se cumplen 100 años del Partido Comunista Chino y habrá celebraciones oficiales. Mañana se entregarán condecoraciones a miembros destacados del Partido. 

Despidos

El gobierno prorrogó hasta el 31 de diciembre la medida que suspende los despidos, en el marco de la emergencia pública sanitaria. La normativa establece que “los despidos y suspensiones no producirán efecto alguno y se mantendrán vigentes las relaciones laborales existentes y sus condiciones actuales”. 

La medida no es aplicable a contrataciones celebradas con posterioridad a la entrada en vigencia del Decreto 34/19 (que declaró la emergencia laboral), ni respecto al personal del ámbito Sector Público Nacional o quienes estén comprendidos en el régimen de trabajo para personal de la construcción. 

Elecciones Jujuy

El oficialismo provincial de Gerardo Morales se consolida con más del 40% de los votos (Frente Cambia Jujuy). En segundo lugar quedaría el FDT-PJ (con alrededor del 13%) y luego el FIT. Referentes nacionales del radicalismo estuvieron en Jujuy : Lousteau, Cano y Manes.  

Aquí para ver resultados provisorios. Se estimó una participación del 65%.  Telecomunicaciones

Ya no son servicio esencial por decisión del Poder Judicial. La semana pasada la Sala II de la Cámara Contencioso Administrativo Federal rechazó un recurso extraordinario para que la Corte Suprema intervenga sobre el tema. El ENACOM interpuso un recurso de queja ante la Corte para que se expida por el tema. 

Otro fallo de la misma Cámara otorgó a las empresas Telecentro y DirecTV la misma cautelar que permanece vigente para Telecom y le había permitido incrementar las tarifas de sus servicios. Las decisiones fueron tomadas por los jueces Luis María Márquez y José Luis López Castiñeira, mientras que la jueza María Claudia Caputi lo hizo en disidencia. 

El decreto 690 declaró en agosto de 2020, en el marco de la pandemia, que los servicios de telefonía, internet y TV paga son públicos y esenciales, congelando las tarifas hasta el 31 de diciembre y estableciendo la necesidad de que los aumentos posteriores cuenten con la autorización del Estado. 

Bajante del Paraná

El Río Paraná obtuvo ayer su marca más baja de los últimos 50 años, cuando alcanzó los 22 centímetros. De acuerdo al Instituto Nacional del Agua el río podría seguir bajando y llegaría a los 7 centímetros en los primeros días de julio. 

Los cargueros salen de los puertos del Gran Rosario con un 25% menos de la carga habitual por esta situación.

(Cenital)

Se veía venir, y parece que viene nomás. Diversos medios aseguran que está a la firma o ya se firmó el decreto que le otorga a la Administración General de Puertos (AGP S.E.) la concesión del mantenimiento del sistema de dragado y señalización del río Paraná por 12 meses. Consummatum est, podría decirse no sin cierto alivio, ya que --de confirmarse-- no sería lo peor que pudo suceder, si bien la cuestión fundamental –-la reafirmación de la soberanía sobre nuestro río-- sigue sin resolverse y los ganadores de la pulseada son, una vez más y todavía, las grandes multinacionales y sus valedores locales.

Según se sabe, la AGP licitará los servicios entre dragadoras privadas y sobre la base de lo que durante un cuarto de siglo realizó la empresa Jean de Null. Y si bien parece que a partir del nuevo decreto la AGP (o sea el Estado) cobrará peaje a las navieras por la navegación en nuestro río, con esto no termina la película de la entrega de soberanía. Al contrario, acaba de comenzar porque el gran tema pendiente es, por un lado, la fiscalización del comercio exterior hoy descontrolado (y el cual --con prolijidad y rigor–- podría llegar a pagar en pocos años el total de la deuda externa) y por el otro el inicio de un sistema de puertos nacionales, con florecimiento de la vieja e importante industria naviera, y de la marina mercante nacional.

Otro aspecto positivo es que, en los últimos años y paradójicamente "gracias" al macrismo, se desgastó completamente el mito de la eficiencia de la empresa privada frente a la ineficiencia estatal. En su lugar apareció, y hoy reluce, la mera verdad: que el modelo privatista se basa en apariencias y no en verdades; es prebendario del Estado al que corrompe, y además fomenta la explotación humana. Es más bien un tipo de empresa caníbal que para países como la Argentina, y en general del Tercer Mundo, resulta cruel y genera violencia. Por eso es necesaria la reivindicación de modelos públicos que, sobre todo si se establecen fuertes controles y penalidades, son mucho más eficientes que los modelos privatistas, como se viene probando en muchos países.

Como fuere, es imperativo tener conciencia de que son varios los asuntos pendientes a partir de la comprobación de que se ha perdido una gran oportunidad de dejar que la empresa Hidrovía S.A. se retirase sin costos para el Estado, lo que hubiese permitido recuperar no sólo los plenos derechos nacionales sobre el río, sino también el afianzamiento de las gigantescas posibilidades económicas que la Argentina hoy tiene vedadas.

La soberanía completa sobre el Paraná seguirá pendiente, a la vez que un montón de daños colaterales seguirán pesando sobre el país. Por caso la grosera y prepotente instalación de puertos extranjeros que funcionan como enclaves coloniales en nuestro territorio. O el ya enorme daño ambiental que se agravará aún más con los dragados abusivos que se hacen en estos mismos días dada la extraordinaria bajante de las aguas. Y bajante debida a la sequía provocada por los feroces incendios en la Amazonia y los desmontes descontrolados por parte de las agroempresas, tanto en Paraguay como en todo el norte argentino. Eso está impidiendo ahora el tránsito de muchos grandes buques y la solución no es, como se practica en estas horas, profundizar el lecho dragando más y más porque eso daña a un río ya herido.

Cabe decir que esta es una tara desdichadamente muy común en el mundo, debida a que faltan arenas para cada vez más gigantestas obras de ingeniería y para la extracción de petróleo mediante el llamado "fracking", que es un modo de destrucción de la naturaleza. Muchos países se roban arenas entre sí, y se sabe que algunos destruyen lagos y acuíferos con tal de extraer arena para satisfacer la impresionante y creciente demanda de hormigón. Esto, que desde hace tiempo es práctica usual en Asia, ahora nos toca a nosotros.

Y ni se diga de la magra y deficiente acción estatal en materia carretera. Porque si no se restablece con urgencia un sistema ferroviario como el que tienen todos los países con grandes puertos y hace décadas tuvimos también nosotros, el ya deteriorado sistema carretero, que en la Argentina es precario, insuficiente, ineficiente y caro, va a colapsar. Basta ver el impresionante tránsito de miles de camiones cargados de granos, o de arenas, que atosiga las rutas de Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y otras provincias, y que es encima muy peligroso. Son millones de camiones que circulan muchas veces sobrepasados en la tara permitida, provocando altísimos índices de accidentes y crecientes daños a las rutas que –-por si no lo saben–- pagamos todos.

Según el decreto de marras, no sólo los servicios de dragado y balizamiento se licitarían entre privados, sino que, mientras transcurran los 12 meses de esta concesión "corta", el Ministerio de Transporte encarará otra licitación, ésta de fondo y para el largo plazo, y parece obvio presumir sus posibles contenidos.

Seguramente por todo esto el ministro Guerrera fue, esta semana y dizque "en forma reservada", a anticiparle a los directivos de la Bolsa de Comercio de Rosario todos los cambios "a la firma" del Presidente. Y reunión en la que según diarios rosarinos estuvo acompañado por el jefe de Gabinete de ese ministerio, el abogado radical Abel De Manuele, quien cumplió similar función durante el macrismo a las órdenes del entonces ministro Dante Sica, y que habría sido el redactor del decreto. En tal encuentro, la BCR habría planteado que todo el proceso de licitación no debería afectar el para ellos "muy buen servicio" de dragado que se viene prestando y que en tiempos de una bajante del Paraná como la actual, es "imprescindible para que no se corte el transporte fluvial de cargas". 

También hay que decir, aunque pudiera fastidiar a algunos, que la cuestión de la soberanía del Paraná desnuda de paso la ominosa pérdida de sentido de Justicia Social y de moralidad que desde hace muchos años viene ganando a algunos sectores políticos, tanto del peronismo como de otras afiliaciones políticas. Menem fue letal en este sentido, por disolvente y cipayo, y dejó pésimos ejemplos que todavía esta nación está pagando.

Ha sido un proceso sigiloso el del decreto 949/2020, y el silencio generalizado ha sido sólido y constante. Y es curioso que se habla de soberanía en las Malvinas, pero se silencia el Paraná. Por eso desde algunos colectivos se alertó al pueblo argentino, lo cual quizás no sea jamás entendido por algunos escuderos del poder que sólo pretenden sumisión y silencio. Claro que el papelón mayor le corresponde al macrismo, cuya mudez en materia de soberanía y del Paraná en particular, ha sido total, maciza y desvergonzada. No hubo ni una sola declaración de JxC. Pero también se echaron de menos –­todo hay que decirlo– pronunciamientos de las jerarquías del Congreso: ni CFK ni Sergio Massa ­–ni la Cancillería– se pronunciaron respecto de la posible, inminente y ahora reencaminada privatización del Paraná.

Siempre útiles algunos hitos de la Historia, es imposible olvidar que fue Juan Perón quien en 1953, al inaugurar el Astillero Río Santiago, anunció: "Construiremos buques argentinos, en astilleros argentinos y por trabajadores argentinos". Las grandes mayorías populares no lo olvidan. Ésa es la esperanza. 

(Mempho Giardinelli en Página 12)

Varias décadas de expansión del capitalismo global monopólico han engendrado una enorme concentración del poder global que impacta sobre todos los aspectos de la vida social. La pandemia ha contribuido a desnudar los conflictos desatados por esta estructura de poder, tanto dentro de los países como a nivel internacional. Entre estas turbulencias se destaca la puja de un puñado de mega corporaciones por maximizar sus ganancias sin límite alguno, desgarrando en el proceso a las instituciones democráticas y afectando las decisiones y la capacidad de regulación de los Estados nacionales y de los organismos internacionales surgidos después de la Segunda Guerra.

En este contexto, el Foro Económico Mundial, que nuclea a las elites más poderosas del mundo, propone resolver la actual crisis sistémica “reseteando al capitalismo mundial”. Para ello, propugna la adopción de las tecnologías de la cuarta Revolución Industrial conjuntamente con una nueva forma de gobernabilidad mundial basada en la institucionalización de un diálogo entre actores que, con distintos intereses, provienen tanto del sector público como del privado y de la sociedad civil (empresarios, partidos políticos, sectores académicos, instituciones de investigación, organizaciones no gubernamentales, etc.). Este diálogo, sostenido a escala global, busca encontrar e implementar soluciones consensuadas a problemas comunes y globales. Debajo de esta fachada democrática se esconde, sin embargo, la estrategia de poder de un núcleo de monopolios tecnológicos que busca impregnar a las decisiones y regulaciones de las naciones y de los organismos internacionales con políticas que benefician a sus intereses específicos y consolidan su dominio sobre el mundo. En este modelo de gobernabilidad lo decisivo no radica en la relación entre los actores y sectores que se convocan sino en la disputa/negociación de las grandes corporaciones con los Estados nacionales y organismos internacionales. El objetivo último de las primeras es controlar los recursos y mecanismos de regulación que los segundos monopolizan y aplican en los territorios nacionales y en el escenario internacional.

En los últimos tiempos, sin embargo, el fracaso del mecanismo Covax en la lucha contra la pandemia ha mostrado los límites de este modelo de gobernabilidad multisectorial sacando a la intemperie la voracidad insaciable de un pequeño núcleo corporativo altamente tecnologizado y la dinámica irracional de un capitalismo que ha colocado a la humanidad en una situación sin salida. La impronta de ese modelo dominó a la estructura organizativa de Covax desde el vamos y los acuerdos logrados fueron el resultado de las decisiones de un conjunto de actores emanados de organismos públicos y privados, y de la sociedad civil: laboratorios, corporaciones farmacéuticas, institutos y organismos de investigación, representantes de la comunidad científica y fundaciones filantrópicas. Este conjunto fue liderado por la Fundación Gates y articulado por la Organización Mundial de la Salud, que quedó relegada a la supervisión. Covax fue lanzado en abril del 2020 y tuvo por objetivo lograr la contribución en dinero y otros recursos de los países más ricos para el desarrollo y producción acelerada de las vacunas contra el Covid-19. Otro objetivo fue la distribución mundial de 2.000 millones de estas vacunas en 2021, siguiendo para ello principios equitativos, a precios razonables, y sin costo alguno para los países más pobres.

Al día de la fecha Covax sólo ha repartido el 4% de las vacunas que se propuso repartir. Los gobiernos de los países ricos no invirtieron en Covax y, pasando por encima de los acuerdos estipulados, negociaron directamente con un puñado de corporaciones farmacéuticas para producir y apropiarse rápidamente de la mayor cantidad de vacunas. Así, a fines de junio del 2020 el Presidente Trump puso recursos técnicos, infraestructura y 10.000 millones (billions) de dólares al servicio de seis corporaciones farmacéuticas con las que firmó contratos sin estipular condiciones ni precios (marketwatch.com 24 6 2020). Hacia principios de junio de este año, sólo diez países habían administrado el 75% del total de las vacunas producidas en el mundo, algo que según el Secretario General de las Naciones Unidas “no sólo es claramente injusto sino contraproducente” (bbc.com 22 6 2021). Se refería así a la irracionalidad del acopio de vacunas por parte de unos pocos países frente a la carencia de la mayoría y a otros que las reciben con cuenta gotas. Esto ha permitido el avance incontenible de la pandemia y la mutación del virus en versiones cada vez más letales, situación que amenaza ahora con neutralizar la eficiencia de las vacunas existentes.

A poco más de un año de su creación, el mecanismo Covax demostró ser el escenario de una supuesta participación multisectorial que operó como fachada para encubrir el posicionamiento de un pequeño grupo de mega corporaciones farmacéuticas en su intento de realizar rápidas y enormes ganancias. Lograron así cooptar los recursos de los Estados más ricos y de la OMS y ganar “competitividad” frente a otras corporaciones farmacéuticas, infligiendo en el proceso un daño a la salud de la población mundial y facilitando la continuidad de la pandemia.

Naciones Unidas y el Sistema Alimentario Mundial

La convocatoria de Naciones Unidas para realizar a fines de este año una Cumbre Mundial sobre Sistemas Alimentarios y Desarrollo Sostenible parece seguir el mismo camino que siguió la OMS al organizar a Covax al inicio de la pandemia. Esto ocurre en un mundo donde la concentración económica avanza a pasos agigantados siguiendo una estrategia de control corporativo del sistema mundial de alimentos, tanto en lo que hace a la producción como a la comercialización, investigación tecnológica y financiamiento. En la década de los ‘70, 7.000 corporaciones controlaban la producción de semillas. Hoy la controlan sólo cuatro enormes agro-negocios. Esto es sólo un indicador del grado de concentración actual de la producción agropecuaria y de alimentos.

La digitalización de la vida cotidiana ha abierto un enorme potencial de ganancias y ha colocado a las actividades agropecuarias y a la producción y venta de alimentos en el centro de la pelea entre un puñado de enormes monopolios por la apropiación de recursos. Así, Amazon, Alibaba, Google y Tencent buscan hoy controlar a los agro-negocios y dominar a las cadenas de valor global de la producción de alimentos. En este contexto, la convocatoria de Naciones Unidas otorga a los monopolios tecnológicos una oportunidad única para imponer un modelo de gobernabilidad multisectorial a los organismos internacionales. Esta puede ser la fachada que utilicen para consolidar el uso de plataformas tecnológicas, inteligencia artificial, manejo del Big Data, robótica, etc., en la producción agropecuaria y de alimentos y, a través de estas tecnologías, expandir su dominio sobre recursos estratégicos para la vida humana y para el propio medio ambiente.

 Oposición a los monopolios y su modelo de gobernabilidad

Una encuesta reciente muestra que el 94% de los adultos norteamericanos rechazan el control de la oferta global de vacunas contra el Covid-19 por parte de las corporaciones farmacéuticas. Tanto los que votaron a Biden como los que eligieron a Trump lo rechazan con la misma intensidad. La mayoría de los encuestados considera inaceptable que las corporaciones farmacéuticas hayan obtenido ganancias sustanciales con vacunas desarrolladas con financiación pública. Así, si bien los norteamericanos han sido especialmente privilegiados en la repartija mundial de vacunas, pareciera que empiezan a olfatear que detrás de las vacunas existe una trama de intereses corporativos que poco tiene que ver con el bien común (zerohedge.com 20 6 2021).

Asimismo, en los últimos tiempos se empieza a delinear una estrategia que busca oponer resistencia a los monopolios en distintas áreas de la vida social. Esta estrategia pasa por la acumulación de poder de un modo descentralizado y tejiendo complicidades solidarias e intereses comunes de abajo hacia arriba y en forma horizontal. Esta estrategia busca poner fin a la fragmentación y el aislamiento individual que produce la concentración del poder, da visibilidad a los intereses comunes y permite articularlos con otros intereses, potenciando así el alcance y la eficiencia de las acciones que se toman.

Este modo de operar apareció desde principios de este año en el árido mercado financiero norteamericano. En otras notas hemos analizado la rebelión de miles y miles de pequeños inversores nucleados en el grupo wallstreetbets (WSB) de la plataforma social reddit. Potenciando el impacto de múltiples pequeñas inversiones, el WSB actuó en varias oportunidades al unísono y en la misma dirección con el objetivo de infligir daños a grandes fondos de inversión que, posicionados en corto, jaqueaban a determinadas empresas con problemas.

La estrategia de acumular poder de un modo descentralizado, de abajo hacia arriba, también aparece en el plan formulado por el Panel de Expertos Internacionales en Sistemas Alimentarios Sostenibles (IPES, Long Food Movement), que nuclea y pretende dar voz y poder político a diversas redes de movimientos agroecológicos y campesinos, cooperativas y sindicatos de pequeños productores ubicados en distintos países y regiones del mundo. El IPES propone una serie de políticas destinadas a impedir la degradación del medio ambiente y de la biodiversidad y a dar presencia y voz política a las pequeñas y mini-empresas que desarrollan la agricultura, la ganadería y la pesca en el mundo. Este tipo de producción, ejercida en zonas rurales y urbanas, hoy asegura la subsistencia del 70% de la población mundial. Asimismo y según el IPES hoy hay más de 350 millones de granjas que innovan con 7.000 cultivos diferentes y 38 especies animales frente a enormes agro-negocios que, desarrollando solo 12 cultivos y 5 especie animales, poseen más del 75% de las tierras fértiles disponibles y son responsables por la creciente degradación de la tierra y del medio ambiente. El IPES busca impedir que los monopolios tecnológicos controlen el futuro del Consejo Internacional Digital para la Agricultura y la Producción de Alimentos (International digital council for food and agriculture) y que impongan su estrategia de poder a los Estados y a los organismos internacionales especializados en la producción agropecuaria y de alimentos.

 La Argentina en el ojo del huracán

La Argentina puede producir alimentos para centenares de millones de personas. Sin embargo, más del 40% de su población y el 57% de los menores de 14 años son pobres. La producción agropecuaria está dominada por los agro-negocios mientras la producción industrial, y en particular los alimentos, son controlados por monopolios transnacionales. En estas circunstancias, el proyecto de un país inclusivo y soberano es imposible sin una transformación de la matriz productiva que permita, como manda la Constitución, satisfacer las necesidades de su población. Esta matriz viene de lejos y se profundizó con las políticas de Mauricio Macri y del FMI. Si bien no se la puede cambiar de un día para el otro, dejar pasar el tiempo sin aplicar políticas que tiendan a erradicarla implica profundizar las raíces de la pobreza y dar combustible a una oposición que siembre el miedo y el odio para desestabilizar a la democracia y controlar al país.

Esto es comprendido por los grandes empresarios que, olfateando debilidades y anticipando elecciones, han pasado a la ofensiva formando precios, especulando con los tipos de cambio, sobrefacturando importaciones y subfacturando exportaciones. Ahora anticipan una corrida cambiaria en los meses que vienen, cuando no haya cosechas para exportar, se acentué la caída de los precios de los commodities por los cambios que están ocurriendo a nivel internacional y haya que enfrentar pagos por 4.575 millones de dólares al FMI por amortización de la deuda e intereses. Creer que estas presiones amainarán si se hacen concesiones y/o una buena elección es creer en espejitos de colores. La Argentina está en el ojo del huracán que agita al mercado financiero internacional y a la pugna entre mega corporaciones. Su dependencia del dólar, sus recursos naturales y su producción agropecuaria atraen a las mega corporaciones que pujan por dominar al mundo. Al mismo tiempo, sus recursos, su gente y la coyuntura geopolítica le brindan la oportunidad de salir de la trampa.

La estrategia de vacunación seguida por el gobierno le ha permitido sobrevivir a las consecuencias del fracaso de Covax y a la violenta oposición macrista a las restricciones impuestas por la pandemia. Posicionándose geopolíticamente, el gobierno logró avanzar en la vacunación y empezar a producir localmente las vacunas. Ahora también puede fortalecerse políticamente si moviliza de abajo hacia arriba a sus votantes para controlar a la inflación en todos los eslabones de las principales cadenas de valor, empezando por los alimentos. Esto se puede hacer en forma organizada y con las restricciones que hoy existen por la pandemia. La formación de precios y la consiguiente inflación son actualmente el principal campo de batalla política. Movilizar es acumular poder y mostrar los dientes para imponer cambios a los poderosos intereses económicos y políticos que buscan desestabilizar al gobierno.

El último conflicto con la “mesa de la carne” y las organizaciones que nuclean a distintos sectores agropecuarios ha dejado al desnudo, entre otras cosas, la impunidad con que se forman los precios (6% de aumento de la carne durante el periodo en que las exportaciones estuvieron cerradas) y la impunidad con que se especula con los tipos de cambios, la subfacturación de exportaciones y las cantidades que se exportan. Esto ocurre a plena luz del día y ante organismos de control estatal que parecen dormir la siesta de la “simplificación de trámites” impuesta por el macrismo. Se impone pues un control inmediato de estos organismos y de la hidrovía por la que sale, sin control efectivo, más 80% de las exportaciones del país.

Por último, el gobierno podría aprovechar las turbulencias que azotan al dólar como moneda internacional de reserva, y los cambios que se están gestando en la estructura financiera internacional, para lanzar una moneda paralela que permita eventualmente poner fin a la dolarización de la economía.

(Mónica Peralta Ramos en "El cohete a la Luna")

Dos temas recorren la agenda del día, Poder y Soberanía. Intimamente relacionados entre si en tanto el poder soberano de lo común que tensiona con el poder de las élites, de los grupos minoritarios que pugnan por privilegios que les "diferencien" del resto, de los que creen que "ser mas" es atributo humano respecto de su hermano.

El poder como ejercicio de la posibilidad. La soberanía como la posibilidad de definir lo común en la administración territorial o de los recursos, riquezas, disponibilidades materiales e ideas creativas puesta al servicio de un país, de una nación, de un territorio definido como patria, casa común, espacio geográfico de pertenencia colectiva.

El poder como ejercicio de la posibilidad popular o el poder como ejercicio de la posibilidad de las élites o los grupos que concentran para si mayores riquezas, recursos, armas, dinero, en definitiva todo aquello que posibilita el ejercicio de esa posibilidad: imponer privilegios de pocos sobre muchos.

Soberanía popular o soberanía de las élites sobre los recursos y las administraciones para beneficio propio y no del conjunto de habitantes de ese territorio.

Un Estado como China. Un Partido político único como el Comunista Chino. La centralización de lo común. La posibilidad de lo colectivo.

Un Estado como los Estados Unidos de América (De Norte América) , Dos partidos políticos sosteniendo la ilusión de la democracia y la posibilidad de lo individual sobre la colectivo para el beneficio de élites minoritarias sobre las mayorías que las sostienen con su voto.

Una Europa decadente y un sistema electoral que demuestra la crisis de representación de los liderazgos políticos en occidente.

Un mundo ajeno, el de los países árabes, occidentalizados a fuerza de bombardeos y guerras.

Una América latina sodomizada por un colonialismo que aún sostiene sus sistemas de representación política, donde precisamente las soberanías populares y el poder de la comunidad Nacional organizada son utopías imposibles, y las élites gobiernan aún cuándo la ilusión de algún gobierno popular accede a la administración publica, pero débil para enfrentar a los poderes reales con sociedades altamente divididas y alienadas en su percepción de quienes se llevan los beneficios alentando las ideas neoliberales que hoy predominan en el mundo.

Argentina en medio de esas tensiones mundiales, fraccionando su realidad propia, limitando sus potencialidades y extranjerizando recursos y posibilidades.

Nadie se salva solo. Que cada quién haga su parte.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack

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