MARTES MOVIDITO EN UN FIN DE AÑO PESTILENTE ...

 

Los principales temas de un martes que pretende ser “movidito” … en estos días de la peste:

Noticias del coronavirus

En el mundo: 79.673.754 casos confirmados y 1.761.381 muertes. Ayer se confirmaron 441.861 casos nuevos (OMS).

En Argentina: 1.590.513 casos confirmados y 42.650 muertes. Ayer se confirmaron 7.216 casos nuevos y 218 fallecimientos (Ministerio de Salud de la Nación y Sala de Situación).

Hoy empieza en la Argentina la campaña de vacunación contra el coronavirus. Las provincias empiezan los operativos desde las 9 AM. En la etapa inicial se vacunará al personal de salud.

Durante la madrugada del día lunes comenzó la distribución de las vacunas Sputnik V en todo el territorio argentino para que, en el día de hoy, se inicie la histórica campaña de vacunación.

Los paquetes, conservados a -18 °C, fueron trasladados en camiones desde el centro logístico de Andreani, en Avellaneda, hacia todas las provincias, con la excepción de Santa Cruz y Tierra del Fuego, donde fueron enviados en avión.

La distribución se hizo sobre la base de la densidad poblacional del personal sanitario, el cual tendrá prioridad a la hora de recibir las primeras 300.000 dosis, ya que son la población con mayor riesgo de desarrollar la enfermedad porque poseen una mayor exposición al virus. Las fuerzas de seguridad, profesores y mayores de 60 años continúan en la lista. Buenos Aires fue el distrito que más dosis recibió (123.000) mientras que a CABA le entregaron 23.100.

Respecto a la vacuna de Rusia, son necesarias dos inyecciones, con una diferencia de 21 días entre cada una, para adquirir la inmunidad. Pero, a diferencia de otras vacunas contra el coronavirus que necesitan dos aplicaciones del mismo producto, la Sputnik V se basa en dos dosis con diferentes virus inactivos. Según un cable de Reuters, publicado ayer, la semana pasada arribó a Argentina la primera, que es más fácil de producir que la segunda, por su composición.

Según Alexander Gintsburg, director del Instituto Gamaleya, la inmunidad después de la primera aplicación dura unos 4 meses y tendría 85% de efectividad, un porcentaje inferior al 91,4% que se adquiere luego de la segunda dosis. Sin embargo, los ensayos clínicos de Fase III no han concluido y, por ello, el Fondo Ruso de Inversión Directa no publicó los informes finales, los cuales estarían disponibles en enero. Además, debido a estos contratiempos, ninguna revista científica ha respaldado los datos de la misma.

Respecto a los efectos secundarios de la misma, el Centro Gamaleya informó que 12 personas los 12.296 voluntarios sufrieron efectos adversos serios, aunque estaban relacionados con enfermedades preexistentes.

También, en el día de ayer, el ministro de Salud, Ginés González García, dijo en una entrevista con radio AM 750: “Hicimos un operativo realmente importante, no sólo es la llegada (de las vacunas) sino desembalar, verificar que estuvieran perfectas, que la temperatura había sido conservada todo el tiempo y reembalar otra vez con la temperatura indicada, con toneladas de hielo seco; se trabajó día y noche en varios turnos y eso hizo que ayer a la madrugada empezaran a salir los camiones a todo el país”.

Según el titular de la cartera de Salud, el proceso de aplicación demanda entre 8 y 12 minutos desde el momento en que la personas ingresa al centro médico hasta que lo abandona y explicó que “cada jurisdicción adecua cómo va a empezar mañana a la mañana (por hoy), en simultáneo, en forma equitativa y federal, la campaña de vacunación”, destinada primero a quienes “están en contacto con enfermos”. Según él, de acuerdo a fuentes provinciales, el 98% del personal sanitario está de acuerdo en recibir la vacuna.

Por otra parte, González García confirmó que 5 millones de dosis del fármaco ruso llegarán al país en enero, de las cuales 1.000.000 corresponderán a la dosis 2, y más de 14 millones en febrero. Y, al igual que el presidente Alberto Fernández, resaltó que hay cierta inequidad a la hora de adquirirlas, ya que “los países ricos compraron el 54% de la producción de vacunas” para su población, que alcanza a sólo el 13% del planeta.

En cuanto a las negociaciones para adquirir inmunizaciones de otras empresas, el ministro adelantó que, a principios de abril, llegarán a Argentina 22.400.000 dosis de la vacuna de AstraZeneca y la Universidad de Oxford. La misma podría ser aprobada en el Reino Unido en el día de hoy y comenzaría a ser aplicada a partir del 4 de enero. Según el dúo británico, posee 100% de efectividad en los casos graves de Covid-19 y costará US$ 4 versus los US$ 10 de la Sputnik V, US$ 19 de Pfizer o US$ 35 de Moderna.

Consultado por las negociaciones con Pfizer, González García no le escapó a la polémica y dijo: “No entendemos por qué tienen tantas exigencias, pareciera que no le tienen fe a la vacuna” y respaldó la posición argentina al explicar que “si con alguna firma ha sido generosa la Argentina, ha sido con Pfizer. Les ofrecimos la estructura para que hicieran el estudio clínico acá, hubo condiciones contractuales para las cuales hicimos una ley y hubo alguna cosa de la ley local que no encaja con lo que ellos quieren. Y la verdad es que es muy difícil para nosotros hacer otra ley, más allá de que no sería lo más digno para un país”.

Pero, pese a las tensiones, el Gobierno de Fernández continuará negociando con el laboratorio norteamericano, cuyas vacunas poseen 95% de eficacia y una amplia aprobación mundial. El Reino Unido, Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea, entre otros, ya comenzaron a administrarla. Además, se mantienen conversaciones con dos compañías chinas y con la empresa estadounidense Johnson & Johnson, que posee una inmunización de una sola dosis.

(El Economista)

Preocupa en Ecuador la ocupación de Unidades de Terapia Intensiva. Rusia ajustó su número de fallecidos por coronavirus: son 116.000 desde el inicio de la pandemia. España superó los 50 mil fallecimientos. Récord de contagios diarios en el Reino Unido: 41.385 y 357 muertes. Francia evalúa un tercer confinamiento. Sudáfrica endurece restricciones.

Ahora mismo, tal vez lo único que 2021 tenga a su favor es su condición de cuaderno en blanco.

Los expertos aconsejan ser menos ambiciosos con nuestras expectativas para el Año Nuevo: la inmunidad de rebaño está más lejos de lo que los científicos pensaban y las mascarillas seguirán siendo parte indispensable de nuestro guardarropa.

Según los estimados de los científicos, para acabar con el coronavirus se necesita que entre 60 y 70 por ciento de la población adquiera resistencia. Ahora, Anthony Fauci y otros expertos creen que ese número puede ser mayor.

¿En qué momento logra un país la inmunidad grupal o de rebaño? ¿Qué porcentaje de la población debe volverse resistente al coronavirus, ya sea mediante la infección o la vacunación, para que la enfermedad desaparezca y la vida vuelva a la normalidad?

Desde el comienzo de la pandemia, la cifra que mencionaron muchos epidemiólogos fue del 60 al 70 por ciento. La Organización Mundial de la Salud sigue citando ese rango, que suele escucharse durante los debates sobre el curso futuro de la enfermedad.

Aunque es imposible saber con certeza cuál será el límite hasta que lo alcancemos y se detenga la propagación, es importante hacer un buen cálculo, puesto que nos da una idea de cuándo es posible esperar volver a respirar libremente.

Hace poco, un personaje al que millones de estadounidenses acuden en busca de orientación, Anthony Fauci, asesor tanto del gobierno de Trump como del entrante de Biden, comenzó a aumentar paulatinamente su estimación de la inmunidad de rebaño.

En los primeros días de la pandemia, Fauci coincidía con la mayoría de los expertos y tendía a citar la misma estimación del 60 al 70 por ciento. Hace alrededor de un mes, comenzó a decir “70, 75 por ciento” por ciento en entrevistas de televisión. Y la semana pasada, en una entrevista con CNBC News, dijo “75, 80, 85 por ciento” y “75 a 80 más por ciento”.

Al día siguiente, en una entrevista telefónica, Fauci reconoció que había estado moviendo la meta de manera gradual, pero deliberada. Comentó que lo hace, por una parte, basándose en nueva ciencia, y por su intuición de que el país está listo para escuchar lo que en realidad piensa.

Por difícil que sea oírlo, dijo, cree que se necesita cerca del 90 por ciento de inmunidad para detener el virus, casi tanta como la que se necesita para detener un brote de sarampión.

Al preguntarles sobre las conclusiones de Fauci, epidemiólogos destacados contestaron que podría tener razón. El rango inicial de 60 a 70 por ciento fue casi sin duda demasiado bajo y el virus se está volviendo más transmisible, por lo que se necesitará una mayor inmunidad grupal para detenerlo.

Fauci dijo que, desde hace semanas, había dudado en elevar públicamente su estimación porque muchos estadounidenses parecían dudar de las vacunas, que tendrían que aceptar casi de manera universal para que el país pueda alcanzar la inmunidad de rebaño.

Ahora que algunas encuestas muestran que muchos más estadounidenses están listos, incluso ansiosos, para recibir las vacunas, dijo que creía que podía transmitir el duro mensaje de que el retorno a la normalidad podría tardar más de lo previsto.

Cuando las encuestas decían que solo la mitad de los estadounidenses se vacunarían, yo decía que la inmunidad de la manada tomaría entre el 70 y el 75 por ciento. Luego, cuando las encuestas más recientes dijeron que el 60 por ciento o más se vacunaría, pensé: ‘Puedo subir esto un poco’ así que de ahí salió el 80, 85 por ciento”, comentó Fauci.

Necesitamos ser humildes”, añadió. “Realmente no sabemos cuál es el número real. Creo que el rango real está entre el 70 y el 90 por ciento. Pero, no voy a decir 90 por ciento”.

Reflexionó que hacerlo podría ser desalentador para los estadounidenses porque no está seguro de que haya suficiente aceptación voluntaria hacia las vacunas para alcanzar ese objetivo. Aunque en las encuestas, la aceptación de las vacunas ha subido y bajado este año, varios de los sondeos actuales sugieren que alrededor del 20 por ciento de los estadounidenses dice no estar dispuesto a aceptar ninguna vacuna.

Además, Fauci señaló que una cifra de inmunidad grupal del 90 por ciento o más está en el rango de riesgo de contagio del sarampión.

Apostaría mi casa a que la COVID no es tan contagiosa como el sarampión”, dijo.

Se cree que el sarampión es la enfermedad más contagiosa del mundo; puede permanecer en el aire durante horas o pasar a través de las rejillas de ventilación e infectar a las personas en otras habitaciones. Según algunos estudios de brotes en cuarteles militares y dormitorios estudiantiles abarrotados, la enfermedad continúa propagándose hasta que más del 95 por ciento de todos los residentes están infectados.

Elda Cantú — El Times 

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Si buscas inspiración, los monjes cartujos en Francia saben algo del tema. Desde hace 900 años han sobrevivido incendios, plagas, saqueos y exilio, y son un buen ejemplo de cómo perseverar en la incertidumbre. “Saben vivir más allá del tiempo y saben vivir, también, en el presente”, dijo Nadège Druzkowski, una artista que pasó años haciendo un documental sobre el monasterio.

GRENOBLE, Francia — Cuando el mundo se puso en confinamiento este año, los monjes cartujos simplemente añadieron otra marca a su registro de 900 años de aislamiento autoimpuesto.

Los cartujos llevan una existencia profundamente ascética en los Alpes franceses occidentales y mantienen costumbres que apenas han cambiado desde que se fundó su orden, una de las más antiguas del cristianismo. Pasan los días solos, rezando por la humanidad y escuchando a Dios en el silencio que los rodea.

Frugales comidas de pan, queso, huevos, frutas, verduras, nueces y pescado llegan a través de un cubículo en sus celdas individuales. Con pocas excepciones, los monjes no entran en los cuartos de los demás, y rara vez interactúan, excepto para los servicios eclesiásticos de medianoche y de día, donde no se permiten instrumentos musicales. Y una vez a la semana, se pasean en parejas por los bosques que fortifican el monasterio.

Este estilo de vida interno ha sobrevivido a siglos de agitación externa: avalanchas, derrumbes, incendios terribles, guerras religiosas, saqueos, desalojos y exilio, ocupación militar, la Revolución Francesa y, sí, plagas. A través de los tiempos de caos terrenal, los cartujos prosperan de acuerdo con su lema de la Edad Media: Stat crux dum volvitur orbis (“La cruz es firme mientras el mundo gira”).

Este orden ha perdurado porque saben vivir más allá del tiempo y saben vivir, también, en el presente”, dijo Nadège Druzkowski, una artista y periodista que pasó casi cinco años elaborando un proyecto documental sobre el monasterio y sus paisajes circundantes. “Es una lección de humildad”.

En 2020, la filosofía cartuja funcionó a la inversa: mientras la COVID-19 detenía el mundo, su forma de vida siguió inalterable.

Los cartujos mantienen este estilo de vida aislado en gran parte a través de la producción y venta de la Chartreuse, un licor que los monjes inventaron hace siglos. Al igual que su homónimo montañoso y el color que lleva su nombre, la Chartreuse es aguda, brillante y profundamente herbal.

En Retorno a Brideshead, novela de Evelyn Waugh, Anthony Blanche la compara con la ingestión del arco iris: “Es como tragar un espectro de luz”. Un barman de Baltimore y superfan de Chartreuse, Brendan Finnerty, dice que sabe “como la Navidad en un vaso” o “Jägermeister de hierba”. Para mí, tiene el color y el sabor de la luz del sol de verano golpeando un dosel de hojas; imposiblemente vibrante, centelleante de vida, verde más allá de lo posible.

Cuando Francia entró en un confinamiento pandémico a mediados de marzo y de nuevo este otoño, poco cambió en el monasterio de Chartreuse o en su lugar de producción; incluso cuando los viticultores del país y los productores de otros licores, como el Coñac, el Cointreau y el Armagnac, se vieron en dificultades.

Sin embargo, los cierres de Francia, junto con los pedidos de quedarse en casa en Estados Unidos y Europa, hicieron que se cerraran los bares y restaurantes que suelen funcionar como el conducto secular para el licor monástico. Las ventas de Chartreuse cayeron a dos tercios de su nivel habitual, según un oficial de prensa de la empresa de destilación, Chartreuse Diffusion.

Ese mundo se hundió de manera dramática”, dijo Philippe Rochez, el director de exportación de la marca, “así que nos volvimos hacia lo que estaba abierto”. Este año, la empresa ha pasado de la industria de servicios a los comerciantes de vino y licores, esperando colocar a Chartreuse en los armarios y los carritos de bar de los hogares .

La empresa también ha mantenido su misión fundadora de buena voluntad y benevolencia durante toda la pandemia, al donar una parte de las ventas a un programa de ayuda para bármanes y regalar 10.000 litros de alcohol puro al hospital de Grenoble para las tareas de desinfección, tan necesarias en esta época. Los monjes también sacrificaron sus paseos sociales semanales, en solidaridad con el mundo exterior.

Estamos separados de todos pero participamos a través de nuestra oración”, dijo Michael Holleran, un sacerdote católico de la ciudad de Nueva York y excartujano que estuvo en la Grande Chartreuse, el monasterio principal de la orden, durante otros momentos de transformación del mundo, incluyendo la explosión del transbordador espacial Challenger y la caída del Muro de Berlín.

Por ahora, la compañía de licores tiene que seguir el camino de sus fundadores y tener paciencia. “Tenemos que aprender a vivir con el virus”, dijo Rochez, y eso llevará tiempo. En Chartreuse, por suerte, no hay nada más que eso.

Los cartujos tienen una perspectiva maravillosa”, dijo el padre Holleran. “Los días pasan muy rápido cuando se está inmerso en la sombra de la eternidad”.

Hace un milenio

Era el año 1084, y siete hombres en busca de aislamiento y soledad se refugiaron en las montañas de la Chartreuse en el sudeste de Francia, “la esmeralda de los Alpes”, como las llamó el escritor francés Stendhal.

Según la leyenda, siglos más tarde, en 1605, el monasterio de la orden cerca de París recibió un antiguo manuscrito de un alquimista para un tónico medicinal perfectamente elaborado de unas 130 hierbas y plantas: el “Elixir para una larga vida”.

Los monjes estudiaron y refinaron lentamente la receta hasta que en 1764 tuvieron un potente Elixir Végétal (de 138 grados de pureza), que un monje solitario, Frère Charles, llevó en mula a las ciudades y pueblos cercanos. En 1840, formularon una versión más suave, con un 55 por ciento de alcohol, la Chartreuse verde, y una más dulce, con un 40 por ciento, la Chartreuse amarilla. Ambas se han convertido en ingredientes populares para cócteles, mientras que el Elixir sigue vendiéndose medicinalmente para dolencias como indigestión, dolor de garganta y náuseas.

Hoy en día, la orden vende alrededor de 1,5 millones de botellas de sus tres productos emblemáticos anualmente: los licores amarillo y verde cuestan alrededor de 60 dólares, y las versiones añejadas en barril, 180 dólares o más. Cerca de la mitad de su producción se vende en Francia, siendo Estados Unidos el mayor mercado de exportación.

Las regalías retornan a unos 380 monjes y monjas cartujos que residen en 22 residencias monásticas de todo el mundo, incluyendo países como Argentina, Brasil, Reino Unido, Alemania, Italia, Eslovenia, Corea del Sur, España y Estados Unidos.

Durante mucho tiempo, el secreto de la Chartreuse ha sido la desesperación de los destiladores, así como el azul natural de los nomeolvides ha sido la desesperación de los pintores”, se lee en un documento de 1886 al que se hace referencia en una historia reciente de la compañía y la orden. El padre Holleran pasó cinco años en la supervisión del proceso de destilación, ordenaba los ingredientes y planificaba sus programas de producción. Cuando dejó el lugar en 1990, se convirtió en el único forastero vivo que conocía la antigua fórmula del licor.

Está a salvo conmigo”, dijo. “Por extraño que parezca, no me hicieron firmar nada cuando me fui”.


 
Este secreto comercial es tanto un golpe de mercado como una catástrofe potencial. “No tengo ni idea de lo que vendo”, dijo un presidente de Chartreuse Diffusion a The New Yorker en 1984. “Siempre estoy muy asustado. Solo tres de los hermanos saben cómo hacerlo, nadie más conoce la receta. Y cada mañana van juntos a la destilería. Y conducen un coche muy viejo. Y lo conducen muy mal”.

Además de los dos monjes que ahora la protegen, todos los demás —cartujanos o no— involucrados en la producción de la Chartreuse solo conocen fragmentos de la receta.

Dentro de la Grande Chartreuse, los monjes hábiles reciben, miden y clasifican 130 plantas y hierbas sin etiquetar en gigantescos sacos sin marcar (o, en 2020, sin código QR). Luego, en la destilería, cinco empleados que no pertenecen a la orden trabajan junto a dos monjes de túnica blanca para macerar, destilar, mezclar y añejar el licor. Un sistema computarizado también les permite monitorear virtualmente la destilación desde el monasterio.

A lo largo de su proceso de destilación de cinco semanas, y durante los años posteriores de añejamiento, esos dos monjes también son los que prueban el producto y deciden cuándo está listo para embotellar y vender. “Ellos son el control de calidad”, dijo Emmanuel Delafon, el actual director ejecutivo de Chartreuse Diffusion.

La orden es propietaria casi exclusiva de la empresa de difusión y trabaja con los empleados seculares de la empresa, que llevan a cabo las tareas demasiado ajenas a la vocación hermética de la orden.

Es su producto, y estamos a su servicio”, dijo Delafon. “Lo necesitan para mantener su independencia financiera. Confían en nosotros para hacer el vínculo entre la vida monástica y todo lo demás”.

El año de la covid

Este nunca iba a ser un año normal para Chartreuse.

Desde 1935, la ciudad de Voiron ha sido el principal lugar de fabricación del licor. Pero en 2011, dijo Delafon, los funcionarios regionales endurecieron las normas de destilación, principalmente dirigidas a los riesgos —incendios y explosiones de vapor, en particular— de hacer un alcohol de alta graduación. Después de todo, con 138 grados, el Elixir apenas escapa al umbral de la Organización de Aviación Civil Internacional para las mercancías peligrosas.

Los funcionarios, más o menos, consideraron que la destilería de Chartreuse era una refinería peligrosamente cercana a escuelas y hogares. “Era la Torre Eiffel de Voiron, y luego se convirtió en un problema”, dijo Delafon. “Completamente insoportable”.

Chartreuse buscó un nuevo hogar de producción, y se estableció en una parcela de tierra previamente poseída y cultivada por los cartujos a partir del siglo XVI. En 2017, trasladaron oficialmente la destilación de Voiron a la zona rural de Aiguenoire, a 15 minutos en carro de la sede de la montaña de Chartreuse y a tres kilómetros de la fuente de agua utilizada para hacer el licor.

Los cartujos volvieron a casa”, dijo Delafon.

Desde entonces, la compañía ha ido retirando lentamente la planta de producción de Voiron. A principios de septiembre, con algunos meses de retraso, la empresa trasladó finalmente todo el proceso —desde la destilación hasta el embotellado— a la planta de Aiguenoire, que costó 20 millones de dólares.


 La pandemia frenó, pero no detuvo, esta transición. Sin embargo, la COVID-19 interrumpió completamente el camino que Chartreuse hace desde Aiguenoire hasta los consumidores, especialmente en el extranjero, donde la compañía ha estado haciendo incursiones durante más de un siglo.

En 1912, un postre de duraznos nadando en una gelatina de Chartreuse hizo historia como uno de los últimos platos de primera clase servidos a bordo del Titanic. Antes y durante la Prohibición, algunos estadounidenses conocieron la Chartreuse a través del Last Word, un cóctel creado en el Detroit Athletic Club y vendido por 35 centavos, una suma considerable en 1916 y más de 8 dólares en términos ajustados a la inflación. Algunas décadas más tarde, en los años ochenta, otro cóctel de Chartreuse — el Swampwater a base de jugo de piña— gozó de una breve popularidad entre los bebedores en edad universitaria.

El renacimiento de la mixología en la década de 2000 reabrió la puerta a licores únicos como la Chartreuse. Un “favorito del barman”, a menudo se sirve en cócteles, con hielo o en postres con licor, dijo Tim Master, director senior de bebidas espirituosas de Frederick Wildman, el único importador de Chartreuse en Estados Unidos.

La tendencia actual por bebidas artesanales de lotes pequeños —junto con el color, sabor e historia inusuales del licor — ha ayudado a mantener la relevancia de la Chartreuse a pesar de su antigüedad.

Somos conscientes del tamaño de nuestro negocio: si eres pequeño, tienes que ser diferente”, dijo Rochez. “La ventaja que tenemos en el mundo de los licores es nuestro nombre”.

En San Francisco, el Saratoga, que permanece temporalmente cerrado debido a la pandemia, presume de tener una selección de 40 Chartreuses diferentes que datan de 1878. The Passenger en Washington, D.C., ha mantenido su Chartreuse refrigerada de barril durante años.

Finnerty, el barman de Baltimore, y Randal Etheridge dijeron que antes de la pandemia, consumían apenas una botella a la semana en su bar, Idle Hour.

Al principio, “tratábamos de sorprender a la gente con un licor de 110 grados de alcohol del que nadie había oído hablar antes”, dijo Finnerty. “Era divertido hacer que la gente lo tomara”.

Durante la pandemia, Idle Hour opera un pequeño patio al aire libre y ofrece opciones de comida para llevar, que incluye botellas de Chartreuse y el licor en tubos de ensayo de 50 mililitros.

Incluso en la pandemia, seguimos vendiendo mucha Chartreuse”, dijo Etheridge. “Solo la vendemos para llevar”.

Ese es el tipo de historia que a Rochez y a Master les encanta oír. Pero muchos estadounidenses probablemente han disfrutado del sabor de la Chartreuse en bebidas mezcladas sin saber nunca su nombre. Al comienzo de la pandemia, el reto de persuadir a los consumidores a abastecer sus hogares con el licor ácido-verde sin la ayuda de bármanes, sommeliers o cocteleros era desalentador, dijo Rochez.

Ha sido un desafío: la mitad del negocio de vinos y licores está básicamente cerrado”, dijo Master. “Tenemos que vender de forma inteligente. Lo que hemos visto es que las ventas en las tiendas al por menor se han disparado. La gente no va a salir a cenar o a beber, así que beben en casa”.

En Francia, Delafon ha seguido con la elaboración de planes para diversificar la línea de productos de Chartreuse. Con la creciente preocupación por los efectos sobre la salud del azúcar y el alcohol, dos importantes ingredientes del licor, la empresa explora otros posibles productos vegetales que podrían estar más en línea, moralmente, con los valores del monasterio: fitoterapia, aromaterapia, bálsamos y ungüentos, por ejemplo.

No sería la primera vez que los cartujos se reinventan. A lo largo de sus casi mil años de historia, la orden se ha recuperado de los desastres naturales, las expulsiones de los gobiernos, la peste, la pobreza y los impostores.

Cada vez se han levantado, recuperado y redefinido a sí mismos”, dijo Druzkowski, la documentalista.

Esa voluntad de transformación, sin dejar de ser fiel al legado de la orden, es a la vez un lujo y una salvaguardia en tiempos de agitación, dijo Delafon.

Cuando tienes raíces tan profundas”, dijo, “eso te permite olvidar el corto plazo y proyectar tu visión lejos, en el futuro”.

The New York Times

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Aborto

A partir de las 16 hs. comienza la sesión para tratar el proyecto de aborto legal, seguro y gratuito, que ya tiene media sanción de Diputados. Se podrá ver por aquí.

Alberto Fernández dijo ayer que espera que el proyecto se apruebe y ratificó que se trata de un tema de salud pública.


 
Aquí los puntos centrales del proyecto.

Se espera que la votación llegue en la madrugada/mañana del miércoles.

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Fórmula jubilatoria

Al mismo tiempo se va a tratar la modificación de la fórmula para los aumentos jubilatorios en Diputados. Empieza más temprano, a las 11 AM. Se espera también un tratamiento largo y una votación a la madrugada. 

La nueva fórmula se aprobaría con los votos del Frente de Todos y el apoyo del interbloque Unidad Federal para el Desarrollo, los diputados de Córdoba Federal y aliados como del MPN. 

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Assange

El próximo lunes 4 de enero una corte del Reino Unido va a decidir si extradita a Julian Assange a los Estados Unidos. El fundador de WikiLeaks pasó 7 años asilado en la embajada de Ecuador en Inglaterra hasta que el actual presidente ecuatoriano, Lenin Moreno, le quitó el asilo diplomático y lo entregó a las autoridades. Desde entonces está en prisión preventiva en Londres.

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Edenor

Pampa Energía, del empresario Marcelo Midlin, vendió la totalidad de los activos de la distribuidora de energía eléctrica Edenor. La empresa quedará en manos de la firma Transclor, de Daniel Vila, José Luis Manzano y Mauricio Filiberti, quienes habrían pagado 100 millones de dólares por la compañía.

Según esta nota de EconoJournal el valor de la transacción “se ubica muy por debajo de la cotización de mercado que tiene una compañía con casi tres millones de usuarios como Edenor”.

La operación todavía debe ser autorizada por el ENRE.

«La operación se estructuró por un valor total de compañía de unos US$ 200 millones, si se contempla también la deuda de Edenor, que asciende a US$ 98 millones. El grupo inversor desembolsará US$ 100 millones en dos cuotas«, explicó a EconoJournal una fuente directamente involucrada en la operación.

El grupo Manzano-Vila-Filiberti se quedará así con el 51,8% de la mayor distribuidora eléctrica del país. Fuentes del sector eléctrico coinciden en que el valor de la transacción que se ubica muy por debajo de la cotización de mercado que tiene una compañía con casi tres millones de usuarios como Edenor.

Distress

En un mercado que funcione con una macroeconomía estabilizada, la distribuidora fácilmente podría quintuplicar su precio de venta. Está claro que en el contexto que atraviesa Argentina nadie estaría dispuesto a pagar ese valor.

«Es un precio de distress, sólo entendible y aceptable en un contexto tan delicado como el que hoy atraviesa el país», explicó un accionista de otra distribuidora eléctrica. Formalmente, la sociedad compradora será Inversora Andina de Electricidad SA, una sociedad que es propietaria de Sodem, la controlante de Edemsa, la distribuidora eléctrica de Mendoza.

La elección de Inversora Andina, que es propiedad del grupo Vila-Manzano, apunta a facilitar la aprobación de antecedentes por parte del ENRE, el ente regulador de electricidad que llegado el caso deberá aprobar el eventual desembarco de Manzano y sus socios en Edenor.

Señales que no llegaron

Desde hace meses Edenor venía pidiéndole al gobierno alguna señal de que estaba dispuesto a encarar una recomposición tarifaria que permitiera encauzar el negocio. También le expresaron a fuentes oficiales que si la idea era nacionalizar o someter a la compañía a un estricto control de dirección por parte del ente regulador que también les avisaran porque en ese caso estaban dispuestos a ponerle un moño a la compañía y refugiarse en el segmento de generación. Esta última parece haber sido la señal que finalmente recibió Marcelo Mindlin, que se concentrará además en el negocio de gas.

¿Cuáles son los motivaciones que están detrás del desembarco en Edenor del consorcio encabezado por Manzano, Vila y Filiberti? «Es un acto de confianza en el país, creemos que habrá un acuerdo con el FMI y que la macroeconomía se va a estabilizar», explicó uno de los tres compradores. Los empresarios tienen buen diálogo con Sergio Massa, pero para concretar esta operación se supone que también lograron algún tipo de luz verde de Cristina Fernández de Kirchner, quien controla la política energética oficial.
El consorcio estará obligado además a realizar una Oferta Pública de Acciones (OPA) a los tenedores minoristas de Edenor, tal como lo establece la normativa local.
 

Econojournal

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Impuesto a la riqueza

El gobierno de Bolivia promulgó ayer el impuesto a las grandes fortunas votado por el Congreso. La nueva normativa grava a fortunas superiores a los 30 millones de bolivianos, unos 4.3 millones de dólares y alcanzará a 152 personas. 

El impuesto será anual y permanente para residentes en Bolivia, incluso extranjeros, y con bienes, depósitos y valores que tengan en el país y en el exterior. 

(Cenital. Com)

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Espionaje político y Lawfare

La Comisión Bicameral que fiscaliza a los organismos y actividades de inteligencia votó un dictamen que concluye que desde que la oficina de escuchas telefónicas pasó a depender de la Corte Suprema, con un DNU de Mauricio Macri y la anuencia del supremo Ricardo Lorenzetti, “la tarea desempeñada” por ese organismo –que pasó a llamarse DAJuDeCo (Dirección de asistencias Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado)-- excede ampliamente la misión de organismo rector de las captaciones de las comunicaciones, para constituirse en una colosal secretaría, con amplias funciones y sofisticadas estructuras a disposición de los resortes de una discrecional actividad jurisdiccional”. Para la mayoría de los integrantes de la comisión esa dependencia operó como “una herramienta a disposición del máximo tribunal para supervisar la persecución penal…” al convertirse en una suerte de auxiliar de las investigaciones. El texto pone en el foco de los cuestionamientos al presidente de la Cámara Federal, Martín Irurzun, que fue titular de la DAJuDeCo durante cuatro años, porque como camarista resolvía casos en los que intervenía el organismo. Uno de ellos fue el de las célebres escuchas a Oscar Parrilli, que apuntaban a espiar a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. Las conclusiones de la Bicameral, que preside Lepoldo Moreau, se apoyan en un análisis del organismo y también de casos como aquel, donde hubo filtraciones de conversaciones privadas a los medios de comunicación, con fines evidentemente políticos.

El dictamen de la Bicameral fue votado en una reunión que se hizo en la tarde del lunes por todos los senadores y diputados del Frente de Todos que la integran, que son ocho. Juntos por el Cambio, no quiso votar esas conclusiones, y tres de sus legisladores presentaron una nota en minoría con algunas objeciones, como que algunas argumentaciones surgen de “preconceptos” que se apoyan en “opiniones sesgadas”. El informe de 136 páginas que se hizo sobre el funcionamiento, las regulaciones y la integración de la DAJuDeCo, que incluye el análisis de filtraciones de escuchas en tres casos en particular: conversaciones entre Parrilli y CFK captadas en interceptaciones en una causa judicial y una precausa; los diálogos privados de ex funcionarios presos en el penal de Ezeiza tomados de los teléfonos públicos, en una causa donde se supone que sólo se escuchaba la narco Mario Segovia, que derivaron en la “Operación puf”; y pinchaduras a los teléfono de familiares de Santiago Maldonado. Las filtraciones a medios de comunicación, inauguradas con el famoso “soy yo, pelotudo”, de la expresidenta a Parrilli, se produjeron todas desde que las escuchas pasaron a manos de la Corte Suprema. 


El informe será entregado a CFK, como titular del Senado y a Sergio Massa, como presidente de la Cámara de Diputados. Es factible que, por el contenido, pueda derivar en alguna denuncia penal. Quienes aparecen señalados en circunstancias cuestionadas por la comisión son el camarista Irurzun, el director de la oficina de escuchas, Juan Rodríguez Ponte, y en cierta medida el supremo Lorenzetti, que como presidente de la Corte, aunque también los demás integrantes del tribunal que respaldaron que lo que en sus orígenes era un organismo dedicado exclusivamente a pinchar teléfonos para investigaciones judiciales se convirtiera en una megaestructura con capacidad incluso de inmiscuirse en investigaciones penales, y hasta de elegir los peritos especialistas en corrupción para cada caso, según señala el reporte de la Bicameral, como aquellos donde estuvieran implicados “funcionarios de alto nivel”. Algo que podría pasar, aunque es difícil que ocurra en lo inmediato, es que esta dependencia vuelva a la Procuración General de la Nación, de donde Macri la sacó por DNU. Ese decreto fue rechazado por el Senado, pero nunca fue tratado por Diputados, donde todos los debates se vuelven más complejos. De todos modos, el oficialismo tampoco es afecto a que la estructura vuelva a la estructura del Ministerio Público Fiscal (MPF) sin que haya una reforma y que cambie su titular, que ahora es el interino Eduardo Casal. Tanto la reforma judicial como la del MPF serían tratadas en las sesiones extraordinarias.

El texto del dictamen de la Bicameral de inteligencia explica que, por ejemplo, “solo en las subdirecciones de Asistencia en las Comunicaciones y en Delitos Complejos y Crimen organizado, la DAJuDeCo tiene asignadas 66 personas, lo que es equivalente a más de nueve secretarías de instrucción clásicas; además de permitirle ejercer una vigilancia panóptica de todas las investigaciones sen curso en los juzgados federales”. Recuerda que fue parte de la distorsión de la funciones del poder judicial como parte de la llamada “guerra judicial” o “lawfare”, marcada por la “connivencia con organismos de inteligencia, medios de comunicación y poderes fácticos” que llevaron adelante la “persecución da dirigentes políticos en el campo judicial”. Según la Bicameral, la Corte “legisló” al cambiar las funciones de la oficina de escuchas original y asemejarla a una policía judicial.

El informe se apoya en parte en el análisis de casos donde hubo filtraciones. Recuerda que las escuchas a Parrilli, pero dirigidas a CFK, se hicieron de manera sucesiva y aparentemente coordinada entre una precausa generada por la Agencia Federal de Inteligencia apenas desembarcó el macrismo, con Gustavo Arribas, que pidió investigar si su antecesor había cometido algún delito o llevado documentación, y otra donde se investigaba si desde el Estado se encubrió al narco Ibar Pérez Corradi. La primera estuvo a cargo de María Servini de Cubría y la segunda de Ariel Lijo. Empezaron en forma simultánea, pero las escuchas fueron sucesivas: Servini pinchó el teléfono desde el 30 de enero de 2016 hasta el 29 de mayo y luego desde el 24 de junio al 21 de septiembre lo hizo el juez Lijo. Parrilli tuvo el teléfono pinchado en forma directa durante 209 días.  Servini ordenó la destrucción de las escuchas pero quedó una copia o copias. La difusión de los diálogos empezó el 23 de enero de 2017, cuando la DAJuDeCo entregó transcripciones audios al juez, señala la Bicameral, que también cuestiona a Irurzun porque “intervino en su doble condición: como vocal de la sala II de la Cámara de Apelaciones, decidió por la revocatoria de un sobreseimiento en favor de Parrilli; y por el otro, en su carácter de máxima autoridad de la DAJuDeCo”, que se ocupó de pinchar los teléfonos en la misma causa.

Otro caso que toma el informe es la intervención de los teléfonos públicos del penal de Ezeiza, donde fueron escuchados, entre otros, Juan Pablo Schiavi, Roberto Baratta y Lázaro Báez. Algunas de sus conversaciones fueron difundidas también para generar una causa que pusiera en jaque el D’Alessio Gate, con el argumento absurdo de que había una especie conspiración de los presos kirchneristas contra el fiscal Carlos Stornelli, procesado con confirmación del a Cámara de Mar del Plata por espionaje ilegal. Las escuchas habían sido ordenadas por el juez Federico Villena en una causa sobre narco terrorismo donde se supone que quería escuchar a Mario Segovia, pero como quedó demostrado en la investigación de espionaje de Lomas, hubo un plan para espiar en la cárcel a los ex funcionarios y aliados kirchneristas. Con aquellas escuchas (que incluían conversaciones con abogados/as, algo que está prohibido) Elisa Carrió y su tropa promovieron una denuncia que tuvo a cargo el fallecido Claudio Bonadío. Que pidió todas esas escuchas. La Bicameral lo deja a salvo a Villena, diciendo que autorizó que su colega se las pidiera a la AFI, pero que se las requirió a la DAJuDeCo y que ésta le entregó una regrabación, cuya razón de ser, además, nadie explica.

Por supuesto que ni en el caso de Parrilli ni el de las escuchas en la cárcel investigadas por Bonadío como un supuesto plan contra Stornelli había delito alguno, pero sirvieron para ser utilizadas para generar desprestigio y desgaste político a CFK y el kirchnerismo. La Bicameral también muestra como la DAJuDeCo elaboró informes para justificar su accionar en cada caso, que los senadores cuestionan. Sobre Irurzun –muy cercano a Lorenzetti-- recordaron que su designación debió haber sido por sorteo pero no consta en ninguna acta y fue anunciada por los medios con dos días de anticipación.

El consejo asesor que designó Alberto Fernández para la reforma judicial una de las propuestas que hizo respecto de la Corte Suprema es que debe dejar de tener bajo su órbita a la oficina de escuchas. 

Página 12

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Que cambiemos el calendario puede no significar absolutamente nada. Estos últimos días del año de la peste, sin embargo, sugiere que abordar un nuevo calendario sí es una buena oportunidad para reiniciar nuestro estado de ánimo y combatir todo aquello que la pandemia ha puesto de manifiesto sobre las formas y maneras de pensar y hacer, imaginar y decir, trabajar y proyectar que hemos venido sosteniendo a lo largo del tiempo y que ha quedado demostrado en sus defectos e ineficiencias. El Egoismo neoliberal no es camino adecuado para nada … Cambiar de página el calendario implica una nueva oportunidad para construir un nuevo nosotros.


Daniel Roberto Távora Mac Cormack

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