A pesar de los pesares ...

Elecciones en Chile

Juan Carlos Ramírez Figueroa, Periodista e investigador chileno. Autor de Crash! Boom! Bang! (Ediciones Eutôpia), una teoría sobre la muerte del rock.

Escribe acerca de las elecciones en Chile en Página 12, hoy

La izquierda más progresista hace historia en Chile tras el triunfo de Gabriel Boric que obtuvo un 55,87% (4.618.480 votos) frente al 44,13% (3.648.394) del ultraderechista José Antonio Kast con el 99,94% de las mesas escrutadas. Casi 12 puntos de ventaja que ponen fin a uno de los procesos más polarizados e inciertos desde el retorno a la democracia en 1989. en una jornada extremadamente calurosa y con una notoria baja de la locomoción pública que no impidió que la ciudadanía fuera en masa a votar por su futuro.

Los records de Boric

Una suma de hitos rodea al nuevo presidente de Chile: a sus 35 años es el más joven (el 11 de marzo cuando asuma tendrá 36) y el más votado de la historia chilena, con un inédito 55% de participación electoral, otro récord más. También es la primera vez que un diputado en ejercicio como él se vuelve presidente. 

Además, acompañará el proceso del plebiscito ratificatorio de la Nueva Constitución que debería hacerse durante el primer semestre del próximo año. Todo, a una década de las grandes protestas estudiantiles de 2011 donde Boric, entonces dirigente de la Universidad de Chile, fue uno de los liderazgos más destacados.

Calor y falta de transporte

Fue una jornada compleja, ya que el país atravesaba una ola de calor que llegó a los 34 grados a la sombra en Santiago en recintos como colegios y gimnasios que no cuentan con aire acondicionado. 

Un problema que fue menor al lado de la falta de locomoción pública. Imágenes de micros (colectivos) estacionados, a pesar de que el gobierno de Sebastián Piñera aseguró que iba a implementar un plan especial de transporte público sólo potenciaron las sospechas de intervencionismo electoral, ya que justamente las comunas populares, donde el voto es tradicionalmente de izquierda, fueron las principales afectadas. Por eso, a pesar de que lo rápido del trámite, lo difícil era llegar a los locales de votación lo que generó, nuevamente grandes filas.

El reconocimiento de Kast y de Piñera

Pero incluso antes de ese cómputo —y la reacción de Boric— el derrotado reconoció en su Twitter haberlo llamado. “Lo he felicitado por su gran triunfo. Desde hoy el presidente de Chile merece todo nuestro respeto y colaboración constructiva Chile siempre está primero”. Luego vino el propio presidente Sebastián Piñera quien entre “consejos” y “alabanzas” le dijo: “Es una de las más grandes participaciones ciudadanas en mucho tiempo. La democracia cumplió y los chilenos han dado un nuevo ejemplo de democracia, usted fue parte de eso así que lo felicito”.

Boric le dijo: “Quiero que sepa usted que voy a dar lo mejor de mí para estar a la altura de este tremendo desafío, nuestro país saca lo mejor de sí, cuando nos unimos”. Hacia el final Piñera le dijo: “Sáquese una foto cuando entre a La Moneda y otra cuando salga, porque gobernar es muy difícil”. “Espero hacerlo mejor que usted”, le dijo, en una sorprendente salida que no logró perturbar al presidente.

Mientras, en prácticamente en todas las ciudades de Chile, la gente empezaba a celebrar, como en el sector de la Plaza de la Dignidad —rebautizada tras el estallido social de octubre de 2019— con banderas chilenas y mapuche y gritos como “¡Ganó el pueblo!” y “Ni un paso al fascismo”. No es menor: con la ola de calor y la notoria falta de locomoción pública había demasiadas razones para descorchar botellas de champaña, enarbolar banderas o simplemente abrazarse con los seres queridos.

La izquierda más progresista

Políticamente, esto significa la vuelta de la izquierda más progresista al poder en Chile tras cuatro años de Piñera, representante de una derecha levemente inclinada al centro, pero que no dudó en beneficiar a la clase empresarial durante la pandemia y a reprimir enérgicamente durante el estallido social de 2019. 

El programa de Boric aboga por un nuevo modelo de desarrollo, centrado en las energías renovables, los impuestos a las grandes fortunas y el fomento a la ciencia y tecnología; además de fortalecer los derechos de la mujer y las minorías sexuales, la salud (incluyendo la mental), el medio ambiente y la cultura.

Una propuesta que era lo opuesto a Kast, un nostálgico de la dictadura y fanático del neoliberalismo, quien proponía achicar al Estado, beneficiar a los grandes empresarios, cerrar el Ministerio de la Mujer (medida de la que luego se arrepintió), establecer zanjas para impedir la migración y dejar en libertad a los militares condenados por violaciones de DD.HH. en dictadura, por razones humanitarias.

El festejo multitudinario

Ante una multitud enorme, que recordaba el millón de personas que se reunió durante octubre de 2019 en Santiago, se dirigió en su primer discurso público en un escenario cercano a la Biblioteca Nacional (a unas cuadras de la Plaza de la Dignidad). De hecho el mismo Boric no pudo subir al escenario debido a que su caravana de auto no podía desplazarse durante largos minutos, hasta que él mismo decidió subirse caminando junto a su pareja, la cientista política Irina Karamanos, quien ya ha señalado sobre la necesidad de redefinir el cargo de “primera mano”. Finalmente tuvo que subir la reja que separaba la multitud, literalmente como una estrella de rock, mientras de fondo sonaba “El derecho de vivir en paz” de Víctor Jara, el himno del estallido social.

Entre fuegos artificiales y aplausos, comenzó saludando en mapudungun, la lengua mapuche, agradeciendo a los chilenos que “honraron su compromiso con la democracia”. “No importa en este momento si (votaron) por mí o mi contrincante. Lo importante es que mostraron su compromiso con este país que es de todas y de todos. También a quienes quisieron asistir a votar y no pudieron por la falta de transporte público. No puede volver a ocurrir que en un día tan relevante como este se prive a la gente de ejercer su derecho a voto”.

Los compromisos del nuevo presidente

Boric habló de comprometerse en “este proceso de cambios” que se extenderá por los próximos años y agradeció a todos los equipos que se sumaron, destacando a la doctora Izkia Siches la vocera de esta última etapa de la campaña; pero sobre todo a las mujeres, a las diversidades y a los niños y niñas “que nos llenaron de cariño y dibujos este viaje, con dibujos hermosos que expresaban la inocencia del Chile que aspiran, un Chile verde y de amor (…) Sé que no podemos fallarles”.

Tengo 35 años y sé y tengo claro que la historia no empieza con nosotros. Siento que nuestro proyecto es heredero de una larga trayectoria histórica, la de quienes desde diferentes posiciones han buscado incasablemente la justicias, la ampliación de la democracia y la defensa de los derechos humanos (…) Porque estamos en un nuevo ciclo histórico. Seré el presidente de todos los chilenos y chilenas”.

Reconoció que “los tiempos que vienen no serán fáciles” y que deberá hacerle frente a las consecuencias de la peor pandemia del último siglo, pero también del Estallido Social. Y con respecto a esto último señaló enérgico: “Nunca, por ningún motivo debemos tener a un presidente que le declare la guerra a su propio pueblo”. Esto último es significativo ya que alude a una frase desafortunada de Piñera, en medio de los disturbios de Santiago de 2019, asegurando que “estábamos en guerra”. Luego repitió el cántico que surgió entre el público: “Justicia, verdad, no a la impunidad”. 

Después se refirió al movimiento de donde surgió: “¿Cuántos de ustedes marcharon el 2006, el 2011, el 2012? Somos de una generación que emerge a la vida pública demandando que la educación sea un derecho y no un bien de consumo”. También habló de terminar con la AFP (lo que lo hace volver a su programa original), el particular sistema de pensiones chileno que hace a privados invertir con los dineros que la gente impone obligatoriamente para la jubilación sin hacerlos participar de las ganancias. “No queremos que sigan haciendo negocios con nuestras pensiones”

También habló sobre defender los derechos humanos, defender la nueva constitución y luchar contra proyectos que destruyan el medio ambiente “No a Dominga... No podemos mirar para al lado cuando la avaricia de unos pocos destruye ecosistemas únicos”.

Hacia al final selló su primer discurso con “Hoy día la esperanza le ganó al miedo. Chilenos y chilenas hemos llegado con un proyecto de gobierno, que se puede sintetizar en avanzar con responsabilidad en los cambios estructurales que Chile necesita. Nuestro gobierno va a ser un gobierno con los pies en la calle”.

Un hito histórico

Además de ser el presidente más joven de la historia del país, a sus 35 años Boric logró otro hito: es la primera vez que un candidato que no ganó la primera vuelta logra imponerse en la segunda. Pero pasará a la historia como el presidente que estará acompañando el proceso de la nueva constitución que debería votarse en un plebiscito de salida durante el primer semestre de 2022, sellando un nuevo ciclo en la historia de Chile donde ya el fantasma de Pinochet terminará por extinguirse.

De todas formas, el flamante presidente chileno deberá enfrentar también un momento económico post-pandémico que se traducirá en una recesión a nivel global que Chile deberá aprender a enfrentar sin sacrificar el proyecto económico reformista impulsado por el candidato y ante un Senado y Cámara de Diputados sin mayorías ni para la derecha ni para la izquierda. Sus primeras medidas, la conformación del gabinete y el papel de los partidos son incógnitas que comenzarán a despejarse en los próximos meses, tanto como los liderazgos que emergerán en la oposición.

Un desafío para una izquierda representada por el conglomerado Apruebo Dignidad, conformado por el Frente Amplio junto al Partido Comunista que, en Chile, además de ser un partido democrático ya gobernó durante el segundo mandato de Michelle Bachelet (2014-2018). Y aunque en un principio fueron críticos del rol de la Concertación que gobernó a Chile desde el retorno a la democracia en 1989, lograron sumar apoyo de figuras como la misma Bachelet y el expresidente Ricardo Lagos, además de partidos que conformaron esa etapa como la Democracia Cristiana, el PPD, el Partido Socialista y el Partido Radical. Una alianza que, sin duda, modificará el mapa político chileno.

Pero Boric, diputado desde 2014, representado siempre a su Magallanes natal, es hábil y capaz de tomar decisiones arriesgadas como cuando impulsó el acuerdo de la paz tras un mes de estallido social en 2019 que allanó el camino al plebiscito por la nueva constitución que logró imponerse un año después, con un 80% de aprobación, para reemplazar la carta magna de Pinochet de 1980. El costo, que él asumió fue “salvar” de alguna forma el gobierno de Piñera.

Aunque ganó la primera vuelta con 27,91% dejando a Boric en segundo lugar con 25,83%, Kast viajó a EE.UU. a reunirse con políticos republicanos, dueños de las AFP (administradoras de pensiones) que en el particular modelo chileno invierten internacionalmente el dinero que los ciudadanos imponen mensualmente para la vejez sin que estos participen de las ganancias y de paso, corrió el rumor que se reunió con la tercera mayoría —y sorpresa de las elecciones— el economista Franco Parisi (12,80%) quien hizo campaña sin moverse de Alabama, donde se radicó debido a una orden de arraigo en Chile por el no pago de pensiones alimenticias.

Boric en cambio, redefinió su discurso, potenciando temas como la seguridad, migraciones y la mirada al futuro, sumando a Izkia Siches, presidenta del colegio Médico como vocera, una de las líderes más carismáticas y queridas durante la pandemia. También logró eludir las provocaciones de la gente de Kast que tanto en debates televisivos como en redes sociales fueron pródigos en fake news y rumores, incliuyendo desde montajes fotográficos hasta acusarlo indirectamente consumo de drogas (que Boric desmintió en pleno debate mostrando en vivo un test anti drogas), una estrategia que nunca antes en Chile había llegado a ese nivel de profesionalismo político.

Boric propuso un giro en la política exterior

con miras a la integración regional

El presidente electo de Chile, Gabriel Boric, planteó la necesidad de dar un giro en la política exterior, según el senador Juan Ignacio Latorre, miembro de su equipo de campaña, quien anticipó que el objetivo es "una política multilateral basada en los derechos humanos y en el fortalecimiento de la democracia".


Latorre, senador por Magallanes, quien fue encargado del área en el comando del presidente electo, anticipó en diálogo con el diario El Mercurio
al menos tres ejes en los que se trabajará Boric durante los primeros meses: el ambiental, la integración latinoamericana y su coordinación con grandes potencias, y el fortalecimiento de la democracia.


"Una de las primeras medidas es subirnos al carro de Escazú, que es un acuerdo de justicia ambiental muy potente a nivel latinoamericano y donde Chile tuvo gran participación, pero después el gobierno de Piñera se echó atrás", aseguró Latorre.

"Esto se combina con una de las políticas que nosotros hemos definido como 'turquesa', verde y azul, climática y de protección de los océanos y, por tanto, es de un mínimo de coherencia subirnos a ese acuerdo y eso queremos que esté en las primeras medidas", añadió, informó el medio digital Emol.


El segundo punto marcado por el funcionario
fue la articulación de los países latinoamericanos y la integración del bloque en el escenario internacional.

 
"También queemos articular o ayudar a articular, porque tampoco va a ser algo solo de Gabriel, una coordinación mayor desde el sur de América Latina mirando al mundo, al Asia y a las potencias como China y EE.UU, pero con autonomía política", precisó.

"Estamos muy expectantes de todos los movimientos políticos que van a ocurrir en América Latina. El próximo año esperamos que Lula derrote a la extrema derecha (en Brasil), con (Gustavo) Petro en Colombia y que pueda haber una articulación de varios gobiernos progresistas", afirmó Latorre.


De acuerdo con el encargado del área de Comando,
el objetivo es generar "una política multilateral basada en los derechos humanos y en el fortalecimiento de la democracia", hecho que aseguró no se limitará solo a gobiernos de centroizquierda.

"Sin duda esperamos que en el cambio de mando eso se vea reflejado, en la primera instancia internacional, con la visita de muchos mandatarios de distintos colores políticos y Gabriel va a tener una disposición a conversar con todos y todas, poniendo siempre los intereses de Chile por delante", agregó. (Telam)

Corredores

El Gobierno nacional habilitó este lunes como corredores seguros internacionales cuatro pasos fronterizos terrestres ubicados en Santa Cruz para ingresos y egresos entre Argentina y Chile, con cupos diarios y protocolos sanitarios, por resolución administrativa y anexos publicados en el Boletín Oficial.


La Resolución Administrativa 1237/2021 de Jefatura de Gabinete autoriza la apertura como corredores seguros internacionales los pasos fronterizos de Cancha Carrera entre Río Turbio (Argentina) y Torres del Paine (Chile); Integración Austral entre Río Gallegos (Argentina) y Punta Arenas (Chile); Dorotea entre Río Turbio (Argentina) y Puerto Natales (Chile) y Río Jeinimeni, entre Los Antiguos (Argentina) y Chile Chico (Chile).


El Protocolo de apertura para corredor seguro terrestre provincial, presentado por Santa Cruz y aprobado por la Nación, fundamenta
"un descenso exponencial de casos sospechosos, probables y confirmados; acompañados de un adecuado desarrollo del plan estratégico de vacunación".

 
Los ingresantes al país por esos pasos fronterizos terrestres deberán acreditar el esquema completo de vacunación "por lo menos catorce días antes de su ingreso a la provincia (…) mediante declaración jurada exigida por la Dirección Nacional de Migraciones".


Asimismo deberán "presentar test de PCR negativo realizado en el país de origen dentro de las 72 horas previas al inicio del viaje", además de "poseer un seguro de salud COVID-19 obligatorio con cobertura de servicios de internación, aislamiento y /o traslados sanitarios".


En cuanto al cupo de ingreso diario, la norma recomienda hasta 200 personas por los pasos Integración Austral, considerando la cercanía de 66 kilómetros con el Hospital Regional Río Gallegos, y Río Don Guillermo, por su cercanía de 47 kilómetros con el Hospital SAMIC de El Calafate.


En los casos de Dorotea, considerando la cercanía de 14 kilómetros con el Hospital de Río Turbio, y Río Jeinimeni, considerando la proximidad de 2 kilómetros y las capacidades básicas sanitarias del hospital de Los Antiguos, la recomendación de ingreso diario es de hasta 100 personas.

Silbidos de un Vago N°21

Noé Jitrik, Crítico literario, ensayista, poeta y narrador, en “La Tecla Ñ”
Argentina: La sombra de Weimar, la política y la lectura detenida

En memoria de José Pablo Feinmann.

Creo que José Pablo Feinmann acierta en su artículo publicado en Página 12 el domingo 14 de noviembre -día de las elecciones, como se recordará, de ambigua resultado, es lo que prudentemente se puede decir- cuando evoca lo que pasaba en Berlín, capital de la Alemania pos bélica, llamada de Weimar, antes del advenimiento, podemos usar esta estruendosa palabra, del nazismo. Confusión de roles, la mentira a la vuelta de la esquina, brutalidades policiales, especulación desenfrenada y corrupción generalizada, inflación que devoraba todo, espías de todo tipo, pérdida de las esperanzas de cambio, ambiciones tortuosas y, por encima y por debajo, la dificultad de vivir, sin héroes en los que ampararse, la amargura de la derrota, el crimen sin explicación y tantos otros rasgos que describían una sociedad en descomposición. Y nadie que lo enfrentara con ánimo de frenar y curar el orgullo herido, nadie moralmente decidido y fuerte, casi todos en fuga, nadie a quien apelar para frenar esta vertiginosa caída. Y, en la sombra, quienes se preparaban para apropiarse y frenar lo que podría salir de tamaño desorden, o sea una revolución que podía haber seguido a la rusa. Lo que quedaba del ejército alemán y su resentimiento y los nazis que amedrentando, golpeando, persiguiendo, asesinando, impusieron algo que parecía un orden, siniestro, feroz, pero al que las masas se habían plegado casi con alegría.

Feinmann compara lo que pasaba en esa Alemania con lo que pasa aquí, en este país, y previene y advierte lo que ya sabemos pero que no nos animamos a definir y no lo enfrentan quienes deberían enfrentar esos brotes llamados técnica y respetuosamente “ultraderecha”, pero que en realidad están destinados a caer, irremisiblemente, en el modelo, si lo podemos llamar así, nazi. Brotes fangosos, amenazantes, ésos que se auto designan como “libertarios”, el esperpéntico Milei, el caviloso y siniestro Espert que cultiva una pinta de sentencioso obispo. Esa ralea crece, las elecciones les han dado un espaldarazo, hay gente que los apoya, gritan y amenazan como si esos gritos fueran a detener el alza de los precios de los alimentos o la inflación. Así empezaron los nazis sobre una república desconcertada y moralmente derrotada. ¿La nuestra? ¿O somos demasiado pesimistas?

En casi toda descripción del estado de salud de un anciano, después de enumerar sus males físicos, la imposibilidad de moverse por ejemplo, o la dificultad de respirar, se suele completar el cuadro señalando que, sin embargo, conserva su lucidez, una cualidad sin duda extraordinaria. Lo contrario sería la sombra y eso no da lugar a ningún rescate, paralítico y sin poder reunir dos palabras con sentido, qué más se puede decir. ¿Pero en qué consiste esa cualidad? En ese estado físico, y pese a él, puede ser una gran capacidad intelectual que se manifiesta porque quien es de esta manera celebrado sigue aportando al pensamiento y a la creación. O bien, modestamente, a que equilibra recuerdos del pasado con una conciencia del presente aunque no vaya muy lejos en la elaboración de esa ecuación; más resignadamente, a que saluda a quien corresponde, recuerda los nombres de quienes lo rodean, tiene preferencias televisivas y hasta políticas y lleqa a leer un libro entero. Cualquiera de esas manifestaciones es celebrada pero a veces sospecho que es por benevolencia sin entrar demasiado en detalles. Casi siempre eso es suficiente para tranquilizarse pero no se aplica si el merecedor de ese juicio sigue funcionando como lo hizo siempre y tiene algo que decir respecto de los conflictos en los que chapotean, normalmente, quienes actúan junto a él. ¿Se puede decir que Juan Filloy, a los 104 años, era “muy lúcido”, cuando era evidente que era tan genial como lo había sido siempre? Un ejemplo molesto para los benevolentes, debe haber muchos más: ¿Freud muy “lúcido”? ¿El Papa Francisco muy lúcido?” ¡Qué pregunta!

No se puede dejar de pensar en lo que sucederá después de estas últimas elecciones. En términos generales, la ecuación no será muy diferente de lo que ocurría antes: lo que se presenta como JxC intentará, seguramente, para conservar al menos cierta descolocada coherencia, seguir impidiendo todo lo que pueda las iniciativas del Frente de Todos, no vale la pena describirla, son muy conocidas sus penosas tácticas y su difusa estrategia; el FdT se propone ajustar sus modos de acción y tropezará con parecidas dificultades. Hay diferencias entre ambos protagonistas; JxC no se caracteriza por la sutileza, arremetió y seguirá arremetiendo y si tiene la oportunidad seguirá en lo mismo que ya ejecutó, una mezcla de autoritarismo arrogante y una mentalidad de arrebatiña y de hechos cumplidos; al FdT se le presenta una opción: o sigue poniendo la mejilla frente a las artimañas del bandolerismo protegido por el capitalismo monopólico o se pone firme y abandona las vacilaciones que lo llevaron a parecer, solamente digo parecer, inoperante. Creo que ambos mencionan, cada uno a su favor, que la diferencia entre ambos es de “modelos”. Puede ser, si por tal cosa entendemos en un caso la voluntad de no sucumbir ante las presiones del capitalismo monopólico y las extorsiones que minan toda posibilidad de soberanía y vida humana y, por el otro, lo contrario, o sea entregar el rosquete sin sonrojarse. Sobre lo que podemos esperar del enfrentamiento entre las dos fuerzas numéricamente más fuertes se puede seguir razonando, pero lo mejor será esperar las jugadas y examinarlas después y, entretanto, pensar en otros términos o niveles, eso se llama especular y no nos queda otra posibilidad. Es más fácil considerar las dos más llamativas novedades: tanto el crecimiento de la izquierda, de nutriente trotskista, como el de la  ultraderecha, una especie de proto fascismo a la criolla. Como en el Congreso tendrán casi la misma cantidad de representantes tal vez se entable entre ellos un enfrentamiento de tipo futbolístico que podría llegar a ser dramático, como lo fue en la Alemania nazi, o bien  grotesco aunque parece claro que puede haber un convenio de reciprocidad entre esos fascistoides, cuyos jefes, además de ser uno peludo y el otro calvo, son, a priori, incapaces de terciar en un análisis de cualquier problema que requiera algo de inteligencia, adherirán casi sin pensarlo a JxC, mientras que la independencia de juicio de los acérrimos defensores de los trabajadores los hará más sensibles a considerar lo que se juega en cada uno de esos problemas para los trabajadores de quienes se presentan como los únicos que piensan en ellos y los únicos que los defienden. Todo es hipotético, mera propuesta de pensar. ¿Llevará a alguna parte?

Pareciera que las librerías de la Argentina –supongo que también las de todo el mundo- se están reanimando un poco; lectores que han atravesado indemnes la pandemia y el desánimo vuelven a recorrer los anaqueles y de pronto se llevan algún libro, el mundo sigue andando. Y con las librerías las editoriales: las grandes publicando, casi como siempre, libros que suponen que se van a vender inexorablemente y, como siempre, suelen meter la pata además de ignorar la literatura que, como siempre, se refugia en las pequeñas, heroicos soldados de una gesta silenciosa, no se sabe cómo aguantan pero se sabe, igualmente, que la fe mueve montañas. Pero, por debajo, sinuosamente, como una sierpe, se mueve otra cosa, la lectura que es el alimento de libros, librerías, editoriales y hasta imprentas. Pareciera que lo que era obvio antaño, en estos tiempos hay que explicarlo, encomiarlo, defenderlo y, complementariamente, origina políticas de lectura que ojalá tengan éxito. Hay, se lo digo a mi amigo Juan Chaneton tomando un café, una crisis de la lectura. En otras palabras, leer no incide, como ocurría en otro momento, en el imaginario ni parece que proporcione respuestas, en el entendido de que el ser humano necesita respuestas para orientarse en la torpe selva del vivir cotidiano. Juan lo ratifica pero, observación decisiva, según él la cris es preliminar, no se lee porque la sociedad misma y sus expectativas de transformación están como detenidas, siendo la detención una de las peores manifestaciones de la crisis. Y para rematar la reflexión, cuando el mundo estaba tenso porque parecía que el sistema se estaba resquebrajando y muchos se sentían soldados de esa causa, buscar en los libros era imprescindible, los libros reforzaban las convicciones y alimentaban las esperanzas. De ahí ciertos fenómenos editoriales, Eudeba, el “Boom”, ese extraordinario baile cuya música era el psicoanálisis, el marxismo, la semiótica, la crítica, la novela, la teoría: se leía, en el transporte, durante la noche, hasta de pié. En consecuencia, ¿en qué consiste la crisis? O, en otras palabras, cuál es la forma de la cultura en la que vivimos ahora, a diario, abandonados los recuerdos, sin apelar a la melancolía.

20 Años no es nada …

Iván Schargrodsky, Director de Cenital, produjo este reportaje a Carlos Becerra, quién fuera el último jefe de la Secretaría de Inteligencia del Estado durante la Alianza. Recuerda los momentos finales de la gestión, señala que “el accionar de Duhalde tuvo mucho que ver con no ayudar y ponerle palos en la rueda al gobierno”  y asegura que “el radicalismo parlamentario no se sintió partícipe o actor principal, en un momento determinado, en la defensa del Gobierno”.

¿Cuándo se dio cuenta que estaba pasando algo fuera de lo normal el 19 y 20 de diciembre?

En primer lugar, el escenario en el Congreso. Tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado de la Nación, expresiones de los jefes de bancada o de la actual vicepresidenta manifestando la necesidad de que el Gobierno resolviera determinados temas y que sino no iba a tener el apoyo de la oposición. Además de ello, convulsiones sociales que se venían ratificando en Rosario, en el Gran Buenos Aires, en Córdoba en forma creciente. También un escenario económico muy serio y muy grave atento a que, por un lado, había una enorme presión de los sectores económicos nacionales en el sentido de buscar alguna solución a los problemas propios de cada sector. Y, por el otro, como muy importante, la negativa del FMI a cumplir, por una parte, sus compromisos de envío de las últimas reservas del crédito que se había tomado y que el Fondo tenía que enviar. Y actores políticos más directamente vinculados con la sociedad, como eran los intendentes del Gran Buenos Aires y de alguna gran ciudad del interior del país que hablaban, claramente, de la imposibilidad de contener la solicitud y la efervescencia social atento el escenario social provocado por la crisis económica.

Respecto a la situación dentro de la Secretaría de Inteligencia, ¿cómo fueron esos días previos al 19 y 20 de diciembre? ¿Había alguna información distinta de la que tenían otros actores? 

No. La Secretaría de Inteligencia era, un poco, la caja de resonancia de todo esto que le estoy diciendo por la información existente. Obviamente, le hemos informado al Presidente las dificultades por las que estaba atravesando el Gobierno y todo el sistema institucional. Nosotros estábamos absolutamente al tanto de que esto podía tener algún desenlace no querido, pero por otra parte también estábamos muy preocupados y, por supuesto, actuando respecto del rol que cumplía la oposición. Y, en ese sentido, tanto la jefatura de Gabinete como el Ministerio del Interior y otros ministerios actuaron en consecuencia de las instrucciones del Presidente para ver si se podían solucionar las cosas. Lo cierto es que el movimiento de los actores sociales y políticos estaba perfectamente en conocimiento de nuestro Gobierno. 

En una entrevista en 2019, usted dijo que Duhalde tuvo una participación fundamental en la caída del presidente Fernando De la Rúa. ¿A qué se refería específicamente? ¿Responsabilidad política o de algún otro tipo?

Yo siempre hago comentarios que tienen que ver con la política. Como decimos habitualmente los abogados: a confesión de parte, relevo de pruebas. Lo he leído y escuchado al Dr. Duhalde decir que tuvo un involucramiento del cual tiene que pensar si no tiene que arrepentirse, en la caída o el final del gobierno del presidente De la Rúa. Eso lo ha dicho él. Lo cierto es que él había estado un tiempo antes en EE.UU en reuniones empresariales y diplomáticas. Él había dicho que estaba dispuesto a asumir la presidencia de la Nación. Además, no fue de ninguna ayuda en esos días porque desde su propio ámbito político de mayor fortaleza, que era la provincia de Buenos Aires, el gobernador Carlos Ruckauf pedía a gritos irse del gobierno, cosa que ocurrió. Al momento que se fue el presidente De la Rúa, también se fue Ruckauf y, posteriormente, terminó siendo el canciller de Argentina. El problema político, económico, institucional del gobierno nacional lo tenía, también, la provincia de Buenos Aires. Y allí nadie puede dudar de cuál era el peso político que tenía, en su momento, el doctor Duhalde. Sin embargo, no se solucionaban los problemas de la provincia de Buenos Aires y no se ponía un mensaje de tranquilidad y de paz a los problemas que ocurrían en la provincia de Buenos Aires. De tal manera que cuando se fue el presidente De la Rúa, también presentó la renuncia el doctor Ruckauf. Nuestros jóvenes tendrán que hacer un verdadero ejercicio mental para explicarse cómo el candidato a presidente Duhalde, que dos años antes había perdido la elección sin necesidad de que De la Rúa fuera al ballotage, dos años después era el Presidente de la Nación. Yo digo que el accionar de Duhalde tuvo mucho que ver con no ayudar y, por el contrario, ponerle palos en la rueda al gobierno del doctor De la Rúa. 

Hubo un intento final de negociación con el peronismo para integrar el gobierno. ¿Usted llegó a participar? ¿Cree que se podría haber hecho antes? 

Sí, hubo un buen intento final de poner en práctica la cláusula constitucional que se aprobó y que, finalmente, se introdujo como novedad en nuestra Constitución reformada en Santa Fe en el '94. Esa inclusión permitía que el Presidente le aceptaba la renuncia al Jefe de Gabinete y convocaba a la Asamblea Legislativa para designar uno nuevo. Tuvimos la oportunidad de haber aplicado ese remedio constitucional y no se logró. En el fondo, se frustró por parte de los gobernadores peronistas. Algunos porque veían que el gobierno estaba a punto de caer y otros, creo yo, influidos por el doctor Duhalde porque era una forma de hacer salir al gobierno y de hacerlo ir del gobierno al doctor De la Rúa. Me parece que si hubiéramos tenido alguna actitud más solidaria y, por supuesto, más comprometida del peronismo y de los gobernadores peronista esto se hubiera logrado.

Hay, por lo menos, dos lecturas en el radicalismo a propósito de cuánto tuvo que ver el peronismo en la desestabilización y los saqueos. Están quienes dicen que hubo algunos pícaros que aprovecharon la situación y quienes dicen que fue motorizado, expresamente, por sectores del PJ.

Algunos pueden haber sido autonómicos de decisiones políticas, pero en las marchas que se hicieron los últimos días a Plaza de Mayo y las concentraciones en Buenos Aires había cuadras y cuadras de micros estacionados en el bajo. A la gente la llevaban los micros que venían del Gran Buenos Aires. Claramente esto es así. 


Le preguntaba porque hablando, tanto con Juan José Álvarez como con Chrystian Colombo, ellos decían que no había sido el Gran Buenos Aires el inicio de las protestas sino que ya había jarana, por ejemplo, en Mendoza y en Entre Ríos que era provincias que no estaban gobernadas por el PJ.

Es cierto, pero ninguna de esas movilizaciones y ninguno de esos episodios tenían el volumen político y la peligrosidad política e institucional que las movilizaciones y los saqueos en el Gran Buenos Aires y hacia la Capital Federal. Esto es obvio. Yo soy cordobés y vivo en Córdoba y he tenido siempre una visión provinciana analizando los hechos y los efectos causados en la centralidad del poder. Es imposible, ilógico pensar que episodios ocurridos en Mendoza o en alguna otra ciudad o provincia alejada del centro neurálgico de las decisiones políticas, como es la Ciudad de Buenos Aires, pudieran influir en términos finales. Cuando los intendentes del Gran Buenos Aires decían públicamente que ya no podían contener a la gente y, al revés de eso, les ponían los micros para que marcharan sobre la Capital. O la policía de la provincia de Buenos Aires no hacía cordón para proteger los supermercados y era como una fuerza de seguridad ausente. Comparto con los amigos, tanto con Juanjo Álvarez como con Chrystian, de que esto también había sucedido en otras provincias y se notaba que había, obviamente, una insatisfacción social creciente. Los hechos desencadenantes en el Gran Buenos Aires y en la Capital fueron los que, finalmente, dieron el puntapié final para la salida del gobierno de De la Rúa.

¿Cómo era la relación intra-radicalismo en aquel momento entre, por ejemplo, el Gobierno Nacional y el alfonsinismo? ¿Cuánto cree que tuvo que ver eso en el desenlace final?

Yo creo que el radicalismo parlamentario no se sintió partícipe o actor principal, en un momento determinado, en la defensa del Gobierno. Me da la impresión, además, que estaban muy tomados por la eclosión social muchos de los líderes parlamentarios del radicalismo en ambas cámaras del Senado y en Diputados. O algunos por lo menos, pensaban que el presidente De la Rúa debía dejar el Gobierno porque pensaban que, además, no había solución para los problemas económicos y su derivación social. Además, estaba planteado un enfrentamiento de buena parte del radicalismo con la decisión que había tomado el presidente De la Rúa de designar al doctor Cavallo al frente del Ministerio de Economía. Al principio, fue aceptado pacíficamente por el radicalismo, pero además consciente el radicalismo de que eso no había sido una idea originaria de adentro del radicalismo sino que había sido, entre otras cosas, planteada y sostenida por "Chacho" Álvarez, cosa que también ha sido, una vez más, clarificado en el cuento de la historia de esos días. Había disconformidad en la Unión Cívica Radical sobre la marcha del Gobierno. Había disconformidad con el ministro de Economía y con las medidas que se tomaban. Algunos actores del radicalismo interpretaban que el presidente De la Rúa no escuchaba a su partido, algunos parlamentarios pensaban lo mismo. Me parece que, en el final, algunos parlamentarios también le plantearon al presidente De la Rúa que debía renunciar. 

¿Cree que si la relación hubiera sido diferente el desenlace podría haber sido diferente?

Yo era de los que sostenían que había que afirmarse en el Gobierno. Poco tiempo después, el doctor Duhalde tuvo episodios tan o más graves que los ocurridos durante el 20 y el 21 de diciembre. Usted recordará a Kosteki y Santillán y todas las movilizaciones y problemas sociales que hubo y el doctor Duhalde no se fue del Gobierno. Su partido lo apoyó, lo bancó, estuvo firme. A mí me parece que no estaban dadas las condiciones para producir un cambio en la posición que tenía el presidente De la Rúa respecto de algunos temas y tampoco estaban dadas las condiciones para que el radicalismo reflexionara poniendo otro tipo de elementos de juicio y retomar, de esa manera, la acción de Gobierno. Hay que agregarle a esto, que no es menor, que en el último tramo de los últimos días del Gobierno también el presidente De la Rúa tenía poca voluntad política de seguir en el Gobierno.

Hay diferentes versiones sobre esa idea de armar un gabinete de unidad nacional o incorporar al peronismo. ¿Fue propuesta de Enrique “Coti” Nosiglia en la reunión en el Elevage?

Coti Nosiglia ayudó muchísimo en aquel momento. No tenía una responsabilidad funcional al Gobierno, pero ayudó muchísimo porque su trabajo político dentro y fuera del partido permitió acercar a muchísima gente y que comprendieran el escenario que estábamos viviendo. En aquella reunión del Hotel Elevage, se planteó esa posibilidad. No estuvieron de acuerdo algunos gobernadores, por ejemplo, Néstor Kirchner que no estuvo de acuerdo. Yo recuerdo perfectamente bien que, en una conversación un poco distanciada de la mesa principal que tuve con él, me manifestó que se volvía a su provincia y que no estaba dispuesto a avalar nada que se hiciera en ese sentido, manifestando su no involucramiento. Estuvimos muy cerca de concretarlo.

¿Cómo se enteró usted de la renuncia del Presidente? ¿Qué fue lo primero que hizo una vez conocida la renuncia?

Me enteré por la placa roja de Crónica. Yo venía de conversar con el Presidente y, cuando volví a mi despacho, me encontré con la placa roja de Crónica que decía: "Renunció el presidente De la Rúa". 

En la reunión que habían tenido ustedes, ¿De la Rúa no se lo había comentado?

No.

¿Recuerda qué hizo en ese momento?

Lo que hice fue prepararme para irme de mi función.

¿Lo consultó con el Jefe de Gabinete o con el propio Presidente?

No. 

Hay varias versiones sobre quién dio la orden para reprimir en Plaza de Mayo. ¿Usted sabe quién fue? ¿Lo recuerda? ¿Está esa información?

El Estado de Sitio fue decretado y después levantado. El Estado de Sitio lo firmó el presidente De la Rúa y, por supuesto, el ministro del Interior. Pero, al mismo tiempo, atento a los saqueos y a las manifestaciones que se hacían en el centro de Buenos Aires, la responsabilidad estaba en manos de la autoridad judicial que comandaba, casi en forma directa, la Policía Federal para la represión de los episodios de vandalismo. Yo no puedo decir, en este momento, porque además sería estar por encima de la propia investigación judicial de esos propios hechos ocurridos en Plaza de Mayo y zonas aledañas. Lo cierto es que allí aparece, no solamente la Policía Federal, sino que aparece la presencia judicial corroborando y, de alguna manera, verificando el accionar de la policía. A mí no me consta que esa represión haya sido resuelta, en forma directa, por el ministerio del Interior, porque no me consta quién dio la orden.

Hay tres versiones: que la orden la dio la policía, que la dio el ministerio del Interior y que la dio la Justicia Federal a cargo de la doctora Romilda Servini de Cubría.

El brazo ejecutor era la Secretaría de Seguridad. 

¿No está claro, aún hoy, quién dio esa orden?

Digo que no está claro porque lo cierto es que en lo que se ha analizado y lo que se ha juzgado hasta ahora en los Tribunales Orales sobre este tema, ha sido responsabilidades del Presidente sobre los que ha sido sobreseído, responsabilidades del ministro del Interior que está muerto y la responsabilidad de la Secretaría de Seguridad en donde, efectivamente, la justicia ha dicho que hay algún dato de responsabilidad. Lo que nadie duda es de que, por lo menos por los hechos investigados por la justicia, era la propia responsable de la Justicia Federal en aquel momento quien tenía bajo sus órdenes, por lo menos, a un sector de la Policía Federal. 

¿A 20 años del 2001 cree que se aprendió algo?  

Creo que aprendimos todos los argentinos. No solamente aprendimos porque es una experiencia dolorosa la del 2001. Aprendimos en términos económicos de las cosas que no hay que hacer y por los cuales no hay que repetir errores, de los efectos sociales desgraciados que producen esos escenarios económicos, pero aprendimos, también, cómo hay que cuidar las instituciones. Superamos el episodio traumático del 2001 preservando las instituciones. Llevábamos 38 años de democracia ininterrumpida, de vigencia de las instituciones, del juego del rol de los poderes y esto es un terreno ganado por el pueblo argentino a todas las interrupciones facciosas que trajeron, como consecuencia, el deterioro de nuestro país durante tantos años. Lo que creo, sí, es que también debiéramos tomar como antecedente que la propia Constitución nos resuelve, en la imaginación inteligente de los constituyentes, hasta los problemas más graves. Tomo esto como una experiencia que creo que nos ayudará a no repetir episodios parecidos, que ojalá no se produzcan nunca más. Pero, si ocurrieran, hay que saber que tienen solución desde el punto de vista institucional.

Los números de la pandemia

Se notificaron 27 muertes (16 hombres y 11 mujeres), que suman personas fallecidas desde marzo del año pasado hasta la fecha a causa de la COVID-19. y 5337 nuevos contagios

El porcentaje de ocupación de camas en Unidades de Terapia Intensiva (UTI) permanece al 34,9% a nivel nacional y al 38,1en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).


Con estos nuevos números, un total de 5.395.044 personas cursaron la enfermedad, de los cuales 5.237.599 son pacientes recuperados y 40.515 permanecen como casos activos.

La provincia de Buenos Aires con 1955 casos; la Ciudad de Buenos Aires con 1126; Córdoba con 707, y Tucumán, con 542, fueron las jurisdicciones que acumularon más contagios en las últimas 24 horas.

Fuente: Sala de Situación del Coronavirus en Argentina

Agenda de la semana

  • Hoy se realizaron homenajes y actividades oficiales por los 20 años del 19 y 20 del 2001. A las 11.30, el presidente Alberto Fernandez encabezo un homenaje en Casa Rosada con presencia familiares de víctimas de la represión. 

  • El martes a las 13 habrá reunión de Comisión de Presupuesto y Hacienda. La oposición busca emitir dictamen para tratar un proyecto que exime del pago de Bienes Personales a contribuyentes cuyos bienes representen un valor igual o inferior a los 6 millones de pesos. En la actualidad, el piso es de 2 millones de pesos. El proyecto ya tiene media sanción del Senado. 

  • La justicia inspecciona hoy el “Pozo de Arana”, un centro clandestino de detención en el que fueron hallados restos calcinados de 15 personas en base al relato de sobrevivientes. Se presume que en el lugar actuaba el grupo de represores que comandaba Miguel Etchecolatz. La visita de los jueces es parte del juicio oral Arana II.

  • La FIFA empieza a discutir hoy la posibilidad de hacer mundiales cada dos años. Fuerte repudio de Primera Mañana.

Embajador

El Senado norteamericano aprobó el pliego de Marc Stanley para ser el embajador estadounidense en la Argentina, ocupando el cargo que dejó vacante Edward Prado tras la derrota de Trump en las elecciones.

Stanley fue presidente de la Autoridad de Finanzas Públicas de Texas; miembro de la Junta de Visitantes de la Universidad de la Fuerza Aérea de EEUU; y miembro del Consejo del Museo Conmemorativo del Holocausto de los EEUU durante la presidencia de Obama. Además, presidió el movimiento “Abogados por Biden” durante la campaña electoral. 

En su presentación ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Stanley dijo, entre otras cosas: “Argentina es un hermoso bus turístico que no tiene ruedas”. 

Ley de Minería

La ley de zonificación en Chubut, sancionada por la legislatura provincial y que habilita la minería, provocó un fuerte repudio popular en varias de las principales ciudades. Ante esta situación, el gobernador Mariano Arcioni decidió la realización de una consulta popular, para que la población se expida directamente sobre el tema.

La posibilidad de que se habilite la actividad minera en Chubut divide agua desde hace tiempo. El propio Arcioni se había opuesto cuando era candidato. Pero al llegar a la gobernación comenzó a ver con otros ojos la alternativa, ante una caja provincial jaqueada por la falta de recursos.

La semana pasada, la legislatura de Chubut había aprobado la ley de zonificación. Estaba previsto que se tratara más adelante, pero de forma sorpresiva se dio luz verde al proyecto que permite la megaminería en la provincia patagónica. Lo hizo con 14 votos positivos y 11 negativos.

Esto provocó un aumento de la tensión y la proliferación de protestas en varias de las principales ciudades. En Rawson, hubo enfrentamientos y corridas frente a la legislatura, que se extendieron hasta el ministerio de Educación provincial. Hubo detenidos y heridos de bala que fueron trasladados al Hospital de Rawson.

Luego de esta situación, el propio Arcioni había anunciado que no daría marcha atrás con la aplicación de la ley. Sin embargo, hoy anunció que derogará la ley y que impulsará un plebiscito provincial "para escuchar a todas las voces del pueblo".

(El Cronista – Economía y Política )

Las noticias e información, los datos y las reflexiones e interpretaciones que estos ofrecen, se suceden como insumos inagotables de una vida que demanda cada vez mayor conocimiento y participación. Nadie se salva solo. Que cada quién haga su parte.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack


Comentarios

Entradas populares de este blog