Del pensamiento conciente y responsable ...

 

Ningún Humano está de más.

11 de Julio Día mundial de la Población: Ningún ser humano está demás, es necesario distribuir y reorientar lo que producimos

Los datos actualizados de ONU, dan cuenta que la población del mundo en 2022 llegara a fin de año a los 8000 millones Por edades y porcentajes la población mundial se divide de esta manera: de 0 a 14 años 25,3%; 15 a 64 años 65%; más de 64 años 9,7%.

Entre las mega-tendencias, que se destacan en los informes derivados desde ONU, hay tres principales: 1- La baja en la fecundidad femenina mundial que ha pasado de 4,5 hijos en 1970 a 2,5 hijos cinco décadas después. 2- El aumento en la expectativa de vida que pasó de 64,6 años a comienzos de la década de 1990 a 72,6 años en 2019. 3-El continuo crecimiento de los niveles de urbanización. En 2007, por primera vez en la historia humana, vivieron más personas en zonas urbanas que en zonas rurales, y para 2050 estiman que alrededor de 2/3 de la población mundial vivirá en ciudades.

Desde diferentes organizaciones internacionales entre ellas la mismísima ONU, se afirma que el crecimiento de la población es uno de los mayores factores que más inciden en: el agotamiento de los recursos naturales; la degradación del medioambiente; el aumento del desempleo y el aumento del costo de la vida. .

Desde nuestra Federación observamos e interpretamos de otra manera la información y los datos provenientes desde la ONU. Además atendemos a las afirmaciones más recientes de otros demógrafos por ahora en minoría, que sostienen que transitamos hacia un «invierno demográfico». Estos estudios se apoyan centralmente en dos indicadores: 1-La comprobada desaceleración en el nivel de fertilidad, en parte lograda por políticas públicas de control y restricción de la natalidad y 2- El progresivo envejecimiento de la población mundial.

Si falta comida, agua, vivienda digna, a una inmensa parte de la población del mundo, si hay un enorme deterioro del medio ambiente natural, no es por la acción simultánea ejercida por un exceso poblacional. Los recursos medioambientales de la Tierra son finitos, pero estamos muy lejos de una escasez y un abuso por falta de espacio, o de recursos ejercidos por una superpoblación mundial.

La salida pasa por cómo se distribuye lo que se tiene por medio de una democracia real, cómo se pone fin al sistema financiero internacional, y cómo se reorienta el gasto destructivo (industria militar, consumo suntuoso, extractivismo, etc), hacia una producción constructiva (ciencia y tecnología al servicio de la calidad de vida; salud y educación integrales, hacia una cultura de la no violencia).

Desde nuestra Federación sostenemos que ningún ser humano es una carga para el mundo, ninguna persona es un gasto. Todo ser humano, en la medida de su capacidad, puede contribuir al logro del bienestar común.

  Equipo de Coordinación Internacional de la Federación Internacional de Partidos Humanistas

(Texto publicado en International Press Agency (Pressenza)

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Golpe Financiero

Leandro Gabín, periodista de Infobae. Fue redactor especializado de la sección Finanzas & Mercados del diario El Cronista Comercial. Anteriormente se desempeñó como editor de Finanzas en el semanario El Economista y colaborador de varias revistas especializadas en mercados de capitales. Escribe en la edición digital de domingo de “El Economista

La corrida cambiaria y económica llegó para quedarse y Silvina Batakis está teniendo un bautismo de fuego al frente del Ministerio de Economía. Sin un plan económico (algo que nadie debería pedirle ya que tomó el cargo entre gallos y medianoche en medio de una crisis de gobernabilidad), el mejor escenario para “La Griega” es que el temporal pase lo antes posible con el menor costo para el nivel de actividad.

Pero el fogonazo inflacionario que deparó la salida irresponsable de Martín Guzmán y la traumática llegada de Batakis (una economista militante, lejos de los deseos del mercado y los empresarios que pedían un recambio de peso) llevará la inflación de julio a niveles insospechados. El economista y diputado nacional José Luis Espert cree que este mes el aumento de precios podría llegar a 10%.

Las remarcaciones de precios (en torno al 20% y 30% desde el fin de semana pasado), el faltante de productos, y el aviso explícito de los empresarios a Miguel Pesce de que liberen los dólares o habrá aumentos significativos en los alimentos, se transformó en el escenario de la Argentina actual. Los ejecutivos de la Copal, con Daniel Funes de Rioja a la cabeza, le transmitieron a Pesce lo que vendrá: "Si no nos dan los dólares para importar, los precios de los alimentos van a subir 15% de una sola vez".

El Central pisó las importaciones y complicó insumos esenciales para las alimenticias como el papel, cartón, envases, latas y esencias, entre otros productos. El drama para la economía argentina es que los alimentos venían subiendo al ritmo de la inflación (en torno al 5-7%) pero no se habían plegado a la ola de remarcaciones que sufrieron el resto de los bienes desde el fin de semana pasado. El golpe de los alimentos, además de traer la inercia inflacionaria general, será doble y aumentaría drásticamente la pobreza.

Esta es, salvando las distancias, una economía más parecida a la de los finales de los '80 e inicios de los '90 que la de los últimos 10 o 15 años de Argentina", describió un empresario pyme que paralizó sus ventas hasta ver a qué precio le llegará en la nueva lista. "Los despachos que teníamos acordado lo estamos cumpliendo, pero no tomamos nuevos pedidos".

A la corrida en la economía se suma la corrida financiera, que en realidad empezó en junio con el desmadre de la deuda en pesos y el paso de comedia oficial cuando Enarsa (sin coordinar con Economía ni BCRA) salió a vender $9.000 millones en títulos. La actual, que profundizó lo que venía, se produce en medio de rumores sobre la permanencia de Alberto Fernández en el Gobierno, versión que mutó ayer jueves a la supervivencia de Sergio Massa en el elenco oficial.

El dólar que operan las empresas para dolarizarse tocó los $300. La brecha es eterna (133%) y el tipo de cambio oficial que Batakis dice que es "competitivo" y con el que se "siente cómoda" existe cada vez menos para la economía.

La dinámica del BCRA y su situación en relación a las reservas netas también luce comprometida. Si bien con la imposición de mayores restricciones a importaciones logró acumular dólares, este mes ya pierde US$ 650 millones.  Para el banco CMF, donde se desempeña el ex vice del BCRA Gustavo Cañonero, dicen que esta dinámica se complica aún más si tenemos en cuenta el pago de interés del próximo lunes para los bonos soberanos por un monto de US$ 700 millones.

"También se debe tener en consideración que las liquidaciones del agro a partir de julio descienden. En este contexto, aunque el BCRA ha demostrado su vocación por emitir lo que sea necesario para sostener el mercado de bonos en pesos, el mayor riesgo es que la gran masa de pesos volcada al mercado el último mes encuentre a un BCRA sin mayor capacidad de reacción en el mercado cambiario", advierten. 

"El mejor momento ya pasó. Las metas de reservas después del dibujo de junio, ya no se van a cumplir", afirmó Miguel Kiguel durante una charla a clientes de MegaQM. "El Gobierno sigue con su política procrastinadora con el tipo de cambio, que va muy por debajo de la inflación. Y muy por debajo de lo que necesita la Argentina". Kiguel dice que estamos 10 puntos abajo de diciembre pasado. "Tenemos un problema y no se cómo termina, no me animo...el Gobierno no quiere devaluar", dice.

En otra charla paralela y el mismo día, Emmanuel Alvarez Agis (que rechazó el ofrecimiento de subirse al Titanic del Frente de Todos) dijo que el dólar oficial no está barato. "Esta crisis no se soluciona con una corrección de tipo de cambio", afirmó. "No viene por ahí. Este no es un tipo de cambio apreciado. Lo que está pasando es que la incertidumbre con la trayectoria fiscal generó una crisis de la deuda en pesos. Una devaluación no es un solución y puede agravar los problemas", agregó.

En un webinar de Puente, Agis dijo que “no es estable la dinámica donde estamos” y vaticinó un segundo semestre que va a ser más contractivo en términos de actividad. “Las nueva restricciones van a incrementar el costo de reposición que es un número desconocido. Vienen momento complicados”, avisó.

Por ahora el temor no se trasladó al sistema financiero, históricamente sensible ante momentos de zozobra económica. Cuentan desde un banco privado de capitales extranjeros que hubo salida de depósitos en dólares tanto el lunes como el martes, y menos el miércoles y el jueves. "Estamos lejos de los máximos de salidas de 2019/2020. La crisis, para los bancos, está recontra manejable. Y la gente hace lo normal, va al colchón o la caja de seguridad, sin dudas", explicó un ejecutivo bancario.

Por el contrario, las colocaciones en pesos, siempre un termómetro para medir si las empresas salen a mansalva a dolarizarse al CCL, están creciendo. "Hubo un flight to quality, salieron de bonos CER y T+1 y se fueron a plazos fijos y money market. Los más conservadores ni siquiera money market. Si van a perder plata, porque la tasa no alcanza, que sea en lo más conservador", remarcó.

Este nivel de desequilibrio puede ser peor en las próximas horas. El mundo político y económico está a la espera de otra “cadena nacional” de Cristina Kirchner en El Calafate, este viernes. La duda es si saldrá a incinerar otra vez al Gobierno o llamará a la unión (o evitará definciones). Por lo pronto, Batakis respaldó los mismos temas que CFK le criticaba a Guzmán: acuerdo con el FMI y cuentas fiscales más ordenadas.

La vocera presidencial salió a aclarar que tampoco en esta instancia está en estudio el Salario Básico Universal, pedido por Cristina y toda La Cámpora. ¿Realmente llegó Batakis con el aval de Cristina? De lo que diga la vicepresidenta el viernes saldrá la respuesta más contundente. Y la próxima página de esta crisis sin fin.

Los responsables de la economía: Cuáles son las empresas que más remarcaron precios

Vicentin, Molinos, Nestlé, Ledesma y Unilever, entre otros, enviaron listas con aumentos de precios récord. Además, recortaron envíos especulando con los incrementos.

El desbarajuste de aumentos de precios especulativos por sobre cualquier lógica inflacionaria llegó en las últimas horas a las góndolas de alimentos y canasta básica. Una vez más, fueron las grandes marcas las que picaron en punta con listados de subas que los comercios consideraron muy importantes por el nivel de aumento y rechazaron en masa. En paralelo, se profundizó el proceso de cuotificación de entregas de mercaderías, con marcas importantes y oligopólicas que están enviando menos del 50 por ciento de su producto a las cadenas comercializadoras.


Según fuentes del sector fabricante, en el pelotón de los que aumentaron muy sobre la media están las siguientes firmas: Vicentín (que no sólo fabrica aceites y derivados sino algodones y pañales), Nestlé, Milkaut, Molinos Río, Molino Cañuelas, Papelera del Plata, Unilever, Ledesma, Dominó, Hileret, La Cachuera, La Virginia y Dos Hermanos. Son, de acuerdo a la información a la que accedió este diario, más de 200 productos de consumo básico entre los que hay azúcar, edulcorantes, leches, pan rallado, galletitas, mayonesa Hellmas y Caldos Knorr (Unilever), café instantáneo Nescafé y caldos Maggi (de Nestlé), yerba mate Amanda, papel higiénico y rollos de cocina (Papelera del Plata).

Las subas en esos casos son, en su mayoría, de un piso de 10 por ciento y máximos de 20 o 30 por ciento. Al tope de las subas está Vicentin. La firma santafecina, que estuvo a punto de ser estatizada por Nación y luego el Estado se volvió atrás con la idea, envió incluso especificaciones de productos y avisos de cuotificación. Algunos ejemplos, el Algodón qu fabrican vía Algodonera Avellaneda y las toallitas íntimas subieron 30 por ciento, los pañales un 25 en el caso de la variante para bebes y de casi 40 para los adultos. Este último rubro está fuertemente cuotificado en un 45 por ciento de los envíos.

Fuentes del sector aseguraron, ante la consulta de este diario, que las maniobras especulativas están relacionadas con cierto temor a un congelamiento de precios que se aplique bajo la conducción de Economía en manos de Silvina Batakis. En paralelo, esgrimen problemas con el dólar y las importaciones. Allí dos puntos: las restricciones para importados casi no tocan a la industria de canasta básica y, por otra parte, estas listas que se publican en este artículo llegaron el martes último, cuando ya la volatilidad cambiaria se estaba acomodando.

Lo comerciantes recibieron las listas con una sorpresa grande. "Venían pidiendo aumentos del 4 por ciento y ahora se descuelgan con un 20", dijo un comerciante del interior. Las grandes superficies, en tanto, se están negando al traslado de precios, dado que están fuertemente controladas por el Gobierno. En las remarcaciones antes mencionadas y, sobre todo, en la cutoficación, hay un síntoma de presión devaluatoria. Es que los proveedores están vendiendo en cuotas productos que fabricaron, por lo menos, hace seis meses, a costos muy inferiores a los actuales y no impactados por la volatilidad reinante con posterioridad a la renuncia de Martín Guzmán y la asunción de Batakis.

Muchas de las empresas que aumentaron los precios estuvieron este miércoles reunidas con el titular del Banco Central (BCRA), Miguel Pesce. Fue en el marco de un almuerzo del funcionario con la Coordinadora de Productores de Alimentos (Copal), entidad que preside Daniel Funes de Rioja. Fuentes del encuentro aseguraron que allí no se habló de coyuntura pero sí de un tema que afecta a las firmas, que es la capacidad de tener dólares para importaciones y contar con financiamiento. Con esta dinámica tendrá que lidiar la nueva ministra Batakis: un esquema de compañías que piden asistencia al Estado pero que no responden con precios lógicos.

Según fuentes privadas contaron a este diario, ya hubo sondeos y charlas previas del nuevo secretario de Comercio Interior, Martín Pollera, con algunas firmas del sector. Ell problema de las remarcaciones especulativas lo sufrieron, con diferente intensidad, todos sus antecesores: primero el ex secretario Roberto Feletti, que expuso públicamente las maniobras en una conferencia de prensa; y luego Guillermo Hang, hombre designado por Guzmán que sólo duró 44 días en su cargo habiendo presentado su renuncia el sábado, junto con el resto de los secretarios que acompañaban al ex ministro.

La otra mirada

Raúl Dellatorre, Licenciado en economía, periodista y conductor. Escribe en Página 12

A partir de dos enfoques distintos, tanto Cristina Fernández de Kirchner el viernes en El Calafate, como Alberto Fernández este sábado desde Tucumán, advirtieron sobre la conducta especulativa del capital financiero para torcer la realidad económica en favor de sus propios intereses y en perjuicio del conjunto del pueblo. El presidente se refirió a "la embestida de los últimos meses, y en especial de las últimas semanas, de grupos concentrados poderosos que quieren maximizar ganancias por vía de una devaluación". La vicepresidenta extendió la observación a todo el período desde 2003 a la fecha, para subrayar cómo dispararon el precio del dólar paralelo cada vez que se tomaron medidas para poner freno a la fuga de capitales. "Si no los dejás sacar los dólares del país se comportan como adictos dispuestos a sacártelos de cualquier manera, por las buenas o por las malas". Y agregó: " en este caso, por las malas es hacer estallar la economía del país, si es necesario, para que le den lo que quieren".

La economía argentina enfrentó, en la última semana, un nuevo ataque especulativo en los mercados cambiarios, con saltos inéditos para la actual gestión en las cotizaciones de los distintos tipo de dólares paralelos. Para cuidar las reservas internacionales (divisas en el Banco Central), el gobierno impuso algunas restricciones a la venta de dólares (a precio oficial) a empresas y particulares.

La reacción a estas medidas de quienes se oponen a todo tipo de regulación no son una sorpresa. Los grupos concentrados más ligados a las finanzas (que no son sólo las entidades financieras) activaron los mecanismos para poner en tensión la plaza local. Dispararon el precio del dólar blue, cuya cotización está lejos de ser un resultado de "un mercado de libre competencia", y de los dólares "financieros" o también llamados "bursátiles", el contado con liqui y el MEP (sigla de mercado electrónico de pagos, ya que opera a través de transacciones electrónicas entre las bolsas locales y del extranjero).

Los valores que se pagaron en algunas de estas operaciones no tendrían ninguna racionalidad si no obedecieran a otros intereses. ¿Quién estaría dispuesto a pagar 300 pesos por un dólar, si no fuera porque especula a multiplicar los resultados de esa apuesta si le tuerce el brazo al gobierno y logra "sacarle" una devaluación?


Cristina insiste en que esta dependencia del dólar, divisa que además queda en manejo de sectores fuertemente concentrados que le disputan el control de la política económica al gobierno, es un problema central de la economía argentina. Es lo que la vicepresidenta define como "economía bimonetaria" y que intenta poner en el centro del debate económico desde hace un tiempo. "Si no nos ponemos de acuerdo y no hay solución a este problema, ni aunque gane Mandrake el mago las elecciones puede resolverlo", graficó. Minutos antes, había vinculado las corridas cambiarias y la escasez de dólares, con los fenómenos de las devaluaciones y la inflación que afectaron a distintas etapas de la historia económica argentina.

Quizás no sea casual que Alberto Fernández también le otorgara un espacio central a su discurso por el Día de la Independencia a la corrida de los últimos días, caracterizando además las intenciones de sus responsables. "Estamos ante una embestida de grupos concentrados poderosos que quieren quedarse con toda la renta, a través de una devaluación que maximice sus ganancias, con la codicia de siempre, para amasar fortunas en paraísos fiscales", lanzó. Los acusó además de "sembrar incertidumbre y temor, lanzando versiones falsas de todo tipo, buscando generar enfrentamientos, vernos desunidos". Y advirtió que la sociedad argentina no tolerará "más golpes de Estado ni de mercado".

No es una señal menor que el gobierno, a la vez en sus dos referentes principales, caracterice el conflicto como un ataque especulativo o golpe de mercado lo que otros intentan describir como una reacción "racional" contra "excesos de control estatal" o "cepos". Y, a la vez, le otorguen centralidad al tema en el debate político.

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El tema medular: ¿Quién decide?

El Estado, en su forma republicana, representativa y federal supone que los gobiernos que surgen del pleno ejercicio de los derechos y deberes propuestos como contrato social en las democracias participativas, son los encargados de decidir las políticas publicas que orientan, regulan y equilibran el juego de intereses y poderes que, dentro de las reglas y leyes que establece la constitución y las normas , permite a cada quién ejercer sus libertades y respetar sus obligaciones y esas mismas leyes que reglamentan el ejercicio de esos poderes, distribuidos de los modos que la democracia define, ya para los grupos y corporaciones privadas como de aquellas empresas o actores que desde los sitiales publicos participan en la construcción de la realidad en su dimensión nacional.

El asunto es que el Estado funciona por el aporte de los privados. Es decir que no hay Estado sin ganancia privada … pero, ¿Esto le otorga al sector privado con mayor participación en la recaudación Estatal la facultad de resolver y decidir respecto a ambos roles? En las complejas relaciones actuales siquiera el conjunto de grandes capitales privados parecieran ser parte mayoritaria en la participación de los presupuestos nacionales. La relevancia no es por el nivel de aportes que hace el sector sino mas bien porque es el sector que aporta mas dólares. He aquí la cuestión: Aportan menos pero aportan dólares. Por tanto cuanto mas devaluado el peso su menor aporte, pesa mas en las necesidades del Estado respecto de atesorar dólares como reserva o para sostener niveles de deuda que les permitan mantener las compras al exterior (Importaciones) y los pagos de deuda en moneda extranjera con el que se financia el déficit del Estado.

La perdida de soberanía financiera y monetaria es la razón que le permite a los sectores dolarizados producir los problemas y argumentar las soluciones que alimentan sus negocios pero repiten y tornan crónicos los problemas de las cuentas públicas, mediáticamente sostenidos en los relatos que convalidan como cierta y universal, las formulas que producen ciclicamente los mecanismos por los cuales estos sectores de poder, ejercen de hecho su poder y concentran cada vez mas privilegios, riquezas y poder.

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Lo humano como distinción

En una dimensión mas profunda y filosófica, pero al mismo tiempo práctica y cotidiana en sus manifestaciones y en estas formas sistémicas en como ordenamos nuestras vidas en comunidad y producimos e intercambiamos bienes y servicios (O nos apropiamos del esfuerzo de otros muchos no aportando demasiado), esta la cuestión última irreductible que confronta el deseo y las subjetividades individuales, respecto al orden común que nos obliga a ceder algo de aquello y aportarlo como tributo a ese orden humano del cual necesitamos en tanto ningún individuo sobrevive solo y aislado y ninguna comunidad puede autoabastecerse sin conflictos o contradicciones respecto de las formas en que se toman las decisiones que afectgan relaciones interpersonales y de la comunidad en su orden y funcionamiento.


Co
n un aspecto similar al de una estrella musical, el filósofo francés Éric Sadin (París, 1972) se ha propuesto una tarea ciclópea: desentrañar esos episodios que, aunque desconcertantes, hoy gobiernan nuestras vidas. ¿Por qué triunfan burdas teorías de la conspiración mientras las sociedades occidentales se fragmentan en trozos cada vez más pequeños? A esta clase de preguntas trata de responder en ‘El individuo tirano‘ (Caja Negra), una obra que muestra una nueva aproximación crítica a la tecnología, recogiendo el testigo de libros anteriores, como ‘La silicolonización del mundo‘. La respuesta, según él, es multidimensional: no parte tan solo de la precariedad o la polarización política sino que nace, en gran medida, de un ‘ethos’ individualista que gobierna el mundo desde hace varias décadas.

Pelayo de las Heras, editor y redactor de “Ethic”, produjo el siguiente reportaje al pensador francés.

A pesar del optimismo generalizado tras la caída del Muro de Berlín, en El individuo tirano sostienes que fue entonces cuando cristalizó de forma definitiva la ruptura de la confianza entre los individuos, el cuerpo social y las instituciones. ¿Cómo nos ha hecho evolucionar la tecnología?

En dos décadas hemos experimentado una transformación absoluta de nuestra percepción de las tecnologías digitales. Partiendo del entusiasmo inicial, las conciencias están hoy marcadas por la desilusión. Pero entre estos dos momentos hubo un término medio, durante el que se jugó lo esencial: el hecho de que a principios de la década de 2010, sistemas dotados de capacidades tanto interpretativas como sugestivas comenzaran a enmarcar nuestras vidas con fines comerciales, presentándonos a diario productos supuestamente adecuados para cada uno de nosotros –siempre con el propósito de hiperoptimizar ciertos sectores de la sociedad. Pensemos en el mundo de la logística, en el que los fabricantes reciben señales que les indican qué hacer: Este fue el punto de partida, a medida que avanzaban mis libros, de mi exploración sobre la naturaleza y el alcance de los efectos inducidos. Sin embargo, no lo veíamos claramente y seguimos sin verlo. Ha llegado el momento ya no de elaborar una única crítica del tecnoliberalismo, sino de invertir el foco de alguna manera, de captar los efectos inducidos en nuestras psiques de un uso más asiduo de las tecnologías digitales.

En tu obra, tal como indica el título, hablas del «individuo tirano», haciendo hincapié en un individualismo extremo carente casi de toda colectividad. Pero ¿a qué te refieres concretamente con ese concepto?

Vivimos un momento de extrema saturación en el orden político y económico que reaviva la intención de no estar de brazos cruzados. Esto lleva vigente casi medio siglo. Desde entonces, la mayoría ha estado dividida entre dos estados opuestos: por un lado, la constatación de no pertenecer más a uno mismo y enfrentarse a situaciones cada vez más precarias; por el otro, el hecho de usar tecnologías para facilitarnos la existencia, el acceso inmediato a la información, la formulación de opiniones y esa sensación de ganar aún más poder. Es una tensión explosiva, pues contribuye a imaginarnos como sujetos autárquicos replegados sobre nuestros instrumentos –que supuestamente nos ofrecen mayor control–, liberando así la expresión continua de nuestro resentimiento. Esta sería la era del individuo-tirano: una condición civilizatoria sin precedentes que contempla la abolición progresiva de una base común para dar paso a un enjambre de seres que se consideran tan engañados que no consiguen darle crédito a su propia percepción de las cosas.

Habla del smartphone como una herramienta esencial al contribuir con las posibilidades que ofrece para situar la individuo como primera y última instancia de un poder legítimo, creando una sensación de falso control de la realidad. En este sentido, incluso la ‘i’ del iPhone es simbólica.

Durante las Treinta Gloriosas, la industria desarrolló productos que apoyaron el proceso de individualización ,como el automóvil, el camping o el magnetoscopio. Técnicas que daban la sensación de vivir la vida que uno quiere. A finales de los 90 aparecieron simultáneamente dos dispositivos que iban a dar una nueva dimensión a este movimiento: internet y el móvil. Nos permitían mayor movilidad y ampliaban el acceso a la información, generando la ilusión de sentirnos más activos (en el sentido de actuar, de realizar). Porque la utopía de la emancipación a través de las redes es una fábula. ¿Quién iba a creer que a través de simples intercambios en foros en línea nos libraríamos de nuestras alienaciones? Por otro lado, se creó muy pronto un mito: el de una mayor autonomía y valor de nuestro capital humano. Esa ‘i’ que mencionas fue celebrada en todas partes, consolidando el individuo autorrealizado: la gente se apropiaba de las lógicas neoliberales pero bajo una forma aparentemente cool y el smartphone amplificó el fenómeno. El círculo está cerrado: el tecnoliberalismo ha engendrado un autoliberalismo de uno mismo.

¿El falso empoderamiento es la razón de centrarse especialmente en las redes sociales?

Las redes encarnan los dispositivos que habrían generalizado normalizado una relación inflada con la realidad y los demás. Despegaron a finales de los años 2000, en un momento en que la mayoría vivía con la sensación de inutilidad e invisibilidad social. Entonces, una plataforma permitía exponerse ante los demás mientras recibía un baño de agrado simbolizado por un pulgar erecto. Durante la crisis del 2008, que respaldó una desconfianza hacia las instituciones económicas y políticas, Twitter dio voz al resentimiento con fórmulas escuetas que favorecían la afirmación categórica y que condujeron rápidamente a una brutalización de los intercambios. En un momento en que la industria digital estaba ocupada mercantilizando la totalidad de nuestras vidas, proporcionó una interfaz destinada a crearse un aura simbólica. En cuanto a Instagram, esta red ha llevado a una estilización pública de la existencia con el fin de monetizar el poder de recomendación.

Rechazas una de las tesis principales acerca del actual capitalismo, como es la del «capitalismo de la vigilancia» de Shoshana Zuboff. ¿Dónde nos encontramos entonces?

La vigilancia se caracteriza por la recopilación de información con fines de control disciplinario, algo que solo usan los Estados. A la industria numérica le importa un pepino espiarnos, lo que pretende es penetrar nuestro comportamiento –generalmente con nuestro consentimiento– con el único objetivo de marcar el rumbo de nuestra cotidianeidad. Se trata más concretamente de un capitalismo de la administración de nuestro bienestar en el que no dejamos de acurrucarnos. Ya no puede ser solo el momento de denunciar a los gigantes digitales que nos absuelven de nuestra parte de responsabilidad; es preciso entender que nuestros usos han generado formas de sordera entre los distintos componentes del cuerpo social, principalmente por la declaración ad nauseam de nuestras opiniones en las redes sociales. Estas prácticas no hacen más que consolidar nuestras propias creencias, suscitar tensiones interpersonales que proceden de una ilusión de implicación política ya que por lo general se dan al margen de cualquier compromiso concreto. Una disimetría tan grande entre el discurso y la acción representa un drama de nuestra época.

¿La sensación de poder ofrecida por los dispositivos tecnológicos, la sensación de haber sido engañados políticamente y la voluntad de no seguir siendo engañados es lo que crea la situación de «ingobernabilidad permanente» que defiende?

Desde principios del 2010, no han dejado de martillar con que estamos ante un aumento de los populismos Es una lectura que no me parece propia para analizar fenómenos inéditos, pues quien dice populismo supone aspiraciones comunes, promesas hechas por figuras fuertes a las que las masas dan su aprobación. Sin embargo, de lo que se trata hoy es de la llegada de una nueva condición de individuo contemporáneo hecho de sus heridas en un momento de la historia que, década tras década, habrá acarreado tantas experiencias fallidas. En esto, la ira actual surge menos de motivos ideológicos que de afectos subjetivos, que se expresan con el smartphone en mano. Este nuevo ethos baraja las cartas del pacto que obra entre gobernantes y gobernados para descubrir lo que llamo un estado de ingobernabilidad permanente.

¿Ha marcado la pandemia un antes y un después en nuestra concepción tecnológica?

De la noche a la mañana, el confinamiento impuso la necesidad de realizar muchas actividades corrientes en línea. Esto ha tenido tres efectos importantes: primero, una intensificación repentina del uso de protocolos digitales; en segundo lugar, la extensión de estos a muchas actividades, algunas de las cuales hasta ahora era inimaginable poder llevar a cabo de forma remota. Y finalmente el tercero: un fenómeno de naturalización, como si ahora fuera normal realizar actividades humanas sin una presencia carnal compartida. Hemos cruzado el umbral de una nueva condición, tanto individual como colectiva, marcada por una relación con los sistemas digitales cada vez más totalizadora.

Ahora, la crisis económica que vamos a vivir y que se traducirá especialmente en la necesidad de reducir costes, nos llevará al fortalecimiento de procesos como el teletrabajo. Por ejemplo, los empleados de Facebook que así lo deseen pueden teletrabajar de forma permanente. Por su parte, el Daily News se ha convertido en el primer diario sin redacción física. Dondequiera que la distancia pueda destronar al cara a cara, lo hará. Estamos asistiendo a un borrado progresivo del cuerpo y la presencia y veremos llegar una nueva globalización, la de los servicios, donde la ubicación será cada vez menos relevante y el salariado se cuestionará a favor del trabajo por encargo. Será entonces necesario que todos estos cambios, así como el alcance de sus consecuencias, sean objeto de debates y acuerdos. De lo contrario, aparecerán inevitablemente nuevas formas de competencia desleal entre países del Norte y del Sur.

¿Hay un fracaso de ese ideal ilustrado que aspira a conjugar la autonomía con el interés general?

Exactamente. Lo que hoy hemos entendido es que el individualismo liberal es un mito que ha durado más de dos siglos. Al final de una larguísima secuencia, solo nos queda tomar nota del fracaso de este pacto político supuestamente virtuoso, porque nunca ha dejado de generar desigualdades y competencia feroz  mientras persigue en una carrera desenfrenada la búsqueda del progreso sin fin que nos ha llevado al borde del precipicio. Lo que también hay que señalar es que se ha vuelto a recolocar repetidamente sobre unas bases más equitativas para terminar produciendo, como es inevitable, el mismo resultado. En este sentido, deberíamos esforzarnos por definir de manera muy diferente los términos de esta noble aspiración inicial. Y esto exige constatar que el principio de delegación como modo exclusivo de gobernanza está agotado para, después, implementar una infinidad de prácticas capaces de hacernos más actores de nuestras vidas.

«La fase destructiva de las protestas nunca da lugar a una fase constructiva», se puede leer en El individuo tirano. ¿Estamos secuestrados por una especie de nihilismo universal? Y lo que es más, ¿se puede vislumbrar hoy algún mimbre constructivo de algún tipo?

Deberíamos trabajar hacia el establecimiento de una democracia radical, en palabras del filósofo John Dewey. Más que instituir una renta universal, sería sensato que los fondos públicos pudieran apoyar todo tipo de proyectos que traten de establecer formas de organización menos preocupadas por el lucro y que apunten a la mejor expresión de cada uno en el campo del cuidado, la educación, la artesanía, etc. Lo alternativo no debe ser un acto heroico, sino que debería ser alentado a todos los niveles. Debemos defender el derecho a experimentar otros modos de existencia más virtuosos y solidarios: es hora de frustrar las pasiones tristes que nos socavan, atizadas por la amarga sensación de sentir nuestra propia inutilidad, para sustituirlas por la lógica inversa. En otras palabras, la alegría de implicarse en los asuntos comunes y de sentirse plenamente involucrado en el desarrollo de nuestros destinos individuales y colectivos. De lo contrario, es probable que la furia del todos contra todos se convierta en el rasgo dominante de la época.

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Frente a los intentos de cualquier pensamiento que se pretenda hegemónico -Que alcanza la comprensión del todo-, sostenga la idea que sostenga, o privilegie a los sectores sociales que privilegie, sean propios y ajenos, se enfrentará en algún momento del desarrollo de su conciencia y en muchas situaciones prácticas pensadas o no de modos racionales, a la tensión entre individuo y sociedad.

De como resuelva lo irresoluble, es decir tomando la decisión de “priorizarse” como individuo o ceder frente a las exigencias de la sociedad, será su rol y participación en esa sociedad, ya como el idiota griego que solo se interesa por “sus” asuntos, ya sometiéndose a la “masa” sin ningún intento por “distinguirse”, ya construyendo una identidad consciente que, en la consciencia de su individualidad, encuentre los aportes positivos para el bien común, Ya intentando imponer lo propio como “lo bueno” “lo que hay que hacer” “la Verdad”, e imponer de las maneras que nos sea posible, esa la percepción y subjetividad individual como la correcta, por encima de la de los otros, como algunas de las opciones posibles.

En realidad, sin embargo, lo humano ha desarrollado alternativas humanas y humanizantes que reducen los conflictos y las guerras, solo falta la voluntad para deponer egoísmos y entender que, en lo humano, debemos definir una ética común. Valores, no inmutables sino en constante revisión, pero que incluya a todos y cada uno, en sus posibilidades y habilidades, de modos de formar parte de esa construcción común de humanidad. A cada conflicto, se deben pensar las diferencias y los antagonismos en función de como alcanzar el mejor acuerdo de convivencia (Vivir con …) posible. Todo lo demás es asunto de la brutalidad y la inconsciencia, que muchas veces los animales tienen menos desarrollados que nosotros.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack






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