Tiempos y espacios nacionales.

 



Perder o ganar el tiempo

En uno de esos tantos intercambios que parecen debate político/histórico aunque en realidad resulta de algunos que con tiempo libre, atizan y exacerban ánimos por mera diversión o para “pasar el tiempo”, según ellos mismos argumentan, surgió el asunto de … ¿Importa mas la historia o lo que definimos hacia delante como futuro? Algunos expresan 5% de historia y todo lo demás debería ser pensar en lo que viene o preparar, hacer, definir el futuro. Más allá de la voracidad con la que las redes sociales absorben y consumen tiempo e ideas de las personas que lo pierden allí, es interesante, a sabiendas de la superficialidad y poca racionalidad con la que se apuntan comentarios, pulgares hacia arriba o carcajadas sarcásticas, irónicas o que pretenden ridiculizar y desvalorizar las opiniones contrarias o diferentes a las propias, surgen allí datos respecto a como pensamos la época.

Si utilizamos el tiempo intentando un poco mas de profundidad racional, podemos inferir algunas cuestiones para sumar a las reflexiones y a un posible debate mas interesante y que proponga algo mas de contenido relevante a las palabras.

Sin intenciones de “cerrarlo” o “abordarlo” en todas sus posibilidades, algunas cuestiones me resultan particularmente interesante.

¿Pensamiento matemático?


Como los matemáticas participan en los modelos mentales que utilizamos para interpretar la realidad y las experiencias en la vida diaria, casi sin darnos cuenta, naturalizando asi modelos que bien pudieran ser mas “Filosóficos” “lógicos” “argumentativos” Que no dejan de tener algún contenido matemático pero como consecuencia y no como causa o explicación tácita primera.

En principio hablando de ganar o perder el tiempo. El paso del tiempo es un concepto clave u sustancial en cualquier interpretación histórica que se presente. En cualquier intento por pensar la época presente, la realidad actual, el hoy. Y por supuesto para pensar el futuro y diseñar en función de deseos y aspiraciones lo que imaginamos para mañana.

Una idea o modelo mental respecto de esto sugiere la sucesión de momentos del pasado concatenados a modo de eslabones con el presente que permite el diseño de los eslabones que serán agregados en el futuro. Asi surgen cronologías, líneas de tiempo, etc.

La otra, yuxtapuesta, habla de ganar o perder tiempo. Como si hubiese, dentro de los eslabones, cargas que se ganan o se pierden ya para engarzarlas entre si o como “fuerza” en sí misma que se gana o se pierde en el movimiento que se le pretende imprimir a la acción para unir una acción o momento del pasado con lo que aspiramos hacia el futuro. Esto es si quiero adquirir alguna cosa debo juntar el dinero para obtenerlo. Si en lugar de hacer cosas para obtener el dinero, pierdo el tiempo, el acceso a ese objeto se ira postergando o no realizando. Debe uno “enfocase” en el “objetivo” (Objeto del deseo), para alcanzarlo en esa línea de tiempo, con mayor rapidez o con los menores eslabones posibles, sin desviar la cadena hacia otros menesteres u otras “deformaciones”.



En los presupuestos del debate, si planteo la cuestión de como solucionar el problema de la inflación, hablar de la historia me desvía del objeto del debate que trata de reducirlo a ¿Que medidas tomo hoy para evitar que la inflación siga aumentando mañana? Frente a tal planteo se esgrime ¿Pero sino sabes porque se produce hoy inflación, hecho que tiene que ver con lo que hemos hecho ayer, en la historia, Como podes determinar que hacer para solucionarlo? Es allí dónde te dicen: “5% de historia y lo demas propuestas para resolver”.

He aquí la otra cuestión matemática que confunde. Cada unidad de tiempo es aquí dividida en 100, para poder argumentar que solo 5 de ese 100 debe “perderse” en los análisis de la historia y el 95 restante pensarse en las soluciones. Mas allá de que introducen un debate inútil respecto a los porcentajes a invertir en una u otra cuestión, es precisamente todo el modelaje en el que introducen el debate dejando fuera aspectos sustanciales del asunto como ¿quienes se benefician? ¿quienes pueden y quienes no pueden cubrirse manejando precios a su antojo? ¿Cuales son las causas reales que producen que todos aumenten precios y todos paguemos los precios aumentados? Cuyas respuestas no se obtendrán con el 5% del análisis. Precisamente es este el meollo de la cuestión, en tanto reducir el tiempo para analizar la historia, incluye la reducción o sintesis direccionado a lugares comunes y supuestamente ya sabidos respecto del asunto, para que se de por cierto ese “sentido común” instalado precisamente para evitar el debate racional y sostener las falacias que permiten argumentos irracionales solo justificados por la posibilidad de actuar como si esa fuese la razón cierta del asunto. La respuesta racional queda sometida a la confirmación falaz de un “sentido común” impuesto, que no explica sino que produce resultado en la realidad. Se benefician pocos y se perjudican muchos. Aún y cuándo muchos perjudicados replican la explicación de quienes obtienen beneficios y perjudican a muchos.

Cuestión de modelos


Ahora, pensemos o intentemos plantear la cuestión desde otra perspectiva. El tiempo no es una cadena de eventos en la cual transcurre la historia. Imaginemos el tiempo como un “recipiente” dentro del cual todo ocurre y transcurre, hasta el momento en que dejamos de pertenecer. Morimos. En términos individuales desde que nacemos y emergemos en el interior de ese recipiente, En términos históricos, determinando algún origen para encuadrar el tema de debate y reflexión y abierto en tanto futuro … Los espacios que eran pensados como eslabones, ahora aparecen como redes de relaciones que interconectan puntos al interior de un recipiente que los contiene. Individuos, grupos, instituciones, sociedades, paises, aparecen en el modelo como puntos que se van moviendo de lugar y de contactos según el tiempo en el que se van desarrollando los sucesos y vamos definiendo los datos. Las diferentes tramas, solo distinguen pasado, presente y futuro respecto de algúna trama en particular. De como los actores se van desenvolviendo dentro del recipiente y por tanto la acción o la realidad presente es consecuencia de la acción o realidad de los pasados que queramos considerar y de los futuros que imaginemos posibles si actuamos hoy de tal o cual manera. Esta forma compleja de pensar, no lineal, permite otro tipo de abordaje racional que, deja sin sentido cualquier idea de ganar o perder tiempo. El tiempo es estar dentro … moverse dentro … formar parte. Todo lo que se haga es tiempo dentro -ni ganado ni perdido, parte. Por tanto inferimos que el tiempo es lo que ocurre dentro del espacio. Diferente a pensar que el tiempo crea el espacio según lo ganemos o lo perdamos. Pensar el pasado en este modelo es pensar el pasado hoy para mañana … Esto es el pasado o su lectura y reinterpretación forma parte del presente y es elemento constitutivo de como definimos nuestra acción futura.

Usted, si me acompaño con la lectura hasta aquí, puede imaginar e “inventar” otros modelos y ver como se distribuyen los elementos, sucesos, datos que usted conoce y reinterpretarlos en ese otro modelo que usted a creado para ordenar y definir los axiomas de interpretación y los conceptos con los que va a producir sus propias argumentaciones al respecto. ¿Esto significa que hay muchos pasados, muchos presentes y muchos futuros y que dependen de como modelizamos la interpretación de lo conocido o de lo que creemos conocer? En realidad la respuesta es parcialmente afirmativa y parcialmente negativa. En tanto hoy vivimos el presente como experiencia individual con el aporte de la historia que nos produce de diversos modos y con las formas en las que modelizamos hoy el pensamiento para producir el futuro. Pero el conocimiento, de esto se trata, no puede sino producirse dentro de esos modelos mentales que inventamos para que los datos y los hechos adquieran sentido, valor, significación, en la comunicación y en el lenguaje que lo posibilita, para producir los relatos que intentan explicarlos. Al hecho producido, el modelo construido en el pensamiento le da el sentido y la relevancia a ese hecho para comunicarlo con esa intensidad, con esa direccionalidad y ese significado que, adquiere, en mi relato, lo particular de mi visión respecto al suceso o de la visión del colectivo o grupo al cual pertenezco, institución, país, etc.

Hoy, que recordamos la muerte del General San Martín, en su vida pasada y su legado presente -interpretado a la luz de los modelos mentales que cada quién haya definido para si, articulara su interpretación de la historia, en una historia mas o menos común, en la coincidiremos o no, en ubicarlo como “padre de la patria” o figura relativamente relevante en la historia de nuestro país. Y sus hechos y modelos mentales con los cuales construyó su propio relato, serán interpretados hoy, bajo otras formas de pensamiento y otros modelos que le darán el mismo u otros significados a su obra en el presente y con proyección hacia el futuro.

Mas allá de lo efímero y de la “perdida” de tiempo que significan a ciertos debates en las actuales redes sociales, no dejan de producir, para el espíritu curiosos y con ansias de saber, mas de una motivación para investigar y proponer otros modelos desde donde pensar la realidad y futuros posibles, diferentes y mejores a los que nos proponen los poderosos para conservar intactos sus privilegios.


Daniel Roberto Távora Mac Cormack










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