Civilización en decadencia

 

Hechos

Algunos hechos le marcan el pulso a la semana que comienza. La asunción de Gustavo Petro y de su vicepresidenta Francia Marquez en Colombia. Las fricciones entre EEUU y China por Taiwán y el trasfondo económico por la cadena de suministros de microchips. La guerra elástica entre Rusia y Ucrania y el peligro nuclear cierto. La divulgación de los relaciones de amistad que fiscales y jueces de la causas contra Cristina Fernandez de Kirchner en Argentina, profesan con el ex-presidente Mauricio Macri

Arrancamos de atrás hacia delante

“”El sistema está podrido”

Cristina Kirchner arremetió contra el Poder Judicial argentino y el círculo de Macri por armar una guerra jurídico-mediática en su contra

La ex-mandataria de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner (CFK), actual vicepresidenta de la Nación, presidenta del Senado y principal referente político de este país, había denunciado el jueves 4 de marzo de 2001, dentro de la causa conocida como “dólar futuro”, que el Poder Judicial interviene y manipula procesos electorales, hace gala de sus privilegios como si fueran una estirpe aristocrática y, en alianza con los medios de comunicación hegemónicos, persigue judicialmente a líderes populares y protege a quienes verdaderamente han desfalcado al país.

Por la mencionada causa, en abril de ese mismo año, La Cámara Federal de Casación de Argentina falló a favor de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en el caso Dólar Futuro, y la sobreseyó junto al resto de los procesados, entre ellos el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, según el fallo publicado en el Centro de Información judicial (CIJ).

La vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, se volvió a referir a la investigación realizada por Página|12 (Ya lo había hecho el domingo cuándo anticipo lo que ocurrió el lunes con los pedidos de reucsasión a los fiscales y jueces involucrados) y sumó datos que ratifican los nexos entre el gobierno de Mauricio Macri y el Poder Judicial "Del Liverpool de Los Abrojos salió la banda de Macri", publicó en un hilo en su cuenta de Twitter.

Para trazar los vínculos, la expresidenta recordó una nota publicada en el 2017 por el diario La Nación que da cuenta de la relación ente el expresidente y el equipo Liverpool: "Fútbol para pocos. Se acuerdan el papelón de Macri, cuando le mostró a Xi Jinping, presidente de China, cómo había hecho un gol en su quinta Los Abrojos? A que no sabés a qué equipo le hizo el gol Macri? Siiiii!!! Adivinaste!! A Liverpool!".

Y agregó: "El equipo del Fiscal Luciani, del Pte. del Tribunal Giménez Uriburu y del camarista Llorens, el que sobreseyó a Macri en la causa por espionaje a los familiares de las víctimas del ARA San Juan".

Y concluyó: "Llorens juega de arquero para Liverpool. ¿Habrá atajado ese día? ¿Se habrá dejado hacer el gol? Si era él… seguro que sí. De Liverpool salió una de las bandas más importantes de la historia del rock. Del Liverpool de Los Abrojos salió la banda de Macri".

Los abogados defensores se sumaron hoy a las recusaciones al fiscal Luciani y el juez Giménez Uriburu de la vicepresidenta, que se tramitarán de manera paralela al desarrollo de las audiencias.

La fiscalía retomó este martes por quinto día su alegato final en el juicio por supuestos delitos con la obra pública en Santa Cruz entre 2003 y 2015 y analizó modificaciones y extensiones de plazo que se autorizaron al grupo que encabezaba el empresario Lázaro Báez, y consideró que fueron utilizadas como "una práctica sistemática de la corrupción".

"Las modificaciones de obra fueron utilizadas como una práctica sistemática de la corrupción", sostuvo el fiscal Sergio Mola en la nueva audiencia que se realiza de manera virtual con las partes conectadas a la plataforma Zoom.

Al inicio de la jornada pasadas las 8.30 se informó que
las defensas de los acusados exministro de Planificación Federal Julio De Vido, del empresario Lázaro Báez y del exdirector de Vialidad Nacional Nelson Periotti se sumaron al pedido de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner para apartar del caso al fiscal Diego Luciani y al juez del Tribunal Oral Federal 2 Rodrigo Giménez Uriburu.

Además la defensa de otro acusado, el exsecretario de Obras Públicas José López anunció que también presentará un planteo de recusación, luego de publicarse fotos que mostraron a ambos funcionarios como parte de un mismo equipo de fútbol y disputando un encuentro en la quinta Los Abrojos del expresidente Mauricio Macri.

En tanto se resuelva este tema, las audiencias continuarán y ante ello comenzó a exponer el fiscal Diego Mola, quien dedicó esta parte del alegato a cuestionar modificaciones de obra autorizadas al empresas de Báez en 39 de los 51 contratos viales adjudicados "con excusas o pretextos para extraer ilícitamente más dinero del Tesoro Nacional".

"Se pedían en momentos críticos, cuando las obras debían estar terminadas o próximas a terminar con el fin de postergar fechas de entrega, la modificación fue una herramienta para encubrir la incapacidad del grupo para hacer frente a la avalancha de obras que se les adjudicaba y para hacerse de la mayor cantidad de fondos públicos posible", afirmó el fiscal.

Mola apuntó a la dirección de Vialidad de la provincia de Santa Cruz "en connivencia con el contratista seleccionado y también de instancias superiores del Estado Nacional".

"La subsecretaría de Obras Públicas a cargo de Abel Fatala, la secretaría de Obra Pública a cargo de José López y De Vido, y también me refiero a los presidentes de la Nación doctor Néstor Kirchner y Cristina Fernández", apuntó.

El fiscal sostuvo que "todos los cuales a través de compensaciones, reasignaciones y modificaciones de partidas de los sucesivos presupuestos nacionales aseguraron de manera permanente y constante el flujo de fondos hacia el contratista seleccionado".

Este contratista, mencionó en relación a Báez, "mantenía estrechos vínculos personales y comerciales con ellos, los máximos responsables políticos de la administración general del país".

La fiscalía también dedicó la quinta jornada de alegato a cuestionar las extensiones de plazos que recibieron las obras adjudicadas a Báez en Santa Cruz.

En uno de los casos la razón fue "nevadas tempranas en el mes de marzo" en Santa Cruz, "sin documentación alguna" para avalar ese motivo y argumentado cuando vencía el plazo para la entrega.

"En otra obra fue más de un año por fuertes vientos, escarcha y lluvia, otra fue por bajas temperaturas. Siempre se pedían cuando estaban por cumplirse los plazos, no en el momento. Todas eran excusas que carecen de razonabilidad", enumeró.

También varias empresas del grupo adjudicatarias de diferentes obras entre 2008 y 2010 pidieron extensiones de plazo por la "situación financiera internacional".

El alegato continuaba a cargo del fiscal Luciani, quien remarcó que lo que se expone "es grave, es gravísimo, es un abuso de poder, todo esto se hizo para beneficiarlo a Lázaro Báez" y se basa el "análisis de la prueba" del juicio que lleva ya casi tres años.

Al presentarse ayer la recusación del fiscal y el juez por haber sido compañeros en un equipo de fútbol y jugado partidos en la quinta Los Abrojos, del expresidente Mauricio Macri en la zona norte del conurbano bonaerense, los otros dos jueces Jorge Gorini y Andrés Basso resolvieron darle trámite "incidental".

Las recusaciones se tramitarán de manera paralela al desarrollo de las audiencias que seguirán adelante.

Los cuestionados responderán a los planteos de las defensas y luego Gorini y Basso resolverán si aceptan o no apartarlos del caso.

En caso de rechazarse las recusaciones, el planteo podrá llegar hasta la Cámara Federal de Casación Penal.

Luciani ya anticipó que desea responder de manera oral durante la audiencia a los cuestionamientos mientras que Giménez Uriburu podría hacerlo por escrito.

(Fuentes: Pagina 12 – Telam - )

El problema es el sistema

 

Libertad Económica, Derechos Humanos, Justicia. Constituyen una tensión irresoluble en los orígenes del capitalismo que buscó, en la forma republicana de representación y división de poderes del Estado, una forma de resolución o mediación para los conflictos que se suscitan.

La constitución de los Estados se produjo históricamente como forma de institucionalizar las prácticas mercantiles y económicas que se estaban dando por fuera de los controles monárquicos a quienes solo les interesaba que el nuevo sector tribute a los monarcas, como parte del financiamiento de sus ejércitos para las guerras coloniales en las que estaban embarcados. Poco importaba que esas prácticas se hacían por medio y con esclavos (Originarios o secuestrados en Africa y trasladados a las colonias o a los centros de incipiente industrialización) y en base a una depredación y robo de las colonias que eran objeto de esas guerras por entonces.

El capitalismo se define como la síntesis entre el saqueo colonial, las guerras imperiales y la emergencia del mercantilismo como sector económico innovador y que propone la industrialización y producción en serie, a partir del incremento de materia prima proveniente de los territorios dominados, que terminan de tornar en un obstáculo a las monarquías respecto de estos últimos. Son los mercaderes entonces los que propician los valores de la revolución francesa. El trasfondo resultó estructurante. Es el comercio y la propiedad privada de los bienes de producción y transporte los objetos del concepto de “libertad” que se defiende. No se trata de la libertad de los esclavos (Hecho que comenzó a plantearse posteriormente cuándo era necesaria mas mano de obra industrial y solo podía ocurrir en detrimento de la mano de obra esclava agraría y manufacturera), sino de la libertad de disponer de esos bienes como mejor les parezca a los dueños e inventores de esos bienes sin tener que lidiar con monarcas y las intrigas de palacio.

La tensión entre justicia, Derechos Humanos, y libertad económica son parte misma de la constitución del Estado y de las democracias. Hoy, vaciada de perspectiva histórica, los debates legales dejan de tener conciencia respecto a su por que y para que como mediadores de estas tensiones, en tanto reducidas a mera herramientas del capitalismo. La democracia queda así vacía de contenido y por ende de participación.

La historia así interpretada explica bastante de lo que sucede. Hoy, la tecnología digital encuentra sus “frenos” e “imposibilidades” en el ejercicio de las funciones mediadores del Estado democrático. Claro, la gran diferencia que los innovadores de hoy son esclavos de los capitalistas de ayer. No están intentando derribar la monarquía sino sostenerla.

Las formas de concentración económica encuentran en las innovaciones y las dinámicas de digitalización, automatización e IA, los mecanismos perfectos para poner al Capitalismo “en piloto automático” y no tener que lidiar con gremios, protestas sociales, y los frenos de los Estados en tanto poderes supranacionales que apuntan directamente a someter a los territorios (Enfocados en lo local y la administración municipal). Y a redimensionar el mundo laboral en torno a sus intereses de sector. Un 2% del planeta poniendo de rodillas al resto en función de las ganancias acumuladas y futuras que prometen con la apropiación del emprendedurismo.

En medio de esta realidad que transforma precisamente la época toda, lo propio no alcanza miradas demasiado trascendentes al respecto y ceden frente al poder financiero.

Te cura o te mata


Los primeros trazos del programa económico de Sergio Massa oscilan entre las medidas que son necesarias y las que pueden ser política y socialmente tolerables. ¿Va a funcionar? En caso que la respuesta sea afirmativa, ¿llega la ciudadanía a cruzar el Rubicón?

Escribe: Iván Schargrodsky (Bahía Blanca, 1989), periodista argentino de radio y televisión. Se formó en la carrera de periodismo en TEA, que luego le otorgó el «Premio Estímulo» en el año 2013. Fundador director del medio de comunicación digital Cenital. Esta nota es parte del último newsletter <OFF THE RECORD> que el escribe en el medio que dirige.

Los primeros anuncios de Sergio Massa dieron cuenta de una realidad extremadamente incómoda para todos los accionistas del Frente de Todos y, también, para la ciudadanía. Aún con su carácter provisional -el propio Massa fue enfático en que no se debería esperar de las medidas efectos mágicos y señaló que el paquete es apenas el de una primera batería-, las iniciativas dan cuenta, en lo explícito y en lo implícito, de un ajuste más profundo que el anunciado durante el corto paso de Silvina Batakis y -va de suyo- mucho más hondo que el que le fue permitido concebir y anunciar a un Martín Guzmán que durante el primer semestre supervisó un aumento real del gasto público que la consultora PxQ ubica en su último informe en el 11%. La incomodidad no es sólo ideológica: el mayor ajuste significa que habrá un universo mayor y más diverso de afectados y, posiblemente, un camino a la recuperación más largo y complejo, al tiempo que ratifica que el desafío más importante que observa en el horizonte es la pérdida de reservas con el riesgo de una inflación salida de control. Las consecuencias del diagnóstico no son menores. En los Estados Unidos, los economistas de izquierda y centroizquierda que sostienen hoy que el principal desafío de su país es enfrentar y bajar la inflación atípicamente alta que enfrentan, aceptan -desde la honestidad intelectual- que hacerse caso de esa prioridad significará afectar tanto la recuperación del poder adquisitivo como los niveles de empleo. Tanto en lo dicho como lo no dicho por Massa la última semana dio cuenta de la urgencia de las necesidades que se avecinan.

Los ejes fiscales y de emisión monetaria anunciados buscan evitar una mayor salida de dólares que, a pesar del cambio de expectativas que significó su propia llegada para los tipos de cambio paralelos, siguieron drenando. Las reservas brutas del BCRA disminuyeron en cerca de 5 mil millones de dólares en poco más de un mes -de 42 mil a 37 mil millones- y las netas cayeron desde alrededor de 5 mil millones a poco más de mil, con pérdidas de 700 millones solo en la última semana. La inflación de julio medida por la Ciudad de Buenos Aires fue del 7,7%, un guarismo que muy difícilmente sea mucho más alentador en el resto del país, lo que dificulta además la defensa ordenada del tipo de cambio real en los niveles actuales, ya que una caída de la nominalidad, gradual y ordenada, en esos valores, aparece casi imposible. La perspectiva de una devaluación que achique la brecha supone una capacidad de controlar tanto su alcance como sus efectos, escenario que hoy es absolutamente incierto. El Kicillof de 2014 y el Massa de 2022 no se diferencian en la disposición a aceptar un ajuste inevitable sino en las condiciones en que se realiza. Mientras la inflación de aquel entonces era del 29% acumulado anual y el salario en dólares el más alto de Latinoamérica, la de agosto de 2022 se ubicaría por encima del 70% con un Banco Central sin reservas, una tasa de interés real en pesos que debería viajar desde valores negativos del 1,3% a valores fuertemente positivos, una brecha cambiaria del 117% y el poder de compra de la gente y en consecuencia su humor social en pisos intolerables.

La quita de subsidios adicional anunciada para todos aquellos consumos eléctricos mayores a 400 KWh por mes constituye tal vez la medida de ahorro más significativa entre las anunciadas por el nuevo ministro. El cambio de afectación -que ahora alcanzará al 50% del consumo total de electricidad- significará un ahorro que la consultora PxQ calcula en 1.500 millones de dólares adicionales a los 1.000 millones que preveía la quita de subsidios al 10% de hogares de mayores ingresos. En conjunto, las medidas supondrán un ahorro muy significativo, del 0,5% del PIB. La estrategia detrás de las medidas supone que, de obtener algún resultado en reforzar reservas y mejorar el resultado de las cuentas públicas, las condiciones para evitar -o incluso para administrar- una devaluación serían menos inasumibles.

La pregunta de la consultora de Emmanuel Agis en su último informe sobre las posibilidades de una devaluación “administrada” son pertinentes. El informe realiza el ejercicio de proyectar los resultados de un deslizamiento al alza-como alguna vez patentó un jefe de Gabinete- del 50% del valor del tipo de cambio oficial. Las previsiones son complejas. La inflación anual se ubicaría en doce meses en valores de tres dígitos (113%) y la brecha se mantendría en el 70%, en torno a los valores que surgen de sumar los impuestos y adelantos que existen en pagos con tarjeta y dólar ahorro. La caída del PIB sería de entre 1,2% y 1,6% anual y la recuperación tardaría en comenzar entre 9 y 12 meses, un plazo que se adivina imposible, dado el calendario electoral.

Ante esta alternativa que de todas maneras podría no alcanzar a evitar, la estrategia de Massa parece entonces enfocada en mejorar el punto de partida, antes de intentar la reducción de la brecha. No es cuestión de suspicacia ver en los anuncios de un refuerzo fijo de ingresos para los jubilados y un fortalecimiento para aquellos trabajadores asalariados que ganan entre 50 y 150 mil pesos un intento de evitar que se salgan de control las paritarias. Atender las situaciones más urgentes y poner límite a la carrera de precios y salarios. Del mismo modo deben interpretarse los anuncios en materia fiscal y de funcionamiento del Estado, donde se reiteró el límite al gasto público en personal no sólo en la administración central sino en los organismos descentralizados y empresas públicas, se prohibió el gasto financiado por adelantos del Banco Central y -una vez más- se ratificaron las metas acordadas con el Fondo Monetario Internacional del 2,5% de déficit para fin de año, lo que da cuenta de una ejecución del presupuesto que, casi con seguridad, no habrá de alcanzarse. Lo más importante, sin embargo, sucedió en el área de Energía, donde el gobierno anunció una quita de subsidios mucho más abarcativa que la segmentación original, y un cambio profundo de nombres que, hasta el momento, había sido imposible.

La salida de Darío Martínez y Federico Basualdo de la Secretaría de Energía es reveladora, también, por su reemplazo. La salteña Flavia Royón, ingeniera industrial y, hasta su nombramiento, ministra de Minería y Energía de su provincia, llega con un perfil fuertemente favorable a las inversiones privadas. Durante su gestión, se consolidó como el segundo destino de inversiones mineras a nivel nacional, impulsando varios de los grandes proyectos de litio en construcción. En una entrevista de febrero con la revista digital Misión Productiva, Royón señalaba como pilares para el desarrollo de la actividad minera la “seguridad jurídica” y la “previsibilidad” ligada a la rentabilidad de las compañías, al tiempo que cuestionaba los resultados productivos de modelos como el boliviano, donde la legislación acordó un lugar protagónico -y durante mucho tiempo exclusivo- para el Estado y la producción se mantiene en niveles marginales.

El equipo que acompañará a Royón lo completan Santiago Yanotti -reconocido primero por su trabajo en el Ente Único de Control y Regulación de los Servicios Publicos Provinciales de Tucuman (ERSEPT) y luego en la mayorista estatal Cammesa desde donde conoce de primera mano los problemas del mercado eléctrico y a quien Darío Martínez quería para el rol que cumplirá ahora en los albores de su gestión- que reemplaza a Federico Basualdo como subsecretario de Energía Eléctrica; la abogada Cecilia Garibotti -una especialista en derecho público y cuestiones regulatorias con estudios de posgrado en la Universidad de Stanford- como subsecretaria de Planificación y a Federico Bernal, ex interventor del Enargas, como subsecretario de Hidrocarburos.

El caso de Bernal es curioso. En el gobierno dicen que hace como el tero: con una prédica de barricada, el inquieto Bernal era el elegido por algunos de los empresarios del sector. Este integrante del Instituto Patria fue, durante su paso por el ente regulador, el principal opositor al Plan Gas.Ar, que evitó que la crisis energética desatada por la guerra en Ucrania tuviera consecuencias mucho más abarcativas para las cuentas fiscales y externas argentinas. Decía en su momento que el Plan que asignaba un valor de 3 dólares al millón de BTU era demasiado generoso con las empresas. Las importaciones cuestan entre 3 y 10 veces ese valor. Una desatención producida por Totalcoin. No serán los únicos cambios: Massa deberá nombrar al reemplazante de Bernal en ENARGAS y tiene decidido también desplazar a las conducciones del ENRE y Cammesa.

Quien continúa en su cargo es la secretaria de Minería, Fernanda Ávila. En el último viaje a Catamarca, Alberto Fernández se comprometió con Raúl Jalil sobre este punto. Sáenz insistía en reemplazarla por Royón. Ante la negativa, Massa le ofreció Energía. Un upgrade para el salteño con un riesgo colateral: que su funcionaria sea la cara del tarifazo impostergable. Como representante también de los gobiernos de las provincias, Royón deberá asumir también las consecuencias que, a nivel federal, tendrá la quita de subsidios. Contrariamente a lo que se señala de forma habitual, los subsidios no benefician exclusivamente al AMBA sino que se aplican a todo el país. La diferencia se encuentra en los rubros que se cobran como tarifa final al usuario. Mientras todos los distritos reciben un valor subsidiado por los costos de generación eléctrica, las provincias pueden fijar los valores que cobran las distribuidoras y otorgar montos mayores como valor agregado de distribución, un privilegio que las controladas por el ENRE y el Enargas no poseen. La mayor quita de subsidios impactará en las cuentas provinciales y, también, en el humor de los gobernadores.

Las elites del poder

La revelación sobre la cercanía futbolística de varios de los funcionarios judiciales encargados de acusar y juzgar a CFK en la causa que investiga las obras de vialidad realizadas durante su gobierno excede los problemas meramente casuísticos vinculados a una eventual recusación listados en los códigos procesales. La información publicada, cuya repercusión debería contrastarse con la que tuvo la visita imaginaria del juez Sebastián Casanello a la Quinta de Olivos, da cuenta de algunos de los peores vicios de las cercanías y complicidades de esa corporación que expresa por sí sola gran parte de la Justicia Penal en el fuero Federal. La realización de los torneos en Los Abrojos, la propiedad de descanso de la familia Macri, confirma las sospechas no solo sobre la promiscuidad entre actores judiciales, políticos y de inteligencia durante el anterior gobierno sino la enorme despreocupación respecto de los resguardos formales vinculados al ocultamiento de esa información. No hace falta creer en la inocencia de Cristina Fernández de Kirchner -ni de ningun ciudadano- para denunciar la violación grosera de las garantías de imparcialidad y debido proceso judicial que la Constitución consagra desde hace más de un siglo y medio. A propósito de esos registros lúdicos, un pasaje del libro Macri de la colega de LN+ Laura Di Marco:

Una curiosidad en la cartografía del nuevo poder: Los Abrojos, que siempre ostentó el cetro simbólico de tener la mejor cancha de césped del país, es el corazón de la intimidad presidencial. Los funcionarios que juegan al fútbol semanalmente los miércoles por la noche — en torneos domésticos de Casa Rosada, que organiza el vocero Iván Pavlovsky — no lo hacen en la quinta presidencial sino en Olivos. Ser invitado a “San Miguel”, como dicen los Macri, implica un nivel de proximidad de la que no goza cualquier ministro. Entre esos privilegiados, por ejemplo, pueden estar, entre otros, Nicky Caputo, María Eugenia Vidal, Michetti, Peña o el gurú ecuatoriano”. (https://cenital.com/te-cura-o-te-mata/)

Pandemia y Ciencias sociales

Frente a la pandemia y a las políticas públicas implementadas en este contexto de emergencia sanitaria ante ella, las Ciencias Sociales encontraron en la política nacional de Ciencia y Tecnología condiciones para el desarrollo de diferentes caminos para la comprensión de la problemática, la teorización y la construcción de metodologías tanto disciplinarias como interdisciplinariamente que resultaron, en una producción relevante y vasta de informes técnicos, artículos científicos, ponencias y presentaciones en diferentes eventos académicos.

Docentes, investigadores, extensionistas, graduados y alumnos del Departamento de Sociología, indagan la problemática de la pandemia de COVID 19 en proyectos acreditados en convocatorias de organismos de Ciencia y Tecnología, como el "Programa de articulación y fortalecimiento federal de las capacidades en Ciencia y Tecnología COVID-19" y la convocatoria PISAC “Las Ciencias Sociales y Humanas en la Crisis COVID-19. La sociedad argentina en la Postpandemia”. Estas convocatorias dieron lugar a la conformación de equipos y redes integradas por universidades nacionales, por diferentes instituciones

La revista Cuestiones de Sociología, editada por la Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación Departamento de Sociología produjeron el DOSIER: La vida trastocada por el COVID 19. Estudios y reflexiones situadas desde las Ciencias Sociales Cuestiones de Sociología, nº 26, e141, febrero - julio 2022, ISSN 2346-8904 Universidad Nacional de La Plata Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación Departamento de Sociología Cita sugerida: Adriani, L. (2022). Introducción. Cuestiones de Sociología, 26, e141. https://doi.org/10.24215/23468904e141Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-No Comercial-Compartir Igual 4.0 Internacional.

De esa convocatoria reproducimos la nota introductoria y el reportaje al científico del Conicet, Juan I. Piovani.

Acerca de los contextos, las crisis y las políticas frente al COVID 19

La pandemia de COVID 19, las acciones y las políticas encaradas por diferentes actores para enfrentarla produjeron situaciones inéditas en todas las escalas. Para fines de marzo de 2022 se superaron mundialmente los 480 millones de infectados y los 6 millones de muertos. La crisis socio-económica atada a la pandemia habría superado a las más severas del siglo pasado, produciendo un deterioro en las condiciones de vida, ya críticas, de millones de habitantes. De acuerdo al informe de Oxfam(1 )“Las desigualdades matan. Se requieren medidas sin precedentes para acabar con el inaceptable aumento de las desigualdades por la COVID-19” de enero de 2022, da cuenta que desde el inicio de la pandemia se sumaron más de 160 millones de personas a la población pobre y que un número significativo de Estados encaran medidas de ajuste que impactan en políticas redistributivas. 


 

 Como contracara, y articulado a ello, continuó enriqueciéndose una minoría global principalmente vinculada a los sectores financieros, telecomunicaciones, farmacéutico y a las plataformas comerciales e informáticas del capitalismo transnacional acentuando la desigualdad. El informe anteriormente citado destaca que los 10 hombres más enriquecidos del mundo duplicaron sus fortunas entre marzo de 2020 y noviembre de 2021. Las fortunas pasaron así de 700.000millones de dólares a 1.5 billones de dólares (2). En este proceso contribuyeron los Estados nacionales a través de los fondos orientados a los sectores arriba mencionados, destacándose en particular los destinados al sector farmacéutico. Apenas iniciada la pandemia, en una gran parte de los territorios, regiones y lugares del mundo se implementaron diferentes medidas de aislamiento y confinamiento, configurando fragmentos con una fortísima disminución de flujos materiales y de personas, originando campos de disputas económicas y geopolíticas. Epicentros, cuarentenas, cercamientos, bloqueos, espacios protocolizados y con condiciones diferenciadas según accesibilidad y actividades permitidas o suspendidas según la propagación del virus y la sucesión de las“olas” y la llegada de los “picos” del COVID 19, conformaron un mosaico de espacios y temporalidades desiguales que signaron el año 2020 con continuidades en buena parte del 2021 y aun en los comienzos del 2022.

 La “pospandemia” se presenta como un período que no aleja la incertidumbre, una suerte de “nueva normalidad” interrumpida por la irrupción de nuevas cepas, las que se despliegan velozmente en las sociedades donde se ha instalado el aprender a convivir con el COVID 19. En Argentina, para fines de marzo de 2022, el número de casos confirmados superaba los 9.027.000 y el de fallecidos ascendía a 128.136 (3). La pandemia acentuó la crisis socio-económica generada por las políticas implementadas durante etapa de “recaída neoliberal”(4) del gobierno de la Alianza Cambiemos, en la que el poder económico avanzó aplicando medidas económicas en beneficio de los actores dominantes del bloque financiero y primario exportador en detrimento de sectores industriales y de los trabajadores, las que derivaron en una combinación de endeudamiento externo, caída de la producción industrial, alta inflación, regresividad distributiva, aumento de la tasa de desempleo y subempleo y como consecuencia de ello el incremento de los niveles de pobreza e indigencia. La crisis generada por la pandemia condicionó la implementación de las políticas proyectadas por el gobierno recientemente asumido del Frente de Todos, al extenderse en prácticamente todos los sectores de la economía, aunque de manera heterogénea. Teniendo en cuenta el período marzo 2020-mayo 2021, la actividad económica presentó caídas en todos los meses, con el momento más agudo en abril-junio de 2020, cuando cayó un 19%, momento a partir del cual los diferentes sectores de la economía desarrollaron trayectorias de recuperación diferenciadas que llevaron a que en el cuarto trimestre del 2021 la actividad se recuperara y se alcanzaran valores de la pre pandemia (5).

Los efectos más negativos por su intensidad se hicieron sentir en los primeros meses en la industria, el comercio, la pesca, la construcción y las actividades inmobiliarias y empresariales,mientras que por su duración afectaron a la enseñanza, la salud, la administración pública, el transporte y las comunicaciones, y la producción de minas y canteras. Una combinación de efectos negativos por intensidad y duración lo sufrieron los sectores vinculados al turismo, el transporte y las comunicaciones y los servicios sociales y personales. El sector de Electricidad, agua y gas mostró un comportamiento que alternó subas y bajas del índice de actividad. Sólo el sector financiero evidenció valores positivos en todo el período (6). El impacto de la crisis en la economía, se vio reflejado en la caída de la ocupación y en aumentos de la desocupación y de la población inactiva, y en el agravamiento de los índices de pobreza e indigencia: en el segundo semestre de 2020 el 42% de las población de los aglomerados urbanos (más de 12 millones de personas) se hallaba en la pobreza y el 10,5% (más de 3 millones de personas) en la indigencia, valores que de acuerdo al relevamiento EPH del segundo semestre del 2021 han disminuido. Los diferentes niveles del Estado implementaron políticas sectoriales y territoriales para hacer frente a la pandemia y sus efectos en la salud, la cultura,el cuidado, la infraestructura, la educación y la economía de la población en general y de los diferentes grupos en particular: adultos mayores, niños, niñas y adolescentes, población carcelaria, en situación de calle, entre otros. Por caso, en los primeros 100 días de la pandemia, entre la Nación y las provincias se realizaron 804 intervenciones, 111 y 693 respectivamente.(7)

En los barrios populares la combinación de expansión de la enfermedad con las medidas de ASPO dispuestas para enfrentarla agudizaron la crisis socio-económica, ante la cual las medidas implementadas desde el Estado se mostraron insuficientes. Las condiciones estructurales deficitarias en cuanto a provisión de infraestructuras, equipamientos y servicios, el hacinamiento y las dificultades en la conectividad y accesibilidad, entre otras, resultaban restricciones prácticamente insalvables para el cumplimiento de las pautas sanitarias requeridas para evitar la circulación del COVID 19. A esto hay que sumar el predominio de la precariedad en las relaciones laborales de la población de los barrios y los efectos negativos que en el alumnado y las familias generó el alejamiento de alumnos y alumnas de las escuelas, instituciones que en los barrios populares implican mucho más que la actividad educativa. En este contexto innumerables iniciativas de referentes comunitarios,instituciones, organizaciones territoriales, agrupaciones y partidos políticos,gremios y organizaciones sociales organizaron diferentes dispositivos (mesas,comités) a los fines de coordinar acciones frente a la crisis y plantear demandas colectivas a los diferentes niveles del Estado. De manera prácticamente inmediata al inicio de la pandemia en Argentina y desde diferentes ángulos, las Ciencias Sociales problematizaron su dimensión social, y aportaron posicionamientos públicos, estudios, investigaciones,metodologías, información y reflexiones sobre su dinámica, espacialidad y temporalidad. Ejemplo de ello es el “Relevamiento del impacto social de las medidas del Aislamiento dispuestas por el PEN”(8) llevado a cabo en marzo de2020, que puso en evidencia las principales dificultades que enfrentó la población de los sectores populares de diferentes áreas del territorio argentino para el cumplimiento de las medidas de salud establecidas frente a la pandemia, varias deellas englobadas en la consigna “quedate en casa”.


Luis Adriani , Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (UNLP-CONICET). Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Universidad Nacional de La Plata, Argentina - Cuestiones de Sociología, nº 26, e141, febrero - julio 2022, ISSN 2346-8904


Reportaje


  • Sebastián Benítez Larghi , Centro Interdisciplinario de Metodología de las Ciencias Sociales. Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (UNLP-CONICET).Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Universidad Nacional de La Plata,Argentina

  • María Susana Ortale Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (UNLP-CONICET). Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Universidad Nacional deLa Plata / Centro de Estudios en Nutrición y Desarrollo Infantil (CEREN). Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires (CIC PBA), Argentina

  • Luis Adriani adriani, lnstituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (UNLP-CONICET). Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad Nacional de La Plata, Argentina

    Entrevista a Juan I. Piovani. Las Ciencias sociales frente a la pandemia en Argentina

  • Juan I. Piovani. Docente-investigador de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FaHCE) e integrante de la Comisión de Ciencias Sociales dentro de la Unidad Coronavirus, promovida por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), el Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación (Mincyt) y la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (ANPIDT).


La entrevista se organizó alrededor de tres ejes vinculados a la producción, circulación y apropiación de los conocimientos producidos por las Ciencias Sociales sobre distintas problemáticas vinculadas al contexto de pandemia porCOVID-19, los que fueron abriendo a otras temáticas referidas a la gestión de proyectos de investigación.

E: ¿Cómo se desarrolló la propuesta de investigar la pandemia en las Ciencias Sociales desde las instituciones de Ciencia y Técnica?


Juan: lo primero que puedo contarles, de público conocimiento, es que, apenas declarada la pandemia, se conformó una unidad coronavirus entre el MINCYT, el CONICET, y la ANPIDT. No sé si desde el primer momento, pero bastante rápido se incorporó a esta unidad una comisión de Ciencias Sociales, con Gabriel Kessler como coordinador, que en pocos días preparó un informe sobre el impacto de las medidas de aislamiento en la sociedad argentina[1].Si bien esa comisión tuvo una actuación acotada en el tiempo, ese informe se realizó, fundamentalmente, gracias a las redes preexistentes y al fuerte entramado institucional de las Ciencias Sociales y Humanas de la Argentina. No me refiero únicamente a los centros o institutos de investigación y las facultades, sino muy especialmente a las instituciones que las nucléan, como el Consejo de Decanos y Decanas de Facultades de Ciencias Sociales (CODESOC) y la Asociación de Facultades de Humanidades y Educación (ANFHE), que tienen presencia en todo el país y que trabajan de manera muy articulada. A su vez, en cada una de las facultades que componen estos organismos había equipos que venían trabajando desde hace mucho tiempo, que tenían contactos territoriales. Acá quedó muy en evidencia la importancia que tenían las investigaciones ancladas en el terreno, porque a lo largo del tiempo le habían permitido a las investigadoras e investigadores generar una serie de contactos con quienes podríamos llamar, en este contexto, informantes clave, y que fueron en primera instancia las personas a las que se recurrió para conocer la situación en los distintos territorios ante la imposibilidad de hacer trabajo de campo tradicional. Por otra parte, también este primer informe contribuyó a ver que muchas veces el quiebre que nosotros hacemos en el trabajo universitario entre investigación y extensión tiene que ser matizado,ya que no era del todo claro si estos contactos territoriales tenían que ver con prácticas de investigación o de extensión previas, o con ambas. Muchas veces, las prácticas de investigación y de extensión están a cargo de las mismas personas o de los mismos equipos y, en todo caso, este tipo de informes permite reivindicar el trabajo de extensión no solo como una tarea de “asistencia” de la universidad en determinados campos, sino también como una actividad con fuerte contenido político y sentido de promoción de los territorios y de las personas, de sus derechos y, al mismo tiempo, como una práctica que también es productora de conocimiento. Aunque el objetivo central pueda ser otro, se trata de espacios que habilitan y que posibilitan la producción de conocimiento. Más allá de las iniciativas centralizadas de las instituciones y del gobierno, hubo también un trabajo muy fuerte desde las bases, no conozco prácticamente ningún equipo de investigación o colega que no se haya involucrado, que no se haya interesado por contribuir desde el punto de vista de la investigación en el contexto de pandemia. Lo que quiero decir -más allá de la Unidad Coronavirus y pensando en diferentes escalas- es que ya sea a través de iniciativas de las/os propias/os investigadoras/es, de los equipos de investigación, de los centros o institutos, o de las facultades, hubo desde un primer momento un trabajo fuerte de las Ciencias Sociales y Humanas en relación con la pandemia. Y esto tanto en el circuito más específico de los proyectos de investigación, como en el de los proyectos y las prácticas de extensión. Por otra parte, obviamente sí hubo iniciativas demás amplio alcance pensadas desde las instituciones que regulan y definen las políticas científicas (en nuestro caso fundamentalmente a nivel nacional, a través del CONICET, el MINCYT y la ANPIDT).

E: ¿Cómo fue la recepción de ese informe?

Juan: En general la recepción del informe fue muy buena, aunque tuvo algunos matices a lo largo del tiempo y de acuerdo con el ámbito. En la comunidad de las ciencias sociales, como era de esperar, el informe fue muy bienvenido,tanto por sus aportes específicos al diagnóstico de la situación social y de las consecuencias de las medidas de aislamiento adoptadas por el gobierno, como por su contribución a la visibilidad pública del trabajo de las ciencias sociales y la reafirmación de su lugar central en la gestión de la pandemia. Esta percepción fue en gran medida compartida por las autoridades de los organismos de Ciencia y Tecnología, quienes manifestaron el interés de fortalecer la institucionalización de la Comisión de Ciencias Sociales, y de dotarla de fondos para que siguiera produciendo informes de este tipo. Obviamente, esto también nos interesaba a los integrantes de la Comisión, entre otras razones porque nos parecía que había que sostener el trabajo -inicialmente voluntario- que hicieron todos los equipos en el país -que fueron muchísimos e involucraron a cientos de personas-. Si bien la idea original implicaba fortalecer la Comisión de Ciencias Sociales de la Unidad Coronavirus, en definitiva, la propuesta de las autoridades se canalizó a través del Programa de Investigación sobre la Sociedad Argentina Contemporánea(PISAC), mediante el PISAC II, en el ámbito del MINCYT, y de la convocatoria PISAC COVID-19 de la ANPIDT.

E: ¿Y cómo se fue perfilando la convocatoria? ¿Quiénes intervinieron?

Juan: luego de varios meses de consultas, se terminó definiendo una convocatoria específica para las ciencias sociales en el marco de la ANPIDT-con la participación del CODESOC y de la Secretaría de Políticas Universitarias(SPU)-: la convocatoria PISAC COVID-19 “La sociedad argentina en lapos pandemia”. Como director del PISAC participé en la formulación delos términos de referencia, que fueron bastante novedosos y, por otro lado,como integrante del comité asesor de la convocatoria, estuve involucrado en la definición de los ejes de investigación y en el seguimiento integral de los proyectos adjudicados. Con respecto a los términos de referencia, la propuesta que hicimos al comité ejecutivo del CODESOC y al FONCYT (qué implicó también una novedad para esta institución, ya que no se seguían las pautas tradicionales de los PIC Tu otros instrumentos consolidados), se trató de innovar en cuatro sentidos. El primero consistió en darle a los proyectos un carácter federal, alentando la conformación de redes interinstitucionales y ampliando así la base de facultades y equipos beneficiarios de subsidios de investigación que, habitualmente, al menos en el caso de la ANPIDT, tienden a quedar bastante concentrados enun puñado de instituciones metropolitanas, en equipos con mucha trayectoria y que cuentan con más recursos de todo tipo. Además, el trabajo de las redes federales se consideraba fundamental para conocer los efectos de la pandemia en diferentes contextos regionales y evitar que se “nacionalizaran” los resultados de investigaciones llevadas a cabo solo en el AMBA. Para cumplir con este objetivo,en los términos de referencia se incluyeron requisitos sobre la cantidad mínima de nodos y de regiones que debían participar en las redes. Esto fue uno de los aspectos más ricos de esta convocatoria, más allá de las investigaciones y los resultados específicos sobre la pandemia y las consecuencias de la pandemia desde el punto de vista de las Ciencias Sociales, porque efectivamente se han conformado redes muy potentes, con presencia de instituciones de las distintas regiones del país. Otro de los aspectos destacados fue la inclusión de investigadoras en los espacios de dirección y coordinación de redes y nodos regionales. Las estadísticas recientes muestran que las Ciencias Sociales están fuertemente feminizadas, especialmente en las nuevas generaciones. Esto se ve, entre otras cosas, en las becas y los ingresos al CONICET. Pero no siempre se ve reflejado en los espacios de decisión, tanto a nivel institucional como en los equipos de investigación. Entonces, se buscó deliberadamente fortalecer la presencia de mujeres en la dirección o coordinación general de los equipos, y en las coordinaciones de los nodos regionales. Al respecto cabe aclarar que las redes tienen un/a director/a general, pero también tienen un Grupo Responsable integrado por todas/os las/os coordinadoras/es de los nodos regionales que conforman cada red. Por otra parte, también se promovió la participación de investigadoras e investigadores jóvenes, pero no solo como asistentes de investigación, sino como parte de los grupos responsables en los que se discutían las decisiones teóricas y metodológicas de los proyectos. Finalmente, otra cuestión novedosa, teniendo en cuenta los vínculos entre investigación y extensión, así como el trabajo en el territorio y las relaciones con organismos estatales, movimientos sociales, etc., fue la habilitación para que organismos que en principio podríamos definir como “extra-científicos”, pudieran participar en las redes. Por ejemplo, sindicatos, organizaciones no gubernamentales (ONGs), sociedades de fomento y, obviamente, reparticiones del Estado de las jurisdicciones nacional, provincial y municipal: ministerios,secretarías, direcciones, etc. Esto implicaba reconocer que en muchos de estos organismos hay colegas de las Ciencias Sociales que trabajan en investigación,incluso de manera bastante formal a través de institutos o centros de investigación de sindicatos, ONGs o algún otro tipo de organización. Esto fue bien recibido por los equipos de investigación y, obviamente, por esas organizaciones, que encontraron que sus experiencias territoriales podían ser recuperadas en la producción de conocimiento en un marco formal dentro de las universidades.

E: ¿Cómo se definieron los temas a incluir en la convocatoria PISAC-COVID?

Juan: Bueno, una vez que todo esto estaba en marcha se conformó un comité asesor, con representación de todas las instituciones que formaron parte de la convocatoria, incluyendo obviamente al CODESOC. Y este comité empezó a trabajar no solo en el seguimiento de la convocatoria, en la conformación de la comisión evaluadora, sino también, antes de todo eso, en la operacionalización de los ejes de investigación. Los ejes fueron el resultado de intercambios entre representantes de la ANPIDT, el CODESOC, y el MINCYT. Uno tenía que ver con políticas públicas y Estado, otro con seguridad y violencias, otro con cuestiones de saludy protección social, otro con temas de cuidado y relaciones de género, otro con transformaciones en el mundo del trabajo y la educación y, finalmente, otro con representaciones, discursos y creencias. Eran grandes títulos y, a partir de ellos,lo que hizo este comité asesor fue elaborar unos documentos complementarios para darle más contenido, cubriendo prácticamente todos los intereses de la investigación empírica de las Ciencias Sociales sobre la pandemia y la sociedad pos-pandemia.

E: ¿Cómo fue la respuesta a la convocatoria y cuál fue el resultado?

Juan: Se presentaron en total 90 proyectos con 800 nodos y cerca de 6.700investigadoras/es. Como resultado del proceso de evaluación se seleccionaron y financiaron 19 proyectos integrados por 210 nodos radicados en 22 provincias y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En los proyectos adjudicados,que actualmente se encuentran en la fase final de ejecución, participan 43universidades nacionales y otras 20 instituciones estatales y privadas. Se puede afirmar que la respuesta fue excelente, aunque hubo algún malestar por la concentración metropolitana en la dirección de los proyectos. En realidad, los proyectos con dirección radicada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o en el Gran Buenos Aires fueron 5 o 6 (aprox. el 25-30% del total), una cifra que, teniendo en cuenta la muy desigual distribución de los recursos científicos y tecnológicos en el territorio, es relativamente baja. Pero también había proyectos radicados en la provincia de Buenos Aires, por ejemplo, dos en la Universidad Nacional del Centro (UNICEN), y fue interesante ver que, desde la perspectiva de algunas/os colegas del “interior”, esto también era un indicador de concentración “porteña”.Al respecto quisiera comentar dos cuestiones. La primera es que en la selección final de los proyectos no hubo sobre-representación de alguna región en particular. En otras palabras, la proporción de proyectos adjudicados con dirección en el Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA) no fue mayor a la proporción de proyectos presentados con radicación en dicha región. Y lo mismo vale para las otras regiones. La segunda cuestión tiene que ver con las razones por las cuales los equipos que conformaron las redes decidieron que la dirección general recayera en colegas de universidades del AMBA o de otras grandes áreas metropolitanas. Si bien no hice entrevistas formales, en conversaciones con integrantes de las redes surgieron dos puntos importantes. Por un lado, la organización radial concéntrica que tiene casi todo en Argentina: los colegas del“interior” tenían vínculos(lineales) bastante consolidados con alguna institución metropolitana, pero en general no se conocían tanto entre sí. Es decir queno había una estructura reticular de vínculos académicos interpersonales e inter-institucionales, y todos “miraban” hacia las grandes áreas metropolitanas especialmente el AMBA. Esto, obviamente, marcó la conformación de las redes federales. Por otro lado, cuando en los equipos había grupos de Buenos Aires o de otras universidades grandes, con investigadoras/es muy reconocidas/os,con frecuencia las/os colegas de otros lugares preferían declinar una eventual posición de dirección, en parte para evitar quedar a cargo de investigadoras/es que consideraban como sus propios referentes, y también por la creencia de que nombres más reconocidos en la dirección podrían tener un efecto favorable en la evaluación.

E: Esto que planteás nos lleva a otra de las preguntas que era la vinculación con otros organismos del Estado, con la apropiación de losresultados.

Juan: Y también conecta con la otra iniciativa reciente de PISAC, de la que todavía no hemos hablado, que en el MINCYT se denominó oficialmente PISAC II, cuyo objetivo es realizar investigaciones a partir de demandas de organismos públicos, que es algo también bastante novedoso. Sobre esto creo que se pueden decir muchas cosas. La primera es que prácticamente no hay ningún tema de interés para las políticas públicas sobre el que no haya investigación social. Cuando hicimos los estados de la cuestión del PISAC, en los que participó Sebastián, entre muchos otros colegas, asumimos la tarea de revisar la producción de equipos de investigación todo el país. Y nos encontramos con que de todo lo que se les pueda ocurrir había investigaciones de Ciencias Sociales y Humanas. Sus resultados tenían distintos grados de circulación y de visibilidad. Pero no pensemos solo en la circulación y el impacto en las políticas públicas; también dentro del mundo académico había (y todavía hay) una fuerte invisibilización de ciertas producciones. Ésta es entonces una primera cuestión, la de la circulación,la visibilidad, que no se limita sólo a la relación entre la producción de las Ciencias Sociales, los hacedores de políticas y los organismos del Estado para los cuales estos conocimientos podrían ser útiles, sino que incluso dentro del mundo académico hay mucha producción que queda bastante invisibilizada, y esto también está de algún modo conectado con las enormes asimetrías que tiene el sistema científico argentino, que son en todo caso un reflejo de las enormes asimetrías y desigualdades que tiene el país en todo.


E: Esta representación federal enfatizada en los PISAC COVID se desprende del diagnóstico de la primera experiencia del PISAC de2012 ¿no?, con referencia a las producciones de zonas o regiones que no habían tenido visibilización ni presupuesto. En este sentido esta forma de organizar la convocatoria del PISAC COVID fue una política innovadora y reparadora de aquel diagnóstico de la primera fase del PISAC.


Juan: Absolutamente. Desde el PISAC hicimos mucho para incorporar estos criterios en la convocatoria. Lo que tal vez no logramos anticipar fue la cuestión de la concentración de las sedes formales, que es algo que se podrá tener en cuenta para próximas convocatorias, con otro conjunto de requisitos. Pero en relación con aquel diagnóstico del PISAC I al que nos referimos antes, el resultado de la federalización de la convocatoria PISAC COVID fue excelente. Cuando uno conversa con los coordinadores/as de los nodos de todos los equipos, ve allí un trabajo bastante inédito. Más aún, esta convocatoria deja una huella más allá del trabajo sobre la pandemia y sus consecuencias. Deja algo para pensar las políticas universitarias y las políticas de ciencia y técnica, al menos en el campo de las Ciencias Sociales.

Sebastián: Y en términos metodológicos por lo menos lo que ha pasado en el que estuve yo participando, requiere una articulación en el diseño de los instrumentos y en la contemplación de diferentes situaciones que también en cierto punto son una enseñanza, un aprendizaje respecto a este tipo de estructuración y no que baje el instrumento de los nodos centrales para aplicarlo en cualquier contexto.

Juan: totalmente, pero quise remarcar el punto anterior porque muchas veces,cuando planteamos el problema crítico de la relación de nuestras investigaciones con las instituciones y las políticas públicas, nuestra vinculación con los organismos del Estado, con los hacedores de políticas públicas, legisladores, etcétera, que es obviamente una cuestión central, puede quedar inadvertido el hecho de que, en cierto sentido, también hay problemas de circulación del conocimiento dentro del mundo académico. Pero bueno, la relación con el mundo de las políticas públicas es uno delos de los puntos críticos. El PISAC II -aunque es una experiencia muy acotada-tiene que ver con eso, con tratar de acercar las instituciones de investigación, los equipos de investigación y los y las investigadores/as a los organismos públicos,a los hacedores de políticas públicas. Y se trata también de hacer otra cosa importante, que es codefinir los problemas de investigación, porque muchas veces nosotros investigamos cosas que suponemos que tienen impacto para las políticas públicas, pero la definición de aquello que investigamos es completamente autónoma y referenciada en lo académico. No sabemos si estamos encarando el problema como se lo concibe desde un organismo público competente en la materia, o con la misma escala territorial, o estudiando los actores sociales que los responsables de tales organismos reconocen como más involucrados en esos problemas. Y tampoco estamos pensando los resultados con un formato que sea apropiable para el diseñador de políticas públicas. Más bien lo pensamos desde la lógica de la publicación, ya sea un libro o en un paper que va a circular por otros ámbitos (los académicos). Lo que se intentó hacer con el PISAC II fue, en primer lugar, identificar y relevar posibles demandas de conocimiento científico social por parte de organismos públicos. Después, poner en contacto a investigadoras e investigadores con los equipos técnicos de estos organismos, sobre todo ministerios, secretarías de Estado, etcétera, para generar una plataforma común,un diálogo a partir del cual codefinir términos de referencia con precisiones bastante concretas sobre qué es lo que se requiere, qué tipo de producto, que recorte temporal y territorial. Y, finalmente, hacer convocatorias públicas para la presentación de proyectos basados en esos términos de referencia. Ya se hizo una primera convocatoria con proyectos para el Ministerio de Educación, el Ministerio de Desarrollo Social y el Ministerio de Trabajo. Evidentemente hay una cierta debilidad o agilidad en el vínculo que tenemos con organismos del Estado, con hacedores de políticas públicas. Pero también hay que pensar cuál es el lugar de un investigador, o de un equipo de investigación,frente a esos organismos. Posiblemente también sean necesarias ciertas mediaciones a cargo de las instituciones, las facultades, las universidades, los Centros de investigación. Por otro lado, hay que tener en cuenta que muchos organismos del Estado tienen una larga tradición de contar con equipos de investigación propios y de producir conocimiento. Ahí hay otra cuestión que muchas veces se pasa por alto: conflictos (reales y potenciales) que tienen que ver con cuáles son las percepciones de esos colegas frente a la academia, especialmente en un contexto de distribución desigual de reconocimientos por el trabajo de investigación. Entonces, en la relación con el Estado hay que tener en cuenta que, sobre todo ministerios muy institucionalizados como Salud, Educación, Desarrollo Social,etcétera, tienen sus propios equipos de investigación y, por lo tanto, a veces puede ser en cierto sentido disruptivo que aparezcan equipos de la universidad para hacer algo que se supone que ellos pueden hacer o ya hacen. Por ejemplo,cuando empezamos a trabajar sobre COVID, detectamos algunos resquemores,algunos malestares: “¿qué tienen que venir a enseñarnos los profesores de la universidad sobre algo que ... nosotros, que tenemos nuestros equipos, que trabajamos en el ministerio, hacemos y venimos haciendo desde siempre”. Y por supuesto que es un trabajo muchas veces muy bueno y muy serio, pero que suele tener menos reconocimiento académico, más allá de que en algunas ocasiones es estos colegas publiquen algún artículo o participen en algún congreso para presentar resultados de investigaciones realizadas en Ministerios. Pero tampoco es que sean mundos completamente ajenos; tienen de hecho muchos puntos de contacto. De todos modos, vale que recordar que las Ciencias Sociales académicas“profesionalizadas” (en la universidad y otras instituciones afines), no sólo tienen que pensarse en función de dar respuestas instrumentales a problemas estructurales o coyunturales que demanda la política pública, porque eso también sería una grave reducción de lo que las Ciencias Sociales hacen y pueden hacer. En este sentido me parece que es interesante el planteo de Burawoy sobre las esferas de actuación de las Ciencias Sociales, cuando propone una tipología a partir de dos criterios: uno ligado a lo que estábamos planteando sobre el mundo académico y el mundo extra-académico, partiendo de la constatación de que se hace investigación social también fuera del mundo académico en sentido estricto, por ejemplo, en ministerios, consultoras, ONGs, sindicatos. Y otro criterio ligado al tipo de conocimiento que se produce. Un conocimiento más bien instrumental, que tiene que ver con la resolución de un problema muy concreto y delimitado, ya sea de carácter cognoscitivo, encuadrable en una agenda académica y definido en los términos de una disciplina, o un problema más práctico cuya solución requiere del conocimiento científico “aplicado”, y que puede inscribirse en una agenda de políticas públicas (vinculado por ejemplo a la planificación urbana o la gestión ambiental, etc.) Y, por otro lado, lo que llama “conocimiento crítico”, que lo opone al conocimiento instrumental, y que se relaciona con la discusión pública sobre grandes temas, con cómo pensamos y queremos que funcione la sociedad, la economía, la política. Por ejemplo,qué tienen que decir las Ciencias Sociales sobre la cuestión del extractivismo, el ambiente, las relaciones de género, el matrimonio igualitario, el aborto, etc. Esto, en el plano extra académico, Burawoy lo define como el espacio de la sociología pública. Pero, obviamente, también hay un espacio de producción de conocimiento crítico en el ámbito académico. No obstante, aprovecho para recordar al respecto que, una de las críticas de Burawoy se refiere a cómo las Ciencias Sociales, en la medida en que se han ido enfocando progresivamente en la producción de conocimiento instrumental, que como decíamos tiene que ver con las respuestas empíricas a preguntas muy específicas que se construyen en el marco de las agendas de las Ciencias Sociales, han abandonado progresivamente la investigación más vinculada a las preguntas fundantes de las Ciencias Sociales, de carácter epistemológico, metodológico, teórico. Entonces, me parece que también cuando planteamos esta cuestión de la relación con las políticas públicas, puede ser importante tener como referencia este mapa, esta tipología de Burawoy, que es interesante para pensar los distintos ámbitos en los que se produce y/o en los que tiene incidencia o potencial incidencia el conocimiento de las Ciencias Sociales con distintas características, con distintos objetivos, en diferentes escalas y en diferentes marcos institucionales.

Luis: sí, esto en Geografía de la UNLP también sucede. En términos generales,empezamos a trabajar en y para el Estado con producción de conocimientos destinados a políticas públicas cuando todavía no teníamos un ámbito para el desarrollo de la investigación, ni financiamiento a través de becas, ni mayores dedicaciones o subsidios para proyectos. Esta vinculación con el sector público continúa, pero a diferencia de aquel primer momento, el desarrollo de la investigación institucionalizada en centros de investigación ha permitido contextualizar y revisar esa práctica profesional a partir de los saberes teóricos fundados en la producción crítica de los conocimientos. Por supuesto continúan los debates en términos de si los geógrafos somos parte del campo intelectual que no se involucra en las políticas estatales o si lo hacemos desde perspectivas críticas. Este sigue siendo un tema de discusiones en nuestra disciplina, incluso en las instancias de reforma de los planes de estudio. 

Juan: en el campo de las Ciencias Sociales, o de la ciencia en general, y en las universidades, esto es un gran desafío. En este sentido, puede ser importante recordar que los cuatro cuadrantes de la tipología de Burawoy, y cómo se vinculan entre sí en todos los sentidos posibles, no tienen límites fijos, que se definen de una vez y para siempre. Por ejemplo, la investigación profesionalizada de las Ciencias Sociales sobre problemas de agenda, como educación, pobreza, desigualdad,etcétera, puede contribuir a las decisiones en el espacio extra académico delas políticas públicas, sin que los investigadores se conviertan en empleados de los organismos estatales. Las políticas públicas pueden “apropiarse” de esos conocimientos, que entonces no quedan necesariamente restringidos al circuito académico profesional, o a la circulación en las revistas científicas. Por otro lado,dentro del mundo académico hay una presión creciente de un sistema que opera a escala global, que se traduce, entre otras cosas, en pautas de evaluación y criterios de publicación (especialmente en revistas de corriente principal) que contribuye a definir, delinear una agenda y una forma de investigar y de escribir, de producir,de comunicar. Y esto hace que muchas veces se investiguen cuestiones que son bastante ajenas a las realidades locales, como muestra Hanafi cuando analiza las ciencias sociales en el Mundo Árabe. En efecto, afirma que los científicos sociales que logran insertarse en el circuito internacional no impactan a nivel local,porque las mismas exigencias de ese sistema (temas de agenda, formas de producir, lengua de comunicación, etc.)los desvincula de la cuestión local, mientras que los que tienen más compromiso, involucramiento e impacto local tienen poco acceso al circuito internacional. En ese marco, también es un desafío cómo mantener viva, financiada y reconocida, la investigación que no se ajusta a este conjunto de criterios y de lógicas pero que es valiosa desde muchos puntos de vista, tanto en términos intelectuales como por sus aportes a políticas o debates públicos.

E: La pregunta que hacíamos sobre el acoplamiento de las temporalidades tenía que ver con asumir el carácter instrumental que se demandaba a las Ciencias Sociales en este contexto de emergencia sanitaria. La pregunta se vincula con esta situación de emergencia,con la producción de conocimiento y su contribución a la definición de algunas políticas o normativas dirigidas a la prevención o al control dela pandemia.

Juan: Según los integrantes de equipos, por lo que he podio indagar, en general las investigaciones sobre pandemia y/o en el contexto de pandemia se hicieron teniendo muy presente el interés de impactar, de tener una bajada a políticas públicas, de que los resultados puedan ser apropiados, que puedan ser “útiles”,aunque no sé si ésta la palabra más adecuada. Pero esto obviamente siempre enfrenta muchísimos problemas. Además de todo lo que ya dijimos sobre nuestra vinculación crítica con los organismos del Estado, está el problema, dentro del Estado, de la articulación horizontal y vertical. Cuando digo articulación horizontal me refiero a la coordinación entre distintos organismos que están separados, organizados de una determinada manera, que se especializan en determinadas cuestiones. Pero con la pandemia (como con muchos otros problemas) enfrentamos algo que pone en juego, a la vez, competencias de distintos ministerios. La pandemia no solamente convoca a las áreas de salud,sino también a las de educación, desarrollo social, turismo, deporte, ciencia y técnica, etcétera. Nosotros tenemos una histórica dificultad en Argentina para integrar horizontalmente distintos organismos del Estado y sus políticas. Y por otro lado también es desafiante la articulación vertical, especialmente pensando en un país federal, entre los distintos niveles o jurisdicciones: nacional, provincial,municipal. A veces la vinculación funciona bien en el nivel local, pero no en el provincial, o hay algo que se piensa en la escala nacional pero que después es muy difícil bajar a distintos contextos más acotados. Además, también hay que considerar la tan mentada articulación público-privado, que agrega complejidad a toda esta cuestión de las vinculaciones.

E: Con relación a la circulación del conocimiento ¿cómo ves a los actores a cargo de la vinculación de ciencia y técnica con otros organismos, lo que serían cuestiones más centradas en el campo burocrático de la ciencia y técnica?

Juan: La pregunta por la circulación creo que tiene muchas derivas posibles. En primer lugar, tenemos que tratar de aclarar de qué estamos hablando. Una cuestión es la circulación y difusión del conocimiento de las Ciencias Sociales en públicos más amplios, que podríamos considerar “no académicos”,o no especializados, que no va a nuestros congresos, ni lee nuestras revistas o libros. Sobre esto no puedo decir mucho, pero evidentemente hay una cuestión que tenemos que trabajar si tenemos en cuenta cómo concebimos la práctica científica, la función del conocimiento, incluso algunas perspectivas epistemológicas que plantean la coproducción de conocimiento, así como aquellas que nos recuerdan el origen de nuestros financiamientos. Creo que en esto hay una responsabilidad institucional de las universidades, de los centros de investigación, por un lado, pero también de los equipos de investigación y de las y los investigadores: ¿qué hacemos para que nuestro trabajo llegue a un público más amplio, para que se conozcan sus resultados? ¿cómo pensamos formas de comunicación que contribuyan a justificar, frente a la sociedad, el esfuerzo de financiar nuestras investigaciones y, al mismo tiempo, den pistas sobre cómo los resultados de nuestras investigaciones pueden incidir positivamente en las vidas de las personas, de las comunidades, informar las políticas públicas, etc.? Por otro lado, está la cuestión de la circulación del conocimiento en el mundo académico,algo en lo que enfrentamos muchos problemas de distinto tipo. Hay un fuerte peso de un circuito de corriente principal en el sistema científico a escala mundial,como decíamos, muy dominado por el idioma inglés y conformado por revistas,muchas veces comerciales, que no están en acceso abierto y por las cuales hay que pagar. Por otro lado, hay en Argentina y en muchos otros países, circuitos“periféricos”, por llamarlos de alguna manera, con poca visibilidad y circulación,y esto se debe a muchas razones. Una es que a veces se trata de revistas que siguen publicando en soporte papel, que quedan guardadas en las bibliotecas de las facultades. En el caso de nuestro país, y a partir de una investigación que hicimos en el PISAC, también hay estilos de producción muy extendidos en los cuales la revisión de literatura reciente (que en la práctica implica citar otros papers) no siempre ocupa un lugar tan central como el que marca el canon de la ciencia social profesionalizada (en el sentido de Buroway). No es que este dispositivo no esté en la producción de las ciencias sociales argentinas, pero en términos relativos suele aparecer con mayor debilidad de lo que se espera según los estándares del artículo científico internacional. Se pueden pensar entonces que las producciones recientes también circulan menos, justamente porque son menos recuperadas por otros en sus producciones. Y de hecho hay estadísticas que confirman esto. Ustedes saben que el MINCYT contrata bases de datos internacionales a las que podemos acceder a través de la Biblioteca de la Facultad. La descarga total de artículos y la descarga per cápita en el campo de Ciencias Sociales y Humanas desde estas bases de datos está muy lejos de lo que ocurre en las Ciencias Exactas y Naturales. El total de descargas y el total de descargas per cápita es muy bajo, y esto quiere decir que la producción (al menos en el formato de artículos del circuito mainstream) circula menos que en otros campos. Y si circula poco esta literatura de corriente principal, que es la que se nos demanda citar cuando escribimos un artículo para una revista internacional con referato, imagínense lo que sucede con los artículos de revistas que están en formato papel y que no tienen ningún tipo de presencia siquiera en las bibliotecas de las facultades, más allá de la facultad donde se publicó.

E: ¿Cómo ves la relación de la producción de las Ciencias Sociales con la comunidad, los medios, la opinión pública, cómo se va dando esto através de la pandemia, porque han aparecido en los medios bastantes investigadores, reflexiones en periódicos, etc., y si lo podés comparar con cómo se venía dando antes?

Juan: Empiezo la respuesta con una aclaración. Este es un tema sobre el que nunca he investigado, y hay muchos colegas que investigan sobre los medios y cuestiones afines. Entonces todo lo que diga se basa meramente en algunas impresiones. Creo que la relación entre las Ciencias Sociales y los medios en el contexto de la pandemia fue bastante armoniosa, o al menos poco hostil. Se podía esperar, sobretodo en contextos de fuerte polarización, como el que hay ahora en Argentina yen muchos lugares del mundo, que ciertos sectores de la sociedad demonizaran a las Ciencias Sociales, entre otras cosas porque las identifican con determinadas perspectivas ideológicas, políticas, etcétera. Y esto es algo que ya habíamos experimentado. Recuerden el conflicto al inicio del gobierno de Macri, que derivó en la toma del CONICET. La sociedad mostró inicialmente mucha solidaridad y respaldo a las y los científicos, pero, en ese mismo contexto, muchos medios de comunicación propusieron una diferenciación entre la supuesta ciencia “con mayúsculas” y las Ciencias Sociales. Y de hecho hubo bastante persecución por medio de trolls a colegas que investigaban temas que de repente a determinados personajes de los medios o de la política les parecían poco relevantes. En algunos diarios, programas de TV y en las redes sociales circularon comentarios hostiles hacia colegas que investigan, por ejemplo, culturas populares, fútbol, sexualidad o migraciones (en este último caso argumentando que estos investigadores amparaban a los que “les quitan el trabajo a los argentinos”). Y en el contexto de pandemia uno podría haber esperado algo similar. Es evidente que algo de eso hubo, pero en general los medios de comunicación retomaron muchas de las investigaciones de las Ciencias Sociales, empezando por el primer Informe federal al que nos hemos referido en varias ocasiones. Cuando tomó estado público tuvo presencia en los medios y también hubo entrevistas muy cordiales. Igualmente, en ciertos sectores de los medios y del periodismo circulaba la idea de que las Ciencias Sociales tenían un rol menor, o menos importante en relación con la pandemia. Pero a veces suceden cosas inesperadas. Ustedes recordarán que el comité de expertas y expertos, que generalmente asesoraba al presidente, tenía una fuerte presencia de colegas de ciencias médicas, de epidemiología e infectología y, en ese momento, muchas de las críticas de los medios incluían una fuerte reivindicación de las Ciencias Sociales y de su importancia en la gestión de la pandemia. Tal vez simplemente aprovecharon las circunstancias e hicieron un uso instrumental de esto, y si las Ciencias Sociales hubiesen sido convocadas desde el principio, lo hubieran criticado: “¿qué tiene que decir un antropólogo o un sociólogo sobre la pandemia?;deberían consultar a los científicos que se ocupan de temas serios....Pero bueno, lo cierto es que en ese contexto fueron en algún sentido reivindicadas.

 

E: Tal vez como norte que nos deja la experiencia de trabajar en distintos niveles con otras disciplinas, algunas de las cuales han tenido preeminencia durante la pandemia, sea la de una mayor articulación interdisciplinaria. Las Ciencias Sociales tenemos mucho que aportarpara dar sustento empírico, carnadura a muchos modelos abstractos o importados de otros países vinculados a la transmisión de enfermedades infectocontagiosas.

Juan: Yo creo que se instaló fuerte la necesidad del abordaje interdisciplinario. Parece algo bastante obvio en el estudio de cualquier cuestión de este tipo. La pandemia irrumpió de manera sorpresiva. Pero si se piensan otros temas que ya estaban en la agenda, como la cuestión ambienta lo la cuestión territorial:¿cómo las abordas si no es interdisciplinariamente? En el tema de la pandemia esto quedó clarísimo. Con respecto a la segunda parte de la pregunta, creo que hay muchas cosas que quedaron en evidencia en relación con los modelos abstractos y el conocimiento empírico de las ciencias sociales. Por ejemplo, se pueden desarrollar modelos biológicos sobre los mecanismos de contagio del virus (que obviamente pueden tener bases empíricas), pero hay que tener presente que en la pandemia también entran en juego una trama de relaciones sociales, de voluntades, de ideologías,de intereses, de necesidades, de desigualdades sociales. Entonces, desde el punto de vista de las ciencias naturales se puede explicar cómo el virus se contagia, de qué maneras circula, qué efectos tiene el organismo, etc. Y, a partir de esto, se pueden definir políticas muy específicas, como el ASPO, y se pueden modelizar sus posibles impactos en la evolución de la pandemia. Pero después está la gente que trabaja en una economía de subsistencia, en el sector informal, que tiene que salir a trabajar sí o sí porque tiene que ganar el sustento diario; están los jóvenes que no podés “encerrar” tan fácilmente en un departamento de 50 metros cuadrados porque quieren ver a los amigos, a la novia, al novio; tenés gente con una perspectiva ideológica completamente contraria a la intervención del Estado en el cuidado de la salud y que desafía las medidas... En definitiva, estamos hablando de algo que no se puede resolver con una computadora, simulando el “comportamiento” de dos o tres variables tomadas del “lado más duro” de la cuestión. Esto se vio clarísimo en muchísimos contextos y en todos los países del mundo. Y la conclusión retoma los dos componentes de la pregunta: la necesidad del trabajo interdisciplinario, y la importancia de las ciencias sociales para, entre otras cosas, aportar sustento empírico tanto a las modelizaciones sobre la evolución de la pandemia como a las medidas de contención.

E: ¿Qué nos podés decir de cómo abordaron la problemática de la pandemia las Ciencias Sociales de otros países?

Juan: Conozco la experiencia de países en los que las Ciencias Sociales tuvieron un rol importante. En muchos casos hay afinidad con lo que pasó acá; se empezó con un rápido compromiso de los propios investigadores a través de sus proyectos de investigación, de las instituciones, de las facultades. Pero no en todos los países se tuvo una respuesta (o un mismo tipo de respuesta) desde las instituciones estatales: por ejemplo, convocatorias, apoyos económicos, etc. En Brasil se investigó mucho, pero en el marco de un gobierno bastante hostil frente a las universidades y, especialmente, a las ciencias sociales. La Universidad de San Pablo lideró una iniciativa colectiva (posiblemente una entre muchas otras) de articulación de investigadores de Ciencias Sociales sobre la pandemia. En Chile tengo entendido que hubo convocatorias ad hoc para financiar proyectos de ciencias sociales. Nosotros, por ejemplo, estamos trabajando con Alemania, México, Brasil y Paraguay en proyectos sobre la pandemia. La respuesta fue muy, muy importante. Además hay llamados para presentar contribuciones en dossiers, libros, congresos, etc.

E: Sí, y acá llamó la atención la velocidad de la reacción, de la elaboración de ese informe, el resumen ejecutivo y el documento completo de la Comisión de Ciencias Sociales de la Unidad Coronavirus de Nación, que fueron al mes. En equipos de otros países, como Alemania,España, les llamaba la atención por la calidad del trabajo y la rapidez dela reacción de tamaña red de instituciones dando esa respuesta. Inclusive a otras disciplinas, por ejemplo arquitectura, les llamó mucho la atención la prontitud con la cual se había elaborado tan buen laburo.

Juan: Acá la respuesta fue especialmente rápida. Nosotros recibimos en aquel momento, en la Comisión que coordinó ese informe, mails y pedidos de otros países para ver si podían replicar la metodología. Me acuerdo de solicitudes desde Perú, Cuba y otros. Fue una respuesta muy rápida y muy comprometida. Pero eso también creo que tiene que ver con algunas particularidades del Sistema Argentino de Ciencias Sociales ¿no?

E: Seguramente el antecedente el PISAC facilitó mucho el armado de esa red de asociatividad, estaba ese antecedente que tal vez fue sumamente favorable para responder tan rápidamente en ese contexto.

Juan: Sí, y también las asociaciones, el CODESOC, la ANFHE, que tienen muchos años de trabajar de manera conjunta. Y tampoco hay que olvidar la fuerte tradición de extensión en las universidades. Esto requería sobre todo tener contactos con referentes locales. Yo me imagino la situación en algunas universidades del Primer Mundo en las que hemos estado invitados, en las que hemos trabajado en algún momento: si tuvieran que hacer un informe de este tipo o algo parecido, ¿a quién entrevistan? No tienen muchas veces estos vínculos territoriales, locales. No tienen estas redes de referentes sociales. Acá ya estaban en todos los lugares del país.

E: A partir de los encuentros que están teniendo para la presentación de los resultados del PISACCOVID, ¿identificás debates o visiones contrapuestas o interpretaciones contrapuestas relacionadas con algunas problemáticas vinculadas a la pandemia o a los efectos de la pandemia o a las normativas que el gobierno dispuso para transitar la situación de pandemia dentro de los equipos y dentro de los proyectos? Hay debates en torno a la interpretación de distintas problemáticas vinculadas ala pandemia y/o que puedan ser un acicate para pensar cuestiones teóricamente, más allá de la pandemia?

Juan: Dentro de los equipos de la convocatoria PISACCOVID, no lo sé. Probablemente sí, pero no tengo ninguna referencia. Ahora, en general, en el campo de la Ciencias Sociales, sí, a pesar de que determinadas perspectivas y/o interpretaciones puedan tener más arraigo, más difusión o más visibilidad. Obviamente el nuestro es también es un campo heterogéneo desde el punto de vista de los posicionamientos teóricos, metodológicos, y también políticos e ideológicos. En temas muy específicos, como por ejemplo la cuestión de la política de continuidad pedagógica, la política sanitaria y demás, aunque no hice una investigación sistemática, vi circular en las redes opiniones o incluso resultados de investigaciones que decían cosas contrastantes. Pero el corte seguía bastante las líneas de lo ideológico y de las identidades partidarias. Por ejemplo, ya sea sobre la base de un posicionamiento político o de investigaciones, colegas que están más identificados con el Frente de todos defendían la política de continuidad pedagógica en los términos en que se hizo, mientras que otros colegas que tienen mayor afinidad con el Radicalismo o con Cambiemos en general, y que también son expertos en educación, criticaban severamente la política oficial y avalaban la vuelta a la presencialidad en la escuela.


E: En muchos casos era muy claro cómo se fundía la cuestión política partidaria con la científica, por ejemplo cuando se atribuía tan prontamente al aislamiento, efectos iatrogénicos y daños a la salud mental de los chicos.


Juan: Sí. En general, en el campo de las Ciencias Sociales circuló mucho más,tuvo aparentemente más arraigo, una posición que estaba centrada en la cuestión del cuidado de la salud, del cuidado de la población. Pero, a la vez, no negadora de las consecuencias de las políticas, sobre todo para sectores populares(por la dependencia de las actividades económicas informales), o para las mujeres (por la intensificación de la carga de trabajo doméstico y de cuidados, el aumento de las violencias, etc.). Hubo una fuerte preocupación, reconocimiento e interés de investigar esto y de visibilizar esas problemáticas, incluyendo también las de salud mental, por supuesto. Creo que ese fue un poco el “consenso de las Ciencias Sociales”. Todo esto en el marco de un fuerte compromiso por sostener políticas que tuvieran que ver con el cuidado de las personas, de las familias, etcétera, etcétera. Tal vez dentro de las Ciencias Sociales, la economía(no todos en esta disciplina, ni desde todas las perspectivas), se centró algo menos en estas cuestiones y se focalizó más en los impactos económicos y productivos delas medidas. Y esto estuvo en línea con una de las críticas que circularon: un supuesto descuido relativo de las consecuencias de las medidas del gobierno para la economía, las empresas y los sectores productivos.

La guerra por los chips, el trasfondo de la desesperación de EEUU por China y Taiwán


La polémica visita de Nancy Pelosi a Taiwán coincidió con la aprobación en el Congreso de EEUU de la 'Ley de Chips y Ciencia', un intento de Washington por frenar el crecimiento de China en la fabricación de chips y semiconductores. La ley fomenta que se fabriquen chips en EEUU y ejerce presión para que firmas estadounidenses no crezcan en China.


La Ley de Chips y Ciencia fue aprobada por el Congreso de Estados Unidos para otorgar un rol subsidiario al Gobierno Federal en la fabricación de chips y en el desarrollo de investigaciones y nuevas tecnologías en la materia, la cual será firmada el próximo martes 9 de agosto por el presidente Biden.

El proyecto sugiere la inversión de 52.000 millones de dólares en subsidios y créditos fiscales para todo tipo de fabricantes globales de chips que establezcan en suelo estadounidense operaciones productivas o busquen expandir las existentes. Además, destina más de 200.000 millones de dólares para la financiación de investigaciones científico-tecnológicas en los ámbitos de robótica, computación cuántica e inteligencia artificial.

En abierta oposición al desarrollo tecnológico chino, el proyecto de ley prohíbe a las empresas beneficiadas por el subsidio expandir sus operaciones a territorio chino durante al menos una década, a menos que se trate de chips de menor tecnología que los destinados al mercado local.

¿Por qué importan los chips?

Los chips se utilizan en todo tipo de productos, desde coches y consolas de juegos hasta lavadoras y cepillos de dientes. Forman parte de la sangre vital de la economía global y son vitales para muchas de las mayores industrias del mundo. Pero también escasean, y la escasez podría durar hasta 2023.

Los principales fabricantes de chips y semiconductores del mundo tienen su origen en Taiwán, el destino del polémico viaje de la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi. Es que Washington ve como una amenaza la posibilidad de que China absorba la industria taiwanesa, principal proveedor de EEUU en la materia.

Detener el crecimiento de China

La escasez global de chips y semiconductores no solo ha llevado al cierre de empresas tecnológicas y ha fomentado la inflación sino que incluso se ha convertido en una amenaza de seguridad tecnológica insostenible para Washington, que vio con alarma que la tecnológica estadounidense Intel propusiera al Departamento de Comercio de EEUU expandir su capacidad de fabricación de chips al hacerse cargo de una fábrica abandonada en Chengdu, China, informó The New York Times.

La intención de la empresa de continuar su expansión en el mercado chino del chip fue el origen del proyecto de ley que pretende volver a posicionar en suelo estadounidense a la industria estratégica del chip, que abarca desde la computación cuántica, pasando por automóviles hasta cafeteras.

Las disposiciones previstas en la ley evidencian la alarma que existe en EEUU sobre el rol preponderante que ha conseguido China en la industria tecnológica global y muestran la intención de dotar a Washington de un rol más relevante en las industrias de vanguardia a nivel global.

En efecto, mientras EEUU manejaba cerca del 37% de la fabricación mundial de chips y semiconductores en 1990, ese guarismo bajó a 12% hacia 2020, de acuerdo a datos de la Asociación de la Industria de Semiconductores. En forma paralela, en el mismo período, la participación de China en la fabricación aumentó un 15%.

"Es una adopción de la política industrial que no se ha visto en Washington durante décadas, es la inversión más importante en política industrial que había hecho Estados Unidos en al menos 50 años", sostuvo el experto en políticas industriales de EEUU, Gary Hufbauer, miembro senior no residente del Instituto Peterson de Economía Internacional, consultado por New York Times.

"El Departamento de Comercio ya ha dicho que dará preferencia a las empresas que invierten en investigación, nuevas instalaciones y capacitación de la fuerza laboral, en lugar de aquellas que participan en el tipo de recompra de acciones que ha prevalecido en los últimos años", informó el periódico neoyorquino.

Pero el creciente dominio de China en cadenas de suministro globales clave, como las de metales de tierras raras, paneles solares y ciertos productos farmacéuticos durante la pandemia, "se ha sumado a la sensación de urgencia de detener el flujo de fabricación estadounidense al extranjero".

"Debido al aumento de la demanda de varios dispositivos finales, los fabricantes han aumentado sus actividades de adquisición de componentes, y en consecuencia, las capacidades de las fábricas han sido escasas desde 2020", explicó la analista de Trend Force, Joanne Chiao. (Sputnik News)

Los Nadie de Francia Márquez


El siete de agosto fue un día doblemente histórico para Colombia porque asumió el primer gobierno de izquierda, con Gustavo Petro a la cabeza, y en la vicepresidencia, la primera mujer afrocolombiana feminista, de izquierda, activista, abogada y defensora de los derechos medioambientales, Francia Márquez.

Tomás Hirsch, vive en Santiago de Chile, forma parte desde sus inicios en 1985 del Partido Humanista, al que renuncia en el 2020. Fue portavoz del Nuevo Humanismo en América Latina y dos veces candidato presidencial por los partidos de izquierda chilenos. Actualmente es uno de los Diputados chilenos más progresistas. Escribe en Pressenza

Pero, ¿quién es Francia Márquez?, ¿por qué esta mujer se encuentra ahora en el centro de la política internacional?, ¿qué agenda política despliega una mujer racializada y de procedencia humilde quien nos hace pensar en lo urgente de construir una democracia que conjugue la justicia social, el feminismo y los derechos ambientales?, ¿qué representa una mujer como Francia Márquez para los sectores olvidados por el Estado colombiano y, en particular, para las mujeres indígenas, las afrodescendientes, palenqueras, raizales y campesinas?

Francia Márquez nació en el Cauca, un lugar asolado y controlado por jerarquías raciales. Su trayectoria vital como activista, académica y mujer afrodescendiente representa el sentir de los sectores marginados y precarizados de Colombia y, al mismo tiempo, la alegría y la esperanza de un futuro distinto condensado en su famosa frase “vivir sabroso”, que reclama el derecho que cada persona tiene a disfrutar y a gozar de la vida.

Francia representa una lucha histórica: la de los pueblos afrodescendientes e indígenas en Colombia que han sido constantemente ultrajados por un sistema extractivista y patriarcal y a los cuales se les ha declarado la guerra porque sus vidas nunca fueron investidas de futuro por la nación. Hoy, estos sujetos/as heridos por la soberbia de la historia colonial y racial de Colombia aparecen bajo la figura de Los nadie, vidas que importan y traen consigo las claves de una profunda y necesaria transformación basada en el cuidado de la vida y los territorios e insisten en rescatar de esa memoria viva de los pueblos los vínculos existentes entre la ancestralidad y el futuro.

Los nadie es un manifiesto político y un reconocimiento a quienes han sido despojados, violentados y borrados por un Estado paramilitar, clasista y racista. Los nadie le otorga un nombre a quienes no tienen y nunca han tenido existencia en el imaginario político de Colombia. Los nadie encarna de manera poética una resistencia poderosa que hace temblar los cimientos de una política conservadora y tradicional y, al mismo tiempo, permite reimaginar una forma de hacer política a favor de la vida.

Francia se inspira en las luchas del pueblo afro y la filosofía del ubuntismo, donde las distintas formas de existencia se interrelacionan de manera solidaria, recíproca e interdependiente y propone un camino para repensar nuestras sociedades y avanzar hacia una vida plena, libre de violencia y discriminación. Su propuesta política desafía las bases de un modelo racista, extractivista y patriarcal que ha tenido consecuencias nefastas para la sociedad colombiana y propone trabajar en conjunto por transformar a Colombia en una potencia mundial de la vida. Su trabajo valiente y comprometido construye una red subterránea que entrelaza a millones de nadie en distintos países de América Latina que poco a poco van despertando y reconociéndose como ocurrió hace unos años en Chile ese viernes de octubre cuando los nadie nos miramos a la cara asombrados y esperanzados por un futuro posible.

Algunas reflexiones finales



En tiempos confusos y que marcan claramente como los cambios generalizados promueven la adopción de nuevas formas y un orden nuevo que emergerá como consecuencia, es importante asirse a algo que pueda perdurar a esas transformaciones para conservar el sentido histórico que caracteriza a la acción humana. Obviamente el valor de la vida humana, de cada vida humana que no puede ser comprendida separada de su contexto inter-personal, comunitario y toda la carga de su identidad común, colectiva, cultural, idiomática y de maneras de mirar y posicionarse en el mundo, puede y debe ser uno de esos “algos”. Si los cambios que se producen nos encuentran carentes de identidad común, que como rasgos identatarios nos permiten algún sentido de “nosotros” que pueda sostenerse en el tiempo, el tsunami nos arrastrará a todos a la destrucción.

Daniel Roberto Távora Mac Cormack


1 Ahmed, N; Marriott, A.; Dabi, N.; Lowthers, M; Lawson, M. y Mugehera, L. (2022).Las desigualdades matan. Oxfam. Recuperado de: https://oxfamilibrary.openrepository.com/bitstream/handle/10546/621341/bp-inequality-kills-170122-es.pdf

2 Sánchez, V. (2022). Oxfam: los diez hombres más ricosduplicaron su fortuna durante la pandemia. France 24. Recuperado de: https://www.france24.com/es/econom%C3%ADa-y-tecnolog%C3%ADa/20220117-oxfam-millonarios-pobreza-pandemia-desigualdad

3 Ministerio de Salud.(s/f). Información epidemiológica. Argentina.gob. Recuperado de: https://www.argentina.gob.ar/salud/coronavirus-COVID-19/sala-situacion

4 Scaletta, C. (2017). La recaída neoliberal, la insustentabilidad de la economía macrista.Buenos Aires: Capital Intelectual.

5 Ministerio de desarrollo productivo. (marzo 2022). Informe de panorama productivo.Recuperado de: https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/2021/09/informe_de_panorama_productivo_-_marzo_2022.pdf

6 Ministerio de desarrollo productivo .(agosto 2021). Informe de panorama proructivo. Recuperado de: https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/2021/09/informe_de_panorama_productivo_-_agosto_2021_0.pdf

7 Crudo, S. y Paura, V. (coord.). (2022). Relevamiento de intervenciones socialesdel Estado COVID 19 Los primeros 100 días del COVID en la Argentina. Red Interuniversitaria de Posgrado en Políticas Sociales. Recuperado de: https://datastudio.google.com/reporting/1da1da16-3c17-4ac2-afe2-116d4160fd17/page/OG9UB

8 CONICET. (2020). La Comisión de Ciencias Sociales de la Unidad COVID-19 relevó los alcances de los primeros días de cuarentena. Recuperado de: https://www.conicet.gov.ar/la-comision-de-ciencias-sociales-de-la-unidad-covid-19-relevo-los-alcances-de-los-primeros-dias-de-cuarentena/



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